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Publicaciones por mes

octubre 2021

41 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Qué es la conducta?

  • Alejandra Alonso
  • 29/10/2021
silhouette photography of jump shot of two persons

Continuando con los artículos sobre análisis de conducta aplicado, hoy se presenta la definición de conducta y otros términos asociados, como clases de respuesta, respuesta topográfica, análisis funcional y repertorio conductual.

En ABA se considera conducta toda actividad de los organismos vivos. Es decir, todo lo que hacemos, cómo nos movemos pero también lo que decimos, pensamos y sentimos.

Sin embargo, si consideramos que la forma en que una disciplina define su objeto de estudio influye en la elección de métodos apropiados y posibles de medición, experimentación y análisis teórico usados, es necesaria una definición más precisa.

En general, la definición que se acepta como la más completa y precisa es la realizada por Johnston y Pennypacker: “La conducta es la porción de la interacción de un organismo con el ambiente, que involucra movimientos de alguna parte del organismo.”

Los ya nombrados autores dividen y explican cada parte de la definición de la siguiente manera:

  1. “(…) de un organismo”: Se enfatiza porque restringe el objeto de estudio a la actividad de organismos vivos. De esta manera, el “comportamiento de la bolsa de valores”, por ejemplo, queda fuera del uso científico del término ‘conducta’.
  2. “(…)la interacción de un organismo con su ambiente”: Con esta frase se evita implicar que la conducta es una posesión de los organismos, ya que resalta la necesidad de una interacción. La conducta solo sucede cuando hay una interacción del organismo con su alrededor (lo que incluye a su propio cuerpo). De esta manera, se considera que los estados independientes del organismo (hipotéticos o imaginados) no son eventos conductuales. Sentir hambre o estar nerviosa, por ejemplo, son frases que no especifican un agente ambiental con el que el organismo interactúe, por lo tanto no se pueden entender como conducta. Las frases utilizadas como ejemplo, son estados que suelen confundirse con el comportamiento que quieren explicar.
    Sucede lo mismo con cambios independientes en el ambiente, una persona puede mojarse con la lluvia, pero “estar mojado” no es conducta porque no se especifica una interacción. Estar mojado implica cambios en el ambiente pero no necesariamente sugiere o requiere cambios en el organismo.
    Este punto también excluye movimientos corporales producidos por fuerzas físicas independientes, como ser llevado por una ola en la playa (objetos sin vida pueden moverse de forma similar).
  3. “(…) movimientos de alguna parte del organismo”: Para poder observarse, una respuesta tiene que tener un efecto en el ambiente (es decir sobre un observador o sobre un instrumento, que a su vez afecte a un observador). Esto es cierto tanto al contraer un pequeño grupo de músculos para hacer bolitas de papel como al utilizar diferentes músculos para mover la palanca de cambios de un auto manual. Sin embargo, la conducta también involucra los movimientos de partes del cuerpo que no pueden ser observadas por otros (dentro de la piel). Por ejemplo, cambiar la atención de un instrumento a otro al escuchar música.

Clases de respuesta

Muchas veces se utiliza la palabra “conducta” para hacer referencia a clases de respuesta que comparten determinada función (por ejemplo, la conducta de escribir).

La definición técnica de la palabra respuesta es “acción del efector de un organismo”. Un efector es un órgano situado al final de un nervio eferente que se especializa en alterar el ambiente mecánicamente, químicamente o en términos de cambios en la energía (Michael, 2008, citado en Cooper, Heron y Heward, 2019).

En los humanos los efectores incluyen:

  • Músculos estriados (por ejemplo, biceps).
  • Músculos blandos (por ejemplo, el estómago).
  • Glándulas (por ejemplo, la glándula pituitaria).

Una clase de respuestas es un grupo de respuestas que tienen la misma función; es decir, cada respuesta que conforma el grupo, tiene el mismo efecto en el ambiente. Algunas pueden tener formas muy variadas (por ejemplo, pedir que hagas algo que me sorprenda), mientras que la variación topográfica de otras es muy limitada (por ejemplo, la firma de una persona).

Respuesta topográfica

La conducta también puede describirse por su forma (respuesta topográfica). Por ejemplo, los movimientos de las manos para lavárnoslas pueden ser descriptos por sus elementos topográficos.

Análisis funcional

Aunque utilizar descripciones topográficas a veces puede ser útil, en análisis de conducta se utiliza el análisis funcional de los efectos de la conducta en el ambiente.

Es de mayor utilidad ya que, como explicábamos antes, respuestas con diferentes topografías pueden tener la misma función. Pero también es más útil porque dos respuestas con igual topografía pueden ser conductas completamente diferentes dependiendo de las variables que las controlen. Por ejemplo, no será lo mismo ver las letras b-o-m-b-a en un cuento acompañadas de signos de admiración y leer en voz alta “¡bomba!”, que gritar “¡bomba!” estando dentro de un avión que está a punto de despegar.

Repertorio

Los analistas de conducta utilizan el término repertorio en al menos dos formas:

  • Refiriéndose a todas las conductas que una persona puede hacer.
  • Refiriéndose a la colección de conocimiento y habilidades relevantes para una tarea en particular (este último suele ser el uso más frecuente). Por ejemplo, repertorio de conductas que tiene un individuo para momentos recreativos.

Referencia: Cooper, J. O., Heron, T. E., & Heward, W. L. (2019). Applied Behavior Analysis (3rd Edition, Global edition). Pearson.

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Cómo afectan las migrañas al ciclo del sueño?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 29/10/2021

¿La mala calidad del sueño causa migrañas? ¿O las migrañas causan un descanso (sueño) de mala calidad? Según los resultados de un metaanálisis reciente, los adultos y niños con migraña pueden tener un tiempo de sueño REM de menor calidad en comparación con las personas que no tienen migrañas. Además, los niños que sufren migrañas duermen menos tiempo total que sus pares sin esta afección, pero tardan menos en conciliar el sueño (Stanyer et al., 2021).

Los hallazgos de esta investigación son importantes porque permiten brindar mejor apoyo a las personas con migrañas y tratamientos del sueño más efectivos.

Qué metodología usaron

Los investigadores analizaron 32 estudios que involucraron a 10.243 personas. Los participantes completaron un cuestionario para calificar su propia calidad de sueño. También se les preguntó sobre sus hábitos de sueño, incluido el tiempo que tardan en conciliarlo, el tiempo total de sueño y el uso de ayudas para dormir. Las puntuaciones más altas indicaronn una peor calidad del sueño.

Para muchos de los estudios, las personas participaron en un laboratorio de sueño durante la noche; este método se utiliza para diagnosticar los trastornos del sueño mediante el registro de las ondas cerebrales, el nivel de oxígeno en la sangre, la frecuencia cardíaca y el movimiento de los ojos.

Qué encontraron

Los adultos con migrañas en general tenían puntajes promedio más altos en el cuestionario que las personas sin migrañas, con una diferencia moderada debido a las migrañas. La diferencia fue aún mayor en personas con migrañas crónicas.

Cuando los investigadores observaron los estudios del sueño, encontraron que los adultos y los niños con migrañas tenían menos sueño REM como porcentaje de su tiempo total de sueño en comparación con sus contrapartes saludables.

Al observar a los niños con migrañas, los investigadores encontraron que tenían menos tiempo total de sueño, más tiempo de vigilia y menos tiempo para el inicio del sueño comparados con los niños sin migrañas. Según los autores, es posible que los niños con migrañas se duerman más rápidamente porque pueden encontrarse privados de sueño.

Los hallazgos muestran el impacto que estos patrones podrían tener en la capacidad de una persona para dormir bien por la noche.

Cabe señalar que el metanálisis no prueba una relación causal entre el sueño y las migrañas. Una limitación importante es que no se tuvieron en cuenta los medicamentos que afectan los ciclos del sueño.

Referencia bibliográfica: Stanyer E. C., Creeney H., Nesbitt A. D., Holland P. R., Hoffmann J. (2021). Subjective Sleep Quality and Sleep Architecture in Patients With Migraine: A Meta-analysis. Neurology. DOI: 10.1212/WNL.0000000000012701

Fuente: Science Daily

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  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Cómo escribir un artículo científico: guía paso a paso para principiantes

  • David Aparicio
  • 28/10/2021

Escribir un artículo científico es un proyecto bastante desafiante e incluso abrumador. Para ayudarte en este proceso hemos traducido y adaptado el artículo Writing a scientific article: A step-by-step guide for beginners de F. Ecarnot , M.F. Seronde, R. Chopard, F. Schiele, N. Meneveau, publicado en la revista European Geriatric Medicine. Si bien es un artículo publicado en una revista de otra rama de la ciencia, su contenido es muy útil y aplicable en el campo de la psicología. El artículo incluye tablas y un mapa mental que preparamos en Psyciencia para que tu artículo tenga todo lo necesario para ser aprobado por la revista científica que lo envíes o en tu proyecto de investigación en la universidad.

El artículo fue traducido y editado por David Aparicio, Alejandra Alonso y María Fernanda Alonso. Agradecemos a Fabián Maero por enviarnos la versión original en inglés.

***

Cuando los autores invierten mucho tiempo, energía y, a menudo, dinero en su investigación, suelen involucrarse emocionalmente con su trabajo. Naturalmente están convencidos del valor de su investigación y su importancia para la comunidad científica. Sin embargo, puede ser difícil apartarse de la subjetividad que va de la mano con una participación profunda en el trabajo y pensar claramente sobre la mejor manera de presentarlo para que sea claro y comprensible, de modo que otros, probablemente personas no expertas en su campo, también puedan apreciar la importancia de sus hallazgos. 

Incluso hoy, el viejo adagio «publicar o perecer» sigue siendo válido. Muchos investigadores jóvenes se ven presionados para producir publicaciones científicas, con el fin de mejorar sus posibilidades profesionales, para justificar las solicitudes de financiación o como requisito para titulaciones universitarias como maestrías o tesis doctorales. A pesar de ello, a menudo los jóvenes doctores no tienen mucha formación (si es que la tienen) en el arte de escribir un artículo científico. Para los médicos, en particular, la carga de trabajo clínico puede ser tal que la investigación y la redacción científica se consideren actividades secundarias que no son una prioridad inmediata y a la que sólo pueden dedicar pequeñas cantidades de tiempo de forma irregular. Pero la competencia ya es bastante feroz entre todos los artículos de buena calidad que se envían a las revistas y, por lo tanto, es de suma importancia obtener los conceptos básicos correctos para que su artículo tenga la oportunidad de ser elegido. 

¿No crees que tu trabajo merece ser juzgado por su mérito científico, en lugar de ser rechazado por mala redacción o una presentación desordenada y confusa de los datos?

Con esto en mente, te presentamos aquí una guía paso a paso para escribir un artículo científico, que puede aplicarse a la gran mayoría de disciplinas científicas. Comenzaremos por delinear las secciones principales del artículo, y luego describiremos con mayor detalle los elementos más importantes que deben figurar en cada sección. Finalmente, también daremos algunas sugerencias para el resumen y el título del artículo. Esta guía tiene como objetivo ayudar a los investigadores jóvenes con poca experiencia en la redacción a crear un borrador de calidad, que luego se puede distribuir entre los coautores y supervisores principales para un mayor refinamiento, con el propósito final de lograr su publicación en una revista científica. Sin duda, no es exhaustivo, y se pueden encontrar muchos recursos excelentes en la literatura existente 1-7 y en línea 8.

Tabla de contenido

  • Primeros pasos: Lo que debes hacer antes de escribir el manuscrito
  • ¿Cuáles son las secciones principales de un artículo científico?
    • Introducción
    • Método
    • Resultados
    • Discusión
    • Resumen/Abstract
    • Título
    • Referencias
  • Conclusión

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Primeros pasos: Lo que debes hacer antes de escribir el manuscrito

Es necesario realizar una cierta cantidad de trabajo preparatorio antes de escribir su artículo. Por lo general, este trabajo de fondo ya debería haberse completado cuando estés en la etapa de redacción, porque también sirve como fondo para el proyecto de investigación sobre el que estás escribiendo. Todo el tiempo que inviertas en preparar el protocolo de tu proyecto es un avance en la redacción del artículo que saldrá de tu proyecto. Por lo tanto, probablemente ya realizaste una revisión extensa de la literatura para establecer el estado actual del conocimiento sobre el tema y asegurar la originalidad de tu investigación al desarrollar el protocolo y esto puede servir para tu artículo. Es útil, cuando revisas la literatura, tomar notas de los puntos o frases importantes que quieres incluir en tu artículo con las referencias relevantes. Una aplicación para administrar referencias puede ser útil debido al gran volumen de referencias que probablemente tendrás que revisar antes de seleccionar los puntos más importantes (ya sean versiones gratuitas o productos disponibles comercialmente, como Paperpile, Mendeley, etc.).

Por lo general, también tendrás los resultados finales del análisis estadístico de tus datos. Esto formará la base de tu sección de resultados. Algunas de las representaciones gráficas de tus resultados servirán como figuras para el artículo, por lo que es útil resaltar los hallazgos más importantes a medida que los lees para no olvidar nada importante.

Antes de comenzar a escribir, debes identificar la revista de destino en la que deseas enviar tu investigación. Esto tendrá consecuencias para el formato, pero más importante aún, para la orientación de tu estilo de escritura, ya que la escritura debe ser apropiada para el tipo de lector al que te diriges. Por ejemplo, ¿te diriges a una revista especializada, donde se espera que los lectores sean expertos en el campo, o a una revista de medicina general, donde los lectores pueden ser expertos de otras disciplinas? Esto tendrá implicaciones para la cantidad y el tipo de información que debes incluir. Además, también debes tener en cuenta la política editorial de la revista de destino. Por ejemplo, en un área determinada de especialización, algunas revistas favorecen los artículos que informan sobre la investigación básica, mientras que otras revistas dan prioridad al trabajo más clínico. La elección de la revista de destino depende de una variedad de factores, que están más allá del alcance de este artículo. Sin embargo, como mínimo, debes verificar que tu artículo se encuentre dentro del alcance de la revista que has elegido.

¿Cuáles son las secciones principales de un artículo científico?

La gran mayoría de las revistas científicas siguen el formato denominado IMRAD, es decir, introducción, método, resultados y discusión. Naturalmente, existen algunas excepciones a esta regla, y siempre debes verificar las instrucciones de la revista para los autores, de forma que puedas asegurarte que este sea realmente el formato recomendado. Para los propósitos de esta guía, solo discutiremos el formato IMRAD, ya que es el más utilizado.

Por lo tanto, el artículo debe contener (en este orden) una introducción, una sección de métodos, una sección de resultados y una discusión. A esto se sumará el resumen, que es un breve comentario de estas secciones principales y, por supuesto, el título. Al final, debe haber una lista de referencias bibliográficas, las tablas y las leyendas de las figuras. Por último, también puede haber algunas otras secciones opcionales, como agradecimientos, conflictos de intereses o contribuciones de los autores.

A continuación, analizaremos cada una de estas secciones en detalle, describiendo los puntos principales a tener en cuenta al escribirlas.

Introducción

La introducción es de suma importancia para captar la atención del lector (Tabla 1). En particular, durante el proceso de revisión, la introducción debe «enganchar» al revisor, hacer que quiera leer más y hacerle pensar: “¿cómo es que nunca se me ocurrió esto?” En esta sección, explicarás por qué emprendiste este estudio, qué pretendías lograrl y cómo esto constituye una adición útil al cuerpo de evidencia existente sobre el tema. 

En términos concretos, conviene comenzar por explicar brevemente, utilizando referencias adecuadas, lo que ya se conoce sobre este tema. A continuación, debe reducir un poco el campo e identificar las áreas en las que todavía existe cierta incertidumbre, citando, cuando corresponda, los datos anteriores (y posiblemente contradictorios). Esto conducirá lógicamente a una descripción de un vacío explícito en el conocimiento que tu estudio espera llenar. Este es un elemento esencial para justificar la utilidad de tu trabajo. Habiendo explicado cómo el estudio va a aportar algo nuevo y útil, debes plantear claramente la hipótesis de trabajo, seguida de lo(s) objetivo(s) y, muy brevemente, la estrategia implementada para lograr estos objetivos (Tabla 1).

Tabla 1
Resumen de las principales características de la sección Introducción, con ejemplos

CaracterísticaEjemplo
Antecedentes que describen lo que se sabe sobre el temaEl tratamiento de exposición es la piedra angular del tratamiento de los trastornos de ansiedad
¿Qué no se sabe? ¿Qué elementos siguen siendo objeto de controversia? ¿Cuál es la brecha exacta en el conocimiento que tu estudio espera llenar? Cita cualquier dato existente, especialmente los datos contradictorios que indiquen incertidumbreSe desconoce si. . .Hasta la fecha, no ha sido probado. . .Ningún estudio hasta la fecha ha investigado el efecto de. . .Hay pocos datos para cuantificar. . .El efecto de. . . sobre. . . aún no está claro
Objetivo (hipótesis de trabajo)Hipotetizamos que la administración de. . . reduciría / aumentaría. . . en el contexto de. . .
Cita el parámetro exacto que planeas medirNuestro objetivo era identificar / evaluar / evaluar / investigar. . .
Cita el tipo de población o el contexto clínico A través de un estudio prospectivo, unicéntrico / multicéntrico, observacional / intervencionista. . . 

En segundo plano, las razones que te impulsaron a emprender el trabajo de investigación deben ser claras para el lector y estar justificadas por el estado del conocimiento científico con las referencias adecuadas. No es necesario citar todos los artículos de la literatura sobre el tema, basta con una cuidadosa selección de las publicaciones más pertinentes. Del mismo modo, no es necesario enunciar verdades universales que puedan parecer demasiado simplistas o eminentemente obvias. Sin embargo, debes intentar lograr un equilibrio adecuado entre información de fondo relevante y detalles excesivos. En este sentido, ten en cuenta el público objetivo al que te diriges. Esto dependerá del perfil de los lectores de la revista a la que pretendes enviar tu investigación, como se mencionó anteriormente. Si te diriges a una revista especializada, tu experiencia puede ser más detallada y técnica que si te diriges a una audiencia de no especialistas en el campo.

La introducción debe fluir lógicamente hacia la identificación de la brecha en el conocimiento que esperas llenar. Esta es tu oportunidad de expresar el valor agregado de tu estudio, o la nueva información que arrojan tus datos. ¿Tus resultados cambiarán la práctica clínica? ¿Ayudarán a la comunidad científica en general a avanzar hacia el consenso sobre un tema previamente controvertido al proporcionar evidencia sólida en una dirección u otra? Esta es tu oportunidad de hacer un buen argumento a favor de tu artículo, en los términos apropiados, por supuesto.

En la medida de lo posible, evita desviarte del tema en cuestión. Cada oración debe tener un propósito. Muchas revistas tienen un límite en la longitud de la introducción, con un número máximo de palabras o páginas permitidas, por lo que tendrás que mantenerte enfocado. Debes consultar detenidamente las instrucciones que la revista da a los autores para ver si hay alguna indicación con respecto a la extensión adecuada de la introducción. En ausencia de recomendaciones explícitas, se considera que la introducción debe tener alrededor de una página y media.

La introducción debe fluir lógicamente hacia la identificación de la brecha en el conocimiento que esperas llenar

La formulación del objetivo es de suma importancia y debes tomarte el tiempo para pensarlo detenidamente. El objetivo debe establecerse explícitamente y debe incluir el parámetro exacto que pretendes evaluar y por qué medios. El objetivo de tu estudio como se indica en el artículo es idéntico al objetivo formulado en tu protocolo de estudio (no lo olvides, ¡cada proyecto de investigación debe tener un protocolo escrito antes de comenzar!). Es útil elegir una formulación para tu objetivo y utilizar la misma en todo el artículo, es decir, en la introducción, los resultados, la discusión, el resumen e incluso parcialmente, en el título. No tengas miedo de parecer repetitivo, la repetición no es necesariamente algo malo en un artículo:  muestra al lector que sabes de los que estás hablando y usar los mismos términos evita cualquier confusión. 

Por último, unas palabras sobre el tiempo que le dedicarás a la introducción. Para muchos investigadores, el inglés no es su lengua materna y esta es una dificultad adicional en el proceso de escritura que debe superarse. Debes intentar aprovechar los recursos disponibles para ayudarte con la calidad de tu inglés escrito. Muchas instituciones grandes tienen traductores o escritores científicos que pueden traducir o corregir tu texto. Aquellos que no tienen la suerte de tener tales recursos a su disposición, deben buscar publicaciones importantes en revistas de buena calidad, para utilizar como ejemplos del formato deseado. En la Tabla 2 se dan indicaciones para el tiempo verbal que se utilizará en la introducción.

Tabla 2
Sugerencias para usar el tiempo verbal al escribir la sección de introducción.

ObjetivoTiempo verbal Ejemplo
Describir el estado actual del conocimiento.PresenteLa depresión es un trastorno común
Describir observaciones previamente publicadas por otrosPretérito perfectoSmith y col. mostraron que el tratamiento A redujo la tasa de muerte, mientras que el medicamento B no
Describir un proceso que comenzó en algún momento no especificado en el pasado y que aún no se ha completado.Pretérito perfecto compuestoVarios investigadores han investigado el efecto del fármaco A sobre esta enfermedad.
Para describir algo que aún no ha sucedidoPretérito perfecto compuestoAún no se ha determinado si. . .
Para formular la hipótesis PresentePlanteamos la hipótesis de que el fármaco A aumenta el riesgo de hemorragia
Para formular tu objetivoPretérito perfectoApuntamos a medir. . .

Método 

El objetivo de la sección de métodos es describir exactamente lo que hiciste en el estudio y cómo lo hiciste, con suficiente detalle para que cualquier lector con los mismos recursos a su disposición pueda reproducir el estudio. Debe haber un método descrito para cada resultado que incluyas en la sección de resultados, es decir, no puedes presentar los resultados de una prueba o análisis que no se mencionó en el método. Por el contrario, si los detalles de alguno o todos los procedimientos se han publicado previamente en otro lugar, será suficiente un breve resumen, acompañado de una referencia a la publicación relevante.

Debes comenzar especificando el diseño del estudio (prospectivo/retrospectivo, aleatorizado o no aleatorizado, doble ciego o abierto, controlado, cruzado, factorial…). Cualquier elección de metodología inusual para el diseño del estudio debe justificarse, ya sea mediante referencias o pautas apropiadas, o una explicación del contexto específico que requiera su enfoque particular. A continuación, seguirá la descripción de a quién o qué estudió, es decir, la población de estudio (animales, seres humanos, células…). Para la gran mayoría de los médicos y psicólogos la población de estudio comprenderá a sujetos humanos, por lo que se deben detallar las características de inclusión y exclusión. También debes describir los procedimientos para identificar a los pacientes elegibles (consultas, nuevas admisiones, rondas diarias, reuniones de personal, reuniones de revisión de casos, etc.).

Cabe señalar que para los estudios retrospectivos, los métodos deben comenzar con una descripción de la fuente de datos para el estudio, es decir, los criterios de inclusión y exclusión y el número final de registros de casos y/o pacientes seleccionados. Sin embargo, para estudios prospectivos, los métodos deben describir la inclusión y exclusión, pero el número final de pacientes incluidos se considera como resultado y, por lo tanto, debe indicarse en la sección de resultados y no en los métodos.

Después de describir la población de estudio, puedes proceder a describir todos los métodos utilizados para medir todos los parámetros principales registrados en tu estudio. Debes especificar los puntos finales primarios y secundarios, con los métodos utilizados para medirlos. Esto es absolutamente fundamental, ya que la elección del criterio de valoración principal es fundamental para el éxito del estudio. Es el único criterio que te permite sacar conclusiones formales sobre el resultado del estudio y, por lo tanto, deben ser seleccionados cuidadosamente. Nuevamente, este punto ya se habrá considerado en profundidad durante la fase de planificación. Esto resalta, una vez más, cómo la redacción de tu artículo se ve facilitada en gran medida por una discusión y una reflexión adecuadas en la etapa de planificación de tu proyecto de investigación.

Volviendo a los métodos, se debe detallar cada análisis, intervención, operación, cuestionario, técnica de imagen, etc., cuando sea necesario, proporcionando los detalles del fabricante (nombre del fabricante, ciudad y país de la empresa) para cualquier equipo o pruebas específicas utilizados. Se pueden usar oraciones cortas para explicar por qué se tomó cada medición. Los subtítulos también pueden ser útiles para separar la sección de métodos en subsecciones relevantes, por ejemplo, datos demográficos y  tratamiento.

El objetivo de la sección de método es describir exactamente lo que hiciste en el estudio y cómo lo hiciste

Se debe incluir una breve nota sobre las consideraciones éticas en la sección de métodos, indicando brevemente que se obtuvo la aprobación del comité de ética para el estudio (o si no, explique por qué). También debe confirmar que se obtuvo el consentimiento informado por escrito de todos los sujetos, o de sus familiares más cercanos, o sustituto (tutor o curador), cuando corresponda. En el caso de ensayos clínicos aleatorizados, también es aconsejable indicar que el estudio se ha registrado en una base de datos de ensayos clínicos aprobada (por ejemplo, www.clinicaltrials.gov), citando el número de registro. La mayoría de las revistas solicitan que se especifique el nombre del comité de ética y la fecha de aprobación, y algunas incluso pueden requerir que se proporcione el número de expediente. También puede haber distintas recomendaciones sobre dónde incluir toda esta información. Nuevamente, consulta las instrucciones para los autores de la revista de destino para obtener orientación.

Finalmente, el último párrafo de la sección de métodos debe detallar el análisis estadístico. Las declaraciones estándar sobre la presentación de los datos deben ser lo primero; por ejemplo, los datos cuantitativos distribuidos normalmente se presentan como media desviación estándar o mediana rango intercuartílico para datos distribuidos normalmente y los datos cualitativos como número (porcentaje). Luego, se deben enumerar los enfoques estadísticos específicos utilizados: qué prueba para qué tipo de variable; tipo de análisis multivariado y las variables incluidas en él; enfoque utilizado para el análisis de supervivencia. La justificación del tamaño de la muestra se puede incluir aquí, indicando la hipótesis de trabajo para la frecuencia del resultado y su varianza, la diferencia que esperas observar y los riesgos alfa y beta utilizados para sus cálculos. 

También se debe incluir el nivel de significancia para los análisis, así como el software utilizado. Cualquier análisis de subgrupos planificado debe detallarse en este párrafo a fin de evitar posibles críticas sobre estudios post hoc en subgrupos no predefinidos. Debe recordarse que los análisis de subgrupos planificados tienen un impacto en el cálculo del tamaño de la muestra, y el uso de análisis múltiples puede requerir la corrección de Bonferroni para garantizar que el riesgo alfa no se infle. Estas consideraciones —nuevamente, habiendo sido elaboradas previamente durante el desarrollo del proyecto— deben ser detalladas en la sección de análisis estadístico.

Si estás debidamente cualificado en metodología y estadística, esta sección no supondrá ningún problema. Si no te sientes cómodo con las estadísticas, tu proyecto sin duda habrá contado con el apoyo metodológico de un metodólogo y/o estadístico calificado, por lo que puedes solicitar su contribución para esta sección del manuscrito con el fin de garantizar la precisión y exhaustividad.

En la Tabla 3 se ofrece una lista sugerida de elementos que se cubrirán en la sección de métodos para estudios retrospectivos y prospectivos.

Tabla 3
Lista sugerida de elementos que se incluirán en la sección de métodos para estudios retrospectivos y prospectivos.

Estudio retrospectivoEstudio prospectivo
Sujetos 
Criterios de inclusión y de exclusión 
Consideraciones éticas (aprobación del comité ético, nombre del comité, fecha, número de archivo, consentimiento informado
Variable principal 
Criterios de valoración secundarios 
Análisis estadístico 
Datos registradosRegistro del estudio, si es una muestra aleatoria
Fuente (s) de los datos del estudio Cálculo del tamaño de la muestra
Subgrupos (si los hay)Procedimientos de aleatorización
Número de sujetos /muestrasIntervenciones

En cuanto al tiempo verbal que se utilizará para su escritura, los métodos deben describirse principalmente utilizando el tiempo pasado (pretérito), es decir, realizamos, registramos, medimos, probamos. 

Resultados 

El objetivo de la sección de resultados es describir lo que observaste, sin comentarios ni discusión. Ya no es necesario describir los métodos, esto se ha hecho en la sección de métodos. El lector recordará qué métodos se utilizaron sí lee atentamente la sección de métodos. También es innecesario comentar o interpretar palabras o frases como «sorprendentemente» o “es interesante notar que”. Generalmente se consideran fuera de lugar en la sección de resultados. Debe describir un resultado para cada método que se describió en la sección de métodos. Para que el documento sea más fácil de seguir y leer, es una buena práctica presentar los resultados en el mismo orden que los métodos. De manera similar, el uso de subtítulos (nuevamente, los mismos que se usaron en la sección de métodos), puede ayudar a dividir los resultados en secciones sencillas de seguir.

Un párrafo típico de resultados debe comenzar recordando el tipo de análisis (por ejemplo, «el análisis de QCA reveló que…»), luego detallar los resultados observados, refiriéndose a las tablas o figuras relevantes (por ejemplo, «el número de lesiones fue significativamente mayor en el grupo A en comparación con el grupo B»). En cuanto a los métodos, los resultados deben presentarse utilizando el tiempo pasado (pretérito perfecto): por ejemplo, «la creatinina sérica se correlacionó con la tasa de filtración glomerular».

El objetivo de la sección de resultados es describir lo que observaste, sin comentarios ni discusión

Al escribir la sección de resultados, muchos investigadores se preguntan si describir los resultados en el texto o utilizar una tabla o figura. Si bien no existen reglas estrictas para esto, en general, los resultados que se pueden describir fácilmente en una o dos líneas se pueden escribir en el texto. Deben utilizarse tablas para datos como las características iniciales, los resultados, los tratamientos, donde se describen las mismas variables para dos o más grupos. Las tablas también contienen generalmente los resultados más importantes y, por sí solas, deberían ser suficientes para darle al lector una idea clara de sus hallazgos. Las cifras son útiles en los casos en que los datos de origen son demasiado complejos para su presentación o no se pueden interpretar fácilmente. Las relaciones y tendencias son susceptibles de presentación gráfica en cifras. Es posible que haya un límite en el número total de ilustraciones (figuras y tablas), dependiendo de la revista donde desea publicar, así que nuevamente, consulta la guía antes de incluir demasiadas. Presta atención también de no incluir demasiadas ilustraciones, para que no pierdan el interés y, sobre todo, no repitas datos en el texto que ya aparecen en una tabla o figura.

Discusión

En la discusión debes interpretar y explicar la importancia de tus resultados y cómo encajan en el panorama más amplio de lo que ya se ha observado e informado sobre el mismo tema. 

La discusión debe comenzar con una breve recapitulación de los principales hallazgos del estudio, preferiblemente utilizando la misma formulación que la utilizada para el objetivo principal (en la introducción) y el criterio de valoración principal (en los métodos). A esto le puede seguir la interpretación de sus resultados. Sé cuidadoso. Debes interpretar los hallazgos y no solo repetir los resultados, pero tampoco debes sobreinterpretar. 

Debes presentar los hallazgos de manera objetiva; después de todo, este es un artículo científico, no una novela. Por ejemplo, si declaras en tus resultados que «después de la administración del fármaco X, 20 de cada 25 pacientes experimentaron hemorragia intracraneal», entonces no es exacto indicar en la discusión que «el 80% de los pacientes que reciben el fármaco X tiene hemorragia intracraneal”. Este es un cambio sutil en la interpretación que contradice los datos originales. Sería más exacto, por ejemplo, sugerir que «nuestros resultados indican que el fármaco X podría tener efectos adversos importantes».

Poner tus resultados en perspectiva con otros informes es una parte importante de la discusión. ¿Cómo se comparan sus resultados con otras investigaciones de la literatura? Si sus hallazgos son diferentes, ¿tiene alguna explicación plausible? ¿Cuáles son las posibles discrepancias en circunstancias, poblaciones o enfoques que pueden explicar por qué observó lo que observó? Cualquier hallazgo particularmente sorprendente o interesante debe discutirse y presentar posibles explicaciones. ¿Pueden extrapolarse sus hallazgos a otros contextos o poblaciones y, de no ser así, por qué no? Si se realizaron múltiples análisis o intervenciones, debe ir más allá de los resultados individuales para explicar cuál es la importancia general de los resultados cuando todas las pruebas o análisis se toman en conjunto.

Al hacer esto, naturalmente querrás describir lo que otros autores han informado en contextos similares, para compararlo con tus propios hallazgos. Recuerda, vale la pena ser diplomático al criticar el trabajo de los demás. En lugar de señalar las debilidades en el trabajo de otras personas, reformula tu argumento para presentar los puntos fuertes de su propio trabajo; la implicación será obvia, sin que tenga que criticar explícitamente las publicaciones de sus pares. Por ejemplo, en lugar de afirmar que «el estudio de Smith no tuvo suficiente potencia», puedes utilizar un tono más suave y una formulación más precavida, como «el estudio de Smith puede haber tenido poca potencia», o mejor aún , «nuestro estudio tuvo suficiente poder estadístico para detectar…”. En el contexto de una comparación directa, esto indicará implícitamente al lector que el estudio de Smith puede no haber tenido suficiente poder. Para los lectores cuya lengua materna no es el inglés, deben tener cuidado al parafrasear para no cambiar el énfasis de la oración. El orden en el que se mencionan los resultados o elementos de la discusión puede desviar sutilmente el énfasis del que originalmente pretendía el otro autor. Aquí nuevamente, una relectura cuidadosa por parte de los coautores y mentores senior, o miembros del departamento de publicaciones (si tienes uno), ayudará a evitar estos errores.

En la discusión debes interpretar y explicar la importancia de tus resultados y cómo encajan en el panorama más amplio de lo que ya se ha observado

¿Cuáles son los hallazgos novedosos de tu estudio? Resalta cómo tus hallazgos arrojan nueva evidencia o una nueva contribución al estado del conocimiento corroborará la importancia de tu artículo y su valor agregado para la literatura, en lugar de ser «solo otro artículo» sobre un “tema gastado”. En este sentido, puedes discutir si tu artículo ha logrado llenar el «vacío en el conocimiento» que justificaste en la introducción.

No tengas miedo de escribir un artículo que informe resultados negativos. Un estudio bien realizado que no arroja resultados positivos es siempre una contribución útil al conjunto actual de evidencia, y puedes discutir adecuadamente cuáles podrían ser las repercusiones de esto. Por ejemplo, puede servir para avanzar en el conocimiento en el campo cuestionando ideas ampliamente difundidas, o desafiando hallazgos previos, o reforzando un pequeño cuerpo de datos conflictivos que anteriormente pueden haber sido considerados simplemente «anecdóticos». Siempre que tu estudio haya sido bien diseñado y realizado de manera apropiada, no hay razón para creer que tus hallazgos no son válidos, incluso si son negativos.

En términos prácticos, puedes indicar cómo es probable que tus resultados influyan en la práctica o en el estado de los conocimientos. Por ejemplo, ¿tus resultados influirán en la opinión general de una forma u otra? También puedes indicar las posibles vías de investigación futura, en particular las nuevas hipótesis que puedan haber sido generadas por las observaciones de tus objetivos secundarios. Finalmente, es útil un breve párrafo que describa las fortalezas y limitaciones de tu estudio. En particular, enumerar sus limitaciones tiene varias ventajas. En primer lugar, les permite a los revisores ver que usted es consciente de sus propias deficiencias y, en segundo lugar, les brinda la oportunidad de defenderse sobre estos puntos y explicar por qué la supuesta limitación puede no ser tan negativa después de todo.

Resumen/Abstract

Este apartado es un breve resumen del artículo en algunas secciones (generalmente antecedentes, métodos, resultados, conclusión). Se utiliza con fines de referencia en bases de datos bibliográficas en línea (como PubMed) y, por lo tanto, debe formar una unidad independiente que sea comprensible como texto independiente, sin necesidad de consultar el texto completo. También suele ser el primer elemento que verá un revisor potencial cuando se le invite a examinar tu artículo para su publicación en una revista. Por lo tanto, es de suma importancia que el resumen sea conciso, pero informativo y atractivo, para brindar al lector potencial un anticipo de la información principal e incitar el deseo de leer el artículo completo. Es la herramienta de marketing por excelencia para tu trabajo, por lo que merece la pena dedicarle un tiempo y una reflexión especial a su elaboración.

 Es de suma importancia que el resumen sea conciso, pero informativo y atractivo

Hay algunos puntos principales que debes recordar para la preparación del resumen, pero el espacio es limitado, por lo que debe ser breve. Las principales sugerencias para este apartado se describen en la Tabla 4. Si has dedicado suficiente tiempo y pensamiento a preparar tu proyecto y escribir el artículo resultante, la redacción del resumen no debe llevar mucho tiempo. Encontrarás fácilmente una oración o dos en la introducción que se pueden reutilizar en el resumen (tal vez con un poco de acortamiento necesario). Del mismo modo, los resultados se copiarán y pegarán principalmente desde la sección de resultados del artículo. La conclusión se puede formular como el principal mensaje de tu trabajo. De hecho, la parte más difícil del resumen a menudo es acortarlo lo suficiente para que se ajuste al límite de palabras de la revista de destino.

Tabla 4

Puntos principales a tener en cuenta a la hora de redactar el resumen.

SeccionesNotas
Antecedentes Breve recordatorio del contexto y una breve declaración del objetivo principal. Debe ser breve y al grano. Generalmente, dos o tres oraciones son suficientesIdentifique  la brecha en el conocimiento que espera llenar.  
Métodos Deben describirse los principales métodos:Los principales criterios de inclusión para definir la poblaciónDefinir los grupos de estudio, si los hayDescribe (muy brevemente) las principales intervenciones o tratamientos Indica el criterio de valoración principalNo tendrás espacio para explicar todos los métodos con gran detalle, por lo que debes atenerse a los criterios de definición generales (p. Ej., Pacientes adultos con historia de depresión)
Resultados Enumera los resultados principales, con medias, razones de posibilidades, valores, etc. para cada grupo. Enumera primero el resultado del criterio de valoración principal, seguido de los resultados secundariosAsegúrate de haber dado un resultado para cada método que mencionó en la sección de métodosDebe haber suficientes detalles para respaldar su conclusión.
Conclusión Una conclusión de una línea que resuma tu hallazgo principal es suficiente, quizás con una oración corta con las implicaciones para la investigación futura, si tiene suficiente espacio.La conclusión debe estar directamente relacionada con el objetivo principal y el criterio de valoración.
Referencias No debe haber referencias en un resumen. 
Discusión No debe haber discusión ni declaraciones de juicio en el resumen (es decir, comentarios como «sorprendentemente observamos…») 
Figuras No debe haber figuras, tablas u otras ilustraciones en un resumen.

Título 

Por último, pero no menos importante, está el título de su artículo. El título debe contener palabras clave para reflejar los principales problemas del artículo. También debe despertar el interés del lector potencial e incitar en él el deseo de leer tu trabajo en su totalidad. Recuerda que las personas que buscan publicaciones sobre un tema en particular generalmente usarán PubMed/Medline u otros repositorios en línea y, por lo tanto, tu título debe contener los términos y palabras clave principales para que pueda identificarse fácilmente a través de PubMed. Si el título está mal formulado, tu trabajo no será fácilmente identificable y nunca se incluirá en los resultados de búsqueda de otras personas y, en consecuencia, tu artículo nunca será citado por otros, ya que no lo encontraron o no lo leyeron. Una vez que el título se identifica y se enumera entre docenas o cientos de otros artículos sobre el mismo tema, debes distinguirte especificando cómo tu artículo contribuye a la literatura o llena un vacío en el conocimiento.

Esto puede parecer una tarea difícil para un simple título, pero no es tan difícil como parece. En la Tabla 5 se dan algunas sugerencias para formular el título. Debes buscar inspiración en los títulos de los artículos en revistas médicas de gran reputación (tanto las revistas de medicina general como las revistas especializadas más citadas en su campo) y ejemplos de lo que constituye un título eficaz. Ten en cuenta que la revista de destino puede tener un límite (en términos de número de palabras o caracteres) en la longitud del título. Aquí nuevamente, mantenerlo corto es más difícil que crear un título de 4 líneas.

Tabla 5.
Los principales elementos a incluir en un título exitoso.

IndicadorEjemplo
Cita los principales factores estudiadosIndica el nombre del medicamento o intervención.
Cita la población / contexto clínico estudiadoEn infarto agudo de miocardio / embolia pulmonar de riesgo intermedio / shock séptico en fase temprana
Cita el diseñoEnsayo / registro / estudio de cohortes / estudio de casos y controles aleatorizado, doble ciego y controlado
Cita el hallazgo principalAumenta / reduce / previene. . .
Escribe el aspecto más importante primeroSi el foco está en la intervención, porque esto es lo que distingue a su artículo de los demás, comience el título con el nombre de la intervención.
Evita formulaciones imprecisas que no tengan un propósito específicoEvite términos como «un informe de. . . «» O «los efectos de. . . ’’. Si hay efectos, ¡indique cuáles son!
Usa denominaciones comunes internacionales para los nombres de medicamentosClopidogrel, ticagrelor, prasugrel. . .Deben evitarse los nombres comerciales. Indican propiedad (de la empresa farmacéutica) y pueden interpretarse como una preferencia indirecta por una empresa en particular. Además, no siempre son iguales en diferentes países.
Los subtítulos deben usarse con moderaciónReserve subtítulos para los nombres de los grupos de estudio. Es posible que se apliquen recomendaciones específicas, según la revista de destino.

Referencias

La sección de referencias enumera todas las fuentes que has utilizado como base para preparar tu hipótesis y construir tu investigación. Es tu responsabilidad ética y profesional documentar tu trabajo de manera adecuada y brindar total transparencia en la identificación de las fuentes. También es imperativo citar las fuentes en las que se basan tus hipótesis, para demostrar que de hecho son sólidas. Las referencias respaldan tu trabajo y lo colocan en el contexto de otros estudios sobre el mismo tema, al mismo tiempo que brindan orientación a los lectores que deseen ahondar el tema.

A muchos investigadores jóvenes les resulta difícil juzgar cuándo es necesario citar una referencia. Básicamente, cualquier idea o hecho que emane de otra fuente (que no seas tú mismo) debe estar respaldado por una referencia. Sin embargo, no es necesario hacer referencia a verdades o hechos universales que están ampliamente establecidos (por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares son muy comunes o el cáncer es una de las principales causas de muerte). Sin embargo, es necesario hacer referencia a ideas o, más particularmente, a frases o nombres que fueron acuñados por otra persona (p. ej., pacientes con el «signo de McConnell»: el artículo de McConnell que describe el signo debe citarse aquí. O bien, los pacientes fueron clasificados de acuerdo con los criterios de la BARC; aquí debe citarse el documento que describe los criterios de la BARC).

Al citar referencias, además de artículos específicos que dan su nombre a un signo o sistema de clasificación como en los ejemplos anteriores, debes dar prioridad a los artículos publicados en revistas revisadas por pares en idioma inglés. También es aceptable citar secciones de libros publicados, pero debes ser muy específico y enumerar los nombres y títulos exactos del capítulo en cuestión, con los números de página y los nombres de los autores y/o editores del libro, con sus detalles de publicación.

Siempre que sea posible, deben evitarse los sitios de Internet, al igual que las comunicaciones personales y los datos no publicados. Si tiene varias referencias posibles, es posible que prefiera elegir la más reciente o la publicada en la revista fuente más confiable y reputada. Trate de dar prioridad a los artículos de investigación originales, en lugar de a las reseñas. Si deseas citar una idea de un artículo donde los autores ya citan otra fuente para la misma idea, entonces debes regresar al artículo original y verificar la exactitud de lo que está citando, luego cita a los autores originales, no al artículo intermedio. Es tu responsabilidad garantizar la precisión de todas las referencias que cita, y depende de usted proporcionar suficientes detalles para que un posible lector pueda encontrar ese documento. Debes verificar la exactitud de cada referencia, incluso aquellas que hayas tomado de otros artículos publicados. No es el trabajo de la revista de destino elegida formatear las referencias o verificar su exactitud.

En cuanto al formato, el estilo en el que se deben presentar las referencias variará de acuerdo con la revista de destino para su envío. Debes seguir las instrucciones de la revista en este punto,ya que corres el riesgo de que tu artículo sea rechazado si no sigues las pautas de estilo. El trabajo de recopilar, almacenar y formatear referencias se ha facilitado considerablemente con la llegada de aplicaciones de gestión bibliográfica, del cual existen muchas versiones y tipos diferentes, tanto gratuitos como comerciales (de pago). Si tienes dicha aplicación a tu disposición, utilízalo. Al preparar el protocolo de estudio y la introducción del artículo, debes tomar nota de las referencias útiles sobre la marcha, anotando la frase o ideas que deseas conservar, con los detalles exactos de la referencia al lado. Puedes pensar que recordarás dónde viste tal o cual hallazgo, pero cuando hayas leído docenas de artículos, tu memoria puede comenzar a fallar y puedes perder una cantidad significativa de tiempo leyendo todo nuevamente para encontrar una referencia.

Conclusión

En general, aunque escribir un artículo desde cero puede parecer una tarea abrumadora para muchos investigadores jóvenes, el proceso se puede facilitar en gran medida con un buen trabajo preliminar al preparar el proyecto de investigación y un enfoque sistemático de la redacción, siguiendo estas sencillas pautas para cada sección. Vale la pena el esfuerzo de tomarse el tiempo suficiente para preparar adecuadamente el artículo, porque verlo en una publicación es una recompensa muy gratificante. Después de todo, compartir tu conocimiento en beneficio de otros, contribuir al cuerpo de evidencia sobre un tema específico y capitalizar tu investigación con publicaciones impresas son componentes que contribuirán al éxito de tu carrera. Así que saca tu bolígrafo y empieza a escribir: ¡es lo que tu trabajo merece!

Referencias

  • Pierson DJ. The top 10 reasons why manuscripts are not accepted for publica- tion. Respir Care 2004;49:1246–52.
  • Guyatt GH, Brian Haynes R. Preparing reports for publication and responding to reviewers’ comments. J Clin Epidemiol 2006;59:900–6.
  • Keen A. Writing for publication: pressures, barriers and support strategies. Nurse Educ Today 2007;27:382–8.
  • Powell K. Publish like a pro. Nature 2010;467:873–5.
  • Driscoll J, Aquilina R. Writing for publication: a pratical six-step approach. Int J Orthop Trauma Nurs 2011;15:41–8.
  • El-Serag HB. Writing and publishing scientific papers. Gastroenterology 2012;142:197–200.
  • Whitehouse S. How to write for publication in medical journals. Transl Res 2013;162:270–3.
  • Writing for books and journals;https://www.publishingcampus.elsevier.com/
  • pages/14/Colleges/College-of-Skill-training/Writing-for-books-and-journals. html.

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  • Artículos Recomendados de la Web

¿Revela la escritura rasgos de la personalidad?

  • David Aparicio
  • 26/10/2021
white ruled paper

Petra Halder-Sinn para Investigación y Ciencia:

Numerosos estudios, en su mayoría empíricos, no han hallado ninguna relación estadística válida entre los rasgos de personalidad y las características de la escritura. De hecho, incluso la influencia del estrés o la tensión emocional sobre forma de escribir resulta mínima. Como mucho provocan que la letra sea menos legible, pues el manejo del bolígrafo es más rápido de lo habitual. Asimismo, los pocos trabajos que han encontrado una correlación entre la escritura y la personalidad suelen basarse en efectos estadísticos débiles. Como ejemplo, volvamos a Trump: probablemente usted conozca a personas muy seguras de sí mismas, quienes no necesariamente firman con letras grandes.

Muchas de las afirmaciones realizadas por grafólogos resultan de dudosa credibilidad. Así, hay quien asegura que un empresario puede conocer si una aspirante a un puesto de trabajo está embarazada o no, mediante unas cuantas frases escritas a mano. De acuerdo con los llamados expertos, la clave se hallaría en la anchura del bucle de la letra «g».

Hace unos años publicamos un completo análisis sobre la validez de la grafología que va de la mano con lo que dice el artículo de Investigación y Ciencia.

Lee el artículo completo en Investigación y Ciencia.

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  • Webinars

Derribando los mitos del ABA: Conversatorio con expertas en análisis conductual aplicado

  • David Aparicio
  • 26/10/2021

Los tratamientos basados en ABA son el gold standard para el abordaje del autismo desde hace décadas. Las intervenciones basadas en sus principios se utilizan ya sea por medio de modelos comprehensivos (PRT, ESDM, Conducta Verbal, etc.) o a partir de procedimientos específicos, como parte de intervenciones focalizadas, utilizando por ejemplo estrategias de enseñanza naturalistas, entrenamiento en habilidades conductuales, moldeamiento, etc.        

Sin embargo, a pesar de la robusta evidencia que estas intervenciones y modelos poseen, en los últimos años se han ido afianzando una serie de creencias erróneas y mitos en torno a sus aplicaciones. Dejamos, para aquellos interesados, dos artículos más aquí y aquí sobre mitos. Entre los mismos, aunque esta lista no es exhaustiva, podemos mencionar: 

  • Los terapeutas ABA son fríos 
  • Utilizan castigos como formas de enseñanza 
  • Enseñan como a los animales 
  • No trabajan todo lo que es importante para el niño y sólo se centran en los problemas de conducta 
  • Las personas con autismo que reciben ABA desarrollan TEPT, ansiedad o depresión 
  • Todos los autistas adultos rechazan ABA 
  • El alumno/a pierde la motivación y deja de responder en otros contextos ya que solo responde si hay un reforzador a cambio.
  • Los alumnos no generalizan las habilidades. 
  • Solo responden en el contexto de intervención con la terapeuta.
  • Que se soborna a las personas para que realicen determinados comportamientos. 

En Psyciencia hemos abordado los mitos y se han respondido de manera explícita cuestiones como las mencionadas. A pesar de eso y como sucede en la reproducción de otro tipo de creencias erróneas, pareciera que por cada respuesta apoyada en evidencia científica, apareciera un nuevo mito. Esto tiene un impacto directo en los usuarios de los servicios basados en ABA, ya que si las familias o adultos con TEA que buscan modelos ABA leen y/o escuchan que produce TEPT, es poco probable que elijan esta línea de trabajo que la evidencia científica muestra que es eficaz. Especialmente, si los mitos son difundidos por especialistas de la medicina (pediatras, neurólogos y psiquiatras) o asociaciones, fundaciones e instituciones de referencia a las que se inscriben las familias con hijos e hijas con trastorno del espectro del autismo. 

Por estas razones te invitamos el conversatorio en el que se abordarán las características principales que identifican a ABA como modelos para el abordaje del autismo, los principales mitos en torno a él y cuáles son los objetivos en los que un especialista en análisis de conducta se centra a la hora de la enseñanza, entre otros. A su vez, se dará espacio para que los asistentes puedan indagar en aquellas dudas o miedos que posean en torno al análisis de la conducta, posibilitando un intercambio directo con los expositores, algo que no siempre es posible realizar. 

Expositoras 

  • Mercedes psicóloga analista de conducta certificada (BCBA ®) y analista de conducta internacional (IBATM.). Socia fundadora de Estudio ABA y Habla Educación. Miembro del Board de Profesionales de la IBAO ™.(Organización Internacional de Análisis de Conducta)
  • Marta psicóloga y analista de conducta certificada (BCBA®) y analista de conducta internacional (IBATM.). Socia fundadora de Estudio ABA y responsable del grupo de análisis de conducta del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental. Miembro del Board de Profesionales de la IBAO™. 
  • Goretti Galañena, psicóloga analista de conducta certificada (BCBA®) y analista de conducta internacional (IBATM.). Socia fundadora de Estudio ABA y ABAtxiki. Miembro del Board de Profesionales de la IBAO™ (Organización Internacional de Análisis de Conducta).
  • Eliana Pozzi: Analista de Conducta certificada (BCBA, LBA) y analista de conducta internacional (IBA). Miembro del Board de Profesionales de IBAO. Licenciada en Psicología (UCA). Master en Intervención ABA en Autismo (ABA España). Fundadora de ABA en casa.
  • Mauro Colombo: psicólogo, Master ABA en Autismo por ABA España. Codirector de Cetein. Codirector de Diplomatura en ABA en Trastornos del Neurodesarrollo, en la Universidad Abierta Interamericana. 

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El abuso y la negligencia en la infancia se vinculan con la muerte prematura en la edad adulta

  • Maria Fernanda Alonso
  • 26/10/2021

El informe de UNICEF Ocultos a plena luz recopila datos de 195 países y muestra cifras impactantes sobre la violencia sufrida por niñas y niños. Informan, por ejemplo, que cerca de 120 millones de niñas menores de 20 años en todo el mundo (alrededor de 1 de cada 10) han experimentado relaciones sexuales por la fuerza u otros actos sexuales forzados, y 1 de cada 3 niñas adolescentes de 15 a 19 años que estuvieron alguna vez casadas (84 millones) ha sido víctima de violencia emocional, física o sexual por parte del esposo o compañero. En Suiza, un estudio nacional de niñas y niños de 15 a 17 años realizado en 2009 encontró que el 22% y el 8%, respectivamente, habían sufrido al menos un incidente de violencia sexual con contacto físico. La forma más común de violencia sexual para ambos sexos fue la victimización a través de Internet.

Por otra parte, los datos indican que es mucho mayor el número de niños que sufren la violencia en forma de disciplina, por lo general en sus propios hogares y desde que son muy jóvenes. Como promedio, 6 de cada 10 niños del mundo (unos 1.000 millones) de 2 a 14 años de edad sufren de manera periódica castigos físicos (corporales) a manos de sus cuidadores. En la mayoría de los casos, los niños son objeto de una combinación de castigos físicos y agresiones psicológicas. En general, las formas más graves de castigo corporal, como los golpes en la cabeza, las orejas y el rostro, o los golpes fuertes y reiterados, son las menos frecuentes. Como promedio, esas formas de castigo afectan al 17% de los niños en 58 países. En otros 23 países, la aplicación de castigos físicos severos está generalizada, con más de uno de cada cinco niños afectada. En la mayoría de los países, los adultos que han recibido poca o ninguna educación tienden a creer en la necesidad del castigo físico en mayor medida que los que cuentan con educación escolar.

Un estudio reciente encontró que los niños que experimentan abuso sexual o físico o que sufrieron negligencia infantil tienen más probabilidades de morir prematuramente como adultos (Rogers et al., 2021).

Qué metodología usaron

El equipo de investigadores analizó los datos de 9310 personas nacidas en el año 1958, que forman parte del Estudio Nacional de Desarrollo Infantil de 1958, una investigación de cohorte de nacimiento representativo a nivel nacional en el Reino Unido.

Los investigadores examinaron los factores socioeconómicos y relacionados con la salud que podrían explicar por qué las personas que fueron abusadas o sufrieron negligencia y descuidos en la infancia, o que nacieron en desventaja económica, tenían más probabilidades de morir en la mediana edad. 

Qué encontraron

Como resultado, los investigadores encontraron que:

  • Los adultos que informaron haber experimentado abuso sexual a la edad de 16 años tenían un riesgo 2.6 veces mayor de morir en la mediana edad, es decir, entre los 45 y los 58 años, que aquellos que no informaron haber sufrido abuso sexual.
  • Aquellos que informaron haber sufrido abuso físico a los 16 años de edad tenían un riesgo 1,7 veces mayor de muerte prematura. 
  • Las personas que experimentaron negligencia (evaluada utilizando respuestas de cuestionarios recopilados de los padres y maestros de los encuestados durante su infancia) tenían un riesgo 1,4 veces mayor.

Los investigadores también analizaron el vínculo entre las desventajas socioeconómicas en la vida temprana y la muerte prematura. Descubrieron que aquellos que estaban en desventaja al nacer (es decir, los sujetos cuyo “trabajo de padre” estaba clasificado como trabajo manual no calificado) tenían un riesgo 1,9 veces mayor de mortalidad prematura que otros grupos socioeconómicos.

También descubrieron que fumar parecía ser especialmente importante para explicar la mortalidad entre los que sufrían abuso físico o negligencia y entre los que estaban en desventaja económica.

Sin embargo, ninguno de los factores examinados, que iban desde la salud mental hasta la obesidad y conductas de riesgo como el consumo ilegal de drogas y el alcoholismo, pareció explicar la mayor probabilidad de muerte prematura de las personas que experimentaron abuso sexual en la niñez.

La prevalencia de diferentes adversidades en la vida temprana entre los miembros de la cohorte incluidos en el estudio varió del 1,6% (abuso sexual) al 11% (abuso psicológico), con un 10% clasificado como socioeconómicamente desfavorecido en la vida temprana.

A los siete y 11 años de edad, la madre y el maestro de cada miembro de la cohorte respondieron preguntas de las cuales los investigadores pudieron deducir si mostraban signos de negligencia. Cuando los miembros de la cohorte tenían 45 años, se les preguntó si alguna vez habían experimentado abuso sexual, físico o psicológico o si habían presenciado abuso de otros en su familia a la edad de 16 años. Luego, los investigadores siguieron a los miembros de la cohorte durante 13 años y se registraron las muertes durante ese tiempo. El abuso psicológico y la presencia de abuso de otros no se vincularon de forma independiente con una mayor probabilidad de muerte prematura.

Según el autor principal, este estudio es el primero en desentrañar las asociaciones independientes entre los diferentes tipos de maltrato infantil y la mortalidad en la edad adulta. Destaca que muy pocos estudios han considerado las implicaciones a largo plazo de experimentar negligencia en la niñez. Por lo tanto, haber encontrado que los niños que no reciben los cuidados necesarios tienen un 43% más de riesgo de morir temprano en la edad adulta, destaca un componente crítico del maltrato infantil donde el conocimiento de los resultados a largo plazo es particularmente escaso.

Este trabajo muestra las consecuencias duraderas que pueden tener tipos específicos de abuso y negligencia infantil. Los hallazgos son especialmente importantes porque estas adversidades de la vida temprana no son infrecuentes y afectan a millones de personas en todos los países del mundo.

Referencia bibliográfica: Rogers, N. T., Power, C., & Pinto Pereira, S. M. (2021). Child maltreatment, early life socioeconomic disadvantage and all-cause mortality in mid-adulthood: findings from a prospective British birth cohort. BMJ Open, 11(9), e050914. https://doi.org/10.1136/bmjopen-2021-050914

Fuente: Science Daily

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La resistencia a la insulina duplica el riesgo de trastorno depresivo mayor

  • Maria Fernanda Alonso
  • 25/10/2021

Síntomas como sentir tristeza constante, desesperación, lentitud, alteraciones de sueño y pérdida de apetito, son comunes en personas que sufren depresión. Las investigaciones han revelado que los factores contribuyentes a su desarrollo pueden ser muy diversos (por ejemplo, traumas infantiles, pérdida de un ser querido, estrés por la pandemia de COVID-19). Muchos de estos factores no son cosas que las personas puedan prevenir. Sin embargo, un factor que sí se puede prevenir, y que es capaz de duplicar el riesgo de padecer depresión mayor, es la resistencia a la insulina. ¿De qué manera? Como primera medida, es fundamental la consulta con un médico clínico o endocrinólogo, quienes recomendarán una alimentación adecuada a la condición, actividad física acorde y, si fuera necesario, medicación (Watson et al., 2021).

La insulina es producida por las células del páncreas y su función es transportar la glucosa que entra en el organismo a las células para ser convertida en energía mediante el proceso de glucólisis. Además, se almacena en el hígado y en los músculos en forma de glucógeno. Estas reservas de insulina en el hígado serán empleadas por el organismo en caso de necesidad para mantener estables los niveles de glucosa en sangre (Diabetes e insulina, 2019).

La resistencia a la insulina surge debido a la disminución de la capacidad de las células de todo el cuerpo para prestar atención al comando de la insulina. Se estima que una de cada tres personas vive con resistencia a la insulina, muchas de ellas sin saberlo. Las razones de esta condición son variadas, y entre ellas podemos encontrar la ingesta calórica excesiva, la falta de ejercicio, el estrés y no dormir lo suficiente.

Eventualmente, los niveles de azúcar en sangre se vuelven crónicamente altos, y una vez que se mantienen por encima de cierto umbral, el diagnóstico es diabetes tipo 2, una afección tratable pero incurable que puede provocar trastornos cardiovasculares y cerebrovasculares, neuropatía, enfermedad renal, amputaciones de extremidades y otros resultados perjudiciales para la salud.

Ya se han establecido asociaciones entre la resistencia a la insulina y varios trastornos mentales. Por ejemplo, se ha demostrado que alrededor del 40% de los pacientes que padecen trastornos del estado de ánimo son resistentes a la insulina. Pero estas evaluaciones se han basado en estudios transversales que recopilan datos de poblaciones en un solo punto en el tiempo. Para poder resolver la cuestión de “la causa y el efecto”, o si ambas condiciones son el resultado de otro factor causal son necesarios los estudios longitudinales, que generalmente rastrean a las personas durante años o décadas y pueden determinar qué evento vino primero. 

Qué metodología usaron

Por eso, Rasgon, Watson y sus colegas recolectaron datos de un estudio longitudinal en curso que monitorear a más de 3000 personas de manera muy detallada para conocer las causas y consecuencias de la depresión: el Estudio de Depresión y Ansiedad de los Países Bajos. 

Los investigadores analizaron datos de 601 hombres y mujeres que sirvieron como sujetos de control para el estudio de los Países Bajos. En el momento de su inscripción, nunca se habían sentido preocupados por la depresión o la ansiedad. Su edad promedio fue de 41 años.

El equipo midió tres variables sustitutivas de la resistencia a la insulina: los niveles de glucosa en sangre en ayunas, la circunferencia de la cintura y la relación entre los niveles de triglicéridos circulantes y los de las lipoproteínas de alta densidad circulantes, o HDL, conocido como colesterol «bueno».

Probaron los datos para ver si los sujetos que eran resistentes a la insulina tenían un mayor riesgo de desarrollar un trastorno depresivo mayor en los nueve años que llevaba el estudio. 

Qué encontraron

Según las tres medidas, la respuesta fue sí: descubrieron que un aumento moderado en la resistencia a la insulina, medido por la proporción de triglicéridos a HDL, estaba relacionado con un aumento del 89% en la tasa de nuevos casos de trastorno depresivo mayor. De manera similar, cada aumento de 5 centímetros en la grasa abdominal se relacionó con una tasa de depresión un 11% más alta, y un aumento en la glucosa plasmática en ayunas de 18 miligramos por decilitro de sangre se asoció con una tasa de depresión un 37% más alta.

Los investigadores señalaron que algunos sujetos ya eran resistentes a la insulina al comienzo del estudio, por lo que no había forma de saber cuándo se habían vuelto resistentes a la insulina por primera vez.

Con el objetivo de determinar qué tan pronto se activa la conexión entre ambas condiciones, los investigadores restringieron la siguiente fase de su análisis a aproximadamente 400 sujetos que, además de nunca haber experimentado depresión mayor, tampoco mostraron signos de resistencia a la insulina al inicio del estudio. Durante los primeros dos años del estudio, casi 100 de estos participantes se volvieron resistentes a la insulina. Los investigadores compararon la probabilidad de este grupo de desarrollar un trastorno depresivo mayor en los próximos siete años con la de los participantes que aún no se habían vuelto resistentes a la insulina a los dos años.

Si bien el número de participantes fue demasiado pequeño para establecer una significación estadística para la circunferencia de la cintura y la proporción de triglicéridos a HDL, los resultados para la glucosa en ayunas no solo fueron estadísticamente significativos (lo que significa que es poco probable que surgieran por casualidad) sino clínicamente significativos, es decir, que son lo suficientemente importantes como para preocuparse: los que desarrollaron prediabetes dentro de los dos primeros años del estudio tenían 2,66 veces más riesgo de depresión mayor en el hito de seguimiento de nueve años, en comparación con los que tenían resultados normales de la prueba de glucosa en ayunas en el punto de dos años.

En resumen: la resistencia a la insulina es un fuerte factor de riesgo de problemas graves, que incluyen no solo la diabetes tipo 2, sino también la depresión.

Este hallazgo señala la necesidad imperiosa de que los profesionales consideren el estado metabólico de las personas que padecen trastornos del estado de ánimo y viceversa. Para prevenir la depresión, los médicos deben controlar la sensibilidad a la insulina de sus pacientes. Estas pruebas están disponibles en laboratorios de todo el mundo y no son caras, concluyeron los investigadores.

Referencias bibliográficas:

  • Diabetes e insulina. (2019, junio 21). https://fedesp.es/diabetes/insulina/
  • Watson, K. T., Simard, J. F., Henderson, V. W., Nutkiewicz, L., Lamers, F., Nasca, C., Rasgon, N., & Penninx, B. W. J. H. (2021). Incident Major Depressive Disorder Predicted by Three Measures of Insulin Resistance: A Dutch Cohort Study. The American Journal of Psychiatry, 178(10), 914-920. https://doi.org/10.1176/appi.ajp.2021.20101479

Fuente: Science Daily

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cómo volver a la normalidad. Clarín entrevista a Steven Hayes

  • David Aparicio
  • 25/10/2021


Flavia Tomaello entrevisto a Steven Hayes para el diario Clarín:

El Covid fue todo menos justo. Quienes tienen menos medios asumieron una mayor carga. Cuando nos quedamos en el por qué o en intentar hacer como que nada pasó, desperdiciamos nuestra energía psicológica. Perdemos foco y fuerza. Grandes estudios han demostrado que hay tres habilidades principales para imponer en este tiempo: apertura emocional y cognitiva; atención flexible a lo que está presente por dentro y por fuera, manteniendo un sentido de perspectiva y apreciando la perspectiva de los demás; y la elección de los propios valores y la construcción de hábitos sociales y de comportamiento en torno a ellos. Cuanto más implementamos estas habilidades, más resilientes somos y mejores nuestros resultados mentales y conductuales. El impacto positivo de estos métodos y procesos se demostró una vez más en pandemia.

Hayes suele aparecer en medios muy reconocidos, pero esta entrevista es especial porque los medios Argentinos suelen entrevistar mucho a psicoanalistas y suelen dejar de lado los desarrollos más contemporáneos y basados en evidencia científica.

Lee la entrevista completa el diario Clarín

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  • Artículos de opinión (Op-ed)
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Del éxito en el colegio al fracaso en la universidad

  • Buenaventura del Charco Olea
  • 25/10/2021
man studying inside the classroom

Cada cierto tiempo tengo uno de estos pacientes: chicos (normalmente varones) que durante su etapa en el instituto sacaban muy buenas notas, eran aplicados y se esforzaban pero que cuando les toca irse a realizar sus estudios universitarios, padecen una fuerte crisis existencial. Estos jóvenes se vuelven extremadamente apáticos, con poca capacidad no sólo para cumplir sus obligaciones como acudir a clase o estudiar, sino también para cosas que, en principio, parece lógico que les motivasen como salir de fiesta o echarse una novia. Sus días trascurren haciendo cosas que acaparan por completo su atención y les permite abstraerse de su realidad, “no pensar”, como jugar a videojuegos, pasar las horas muertas en internet, consumir series en atracones o fumar porros.

Aunque casi todo el mundo lo que ve de ellos es su falta de disciplina y trabajo (luego voy con eso) hay una cosa que es la que me llama poderosamente la atención: No son balas perdidas o fiesteros empedernidos, calaveras que se estén “desfasando” y su motivación parece más dirigida hacia tratar de “no sentir” que la búsqueda de experiencias. Cuando tenía 20 años, que no hace tanto de ello (actualmente tengo 34) en general se hablaba más del joven perdido que buscaba estar todo el rato “desfasándose” en el consabido botellón, que salía todos los días que podía y siempre encontraba una excusa para irse de jarana. Aquel que acudía a las clases modo zombie debido a la falta de sueño (recuerdo cuántos buenos ratos pasé en el botellódromo de Granada, y como te encontrabas al día siguiente a los compañeros que viste de fiesta saliendo con la cara de cadáver en la cafetería de la facultad, pidiéndonos un café para no quedarnos dormidos en clase y tratando de rehacer el cuerpito post fiesta y resacoso).

Estos chicos de los que hablo, en cambio, viven en modo zombie pero no por el cansancio de las noches de fiesta, sino porque intentan pasar por la vida como muertos vivientes. Viven una vida grises y apáticos como un anciano de 80 años sin sueños. Estoy pensando ahora mismo en algunos que tengo en consulta cuando escribo este artículo y se me parte el puto corazón (sobre todo con los dos a los que no supe ayudar y veía la desolación de la desesperanza en sus ojos).

No quiero hacer apología del sino de mi generación y mucho menos de la anterior, donde la heroína o “la ruta del bakalao” fue un problema gordísimo, pero me parece que al menos queríamos sentir cosas, estar vivos, había algo que nos motivaba y nos empujaba.

¿Por qué les pasa esto a tantos jóvenes hoy en día?

Como siempre que se debaten estos temas, lo primero es decir que voy a hablar de un fenómeno, pero que trata de describir lo que ocurre en personas, y las personas, son “cada una de su pae y de su mae” que decimos en Granada, por lo que por obligación este artículo dará unas explicaciones estereotipadas, reduccionistas y posiblemente necesarias pero no suficientes para explicar cada caso individual, sobre todo ese por el que posiblemente estés leyendo este artículo y que te preocupa.

Para empezar, creo que el factor clave es el miedo al fracaso, son niños que se sienten poco válidos (aunque hayan “triunfado” o todo les haya ido bien), con lo que se denomina una fuerte autoestima basada en el logro, que consiste en que sienten que su valía como individuos, lo dignos de ser amados que son, depende de sus logros. Normalmente suelen ser niños que han sido muy estimulados o exigidos desde el plano académico, no tiene porque haber sido de forma dura ni castigadora (muchas veces incluso ha sido en forma de atención y ayuda) pero sienten que el contacto con ellos y el interés hacia ellos siempre han girado en torno a sus logros (el interés era por lo que podían conseguir o conseguían no por ellos como individuos), interiorizando un mensaje de que “tanto logro tanto valgo”. Claro, cuando eso ocurre el miedo al fracaso es enorme, paralizador, ya que, si intento algo y no lo consigo, perdería mi valía como individuo y nadie me amaría. Ese bloqueo paradójicamente les hace fracasar, lo que hace que les de más miedo intentarlo (a fin de cuentas “han fallado” pero no lo han intentarlo) y entran en un difícil círculo vicioso.

Esto hace que, por lo general, sean chicos que se sienten terriblemente solos (aunque a veces estén rodeados de personas o sus padres) ya que nadie parece ver su pena o interesarse por su “yo real” más allá de la hoja de servicios y su expediente académico. Muchas veces viven el estar con otros como una situación amenazante, ya que temen hacer algo que evidencie su falta de valía y fracasen, o tienen una sensación visceral de que a nadie les importa realmente quienes son.

Muchas veces sienten que simplemente han vivido alineados, haciendo “lo correcto”, lo que se espera de ellos en esa consecución de logros, y nadie les ha preguntado realmente qué querían hacer o no han podido escoger…. Aunque no siempre, algunos me cuentan en consulta que si ellos no importan, ¿por qué iban a esforzarse en nada? A fin de cuentas, ellos no merecen la pena.

Es esa falta de sentido de vida, de certeza sobre quienes son ellos y qué quieren más allá de conseguir triunfoses el otro gran factor de su falta de actividad. Cuando no tenemos un por qué, una motivación íntima, esforzarse o avanzar es terriblemente pesado, y ellos sienten que importan poco o no saben quienes son realmente, más allá de ser quienes conseguían esos logros por los que eran amados.

Cuando la vida no tiene mucho sentido, tenemos un miedo atroz al fracaso y no sabemos realmente qué queremos ¿para qué intentar nada? ¿para qué exponerme a fracasar? Mejor batirme en retirada existencial, recluyéndome en una realidad donde no hago nada y por tanto no puedo fallar, donde no tengo que mantener esa pesada fachada de éxito y triunfo para que otros me quieran y detrás de la cual nadie me ve (ni siquiera ellos mismos).

Pero no son simples víctimas, la vida no es sólo lo que nos toca vivir. A la famosa frase de Ortega y Gasset de “yo soy yo y mis circunstancias” hay que añadir un “y cómo yo me posiciono ante ellas y cómo decido encararlas”. Con frecuencia la falta de disciplina, la vida cómoda donde han tenido de todo o que con frecuencia se han vivido sobreprotegidos a pesar de las exigencias en los logros (eso explica en parte su miedo y huida, pues se viven incapaces de encarar el dolor) suele hacer que se batan en retirada, que prefieran esa vida no vivída (para mi la más triste de las opciones) y que no se rebelen contra esa sensación. Que no griten su dolor y pidan ayuda, que se instalen en la comodidad de un discurso indolente sobre sí mismos y la falta de sentido de la vida o que, sencillamente, traten de llenar el vacío con cosas que no le hagan pensar para no ver su propio dolor.

¿Cómo ayudarles entonces? Transmitiéndoles una preocupación genuina por ellos, más allá de que estén fracasando, haciéndoles ver que su dolor nos conmueve y que su fracaso nos preocupa más que nos estorbe. Cogiéndoles la mano y estando a su lado.

Y si en vez del ser querido de uno de esos chicos, tú eres el chico, decirte, que esto tú también lo puedes hacer contigo: en vez de huir quedarte contigo en tu pena, acompañarte por duro que sea, porque a ti si te importas más allá de tus logros.

Artículo publicado en el blog de Buenaventura del Charco Olea y cedido para su republicación en Psyciencia.

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Manejo del estrés. Abordaje cognitivo conductual (curso online)

  • David Aparicio
  • 25/10/2021
woman sitting in front of macbook

No faltara la ocasión para que nos pidan ayuda o recomendaciones para ayudar a una persona vapuleada por los efectos del estrés. Pero una cosa es aprender algo rápido para decir en una charla y otra, muy diferente es estar entrenado en un curso con especialistas en el tema.

Si estás buscando un entrenamiento que te permita conocer y aplicar los procedimientos con mayor evidencia para el abordaje del estrés, CETECIC tiene la propuesta que buscas.

Sobre el curso

El curso comienza con una revisión de las principales orientaciones teóricas acerca del estrés.

Seguidamente, se dedican dos clases a las particularidades de su evaluación, focalizando muy especialmente en la construcción del análisis funcional, piedra angular de todo proceso terapéutico en terapia cognitivo conductual.

De este modo, se desarrollan dos talleres durante los cuales los alumnos practicarán la construcción de análisis funcionales sobre la base de viñetas clínicas aportadas por los docentes.

Las mismas versan sobre dos de las emociones básicas en el proceso de estrés: ansiedad y enojo.

El resto del curso se avoca a la enseñanza de estrategias técnicas para el tratamiento del estrés.

En primera instancia, y a fin de respetar su orden de aparición histórico, ocupan un espacio de dos clases las técnicas de corte conductual con reconocida eficacia:

  • Respiración abdominal
  • Relajación muscular profunda
  • Desensibilización sistemática, aunque trabajada ésta en su versión más actual, es decir, como visualizaciones autoinstruccionales y de autocontrol.

En segunda instancia, se desarrolla el procedimiento de reestructuración cognitiva, con tres clases que contemplan distintas etapas del proceso.

Contenidos del curso

  • El concepto de estrés: aspectos teóricos.
  • El concepto de estrés: su relación con la salud. Psicología de la salud.
  • La evaluación del estrés.
  • Talleres de evaluación del estrés: análisis funcional de pacientes con estrés.
  • Procedimientos conductuales para el manejo del estrés: respiración abdominal y relajación muscular profunda.
  • Procedimientos conductuales para el manejo del estrés: Desensibilización Sistemática y Visualizaciones.
  • Procedimientos cognitivos para el manejo del estrés: la reestructuración cognitiva. Identificación de los pensamientos automáticos y las emociones. La evaluación psicológica aplicada a la clínica.
  • Procedimientos cognitivos para el manejo del estrés: la reestructuración cognitiva. Evaluación y cambio de los pensamientos automáticos.
  • Procedimientos cognitivos para el manejo del estrés: la reestructuración cognitiva. Modificación de los supuestos básicos y estilos atribucionales.
  • Manejo de dificultades especiales y programas de prevención del estrés.

Dirigido a

Psicólogos, psiquiatras, estudiantes y profesionales de salud que deseen incorporar herramientas prácticas, efectivas y científicamente validadas

Al inscribirte recibirás

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