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Publicaciones por mes

abril 2020

75 Publicaciones
  • Artículos Recomendados de la Web

Por qué debemos decir “distanciamiento físico” en vez de “distanciamiento social”

  • 26/04/2020
  • David Aparicio

Harmeet Kaur entrevistó a distintos psicólogos expertos que explican el efecto nocivo del término «distanciamiento social» para CNN:

“Desde el principio el ‘distanciamiento social’ era un término equivocado”, dijo Zaki en una sesión de preguntas y respuestas con la universidad. “Deberíamos pensar en este momento como ‘distanciamiento físico’ para enfatizar que podemos permanecer socialmente conectados incluso estando separados”.

Eso significa tratar de replicar reuniones e interacciones en persona con tecnologías como FaceTime y Zoom.

“De hecho, los animo a todos a practicar ‘socialización a distancia’. Irónicamente, las mismas tecnologías que a menudo culpamos por destrozar nuestro tejido social podrían ser nuestra mejor oportunidad, ahora, de mantenerlo unido”, dijo Zaki.

Las palabras tienen un profundo efecto en la manera que concebimos el mundo y cómo nos comportamos. Va a ser difícil que las personas se aparten del término “distanciamiento social” pero el esfuerzo vale la pena.

Lee el artículo completo en CNN.

  • Artículos de opinión (Op-ed)

Hasta los cojones con el “piensa positivo”

  • 26/04/2020
  • Buenaventura del Charco Olea

Cada día flipo más con la psicología barata y de panfleto. El positivismo forzado y simple como un nuevo “dogma” que se acaba convirtiendo en una imposición, en la obligación de estar bien. Al final, me parece que el optimismo y el positivismo tal y como se están vendiendo hoy en día desde el coaching y desde la psicología mal entendida llevan a algo que es poco más que “postureo actitudinal positivista”.

Y como todo postureo, se trata de algo que hacemos más de cara a los demás para buscar (o mendigar) su aprobación, más que por nosotros mismos. Y, como todo postureo, suele ser negar nuestra propia realidad para ser eso que creemos que gustará más a otros. Y, como todo postureo, es de cartón piedra, algo que en cuanto lo golpeas un poco se rompe y descubres que por dentro está profundamente vacío.

Parece que estamos en la obligación de ser felices todo el rato, que si estás mal eres un cenizo o una “persona tóxica” y, como me decía el gran psicólogo Javier Barbero, hay que diferenciar entre “el derecho a estar mal versus instalarnos en el malestar” (que regodearte en la mierda no ayuda, obviamente).

Encuentro con horror blogs de psicología o crecimiento personal (huyamos de etiquetas como “psicología” o “salud mental” porque eso huele a pesimismo y enfermedad, maquillemos la realidad hasta deformarla en una pantomima siempre con una sonrisa estúpida en la cara) donde explican que la vida puede ser maravillosa si queremos, que sólo hace falta “ver el lado bueno de las cosas”, que “si la vida te da limones, haz limonada”. Cuando tenía 21 años, seis meses después del fallecimiento de mi padre, le detectaron a mi madre un cáncer con metástasis y extendido, además, la quimioterapia, el tratamiento contra el cáncer le agravaba otra enfermedad que tenía previamente, así que si le curaban de una cosa, moriría de la otra.

Ya te digo yo la limonada de mierda que me iba a hacer a punto de quedarme huérfano y solo como un perro, y que en esos duros momentos lo que me ayudaba era poder llorar y desahogarme con mis seres queridos, sentirme escuchado y acompañado en lo que me pasaba. Asumir que iba a perder a mi madre y aunque doliera, decidir estar con ella, cogerle la mano en el hospital, decirle llorando lo que la quería y lo que le iba a echar de menos, despedirnos (por duro y terrible que sea despedirse de una madre) y pensar en la situación a todos los niveles (personal, legal, sanitario, económico….) para tomar decisiones difíciles de cojones, pero necesarias.

La mente no es un ordenador que podamos programar para que se centre en aquello que queremos, sino que el psiquismo funciona por una serie de mecanismos que se han perpetuado en la especie porque son útiles para adaptarse y responder de manera eficaz a situaciones (Darwin y la evolución y todo ese rollo) y atender lo negativo y amenazante es imprescindible y adaptativo para superar situaciones. Así que por mucho que quieras, tu mente está hecha para sentir toda esa “negatividad” que es jodidamente necesaria para que le eches cojones a lo que no funciona en tu vida (lo que ocurre es que preferimos distraernos y evitar lo complicado).

Otra cosa que me deja boquiabierto es convertir la complejidad de algo como el sentido de la vida o la felicidad en recetas o listas de “tips”: Si haces estas cosas, todo te irá super chupi guay. Porque claro, la felicidad depende de que liberes dopamina haciendo deporte, de que medites o de que todos los días des al menos un abrazo. Para empezar, son temas muy complejos y que dependen enormemente de cada persona, su forma de entender la vida, su historia de vivencias y aprendizajes y sus valores o creencias, por lo que creer que una misma “receta” es aplicable al 100% de la humanidad es de un simplismo de mear y no echar gota.

Para continuar, decir que practicar mindfulness, gratitud, deporte o autocompasión (todavía no ha llegado tanto al mundo hispanohablante, pero en Estados Unidos el “self kidness” lo está petando muchísimo) te harán feliz es una soberana gilipollez. ¿Además has visto como van cambiado? Si eso era tan bueno, ¿por qué cada 5 años surge algo nuevo? Porque, como en todo, hay modas.

Son hábitos increíblemente saludables, y no digo que no sean buenos, muchos además tienen evidencia empírica probada. Sabemos que ayudan a nivel bioquímico a nuestro cerebro con dopamina, serotonina, oxitocina (neurotrasmisores que se asocian con el bienestar y la alegría) o inhiben sustancias como la catecolamina (hormona del estrés), algunos hasta me gustan particularmente (la autocompasión y una de sus grandes autoras, Kristen Neff es la polla) y los recomiendo a mis pacientes en psicoterapia, pero lo que trato de decir es que no debemos confundir el árbol con el bosque.

Que algo te ayude a sentirte mejor no siginifica que por si mismo te haga feliz. Es simplemente un buen hábito, pero no la llave de la felicidad. Además, corremos el riesgo de “pervertir” esos buenos hábitos como forma de tratar de huir del malestar, de traicionarnos a nosotros mismo y en vez de acompañarnos en lo duro, enterrarlo detrás del subidón de las endorfinas del deporte, quitarnos poder y ser indulgentes con nosotros mismos a través de la autocompasión o ignorarnos y dejarnos solos distrayéndonos con mindfulness. Favorecen la supresión y represión emocional de sentimientos que son desagradables, pero que son útiles, sanos y lógicos, con cosas tipo “prohibido enfadarse” o “mira el lado bueno”, lo cual está detrás de muchos problemas psicológicos.

No necesitas ser optimista y feliz, necesitar ser honesto con quien eres y qué necesitas, y eso a veces es disfrutar y ser consciente de lo bueno en la vida, pero también de acompañarte en el dolor y luchar por ti. Trátate bien y se realista, no un gilipollas ingenuo montado en un unicornio que va vomitando arcoíris.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Alta exigencia laboral contribuye a una peor salud mental

  • 24/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Las personas en trabajos altamente exigentes que tienen poco control sobre su flujo de trabajo tienden a tener una salud mental peor y tienen un mayor riesgo de muerte en comparación con aquellos con más autonomía (Gonzalez-Mulé & Cockburn, 2020).

En 2017, este equipo de investigación examinó cómo las demandas de trabajo, o la cantidad de estresores, como las demandas de concentración, la presión del tiempo y la carga de trabajo, se relacionan con la muerte (Gonzalez-Mulé & Cockburn, 2017).

“En ese estudio, descubrimos que el control del trabajo, o la autonomía que tiene para elegir cómo hacer su trabajo, cuándo hacerlo, y cosas por el estilo, hace que las demandas de trabajo sean más propensas a causar la muerte cuando el control es bajo, y menos propensas a causar la muerte cuando el control es alto. En este estudio, buscamos replicar esos hallazgos, examinando los mecanismos específicos (es decir, cambios en la salud física y mental) y si algunas personas son más susceptibles a los efectos nocivos de las demandas laborales que otras,” explicó el autor del estudio Erik Gonzalez- Mulé, profesor asistente en la Kelley School of Business de la Universidad de Indiana.

Para su nuevo estudio, los investigadores analizaron datos de 3148 individuos que participaron en la Encuesta Midlife en los Estados Unidos, un estudio longitudinal representativo a nivel nacional que examina el papel de los factores conductuales, psicológicos y sociales en la salud física y mental. De su muestra, 211 de los participantes murieron en el transcurso del estudio de 20 años.

Las altas demandas laborales estaban relacionadas con una peor salud mental, que a su vez estaba relacionada con una mayor probabilidad de muerte, cuando los participantes tenían relativamente poco control sobre su trabajo (como la capacidad de tomar decisiones en el trabajo, decidir en qué trabajar y decidir cómo completar el trabajo propio). Las altas demandas laborales también se relacionaron con la probabilidad de muerte por mala salud mental entre aquellos que obtuvieron puntajes bajos en una prueba de capacidad cognitiva.

«Es más probable que los estresores en el trabajo causen disminuciones en la salud mental y, en última instancia, la muerte por trabajos en los que los trabajadores tienen poca autonomía, o en personas con menor capacidad cognitiva. La capacidad cognitiva, también conocida como inteligencia, afecta la capacidad de las personas para resolver problemas y aprender. Las personas que son más inteligentes pueden adaptarse mejor a las demandas del trabajo y sufren menos daños que las que no son tan inteligentes. De esta manera, la alta capacidad cognitiva puede actuar como un sustituto cuando el control del trabajo es bajo,» dijo González-Mulé.

Las altas demandas laborales se asociaron con una mejor salud física y una menor probabilidad de muerte cuando los trabajadores tenían más autonomía, pero no se asociaron con la salud física cuando los trabajadores tenían poca autonomía. «Los resultados para la salud física fueron más variados y poco concluyentes,» dijo González-Mulé.

Los resultados indican que permitir a los empleados establecer sus propios objetivos o decidir cómo hacer su trabajo podría mejorar su salud mental.

“Alentamos especialmente a los empleadores a considerar la cantidad de control del trabajo, así como la capacidad cognitiva de sus empleados, al diseñar el trabajo de una manera que maximice la eficiencia y la productividad sin dañar el bienestar de los empleados,» dijo González-Mulé.

Para comprender mejor la relación entre los estresores laborales y la salud, la investigación futura podría diferenciar entre los desafíos laborales que evocan sentimientos de satisfacción y los obstáculos relacionados con el trabajo que causan frustración, sugieren.

«La literatura ha demostrado cada vez más que los desafíos en el trabajo, como enfrentar una fecha límite ajustada, son estresores «buenos» y en realidad pueden ser motivadores y energizantes, mientras que los obstáculos, como la burocracia y las molestias, son estresores «malos» y provocan agotamiento. Es necesario investigar más a fondo si los efectos de estos factores estresantes en la salud y la probabilidad de muerte están limitados de manera similar por el control del trabajo y la capacidad cognitiva,» explicó González-Mulé.

Referencia bibliográfica:

Gonzalez-Mulé, E., & Cockburn, B. (2017). Worked to Death: The Relationships of Job Demands and Job Control with Mortality. En Personnel Psychology (Vol. 70, Número 1, pp. 73-112). https://doi.org/10.1111/peps.12206

Gonzalez-Mulé, E., & Cockburn, B. S. (2020). This job is (literally) killing me: A moderated-mediated model linking work characteristics to mortality. En Journal of Applied Psychology. https://doi.org/10.1037/apl0000501

Fuente: Psypost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Aptitud física incrementa concentración en adolescentes

  • 24/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso
concentración

Sabemos que la actividad física trae beneficios para la salud mental. Es por ello que la Organización Mundial de la Salud, los médicos, e incluso los psicólogos recomiendan que sea realizada de manera habitual, aunque sea leve: “hacer algo de actividad física es mejor que no hacer nada.” Claro que, en este campo, plantearse nuevos objetivos y buscar mejorar la condición física dentro de las posibilidades individuales puede tener un gran impacto. 

Un equipo de investigadores se enfocó en la influencia de un mayor grado de entrenamiento en adolescentes, y encontró que niveles más altos de aptitud física desarrollaron mejor la atención selectiva y las habilidades de concentración en este grupo (Reigal et al., 2020).

La actividad física beneficia el funcionamiento cognitivo al aumentar el flujo de oxígeno al cerebro. Este efecto se puede observar después del ejercicio y en personas que hacen ejercicio regularmente. Al mismo tiempo, la aptitud física sirve como un signo de actividad física regular y es razonable suponer que debería estar asociada con una mayor capacidad cognitiva. En el presente estudio, los investigadores probaron si la aptitud física está asociada con la atención selectiva y las funciones de concentración en los adolescentes.

El estudio incluyó a 210 adolescentes (entre 11 y 15 años) de España. Todos los participantes completaron una evaluación psicológica de  atención selectiva y habilidades de concentración. El nivel de aptitud física se midió con una prueba de carrera de lanzadera y una prueba de salto horizontal.

El estudio encontró que la aptitud física de los participantes estaba fuertemente correlacionada con su atención selectiva y sus capacidades de concentración. Este efecto probablemente se deba a los beneficios de la actividad física regular necesaria para desarrollar la aptitud para el funcionamiento del cerebro. Específicamente, investigaciones previas documentaron que el nivel de aptitud física estaba relacionado con el volumen de materia gris en algunas regiones del cerebro.

Además, los investigadores examinaron las diferencias de género en la asociación entre el estado físico y las capacidades cognitivas medidas. Si bien la relación se encontró tanto en niñas como en niños, los investigadores señalan que el estado físico es un predictor más fuerte de atención selectiva y capacidad de concentración en niños que en niñas. Los análisis dentro del género indican que los niños y niñas en forma obtuvieron una puntuación más alta en la atención selectiva y la prueba de concentración en comparación con los niños y niñas con menor condición física, respectivamente.

Según los hallazgos documentados, los investigadores recomiendan desarrollar la aptitud física en los adolescentes como una forma de mejorar sus habilidades cognitivas, así como la adaptación social y las habilidades intelectuales.

Referencia bibliográfica

Reigal, R. E., Moral-Campillo, L., de Mier, R. J.-R., Morillo-Baro, J. P., Morales-Sánchez, V., Pastrana, J. L., & Hernández-Mendo, A. (2020). Physical Fitness Level Is Related to Attention and Concentration in Adolescents. Frontiers in Psychology, 11, 110. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2020.00110

Fuente: Psypost

  • Análisis

El desafío de pasar las 24 horas del día con la pareja durante la cuarentena

  • 24/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Las medidas preventivas y orientadas a aplanar el crecimiento exponencial del esparcimiento del coronavirus COVID-19 incluyen, en muchos lugares del mundo, distanciamiento social y la orden de quedarse en casa. Esto puede ser un desafío para las parejas jóvenes que pueden encontrarse pasando más tiempo juntos que nunca antes.

¿Puede esta situación afectar el funcionamiento biológico y la salud de estas personas?

Investigaciones anteriores muestran que las personas que tienen amistades y relaciones románticas de mayor calidad durante su adolescencia y los 20 años generalmente tienen un menor riesgo de dolencias y enfermedades durante la edad adulta, mientras que las personas con relaciones tempranas caracterizadas por conflictos o violencia experimentan un mayor riesgo de resultados negativos para la salud (Allen et al., 2015), (Collins et al., 2009), (Exner-Cortens et al., 2013).

¿Pueden los asuntos del corazón afectar tu corazón?

Las interacciones cotidianas, aparentemente mundanas, de los jóvenes con sus parejas podrían tener efectos en su funcionamiento fisiológico. Estas conexiones directas entre el funcionamiento social y la fisiología podrían acumularse con el tiempo de manera que finalmente afecten la salud a largo plazo (Slatcher & Selcuk, 2017).

Un estudio examinó si las experiencias románticas cotidianas de las parejas jóvenes se relacionan con su fisiología (Schacter et al., 2020). Específicamente investigaron si los sentimientos de las parejas hacia el otro durante el día predijeron cambios en su ritmo cardíaco mientras dormían. Se centraron en la frecuencia cardíaca durante la noche porque otra investigación muestra que tener una frecuencia cardíaca elevada crónicamente puede obstaculizar los efectos restauradores esenciales del sueño y también aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular posterior, la principal causa de muerte para hombres y mujeres en los Estados Unidos (de Zambotti et al., 2011), (Palatini, 2011), (CDC, 2019).

Schacter y sus colegas contaron con los participantes de un estudio más amplio y en curso (Timmons et al., 2017) de su laboratorio de la Universidad del Sur de California para capturar un «día en la vida» de las parejas jóvenes. Las parejas, la mayoría de las cuales tenían poco más de 20 años y habían estado saliendo durante 1-2 años, fueron reclutadas del área de Los Ángeles.

Se les pidió que eligieran un día que planeaban pasar la mayor parte del tiempo juntos. Ese día, las parejas llegaron al laboratorio, juntas, a primera hora de la mañana. Estaban equipadas con un monitor cardíaco inalámbrico con correa para el pecho y se les prestó un teléfono móvil que enviaba encuestas a cada hora hasta que se acostaban. Cuando los participantes salieron del laboratorio, se les dijo que siguieran su día como lo harían normalmente.

El estudio se centró en 63 parejas heterosexuales que tenían datos válidos de frecuencia cardíaca de 24 horas (algunos participantes se quitaron los monitores cuando dormían o los volvieron a colocar incorrectamente después de la ducha).

Cada hora durante el día, los participantes calificaron dos cosas: cuán molestos e irritados se sentían con su pareja, y cuán cercanos y conectados se sentían con su pareja. Los participantes también informaron sobre sus comportamientos por hora para aportar cualquier dato extra que pudiera afectar su frecuencia cardíaca durante la noche, como si bebían alcohol, hacían ejercicio o tomaban medicamentos. Durante 24 horas, el monitor de frecuencia cardíaca realizó un seguimiento de los latidos cardíacos de las parejas por minuto, un indicador de actividad fisiológica.

De los sentimientos a la fisiología

Incluso después de tener en cuenta la frecuencia cardíaca diurna, los niveles de estrés, el uso de drogas o alcohol y la actividad física de ambas parejas, la frecuencia cardíaca nocturna de los hombres cambió dependiendo de cómo se sintieran las mujeres hacia su pareja a lo largo del día.

Cuando las mujeres se sentían más cercanas y más conectadas con sus parejas durante el día, los hombres tenían frecuencias cardíacas más bajas durante la noche. Cuando las mujeres se sentían más molestas e irritadas con sus parejas durante el día, los hombres tenían frecuencias cardíacas más altas durante la noche. En promedio, la frecuencia cardíaca nocturna de los hombres fue de aproximadamente 2 a 4 latidos por minuto más lenta en las parejas donde las mujeres expresaron más cercanía. Por otro lado, la frecuencia cardíaca de los hombres era de aproximadamente 1,5 a 3 latidos por minuto más rápido si las mujeres expresaban una mayor molestia.

Curiosamente, si las mujeres se sentían cercanas a sus parejas durante todo el día el estar molestas con ellos no predecía aumentos en la frecuencia cardíaca de los hombres. En otras palabras, los efectos negativos de la molestia se diluyen si también hay cierta cercanía en la mezcla.

Por otro lado, no hubo efectos de la molestia o cercanía de los hombres sobre el ritmo cardíaco nocturno de las mujeres pero las respuestas cardiovasculares de los hombres parecían ser especialmente sensibles a los sentimientos diurnos respecto de la relación que tenían las mujeres. Otra investigación ha encontrado diferencias de género similares (Meyer et al., 2019). Una posibilidad es que las mujeres sean más propensas a expresar sus sentimientos de cercanía o molestia, mientras que los hombres pueden sentirse menos cómodos participando en dicha comunicación (Giordano et al., 2006).

Por supuesto, cada relación tiene sus altibajos naturales, y este estudio solo captura un instante de la vida de las parejas jóvenes. Sin embargo, los hallazgos sugieren que la forma en que las parejas románticas se sienten una con la otra, incluso dentro de un solo día, puede tener efectos agudos en su funcionamiento biológico durante el sueño.

Estas experiencias cotidianas, aparentemente triviales, podrían acumularse con el tiempo y ayudar a explicar por qué las relaciones terminan afectando la salud de las personas, para bien o para mal.

Referencias bibliográficas:

Allen, J. P., Uchino, B. N., & Hafen, C. A. (2015). Running With the Pack: Teen Peer-Relationship Qualities as Predictors of Adult Physical Health. Psychological Science, 26(10), 1574-1583. https://doi.org/10.1177/0956797615594118

CDC. (2019, diciembre 10). Heart Disease Facts | cdc.gov. Centers for Disease Control and Prevention. https://www.cdc.gov/heartdisease/facts.htm

Collins, W. A., Andrew Collins, W., Welsh, D. P., & Furman, W. (2009). Adolescent Romantic Relationships. En Annual Review of Psychology (Vol. 60, Número 1, pp. 631-652). https://doi.org/10.1146/annurev.psych.60.110707.163459

de Zambotti, M., Covassin, N., De Min Tona, G., Sarlo, M., & Stegagno, L. (2011). Sleep onset and cardiovascular activity in primary insomnia. Journal of Sleep Research, 20(2), 318-325. https://doi.org/10.1111/j.1365-2869.2010.00871.x

Exner-Cortens, D., Eckenrode, J., & Rothman, E. (2013). Longitudinal associations between teen dating violence victimization and adverse health outcomes. Pediatrics, 131(1), 71-78. https://doi.org/10.1542/peds.2012-1029

Giordano, P. C., Longmore, M. A., & Manning, W. D. (2006). Gender and the Meanings of Adolescent Romantic Relationships: A Focus on Boys. En American Sociological Review (Vol. 71, Número 2, pp. 260-287). https://doi.org/10.1177/000312240607100205

Meyer, D., Salas, J., Barkley, S., & Buchanan, T. W. (2019). In sickness and in health: partner’s physical and mental health predicts cortisol levels in couples. En Stress (Vol. 22, Número 3, pp. 295-302). https://doi.org/10.1080/10253890.2018.1561843

Palatini, P. (2011). Role of Elevated Heart Rate in the Development of Cardiovascular Disease in Hypertension. En Hypertension (Vol. 58, Número 5, pp. 745-750). https://doi.org/10.1161/hypertensionaha.111.173104

Schacter, H. L., Pettit, C., Kim, Y., Sichko, S., Timmons, A. C., Chaspari, T., Han, S. C., & Margolin, G. (2020). A Matter of the Heart: Daytime Relationship Functioning and Overnight Heart Rate in Young Dating Couples. Annals of Behavioral Medicine: A Publication of the Society of Behavioral Medicine. https://doi.org/10.1093/abm/kaaa019

Slatcher, R. B., & Selcuk, E. (2017). A Social Psychological Perspective on the Links between Close Relationships and Health. Current Directions in Psychological Science, 26(1), 16-21. https://doi.org/10.1177/0963721416667444

Timmons, A. C., Baucom, B. R., Han, S. C., Perrone, L., Chaspari, T., Narayanan, S. S., & Margolin, G. (2017). New Frontiers in Ambulatory Assessment. En Social Psychological and Personality Science (Vol. 8, Número 5, pp. 552-563). https://doi.org/10.1177/1948550617709115

Fuente:Psypost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El efecto sedante de las relaciones sexuales podría ser más fuerte para las mujeres que para los hombres

  • 24/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Una nueva investigación proporciona evidencia de que las relaciones sexuales tienen mayores propiedades sedantes para las mujeres que para los hombres (Gallup et al., 2020).

El estudio de 128 estudiantes universitarias mujeres y 98 estudiantes masculinos encontró que las mujeres reportaron una mayor probabilidad de quedarse dormidos después del coito heterosexual pene-vaginal que los hombres. También fueron más propensas a informar quedarse dormidas antes que su pareja en comparación con los hombres. Ser inseminada también se asoció positivamente a quedarse dormido después del orgasmo.

Gordon G. Gallup, Jr., profesor de la Universidad Estatal de Nueva York en Albany, y autor del estudio da la siguiente explicación: “acostarse con alguien” es la designación común para un “mecanismo adaptativo evolucionado que funciona para promover la retención de esperma en humanos, que como especie es única en haber desarrollado una postura erguida y bipedalismo. Esto lleva el tracto reproductivo de la mujer a una orientación perpendicular con respecto a la gravedad, que puede no ser adecuada para la retención de esperma.»

“Tener relaciones sexuales mientras se está acostado con el hombre en la parte superior devuelve el aparato reproductor femenino a una orientación más primate, paralela con la gravedad, y las mujeres que permanecen en una posición de ranura después del sexo, por lo tanto, tienen una mayor probabilidad de quedar embarazadas. De acuerdo con este análisis, descubrimos que las mujeres eran involuntariamente más propensas a quedarse dormidas después del sexo que los hombres.»

Los hallazgos son contrarios a un estudio previo sobre el tema, que no encontró diferencias en la calidad del sueño percibido o la latencia entre hombres y mujeres cuando el sexo con una pareja implicaba un orgasmo (Lastella et al., 2019). Otro estudio encontró que los hombres y las mujeres se quedaron dormidos aproximadamente al mismo tiempo después del sexo, pero las mujeres tenían más probabilidades de quedarse dormidas primero cuando no había tenido lugar el sexo (Kruger & Hughes, 2011).

Sin embargo, mientras que la investigación previa examinó la actividad sexual en general, el estudio actual se centró específicamente en el coito pene-vaginal que ocurrió en la noche. “Debido a las demandas del trabajo, la escuela y una variedad de otras actividades durante el día, es menos probable que las personas sucumban a la tentación de quedarse dormidos después del sexo durante el día y al no distinguir entre los efectos del sexo durante el día  y los efectos en la noche, otros estudios pueden haber ocultado sin darse cuenta la existencia de diferencias sexuales sutiles pero importantes,” explicaron Gallup y sus colegas en el estudio.

Referencia bibliográfica:

Gallup, G. G., Platek, S. M., Ampel, B. C., & Towne, J. P. (2020). Sex differences in the sedative properties of heterosexual intercourse. En Evolutionary Behavioral Sciences. https://doi.org/10.1037/ebs0000196

Kruger, D. J., & Hughes, S. M. (2011). Tendencies to fall asleep first after sex are associated with greater partner desires for bonding and affection. En Journal of Social, Evolutionary, and Cultural Psychology (Vol. 5, Número 4, pp. 239-247). https://doi.org/10.1037/h0099259

Lastella, M., O’Mullan, C., Paterson, J. L., & Reynolds, A. C. (2019). Sex and Sleep: Perceptions of Sex as a Sleep Promoting Behavior in the General Adult Population. Frontiers in Public Health, 7, 33. https://doi.org/10.3389/fpubh.2019.00033

Fuente:Psypost

  • Salud Mental y Tratamientos

Habilidad DBT para padres: Cómo usar el lenguaje descriptivo para enseñar a los niños a regular sus emociones

  • 23/04/2020
  • David Aparicio

Las palabras que usamos influyen no solo en la manera en que pensamos sino también en cómo actuamos. Cuando un niño o adolescente tiene problemas para regular su conducta, los padres y madres, abrumados por la situación, suelen utilizar un lenguaje de juicio (te portas mal, eres manipuladora, eres un vago, es injusto lo que me haces, etc.). El problema con este tipo de lenguaje es que reduce la capacidad de distinguir los hechos de las interpretaciones que hacemos sobre ellos. Tampoco ayuda al niño a entender claramente cuál es la conducta que esperan sus padres.

Los juicios son interpretaciones espontáneas y a menudo inexactas de lo que ocurre en nuestro entorno y son productos de nuestras opiniones y experiencias pasadas (Matta, 2010). Pueden ser útiles para transmitir nuestros intereses, gustos y puntos de vista, pero no para resolver problemas e intervenir en situaciones altamente estresantes, como ayudar a un niño a calmarse cuando está en medio de una intensa rabieta (imagina que estás muy enojado y alguien te dice que eres un gruñón, ¿lograría que te enojaras menos?). El problema es que, cuando las personas piensan en términos de juicios, confunden fácilmente sus interpretaciones con los hechos e ignoran todo tipo de información que contradiga dichas interpretaciones.

Un alternativa más efectiva para ayudar a niños y adolescentes a regular su conducta es la habilidad de describir. Esta forma parte del entrenamiento de habilidades de regulación emocional de la terapia dialéctica conductual (DBT) (Linehan, 2014), uno de los tratamientos más investigados de los últimos años.

Describir no significa que los padres tienen que “pensar en positivo” (lo cual también es un juicio). Significa utilizar términos más precisos que permiten definir la conducta, sus consecuencias y qué cosas se pueden hacer para modificar esas conductas.

En mi trabajo como terapeuta he observado que una de las principales preocupaciones de los padres cuando aprenden a describir es que esta habilidad podría “limitar” su capacidad de educar, corregir y enseñar los valores que desean transmitirles a sus hijos. Sin embargo, para que los padres puedan enseñar habilidades más efectivas que regulen su emoción y disminuyan las conductas disruptivas, será necesario que se enfoquen en mejorar su capacidad de describir y reducir sus juicios (Harvey & Penzo, 2009) .

Todo esto parece muy raro, pero muchas veces las recomendaciones basadas en la ciencia son contrarias a nuestra intuición y sentido común.

Una buena manera de evaluar si esta habilidad puede serte útil es por medio de las siguientes preguntas: la respuesta que tengo o la manera en que interpreto y actúo ante las rabietas de mi hijo ¿me ayuda a cumplir el objetivo que estoy buscando?; ¿son mis acciones efectivas para reducir las conductas disruptivas?; ¿ayudan mis respuestas a enseñarle cómo regular su propia conducta?; la manera en que estoy actuando ¿está funcionando?

Si la respuesta a estas preguntas es no, entonces probablemente sea una buena oportunidad para probar esta nueva habilidad y evitar palabras como “debería” y evaluaciones como “bueno”, “malo”, “justo” o “injusto”.

Quizás estos ejemplos ayuden a clarificar un poco la idea que estoy planteando:

Imagen: Psyciencia. com – Extraído de Parenting a Child Who Has Intense Emotions: Dialectical Behavior Therapy Skills to Help Your Child Regulate Emotional Outbursts and Aggressive Behaviors de Pat Harvey, Jeanine Penzo.

La utilización de juicios incrementa comparaciones inútiles (“otros niños son más buenos que yo” o “soy malo”) que solo bloquean el cambio del comportamiento y limitan la capacidad del niño de diferenciar la conducta de la persona.

Cómo describir

Describir significa poner en palabras, sin interpretaciones o suposiciones, la conducta que observamos. Se divide en dos pasos:

  1. Describir la conducta tal cual como la ves.
  2. Describir la consecuencia específica de esa conducta.

Retomando uno de los ejemplos del cuadro y teniendo en cuenta los pasos para utilizar un lenguaje descriptivo, podrías decir algo como esto:

(Describiendo la conducta): “He visto que hiciste lo que te pedí” y “estoy agradecido/a” (describiendo las consecuencias).

Beneficios de describir en vez de juzgar

  • Describir permite etiquetar una emoción como una emoción, un pensamiento como un pensamiento y una sensación como una sensación, sin añadir opiniones, conceptos, suposiciones y juicios.
  • Describir nos ayuda a no confundir cada pensamiento o emoción con los hechos.
  • Describir nos ayuda a reducir la reactividad e impulsividad emocional.

Practicando

He traducido una práctica de descripción muy útil y sencilla para padres. El recurso está preparado para descargar en formato PDF.

Imagen: Psyciencia. com – Extraído de Parenting a Child Who Has Intense Emotions: Dialectical Behavior Therapy Skills to Help Your Child Regulate Emotional Outbursts and Aggressive Behaviors de Pat Harvey, Jeanine Penzo.

Descarga el recurso en formato PDF.

Pensar en términos descriptivos en vez de términos de juicio exigirá mucha práctica de los padres. Todos hemos aprendido a hacer juicios. Nos sale automáticamente y de forma muy natural. Al principio es probable que se sientan muy raros, como si estuvieran aprendiendo un lenguaje extraterrestre, porque describir exige que observen su entorno con detenimiento y elijan palabras específicas. Pero con la práctica verán los resultados, el esfuerzo valdrá la pena, serán más efectivos para reducir el estrés familiar y sus hijos serán capaces de entender mejor la relación entre sus conductas, tus reacciones y cómo te sientes.

Libro recomendado:

Parenting a Child Who Has Intense Emotions: Dialectical Behavior Therapy Skills to Help Your Child Regulate Emotional Outbursts and Aggressive Behaviors de Pat Harvey, Jeanine Penzo.

Referencias bibliográficas:

  • Christy Matta, M. A. (2010, June 1). Why Not Judge? PsychCentral.com. https://blogs.psychcentral.com/dbt/2010/06/why-not-judge/
  • Harvey, P., & Penzo, J. A. (2009). Parenting a Child who Has Intense Emotions: Dialectical Behavior Therapy Skills to Help Your Child Regulate Emotional Outbursts & Aggressive Behaviors. New Harbinger Publications. https://books.google.com/books/about/Parenting_a_Child_who_Has_Intense_Emotio.html?hl=&id=w8Bio6QYasgC
  • Linehan, M. M. (2014). DBT Skills Training Manual, Second Edition. Guilford Publications. https://books.google.com/books/about/DBT_Skills_Training_Manual_Second_Editio.html?hl=&id=3T6lDwAAQBAJ
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Relación entre el comportamiento sexual y el rendimiento académico en adolescentes?

  • 23/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Según los hallazgos de un estudio reciente, el impacto negativo de la primera relación sexual en el rendimiento educativo es posible y se refiere principalmente a las mujeres más jóvenes, especialmente a las pertenecientes a minorías (Whitworth & Paik, 2019). Priorizar las relaciones sociales y románticas por sobre los estudios, sumado a la distracción de los objetivos educativos, así como los problemas resultantes de los estados emocionales después de la primera relación sexual podrían ser mecanismos que fundamentan este vínculo.

Para este estudio, los investigadores de la Universidad de Massachusetts utilizaron datos de 1.321 alumnos de octavo y noveno grado nacidos entre 1980 y 1984. Se recopiló información durante cuatro años y se utilizó para examinar la relación entre la primera relación sexual y el promedio de calificaciones. Los investigadores tomaron en consideración no solo el logro académico y la primera relación sexual, sino también la edad, el género, el origen étnico y el contexto de relación en el que tuvo lugar el primer encuentro sexual.

Aunque no se encontró una relación general entre la primera relación sexual de los estudiantes y el promedio de calificaciones, los resultados fueron diferentes cuando se observaron a las minorías adolescentes más jóvenes. Esto confirmó una investigación previa que enfatiza el efecto negativo entre las mujeres negras más jóvenes y latinos de ambos sexos. Curiosamente, para las mujeres negras, el efecto negativo de las relaciones sexuales con el promedio de calificaciones se encontró solo en el contexto de las relaciones románticas, con un puntaje de promedio de calificaciones previsto de aproximadamente 250, entre un C + y un B- (entre suficiente y bueno). Entre las personas que no habían experimentado el debut sexual, el puntaje fue significativamente más alto, por encima de 280, entre B- y B (bueno y muy bueno). Se encontraron resultados similares para latinos de ambos sexos de 14 años; el promedio de calificaciones para aquellos que tuvieron la primera relación sexual fue aproximadamente inferior B-, mientras que aquellos que no habían tenido relaciones sexuales puntuaron más cerca de B.

Los autores sostienen que este efecto se debe a una combinación de racismo y sexismo.

«Uno de nuestros hallazgos clave fue la asociación negativa entre el primer encuentro sexual y el promedio de calificaciones para las mujeres negras y los latinos de ambos sexos, pero no para los hombres negros o los blancos de ambos sexos.»

«Las mujeres jóvenes de minorías a menudo enfrentan una combinación de racismo y sexismo que parece restringir su sexualidad en mayor grado que el sexismo solo limita la sexualidad de las mujeres blancas.»

Dentro de las limitaciones del estudio, los autores señalan: información limitada sobre las experiencias sexuales y una muestra algo desactualizada, considerando que las actitudes de las nuevas generaciones hacia los adolescentes que tienen relaciones sexuales se han vuelto un poco más abiertas con las mejoras en el uso de anticonceptivos. Finalmente, los tamaños de muestra para los grupos minoritarios fueron relativamente pequeños y deben ser vistos con precaución y replicados utilizando datos adicionales, concluyeron.

Referencia bibliográfica:

Whitworth, T. R., & Paik, A. (2019). Sex and Education: Does Sexual Debut During Adolescence Lead to Poor Grades? Perspectives on Sexual and Reproductive Health, 51(2), 81-89. https://doi.org/10.1363/psrh.12101

Fuente: Psypost

  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Actualidad de la psicoterapia en niños y adolescentes con Ana Laura Maglio, Javier Mandil y Francisco Musich (Podcast)

  • 23/04/2020
  • Mariano Scandar

La de esta semana es una charla entre 4 colegas y amigos sobre la actualidad del quehacer psicoterapéutico desde la óptica basada en la evidencia. Los directores de la Fundación Equipo de Terapia Infantojuvenil (ETCI), la Dra. Maglio y el Lic. Mandil, junto con el Dr. Musich (INECO y ETCI), se unen al Dr. Scandar en una charla distendida sobre cómo ven la psicoterapia actual. Segunda y tercera generación de TCC, terapia basada en procesos, componentes activos de las terapias, enfoques modulares y hasta diagnósticos en salud mental, de todo eso y mucho más… a un clic de distancia.

https://escepticoscomar.files.wordpress.com/2020/04/episodio-12-1.mp3

También puedes escuchar el episodio en Spotify y Apple Podcast.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Tomamos decisiones guiados por «el instinto» o la evidencia?

  • 23/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Aún sabiendo qué opción tiene mejor oportunidad de éxito, podemos elegir otra. ¿Por qué? Porque podemos basar nuestras decisiones en “presentimientos,” hábitos o lo que nos funcionó en el pasado, en lugar de hacerlo en lo que hemos aprendido que funcionará con mayor frecuencia, sugiere un estudio reciente (Konovalov & Krajbich, 2020).

Estos hallazgos van en contra de la creencia de que las personas hacen la elección menos óptima porque simplemente no saben nada mejor.

«En nuestro estudio, las personas sabían lo que funcionaba con más frecuencia. Simplemente no usaban ese conocimiento», dijo Ian Krajbich, coautor del estudio y profesor asociado de psicología y economía en la Universidad Estatal de Ohio.

Supongamos que la Avenida principal es el camino más rápido de su casa al trabajo. Sin embargo, en el día de ayer hubo un evento que iba a ralentizar el tráfico por esa calle, motivo que lo llevó a tomar un camino alternativo, y este camino le llevó a casa unos minutos más rápido de lo normal.

Hoy, ¿tomarás la Avenida principal, que sabés que suele ser la mejor ruta, o el camino alternativo porque funcionó muy bien ayer?

Los resultados de este estudio sugieren que muchas veces tomaremos la ruta que funcionó ayer e ignoraremos la evidencia de lo que normalmente funciona mejor.

«Existe esta tensión entre hacer lo que debe hacer, al menos desde una perspectiva estadística, versus hacer lo que funcionó bien recientemente,» dijo Krajbich.

En el estudio, los participantes jugaron un simple juego de computadora en el que notar y explotar patrones podría hacerles ganar más dinero. Los investigadores rastrearon los movimientos del mouse de su computadora para averiguar si detectaban esos patrones.

Por ejemplo, los participantes elegirían uno de dos símbolos en la mitad superior de la pantalla: uno en la parte superior izquierda y otro en la parte superior derecha. Luego, moverían el cursor a la mitad inferior de la pantalla y aparecería un símbolo en la parte inferior derecha o inferior izquierda. Hacían clic en eso para ver su recompensa.

Los participantes repitieron este juego docenas de veces. Los investigadores pudieron determinar si los participantes aprendieron el patrón entre lo que eligieron en la parte superior y lo que obtuvieron en la parte inferior (por ejemplo, elegir el símbolo superior izquierdo generalmente condujo al símbolo inferior derecho con la mayor recompensa) observando los movimientos del mouse .

«Descubrimos que casi todos, 56 de los 57 participantes, aprendieron el patrón. Eso no fue un problema para nuestros participantes.»

Pero los investigadores diseñaron parte del estudio para que el patrón que generalmente conducía a la mayor recompensa no funcionara entre el 10 y el 40 por ciento de las veces.

Entonces la pregunta era: después de una de las pruebas en las que el patrón que generalmente conducía a la mayor recompensa no funcionaba, ¿qué harían los participantes? ¿Se apegarían al patrón o elegirían otra cosa?

Los resultados mostraron que los participantes siguieron el plan que les dio la mejor oportunidad de éxito (el que seguía el patrón que funcionó al menos 6 de cada 10 veces) solo alrededor del 20% del tiempo.

En otras partes del estudio, el patrón que produjo la mayor recompensa siempre funcionó de la misma manera. Aquí, donde el patrón era consistente, los participantes lo seguían aproximadamente el doble de veces que en los otros casos: aproximadamente el 40% del tiempo.

¿Por qué las personas no siguen la mejor estrategia con más frecuencia? Si bien la respuesta a eso está más allá del alcance de este estudio, Krajbich dijo que probablemente se necesita mucha energía mental y planificación para tomar siempre decisiones basadas en su conocimiento del medio ambiente.

Y las recompensas de seguir la mejor estrategia no siempre son obvias, especialmente si seguir esa estrategia aumenta su éxito en solo un pequeño porcentaje, dijo. Esta tensión entre el uso de una estrategia basada en estadísticas versus ir con el «instinto» surge mucho en los deportes. La decisión que tiene la mejor oportunidad de tener éxito estadísticamente a menudo es solo un poco más exitosa que la otra opción.

«Puede ser difícil juzgar si tomaste una buena o mala decisión basada solo en el resultado. Podemos tomar una buena decisión y simplemente tener mala suerte y tener un mal resultado. O podemos tomar una mala decisión y tener suerte y obtener un buen resultado,» dijo Krajbich.

En esas situaciones, es fácil para las personas dejar de ser disciplinados y simplemente elegir cualquier decisión que les haya otorgado recompensas más recientemente.

La lección de este estudio, dijo Krajbich, es que las personas a menudo aprenden lo que funciona mejor. «Solo tienen que poner ese conocimiento en práctica,»

Referencia bibliográfica:

Konovalov, A., & Krajbich, I. (2020). Mouse tracking reveals structure knowledge in the absence of model-based choice. Nature Communications, 11(1), 1893. https://doi.org/10.1038/s41467-020-15696-w

Fuente: Science Daily

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