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Publicaciones por mes

octubre 2016

57 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La amabilidad es clave para la felicidad y aceptación de los niños

  • 12/10/2016
  • Alejandra Alonso

Hacerles bien a otros se siente bien, y cuando se trata de los niños también los hace más felices y populares, según una interesante investigación. En la misma se encontró que los niños que se esfuerzan por demostrar amabilidad a otros a través de sus actos, son más felices y experimentar mayor aceptación de sus pares.

Kimberly Schonert-Reichl y Kristin Layous, autoras del estudio, piensan que una mayor aceptación de los pares también es clave en la prevención del bullying.

Publicada en PLOS ONE, la investigación examinó cómo estimular la felicidad en estudiantes de entre 9 y 11 años. Cuatrocientos estudiantes de Vancouver participaron del estudio. A la mitad de los niños la maestra les pedía que realizaran 3 actos de amabilidad (a quien quisieran) por semana y a la otra mitad se les pidió que visitaran 3 lugares placenteros por semana. El experimento duró 4 semanas.



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Antes y después de la intervención, los estudiantes completaban el Satisfaction With Life Scale adapted for children (que mide satisfacción con la vida), el Subjective Happiness Scale adapted for children (que medía felicidad y la versión para niños del Positive and Negative Affect Schedule (que medía afecto positivo).  Además, se les proveía una lista con los nombres de sus compañeros y se les pedía que marcaran el nombre de aquellos con quienes les gustaría trabajar en actividades escolares (para medir aceptación). Se les decía que podían marcar tantos nombres como quisieran, fueran muchos o pocos.

Luego de 4 semanas, los estudiantes volvieron a reportar sobre sus niveles de felicidad e identificaron compañeros con los que les gustaría trabajar. Si bien ambos grupos dijeron estar más felices, los niños que habían llevado a cabo actos de amabilidad seleccionaron un número mayor de compañeros con los que querían trabajar en actividades escolares.

“Mostramos que la amabilidad tiene algunos beneficios reales para la felicidad personal de los niños pero también para la comunidad del salón”, dice Schonert-Reichl.

Las autoras opinan que, al pedirles a los niños que sean amables con otros, se puede crear una conexión única que reduzca la posibilidad de que se den situación de bullying.

Fuente: University of British Columbia; PLOS ONE

  • Definiciones

Obnubilación de la conciencia: Definición y características

  • 11/10/2016
  • Alejandra Alonso
Obnubilación

La conciencia tiene que ver con el nivel de alerta de una persona y su conocimiento de si mismo y del ambiente que lo rodea (quién soy, cuántos años tengo, dónde estoy, quién está conmigo, etc.).

Una de las alteraciones de la conciencia es la obnubilación, es decir que la conciencia se hace menos lúcida. La obnubilación se caracteriza por una disminución de las elaboraciones psíquicas, los pensamientos son dificultosos e incompletos y los sucesos del ambiente necesitan gran intensidad para hacerse concientes (reactividad disminuida). Además se observan problemas con la atención (aprosexia o hipoprosexia), percepción, memoria y asociación de ideas (Silva, 2011; Samat, 1999).

La obnubilación se considera como uno de los grados más leves de empañamiento de la conciencia, con lo cual puede pasar desapercibida, excepto que se haga un examen minucioso (Samat, 1999).



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Este síntoma puede observarse en casos de intoxicación por sustancias psicoactivas, como consecuencia de traumatismos craneoencefálicos, luego de crisis epilépticas u otras enfermedades que afecten al cerebro (Clínica Universidad de Navarra).

Sin categoría

Imágenes cerebrales para predecir la efectividad de los antidepresivos

  • 11/10/2016
  • David Aparicio

Encontrar el antidepresivo adecuado para las personas que sufren de depresión no es tarea fácil. Básicamente el proceso consiste en el rudimentario método de prueba y error hasta que se encuentre el antidepresivo adecuado para cada paciente. El problema con este método es que toma mucho tiempo valioso donde la persona sigue sufriendo sin obtener la ayuda que busca.

Para mejorar las probabilidades del éxito de tratamiento antidepresivo, la Universidad de Stanford desarrolló una investigación que logró predecir con un 80% de precisión si la medicación antidepresiva funcionará o no en cada paciente.

En dicha investigación los autores combinaron los datos provenientes de las Imágenes de Resonancia Magnética (IRM), los datos biográficos de los sujetos y si tenían antecedentes de trauma infantil, abuso o negligencia parental.



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Los autores prestaron especial atención a los traumas vividos por los participantes porque estos sucesos pueden tener repercusiones permanentes en la estructura cerebral de las personas. Por ejemplo, si un niño sufre de abusos por parte de sus cuidadores, entonces aprenderá a ser hipervigilante de las emociones positivas y negativas de sus cuidadores para poder ser capaz de evitar cualquier represaría que tengan sobre él. Esto dará como resultado que su amígdala sea hipersensible y tenga mayor activación ante cualquier respuesta emocional.

los sujetos que habían sufrido de altos niveles de trauma durante la infancia y que tenían mayor activación de su amígdala al ver rostros felices, tenían mayores probabilidades de beneficiarse de la medicación antidepresiva

El 80% de los participantes (n=102) de este estudio estaban diagnósticados con depresión. A todos se les aplicó un test con 19 items para conocer si habían sufrido de abusos, conflictos familiares, muerte de sus cuidadores, o habían sufrido las consecuencias de un desaire natural. Después de esta etapa se les pidió que ingresaran a la maquina de Resonancia Magnética para tomarles imágenes cerebrales mientras veían en una pantalla imágenes de rostros sonrientes y rostros enojados. Las imágenes permitirían activar los circuitos neuronales de la amígdala, que como dijimos, se relacionan con la experiencia de las emociones. Este proceso se realizó dos veces. Una al comienzo de la investigación y otra al final de las 8 semanas que duró todo el proceso de evaluación. Durante ese lapso los participantes consumieron tres de los antidepresivos más recetadados: sertralina, escitolapram y venlafaxina.

Al finalizar la etapa de evaluación los investigadores descubrieron que los sujetos que habían sufrido de altos niveles de trauma durante la infancia y que tenían mayor activación de su amígdala al ver rostros felices, tenían mayores probabilidades de beneficiarse de la medicación antidepresiva. Por otro lado, los sujetos que también habían sufrido de altos niveles de trauma infantil pero con baja reactividad en la amígdala eran los que menos probabilidades tenían de beneficiarse de los antidepresivos.

Lo más importante de este estudio, según sus autores, es que se demostró que con la información personal, sus experiencias y las imágenes cerebrales se podrían diseñar tratamientos personalizados para los pacientes con depresión.

Las muestras de sangre es una de los exámenes más importantes en la evaluación médica. Quizás en un futuro lo sean también los escáneres cerebrales.

La investigación completa está disponible en la revista Proceedings of the National Academy of the United States of America.

Fuente: Stanford News Center

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

La medicalización de la infancia en salud mental: El caso paradigmático de los trastornos de atención (PDF)

  • 11/10/2016
  • David Aparicio

El presente artículo es una invitación al debate sobre el fenómeno de medicalización en la infancia en salud mental, apelando a una toma de consciencia de los profesionales. Para ello analiza, en clave epistemológica, el ejemplo paradigmático del Trastorno de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDA-H). Aborda la construcción social del trastorno y el tratamiento, así como algunas falacias sobre las que se apoya: TDA-H es un déficit neurológico, es diagnosticado por profesionales especializados, los tratamientos son eficaces y se realizan en interés del menor.

Autor: Carlos Javier López Castilla – Centro Andaluz de Intervención Psicosocial. C.A.I.P.

Descarga el artículo completo en formato PDF.



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Publicado en la revista académica Papeles del Psicólogo.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Las selfies te hacen más feliz?

  • 11/10/2016
  • David Aparicio

Hace 15 años nadie nos habría creído si hubiéramos dicho que en el futuro las personas se la pasarían tomandose autorretratos y que la compartirían instantáneamente con todos sus amigos y conocidos.

Esa es nuestra realidad. Tomarse selfies es lo más común de hoy. Ya casi nadie siente vergüenza al hacer caras “sexys” y compartirlas en cada una de las redes sociales donde participa. Las selfies son tan importantes que Apple y Samsung, los dos mayores fabricantes de celulares del mundo, mejoran cada año las cámaras frontales de sus celulares para que la gente pueda salir más linda y nítida en sus fotos.

Las explicaciones más comunes y aburridas sostienen que las nuevas tecnologías digitales han liberado al narciso que llevamos dentro y que ya no somos capaces de controlarnos. Afortunadamente otras investigaciones han tomado diferentes rumbos y han decido estudiar que efectos contextuales refuerzan el selfie y también han explorado cuales son sus efectos positivos.



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 pueden incrementar los sentimientos positivos en aquellos que lo hacen

Siguiendo la linea de los efectos positivos, la Universidad de California condujo un estudio que sugiere que simple y sencillamente el acto de tomarse selfies y compartirlas con nuestros amigos en las redes sociales podría tener directo en nuestra felicidad.

Fueron 41 estudiantes universitarios (28 mujeres y 13 varones) los que participaron en las cuatro semanas de investigación. Durante ese periodo se les dijo que siguieran con sus rutinas diarias. Después se les invitó a un laboratorio de informática donde instalaron una aplicación en sus celulares para monitores sus estados de ánimo. Con la aplicación ya instalada los sujetos tendrían que registrar tres veces al día sus estado de ánimo y registrar cualquier detalle que afectara sus emociones.

Luego los investigadores clasificaron tres tipos de imágenes que podrían tener un efecto sobre el estado de animo de las personas y asignaron aleatoriamente a los sujetos tomar tres tipos de fotos: el primer grupo tendría que tomarse fotos riendo (selfies); el segundo grupo tendría que tomar fotos de objetos o cosas que los hiciera feliz; y el último grupo tomarían fotos de objetos o situaciones que el fotógrafo considerara que haría feliz a otra persona.

De este proceso se recolectaron 2,900 fotos y se encontró un aumento de la felicidad en los tres grupos del estudio. También se encontró que algunos de los participantes del grupo selfies reportaron sentirse más seguros y cómodos al tomarse fotos sonriendo. Los sujetos del segundo grupo (tomaban fotos de objetos que los hacía felices) reportaron sentirse más reflexivos, y el tercer grupo (fotos de objetos que harían felices a otras personas) dijeron sentirse más calmos y dijeron que sentían una mayor conexión con sus amigos y familiares, y también les ayudó a reducir su estrés.

los participantes del grupo selfies reportaron sentirse más seguros y cómodos al tomarse fotos sonriendo

Yu Chen, co autor del estudio explicó:

“Nuestra investigación mostró que la practica de ejercicios que promueven la felicidad a través de tomar imágenes en el celular y compartirlas pueden incrementar los sentimientos positivos en aquellos que lo hacen.”

La investigación de Chen y su equipo le da un giro a la mala prensa que se le da a los nuevos hábitos y actitudes que tenemos hacia el celular y las redes sociales. Sus resultados son limitados, tienen una muestra pequeña y los efectos no fueron muy grandes, pero abre el paso para nuevas investigaciones que se quieran concentrar en el uso positivo de la tecnología en pos de la salud mental.

Puedes leer la investigación en la revista Psychology of Well Being.

Fuente: ScienceDaily

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Cursos online de actualización psicológica de la Asociación para el Avance de la Ciencia Psicológica

  • 10/10/2016
  • David Aparicio

La Asociación para el Avance de la Ciencia Psicológica (AACP), es una de las instituciones científicas que está revolucionando el campo de la investigación y la educación presencial y a distancia en latinoamérica. Sus propuestas educativas nutren de conocimiento a los psicólogos que están deseosos por aprender sobre los tratamientos psicológicos basados en la evidencia, que permitan ofrecer respuestas a las necesidades de los pacientes de hoy en día.

En esta ocasión te presentamos su nueva propuesta educativa con tres cursos online que te introducirán en las Terapias de Tercera Generación, Terapia Sexológica y Psicología del Deporte.

Todos los cursos inician el 24 de octubre de 2016 y tienen un descuento promocional del 50%.



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Psicología del Deporte y de la Actividad Física

La psicología no sólo se encarga de tratar la psicopatología mental. Los psicólogos somos los especialistas de la conducta humana y tenemos mucho que decir sobre cómo mejorar el rendimiento deportivo. Esta es la propuesta para todos aquellos psicólogos que desean ofrecer o especializarse en la psicología del deporte:

Plan del curso:

Clase 1
CONCEPTUALIZACIÓN COMO DISCIPLINA PROPIA DE LA PSICOLOGÍA Y DE LAS CIENCIAS DEL DEPORTE
Definición y conceptualización de la psicología del deporte y de la actividad física. Objetivos de la psicología del deporte y de la actividad física. Antecedentes de la psicología del deporte y desarrollo internacional. Diferencias entre psicología del deporte y psicología clínica.

Clase 2
EL ROL PROFESIONAL DEL PSICÓLOGO DEL DEPORTE
Intervenciones directas e indirectas dentro de la psicología del deporte. Trabajo interdisciplinario en el ámbito deportivo. Inserción del psicólogo del deporte dentro de los equipos deportivos.

Clase 3
ACTIVIDAD FÍSICA Y BIENESTAR PSICOLÓGICO
Relación entre ejercicio y bienestar psicológico. Adicción al ejercicio físico. Psicología y lesiones en el deporte.

Clase 4
ENTRENAMIENTO PSICOLÓGICO: OPTIMIZANDO EL RENDIMIENTO DEPORTIVO
Relación entre rendimiento deportivo y habilidades psicológicas. Establecimiento de objetivos. Regulación de la activación. Técnicas de visualización. Autodiálogo. Atención y concentración.

Certificación:

Se entregan certificados de aprobación de 16 hs.
Emitidos por el Instituto de Ciencia Psicológica.

Costo:

50% OFF en este curso: Inscripción promocional por tiempo limitado.

ARGENTINA: $ 1200 $ 600

LATINOAMÉRICA: USD 120 USD 60

Inscripción:

Para consultas e inscripción ingresa aquí.

Terapias Contextuales y de Tercera Generación

En los últimos años hemos sido testigos del creciente interés por las Terapias Contextuales y de Tercera Generación, un modelo de terapias con una rigurosa base científica. Lastimosamente en muchos de nuestros países estas terapias todavía son desconocidas. La AACP pone a nuestra disposición un curso introductorio en donde se explorarán las bases de la Terapia de Aceptación y Compromiso y la Terapia Analítico Funcional.

Plan del curso:

Clase 1
INTRODUCCIÓN A LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO (ACT)
La ubicuidad del sufrimiento humano. Teoria de los Marcos Relacionales (TMR)
La implicancia de la cultura y contextos en los problemas psicológicos.
El trastorno de evitación experiencial o la inflexibilidad psicológica destructiva.
Entrenamiento de la flexibilidad psicológica.

Clase 2
INTRODUCCIÓN A LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO (ACT)
Uso de metáforas e interacciones clínicas en ACT.

Clase 3
INTRODUCCIÓN A LA PSICOTERAPIA ANALÍTICO FUNCIONAL (FAP)
El análisis de la conducta clínica. La conducta clinicamente relevante.
Conductas objetivo y conducta problema en el terapeuta.
Tipos de conducta clínicamente relevantes. Las cinco reglas de trabajo con FAP.

Clase 4
INTRODUCCIÓN A LA PSICOTERAPIA ANALÍTICO FUNCIONAL (FAP)
Interacción “lógica” en FAP.
Presentación de viñetas e interacciones típicas con el modelo.

El curso será dictado por Juan Pablo Colletti, terapeuta especializado en Terapias de Tercera Generación. Ingresa aquí para ver el vídeo explicativo del curso.

Certificación:

Se entregan certificados de aprobación de 16 hs.
Emitidos por el Instituto de Ciencia Psicológica.

Costo:

50% OFF en este curso: Inscripción promocional por tiempo limitado.

ARGENTINA: $ 1200 $ 600

LATINOAMÉRICA: USD 120 USD 60

Inscripción:

Para consultas e inscripción ingresa aquí.

Teoría y técnica de la sexología clínica

Los trastornos sexuales están llenos de tabús y mitos. Por eso es necesario que los psicólogos puedan ofrecer tratamientos basados en la ciencia capaces de dar respuesta a las disfunciones y trastornos sexuales. La AACP nos ofrece un curso online preparado por la especialista Ana Belen Amil, en el que aprenderás:

Clase 1
SURGIMIENTO DEL ESTUDIO CIENTÍFICO DE LA SEXUALIDAD HUMANA
Antecedentes del estudio científico de la sexualidad humana. La protosexología. Alfred Kinsey. Respuesta sexual humana y terapia sexual. Trastornos del deseo sexual. DSM II y III.

Clase 2
CATEGORÍAS DIAGNÓSTICAS EN SEXOLOGÍA CLÍNICA
Diagnóstivo por el DSM IV. Novedades del DSM V. Disfunciones sexuales. Etiología y diagnóstico.

Clase 3
TRATAMIENTO COGNITIVO CONDUCTUAL DE LAS DISFUNCIONES SEXUALES
Técnicas cognitivo conductuales en terapia sexual.

Clase 4
DESAFÍOS PARA LA SEXOLOGÍA CLÍNICA
Mitos en terapia sexual. Principales críticas a las categorías diagnósticas. Controversias en torno al DSM.

Ingresa aquí para ver el vídeo promocional.

Certificación:

Se entregan certificados de aprobación de 16 hs.
Emitidos por el Instituto de Ciencia Psicológica.

Costo:

50% OFF en este curso: Inscripción promocional por tiempo limitado.

ARGENTINA: $ 1200 $ 600

LATINOAMÉRICA: USD 120 USD 60

Inscripción:

Para consultas e inscripción ingresa aquí.

Agradecemos al Instituto de Ciencia Psicológica por ser nuestro sponsor de esta semana. 

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Hoy se celebra el Día Mundial de la Salud Mental

  • 10/10/2016
  • David Aparicio

Con el lema “La primera ayuda psicológica” la Organización Mundial de la Salud busca aunar todos sus esfuerzos en ofrecer mejorar el alcance del apoyo psicológico básico pragmático que tantas personas necesitan alrededor del mundo, con especial énfasis en aquellas personas que fungen un rol de ayuda en la comunidad.

¿Por qué la OMS eligió a las personas que ejercen profesiones de servicios de ayuda?

Los policías, maestros, médicos, bomberos y trabajadores sociales, son los primeros que deben responder ante momentos de crisis, muertes y desastres naturales, y se exponen a situaciones traumáticas, agotamiento psicológico y a los efectos del estrés. Pero, después de las crisis, la sociedad se olvida que ellos también necesitan de apoyo para poder afrontar todas las importantes vivencias que tuvieron que afrontar.



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La iniciativa de la OMS es la de poder ofrecer el primer apoyo psicológico básico y social que tanto necesita a largo plazo para ayudar a las personas reponerse después de un suceso altamente traumático.

La OMS ofrece mayor información y guías sobre el Día de la Salud Mental para descargar.

  • Salud Mental y Tratamientos

Vivir con tricotilomanía

  • 10/10/2016
  • Beatriz Moreno Amador

Mi nombre es Beatriz y quiero compartir vos parte de mi historia con la tricotilomanía:

Tenía 7 años, estaba esperando junto a mis compañeritos del cole para entrar a la clase de inglés. Una pestaña apareció en el pómulo de mi mejor amiga, ella la sujetó entre sus dedos y me dijo: <<¡Mira! Si la soplo y pido un deseo se cumplirá>>. Y como solemos decir, “culo veo, culo quiero”, me estiré de una pestaña e hice lo mismo. Desde entonces comencé a tirar de mis pestañas durante casi todos los días hasta que tuve unos 13 años.

Ahora lo pienso y me parece una completa tontería, sin embargo fue una niñería sin consciencia que me “arruinó” buena parte de la vida. Cuando mi madre se enteró se enfadó muchísimo y ante la desesperación me ataba las manos y me castigaba. Yo no podía parar y sufría mucho al ver que mi familia no me entendía.



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La tricotilomanía dominaba todos mis pensamientos, todos mis comportamientos, todas mis decisiones, todas mis emociones

Comenzaba mi adolescencia y pensando que había dejado atrás este destructivo hábito “gracias” a las reprimendas de mi madre, pues había dejado de estirar de mis pestañas y ya crecían normalmente, comencé a estirarme el pelo de la cabeza. El detonante fue un golpe que mi hermana se dio en la cabeza, con la suficiente profundidad que requirió que le raparan un huequito del cuero cabelludo para curar la herida. Mi hermana como niña curiosa empezó a tocarse esa zona, parecía producirle placer o calma y al poco tiempo la vi estirarse los pelitos pequeños que crecían. Yo me alarmé muchísimo, como si hubiera visto al diablo y le alertaba de que era peligroso y que no lo hiciera. Al poco tiempo yo estaba haciendo lo mismo. Mi hermana, luego de algunos años, dejó de hacerlo, salvo alguna leve recurrencia, sin embargo yo continué y me generé una calva muy grande.

Durante muchos años estuve bajo tratamiento, buscando de múltiples maneras la solución: terapias, fármacos, peluca, tratamientos capilares, remedios caseros. Hasta que llegó un punto en que no aguanté más y dejé de buscar. La tricotilomanía dominaba todos mis pensamientos, todos mis comportamientos, todas mis decisiones, todas mis emociones. Era una completa obsesión que no podía dejar de serlo por el simple hecho de que existía y yo no quería. Me quedé sin esperanzas, me sentía sin energías para luchar contra esto, era demasiado duro; con 22 años sentía que había perdido una parte de mi juventud por esta condición y que no tenía futuro

¿Qué podía hacer entonces con lo que otros decían que era una falta de fuerza de voluntad? Era como si hubiera caído en una trampa y nadie más pudiera verlo, ¿cómo hacerles entender que necesitaba una ayuda diferente a la que se empeñaban en darme?

Durante los cuatro años de estudios universitarios de psicología siempre mantuve oculta la tricotilomanía, me avergonzaba sumamente de ella, me daba pánico que alguien se pudiera enterar que hacía esto. Recuerdo que al principio me sentaba al final del aula para evitar que alguien viera mi cabeza, tras horas en el espejo tratando de ocultar las calvas con dolorosos e incómodos peinados.

Un día se nombró la tricotilomanía en clase, fue en la asignatura de psicopatología, y yo comencé a palpitar de manera nerviosa. Una compañera que estaba a mi lado pronunció: “¡Qué asco! ¿Cómo puede alguien hacer eso?”. Se me cayó el mundo encima. Si ni siquiera personas que se están formando para tratar con otras, que como yo necesitamos ayuda psicológica, pueden dejar a un lado los prejuicios, ¿dónde iba a encontrar esperanzas? Ahora veo claro que dentro de mi aula, como en cualquier otra, se hallan personas sin el más mínimo grado de empatía, y que somos nosotras, las personas que vivimos en el lado de lo que llaman “enfermedad mental”, las que tenemos que avisar de su ignorancia, pues somos responsables si se continúan formando profesionales sin la capacidad de pensar las cosas desde el punto de vista del paciente, lo cual repercute en su trabajo.

Fueron estos pensamientos sobre la necesidad de crear conciencia, de ser parte defensora de mis derechos y necesidad de ayuda, lo que me permitió ir compartiendo poco a poco lo que me pasaba, abriéndome a otras personas, conociendo a toda una comunidad con esta dificultad, diluyendo mi culpa hasta que desapareció, como lo ha hecho también la tricotilomanía.

 Era como si hubiera caído en una trampa y nadie más pudiera verlo, ¿cómo hacerles entender que necesitaba una ayuda diferente a la que se empeñaban en darme?

Actualmente tengo 23 años y estoy muy bien, aunque mi trico continúe hasta cierto nivel conmigo, la he aceptado e integrado a mi vida, me siento fuerte y segura. Esto he de agradecérselo a otras personas que han pasado por esto y me han ayudado en el camino. Continúo conociendo a personas con trico (existen numerosos grupos en Facebook), muchas de ellas se sienten muy desesperadas y yo procuro devolver el apoyo que a mí me han dado y que tanto me ha ayudado. Y así, cada vez veo más necesaria la ayuda social y profesional, que se investigue, que se trabaje para su prevención y se evite su desarrollo insidioso, sobre todo en la niñez. En los últimos meses he conocido las historias de varias niñas con trico porque sus mamás han contactado conmigo, y no quiero que ellas pasen por el sufrimiento que viví yo. De alguna manera quiero contribuir para ahorrar un dolor estéril y una soledad que nos perjudica.

La tricotilomanía, para que realmente suponga una patología, a pesar de ser una anormalidad común, ha de generar un sufrimiento significativo en la vida de la persona afectada, interfiriendo así en su desarrollo saludable. De manera que no empieza ni termina en el sólo acto de arrancarse el pelo, es un trastorno multicomponente del que se desconoce mucho.

En castellano no existen investigaciones sobre esta condición, sólo algunos estudios clínicos de intervención, los cuestionarios para evaluarla no están traducidos ni validados en nuestro idioma y no hay profesionales especializados, siendo miles las personas que padecemos tricotilomanía. La mayoría la ocultamos durante años y cuando decidimos pedir ayuda muchas veces nos encontramos con un cuerpo de profesionales de la salud, con demasiada arrogancia a mi parecer, que decide poner el objetivo terapéutico y enjuiciarnos por no dejar de hacerlo, culpándonos de que no lo conseguimos porque no seguimos sus recomendaciones, o nos mostramos tercas y no aceptamos tomar antidepresivos o ansiolíticos. Yo realmente me he llegado a sentir como un conejillo de indias, al que nadie comprendía y parecía que nadie quería comprender, ni mucho menos aceptar; cuando son la aceptación y la compasión potentes herramientas terapéuticas.

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Repercusiones de la tricotilomanía / Imagen: piracurucaaovivo

Y ahora, con una larga experiencia en este camino de los “trastornos psicológicos”, como graduada en psicología, habiendo profundizado en el estudio de la trico, y ante un panorama sobre el tema muy vacío en nuestro idioma, quiero y me dispongo junto a otras personas con trico y sus familiares, a crear una red de apoyo de habla hispana para dichas personas, a generar concientización sobre este trastorno, a tender manos comprensivas, a demandar el respeto y la ayuda terapéutica que merecemos y sobre todo a devolver las esperanzas a quienes están sufriendo por la tricotilomanía.

Los que la padecemos sabemos que suele ser una experiencia definida por unas crisis de ansiedad y depresión asociadas a una sensación de no tener control sobre el propio cuerpo, al no poder dejar de realizar la conducta, experimentando a veces una especie de trance y una pérdida de consciencia “normal” al realizar la conducta. Todo esto dificulta el desarrollo de cómo nos vemos a nosotras mismas y la estima que nos otorgamos, pues de alguna manera somos nuestra enemiga sin quererlo. No se trata de que queramos hacernos daño, si no que arrancarnos el pelo para nuestro organismo no es desagradable. Es más, según la teoría etológica del comportamiento humano, el arrancarse el pelo vendría explicado por tratarse de una huella genética compartida con otros animales y que tiene una función de supervivencia. De manera que aunque nuestro “yo social” no quiere realizar la conducta, sobre todo por las consecuencias estéticas que implica, nuestro cerebro puede no entender por qué le estamos privando de una actividad que le genera placer y gracias a ello es que ha ido arraigando la conducta con su repetición.

De igual forma, se desconoce mucho sobre la trico y eso nos genera mucho desconcierto y un estado de preocupación constante.

suele ser una experiencia definida por unas crisis de ansiedad y depresión asociadas a una sensación de no tener control sobre el propio cuerpo, al no poder dejar de realizar la conducta

Una persona con tricotilomanía ansía sentirse normal y no que algo falla en ella, y el que no exista concientización sobre ella ni esté naturalizada nos perjudica gravemente. Es más, el aceptar que el fallo es humano y forma parte del infinito progreso a mí me ha ayudado a no ver a la trico como mi enemiga, sino como una característica más de mí, como mi piel blanca, el ser diestra, miope o tener una estatura de 1,68. Y eso es lo que les transmito a otras personas con trico que siguen peleándose con su vida.

Esta recomendación está basada en mi experiencia y en conversaciones con otras personas con trico, y quizás sea presuntuoso pensar que lo que a mí me ha servido les sirva a otros, pero es lo que más conozco y sobre lo que más confío, fundamentándolo además en las últimas investigaciones científicas que han aparecido, basadas en terapias de 3ª generación (ACT principalmente). Por ello, quiero lanzar mi mensaje a otras personas.

Hace ya varios años hay una preocupante tendencia a psicopatologizar la vida, y quizás el resultado de que la trico sea una problemática con nombre rimbombante es porque también existe un culto a la estética, así como un estrés y ansiedad vitales en esta vida moderna que nuestros cuerpos, con su parte de cerebro reptiliano, aún no logra gestionar del todo y adquiere formas para relajarse que son más propias de animales. A pesar de ello, con sentido de causa, quiero decir que la trico no es una de esas enfermedades inventadas por la industria de la felicidad permanente ni de las farmacéuticas, realmente a veces sientes que tu cerebro te está jugando una mala pasada y no logras organizar tu ambiente para que vaya a tu favor y no propicie la necesidad de tirar de tu cabello. Es por ello que veo importante que la trico sea tomada en serio y se hable con propiedad sobre ella, sin rozar el punto de darle demasiada importancia, pues es ahí donde se convierte en un círculo vicioso difícil de deshacer. Es más, a mí el humor y el amor hacia mí misma y la vida es lo que más me ha ayudado a trabajar sobre mi trico, pero saber que no soy la única y compartir con otras personas con trico, gracias a que tiene un nombre, ha sido imprescindible en mi mejoría.

Del 1 al 7 de octubre, se realiza la semana internacional de concientización sobre la trico, que está propulsada por TLC (Trichotillomania Leraning Center), en EE.UU. principalmente existen unas grandes avances sobre la trico. Yo participo junto a más personas a través de las redes sociales y un blog (Tricotilomanía-Argentina), sin embargo nuestro eco es mínimo ya que se trata de un trastorno muy oculto y nada naturalizado, es por ello que queremos crear concientización y psicoeducación para tratarlo desde la aceptación y la compasión.

Deseo que mi testimonio te haya permitido conocer sobre la trico, y si conoces a alguien con esta condición lo puedas comprender mejor y ayudar sin rechazar esta característica; y si eres una persona con trico, no olvides que #Noestássolo y #Juntossomosmásfuertes. Naturalizar es sin duda el primer paso hacia nuestra mejoría.

Como dice Oliver Sacks en su famoso libro «El hombre que confundió a su mujer con un sombrero», en el capítulo dedicado al síndrome de Tourette, ésta también puede ser una de esas veces en que «los pacientes abren la marcha en la tarea de descubrir la causa de una enfermedad, que se convierten en los agentes impulsores y activos de la investigación de su propio mal y su curación».

Imagen: Tricotilomania en Shutterstock

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(Vídeo) Reshma Saujani: Enseñemos a las niñas a ser valientes, no perfectas

  • 09/10/2016
  • Alejandra Alonso

No hace mucho tiempo salieron artículos en varios medios que hablaban de la famosa actriz Jennifer Lawrence y su indignación al enterarse de que a sus compañeros hombres se les había pagado más que a ella. Al hablar sobre el tema, ella dice que no quiso seguir negociando por unos cuantos millones de dólares que ella no necesitaba, y que además no quería parecer una persona «difícil» o «malcriada», ella dice que su deseo de ser querida la llevó a dejar las cosas como estaban. Sin embargo, cuando vio cuánto les pagaban a los hombres que trabajaron en la misma película, se dio cuenta que ellos no se preocupaban por parecer difíciles o malcriados.

Obviamente esta noticia trajo a colación debates sobre las diferencias que se hacen entre hombres y mujeres en el lugar de trabajo y por qué se dan estas situaciones. Las opiniones son diversas y a veces nos gusta echarles toda la culpa a los hombres, pero me pareció interesante la opinión de Reshma Saujani, quien piensa que el problema está en que a los niños se les enseña a tomar riesgos y se los recompensa por ello, por otro lado, a las niñas se les enseña a ser perfectas y no cometer errores. Te invito a ver esta genial conferencia y a dejarnos tu opinión en los comentarios.

Fuentes: TED; Forbes



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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Qué sucede en el cerebro cuando salimos de shopping?

  • 07/10/2016
  • Sergio Lotauro

Hace poco tiempo me invitaron a participar en un programa que se emite por History Channel, que consiste en una serie de episodios documentales en donde se muestra como funciona el cerebro de las personas ante diferentes situaciones que se le presentan en la vida cotidiana.

El desafío que la producción del programa me planteaba estaba relacionado con la venta de cerveza en un pequeño supermercado de productos exclusivos y gourmet en el barrio de Palermo.

En el local, se vendían dos marcas de cerveza, que a decir verdad, ya no recuerdo bien, pero que a los fines explicativos vamos a rebautizar, tentativamente, como “Ranzig Wasser Munchen” (Cerveza “A”) y “Bayerische Faulen Fisch“ (Cerveza “B”). Ambas de orígen alemán, obviamente.



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Estas dos bebidas se exibían en una punta de góndola de un supermercado, y el problema que se le presentaba al dueño, era que vendía a diario muchas botellas de la primera marca, y vendía muy pocas de la segunda, sin que lograra entender del todo el motivo del fenómeno ya que, en principio, las dos cervezas eran de excelente calidad y estaban destinada al consumo de un público selecto y exigente.

A ojo de buen cubero, me dijo el dueño del establecimiento que calculaba que vendía un 80 % de la cerveza “A”, contra un 20 % de la cerveza “B”. Es decir, el público optaba preferentemente por la Ranzig e ignoraba la Bayerische, estando ambos productos exhibidos en el mismo estante, uno al lado del otro, y en un lugar preferencial dentro del establecimiento.

¿Por qué esto representaba un problema?

Bueno, el dueño del local había adquirido una cantidad importante de cerveza Bayerische que no se estaba vendiendo, y las cajas de botellas empezaban a acumularse en el sótano. Es decir, el hombre tenía una pequeña fortuna invertida en un producto que la gente, por alguna misteriosa razón, no compraba.
Desde luego, el motivo no resultó no ser tan misterioso como él pensaba, y paso a explicar porqué.

Cuando me dispuse a examinar como estaban siendo promocionados los productos, lo primero que noté fue que ambas cervezas tenían precios diferentes. Ya no recuerdo exactamente los importes, pero para que se entienda el asunto, voy a proponer cifras simbólicas: la cerveza Ranzig costaba $ 10, mientras que la cerveza Bayerische costaba $ 15.

LA MAYOR TIEMPO EL CEREBRO FUNCIONA EN UNA MODALIDAD DE ECONOMÍA MENTAL O AHORRO DE ENERGÍA

Obviamente, lo primero que le propuse al dueño del supermercado fue que lanzara una oferta de cerveza Bayerische: podía rebajar el precio de $ 15 a $ 8 y seguramente la gente se agolparía en su local para quitársela de las manos…
Pero mi buen amigo no estaba dispuesto a prescindir ganancias. Había invertido mucho dinero en la Bayerische y rechazaba enérgicamente la idea de cualquier forma de promoción.

Pero el precio no era la única diferencia. La Bayerische, además de ser más cara, traía adosado un pack de maníes sin pelar; es decir, la cerveza contenía un plus, un estuche de snack salado ideal para acompañar la espumosa bebida en un día caluroso de verano. De este agregado, seguramente se desprendía el costo extra de $ 5.
Para resumir e ilustrar el problema de las cervezas, la imagen a continuación muestra como estaban exhibidos ambos productos en la punta de góndola del supermercado:

screen-shot-2016-10-06-at-10-12-22-pm
Le expliqué al dueño que sus clientes seguramente compraban preferentemente la cerveza Ranzig sesgados cierta pereza mental o cognitiva.

Alcanzado este punto, el lector debe saber que la mayor tiempo el cerebro funciona en una modalidad de economía mental o ahorro de energía.

En este caso, eso quiere decir que cuando los clientes se paraban frente a la góndola, quedaban expuestos a una multiplicidad de variables distintas. Cada potencial comprador se enfrentaba en el supermercado a un pequeño mundo rico en posibilidades: diferentes marcas, diferentes tipos de envases, diferentes contenidos, diferentes sabores, diferentes precios, diferentes modalidades de pago, diferentes ofertas y descuentos, y varios etcéteras.

Así, la cerveza Ranzig era más económica que la cerveza Bayerische. Por otra parte, le Bayerische traía un estuche de maníes.

“¿Se justifica pagar $ 5 de más por los maníes?” “¿Resulta más barato comprar los maníes por separado?” “Pero, un momento… ¿realmente deseo comprar maníes o solo quiero tomar una cerveza” “¿Me gustan los manís o prefiero como aperitivo unas aceitunas?”…

Todas estas eran dudas que, tal cual estaban dadas las circunstancias en el supermercado gourmet, fácilmente podían tomar por asalto el cerebro del cliente al momento de hacer su elección. Preguntas difíciles de responder y que interferían con el proceso decisorio.

Hacer un análisis de costos y beneficios de todos estos factores insume una gran cantidad de tiempo y de energías.

Aturdidas y estimuladas en exceso, usualmente las personas toman decisiones eligiendo solo uno o dos de todos estos atributos posibles. Generalmente, es el precio el que comanda la elección final del producto que se compra. Y esa era la razón principal por la cual el 80 % de las personas que querían cerveza, se quedaban con la Ranzig.

Ahora bien, ¿era posible invertir a proporción de venta sin hacer una oferta con la cerveza “B“, o sin retirar del supermercado la cerveza “A“, de manera que solo hubiera una marca disponible?

Estaba seguro que si. Solo era necesario hacer algunos ajustes en la exposición del producto.

Ambas cervezas eran difíciles de comparar ya que poseían caracterísitcas muy distintas que entorpecían el proceso de decisión. Pero, ¿qué sucedería si introducíamos en la ecuacion una tercera cerveza, muy similar a la que el propietario pretendía vender, pero con algunas desventajas claras y significativas?

Lo que hice fue lo siguiente: Fuí al depósito donde se almacenaba la mercadería y le quité el pack de maníes que venía adosado a una veintena de botellas de Bacherische. Luego acomodé las botellas en la góndola, junto con las demás, aunque sin modificar el precio. Es decir, ahora la gente tenía tres opciones diferenes: la cerveza Ranzig a $ 10, la cerveza Bacherische (con pack de maníes) a $ 15, y la cerveza Bacherische (sin pack de maníes) tambíen a $ 15.

Los productos quedaban exhibidos al público de la siguiente forma, donde la tercera opción era igual a la segunda, pero sin el paquete de maníes:

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¿Qué era esperable que ocurriera ante esta nueva configuración?

Desde una mirada ingenua del asunto, no debería ocurrir nada diferente; la gente que asistía al supermercado a comprar cerveza tendría que seguir eligiendo, en forma mayoritaria, la cerveza “A“, que era la más económica. Después de todo, la inclusión de una tercera opción con una clara desventaja con respecto a las otras dos, no debería tener ninguna incidencia sobre la preferencia del público.

Pero el cerebro no se rige por reglas racionales e inmutables. Ya dejamos establecido que la cerveza “A“ era difícil de comparar con la cerveza “B“ por una variedad de razones. Pero la inclusión de una tercera cerveza casi idéntica a la segunda simpificaba bastante el asunto, porque se trataba de la misma marca y del mismo precio.

Simplificando un poco el asunto: la cerveza Bacherische es facilmente comparable con la cerveza Bayerische, y obviamente la opción “con maníes“ es mejor que la opción “sin maníes“.

EL CEREBRO NO SE RIGE POR REGLAS RACIONALES E INMUTABLES

¿Cuál fue el resultado? Pués que la gente que desfilaba frente a la góndola, empezó a ignorar a la cerveza Ranzig, después de todo, no había ningún punto de referencia para compararla. Por otra parte, existían dos opciones de cerveza Bacherische, donde una de esas opciones era claramente superior a la otra.

No importaba demasiado si a los compradores les gustaban o no los maníes, o si tenían ganas de comer maníes en ese momento. Lo crucial del asunto era que el público parecía pensar que el pack de maníes de la segunda opción era gratis, o venía bonificacdo con el producto, al contrastarlo con la cerveza de la misma marca que no traía maníes, lo cual convertía a la propuesta en una oferta altamente atractiva: maníes gratis, por el mismo precio..!

El cambio radical que se produjo en la venta fue tan contundente que nunca fue necesario retirar de la vista del público a la marca Ranzig. Simplemente alcanzó con darle a las personas deseosas de tomar cerveza un nuevo parámetro de referencia que redirija su atención y razonamiento.

Nuestro cerebro está estructurado para hacer jucios de valor siempre en contexto. No podemos pensar ni tomar decisiones en vacío, siempre estamos comparando, aunque no nos demos cuenta que lo hacemos, y esto sienta las bases para una forma de manipulación sutil ampliamente utilizada en marketing.

Colocar un producto mucho más caro, o de peor calidad, al lado del producto que se tiene la intención de vender constituye un viejo truco psicológico que se apoya, precisamente, en la dificultad del cerebro humano para establecer el valor de las cosas.

Si usted es dueño de una casa de electrodomesticos y está interesado en vender un modelo de heladera en particular, puede exhibirlo al lado de otra heladera de las mismas características técnicas pero, que además presente una clara y notoria desventaja, como puede ser un freezer más chico, una garantía más corta, o la imposibilidad de pagarla en cuotas sin interés con tarjeta de crédito.

La clave esta en que en el resto de las caracterísitcas técnicas, ambos productos sean idénticos, de modo de facilitar la comparación en la mente del potencial comprador.

Si en cambio, usted es dueño de un bar o un restaurante, le conviene incluír en la carta un vino excesivamente caro que funcione como línea de base y contraste para otro vino de la misma bodega pero más económico.

Dentro de la variable precio, los estudios demuestran que por lo general, a la hora de hacer sus compras, las personas tienden a elegir el segundo valor más caro o un valor intermedio, lo cual le permite a los profesionales de la venta preparar el escenario para inducir a que sus clientes compren exactamente ese artículo que ellos quieren vender, y no otro. Lo mismo es válido para heladeras, teléfonos celulares, automóviles, seguros de vida, pasajes aereos, y servicios de catering.

NUESTRO CEREBRO ESTÁ ESTRUCTURADO PARA HACER JUCIOS DE VALOR SIEMPRE EN CONTEXTO

Para que el lector tenga una idea de cuan poderoso puede ser este fenómeno psicológico, le cuento que hay agencias inmobiliarias que poseen propiedades destruidas o en muy mal estado que en principio no estan destinadas a la venta, sino que son utilizadas para ser mostradas y generar un fuerte contraste con el inmueble que se desea vender.

Si usted está interesado en comprar un departamento de dos ambientes, por ejemplo, es probable que el agente inmobiiario lo lleve primero a ver un inmueble que se encuentre en mal estado, ya sea que le falte revoque y pintura, tenga manchas de humedad, haya que hacerle el piso a nuevo, o todo lo anterior junto.

En realidad, este departamento es propiedad de la agencia inmobiliaria y no está a la venta. Solo es utilizado como cortina de humo cada vez que se presenta la oportunidad. Su precio de venta, siempre es indefectiblemente el mismo (o muy similar) que el del departamento que le mostrarán a continuación. En sintonía con el caso anterior del supermercado, el inmueble en mal estado sería el equivalente a la opción 3 (cerveza Bayerische sin maníes).

Luego el vendedor le mostrará el inmueble verdadero que se propone vender. El solo hecho de haber visto previamente otro departamento parecido pero desmejorado, genera un contraste que realza y hace que esta opción se vea mucho mejor (y por consiguiente, más apetecible) de lo que en realidad es.

Vamos por la vida haciendo comparaciones. Relevamos permanetemente el contexto en el que estamos inmersos cada vez que tomamos una decisión.

Vivimos conformes con nuestro sueldo hasta que nos enteramos cuanto cobra el vecino del edificio del al lado por hacer un trabajo similar, momento a partir del cual empezamos a sentirnos esclavizados por nuestro jefe.

Nos sentimos profundamente enamorados de nuestra nueva novia hasta que nos presenta a una amiga que es modelo de pasarela, lo que trastoca para siempre nuestra apreciación de la belleza femenina.

Estamos a punto de comprar el teléfono celular que queremos, hasta que vemos un spot publicitario de un nuevo modelo que viene con satélite propio incorporado y empezamos a odiar a Antonio Meucci.

No podemos evitar tomar decisiones basándonos en comparaciones. Está en nuestra naturaleza, forma parte modus operandi del cerebro.

El problema radica en que esta dinámica nos induce a actuar de forma irreflexiva y automática, le abre la puerta a todo timador astuto y bien entrenado, dispuesto a obtener ventaja sobre nosotros.

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