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Análisis

357 Publicaciones
  • Análisis

Aburrimiento sexual y fragilidad de la pareja: ¿qué pasa con el deseo y la variedad erótica?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 13/09/2019

Los impulsos sexuales y los apegos emocionales no siempre están conectados, y cuando suceden de manera conjunta son un rasgo típico de relaciones románticas. El sistema sexual funciona como un dispositivo que facilita el apego. A su vez, los procesos de apego vinculan la sexualidad con la calidad de la relación, y el deseo sexual funciona como un indicador visceral de compatibilidad romántica. Es decir que, ambos sistemas se influencian mutuamente juntos afectan el bienestar de la relación. El deseo se vuelve sensible a los diferentes rasgos de la pareja a medida que se desarrollan las relaciones, y cumple un papel fundamental cuando se busca sostener una relación frágil (Birnbaum & Reis, 2019).

Deseo sexual implícito

En cuanto al deseo sexual implícito en las relaciones románticas es posible que las personas no puedan o no deseen informar con precisión cuánto desean sexualmente a sus parejas románticas para preservar el bienestar de la relación o para manejar las impresiones. Según un estudio reciente, las personas con un deseo implícito más elevado experimentaron mayor intimidad durante las relaciones sexuales, respondieron mejor a su pareja durante el sexo y percibieron que sus parejas sentían más deseo, excitación e intimidad durante el sexo (Jong et al., 2019). Los investigadores también hallaron que el deseo implícito más alto predijo una corte de atención más rápido respecto de alternativas atractivas para las mujeres; sin embargo, entre los hombres, el deseo implícito más alto predijo una desconexión atencional más lenta de las alternativas atractivas.

Variedad erótica

Por otra parte, un grupo de investigadores estudió de qué manera se puede fomentar la variedad erótica con el fin de hacer frente al aburrimiento sexual (Rosa et al., 2019). Reclutaron online participantes en relaciones comprometidas de 6 meses o más a través de Mechanical Turk de Amazon para completar una encuesta de dos partes sobre relaciones sexuales. La encuesta inicial (tiempo 1) la completaron 352 ciudadanos predominantemente blancos de EEUU (204 mujeres, 146 hombres, 2 no denunciados), y un subconjunto de 244 personas (140 mujeres, 101 hombres, 3 no denunciados) completaron la encuesta de seguimiento dos semanas después (tiempo 2).

Varias características personales positivas para el sexo (como el uso de pornografía y fantasías sexuales) y características relacionales positivas (como el compromiso, igualitarismo y la frecuencia sexual) se vinculan a la participación en novedades sexuales, así como el deseo por la novedad sexual, la disposición para iniciar conductas de novedad sexual y la voluntad de cumplir con la novedad sexual iniciada por la pareja.

Además, ciertas estrategias persuasivas (es decir, aquellas que incorporan apelaciones al miedo, relatos narrativos o ejemplos de estrategias de iniciación exitosas) pueden ser efectivas para alterar las percepciones sobre la novedad sexual y aumentar el comportamiento íntimo novedoso entre los integrantes de la pareja.

Referencias:

Birnbaum, G. E., & Reis, H. T. (2019). Evolved to be connected: the dynamics of attachment and sex over the course of romantic relationships. Current Opinion in Psychology, 25, 11-15. https://doi.org/10.1016/j.copsyc.2018.02.005

Jong, D. C. de, de Jong, D. C., Reis, H. T., Peters, B. J., DeHaan, C., & Birnbaum, G. E. (2019). The role of implicit sexual desire in romantic relationships. Personality and Individual Differences, Vol. 149, pp. 46-56. https://doi.org/10.1016/j.paid.2019.05.042

Rosa, M. N., Matthews, S. A., Giuliano, T. A., Thomas, K. H., Swift, B. A., & Mills, M. M. (2019). Encouraging erotic variety: Identifying correlates of, and strategies for promoting, sexual novelty in romantic relationships. Personality and Individual Differences, Vol. 146, pp. 158-169. https://doi.org/10.1016/j.paid.2019.04.009

  • Análisis

Encontrar un modo personal satisfactorio de comunicación se vincula con mayor satisfacción sexual

  • Maria Fernanda Alonso
  • 13/09/2019

Uno de los factores que propician la satisfacción sexual dentro de una relación de pareja es l a comunicación sincera y directa entre parejas, hablar de intereses sexuales, deseos, gustos, disgustos, elogiarse unos a otros y, en algunos casos, lidiar bien con críticas leves.

La comunicación vinculada con la satisfacción sexual incluye tanto la comunicación verbal como la no verbal. Gran parte de la investigación existente se enfoca en la comunicación verbal dentro de una relación como un predictor de satisfacción sexual, sin embargo, algunas personas se sienten más cómodas comunicándose de manera no verbal, quizás especialmente durante el sexo.

Independientemente del estilo de comunicación (verbal o no verbal), la satisfacción con el estilo de comunicación propio con una pareja también parece estar vinculada a la satisfacción sexual.

Sin embargo, la relación entre (1) el estilo de comunicación (verbal y no verbal) y (2) la satisfacción con el estilo de comunicación con respecto a la comunicación durante el sexo, con la satisfacción sexual, no está bien establecida. Dada esta brecha, investigadores exploraron cómo el uso de la comunicación verbal y no verbal propia y de la pareja durante el sexo se asocian con la satisfacción sexual; y cómo la satisfacción con la comunicación sexual se relaciona con la satisfacción sexual.

Los resultados del estudio señalan que la satisfacción con la comunicación sexual medió la relación entre la comunicación propia y con la pareja durante el sexo y la satisfacción sexual.

Este estudio tiene implicaciones para la educación y el asesoramiento. Los autores sostienen que las parejas pueden beneficiarse más al encontrar consistencia y satisfacción con su estilo de comunicación que al enfocarse en tratar de adherir a un estilo particular de comunicación (Blunt-Vinti, Jozkowski, & Hunt, 2019).

Referencia del estudio:

Blunt-Vinti, H., Jozkowski, K. N., & Hunt, M. (2019). Show or Tell? Does Verbal and/or Nonverbal Sexual Communication Matter for Sexual Satisfaction? Journal of Sex & Marital Therapy, 45(3), 206-217. https://doi.org/10.1080/0092623X.2018.1501446

  • Análisis

El estrés individual puede influir negativamente en la relación en parejas masculinas del mismo sexo

  • Maria Fernanda Alonso
  • 13/09/2019

Para examinar las asociaciones entre el estrés y la salud (incluida la depresión y el uso de sustancias) entre parejas masculinas del mismo sexo, investigadores analizaron datos de un estudio longitudinal en curso sobre el VIH y el uso de sustancias entre hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres. Feinstein y sus colegas pidieron a los participantes que completaran medidas de estrés percibido, estigma internalizado (por ejemplo, miedo a salir del closet), microagresiones (por ejemplo, alguien que expresa un estereotipo, como “los hombres gay son muy buenos en moda”), victimización (por ejemplo, ser agredido físicamente), exteriorización de su identidad sexual, depresión, problemas de consumo de alcohol, problemas de consumo de marihuana y funcionamiento de la relación (es decir, satisfacción, confianza y compromiso).

Los resultados indicaron que cuando un miembro de la pareja reportó estigma y microagresiones internalizadas, las interacciones de la relación fueron más negativas y se vincularon con una mayor depresión y abuso de alcohol. Estos hallazgos sugieren que el estrés individual puede aumentar el conflicto dentro de una relación.

Los resultados también destacan la importancia de considerar el estrés general como un factor de riesgo para resultados de salud negativos entre las parejas masculinas del mismo sexo (Feinstein, et al., 2019).

Por su parte, otro estudio en la misma población encontró que la homofobia y la discriminación internalizadas impactan a los miembros de la pareja de maneras únicas. Los niveles más altos de homofobia y discriminación internalizadas fueron predictivos de percepciones menos favorables de la calidad de la relación, por lo que concluyeron que el impacto de la discriminación percibida y/o la victimización estuvo mediado por el estrés percibido (Otis, et al., 2006).

Inclusive, la homonegatividad internalizada por algún miembro de una pareja LGB se asoció con disminuciones en la atracción y satisfacción de la relación (Mohr & Daly, 2008).

Otros investigadores quisieron averiguar de qué modo impacta el reconocimiento legal de las relaciones de parejas del mismo sexo, fenómeno social que viene ocurriendo hace unos años gracias al activismo LGBT(…). Encontraron que quienes estaban en una relación legalmente reconocida informaron menos homofobia internalizada, menos síntomas depresivos, niveles más bajos de estrés y más significado en sus vidas que aquellos en relaciones comprometidas, incluso después de controlar otros factores (Riggle, Rostosky & Horne, 2010).

Feinstein y sus colegas proponen mejorar la educación sobre las relaciones y las intervenciones centradas en individuos de minorías sexuales y parejas del mismo sexo al mostrarles estrategias para lidiar con el estrés y comprender cómo la calidad de su relación influye en la salud individual y de la pareja.

Referencias:

Feinstein, B. A., McConnell, E., Dyar, C., Mustanski, B., Newcomb, M. E. (2019). The Influence of Stress on Depression and Substance Use Problems Among Young Male Same-Sex Couples: Relationship Functioning as an Underlying Mechanism. Clinical psychological science, 7(5), 928-940. https://doi.org/10.1177/2167702619842561

Mohr, J. J., Daly, C. A. (2008). Sexual minority stress and changes in relationship quality in same-sex couples. Journal of Social and Personal Relationships, 25(6), 989-1007. https://doi.org/10.1177/0265407508100311

Otis, M. D., Rostosky, S. S., Riggle, E. D. B., Hamrin, R. (2006). Stress and relationship quality in same-sex couples. Journal of Social and Personal Relationships, 23(1), 81-99. https://doi.org/10.1177/0265407506060179

Riggle, E. D. B., Rostosky, S. S., & Horne, S. G. (2010). Psychological distress, well-being, and legal recognition in same-sex couple relationships. Journal of Family Psychology, 24(1), 82-86. http://dx.doi.org/10.1037/a0017942

Fuente: Psychological Science

  • Análisis

Opiniones premaritales sobre el sexo sin compromiso influirían en el éxito o fracaso del matrimonio

  • Maria Fernanda Alonso
  • 06/09/2019

Varios factores que pueden contribuir, a largo plazo, a la felicidad o disolución de un matrimonio, incluida una gran bandera roja: los comportamientos y actitudes de un individuo sobre las relaciones sexuales sin compromiso incluso antes del matrimonio (French, Altgelt, & Meltzer, 2019).

Otro estudio ha encontrado que la gratitud hacia la pareja media la relación entre evitar el apego y la satisfacción con la relación. También se halló que si bien la comunicación efectiva se relaciona con mayor satisfacción con la relación de pareja, el conocimiento de la otra persona (que incluye desde el sabor de helado que prefieren hasta sus esperanzas y sueños en la vida) y las habilidades para la vida (ser capaz de mantener un trabajo, manejo de dinero, etc.) también son dos factores fuertemente vinculados a la felicidad de la pareja.

French y sus colegas recopilaron y analizaron datos de 204 parejas heterosexuales recién casadas. Recabaron información sobre sus comportamientos y actitudes antes del matrimonio, así como numerosos factores relacionados con sus nuevos matrimonios, incluida su satisfacción matrimonial.

En el transcurso de varios años, hicieron un seguimiento con las parejas para colectar información sobre su satisfacción matrimonial y datos catalogados sobre qué parejas se separaron o solicitaron el divorcio.

En general, nos interesan los factores que predicen el desarrollo del matrimonio a lo largo del tiempo y lo que contribuye al éxito matrimonial», dijo French.

En este estudio, las investigadoras se centraron en el grado en que las personas expresaban comportamientos, deseos y actitudes «sociosexuales sin restricciones» antes del matrimonio, lo que indicaba que eran más propensas a entablar relaciones sexuales sin compromisos, como aventuras de una noche, y generalmente creían que el sexo sin amor está bien.

De las parejas involucradas en el estudio, las personas que relativamente no tenían restricciones estaban menos satisfechas al comienzo de sus matrimonios; además, las personas cuyas parejas relativamente no tenían restricciones experimentaron una disminución más rápida de la satisfacción durante los primeros años de matrimonio, lo que en última instancia predijo la disolución.

«Lo que más nos sorprendió de estos resultados fue el hecho de que la socioexualidad de ambos miembros de la pareja juega un papel importante en los resultados matrimoniales a largo plazo,» dijo Juliana French, estudiante de doctorado de la Universidad Estatal de Florida y primera autora del estudio. «Pero lo que descubrimos es que cuando, antes del matrimonio, uno o ambos cónyuges tienen creencias generalizadas de que el sexo sin compromiso está bien, eso puede contribuir al fracaso del matrimonio.»

El estudio no evalúa si la socioexualidad sin restricciones es un rasgo negativo o positivo. De hecho, hubo algunos contextos en los que descubrieron que no afectaba al matrimonio.

«Encontramos evidencia que sugiere que las parejas que mantienen relaciones sexuales consistentes y satisfactorias o las parejas que mantienen bajos niveles de estrés están protegidas contra estos resultados negativos», señaló French.

Referencia:

French, J. E., Altgelt, E. E., & Meltzer, A. L. (2019). The Implications of Sociosexuality for Marital Satisfaction and Dissolution. Psychological science, 0956797619868997. https://doi.org/10.1177/0956797619868997

Fuente: Psychological Science

  • Análisis

La falta de gratitud sería mediador entre el apego y una menor satisfacción con la relación de pareja

  • Maria Fernanda Alonso
  • 31/08/2019

Las personas pueden sentirse seguras o inseguras en sus relaciones de pareja. Las personas inseguras pueden presentarse ansiosas o evasivas. Quienes tiene un estilo de apego «ansioso» tienen miedo al rechazo y el abandono, mientras que las personas con un estilo de apego «evitativo» tienden a no confiar en los demás y a evitar la intimidad.

Investigadores han encontrado un mecanismo subyacente que ayuda a explicar por qué la evitación del apego está relacionada negativamente con la satisfacción con la relación de pareja. Sus hallazgos sugieren que la gratitud hacia la pareja media la relación entre evitar el apego y la satisfacción con la relación (Vollmann, Sprang, & van den Brink, 2019).

Es importante examinar cómo los rasgos de personalidad se traducen en comportamientos específicos porque dichos rasgos son relativamente estables y, por lo tanto, difíciles de cambiar, mientras que el comportamiento específico se puede cambiar más fácilmente, señaló la autora del estudio Manja Vollmann, profesora asistente de la Escuela Erasmus de Política y Gestión de la Salud.

El estudio se basó en 362 participantes que habían estado en una relación romántica durante al menos 6 meses. La duración promedio de la relación entre los participantes fue de 6.28 años.

Los investigadores descubrieron que las personas con niveles más altos de evitación del apego tenían más probabilidades de estar de acuerdo con declaraciones como «cuando miro a mi pareja, no veo mucho por lo que estar agradecido» y «pueden transcurrir largos períodos de tiempo antes de que me sienta agradecido con mi pareja.” Estos sentimientos disminuidos de gratitud, a su vez, se asociaron con una menor satisfacción con la relación romántica.

Los hallazgos indican que apreciar a la pareja y estar agradecido con ella resulta en una relación romántica más satisfactoria. “Por lo tanto, el consejo es: enfocate en los aspectos positivos de tu pareja y su relación y sé agradecido por eso,” dijo Vollmann.

La ansiedad de apego también se relacionó negativamente con la satisfacción con la pareja, pero la gratitud hacia la pareja no sirvió como mediador de esta relación.

«Los comportamientos positivos de la pareja pueden satisfacer el fuerte deseo de intimidad, pero también pueden causar emociones negativas que interfieren con los sentimientos de gratitud, ya que las personas con un alto nivel de ansiedad por el apego temen no ser capaces de corresponder la amabilidad de la pareja y cumplir con las expectativas de la pareja,» señalaron los investigadores.

Agregaron que «el efecto negativo de la ansiedad de apego en la satisfacción con la relación puede atribuirse al uso de otras estrategias y defensas, como la inducción de culpa, el aferramiento y el dominio.»

«Investigamos los efectos dentro de la persona del apego y el agradecimiento en la satisfacción con la relación», dijo Vollmann. “Sin embargo, se necesitan dos para estar en una relación y, por lo tanto, sería interesante investigar los efectos entre personas del apego y el agradecimiento en la satisfacción con la relación. Por ejemplo, ¿qué efecto tiene el agradecimiento de uno en el agradecimiento y la satisfacción son la relación del otro? ”

Referencia del estudio:

Vollmann, M., Sprang, S., & van den Brink, F. (2019). Adult attachment and relationship satisfaction: The mediating role of gratitude toward the partner. Journal of social and personal relationships, 0265407519841712. https://doi.org/10.1177/0265407519841712

Fuente: PsyPost

  • Análisis

Evitación sexual: quién se abstiene y por qué

  • Maria Fernanda Alonso
  • 31/08/2019

En general, la aversión hacia el sexo es un mecanismo de defensa. Al pensar en la intimidad o en tener relaciones sexuales, la persona que las evita siente angustia emocional y síntomas físicos, como náuseas y músculos tensos, o puede tener ataques de pánico. Esta evitación sexual puede provocar más angustia emocional, humillación, vergüenza y baja autoestima, tanto para la persona que evita el sexo como para la pareja que es rechazada.

En su punto clínico se encuentra el trastorno de aversión sexual: uno de los dos trastornos de deseo sexual en el Manual diagnóstico y estadística de los trastornos mentales (DSM), definido como una «aversión extrema persistente o recurrente y la evitación de todo o casi todo el contacto sexual genital con una pareja sexual,” que causa angustia o dificultad interpersonal. A menudo, la persona incluso evitará el contacto genital relacionado con un examen o procedimiento ginecológico. El trastorno de aversión sexual puede ser tan traumático que la persona no permitirá ningún contacto físico o beso. El DSM lo ubica dentro de las disfunciones sexuales; sin embargo, estudiosos sugieren que su ubicación más apropiada sería como un trastorno de ansiedad (Brotto, 2010).

Las personas que tienen más sexo informan una mayor autoestima, satisfacción con la vida y calidad de vida (Flynn & Gow, 2015). Por el contrario, la menor frecuencia de las relaciones sexuales y el hecho de evitar las relaciones sexuales están relacionadas con problemas psicológicos, ansiedad, depresión y problemas en la relación de pareja (Addis et al., 2006) (Hinchliff, Tetley, Lee, & Nazroo, 2018) (Rosen, 2017). La evitación sexual influye en múltiples aspectos de nuestro bienestar (Assari, 2014), y los motivos por los que alguien puede llegar a ella son muy variados.

En su trabajo histórico, Alfred Kinsey descubrió que hasta el 19% de los adultos no tienen relaciones sexuales. Esto varía según el género y el estado civil, y casi ningún hombre casado pasa sin sexo un período prolongado (Kinsey, Pomeroy, Martin, & Gebhard, 1998).

Otra investigación también confirma que las mujeres evitan con mayor frecuencia el sexo que los hombres. De hecho, hasta el 40% de las mujeres evitan el sexo en algún momento de sus vidas (Morse, 1985). El dolor durante el sexo y la baja libido son grandes problemas.

Incluso en la adolescencia, más mujeres que hombres se abstienen del sexo (Kabiru & Ezeh, 2007).

Las mujeres también tienen más probabilidades de evitar el sexo debido al abuso sexual infantil (Vaillancourt-Morel et al., 2016). Las embarazadas temen el aborto espontáneo o dañar al feto, y también pueden rechazar el sexo por falta de interés y fatiga (Orji, Ogunlola, & Fasubaa, 2002).

Las razones más comunes para que los hombres eviten el sexo son la disfunción eréctil, las afecciones médicas crónicas y la falta de oportunidades (Papagiannopoulos, Khare, & Nehra, 2015) (Basson, Rees, Wang, Montejo, & Incrocci, 2010).

Cuestiones médicas

Tanto para hombres como para mujeres los problemas médicos son las principales razones para evitar el sexo.

Por ejemplo, los pacientes con enfermedades cardíacas a menudo evitan las relaciones sexuales porque tienen miedo de un ataque cardíaco (Assari, 2014) (Kazemi-Saleh, Pishgou, Assari, & Tavallaii, 2007). Otra investigación ha demostrado lo mismo para las personas con afecciones cerebrovasculares, como un derrame cerebral (Korpelainen, Nieminen, & Myllylä, 1999).

El dolor crónico disminuye el placer del acto sexual e interfiere directamente al limitar las posiciones («Chronic pain can interfere with sexuality», 2017). La depresión y el estrés que causa pueden interferir, al igual que ciertos medicamentos para el dolor crónico.

Las condiciones metabólicas como la diabetes y la obesidad reducen la actividad sexual (Schulster, Liang, & Najari, 2017). De hecho, la diabetes acelera el declive sexual en los hombres hasta en 15 años («Diabetes, Sexual, & Bladder Problems | NIDDK», s. f.). La gran masa corporal y una pobre imagen corporal juegan un papel fundamental para tener la oportunidad de mantener relaciones sexuales (Authors, s. f.).

Los trastornos de personalidad, la adicción y el abuso de sustancias y la mala calidad del sueño juegan un papel importante en el interés y las habilidades sexuales (South, Turkheimer, & Oltmanns, 2008) (Vallejo‐Medina & Sierra, 2013) (Costa & Oliveira, 2016).

Muchos medicamentos, como los antidepresivos y los medicamentos contra la ansiedad, reducen la libido y la actividad sexual y, como resultado, aumentan el riesgo de evasión sexual (Higgins, Nash, & Lynch, 2010) (Rothschild, 2000).

Finalmente, los bajos niveles de testosterona para los hombres y los bajos niveles de dopamina y serotonina en hombres y mujeres pueden también influir (Hull, Muschamp, & Sato, 2004).

Factores sociales y emocionales

Para ambos sexos, la soledad reduce la cantidad de tiempo compartido con otras personas y la oportunidad de interacciones con otros e intimidad (Wheeler, Reis, & Nezlek, 1983). Las personas que están solas a veces reemplazan las relaciones sexuales reales con el uso de pornografía (Butler, Pereyra, Draper, Leonhardt, & Skinner, 2018). Esto se vuelve importante ya que la pornografía podría afectar negativamente el rendimiento sexual con el tiempo (Poulsen, Busby, & Galovan, 2013).

Muchos adultos mayores no tienen relaciones sexuales debido a la vergüenza y los sentimientos de culpa o simplemente porque piensan que son «demasiado viejos para tener relaciones sexuales» (Kalra, Subramanyam, & Pinto, 2011). Sin embargo, sería un error suponer que los adultos mayores no están interesados ​​en tener relaciones sexuales. De hecho, un estudio reciente desmitifica la idea de la “intimidad sin sexo” después de los 60; incluso encontró que si bien muchos adultos mayores tenían relaciones sexuales con mucha menos frecuencia que personas de 20 y 30 años, un tercio de los adultos mayores informaron que tenían relaciones sexuales con más frecuencia que el promedio de la generación más joven.

¿La solución?

Pocas personas hablan con sus médicos sobre sus problemas sexuales. De hecho, al menos la mitad de todas las visitas médicas no abordan problemas sexuales (Sobecki, Curlin, Rasinski, & Lindau, 2012) (Ports, Barnack-Tavlaris, Syme, Perera, & Lafata, 2014).

La vergüenza, los factores culturales y religiosos y la falta de tiempo pueden ser obstáculos para que algunos médicos pregunten sobre la vida sexual de sus pacientes (Rashidian, Minichiello, Knutsen, & Ghamsary, 2016). Algunos de ellos consideran que abordar los problemas sexuales crea demasiada cercanía con el paciente. Otros piensan que hablar sobre sexualidad tomará demasiado tiempo.

Sin embargo, aunque algunos médicos pueden tener miedo de preguntar sobre sexo a sus pacientes, la investigación ha demostrado que los pacientes parecen estar dispuestos a dar una respuesta si se les pregunta (Brandenburg & Bitzer, 2009) (Cahill et al., 2014). Esto significa que sus problemas sexuales no se abordan a menos que el médico lo mencione (Bahouq, Allali, Rkain, & Hajjaj-Hassouni, 2013).

El asunto es que los pacientes podrían beneficiarse de un poco de ayuda, por ejemplo, consejos e información médica respecto de posiciones recomendadas para evitar el dolor, en pacientes con artritis o dolor lumbar.

Derribar la barrera del diálogo es fundamental.

Tratamiento para la evitación del sexo (Rosen, 2017)

Dependiendo de su causa raíz, la evitación del sexo puede tratarse eficazmente por sí sola o como parte de una terapia de trastorno de ansiedad.

La terapia cognitiva conductual y la terapia psicodinámica pueden ayudar a reducir la ansiedad, el miedo y las emociones negativas. Estas terapias pueden realizarse individualmente, en terapia grupal u online, según la preferencia particular del paciente.

Recientemente, una investigación encontró que practicar mindfulness se relaciona con mayores niveles de satisfacción sexual y reducción de inseguridades.

La función sexual a menudo se puede mejorar con el uso de ciertos medicamentos. Es imprescindible consultar con un médico antes de consumir cualquier fármaco. Si ya estás tomando medicamentos para el trastorno de ansiedad, hablá con tu médico acerca de ajustar la dosis con estos fines.

Referencias:

Addis, I. B., Van Den Eeden, S. K., Wassel-Fyr, C. L., Vittinghoff, E., Brown, J. S., Thom, D. H., & Reproductive Risk Factors for Incontinence Study at Kaiser Study Group. (2006). Sexual activity and function in middle-aged and older women. Obstetrics and Gynecology, 107(4), 755-764. https://doi.org/10.1097/01.AOG.0000202398.27428.e2

Assari, S. (2014). Intercourse avoidance among women with coronary artery disease. The Journal of Sexual Medicine, 11(7), 1709-1716. https://doi.org/10.1111/jsm.12459

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Fuente: The Conversation

  • Análisis

Practicar mindfulness se relaciona con mayores niveles de satisfacción sexual y reducción de inseguridades

  • Maria Fernanda Alonso
  • 30/08/2019

Practicar Mindfulness (atención plena) se ha relacionado con la prevención de la depresión, con la resiliencia al estrés laboral y el vinculado al sobrepeso y la obesidad, como posible abordaje para el insomnio, y como tratamiento para trastornos mentales en general. ¡Incluso se ha estudiado su eficacia para el control de los antojos! También ha sido estudiado en relación con la tolerancia al dolor y como estrategia deportiva.

Recientemente, investigadores estudiaron el papel del mindfulness sexual en el bienestar y la satisfacción sexual, el bienestar relacional y la autoestima. Tras analizar los datos de una encuesta online, encontraron que las personas mayor puntaje en mindfulness sexual tendían a tener una mejor autoestima, a estar más satisfechas con sus relaciones y, en particular para las mujeres, tendían a estar más satisfechas con su vida sexual. Algunas de estas asociaciones ocurrieron incluso después de controlar el rasgo de mindfulness. Estos hallazgos pueden permitir a los investigadores y terapeutas abordar mejor el bienestar sexual, el bienestar relacional y la autoestima de un individuo al enseñar habilidades de mindfulness sexual (Leavitt, Lefkowitz, & Waterman, 2019).

Otra investigación encontró que las personas que habían practicado mindfulness y diferentes prácticas de meditación (incluyendo vipassana y yoga) durante más de 10 años tenían puntajes significativamente más altos en el componente “búsqueda de novedades” en comparación con personas que habían sido atletas durante más de 10 años. A su vez, hallaron correlaciones positivas entre todas las subescalas de mindfulness (compromiso, búsqueda de novedad, producción de novedad y flexibilidad) y la motivación sexual, y entre búsqueda de novedad y mindfulness sexual (Lazaridou & Kalogianni, 2013). La búsqueda de novedades puede ser un componente importante en relación con la sexualidad. De hecho, otros estudios encontraron que la variación en la actividad sexual es un factor que contribuye a mantener viva la pasión en la pareja.

El mindfulness se ha mostrado prometedor para promover el bienestar sexual y, según otra investigación, puede desempeñar un papel en la reducción de la inseguridad sexual y mejorar la satisfacción sexual. Se administró una encuesta online que midió inseguridades sexuales, satisfacción sexual y mindfulness a estudiantes universitarios entre los cuales 687 eran mujeres y 334 eran hombres. Los análisis de regresión múltiple revelaron que los niveles más altos de mindfulness se asociaron con menos inseguridades sexuales y una mayor satisfacción sexual en hombres y mujeres. Una serie de análisis de mediación múltiple indicaron que mindfulness mediaba parcialmente la relación entre las inseguridades sexuales y varios aspectos de la satisfacción sexual. Estos resultados sugieren que practicar mindfulness puede promover la satisfacción sexual y mitigar las inseguridades sexuales en hombres y mujeres. Investigar la eficacia de las intervenciones basadas en mindfulness para la reducción de las inseguridades sexuales representa un área prometedora de investigación futura (Dunkley, Goldsmith, & Gorzalka, 2015).

Referencias:

Dunkley, C. R., Goldsmith, K. M., & Gorzalka, B. B. (2015). The potential role of mindfulness in protecting against sexual insecurities. The Canadian journal of human sexuality, 24(2), 92-103. https://doi.org/10.3138/cjhs.242-A7

Lazaridou, A., & Kalogianni, C. (2013). Mindfulness and sexuality. Sexual and relationship therapy: journal of the British Association for Sexual and Relationship Therapy, 28(1-2), 29-38. https://doi.org/10.1080/14681994.2013.773398

Leavitt, C. E., Lefkowitz, E. S., & Waterman, E. A. (2019). The role of sexual mindfulness in sexual wellbeing, Relational wellbeing, and self-esteem. Journal of Sex & Marital Therapy, 45(6), 497-509. https://doi.org/10.1080/0092623X.2019.1572680

  • Análisis

¿Qué mantiene viva la pasión? Estudios sobre comportamiento sexual

  • Maria Fernanda Alonso
  • 30/08/2019

La propia sexualidad puede experimentarse de manera individual o ser compartida con otros. Histórica y culturalmente se han sostenido muchas creencias falsas en torno a la sexualidad que pueden limitarla imponiendo vergüenzas, tabúes, o simplemente propagando información equivocada. El consentimiento y la atracción juegan un rol fundamental, aunque no son los únicos factores que confluyen a la vivencia satisfactoria de la actividad sexual.

En un estudio se encuestó a más de 38.000 hombres y mujeres, que vivieron juntos en relaciones heterosexuales durante al menos tres años, sobre sus niveles de satisfacción sexual y los comportamientos más asociados con su satisfacción. Si bien la mayoría de los participantes informaron que estaban sexualmente satisfechos durante sus primeros seis meses viviendo juntos, solo el 55 por ciento de las mujeres y el 43 por ciento de los hombres informaron sentirse sexualmente satisfechos en el momento de la encuesta. En cuanto a los restantes: el 27% de las mujeres y el 41%de los hombres estaban insatisfechos, mientras que el 18% de las mujeres y el 16% de los hombres se sentían neutrales sobre su vida sexual.

Los participantes completaron un cuestionario que incluía escalas para calificar su nivel de pasión en comparación con el momento en que comenzaron a tener relaciones sexuales, y preguntas sobre la frecuencia sexual, la consistencia del orgasmo, la frecuencia del sexo oral y la variedad sexual. Cuando se trataba de variedad sexual, se les preguntó sobre las actividades que incorporaron en sus vidas sexuales para mejorarlas, como usar un vibrador o un juguete sexual juntos, usar ropa interior sexy, tener contacto sexual en un lugar público, probar la estimulación anal, probar S&M leve como atarse o nalgadas e invitar a una tercera persona a unirse a ellos.

Según los resultados, aquellos que tuvieron relaciones sexuales con mayor frecuencia y de manera constante disfrutaron de orgasmos, aquellos que recibieron más sexo oral y aquellos cuyas vidas sexuales fueron condimentadas con variedad informaron sentirse más satisfechos. Preparar el ambiente y la comunicación sexual también contribuyeron a altos niveles de satisfacción. (Frederick, Lever, Gillespie, & Garcia, 2017)

Otro estudio (Gillespie, 2017) se centró en la vida sexual de hombres y mujeres específicamente entre las edades de 50 a 80, y arrojó resultados similares. No solo muchas personas mayores tienen una vida sexual activa, sino que quienes lo hacen pueden ser física y mentalmente más saludables que quienes no lo hacen, informan los investigadores. Aunque es posible que no tengan relaciones sexuales con tanta frecuencia debido a problemas médicos o biológicos, o que no se sientan tan sexualmente satisfechos como cuando eran más jóvenes, aquellos adultos mayores que pudieron comunicar sus necesidades a sus parejas y a aquellas parejas que introdujeron la mayor variedad en sus vidas sexuales, según los informes, tuvieron relaciones sexuales con más frecuencia y se sintieron más satisfechos. La sincronicidad en el deseo y las actividades sexuales se relacionó con una vida sexual de alta frecuencia y muy satisfactoria en la edad adulta.

Otro estudio (Schmiedeberg & Schröder, 2016) sugiere que la pasión por el otro simplemente disminuye con el crecimiento de la relación, pero que hay otros factores complejos adicionales que pueden jugar un rol en todo esto.

En resumen, los estudios informan que el solo hecho de mantener relaciones sexuales con frecuencia no es garantía de satisfacción, a cualquier edad. Y acuerdan en que para lograr mayor satisfacción existen varios factores propiciantes:

  • La comunicación sincera y directa entre parejas, hablar de intereses sexuales, deseos, gustos, disgustos, elogiarse unos a otros y, en algunos casos, lidiar bien con críticas leves.
  • Ajuste del estado de ánimo, como comenzar con una conversación sexual y tener sentido del humor sobre las cosas que suceden durante el sexo.
  • Actividad sexual variada, como cambiar de posición y, en general, ser más creativo con respecto al sexo.

Referencias de los estudios:

Frederick, D. A., Lever, J., Gillespie, B. J., & Garcia, J. R. (2017). What keeps passion alive? Sexual satisfaction is associated with sexual communication, mood setting, sexual variety, oral sex, orgasm, and sex frequency in a national US study. Journal of sex research, 54(2), 186-201. Recuperado de https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/00224499.2015.1137854

Gillespie, B. J. (2017). Correlates of Sex Frequency and Sexual Satisfaction Among Partnered Older Adults. Journal of Sex & Marital Therapy, 43(5), 403-423. https://doi.org/10.1080/0092623X.2016.1176608

Schmiedeberg, C., & Schröder, J. (2016). Does Sexual Satisfaction Change With Relationship Duration? Archives of sexual behavior, 45(1), 99-107. https://doi.org/10.1007/s10508-015-0587-0

Fuente: Psychology Today

  • Análisis
  • Salud Mental y Tratamientos

Terapias basadas en la evidencia: ¿qué tan fuerte es su respaldo científico?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 19/08/2019

Muchos son los tratamientos y enfoques con que se aborda la salud mental. A modo de ejemplo, podemos nombrar la terapia cognitiva conductual (TCC), la terapia de aceptación y compromiso (ACT), la terapia de exposición, la terapia familiar, entre tantas otras.

La Asociación Americana de Psicología (APA) ha clasificado más de 80 tipos de tratamientos según el respaldo con el que cuentan en investigaciones, dándoles calificaciones como «fuerte,» «modesto» o «controvertido.» Esta institución los denomina «Tratamientos con Apoyo Empírico» (TAE), y hace un tiempo son objeto de análisis por parte de distintos profesionales y grupos de profesionales.

Así, científicos descubrieron que una variedad de hallazgos psicológicos aparentemente bien respaldados en realidad pueden ser el producto de prácticas de investigación cuestionables y otras deficiencias metodológicas.

Como señalamos en este artículo, la reproducibilidad es una de las características claves de la ciencia porque permite que otros investigadores puedan confirmar los resultados y que la credibilidad no dependa de la autoridad o prestigio de los investigadores, sino de la evidencia que la soporta. Pero es importante aclarar que incluso investigaciones de mayor rigurosidad pueden ser irreproducibles debido a los errores aleatorios o sistemáticos (Open Science Collaboration, 2015), (Tackett, Brandes, King, & Markon, 2018).

Recientemente, un equipo de psicólogos clínicos analizó la investigación relacionada con tratamientos con apoyo empírico, y destacaron la necesidad de pruebas más rigurosas de los tratamientos. (Sakaluk, Williams, Kilshaw, & Rhyner, 2019).

Los revisores aplicaron una variedad de medidas para evaluar la solidez de los estudios señalados por la APA como respaldo de estos tratamientos. Incluyeron pruebas intuitivas de calidad, como la frecuencia con la que los estudios de un tratamiento en particular informaron estadísticas erróneas. Una métrica utilizada, llamada Índice de Replicabilidad, muestra cuán estadísticamente bien desarrollado fue un estudio para encontrar los efectos informados. Resultados estadísticamente improbables podrían indicar «piratería de información» (uso indebido del análisis de datos para encontrar patrones que pueden presentarse como estadísticamente significativos cuando en realidad no hay un efecto subyacente real) o informes selectivos que enmascaran un cuerpo de evidencia menos halagador.

John Kitchener Sakaluk de la Universidad de Victoria coautor de la revisión y sus colegas, señalaron los estudios de TAE tendían a carecer de poder estadístico (que está influenciado por el número de participantes en un estudio, entre otros factores), y la proporción de resultados positivos a menudo era inverosímil. Sostienen además que menos de la mitad de las evidencias de los tratamientos eran «consistentemente creíbles» en todas las métricas. Para algunos tratamientos, la investigación mostró debilidades en todos los ámbitos. Para otros, los resultados fueron mixtos, con signos positivos y negativos. «En esos casos, es más difícil juzgar su estado actual», dice Sakaluk.

Esto no significa necesariamente que los tratamientos para los cuales la evidencia era ambigua son ineficaces. La evidencia de la terapia dialéctico conductual (DBT) en el tratamiento del trastorno límite de la personalidad, que la APA ha llamado «fuerte» recibió bajas calificaciones de Sakaluk y sus colegas en casi todas las métricas.

«Pero nuestra revisión no dice que la DBT para el trastorno límite de la personalidad no funciona», subraya Sakaluk. «Lo que estamos diciendo es que si esto es lo que significa ser un TAE fuerte, y así es como se etiqueta DBT para borderline, esos artículos no aparecen, en términos de estas métricas, en la forma en que creo que la mayoría de la gente esperaría.” El alcance de la revisión se limitó a las referencias enumeradas por la APA, otra investigación sobre DBT puede ser más rigurosa.

Algunos tratamientos tuvieron mejores resultados bajo el escrutinio. Los estudios que respaldan la terapia cognitiva conductual para el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno obsesivo compulsivo, por ejemplo, se consideraron sólidos en la mayoría de las métricas aplicadas.

La amplia gama de calidad de investigación enfatiza la necesidad de que los pacientes hablen con sus terapeutas sobre la efectividad de la terapia, resaltó Alexander J. Williams, coautor del estudio y psicólogo clínico en la Universidad de Kansas. Aconseja que el paciente consulte con su terapeuta cómo pueden evaluar cómo va la terapia. Y sostiene que el terapeuta debería alentar al paciente a hablar con él acerca de cómo le está yendo, y este debería ser un proceso continuo, parte frecuente de la terapia.

La revisión «resuelve solo algunos de los problemas», con la forma en que se estudian los tratamientos, afirma Christopher Hopwood, psicólogo clínico de la Universidad de California en Davis, quien no estuvo personalmente involucrado. «Muchos de los problemas están más relacionados con el diseño y la medición .» Él es escéptico de lo que describe como «la premisa general de los ensayos controlados aleatorios que enfrentan tratamientos aparentemente diferentes» contra lo que considera categorías de diagnóstico cuestionables.

Según Gregg Henriques, psicólogo de la Universidad James Madison, evaluar la efectividad del tratamiento puede dar una imagen demasiado simplificada de cómo funciona la terapia. Si bien los ensayos controlados aleatorios, considerados el estándar de oro en el campo, tienen el propósito de presentar un caso hermético para un tratamiento dado, pueden no tener en cuenta ciertas variables que son importantes para el resultado terapéutico, como la personalidad individual del paciente y el compromiso con el tratamiento. Además, los grupos de control tratados de manera diferente que sirven como comparación para los pacientes que reciben el tratamiento principal a veces establecen una barrera demasiado baja para evaluar la efectividad del tratamiento. Sin embargo, existen algunos principios claros de tratamientos efectivo, como la exposición y la prevención de respuesta que es un enfoque que atraviesa diferentes tipos de tratamientos y se usa para las fobias y otras afecciones. Tales principios, según Henriques, podría proporcionar un grupo de comparación más fuerte contra el cual evaluar los tratamientos que necesitan apoyo empírico.

Referencias:

Open Science Collaboration. (2015). PSYCHOLOGY. Estimating the reproducibility of psychological science. Science, 349(6251), aac4716. https://doi.org/10.1126/science.aac4716

Sakaluk, J. K., Williams, A. J., Kilshaw, R. E., & Rhyner, K. T. (2019). Evaluating the evidential value of empirically supported psychological treatments (ESTs): A meta-scientific review. Journal of Abnormal Psychology, 128(6), 500-509. https://doi.org/10.1037/abn0000421

Tackett, J. L., Brandes, C. M., King, K. M., & Markon, K. E. (2018). Psychology’s Replication Crisis and Clinical Psychological Science. https://doi.org/10.31234/osf.io/kc8xt

Fuente: Psychology Today

  • Análisis

Armas y enfermedades mentales: un psiquiatra explica las complejidades

  • Equipo de Redacción
  • 06/08/2019

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pidió la reforma de las leyes de salud mental inmediatamente después de dos tiroteos mortales que cobraron la vida de al menos 31 personas y dejaron a un país afligido por la incredulidad.

El presidente, dijo que «el odio y las enfermedades mentales aprietan el gatillo, no el arma», también pidió una mejor identificación de las personas con enfermedades mentales y, en algunos casos, un «encierro involuntario» de ellas.

Estos sentimientos son similares a los comentarios que Trump y otros políticos han hecho anteriormente. Por ejemplo, después del tiroteo en Parkland, que cobró la vida de 17 personas — 14 de los cuales eran estudiantes, Trump dijo que creía que el debido proceso de las personas enfermedades mentales no era tan importante como asegurarse de que no tengan armas.

«No quiero que las personas con enfermedades mentales tengan armas. Primero hay que quitarles las armas, luego ir por el debido proceso», dijo Trump.

En el pasado, las enfermedades mentales fueron el chivo expiatorio para desviar la indignación pública sobre el acceso a los rifles de asalto que pueden matar a decenas de personas en cuestión de minutos. Durante estos acalorados debates, se usaron palabras como «loco», “demente” y “maniaco” para describir a la persona que cometió el acto de violencia, incluso antes de que se publique un diagnóstico médico.

En este debate, surgen muchas preguntas que los que discuten sobre las enfermedades mentales y la violencia armada ni siquiera consideran: ¿Qué queremos decir con enfermedad mental? ¿Qué enfermedad mental? ¿Cuáles serían las políticas para mantener las armas lejos de los enfermos mentales potencialmente peligrosos? La mayoría de estas preguntas permanecen sin respuesta durante estas discusiones.

Específicamente, nadie dice quién decidirá si un paciente con enfermedad mental no debería tener acceso a armas de fuego: ¿sería un psiquiatra, un psiquiatra forense independiente, un comité de psiquiatras o un juez? ¿Qué hay de aquellos que no buscan evaluación y tratamiento psiquiátrico? ¿Debería integrarse un examen psiquiátrico en el proceso de verificación de antecedentes para cada persona que quiera comprar un arma? Como la enfermedad mental grave puede comenzar en cualquier momento de la vida, ¿los propietarios de armas necesitarán una evaluación psiquiátrica periódica (como un examen de la vista para renovar una licencia de conducir)? ¿Quién pagará las evaluaciones?

¿Qué queremos decir con enfermedad mental? ¿Qué enfermedad mental? ¿Cuáles serían las políticas para mantener las armas lejos de los enfermos mentales potencialmente peligrosos?

Como psiquiatra académico, aquí está mi perspectiva sobre las complejidades de este problema.

¿Qué es la enfermedad mental?

El término «enfermedad mental» cubre una amplia gama de afecciones psiquiátricas que son abordadas y tratadas por profesionales de la salud mental.

Es posible que se sorprenda al saber que hay más de 200 diagnósticos enumerados en la versión más reciente del Manual estadístico de diagnóstico de los trastornos mentales, que publica la Asociación Americana de Psiquiatría. Esto incluye afecciones como trastornos de ansiedad como la fobia a las arañas, la fobia social, el trastorno de ansiedad social, el trastorno de estrés postraumático, la punción del cabello, el juego patológico, la esquizofrenia, la demencia, las diferentes formas de depresión y los trastornos de personalidad, como el trastorno de personalidad antisocial comúnmente conocido como psicopatía

Las enfermedades mentales también son muy comunes: casi 1 de cada 5 personas experimentan depresión clínica durante sus vidas; uno de cada cinco experimenta un trastorno de ansiedad; 1 de cada 100 experimenta esquizofrenia; y casi el 8% de la población general experimenta TEPT. Las personas que han tenido una mayor exposición al trauma, la violencia y la guerra, como los veteranos, tienen tasas más altas de TEPT (hasta 30%).

Ahora, cuando uno sugiere que el acceso a las armas debería estar restringido para personas con enfermedades mentales, ¿significan todas estas condiciones? ¿O solo algunos, o algunos en circunstancias definidas? Por ejemplo, ¿deberíamos quitar las armas de todos los veteranos con TEPT, o de todas las personas con ansiedad social, o de aquellos que habitualmente se quitan la piel?

No es necesario decir que el diagnóstico de estas afecciones se basa principalmente en el informe de la persona y la observación del médico, y la capacidad de confiar en su informe es importante.

¿Cuándo puede una persona ser potencialmente peligrosa para los demás?

No todas las enfermedades mentales pueden ser un riesgo de daño a otros. En la mayoría de los casos, cuando un paciente ingresa involuntariamente en una unidad de hospitalización psiquiátrica, no es porque la persona sea un riesgo para los demás. Más bien, es más frecuente que la persona corra el riesgo de hacerse daño, como en el caso de un paciente deprimido y suicida.

Incluso entre el 1% de la población de EE. UU. Con un diagnóstico de esquizofrenia, es raro encontrar personas que corran el riesgo de dañar a otros o que corran el riesgo de actuar violentamente

En los trastornos psiquiátricos, las preocupaciones sobre el daño a los demás suelen surgir en pacientes con psicosis aguda con delirios paranoicos que los convencen de dañar a otros. Esto puede ocurrir, pero no se limita a esquizofrenia, demencia, depresión psicótica severa o enfermedad psicótica bipolar.

El uso de sustancias, que puede aumentar el riesgo de delincuencia o psicosis, también puede llevar a intenciones de dañar a otros. Otras situaciones, cuando una persona podría ser un riesgo de daño a otros, son los trastornos de personalidad con un alto nivel de impulsividad o falta de remordimiento, como el trastorno de personalidad antisocial.

Pero la realidad es que la mayoría de las personas con trastornos de personalidad no buscan tratamiento y no son conocidas por los proveedores de salud mental.

Es importante tener en cuenta que aquellos con una enfermedad mental grave diagnosticada, que un psiquiatra determina que son un riesgo grave de daño para sí mismos o para otros, ya ingresan en la atención hospitalaria aguda o a largo plazo y permanecen allí hasta que se considere que no peligroso. Por supuesto, esto sucede solo si son llevados a evaluación psiquiátrica por otros o por la policía.

¿Cuáles son los hechos?

Incluso entre el 1% de la población de EE. UU. Con un diagnóstico de esquizofrenia, es raro encontrar personas que corran el riesgo de dañar a otros o que corran el riesgo de actuar violentamente. A pesar de la creencia generalizada de que una persona con una enfermedad mental grave como el trastorno bipolar o la esquizofrenia puede ser peligrosa, solo del 3% al 4% de todos los actos violentos cometidos en un año determinado en los EE. UU. Son cometidos por personas que han sido diagnosticadas con enfermedad mental de esquizofrenia, trastorno bipolar o depresión.

Además, estas condiciones están bastante asociadas con un mayor riesgo de suicidio, no de homicidio. Además, el riesgo de violencia entre los enfermos mentales graves disminuye en ausencia de consumo de sustancias. En otras palabras, la prevención y el tratamiento del uso de sustancias pueden disminuir el riesgo de violencia en esta población.

Cuando la «enfermedad mental» se aborda tan vagamente en los debates sobre armas de fuego, las personas con una enfermedad mental sin un mayor riesgo de violencia o discapacidad en el juicio (como ansiedad o fobia) pueden evitar buscar tratamiento.

Otro hecho a tener en cuenta es que la prevalencia de enfermedades mentales graves es relativamente similar en diferentes países, incluidos aquellos con tasas mucho más bajas de asesinatos en masa que los EE. UU.

Finalmente, hay que tener en cuenta que la presencia de un diagnóstico psiquiátrico en un asesino no justifica necesariamente la causalidad, tanto como el arma que lleva la persona. En otras palabras, debido a que la enfermedad mental es tan frecuente, un porcentaje de los delitos, estadísticamente, va a ser cometido por personas con una enfermedad mental.

Consecuencias de usar el término «enfermedad mental» tan vagamente

Anteriormente he discutido el impacto negativo de involucrar enfermedades mentales en la política. Cada vez que las enfermedades mentales se vinculan con actos de violencia por parte de los medios o los políticos, las emociones altamente cargadas del momento pueden afectar a las personas con enfermedades mentales y a sus familias.

Cuando la «enfermedad mental» se aborda tan vagamente en los debates sobre armas de fuego, las personas con una enfermedad mental sin un mayor riesgo de violencia o discapacidad en el juicio (como ansiedad o fobia) pueden evitar buscar tratamiento. A menudo he tenido pacientes que estaban preocupados de que su diagnóstico de depresión o ansiedad, aunque bien tratado, pudiera usarse en su contra en la corte con respecto a la custodia de los hijos. En repetidas ocasiones he tenido que explicarles que su trastorno no proporciona motivos para justificar un juicio deteriorado.

Personalmente, creo que es de sentido común limitar el acceso de todos a las armas con el potencial de matar a decenas de personas en cuestión de minutos. La elección de quién puede o no tener acceso a ellos en función de una enfermedad mental es, como he señalado, muy difícil.

Autor:Arash Javanbakht – profesor de psiquiatría en la Universidad Wayne State.

Artículo publicado en The Conversation y cedido para su publicación en Psyciencia.

The Conversation

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