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Publicaciones por mes

mayo 2017

68 Publicaciones
  • Salud Mental y Tratamientos

Los antivacunas son los responsables del peor brote de sarampión de los últimos años

  • David Aparicio
  • 09/05/2017

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Redacción Sanitaria:

El número de casos de sarampión detectados en los últimos meses han puesto en alerta a las autoridades estadounidenses. De hecho, según recoge The Washington Post, se trata del peor brote en tres décadas de una enfermedad que se erradicó del país a principios de siglo.

El diario hace hincapié en la problemática surgida con la población inmigrante somalí en Minnesota, la más grande del Estado, y que se ha vuelto especialmente reacia por los numerosos casos de autismo, la principal defensa de quienes se muestran contrarios a las vacunas y que quieren vincular la inmunización con la dolencia.

Y agrega:

La cobertura de vacunación, según el diario, ha caído del 92 por ciento en 2004 al 42 por ciento en 2014, mientras que la considerada óptima como protección frente a la enfermedad está entre el 92 y 94 por ciento. A principios de abril se identificó el brote de sarampión, y el pasado viernes se produjeron 44 casos, todos salvo dos en personas que no estaban vacunadas y todos menos uno en niños menores de 10 años. Unas cifras que, debido a las bajas ratios de inmunización, se espera que aumenten.

Estamos ante el peor brote de sarampión de los últimos años causado por un movimiento extremadamente peligroso y sin fundamentos. Los padres seguidores de este movimiento creen que su decisión solo afecta a sus hijos y familia. Pero estos brotes demuestran que la decisión puede poner en riesgo la vida de miles de personas. Quizás sea hora de empezar a pensar en establecer leyes más directas en contra de las prácticas que atenten contra la salud de la población general.

Si todavía tienes dudas sobre la información sobre las vacunas, te recomiendo que leas nuestro artículo que revisa la evidencia de la supuesta relación entre las vacunas y el autismo.

Lee el artículo completo en Redacción Médica.


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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Las emociones negativas causan cáncer? Un nuevo metaanálisis refuta tal idea

  • David Aparicio
  • 09/05/2017

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Una rápida visita a la sección de autoayuda de tu librería favorita servirá de ejemplo para demostrarte que la idea de que las emociones negativas nos enferman está muy difundida. Estos libros de quinta se la pasan promoviendo la idea de que las emociones mal canalizadas pueden producir terribles mutaciones a nivel celular, responsables de los cánceres mas horrorosos y dolorosos. Mucha gente lee esto, cree que es así y piensa que ese supuesto especialista en “medicina oriental”, o la tan de moda “medicina integrativa”, tiene el conocimiento que ningún estudio científico o médico posee sobre el cáncer. Y que la cura de dicha enfermedad consiste en llenar la mente de pensamientos positivos. ¡Una barbaridad! Ojalá fuera tan fácil. Lamentablemente estudios recientes encontraron que la mayoría de los cánceres, 2/3 para ser más precisos, son producto del azar. Y ahora otra investigación desarrollada por un equipo de investigadores coreanos en la revista Psycho-Oncology, puso a prueba el supuesto riesgo que tienen las personas con depresión1 de sufrir de cáncer y, como era de esperarse, no hay suficiente evidencia que avale esta idea tan popular. En dicha investigación, los autores explican que tuvieron que afrontar distintas limitaciones a causa de la heterogeneidad en la evaluación de la depresión y, para reducir estos problemas, decidieron elegir solo estudios que utilizaban instrumentos de clasificación precisos como el DSM y el CIE. Lo que dio como resultado un análisis de nueve estudios completos. Al analizar los estudios, encontraron que sólo algunos de ellos (los de baja calidad) sugería una relación entre los pacientes con depresión y el cáncer, lo que no representa una base suficiente para sostener la tan difundida idea de que los pensamientos negativos pueden provocar cáncer. Los datos que obtiene el equipo de investigadores coreano son congruentes con otros estudios (1, 2 y 3) que tampoco han observado una relación entre las emociones, el estado de ánimo, el estrés y el cáncer. E incluso hay estudios cuyos resultados apuntan al lado opuesto:las personas con depresión que experimentan más estrés son menos propensas a sufrir de cáncer, en comparación con aquellas que eran positivas y no sufrían de estrés. Aun con estos resultados los investigadores explican que sus datos provenían en su mayoría de países occidentales y son precavidos con la extensión de sus hallazgos en otros países. Es notable ver la diferencia entre las explicaciones científicas, mesuradas y precavidas a la hora de hablar del cáncer y su tratamiento y las aseveraciones tajantes y desvergonzadas que dan los libros de autoayuda barata, prometiéndoles a las personas que una mente llena de pensamientos positivos los curará de todos sus males. Lo anterior es un buen ejemplo para empezar a desconfiar, es decir, se escéptico e investiga cuando alguien habla de un nuevo tratamiento o la nueva cura del cáncer.Fuente: Digest BPS
  1. Las personas con depresión cumplirían con los síntomas negativos más representativos. ↩
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El enfoque cognitivo en el tratamiento de compulsiones de contenido sexual

  • David Aparicio
  • 09/05/2017
Postergación y TB

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El presente trabajo es un estudio de caso único sobre una adolescente de 15 años con un trastorno obsesivo compulsivo (TOC) de contenido sexual.

Este tipo de obsesiones y compulsiones tienen la particularidad de la ocultación, ya que aquellos que lo padecen acostumbran a esconder los síntomas por ser percibidos como inaceptables. El tratamiento utilizado combina técnicas cognitivas en los momentos iniciales y técnicas conductuales (exposición con prevención de respuesta, EPR). Se llevó a cabo una evaluación pretest-postest empleando la Child Behavior Checklist (CBCL), la Youth Self-Report (YSR) y la Children’s Yale-Brown Obsessive Compulsive Scale (CY-BOCS).

La evolución fue favorable, observándose una reducción notable en las obsesiones y compulsiones tras la aplicación de las técnicas cognitivas y obteniendo una remisión completa aplicando de forma consecutiva la exposición con prevención de respuesta. Este estudio subraya la importancia de un modelo de intervención cognitivo en la intervención del TOC en adolescentes con obsesiones de tipo sexual, además de la técnica de EPR.

Descarga el artículo completo en formato PDF.

Autores:Araitz Petrizán, Eduard Forcadell, Maria T. Nascimento, Ester Camprodon, Xavier Estrada, y Luís M. Martín.


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Fuente: Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes

  • Salud Mental y Tratamientos

Un nuevo método podría predecir el autismo en bebés de hasta 12 meses

  • Alejandra Alonso
  • 09/05/2017

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En la mayoría de los casos, el autismo no puede ser diagnosticado hasta que los niños tengan por lo menos 2 años. Lo que es más preocupante, la edad de diagnóstico no ha bajado en más de una década, siendo la edad promedio en que los niños con TEA son diagnosticados, de 4 años. A veces los signos de la condición pueden aparecer antes de los 2 años, bebés que han progresado normalmente comenzarán a mostrar cambios sutiles en la conducta: dificultad para concentrase, hablar con otros o apuntar objetos. El problema es que no es fácil asegurar que estos patrones son razón suficiente para preocuparse. Y, debido a que los profesionales no pueden confirmar un diagnóstico antes de los 24 meses, los padres pueden vivir con ansiedad y preocupación por la falta de respuesta. Sin embargo, nuevas investigaciones lideradas por un grupo de científicos de la Universidad de North Carolina-Chapel Hill, sugieren que podría haber un biomarcador que permitiera a los profesionales dar una respuesta clara sobre la condición (o falta de la misma) y, lo más importante, comenzar un tratamiento temprano si es necesario. Los investigadores encontraron específicamente, que un crecimiento cerebral infantil más rápido que el típico (un patrón fácilmente detectable a través de imágenes cerebrales) puede predecir si un niño desarrollará o no un TEA. Los científicos de UNC tomaron escáneres cerebrales de 106 infantes de los que se consideraba que tenían un alto riesgo de desarrollar autismo porque habían tenido hermanos con TEA. Por otro lado, también participaron 42 bebés sin un familiar cercano con dicho trastorno. Los investigadores tomaron imágenes de todos los cerebros a los 6, 12 y 24 meses de edad. Quince de los bebés fueron diagnosticados con TEA antes de cumplir los dos años. Adicionalmente, los científicos miraron los escáneres cerebrales anteriores y notaron que los cerebros de los bebés con TEA se desarrollaban de forma diferente en dos estadios, comparados con los cerebros de los otros infantes. Entre los 6 y 12 meses, la capa exterior del frente del cerebro era ligeramente más grande. Pasados los siguientes 12 meses, los cerebros continuaron creciendo ligeramente más que los de sus pares. Parece que, por razones que todavía no conocemos, este crecimiento temprano de la parte frontal del cerebro es el principio de un patrón que lleva a un cerebro más grande en general. Un cerebro grande ha sido asociado con los TEA. Los investigadores siguen sin estar seguros de qué es lo que causa este desarrollo neurológico tan particular, pero la rapidez en la detección del TEA podría permitir un diagnóstico e intervención más tempranos. Sin embargo, el método diagnóstico dista de estar listo para ser aplicado en clínicas, obviamente necesita ser confirmado en estudios más grandes.Fuente: Quartz
  • Análisis

¿Por qué los niños pueden aprender más de los cuentos de fantasía que de realidad?

  • Equipo de Redacción
  • 08/05/2017

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Los niños tienen mucho que aprender. Podría decirse que este es el propósito de la niñez: ofrecer a los niños un tiempo de protección para que ellos puedan concentrarse en aprender cómo comunicarse,  cómo funciona el mundo a su alrededor, lo que su cultura considera importante, etc. Sería prudente, dada la enorme cantidad de información que los niños necesitan absorber, que ellos pasen la mayor cantidad de tiempo protegido en el estudio serio de las cuestiones y problemas del mundo real.

Sin embargo, cualquiera que haya pasado tiempo alrededor de niños pequeños sabe que ellos no se ven como un grupo de estudiosos serios y concentrados. En vez de ello, los niños pasan mucho tiempo cantando canciones, corriendo y haciendo desastres – es decir, jugando. No sólo les da mucha alegría descubrir la estructura de la realidad a través de su juego exploratorio, los niños (como muchos adultos) tienden a sentirse profundamente atraídas a los juegos y las historias poco realistas. Ellos pretenden tener poderes mágicos, ser superhéroes e imaginar interacciones con seres imposibles, como sirenas y dragones.

Durante mucho tiempo, los padres y los investigadores asumieron que estos viajes de fantasía eran, en el mejor de los casos, momentos de diversión inofensiva – quizás algo necesario para relajarse de vez en cuando, pero sin un propósito real. En el peor de los casos, algunos han argumentado que este tipo de juegos eran peligrosos porque los distraían de la importante tarea de comprender el mundo real, o era una manifestación de una confusión poco saludable sobre la barrera entre el mundo real y la ficción. Pero un nuevo trabajo en la ciencia del desarrollo demuestra que los niños no solo son perfectamente capaces de separar la realidad de la ficción, sino que además la atracción hacia los escenarios fantásticos podría ser útil para su aprendizaje.

Yo llegué a esta perspectiva luego de probar diferentes formas de enseñar nuevas palabras del vocabulario a los niños de preescolar en los programas de Head Star, con la esperanza de luchar contra los déficit de lenguaje que existen entre los niños que provienen de niveles socioeconómicos altos y bajos.  Para hacer el estudio, mi equipo presentó nuevas palabras del vocabulario durante el curso de una actividad compartida y después se reforzó el significado de estas palabras en las sesiones de juego guiadas por los adultos.

La intervención fue un éxito, la comprensión de nuevas palabras por parte de los niños mejoró, como se pudo observar en las comparaciones de los pre y post tests. Pero lo más interesante para nosotros fue la diferencia entre dos grupos de niños de este estudio: aquellos cuyas historias se describen en temas realistas (tales como cocinar) y aquellos cuyas historias se describen en temas fantásticos (por ejemplo, los dragones). Al inicio del estudio, publicado en el 2015 en la revista Cognitive Development, los niños conocían menos palabras de libros fantásticos, tal vez porque eran un poco más difíciles. Pero encontramos que el léxico de los niños aumentó durante el curso de la intervención y que, en el post test, conocían tanto sobre estas palabras como sobre las palabras de historias realistas. Es decir, los niños obtuvieron más conocimiento de las historias fantásticas que de las realistas.


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Este hallazgo es sorprendente, ya que va en contra de todo lo que sabemos sobre el aprendizaje y la transferencia . Una gran cantidad de literatura en psicología ha demostrado que mientras más similar sea el contexto del aprendizajes al contexto en el que la información va a ser finalmente aplicada, mejor será el aprendizaje. Esto sugiere fuertemente que los libros realistas deberían haber ayudado a los niños a aprender las palabras y realizar informes de manera más precisa en el post-test. Sin embargo, nuestro estudio demostró exactamente lo contrario: los libros de fantasía, los que eran menos parecidos a la realidad, permitieron a los niños aprender más.

¿Qué puede estar pasando? Tal vez los niños están más comprometidos y atentos cuando ven los eventos que desafían la comprensión de cómo funciona la realidad. Después de todo, los eventos en estas historias fantásticas no son cosas que los niños pueden ver todos los días. Esto provoca que presten más atención y aprendan más.En un trabajo más reciente, nuestro laboratorio replicó el efecto. Un estudio, todavía en curso, encontró que los niños aprenden mejor datos nuevos sobre animales con los libros de fantasía que con los libros realistas.  Otros investigadores que están usando una variedad de métodos y medidas, han demostrado que las representaciones de acontecimientos aparentemente imposibles pueden ayudar al aprendizaje de los niños. Por ejemplo, los bebés están más dispuestos a aceptar información nueva cuando los sorprende, rompiendo así los supuestos sobre el mundo físico.

Una posibilidad diferente y más rica es que hay algo acerca de los contextos fantásticos que es particularmente útil para el aprendizaje. Desde esta perspectiva, la ficción fantástica podría hacer algo más que mantener el interés de los niños mejor que la ficción realista. Por el contrario, la inmersión en un escenario en el que tienen que pensar acerca de los eventos imposibles podría involucrar un procesamiento más profundo de los niños, precisamente porque no pueden tratar a estos escenarios como lo harían con cualquier otro escenario que se enfrentan en la realidad.

Deben considerar cada caso con nuevos ojos, preguntando si se ajusta con el mundo de la historia y si podría encajar dentro de las leyes de la realidad. Esta constante necesidad de evaluar una historia podría hacer a estas situaciones particularmente propicias para el aprendizaje.

El trabajo futuro deberá investigar todas estas posibilidades, pero por ahora es importante que se tome en cuenta que nuestros hallazgos podrían tener implicaciones profundas para la educación. Incluso si se trata “sólo” del caso de que los niños aprendan mejor en contextos de fantasía porque estos contextos les ayudan a prestar más atención, podemos aprovechar este hecho para ayudar a mejorar los materiales de aprendizaje y beneficiar a todos los niños.

Artículo publicado en AEON por Pam Weintraub y cedido para su publicación en Psyciencia. Traducido al español por David Aparicio y Alejandra Alonso.

  • Salud Mental y Tratamientos

La técnica de la silla vacía: ¿Debemos considerarla como un elemento identificativo de la Terapia Gestalt?

  • Clotilde Sarrió
  • 08/05/2017
técnica de la silla vacía

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Desafortunadamente, son muchos quienes conocen la Terapia Gestalt sólo por la manida expresión del “aquí y ahora” y por la “técnica de la silla vacía”, una visión reduccionista que infravalora a una seria y trascendente corriente de la psicoterapia que algunos creen estar en condiciones de aplicar tras acudir a un par de seminarios informativos de apenas un fin de semana. Otro de los errores frecuentes (y también un nuevo cliché reduccionista) es relacionar automáticamente a la Terapia Gestalt con la conocida “oración gestalt” formulada por Fritz Perls en un contexto sociocultural muy concreto, como era el de la sociedad americana de los años sesenta, y que poco o nada tiene que ver con la evolución que ha experimentado la psicoterapia humanista que se practica bien entrado el siglo XXI. Surge así, como introducción a este artículo, la cuestión de si la técnica de la “silla vacía” tiene —o sólo tuvo— su contexto sociocultural, y si es razonable considerarla como un elemento identificativo, paradigmático e incluso homologable a una corriente humanista tan amplia como es la Terapia Gestalt. Vayamos pues paso a paso y comencemos por donde se suele empezar cuando se quiere dejar algo claro, en este caso, adentrándonos en los orígenes de la técnica de la silla vacía y en cómo como la incorporó Perls a la Gestalt.

Orígenes de la técnica de la silla vacía

El origen de la técnica de la silla vacía proviene del psicodrama del Jacob Levy Moreno, nacido en Bucarest en el seno de una familia judía sefardí que posteriormente emigró a Viena donde el joven Levy cursó los estudios de Medicina (especializándose en Psiquiatría) junto con los de Matemáticas y Filosofía. Moreno es sobre todo conocido por ser el creador del psicodrama, una forma de psicoterapia inicialmente concebida como terapia grupal (fue también él quien acuñó el término de “terapia de grupo”) inspirada en el teatro de la improvisación. Como método terapéutico, el psicodrama consiste en la representación o dramatización por parte del paciente de acontecimientos pasados o futuros, reales o imaginarios, externos o internos, experimentándolos al máximo, como si estuvieran sucediendo en el presente. En estas representaciones se utilizan diversas técnicas dramáticas —guiadas por ciertos principios y reglas— con unos determinados objetivos: darse cuenta de los propios pensamientos, sentimientos, motivaciones, conductas y relaciones, mejorar la comprensión de las situaciones, etc. Históricamente el psicodrama representa el punto decisivo en el apartamiento del tratamiento del individuo aislado hacia el tratamiento del individuo en grupos, del tratamiento del individuo con métodos verbales hacia el tratamiento con métodos de acción.El psicodrama pone al paciente sobre un escenario, donde puede resolver sus problemas con la ayuda de unos pocos actores terapéuticos.J.L. Moreno Varios modelos terapéuticos han adoptado esta metodología por ser una técnica muy proyectiva e impactante a nivel simbólico.

Introducción a la técnica de la silla vacía

Además de las habituales sillas destinadas al terapeuta y al paciente, en esta técnica entra en escena una tercera silla que nadie ocupa (la silla vacía), y en el transcurso de la sesión se exhorta al paciente a imaginar que está ocupada por “alguien” a quien deberá dirigirse como sí realmente estuviera allí. Podrá sentar en la silla tanto a personas vivas como muertas, del presente o del pasado, e incluso a personajes que sólo existan en sus sueños. El participante proyecta imaginariamente en la silla vacía a una parte de su personalidad, una persona ausente, un sentimiento o una situación determinada con la que tiene un conflicto, comenzando así un dialogo. A continuación, el paciente, siguiendo la consigna del terapeuta, pasará a ocupar la silla vacía cambiando así de rol. Es decir, se establece un dialogo a expensas de cambiar de sillas y cambiar de roles. Según los partidarios de esta técnica, esta confrontación permite al paciente enfrentarse a conflictos tanto actuales como del pasado. La intención puede ser, por ejemplo, verbalizar ante la silla vacía algo que no pudo decir en la infancia (por represión, por miedo o por cualquier otro motivo), surgiendo así un “efecto catártico” resolutivo. Consideremos que también es posible ubicar en la silla no sólo a personas sino también a ciertos rasgos de la personalidad no reconocidos como propios por el paciente, con la finalidad de hacerlos conscientes y poder enfrentarse a ellos. E igualmente sentar en la silla a situaciones que supongan un conflicto, con la intención de teatralizar una escena que se dé con frecuencia en lo cotidiano, y poder contemplarla desde “afuera” con una objetividad que ayude a solventar el problema.
es posible ubicar en la silla no sólo a personas sino también a ciertos rasgos de la personalidad no reconocidos como propios por el paciente, con la finalidad de hacerlos conscientes y poder enfrentarse a ellos
Ya por último, en ocasiones, el terapeuta instará al paciente a que, con un esfuerzo de imaginación, transforme una situación que ha vivido y valore como habrían podido ser las cosas si hubiera reaccionado de un modo distinto. Para resumir: la silla vacía pretende ser un instrumento a través del cual el paciente pueda escenificar una serie de roles para proyectarse y conseguir efectos catárticos.

Orígenes de la técnica de la silla vacía en la Gestalt

A fin de no mostrarme reiterativa con la historia de la Terapia Gestalt (ya tratada en muchos trabajos anteriores), haré directamente un escueto recorrido a través de las obras de Fritz Perls a fin de ubicar en el tiempo tanto el cuando como el cómo y el por qué de su decisión de incorporar la técnica de la silla vacía. La intencionalidad de este recorrido bibliográfico es meramente orientativa para entender la metamorfosis experimentada en la mente, los criterios, la ideología, y en suma en la compleja personalidad de una figura como Fritz Perls que, al igual que Sigmund Freud y tantos otros tienen sus luces y sus sombras.

Yo, hambre y agresión (1947)

En esta obra, Perls establece las ideas originales que conformaron las bases de la teoría y la práctica de la Terapia Gestalt. Se trata de una obra a caballo entre el psicoanálisis ortodoxo imperante en la época y el nacimiento de la Terapia Gestalt en 1951. Perls planteó unas ideas como un revisionismo al psicoanálisis, ideas que conformarían los cimientos de la Terapia Gestalt: las resistencias orales, el valor positivo de las resistencias, el continuo de la consciencia, el holismo, y la regulación auto-organísmica. Aunque quien fuera su esposa en esos momentos, Laura Perls, no firmó como coautora, sí que participó activamente en la redacción del texto apoyando profesionalmente a su marido.

Terapia Gestalt: excitación y crecimiento de la personalidad humana (1951)

Con la publicación de Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana, escrito por Paul Goodman sobre notas manuscritas de Perls, se sientan las bases teóricas de la Terapia Gestalt. La principal revolución de la Terapia Gestalt fue la transición de un modelo de pensamiento individualista proveniente del psicoanálisis, a un paradigma de campo, en el que ya no era la unidad cuerpo-mente quien sentaba las bases del concepto de holismo al incluirse también el entorno. Con ello, el objeto de la psicología y de la psicoterapia dejaban de ser la psique o el sujeto y pasaba a ser “la experiencia” de la persona que tiene lugar en el campo que constituye un organismo y su entorno. En 1964, Fritz Perls dejó el Instituto de Nueva York y se trasladó a California. Con la moda del desarrollo personal que se concentraba en la Costa Oeste norteamericana, Perls comenzó a contemplar la Terapia Gestalt como una forma de vida más que como un modelo de terapia. Su primer paso fue incorporarse al Instituto Esalen donde impartió cursos de formación acordes con su nuevo modo de concebir la vida. Es así como comienza la época californiana de Perls, un referente biográfico a partir del cual abandonó la terapia individual y se mostró partidario de la terapia de grupo.
Perls dio un paso atrás renunciando a sus postulados y retrocediendo de nuevo al individualismo intrapsíquico, algo que no compartieron sus más íntimos colaboradores y cofundadores de la Terapia Gestalt
En esta época Perls, llevó a cabo su actividad profesional a través de unos llamativos y pintorescos talleres públicos en Esalen en los cuales renunció a los conceptos de campo y de contacto (introducida en Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana) y experimentó una regresión (en su forma de trabajar) al evolucionar hacia la esfera de lo intrapsíquico. Es decir, del mismo modo que en su momento la innovación que aportó Perls fue pasar del paradigma individualista del psicoanálisis a un paradigma de campo, Perls dio un paso atrás renunciando a sus postulados y retrocediendo de nuevo al individualismo intrapsíquico, algo que no compartieron sus más íntimos colaboradores y cofundadores de la Terapia Gestalt. A título anecdótico, circula el comentario que al igual que para Freud, situarse de espaldas al paciente le ayudaba a compensar alguno de sus miedos a enfrentarse a él, también se especuló con que Perls tenía tanto miedo a la relación, y sentía tanta angustia frente el nosotros, que éste tal vez fuera el motivo que le impulsó a escribir su famosa oración gestalt. Isadore From se refirió a algunos de estos breves talleres de Fritz como terapias “hit-and-run” (relámpago):

Es lo que hizo Perls los últimos años de su vida: daba demostraciones, pequeñas instantáneas de la Terapia Gestalt. No hacía Terapia Gestalt: ¡no se puede hacer terapia en 15 o 20 minutos!.

Fueron este tipo de demostraciones que Perls hacía en Esalen —efectistas y hasta circenses— las que aun hoy contribuyen a la confusión de identificar la Terapia Gestalt con unas técnicas y experimentaciones catárticas y espectaculares. Craso error que es mi intención desmentir al matizar que, en todo caso, a partir de la metamorfosis involutiva experimentada por Fritz Perls en su etapa californiana, la Terapia Gestalt se escindió en dos corrientes. Una de ellas siguió fiel a sus orígenes y la constituyeron tanto su esposa Laura (de quien se acabó separando), Paul Goodman así como el resto de miembros pertenecientes al llamado grupo de los siete. La otra corriente, fue la que emprendió Perls en la California hippy de los sesenta tras renunciar ya no sólo al paradigma de Campo, sino a la Teoría del Self y al sustrato teórico plasmado en la obra de referencia “Terapia Gestalt: excitación y crecimiento de la personalidad humana” (1951), coloquialmente conocida como el PHG por las iniciales de sus creadores: Perls, Hefferline y Goodman. Este punto de inflexión en la vida profesional de Fritz Perls, marca la escisión de lo que, a partir de entonces, serían las dos corrientes de la Terapia Gestalt que aun hoy dividen a esta disciplina: la Gestalt Ateórica de Costa Oeste y la Gestalt Teórica de Costa Este. Esta última corriente es fiel a los orígenes plasmados en el PHG publicado en 1951, y es la que suscribo y aplico en mi práctica profesional.

Dentro y fuera del tarro de la basura (1969)

Obra autobiográfica de Perls en la que en un lenguaje multifacético, a veces poético, y otras rigurosamente científico, va jugando con sus recuerdos y reflexiones que conforman la experiencia de su vida, a la luz de los orígenes y constante desarrollo de la Terapia Gestalt. Así mismo se encuentran pasajes en los que trata los orígenes y el desarrollo de la Terapia Gestalt. En este libro, y en palabras del propio Perls, aparece el término de la “silla vacía”, así como los términos con los que él mismo denomina a sus demostraciones públicas: “funciones” y “circo”.

Mis seminarios los hago abajo en la posada, las sesiones de grupo las hago en esta sala. Mi único contacto con gente no profesional es en los seminarios de fin de semana y, al igual que las demás “funciones” donde aparezco, están muy de moda. A pesar de todo acepto entre 70 y 80 personas. A esto le llamo mi Circo. Uno esperaría que con tanta gente y en tan corto tiempo bien poco se pueda lograr. Por el contrario, hago experiencias colectivas que todos en puede participan, pero fundamentalmente me dedico a trabajar con una sola persona a la vez. Para esto necesito: 1) Mi destreza 2) Un pañuelo 3) La silla caliente (hot seat) 4) La silla vacía 5) Mis cigarrillos 6) Un cenicero

Fritz Perls

Asimismo Perls, personaje complejo donde los haya, nos ofrece pinceladas de su personalidad. Una identidad en cierto modo “egotista” y narcisista.

La mayor situación inconclusa de mi vida, es no haber tenido un encuentro hombre a hombre con Freud y no haber podido mostrarle sus equivocaciones. Había intentado hacer del psicoanálisis mi hogar espiritual, mi religión.

En realidad esto de recolectar recuerdos para dar luz a los años de mi niñez es una confabulación. No hago esto sólo para mí, sino más bien lo hago para un auditorio “como si” alguien me hubiera pedido que escribiera mi autobiografía, “como si” debiera buscar, al igual que Freud, las explicaciones a todo.

Fritz Perls

Sueños y existencia (1969)

En este texto se encuentran una serie de transcripciones textuales de sesiones y de seminarios de grupo (realizadas en el Instituto de Esalen —California—, entre los años 1966 y 1968). Consta de dos partes:
  • En la primera parte se encuentran las transcripciones de los seminarios en los cuales Perls explica lo que constituye las bases de su terapia y los principios organísmicos que la inspiran.
  • En la segunda parte, el tema central son los sueños. Más que mensajes existenciales que nos suceden cada noche a todos no, Perls muestra mediante casos individuales, su modo original de trabajar los sueños. Lejos de interpretarlos y de elaborar teorías sobre ellos (como en el psicoanálisis), simplemente ayuda al sujeto a descubrir el mensaje que para él encierran.

El enfoque guestáltico. Testimonios de terapia (1976)

Último libro de Perls en el que su objetivo fundamental es dejar bien asegurada su teoría sobre la neurosis y sobre el proceso terapéutico. Consta también de dos partes, y en la segunda parte se encuentran algunas transcripciones de sus propias sesiones terapéuticas, donde se refleja su enfoque.

Todo enfoque razonable de la psicología que no esté escondido tras la jerga profesional debe ser comprensible al lego inteligente y basarse en los hechos de la conducta humana.

Fritz Perls

Incorporación de la técnica de la silla vacía por Perls

Como hemos visto a través del recorrido por la bibliografía de Perls, éste incorpora la técnica de la silla vacía, en la última etapa de su vida y fundamentalmente en los talleres públicos que realiza. Los trabajos de Perls en esta época se encuentran recogidos tanto en sus obras mencionadas anteriormente Sueños y existencia y El enfoque guestáltico. Testimonios de terapia, como en películas y videos. La mayor parte de los trabajos de Perls que se encuentran en estas obras, son sesiones en las que utiliza la técnica de la “silla vacía”. Cuando Perls realizaba sus demostraciones públicas, tenía frente a sí dos sillas:
  • “Hot Seat” o “Silla Caliente”, era la silla en la que se sentaba la persona que salía a trabajar.
  • “Empty Chair” o “Silla Vacía”, era la silla donde a lo largo del trabajo se sentaban las personas imaginarias con quienes se establecía un diálogo o los aspectos de uno mismo proyectados en dicha silla.
Laura Perls, sobre la silla vacía:

Eso es un óptimo método para los talleres demostrativos, pero no se puede conducir de ese modo una terapia entera; y sin embargo, hay gente que lo hace. Pienso que es muy limitador, además de ser perjudicial.

Fritz estaba orientado, mucho más analíticamente de lo que él se daba cuenta. Pienso que la ‘silla caliente’, la ‘silla vacía’ y la dirección del paciente hacia su propia interpretación es una especie de libre asociación dramatizada así él podía no entrometerse y dar solamente ciertas direcciones o consignas. Eso provenía parcialmente de su experiencia pre psiquiátrica en el teatro, durante varios años en la Escuela de Reinhardt.

Argumentos a favor de la utilización de la técnica silla vacía

Los argumentos que aducen quienes utilizan la técnica de la silla vacía son la posibilidad de que la persona pueda proyectar en ella aquellos aspectos de su personalidad no aceptados como propios, una persona ausente, un sentimiento o una situación determinada con la que se tiene un conflicto, todo ello con la finalidad de integrarlos.
aunque las experimentaciones en general funcionen bien en los grupos, en terapia individual pueden resultar perturbadoras, avergonzantes e invasivas
Existe la creencia de que hay que aceptar las emociones para ser una persona más completa y feliz, pero ¿qué sucede cuando la persona no puede —¡ojo! no digo “no quiere”— hacerlo? Quizás aquí se encuentre el “quid” de la cuestión. Cada uno de nosotros tenemos una manera personal y peculiar de ser y de estar en el mundo. Es a lo que llamamos “nuestra experiencia”. Frente a esto formulo dos hipótesis:
  1. Puede que la experiencia de la persona en un momento determinado de su vida se encuentre conformada por un síntoma —por ejemplo por un trastorno obsesivo compulsivo— que le impida relacionarse con su entorno de un modo saludable. En estos casos habrá que tener en cuenta este síntoma como un ajuste creador. Entiendo que el síntoma como ajuste creador, es la única posibilidad que ha tenido el individuo para sobrevivir a su entorno, y con toda seguridad, este síntoma cumple una función única y exclusivamente para él.
  2. Puede que la experiencia de la persona sea la de no aceptar aspectos de su personalidad como propios. Podemos entender que quizás esos aspectos puedan tener como contenido un introyecto y que sean proyectados fuera de sí mismo por la imposibilidad de aceptarlos.
Teniendo en cuenta estas dos hipótesis, si sentamos a una persona a entablar un dialogo con un aspecto suyo no reconocido, proyectado a través de un síntoma:
  • ¿Estaremos invalidando la experiencia del paciente?
  • ¿Fenomenológicamente, estaremos interfiriendo en su experiencia?
  • ¿Qué nos puede estar diciendo el paciente a través de ese síntoma?
  • ¿Qué ha contribuido en la experiencia del paciente con su entorno para que surja ese síntoma?
En base a lo argumentado, y sin ánimo alguno de estar en posesión de la verdad absoluta, considero personalmente innecesario en mi práctica clínica utilizar la técnica de la silla vacía, algo que además dudo que muchos de mis pacientes aceptaran sin reticencias, por las dificultades inherentes que les pudiera representar realizar un esfuerzo para que el que crean carecer de habilidades o incluso les predisponga a sentirse avergonzados. Por mi formación en el marco teórico de la Terapia Gestalt, mi vinculación a la fenomenología me ha enseñado a respetar la experiencia del otro y a no hacer intrusiones en la misma. Determinadas prácticas, técnicas o experimentaciones son muy intrusivas, y aunque las experimentaciones en general funcionen bien en los grupos, en terapia individual pueden resultar perturbadoras, avergonzantes e invasivas. Como terapeuta, considero prioritario en el tiempo que dedico a escuchar al paciente, descubrir cuáles son sus fronteras, y paulatinamente ir introduciendo la novedad, siempre sin prisas. Procuro que lo que suceda en cada sesión se adapte a un límite soportable para el paciente. En ocasiones, podrá darse el caso de que lo que yo considere una pequeña novedad resulte insoportable para la persona tengo sentada delante de mí, o que por el contrario, su actitud me indique que no hay problema en que sigamos avanzando. En cualquier caso, y ante cualquier duda, la dirección a seguir siempre nos la ofrecerá el paciente. De una manera muy escueta, podemos considerar que en la Terapia Gestalt, mediante un aprendizaje progresivo de la novedad, el paciente descubre otra forma de funcionar de la que él utilizaba antes de iniciar la terapia. Es decir, el terapeuta que permanece atento en la relación terapéutica a lo que ocurre en el momento presente, le es más fácil contribuir a la construcción de las figuras a partir del material que el paciente trae o vive en su experiencia en el aquí y ahora. Es un objetivo primordial del terapeuta Gestalt actuar a nivel de las perturbaciones de la frontera de contacto, de forma que el proceso de ajuste creativo del paciente reemplace a las relaciones neuróticas establecidas en sus interacciones entre él y su entorno. Para ello adoptamos una posición dialógica, intermedia entre la neutralidad del analista en el psicoanálisis y del directivismo de las terapias conductuales. El terapeuta Gestalt necesita identificar si las funciones temporales del self (función ello, función yo y función personalidad) se encuentran en alianza unas con otras y fundamentalmente cómo las funciones ello y personalidad puedan estar al servicio de la función yo.

Frente a la situación de urgencia crónica y de baja intensidad que constituye la experiencia neurótica, la experiencia terapéutica propone una situación de urgencia experimental, segura y de fuerte intensidad. Es, además, esta dialéctica la que justifica el empleo de lo que designamos en Terapia Gestalt con el término de experimentación y que constituye una de las características importantes de nuestro método: la experimentación no es otra cosa que la réplica experimental de la experiencia del sujeto en un campo diferente, ya que el terapeuta sabe variar los parámetros con un objetivo de toma de consciencia.

Jean-Marie Robine

Bibliografía:
  • Perls F. S. (2007) Yo, hambre y agresión. Los libros del C.T.P
  • Perls F., Hefferline R. ,Goodman P. (1951) Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana. Los libros del C.T.
  • Perls F. S. (1969) Dentro y fuera del tarro de la basura. Santiago de Chile. Ed. Cuatro Vientos.
  • Perls F. S. (1974) Sueños y Existencia. Santiago de Chile. Ed. Cuatro Vientos.
  • Perls F. S. (1976) El enfoque guestáltico y Testimonios de terapia. Santiago de Chile. Ed. Cuatro Vientos.
  • Perls, L. (1994) Viviendo en los límites. Valencia. Ed. Promolibro.
  • Robine, J-M. (1997) Contacto y relación en Psicoterapia. Santiago de Chile. Ed. Cuatro Vientos.
  • Stoehr, Taylor. (1999) Aquí, ahora y lo siguiente: la terapia gestalt en tiempos de crisis mundial. Santiago de Chile. Ed. Cuatro Vientos
  • Wheeler, Gordon. (2002) La Gestalt reconsiderada. Un nuevo enfoque del contacto y de las resistencias. Madrid. Ed. Soc. de Cultura Valle-Inclán. Los Libros del CTP.
Imagen: Pexels 
  • Artículos de opinión (Op-ed)

¿Qué nos dice el juego de la ballena azul sobre los adolescentes de hoy?

  • María Alejandra Delgado
  • 08/05/2017

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“Blue Whale” o “ballena azul” es un peligroso juego creado  por un ex estudiante de psicología ruso llamado Philipp Budeikin, quien fue expulsado de su universidad. Budeikin, conocido en las redes sociales como “Fillip Liss”,  afirmó que su propósito era «limpiar» a la sociedad, empujando al suicidio a quienes él consideraba como inútiles. La ballena azul empezó en el año 2013 como «F57», uno de los nombres del llamado «grupo de la muerte» en la red social VKontakte, la cual cuenta con 300 millones de usuarios principalmente de Rusia, Bielorrusia, Ucrania y otras naciones de Europa del Este. 

El término de ballena azul se refiere al fenómeno de varamiento cetáceo el cual se compara con el suicidio. En cuanto a las personas que manipulaba Budeikin, él los dividía en dos grupos: “personas” y “residuos biodegradables”. “Los residuales son aquellos que no tienen ningún valor para la sociedad, sino que al contrario le hacen daño. Yo estaba limpiando la sociedad de esas personas residuales”,  comentó Budeikin a la prensa.

El juego siniestro consistía en una serie de desafíos que los participantes debían realizar a lo largo de 50 días, los desafíos incluían cosas como quedarse despiertos toda la noche, hacerse cortes superficiales en la piel con la forma de una ballena, fingir estar enfermos, quedarse en casa viendo películas de terror todo el día, entre otros. En cada uno de los desafíos, como prueba de que se habían realizado, los participantes se tomaban una foto y la enviaban a un grupo de Whatsapp o Facebook que se había creado para este fin. El desafío final era la muerte, es decir, suicidarse.

Como mecanismos de coacción para que los participantes no se salieran del juego, los “curadores”  o “guardianes”, como se hacen llamar los encargados de administrar el juego, emitían amenazas ya sea de hacer daño a alguno de sus familiares e investigando los datos personales de cada uno de los miembros del grupo para poder demostrar el alcance que podían tener en sus vidas personales si abandonaban el desafío.

Éste peligroso juego ha dejado víctimas en distintos países, en Rusia se le atribuyen más de un centenar de suicidios, y se han detectado casos que tienen relación con este juego en países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, Portugal y Venezuela, pero ¿qué sabemos acerca de la vulnerabilidad de los adolescentes a conductas de riesgo?


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“La investigación antropológica revela que los adolescentes de muchas culturas no pasan por crisis de ningún tipo y que los problemas empiezan a aparecer sólo después de la introducción de la escolarización, el cine y la televisión occidentales” – Epstein

Para responder a estas y otras dudas que pueden surgir cuando tratamos de darle una explicación a un fenómeno social como es el letal juego de la ballena azul, podríamos encontrarnos ante más preguntas que respuestas. Y no siempre una respuesta simplista es suficiente, como decir que esto sólo se da en adolescentes con trastornos mentales. Más allá de esto habría que plantearse la pregunta de si será este juego producto de nuestra evolución como sociedad.

“Pero, ¿Son inevitables estos problemas? Si el “cerebro adolescente” generador de semejantes crisis fuera un fenómeno universal del desarrollo biológico, ¿no pasarían por ellas los adolescentes de todas las sociedades del mundo?

En 1991, Alice Schlegel, antropóloga de la Universidad de Arizona, y Herbert Barry III, psicólogo de la Universidad de Pittsburgh, revisaron la investigación sobre adolescentes en 186 sociedades preindustrializadas. Entre las conclusiones más importantes a las que llegaron subrayamos las siguientes: alrededor del 60 por ciento de estas sociedades no tenían un término para “adolescencia”, los adolescentes pasaban casi todo su tiempo con adultos, apenas mostraban algún síntoma psicopatológico y en más de la mitad de estas culturas los varones jóvenes no presentaban el menor signo de comportamiento antisocial y en aquellas donde este comportamiento se producía, era extremadamente leve” (Epstein, 2008).

Entonces ¿es posible que sea nuestro proceso evolutivo como sociedad lo que pone al adolescente ante crisis para las que no están preparados porque insistimos en tratarlos como niños, infantilizando su capacidad de afrontamiento? Bien lo explica Robert Epstein en su trabajo titulado “El mito del cerebro adolescente”, del cual podemos extrapolar algunas conclusiones que se ajustan muy bien al fenómeno de la ballena azul:

“Estudios a largo plazo llevados a cabo en los años ochenta por los antropólogos Beatrice Whiting y John Whiting, de la Universidad de Harvard, sugieren que los problemas de los adolescentes comienzan a aparecer en otras culturas justo después de que se perciban ciertas influencias occidentales, en particular la escolarización al estilo occidental, los programas de televisión y el cine”, pensemos en la “era de la comunicación” en este siglo.

“Muchos historiadores explican que durante la mayor parte de la historia de la humanidad de la que tenemos registro, los años de la adolescencia eran un período bastante pacífico de transición a la edad adulta. Los adolescentes no buscaban apartarse de los adultos, sino que aprendían a ser adultos.”

“Hugh Cunningham, de la Universidad de Kent, y Marc Kleijwegt, de la de Wisconsin en Madison, autor de Ancient Youth: The Ambiguity of Youth and the Absence of Adolescence in Greco-Roman Society, sugieren que el tumultuoso período que llamamos adolescencia es un fenómeno nuevo, no tiene más de un siglo de antigüedad”.

“Hoy, los adolescentes, atrapados en el frívolo mundo de la cultura de los pares, aprenden casi todo lo que saben unos de otros, en vez de tomar ejemplo de adultos. Aislados de los adultos y tratados erróneamente como niños, no puede sorprendernos que algunos adolescentes se comporten, según estándares adultos, de un modo imprudente e irresponsable”.

Entonces ¿sería razonable culpabilizar a una sola persona, cuando el fenómeno de la ballena azul responde de manera amplia a una serie de condiciones sociales junto con la responsabilidad individual? Es necesario replantearse cómo estamos respondiendo como sociedad ante situaciones que se han perpetuado por el estilo de vida al que nos estamos forzando. Que impide que los jóvenes tengan supervisión parental en casa y modelos adecuados para aprender a ser adultos, debido a que el poder tener un ingreso necesario para subsistir trae como consecuencia ausencia parental.

Referencias:

Epstein, R. (2008), El mito del cerebro adolescente.

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La violencia psicológica que se ejerce sobre la pareja es también maltrato infantil

  • David Aparicio
  • 05/05/2017

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Olga Carmona para El País:

Ser testigo y víctima de una comunicación tóxica, basada en el control, la manipulación, el chantaje, el discurso ambivalente (si hago esto es porque te quiero) y la progresiva aniquilación de la autoestima de otro ser humano, pasa unas facturas enormes a los hijos que respiran esa atmósfera. Las secuelas son tanto físicas como psicológicas y les afectan a su presente pero también a su futuro: condicionan la vida de los niños de forma muchas veces irreversible.

Seguramente muchas personas intuyen que el daño será psicológico. Lo que en general se desconoce es que las secuelas pueden ser también de índole física, puesto que el desarrollo de los niños se ve alterado por la exposición a ambientes emocionalmente tóxicos. Estas consecuencias son, entre otros, problemas relacionados con el sueño y la alimentación, retraso en el crecimiento, síntomas psicosomáticos tales como asma, problemas de piel e, incluso, retrasos de crecimiento, retraso o poca habilidad motriz.

A nivel emocional el daño es mayor, afectando a todas las escalas de una estructura de personalidad en formación, con problemas de ansiedad, ira, depresión, trastornos del apego, del autoconcepto e incluso trastornos de conducta en la adolescencia y edad adulta. En la infancia todo eso se traducirá en problemas de comportamiento tales como conducta agresiva hacia iguales o hacia animales, rabietas, comportamiento disruptivo, hiperactividad, habilidades sociales muy pobres, falta de empatía, aislamiento y depresión.

No soy fanático del término “tóxico” en psicología, pero creo que en esta ocasión si se amerita su uso. El ambiente familiar “tóxico” tiene terribles consecuencias en la salud de los niños y el artículo de Carmona los sintetiza elegantemente tanto para los profesionales como para padres y familiares.Lee el artículo completo en El País.
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Leer con los niños durante la primera infancia potencia su habilidad de lectura a largo plazo

  • Rita Arosemena P.
  • 05/05/2017

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Tomarte un tiempo para leer con tu hijo durante sus primeros años de infancia podría potenciar de forma significativa sus habilidades de lectura a largo plazo y ser el primer incentivo para un alto rendimiento escolar en el futuro.

Esta conclusión sugiere un estudio a ser presentado en la Pediatric Academic Societies Meeting de este año, convención que reúne las últimas investigaciones en pediatría y desarrollo.

La publicación, titulada «Early Reading Matters: Long-term Impacts of Shared Bookreading with Infants and Toddlers on Language and Literacy Outcomes», será presentada el 8 de mayo y hará referencia a la importancia de la lectura temprana y su impacto a largo plazo en el lenguaje y la fluidez lectora en niños en etapa pre-escolar.

Un hallazgo clave para mejores métodos de crianza

El estudio, firmado por Carolyn Cates del Departamento de Pediatría de la Universidad de Nueva York (NYU), es sin duda importantísimo para abordar con propiedad la necesidad de que los padres implementen programas de aprendizaje pediátricos que promuevan la lectura temprana en sus hijos recién nacidos.

Muchos padres no hacen esto porque consideran más relevante enseñar primero a los niños una serie de vocabularios básicos y gesticulación, no obstante, los hallazgos de Cates sugieren que leer a los niños pequeños tiene un efecto perdurable y positivamente progresivo que influye en sus habilidades literarias y en la adquisición de un vocabulario más complejo.


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«Lo que aprenden cuando les lees mientras son niños continúa surtiendo efecto cuatro años después cuando están a punto de comenzar la escuela primaria», afirma Cates.

Leer a los niños pequeños tiene un efecto perdurable y positivamente progresivo

Para el estudio, Cates reclutó un grupo de más de 250 pares (madres y bebés de entre 6 meses y niños de 4 años y medio) de un hospital público urbano para evaluar qué tan efectiva era su comprensión lingüística, su habilidad literaria y su habilidad de lectura.

Los resultados fueron comparados con la cantidad de libros leídos en conjunto por madres e hijos, así como el número de libros en casa y los días a la semana en que se invertía tiempo para leer juntos. La calidad de la lectura se midió conforme a si los padres detenían la lectura para conversar la historia con los niños o para hablar acerca de las imágenes y las emociones de los personajes.

Fuente: American Academy of Pediatrics

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Jóvenes en riesgo que usan demasiada tecnología podrían presentar mayores problemas de conducta

  • Rita Arosemena P.
  • 05/05/2017

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La premisa ideal de la revolución tecnológica la sitúa como una herramienta destinada a facilitarnos la vida y abrirnos un campo de posibilidades para mejorar nuestro desempeño académico o laboral y nuestras relaciones sociales. No obstante, el vínculo existente entre los usos y abusos de la tecnología y los daños colaterales que esto acarrea a adolescentes en situación de alto riesgo se ha hecho cada vez más evidente. Investigadores de la Universidad de Duke publicaron recientemente un artículo en Child Development relacionado con los efectos negativos del uso de la tecnología en jóvenes con riesgo de desarrollar desórdenes mentales, a saber:
  1. Bajos niveles de atención
  2. Problemas de conducta
  3. Problemas de auto-regulación
De acuerdo con Madeleine J. George, autora principal del estudio, entre más utilizan la tecnología los jóvenes en situación de riesgo, más tienden a presentar problemas de conducta o un cuadro más acentuado de síntomas de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). Estos resultados fueron derivados de un análisis con base en el tiempo que los adolescentes (una muestra de 151 jóvenes de entre 11 y 15 años con smartphones) invierten cada día en chatear, usar las redes sociales o navegar en la red. Los chicos fueron entrevistados tres veces al día durante un mes y evaluados posteriormente para síntomas de salud mental 18 meses después. La evidencia final indicó que los adolescentes invierten un promedio de 2.3 horas al día en tecnología digital y que más de una hora de ese tiempo está destinada a chatear, con un estimado de 41 textos enviados al día. Además, se encontró que en aquellos días en que los jóvenes utilizan sus smartphones con mayor frecuencia tienden a presentar más problemas de conducta, como mentir y agredir físicamente a otros. También se reportó un mayor índice de problemas de atención y síntomas de TDAH.
entre más utilizan la tecnología los jóvenes en situación de riesgo, más tienden a presentar problemas de conducta
Se encontró, por otro lado, que los jóvenes que invirtieron más tiempo estando en línea experimentaron mayores dificultades para regular sus emociones y su comportamiento 18 meses más tarde. Los investigadores no tienen claro aún si el uso exacerbado de la tecnología podría ser simplemente un marcador de algún síntoma de trastorno mental o si el uso de la tecnología en sí puede acentuar un grupo de síntomas existentes.

Pero seamos honestos: la tecnología no es del todo mala

Los avances tecnológicos no son tampoco una tragedia descomunal, de hecho, la mayoría podría coincidir en que todo depende del uso que se le dé a la tecnología y la finalidad de este. Los investigadores encontraron en este aspecto que la tecnología digital podría ser muy útil para ayudar a jóvenes con problemas de depresión y ansiedad, y que a medida que este grupo invirtió más tiempo chateando también experimentó menos síntomas en un mismo día. En conclusión, pasar tiempo en línea podría ser muy positivo para los jóvenes siempre y cuando se establezcan conexiones orientadas a un estilo de vida saludable, el fomento de relaciones interpersonales constructivas y esquemas de pensamiento optimistas.Fuente: Psychcentral; Duke University/EurekAlert 

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