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Maria Fernanda Alonso

909 Publicaciones
Soy miembro fundador y editora de contenido en Psyciencia.
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Aumentan los diagnósticos de TDAH pero no los síntomas clínicamente significativos

  • 14/06/2018
  • Maria Fernanda Alonso

Como hemos referido en un artículo anterior de Psyciencia, El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), que tiene una prevalencia de alrededor del 5%, es uno de los diagnósticos más discutidos y de los que se pone en duda su existencia como entidad nosológica. Este número ha venido aumentando por décadas. Por ejemplo, Suecia vio que los diagnósticos de TDAH entre personas de 10 años de edad aumentaron más de siete veces entre 1990 y 2007. Picos similares han sido reportados en otros países, incluyendo Taiwán y Estados Unidos, lo que sugiere que puede que este sea un fenómeno universal. De hecho, teniendo en miras la medicación de TDAH dispensada como elemento de medición de prevalencia del TDAH, estudios del Reino Unido muestran un incremento incluso más pronunciado.

¿Significa esto que actualmente más personas tienen realmente TDAH, en comparación con el pasado? No necesariamente. Por ejemplo, mayor conciencia de médicos, docentes y padres podría simplemente haber capturado más pacientes que previamente podrían haber estado “bajo el radar”. Tal cambio en la conciencia o en el comportamiento de diagnóstico podría haber aumentado la tasa de diagnósticos de TDAH sin que necesariamente más personas tengan TDAH clínico. Sin embargo, si esta no es la explicación completa, entonces quizás los síntomas de TDAH realmente se han vuelto más frecuentes o severos a lo largo de los años. Un nuevo estudio publicado en The Journal of Child Psychology and Psychiatry de Suecia, que contó con más de diecinueve mil participantes, nos provee una respuesta preliminar.

Los investigadores, dirigidos por Mina Rydell del Karolinska Institutet, examinaron datos de participantes de un estudio de gemelos en curso, en Suecia, que empezó en el año 2004 y apunta a estudiar su salud física y mental, con varias medidas tomadas el año en que los niños cumplen 9 años de edad.



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Específicamente, los investigadores analizaron los resultados de A-TAC (por sus siglas en inglés: Autismo-Tics, TDAH y otras Comorbilidades) de 19.271 niñas y niños provenientes de 9.673 familias, registrados entre los años 2004 y 2014. A-TAC es una entrevista telefónica en la que se le pregunta a los padres sobre el comportamiento y la salud mental de sus hijos, incluyendo subescalas enfocadas en déficits de atención e hiperactividad. Las preguntas son sobre síntomas sin mencionar categorías de diagnósticos y la redacción se ha mantenido igual a lo largo de los años. Una pregunta típica es “¿Tiene dificultades para mantener sus manos o pies quietos o no puede permanecer sentado/a?”

Los investigadores usaron los resultados de A-TAC para clasificar la proporción de niños y niñas en diferentes años con TDAH diagnosticable, TDAH subliminal o, sin TDAH. Es importante tener presente que instrumentos como A-TAC se limitan a evaluar la gravedad de ciertos síntomas y no se pueden usar para diagnosticar niños con TDAH (sólo médicos y expertos de la salud mental pueden diagnosticar a alguien). Por ejemplo, si un niño entrara en la categoría de TDAH diagnosticable, significaría que la severidad de sus síntomas de TDAH podrían resultar en un diagnóstico por parte de un especialista, pero esto no podría darse por asegurado. Los autores calcularon los cambios en estas categorías, así como en la media de los resultados de A-TAC, comparando en el tiempo los resultados de las entrevistas de los padres de 1995-1998, 1992-2002 y 2003-2005.

A lo largo del periodo de estudio de 10 años, 2.1 por ciento de todos los participantes (n=406) mostró TDAH diagnosticable y 10.7 por ciento (n=2058) mostró TDAH subliminal. Algo interesante es que no hubo incremento estadístico significativo en la prevalencia del TDAH diagnosticable a lo largo del tiempo, fluctuando en cerca de un 2 por ciento en la mayoría de los años. Por otro lado, la prevalencia del TDAH subliminal se incrementó significativamente desde el 2004 al 2014, cuando llegó a su pico de 14.76 por ciento. La media de los resultados de TDAH y los resultados de las subescalas de inatención/hiperactividad-impulsividad también mostraron un incremento similar desde 1994 a 2004.

Los cambios en los síntomas a lo largo del tiempo probablemente no se deban a cambios durante el estudio en el estatus de las familias de los gemelos que aceptaron tomar parte en la investigación y aquellas que no. Los investigadores accedieron al Registro Nacional de Pacientes y este mostró que mientras los participantes del estudio de gemelos diferían entre no participantes en términos de tener menos diagnósticos de TDAH, esta diferencia no cambió a lo largo de los años del estudio, sugiriendo que no era probable que explicara los resultados. Quizás más importante, el Registro Nacional de Pacientes mostró que la prevalencia del TDAH diagnosticado por médicos se había incrementado más de cinco veces desde 2004 a 2014, lo que es inconsistente con el hecho de que el estudio de gemelos encontró que el TDAH diagnosticable no vió un incremento similar.

Mientras la tasa de diagnóstico clínico de TDAH se incrementó durante el periodo del estudio, los hallazgos de estudio de gemelos sugieren que solo formas más suaves de síntomas relacionados al TDAH se volvieron más frecuentes entre la población durante los mismos años. Esto sugiere que el número de personas que tienen síntomas severos de TDAH que ameritan un diagnóstico ha permanecido estable, y que otros factores son probablemente la fuerza detrás del incremento de la prevalencia del TDAH. Si bien es especulativo, esto podría estar relacionado a cambios en la conciencia entre los padres, docentes y médicos; normas sociales o médicas; o mejor acceso a cuidados de salud.

Hay varias advertencias que necesitan ser tenidas presentes cuando se interpretan estos hallazgos. Por ejemplo, como se mencionó, A-TAC está basado en los reportes de los padres, que pueden no ser la fuente de información más adecuada. De hecho, un diagnóstico de TDAH requiere alteraciones de los síntomas en al menos dos contextos diferentes, como la escuela y la casa. Por el hecho de que sólo se estudió a gemelos, tampoco es claro si estos resultados también se aplican a niños y niñas sin hermanos. Un argumento similar puede hacerse respecto de la edad de los participantes.

Teniendo sus limitaciones en cuenta, este estudio resalta un punto importante proveyendo una explicación alternativa para el incremento de los diagnósticos de TDAH. Esto demuestra los efectos que los cambios en las opiniones sociales, políticas o médicas pueden tener en la prevalencia de una enfermedad.

Considerando que es probable que más diagnósticos vayan de la mano con más medicación (potencialmente innecesaria), este estudio dará material para reflexionar a los médicos y políticos que toman las decisiones.

Referencia del estudio: Mina Rydell, Sebastian Lundström, Christopher Gillberg, Paul Lichtenstein, Henrik Larsson. Has the attention deficit hyperactivity disorder phenotype become more common in children between 2004 and 2014? Trends over 10 years from a Swedish general population sample. https://doi.org/10.1111/jcpp.12882

Fuente: The British Psychological Society

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Aprendes mejor enseñando

  • 13/06/2018
  • Maria Fernanda Alonso

El efecto de aprender enseñando ha sido demostrado en muchos estudios. ¿Será que tener la responsabilidad de impartir conocimientos es relevante? ¿O quizás enseñar es una técnica de estudio extremadamente eficiente en sí misma por demandar recordar lo que hemos estudiado previamente?

En una nueva investigación en Applied Cognitive Psychology, dirigida por Aloysius Wei Lun Koh, se puso a prueba la teoría de que enseñar mejora el aprendizaje de quien enseña porque le obliga a recordar lo que ha estudiado previamente. En otras palabras, los investigadores sostenían que los beneficios en el aprendizaje de enseñar son una manifestación del conocido “efecto de prueba”: traer a la mente lo que hemos estudiado anteriormente conduce a una adquisición de esa información más profunda y duradera, comparado con pasar más tiempo volviendo a estudiar pasivamente.

Para el estudio, reclutaron 124 estudiantes y les pidieron que pasaran 10 minutos estudiando un texto con figuras que lo acompañaban, sobre el Efecto Doppler y las ondas sonoras (un tema sobre el cual ninguno de ellos tenía conocimientos previos), teniendo en miras que deberían enseñar el material ellos mismos luego, sin contar con notas. Se les dijo que podrían tomar notas mientras estudiaban pero que no las podrían usar en la siguiente etapa.



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Después de la fase de estudio, se dividió a los participantes en cuatro grupos. En un grupo los participantes pasaron cinco minutos siendo filmados solos mientras daban una clase de pie sobre el material de estudio sin notas (podían usar un rotafolios en blanco para hacer dibujos si querían). En cuanto a los otros grupos, o bien pasaron el mismo tiempo completando multiplicaciones aritméticas; o parados enseñando literalmente desde un guión establecido (que incluía hacer referencia a figuras pre dibujadas en una pizarra blanca); o escribiendo todo lo que podían recordar del texto (esto es, una forma de práctica de recuperación diseñada para inducir el efecto que se estaba probando).

Una semana más tarde todos los participantes volvieron al laboratorio para una prueba sorpresa de su conocimiento y comprensión del texto de estudio original. La prueba consistió en seis preguntas de respuesta libre que requerían que expliquen conceptos claves del material de estudio.

El hallazgo crítico es que el grupo que enseñó sin notas tuvo un mejor rendimiento que el grupo que pasó el mismo tiempo completando problemas aritméticos y el grupo que enseñó desde un guión, pero también tuvo un mejor rendimiento el grupo que pasó el mismo tiempo recordando lo que había aprendido.

Los investigadores dijeron que sus resultados sugieren que “los beneficios de la estrategia de ‘aprender enseñando’ son atribuibles a la práctica de la recuperación de los materiales enseñados.”

Los nuevos hallazgos no socavan la noción de la enseñanza como un método de aprendizaje por efecto, pero tienen implicaciones prácticas sobre cómo es aplicada la técnica de “aprender enseñando” en la educación y el entrenamiento. “Para asegurar que los estudiantes y tutores aprenden y retienen el material educacional que han preparado y presentado en clases, deberían interiorizar el material a ser presentado antes de comunicarlo a una audiencia, en lugar de confiar en notas de estudio durante el proceso de presentación,” dijeron los investigadores.

Algunas críticas a este estudio se basan en que no hubo una audiencia que aprenda en ninguno de los grupos de enseñanza y por lo tanto no hubo interacción, lo que seguramente también cumple un rol en los beneficios del aprendizaje cuando se enseña. Además, originalmente se preparó a los participantes de todos los grupos para que esperen el hecho de tener que enseñar el material, lo que puede haber tenido beneficios de aprendizaje en sí mismo. Lun Koh y sus colegas sostuvieron que en investigaciones futuras evaluarán la importancia de la práctica de la recuperación a través de una variedad de escenarios y actividades de enseñanza.

Referencia del estudio: Aloysius Wei Lun Koh, Sze Chi Lee, Stephen Wee Hun Lim. The learning benefits of teaching: A retrieval practice hypothesis. https://doi.org/10.1002/acp.3410

Fuente: The British Psychological Society

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Nuestro peor arrepentimiento

  • 31/05/2018
  • Maria Fernanda Alonso

Antes de comentarte el contenido de estas investigaciones, te propongo un ejercicio: pensá por unos minutos cuáles son tus mayores arrepentimientos respecto de tu vida hasta ahora. Hacé una lista (aunque sea mental), y procurá asignarles un orden de importancia.

En investigaciones publicadas en los ‘90, psicólogos le pidieron a personas que hicieran una lista con sus mayores arrepentimientos en la vida y encontraron que tendían a mencionar cosas que no habían hecho, más que cosas que habían hecho. Ahora, uno de los psicólogos de aquella investigación seminal, Thomas Gilovich de la Universidad Cornell junto con su colega Shai Davidai de The New School for Social Research, han analizado el contenido de los arrepentimientos de la gente, en lugar de cómo se llevaron a cabo (por acción o inacción). A través de seis estudios, el par presenta nueva evidencia, publicada en Emotion, de que los arrepentimientos que más perduran en nosotros tienen que ver con no vivir de acuerdo a nuestro “yo ideal” (esto es, no llegar a ser las personas que queríamos ser), en oposición a no vivir de acuerdo con nuestro “deber ser” (la persona que deberíamos haber sido basados en nuestras obligaciones y responsabilidades).  

Los investigadores encuestaron a cientos de participantes, incluidos estudiantes, pero mayormente miembros del público reclutados en el sitio web de encuestas de Amazon. En la mayor parte del estudio, los investigadores empezaron diciendo a los participantes la diferencia entre el arrepentimiento que concierne al “yo ideal” (no alcanzar las metas que se pusieron para sí mismos, sus sueños y ambiciones) y “el deber ser” (no alcanzar las normas y reglas que tenían para sí mismos o no cumplir con sus obligaciones con otros), antes de pedirles que hicieran una lista, nombren y categoricen sus arrepentimientos.



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A lo largo de los distintos estudios, los participantes dijeron que experimentaron arrepentimientos concernientes a su yo ideal más a menudo (72 % vs 28 %); mencionaron más arrepentimientos del yo ideal que del deber ser cuando se les pidió que hicieran una lista con sus arrepentimientos respecto de sus vidas hasta el momento (57 % vs 43 %); y cuando se les pidió que nombren su mayor arrepentimiento en la vida, los participantes fueron más propensos a mencionar uno relativo a no alcanzar su yo ideal (76 % vs 24 % que mencionaron un arrepentimiento del deber ser).

Gilovich and Davidai luego pusieron a prueba su creencia de que la razón clave por la que los arrepentimientos del yo ideal son más duraderos es que somos menos propensos a tomar acciones prácticas y psicológicas en el momento de reparar aquel arrepentimiento, comparado con los arrepentimientos del deber ser.

Por ejemplo, cuando se le presentó a los participantes arrepentimientos hipotéticos del yo ideal (como abandonar sueños o intereses románticos no perseguidos) y arrepentimientos hipotético del deber ser (como no visitar a un familiar moribundo o indefinidamente), dijeron que una persona típica era más propensa a tomar acción psicológica y práctica para reparar el arrepentimiento del deber ser, como encontrar un lado positivo o hacer algo para calmar el arrepentimiento, que para reparar un arrepentimiento del yo ideal.

En un estudio de seguimiento, los participantes describieron arrepentimientos reales que tenían, ya sea relacionados al yo ideal o al deber ser, y dijeron cómo les hicieron frente. Aquellos a quienes se les pidió que describieran arrepentimientos del deber ser se calificaron como haber sido más urgentes y dijeron que habían tomado más pasos para hacerles frente, incluyendo cambio de comportamiento, rectificar la situación o deshacerla completamente. Finalmente, los investigadores cambiaron las cosas y pidieron a 157 participantes más que recordaran un arrepentimiento resuelto o uno no resuelto (“asunto pendiente”). Encontraron que aquellos a quienes se les pidió que escribieran sobre lo primero eran más propensos a describir un arrepentimiento del yo ideal.

Gilovich and Davidai no sostienen que la única razón por la que los arrepentimientos del yo ideal son más duraderos es porque somos menos propensos a atenderlos y resolverlos, pero consideran que este es un factor clave en cuanto a por qué son generalmente más molestos y vienen más fácilmente a la mente. Otras posibles razones (no puestas a prueba en la presente investigación) son que el “yo ideal” es simplemente menos asequible que el “deber ser”, más abstracto, y menos dependiente del contexto, haciendo que los arrepentimientos relacionados con ellos se activen con más frecuencia.

Los nuevos resultados están respaldados por las cuentas anecdóticas de pacientes cercanos al final de sus vidas, descritas en un libro escrito por la enfermera de cuidados paliativos Bronnie Ware en 2013: “Cuando las personas se dan cuenta de que sus vidas están acabando y la ven claramente en retrospectiva, es fácil ver cuántos sueños se han ido sin ser cumplidos,” escribió. “La mayoría de las personas no han honrado ni la mitad de sus sueños y deben morir sabiendo que fue a causa de opciones que tomaron, o no tomaron.”

A la hora de hacer reflexiones prácticas respecto de estos hallazgos, Gilovich and Davidai nos urgen a que seamos cautelosos, y sugieren que la forma más aconsejable de vivir dependerá de cuánto peso le pongamos al deber ser y al yo ideal.

Referencia del estudio: Davidai, S., & Gilovich, T. (2018). The ideal road not taken: The self-discrepancies involved in people’s most enduring regrets. Emotion, 18(3), 439-452. http://dx.doi.org/10.1037/emo0000326

Fuente: The British Psychological Society

 

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cuanta más testosterona más narcisismo y corrupción en personas con poder, según estudio

  • 28/05/2018
  • Maria Fernanda Alonso

Margaret Thatcher, Napoleón Bonaparte, Churchill, Bolívar, Ernesto “Che” Guevara, Lenin, Gandhi, Mandela, han sido grandes líderes de la historia, compartamos o no sus filosofías y praxis. Algunos fueron considerados más justos que otros. Algunos lideraron buscando lo mejor para los demás, otros buscando lo mejor para sí mismos.

Pero, ¿qué hace que un líder abuse del poder que tiene encomendado?

Una nueva investigación sugiere que las personas con niveles más altos de testosterona podrían estar más inclinados a abusar de su poder. El estudio, publicado en Journal of Experimental Psychology: General, encontró que la testosterona alta estaba asociada a un sentimiento de prerrogativa y a una voluntad de explotar a los demás.



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Este estudio contó con 206 hombres y mujeres, y encontró que aquellos con niveles más altos de testosterona para su género tendían a ser más narcisistas y corruptos cuando eran puestos en posiciones de poder.

Los investigadores asignaron al azar a los participantes en dos condiciones separadas. En una condición, se les dijo que serían los “jefes” en un grupo de tareas. En la condición de control, se les dijo que todos los miembros del grupo tendrían igual control sobre la tarea.

Las personas con mayores niveles de testosterona en la condición de jefes fueron más propensas a estar de acuerdo con declaraciones como “Insisto en recibir el respeto que se me es debido” y “No hay nada de malo con tomar ocasionalmente el crédito para uno mismo por las ideas de tus subordinados.” Pero esto no sucedía con quienes tenían la testosterona más baja.

“La buena noticia es que las personas con testosterona baja e incluso con testosterona promedio no se convirtieron en narcisistas cuando ganaron poder social, y fueron cerca del 85% de nuestra muestra. Por lo que el poder social tiene los peores efectos cuando llega a las manos de aquellos que lo quieren más y son los más propensos a conseguirlo,” explicó Nicole Lisette Mead, autora del estudio, de la Universidad de Melbourne.

Este estudio, como todos, tuvo ciertas limitaciones. La autora señala en primer lugar que no saben por qué las personas con testosterona alta muestran un incremento en explotación y prerrogativa cuando se los dota con poder. Basada en sus investigaciones anteriores, sospecha que podría ser porque los sentimientos de explotación y prerrogativa los ayudan a conserver una brecha de poder entre ellos y los demás. Es decir, los ayuda a proteger su poder.

Como puede ser difícil lidiar con líderes que son narcisistas, Mead presentó algunas sugerencias:

1) Enfocá al líder en la competición con otros grupos. De este modo no estará tan concentrado en competir con vos, sino que se enfocará en alinear a la tropa para vencer a la competencia.

2) A menudo los narcisistas no toman la perspectiva de los demás, pero podés llevar al líder narcisista a considerar “qué pensaría la otra persona.” Realmente les importa ser adorados, por lo que esto podría ayudarles a ver dónde pueden ser dañinas sus acciones a largo plazo.

3) La unión hace la fuerza. Puede que vos solo no logres encausar al líder narcisista, pero con el suficiente apoyo de otros que estén en una situación similar podés ganar ventaja. El poder es social; si los líderes no tienen seguidores, no tienen poder.

Referencia del estudio:

Nicole L. Mead, Roy F. Baumeister, Anika Stuppy, and Kathleen D. Vohs. “Power Increases the Socially Toxic Component of Narcissism Among Individuals With High Baseline Testosterone.”

Fuente: Psypost

  • Salud Mental y Tratamientos

Por qué los consumidores de drogas prefieren heroína en casa pero cocaína cuando están fuera

  • 28/05/2018
  • Maria Fernanda Alonso

Una investigación reciente encontró que el ambiente en que se consumen drogas influye en la elección de la droga a consumir (heroína o cocaína). Los hallazgos demuestran por primera vez que el entorno del consumo es un factor importante en cuanto a cómo procesa la experiencia el cerebro, y podría tener implicancias considerables para el tratamiento de adicción a las drogas.

Los investigadores reclutaron personas adictas tanto a la cocaína como a la heroína, quienes recibieron tratamiento en un centro médico en Roma. Aquellos pusieron a prueba la “hipótesis del desajuste”: consumir heroína (que induce a un estado sedativo) mientras se está en un contexto estimulante, como un club, y consumir cocaína (que es un estimulante) en un contexto privado, crea un estado emocional que no concuerda con el entorno. Este desajuste evita que la droga se sienta placentera.

Los neurocientíficos pidieron al primer grupo de 53 personas que recordaran un episodio típico de droga y que indicaran cuán excitante y placentera fue su experiencia con cada una (heroína o cocaína) en dos escenarios diferentes (en casa y fuera de casa). Con una guía, el segundo grupo de 20 personas imaginó usar las drogas en cada escenario mientras sus actividades cerebrales fueron medidas con imágenes de resonancia magnética funcional.



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Este estudio, publicado en el  Journal of Neuroscience, fue conducido por la Dra. Silvana De Pirro y el Profesor Aldo Badiani del Centro Sussex de Investigación e Intervención de la Adicción (SARIC, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Sussex, en colaboración con colegas de la Universidad de Roma La Sapienza (Italia).

Los resultados mostraron:

  • Nueve de diez (89.1%) de los usuarios de drogas reportaron una experiencia placentera cuando usaron heroína en casa.
  • Cuatro de diez (39.1%) de los usuarios de drogas reportaron un estado positivo al tomar heroína fuera de casa.
  • Un poco más de un cuarto (26.9%) de los usuarios de drogas reportaron un estado positivo al consumir cocaína en casa.
  • La mitad (50%) de los usuarios de drogas reportaron un estado placentero o mixto (17.3%) cuando usaron cocaína fuera de casa.

Las respuestas emocionales y neuronales a las drogas adictivas cambian en función tanto de la sustancia como del contexto de su uso

Los escaneos cerebrales mostraron que, durante la imaginación del consumo de drogas, los mismos escenarios produjeron respuestas neuronales opuestas para cada una de las drogas en las regiones del cerebro involucradas en el procesamiento de la recompensa y el contexto: corteza prefrontal, caudado y cerebelo. Los investigadores concluyeron que las respuestas emocionales y neuronales a las drogas adictivas cambian en función tanto de la sustancia como del contexto de su uso. Esperan que estos hallazgos puedan conducir a tratamientos más efectivos y a menos recaídas.

La Dra De Pirro dijo: “Los hallazgos relacionados al cerebelo son particularmente interesantes porque esa parte del cerebro nos ayuda a entender el contexto de nuestras experiencias emocionales, por lo que podría explicar por qué los efectos de las drogas consumidas varían según el contexto.”

El Profesor Badiani, Director de SARIC en la Universidad de Sussex, dijo: “estos hallazgos desafían la visión clásica de que todas las drogas producen cambios idénticos en las regiones de recompensa del cerebro y que son adictivas por su habilidad de inducir un estado extremadamente placentero. Este estudio muestra que la sola provisión de metadona no es suficiente para tratar la adicción a la heroína. Los tratamientos también deberían abordar factores sociales y ambientales importantes. Por ejemplo, intervenciones basadas en la evidencia como la terapia cognitivo conductual e ‘intervenciones ecológicas momentáneas’ (como aplicaciones en smartphones a las que las personas pueden acceder en cualquier lugar y momento en sus vidas reales cuando sienten la necesidad de abusar de drogas) deberían ser una parte crítica del proceso de tratamiento.”

Referencia del estudio:

Silvana De Pirro, Gaspare Galati, Luigi Pizzamiglio, Aldo Badiani. The affective and neural correlates of heroin vs. cocaine use in addiction are influenced by environmental setting but in opposite directions. The Journal of Neuroscience, 2018; 0019-18 DOI: 10.1523/JNEUROSCI.0019-18.2018

Fuente:Science Daily

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Quiénes viven más, los madrugadores o los noctámbulos?

  • 16/05/2018
  • Maria Fernanda Alonso

Otoño en Rosario, Argentina. 10ºC de temperatura. La suave manta de microfibra acaricia mis mejillas. No existen responsabilidades ni preocupaciones, solo paz y tranquilidad en el mundo. Hasta que suena el despertador… son las 6 de la mañana.

Personalmente, considero inhumano y cruel empezar el día antes de las 10 am. El asunto es que un nuevo estudio encontró ciertas diferencias en la salud de los noctámbulos y los madrugadores.

Se estudió a 433.268 personas, con edades que iban entre los 38 y 73 años, quienes se definieron a sí mismas dentro ya sea como de “mañana definida”, “mañana moderada”, “tarde moderada” o “noche definida”. Se hizo un seguimiento de su salud por un promedio de seis años y medio, llevando registros de las causas de muerte con certificados de defunción.



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Después de controlar edad y sexo, tabaquismo, índice de masa corporal, duración del sueño y otras variables, encontraron que, comparadas con las personas del tipo “mañana definida”, las personas del tipo “noche definida” tenían un 10% de incremento en el riesgo de morir por cualquier causa.

Cada aumento de «mañana» a «noche» se asoció con un mayor riesgo de enfermedad. Los nocturnos, comparados con los madrugadores, fueron casi dos veces más propensos a tener un trastorno psicológico y 30% más propensos a tener diabetes. Su riesgo de enfermedades respiratorias fue 23% mayor y por enfermedades gastrointestinales un 22% más elevado.

Aunque las razones del aumento de la mortalidad siguen sin estar claros, las personas nocturnas deberían saber que podrían haber consecuencias de salud, dijo Kristen L. Knutson, autora principal y profesora asociada de Neurología en la Universidad de Northwestern; y agregó que, aunque ser nocturno es en parte genético, las personas pueden hacer adaptaciones para modificar esta situación, como cambiar gradualmente la hora de ir a dormir o evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse.

Referencia del estudio:

Kristen L. Knutson & Malcolm von Schantz. Associations between chronotype, morbidity and mortality in the UK Biobank cohort. Publicado en Chronobiology International. https://doi.org/10.1080/07420528.2018.1454458

Fuente: The New York Times

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cinco días sin Facebook te aliviarán del estrés

  • 11/05/2018
  • Maria Fernanda Alonso

¿Qué tan pendiente estás de Facebook? Su versatilidad puede llevarnos a usarlo para conectarnos con afectos, leer noticias, trabajar o estudiar… e incluso hacer correr chismes. Para muchos es un hábito chequear la red social más de una vez al día, y hay quienes consideran que no podrían vivir sin Facebook. Un dato que puede estar relacionado es el que arrojó una investigación realizada por una firma que se especializa en las reacciones de los consumidores a los productos: encontró que tocamos nuestros teléfonos, en promedio, más de 2000 veces por días.

Un grupo de investigadores, liderado por Eric Vanman de la Universidad de Queensland, publicó un estudio en el Journal of Social Psychology, en el que investigaron los efectos psicológicos de tomar un recreo del uso de Facebook.

Dado que esta red social nos ayuda a mantenernos conectados pero puede también exponernos a muchos estresores sociales, como la envidia y los chismes, los investigadores esperaban encontrar que tomar un recreo de Facebook estuviera asociado con una baja en los niveles de satisfacción de vida, pero también a una reducción en los niveles de estrés. Sus hallazgos están en gran medida en línea con sus predicciones y fueron consistentes con los sentimientos ambivalentes generales que podrían tipificar a los usuarios más activos de Facebook. Sin embargo, el estudio también arrojó ambigüedades y limitaciones que podrían no convencer a los lectores escépticos.



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Vanman y sus colegas invitaron a 138 usuarios activos de Facebook (uso promedio: 2.8 horas diarias) al laboratorio de psicología donde proveyeron una muestra de cortisol salival y completaron cuestionarios psicológicos sobre su uso de la red social, satisfacción de vida, estrés, estado de ánimo y soledad. La data inicial mostró que los usuarios más activos reportaron una mayor satisfacción de vida y menos soledad.

Críticamente, la mitad de los participantes se enteraron en ese momento que se les pediría que tomen un descanso de cinco días de Facebook (ellos sabían por la publicidad del estudio que esto podría suceder). Todos los participantes escribieron, entonces, como pensaban que serían los días subsiguientes, y dieron otra muestra de saliva. Finalmente, todos los participantes volvieron al laboratorio cinco días más tardes, para repetir los cuestionarios, reportar sus movimientos sociales durante “el Domingo de Intervención” y proveyeron una última muestra de cortisol salival.

Casi todos los participantes del grupo que tomó un recreo de Facebook escribieron que esperaban pasarla bastante mal, sentirse alterados, dejados de lado, y desactualizados respecto de sus amigos de la red social.

Los resultados fueron compatibles con estas expectativas en cuanto que el grupo que no usó Facebook reportó menor satisfacción de vida al final del estudio que aquellos que usaron Facebook normalmente (el promedio de satisfacción de vida en el grupo que usó Facebook normalmente se incrementó durante el estudio, pero esto no sucedió con el grupo que no usó la red social). No hubieron diferencias en cuanto al estado de ánimo a lo largo del estudio.

Quienes no usaron Facebook mostraron una reducción en sus niveles de cortisol  a lo largo del curso del estudio

El grupo que no utilizó Facebook experimentó este golpe en la satisfacción de vida a pesar del hecho de que reportaron un promedio de más de dos horas extras de socialización cara a cara el Domingo (que cayó durante el periodo del estudio), comparado con el grupo que usó Facebook normalmente.

Lo más llamativo de esta investigación es que quienes no usaron Facebook mostraron una reducción en sus niveles de cortisol (hormona del estrés) a lo largo del curso del estudio. El cortisol podría proveer un marcador fisiológico de los niveles de estrés. No obstante, éste fluctúa mucho y es difícil de interpretar el significado de los cambios, especialmente basados en tan pocas medidas. De hecho, el grupo que no usó Facebook no reportó un decrecimiento en sus niveles de estrés en los cuestionarios (y los niveles de cortisol dentro del grupo no se relacionaron con los niveles de estrés auto-reportados). Vale señalar también que respecto de todos los participantes, los niveles de cortisol al inicio del estudio no se asociaron con ninguna de las otras variables, como la intensidad del uso de Facebook.

Los investigadores dijeron que su estudio fue “el primero en demostrar los efectos del uso de Facebook en una medida fisiológica asociada con resultados de salud” e interpretaron que sus resultados mostraron que tomar recreos de Facebook podría ser beneficioso para la salud personal, teniendo en cuenta que cualquier estrés prolongado podría contribuir a trastornos físicos y mentales.

Tal conclusión podría ser prematura, o al menos demasiado específica. Aparte del reporte diario del domingo, no sabemos si, o cómo, los participantes del grupo que no usó Facebook suplieron su tiempo habitual en Facebook con actividades diferentes, ya sea online u offline. ¿Es posible que la reducción del cortisol haya estado relacionada con el menor tiempo en internet y mayor tiempo caminando o hablando cara a cara, por ejemplo, más que con el recreo de Facebook? ¿Y qué tan significativo es el resultado del cortisol cuando los participantes no reportaron sentirse menos estresados, y considerando que los niveles de cortisol de ambos grupos estuvieron en el “rango normal” al principio del estudio?

También es difícil interpretar el golpe en la satisfacción de vida. Como reconocieron los investigadores, hay una gran diferencia entre elegir tomar un recreo de Facebook y tener que hacerlo por imposición, como fue la situación en el presente estudio.

A pesar de estas ambigüedades, los resultados ciertamente nos dejan pensando. En medio del escándalo de Cambridge Analytica y la campaña para “borrar Facebook”, sería muy interesante conocer los efectos psicológicos de dejar permanentemente esta red social, es decir, más allá de un pequeño recreo de cinco días.

Referencia del estudio:

Eric J. Vanman, Rosemary Baker & Stephanie J. Tobin (2018) The burden of online friends: the effects of giving up Facebook on stress and well-being, The Journal of Social Psychology, DOI: 10.1080/00224545.2018.1453467

Fuente: The British Psychological Society

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(Vídeo) Christen Reighter: Mi elección de vivir sin hijos

  • 02/02/2017
  • Maria Fernanda Alonso

“Me siento triste por vos, porque una mujer se realiza como persona cuando es madre”.

¿Una mujer se realiza como persona cuando es madre? ¿Es esta, acaso, una verdad absoluta y universal? ¿No es concebible la idea de una mujer realizándose como persona de alguna (cualquier) otra manera? “¿Cuándo dejamos que nuestro respeto por las decisiones de otros haya llegado por encima de nuestra comodidad dentro de los roles?”, se pregunta Christen Reigther.

¿Son inevitablemente inamovibles los roles que nos asigna la sociedad? ¿Hasta qué punto es libre de decidir una mujer sobre su capacidad reproductiva y el consiguiente rol que de ella puede derivar? Y no me refiero al (arduo) debate sobre el aborto, sino a una cuestión diferente: elegir vivir sin hijos.



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En este video Christen Reigther comparte su experiencia cuando tomó la decisión de ligarse las trompas. El trato de los médicos, las decisiones que otros tomaron por ella, la condena social y una reflexión final:

“Siempre creí que tener hijos es una extensión del ser mujer, no su definición”. “Las mujeres tienen la habilidad maravillosa de crear vida, pero cuando decimos que ese es su propósito, eso dice que toda su existencia es un medio hacia un fin”. “Quiero que las mujeres sepan que su decisión de abrazar o renunciar a la maternidad de ninguna manera está ligada a su valor o identidad como esposas, como adultas, o como mujeres; y que hay absolutamente una opción detrás de la maternidad y es suya, y sólo suya”.

Fuente: Tedx

  • Salud Mental y Tratamientos

Las drogas más letales

  • 25/01/2017
  • Maria Fernanda Alonso

Según el informe mundial sobre las drogas del año 2016 realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, se calcula que 1 de cada 20 adultos, es decir, alrededor de 250 millones de personas de entre 15 y 64 años, consumieron por lo menos una droga en 2014.

«Las muertes por sobredosis representan aproximadamente entre un tercio y la mitad de todas las muertes relacionadas con las drogas, que en la mayoría de los casos se deben a los opioides. El período inmediatamente posterior a la excarcelación se asocia con un aumento considerable del riesgo de muerte por causas relacionadas con drogas (principalmente por sobredosis), cuya tasa de mortalidad es mucho mayor que la mortalidad por todas las causas en la población general.

«Las personas que se inyectan drogas se exponen a algunos de los peores daños para la salud asociados al consumo de drogas sin precaución, así como a un deterioro general de los resultados de salud, lo que incluye un alto riesgo de sobredosis, mortal o no, y a mayores probabilidades de muerte prematura. Una de cada siete personas que se inyectan drogas vive con el VIH, y una de cada dos con la hepatitis C.



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«El cannabis, cuyos consumidores sumaron 183 millones en 2014, sigue siendo la droga de consumo más frecuente en el mundo, seguida de las anfetaminas. El uso indebido de opiáceos y opioides sujetos a prescripción médica, cuyos consumidores se estiman en 33 millones, es menos habitual, pero los opioides siguen siendo sustancias destacables por sus efectos potencialmente nocivos para la salud.

«En general, los hombres tienen una probabilidad de consumir cannabis, cocaína o anfetaminas tres veces mayor que las mujeres, y estas tienden más que los hombres a consumir opioides y tranquilizantes con fines no médicos. Las disparidades de género en el consumo de drogas pueden atribuirse en mayor medida a las oportunidades de consumirlas en un entorno social que a la mayor o menor susceptibilidad o vulnerabilidad de uno de los géneros al consumo de drogas.»

Según una versión anterior del informe, uno de cada diez consumidores tiene serios problemas de drogodependencia. De esos 27 millones de «consumidores problemáticos», la mitad de ellos (12,19 millones) usan sustancias inyectables, y se estima que 1,65 millones estaban afectados por el VIH en 2013. La droga que genera más problemas de salud y fallecimientos es el opio, «lo que puede atribuirse a la relación que existe entre el consumo de opiáceos y el consumo de drogas inyectables, el VIH, el Sida y las muertes por sobredosis», señala el documento. Entre los consumidores de drogas inyectables, como la heroína, la mortalidad es 15 veces mayor que en otras personas de la misma edad y sexo que no las usan, debido a la posible transmisión de enfermedades infecciosas y sobredosis.

Según informes del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (EEUU), estas son las 10 drogas que han causado más muertes por sobredosis:

Heroína

Este informe revela que el uso de heroína se ha incrementado en Estados Unidos, tanto en hombres como mujeres, en casi todos los grupos etarios y en todos los niveles de ingresos. La heroína es la droga número uno responsable por casos de sobredosis letales.

En una sobredosis de heroína, el sistema de la persona puede dejar de funcionar, lo que lleva a una depresión respiratoria letal y a un ritmo cardíaco más lento o a su detención. Además, es posible tener una sobredosis después de usar heroína por primera vez, o la primera vez que se recae después de dejarla.

Cocaína

La cocaína es la segunda droga más popular involucrada en sobredosis letales. Las personas que usan cocaína a menudo la toman repetidamente dentro de un periodo corto de tiempo, en dosis cada vez más altas para mantenerse drogadas. La sobredosis de cocaína afecta al corazón, aumentando el ritmo cardíaco y la presión sanguínea de manera drástica y, a menudo, peligrosa.

Oxicodona

Esta medicación opioide es usada para tratar el dolor. A su vez, la droga es altamente adictiva, lo que significa que los usuarios suelen sentir la necesidad de incrementar la cantidad consumida para alcanzar los mismos sentimientos, y por ende las sobredosis pueden ocurrir. La adicción a oxicodona a menudo se ve marcada por comportamiento letárgico y disminución del ritmo cardíaco y patrones de respiración extraños.

Alprazolam

También conocido como Xanax, es utilizado para tratar la depresión y los problemas de ansiedad. Las sobredosis de este tipo de drogas suelen resultar en depresión del sistema nervioso central, desde la somnolencia hasta el coma. Una persona ansiosa que busca alivio podría combinar el fármaco con alcohol. Una mezcla potencialmente mortal.

Fentanilo

Es un opioide sintético, similar a la morfina, y usado para tratar el dolor. Una sobredosis de esta droga resultará en baja presión sanguínea, ritmo cardíaco lento y somnolencia excesiva.

Morfina

La morfina es usada para tratar el dolor moderado y severo, pero también es una droga altamente abusada. Una sobredosis de morfina causará respiración superficial, respiración lenta y dificultosa o ninguna respiración en absoluto.

Metanfetamina

Un estimulante adictivo, abusado por su efecto eufórico. La sobredosis de metanfetaminas puede causar un incremento del ritmo cardíaco, ataque cardíaco, presión en sangre alta y temperatura corporal alta.

Metadona

La metadona es un narcótico opioide más comúnmente usado para ayudar a los adictos a la heroína con los síntomas de la abstinencia. Sin embargo, también se abusa de esta droga cuya sobredosis puede resultar en respiración lenta y ritmo cardíaco lento, somnolencia severa y debilidad muscular.

Hydrocodona

Es un medicamento opioide para el dolor. Una sobredosis puede resultar en baja presión sanguínea, pulso débil y dificultad para respirar.

Diazepam

Clasificado como una benzodiacepina y se utiliza para tratar los trastornos de ansiedad, síntomas de abstinencia del alcohol, o espasmos musculares. Una sobredosis puede causar mareos, confusión, somnolencia y falta de respuesta.

Según el informe de la ONU, Asia registró 81.100 fallecimientos relacionados a las drogas, América del Norte 43.300, África 37.800, Europa 16.900, América Latina y el Caribe 6.000, y Oceanía 2.000. La cifra total de fallecimientos es prácticamente la misma que en años anteriores.

Fuentes: Medical Daily| Centers for Disease Control and Prevention |Unodc

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(Vídeo) Ash Beckham: Salir del closet

  • 19/01/2017
  • Maria Fernanda Alonso

En algún momento de nuestras vidas todos tenemos que enfrentar conversaciones difíciles. ¿Por qué son difíciles? Porque nos estresa pensar cuál será la reacción del otro, y muchas veces preferimos vivir constantemente estresados que salir de nuestros closets y exponernos, auténticamente, ante los demás.

“Necesitamos dejar de comparar nuestras dificultades con las dificultades de los demás para hacernos sentir mejor o peor sobre nuestros closets y sólo compadecernos en el hecho de que todos tenemos dificultades. En algún punto en nuestras vidas todos vivímos en closets y ellos pueden sentirse seguros, o por lo menos más seguros de lo que hay del otro lado de esa puerta, pero (…) no importa de qué estén hechas tus paredes, un closet no es lugar para que viva una persona,” expresa Ash Beckham, quien con la ayuda de una niña de 4 años nos motiva a dejar nuestros closets y a ser empáticos con quienes también lo hacen.

Fuente: Tedx



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