Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS
Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS

Publicaciones por mes

febrero 2016

51 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Las personas con baja autoestima o alto narcisismo son susceptibles a creer en las teorías conspirativas

  • David Aparicio
  • 29/02/2016

Las teorías conspirativas pueden explicarse como la creencia de que los momentos más grandes en la historia pólitica, económica o histórica han sido manipulados por grupos malévolos, secretos y muy poderosos. Este tipo de teorías las encontramos en todas partes. Algunos ejemplos son: que Youtube está saturado con ¨documentales¨ que supuestamente revelan que ¨el hombre no llegó a la luna” y todo fue un montaje de la NASA; que los iluminati controlan el mundo; Elvis está vivo; los OVNIS secuestran personas y el gobierno lo mantiene en secreto, etc.

No me malinterpretes. No estoy diciendo que no existan las conspiraciones, sino que este tipo de teorías exageran y tergiversan algunas ideas al punto de que no se puede diferenciar si es un capitulo de los Expedientes Secretos X o la vida real.

En un artículo anterior reseñamos algunas explicaciones por las cuales las personas creen en las teorías de conspiración. Pero en esta ocasión quiero comentarles acerca de una interesante investigación que se publicó el año pasado en la revista Social Psychologial & Personality Science y que exploró la relación de la baja autoestima, el alto narcicismo y las creencias conspirativas.

La investigación contó con la participación de 202 personas que completaron una serie de cuestionarios, entre los que se incluyeron: una escala de autoestima, un cuestionario para medir el narcicismo y una escala sobre las creencias conspirativas.

El análisis de los resultados permitió conocer que puntuar alto en narcicismo o bajo en autoestima podía predecir significativamente las creencias conspirativas. Es decir que tanto las personas que presentan baja autoestima como los individuos narcisistas, son más propensos a tener creencias conspirativas.

Los autores explican que las personas con baja autoestima o alto narcisismo tienen una fuerte tendencia paranoide, y esto explicaría los resultados.

“El efecto de la baja autoestima sobre las creencias conspirativas puede ser ampliamente atribuido al hecho de que la baja autoestima predice negativamente la percepción de la humanidad con mayor amplitud”, dijo Aleksandra Cichocka, coautora del estudio.

Fuente: Science Daily

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Cuantos megabytes puede almacenar el cerebro humano? – Hipertextual

  • David Aparicio
  • 29/02/2016

Hace unas semanas leí una investigación muy interesante que sugería que la capacidad de almacenamiento del cerebro era 10 veces más grandes de lo que se creía. La investigación sugería que nuestro cerebro podría almacenar hasta un Petabyte de información o en palabras más sencillas, mil veces un terabyte (1024 gigas).

Tenía pensado publicar el artículo en los próximos días, pero los colegas de Hipertextual han publicado un artículo del mismo tema, que prefiero reseñarlo y recomendárselo:

El cerebro humano es considerado, con frecuencia, como uno de los ordenadores más potentes del mundo —aunque carezca de chips y su mecánica interna diste de la de un ordenador convencional—. Desde un punto de vista funcional y simplista, el cerebro de un ordenador no es más que un procesador de órdenes: recoge información procedente del exterior o del propio cuerpo humano y ejecuta órdenes sobre los diferentes sistemas que forman el cuerpo humano.

Por otra parte, observándolo desde un punto de vista técnico y potencial, el cerebro humano cuenta con unas características técnicas sorprendentes que, si se traducen a las unidades más comunes dentro de la informática, superan por un amplio margen a todos los dispositivos que nos rodean.

En términos de memoria, por ejemplo, diversos estudios han fijado durante años la memoria del cerebro entre los diez y los cien terabytes. No obstante, algunos estudios más recientes son más optimistas y elevan esta cifra hasta un petabyte, una cifra realmente elevada —considerando que un petabyte es mil veces un terabyte—.

Lee el artículo completo en Hipertextual.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Olivia Farnsworth, «la niña biónica» que no tiene sueño, hambre ni siente dolor

  • Maria Fernanda Alonso
  • 29/02/2016

Olivia Farnsworth es una niña de 7 años que no siente dolor, hambre ni sueño debido a una alteración genética por la supresión del cromosoma 6p. La analgesia congénita (ausencia de dolor) es muy conocida, pero el caso de Olivia es, actualmente, único en el mundo pues una misma persona experimenta los tres síntomas mencionados. Los doctores la llaman “la niña biónica.”

Sin necesidad de hacer estudios muy profundos, podemos descubrir que éste desorden puede ser muy peligroso para la salud de la persona. La alimentación es fundamental para el crecimiento y desarrollo tanto físico como psíquico. El sueño es un proceso de vital importancia para el ser humano. Los científicos han determinado que el hombre puede pasar sólo diez días sin dormir, antes de morir por su carencia. Sentir dolor es un mecanismo que utiliza el cuerpo para hacernos saber que algo es malo, que nos lastima o perjudica en alguna medida. Por medio del dolor nuestro cuerpo nos informa que hay algo en él que necesita atención a la vez que nos enseña que no es bueno repetir aquellas experiencias.

Su madre cuenta que Olivia se mordió los labios y ni siquiera se dio cuenta. (Fuente: Daily Mail)

La madre de Olivia cuenta que cuando la niña tenía solo unos pocos meses de edad no lloraba por ningún motivo y a la edad de nueve meses dejó de dormir siestas durante el día. De pequeña, fue atropellada por un auto que la arrastró varios metros, después de lo cual ella simplemente se levantó, caminó hacia su mamá y no expresó dolor alguno. Actualmente toma una serie de medicinas para dormir y actúa con relativa normalidad, pero sus padres se preocupan por su falta congénita de sentimiento de peligro. Su madre informa que, en general, Olivia es una niña feliz pero puede sufrir de brotes violentos.

Fuente: Medciencia;  Daily Mail

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Intensamente gana Oscar como mejor película animada

  • David Aparicio
  • 29/02/2016

Intensamente o Inside Out, la película Pixar que nos enseñó, a grandes y a chicos, que todas las emociones son válidas y necesarias, acaba de ganar un Oscar de la academia, por mejor película animada.

En la misma categoría de películas animadas también estaban nóminadas: Anomalisa, El Niño y el Mundo y Cuando Marnie estuvo ahí. Pero ninguna de ellas se compara a la fascinación que nos causó Intensamente.

La película es extremadamente buena. Tiene todo el fundamento científico y neurológico sobre el funcionamiento del cerebro y las emociones de una manera que cualquiera lo puede entender.

Pero lo que más me gustó de la película, fue que no sólo se quedó con las explicaciones neurocientificas — muy de moda en estos tiempos— para explicar las conductas de la protagonista de la película, sino que también tomó en cuenta como las relaciones sociales y el ambiente repercutían en el desarrollo de nuestras emociones. Lo cual ayudó a niños y adultos a comprender, en estos tiempos donde estamos obsesionados por evitar las mal llamadas emociones negativas, que la tristeza, la ira, el miedo y asco, son emociones necesarias y valiosas para nuestro funcionamiento como personas.

Sin dudas es una de mis películas favoritas. Sino las has visto te recomiendo que la veas con tu familia. No te vas a arrepentir.

Fuente: The Verge

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Por qué recordamos algunas cosas y no otras?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 26/02/2016

Nuestros cerebros priorizan recuerdos gratificantes sobre otros recuerdos y los refuerzan mediante su repetición cuando estamos descansando, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Davis y publicado en la revista Neuron. Esta podría ser la respuesta a por qué recordamos algunas cosas y no otras.

Se estima que sólo retenemos recuerdos detallados de una pequeña porción de los acontecimientos de cada día, dijo el Dr. Charan Ranganath, uno de los autores del estudio. Las personas con memorias muy detalladas llegan a abrumarse con la información. Por lo que si el cerebro va a filtrar información y a decidir qué recordar, tiene sentido salvar aquellos recuerdos que podrían ser más importantes para la obtención de recompensas en el futuro.

“Las recompensas te ayudan a recordar cosas, porque querés recompensas futuras,” dijo Ranganath. “El cerebro le da prioridad a los recuerdos que serán útiles para decisiones futuras.”

El estudio

Ranganath y el investigador postdoctoral Matthias Gruber pusieron esto a prueba utilizando imágenes de resonancia magnética funcional de los cerebros de voluntarios mientras estos respondían preguntas simples (de si-no) en series cortas de objetos (por ejemplo, “este objeto ¿pesa más que una pelota de basquet?”).

Cada serie de objetos fue mostrada en una imágen de fondo para darle contexto y, dependiendo del contexto, se le dijo a los voluntarios que recibirían una recompensa grande (dólares) o una recompensa pequeña (centavos) por dar la respuesta correcta. Al final de la serie se le decía a los participantes cuánto dinero habían ganado.
Una vez que los participantes completaron esta parte del experimento, se escaneó a los voluntarios durante el periodo de descanso. Después, fuera del escáner, hubo una prueba sorpresa de memoria de todos los objetos que se mostraron durante el escaneo.

Aunque los participantes no esperaban la prueba de memoria fuera del escáner, fueron mejores al recordar objetos que se asociaban con grandes recompensas, dijo Gruber. “Además, cuando un objeto era asociado con una gran recompensa, la gente recordaba mejor la particular escena de fondo que estaba en la pantalla durante el escaneo,” informó Gruber.

La investigación sugiere que la memoria podría sesgarse hacia altos puntos de experiencia. “Esto habla a un proceso de memoria que está normalmente escondido de nosotros,” dijo Ranganath. “¿Recordás lo que realmente necesitás saber? Podría depender de lo que hace tu cerebro cuando descansás.”

El desempeño de la memoria de los participantes se predijo por la actividad cerebral medida durante el descanso. Cuando los investigadores miraron los escaneos cerebrales de los sujetos en descanso dando respuestas de si y no – no aprendiendo ni recordando activamente – encontraron el mismo patrón de actividad que cuando los sujetos realizaban la tarea de gran recompensa.

Aparentemente los sujetos volvían a reproducir las memorias gratificantes, fortaleciendo las conexiones, y ayudando a poner la memoria en su lugar.

Las personas que mostraron más reproducciones de memorias de alta recompensa mostraron mejor retención de estos eventos durante la prueba posterior al escaneo.

Estos individuos también desplegaron un incremento de interacciones entre el hipocampo – una estructura profunda en el cerebro muy involucrada en la memoria – y un área llamada sustancia negra/compleja área tegmental ventral, que está implicada en el procesamiento de las recompensas. Estos patrones de actividad cerebral sugieren que la recompensa jugó un rol en estimular al hipocampo después del aprendizaje.

Aunque este estudio no lo midió directamente, estas interacciones fueron relacionadas con la liberación de dopamina, un neurotransmisor que se libera en el cerebro cuando esperamos recompensas, dijeron los investigadores, y esto llama la atención pues condiciones como la enfermedad de Parkinson o el envejecimiento se relacionan con la reducción de dopamina y a menudo involucran defectos en la memoria.

Fuente: Psychcentral

  • Definiciones

Definición de la semana: Estudio de casos

  • Alejandra Alonso
  • 26/02/2016

Según Myers (2006), el estudio de casos es uno de los métodos de investigación más antiguos. Para llevarlo a cabo, los psicólogos estudiamos en profundidad a un sujeto con el objetivo y la esperanza de hallar verdades que sean aplicables a todos.

Dos famosos ejemplos en psicología son Freud, quien construyó su teoría de la personalidad en base al estudio de unos pocos casos; y Jean Piaget, quien nos enseñó mucho sobre la forma de pensar de los niños luego de observar y hacer cuidadosos interrogatorios a unos pocos niños.

Si bien este método puede darnos datos muy útiles y resultar en hipótesis que luego deriven en investigaciones, a veces puede hacer que nos equivoquemos. Esto se debe a que podemos estar frente a un individuo atípico. Si este es el caso, la información que estamos obteniendo no será representativa y eso nos llevará a juicios y conclusiones falsos.

Según Kuhn, sin embargo, una disciplina científica sin muchos estudios de caso desarrollados meticulosamente, es una disciplina sin producción sistemática de ejemplares, y, por ende, será una disciplina ineficaz. Su opinión era que la ciencia social se ve reforzada por la realización de más estudios de caso (Flyvbjerg, 2006).

Fuentes:
Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana:Madrid
Flyvbjerg, B. (2006), Five Misunderstandings About Case-Study Research

  • Artículos Recomendados de la Web

Esos odiosos mensajes positivos ¿Por qué a veces los mensajes positivos son contraproducentes? – Rasgo Latente

  • David Aparicio
  • 25/02/2016

Guido Corradi escribe para el blog de psicología Rasgo Latente:

La creencia de que los mensajes positivos tienen un impacto beneficioso en el estado de ánimo está bastante extendida –y los pacientes muchas  veces tenemos que sufrirlos. Sin embargo, los estudios sobre el tema no dan motivos para creer ese beneficio sea real. Puede parecer paradójico, pero no es la primera vez que la psicología nos muestra que lo que nos parece obvio no siempre lo es. Así, por ejemplo, la felicidad (¡¿quién no quiere ser feliz?!) no es un valor compartido por toda la humanidad, no en todas las circunstancias queremos tener a los bienhechores cerca y exponernos a argumentos contrarios, en realidad, refuerza los nuestros.

Yo comparto la postura de Corradi. A veces las personas están tan preocupadas por ayudar o simplemente no soportan o no saben manejar el dolor de los demás y se apresuran a ofrecer un sinfín de frases exageradas que no toman en cuenta la realidad y disposición de la persona que sufre.

Como bien dice el artículo. Los mensajes positivos son buenos siempre y cuando la persona está dispuesta a recibirlos y cuando el mensaje plantea objetivos o enseñanzas que no son exageraciones baratas.

Lee el artículo completo en Rasgo Latente.

  • Artículos Recomendados de la Web

Kit de Carl Sagan para detectar las pseudociencias (Infografía)

  • David Aparicio
  • 25/02/2016

Diego Golombek escribió para el diario argentino, La Nación, un breve artículo basado en los trabajos de Carl Sagan para detectar la pseudociencia y los charlatanes.

Sin dudas es un kit muy valioso, en especial para la psicología, una de las ciencias que más sufre de los ataques e intromisiones de las prácticas que se venden como psicológicas pero que de psicología no tienen ni el apellido.

En Psyciecia, nos tomamos la libertad de preparar una infografía, para facilitar la comprensión y la difusión de este kit.

Esperamos que les guste.

Fuente: La Nación

  • Artículos de opinión (Op-ed)

El miedo como arma política

  • José Guillermo Fouce
  • 25/02/2016

El escritor alemán Nemeitz publicó en 1718 un libro sobre París con “instrucciones fieles para los viajeros de condición”. Uno de sus consejos es el siguiente: “No aconsejo a nadie que ande por la ciudad en medio de la negra noche. Porque, aunque la ronda o la guardia de a caballo patrulle por todo París para impedir los desórdenes, hay muchas cosas que no ve… El Sena, que cruza la ciudad, debe arrastrar multitud de cuerpos muertos, que arroja a la orilla en su curso inferior. Por tanto, vale más no detenerse demasiado tiempo en ninguna parte y retirarse a casa a buena hora”. Nuestros temores, nuestras pesadillas, tienen siempre una carga histórica y contextual y han sido siempre un arma política de primer orden.

El miedo y sus usos políticos puede servir para entender muchas de las cosas que pasan en este mundo que habitamos, el miedo tiene poder para cambiar el mundo, como también lo tiene la esperanza. El miedo es un instrumento sumamente poderoso que el neoliberalismo (que es sin duda mucho más que una teoría económica) lleva alentando y manejando desde hace mucho tiempo, como uno de los marcos de interpretación clave para entender la realidad y definirla (Lakoff).

El miedo actual es, sin embargo, un miedo líquido, difuso, en expresión de Zygmunt Bauman, y nos trasmite que lo mejor es esconderse sin un plan de respuesta claro porque no tenemos claras las amenazas. Dejadnos llevar las riendas, nos avisan, porque contra temores poco tangibles es difícil combatir.

La táctica ha estado ahí siempre. El miedo, una emoción básica que nos paraliza o nos llama a la acción, es también una construcción socio cultural intencionada. Aprendemos a través de los demás qué debe producirnos terror y cómo responder al mismo. Y por eso los que son capaces de señalar cuáles deben ser nuestros desasosiegos pueden fabricar a su antojo el “antídoto salvador”.

Aprendemos a través de los demás qué debe producirnos terror y cómo responder al mismo

Pero en la actualidad vivimos una época de recrudecimiento de esta estrategia. En los últimos años, la crisis económica ha ayudado a los asustadores profesionales a amedrentarnos hasta la parálisis, infundiendo un temor abstracto a los otros, a los extranjeros, al gasto público, al terrorismo y la inseguridad. Naomi Klein nos recuerda en La doctrina del shock que, para los pensadores neoliberales, toda crisis (real o percibida) es una oportunidad para aplicar sus políticas de ajuste. Paralizados por nuestras pesadillas, damos por bueno lo que en otras circunstancias nos resultaría inaceptable. Atemorizados, nos convertimos en personas individualistas, mucho más manipulables porque dividiendo es más fácil convencer. Olvidamos ayudar a los demás y nos quedamos solos convirtiéndonos en individuos mucho más vulnerables.

Al igual que el texto proponía a los ciudadanos no salir de casa, los gobernantes actuales nos aconsejan sumisión. Nos quieren divididos, aplicando la estrategia de “sálvese quien pueda”, centrados en lo que nos diferencia y olvidando lo que nos une, dispuestos a renunciar a elementos clave de nuestra libertad en pro de la ansiada seguridad.

Un miedo amplificado por los medios de comunicación que agrandan las narrativas del miedo; la mayor de ellas la del terrorismo internacional, pero también la del miedo al inmigrante o al diferente, el miedo económico, el miedo a la violencia. Un miedo que nos sitúa en una sociedad del riesgo (Beck), un miedo global y globalizado, de sociedades violentas, en el que, todos asustados, tenemos que combatirnos, que salvarnos como podamos, sin fiarnos los unos de los otros, defendiéndonos de amenazas intangibles pero constantes, el mundo está en guerra permanente, las amenazas se relevan entre sí, son difusas, no se someten al discurso de la lógica.

Ya no tratan de ilusionarnos con grandes utopías: sólo se postulan para salvarnos de nuestros temores. En palabras de Eduardo Galeano: “Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo. Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo. Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida… Miedo a la puerta sin cerradura, al tiempo sin relojes, al niño sin televisión, miedo a la noche sin pastillas para dormir y miedo al día sin pastillas para despertar, miedo a la multitud, miedo a la soledad, miedo a lo que fue y a lo que puede ser, miedo a morir, miedo a vivir” Es el tiempo del miedo globalizado.

El miedo se combate con información, se combate enfrentándose al mismo, se enfrenta en primer lugar decidiendo mirarle a los ojos

Pero no van a conseguir meternos miedo porque los efectos paralizadores de esa táctica se diluyen muy rápidamente: en cuanto los ciudadanos nos sacudimos el polvo del miedo, salimos a la calle a airear nuestras ilusiones. Los avisos de Nemeitz no fueron obstáculo para que el París de esa época se convirtiera en el centro del Siglo de las Luces, una de las épocas más revolucionarias y esperanzadoras de la historia de la humanidad.

El miedo se combate con información, se combate enfrentándose al mismo, se enfrenta en primer lugar decidiendo mirarle a los ojos; las advertencias de los traficantes de miedo no impedirán que el impulso de movimientos como el 15-M nos recuerden que, aunque a unos pocos les beneficie el terror, la esperanza es para el ser humano la estrategia conjunta más adaptativa. “Sin trabajo, sin futuro, sin casa, sin miedo” nos recuerdan señalando lo subversivo y movilizador de perder el miedo.

José Guillermo Fauce es doctor en psicología; profesor de psicología en la Universidad; Coordinador ONGD Psicólogos sin Fronteras Madrid y Coordinador del libro la Psicología del Miedo.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cuándo no tener un hijo (Vídeo)

  • David Aparicio
  • 24/02/2016

El psicólogo Alberto Soler, nos explica con mucha claridad cuando no es conveniente buscar la llegada de un hijo:

Tener un hijo es lo más parecido a un terremoto que le puede ocurrir a una pareja, y para poder hacer frente a ese terremoto, más vale que sus cimientos se encuentren en muy buen estado. De lo contrario, es probable que aparezcan problemas.

Después de las parejas que no tienen hijos, las parejas con un solo hijo son las que más se separan, seguidas por las que tienen 2, 3 o incluso 4 hijos. Hay incluso un reciente estudio, algo controvertido por lo radicales de sus afirmaciones, que señalaba que el nacimiento del primer hijo suponía para la pareja más estrés que un divorcio o la muerte de su cónyuge.

La cuestión es que el nacimiento de un hijo supone un verdadero test de estrés para la pareja: ahí es donde se va a tener que demostrar la calidad del vínculo entre ambos y la capacidad para trabajar en equipo. Además de las situaciones nuevas que genera, amplifica los problemas que ya podían existir antes.

No es suficiente con que la relación de pareja funcione bien para lanzarse a tener un hijo. La relación tiene que funcionar de un modo optimo. En caso contrario, no es que el divorcio esté asegurado, pero habrá que solucionar muchos problemas que no existirían si la pareja se hubiera lanzado a esta aventura con una base más sólida.

Suscríbete al Píldoras de Psicología, el canal de Youtube de Alberto Soler.

Fuente: Alberto Soler

Paginación de entradas

123…6Próximo

Apoya a Psyciencia con tu membresía 💞.    

Únete a Psyciencia Pro
  • Inicia sesión
  • Tips para terapeutas
  • Podcast
  • Recursos
  • Webinars
  • Artículos
  • «Repensando la psicoterapia: infancia, neurodiversidad y el futuro de la intervención clínica» – Javier Mandil, Watson, episodio 18
  • ¿Me están manipulando? Un análisis psicológico de la manipulación relacional estructurada
  • A veces la redención está en el dolor
  • Conversaciones difíciles: 5 errores que debes evitar y cómo mejorar
  • Me voy a arrepentir: cuando el miedo al arrepentimiento te paraliza para tomar decisiones
Psyciencia
  • Contáctanos
  • Publicidad
  • Nosotros
  • Publica
Psicologia y neurociencias en español todos los días

Ingresa las palabras de la búsqueda y presiona Enter.