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Ciencia y Evidencia en Psicología

2852 Publicaciones

Investigación, neurociencia, modelos teóricos y psicopatología

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El cerebro está muy despierto cuando duermes

  • 10/10/2015
  • David Aparicio

Un estudio neurofisiológico con 19 personas dormidas revela ahora la causa: la actividad cerebral durante el sueño REM —el sueño con sueños— es muy parecida a la de la vigilia, cuando estamos despiertos. Si las imágenes durante el sueño parecen reales es porque para el cerebro lo son. El resultado resta misterio al sueño, pero le añade lógica neuronal.

La investigación de Yuval Nir, Itzhak Fried y sus colegas del Laboratorio de Ciencias Cognitivas de París, la Universidad de Wisconsin en Madison y la Universidad de Tel Aviv se basa en un análisis extenso, durante la vigilia y el sueño, de la actividad eléctrica de un total de 2.057 neuronas individuales y unos electroencefalogramas particularmente precisos, con los electrodos situados dentro del cráneo. Han podido hacerlo porque los 19 voluntarios eran pacientes epilépticos sometidos a cirugía intracraneal. Los resultados aparecen en la revista Nature Communications.

El artículo fue escrito por Javier Sampedro y puedes leerlo completo en el diario El País.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿La práctica de mindfulness te hace susceptible a los falsos recuerdos?

  • 09/10/2015
  • David Aparicio

El mindfulness es uno de los temas más populares de la actualidad. En cada congreso de psicología se incluye un taller sobre cómo practicarla y hasta los medios más importantes, como la revista TIME, que le han dedicado tapas y números enteros que recomiendan su practica. Y no es para menos, cientos de estudios científicos han demostrado sus beneficios para la salud a corto y largo plazo.

Sin embargo, una investigación realizada por B. M. Wilson et al (2015) para la revista Psychological Science, encontró una consecuencia no deseada de la meditación mindfulness. Según sus datos, las personas que practican mindfulness podrían ser más susceptibles a los falsos recuerdos.

Nuestros recuerdos pueden categorizarse como internos o externos. Los recuerdos externos provienen de experiencias reales que tuvimos, por ejemplo, el recuerdo del café que te tomaste esta mañana. Los recuerdos internos son aquellos que provienen de nuestra imaginación: imaginarte que te tomaste un café.



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Con esa distinción, el equipo exploró a través de 3 experimentos si los mecanismos del mindfulness – observar sin juzgar las emociones y los pensamientos- podría afectar la capacidad de las personas para determinar el origen de los recuerdos.

Primer experimento

Asignaron aleatoriamente a 153 participantes para que practican por 15 minutos, en una sesión de mindfulness, mientras que al otro grupo se le pidió que pensara en cualquier cosa que se le viniera a la mente.

los que practicaron mindfulness recordaron falsamente haber visto en la lista la palabra  ¨basura¨

Terminada la sesión se le pidió a los participantes que estudiaran una lista de 15 palabras que se relacionaban con el concepto de basura (residuos, alcantarillado, desechos, etc.) pero no se incluyó la palabra ¨basura¨ y luego se les pidió que recordaran la mayor cantidad de palabras que podían.

Los resultados: 39% de los que practicaron mindfulness recordaron falsamente haber visto en la lista la palabra  ¨basura¨ en comparación con el 20% del grupo control.

Segundo experimento

En el segundo experimento, 140 sujetos completaron una tarea de memoria, antes de la sesión,  que no incluyó la palabra ¨crítico¨. Sus resultados demostraron que los participantes eran más propensos a recordar falsamente la palabra ¨crítico¨ después de la sesión, en comparación con el grupo control.

Tercer experimento

Fueron 215 personas las que participaron en este ensayo, y ellas tenían que determinar si habían visto una palabra antes del estudio, mientras que el grupo control solo tenía que relacionar las palabras con las que se habían presentado.

En esta ocasión tanto los que participaron en las sesiones de mindfulness como los que no participaron, fueron bastantes precisos a la hora de reconocer las palabras que realmente habían visto. Pero, los participantes de mindfulness fueron más propensos a identificar falsamente palabras relacionadas después de completar una sesión de mindfulness.

falta investigación para que se pueda hablar de la susceptibilidad de falsos recuerdos entre los practicantes de mindfulness

Conclusión

Al no juzgar los pensamientos, el mindfulness podría afectar los procesos cognitivos que identifican la fuente de los recuerdos (internos-externos), lo que daría como resultado que las personas tengan problemas a la hora de distinguir entre las experiencias imaginadas y las reales.

Pero el estudio también tiene una seria limitación. Su muestra estuvo compuesta por estudiantes universitarios que no practicaban con habitualidad el mindfulness y no incluyó practicantes habituales, lo que excluyó la generalización de sus resultados y si realmente afecta los procesos cognitivos de reconocimiento de la memoria. En definitiva, todavía falta investigación para que se pueda hablar de la susceptibilidad de falsos recuerdos entre los practicantes de mindfulness.

Fuente: ScienceDaily

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El Síndrome de Savant o Síndrome del Sabio

  • 08/10/2015
  • Clotilde Sarrió

Una persona con Síndrome de Savant puede memorizar millones de datos, reproducir artísticamente aquello que ve y tocar instrumentos sin necesidad de aprendizaje, sin embargo algunos de ellos no pueden ni cubrir sus necesidades más básicas.

¿Qué es el síndrome de Savant?

Fue J.Langdon Down, quien descubrió del Síndrome de Down o síndrome del fenotipo trisomía 21 quien acuñó el término idiot savant (sabio idiota) que terminó por ser poco aceptado y quedar algo obsoleto. En la actualidad se le conoce principalmente por el nombre de Síndrome de Savant o Síndrome del Sabio.

Superdotados y deficientes al mismo tiempo

El savantismo combina un funcionamiento cognitivo generalmente bajo con una o varias habilidades excepcionales. La música, el arte, el cálculo o la memoria son algunos de los ámbitos en los que estas personas suelen destacar. Es un trastorno poco común. Su escasa prevalencia entre la población general junto con las dificultades de encajarlo en un trastorno específico como el autismo o en cualidades como la superdotación, hacen que este síndrome sea un quebradero de cabeza para muchos estudiosos del tema.



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Este síndrome posee una serie de características generales basadas en un bajo cociente intelectual, altas capacidades o talentos relacionados con el arte, la música, la memoria o el cálculo, poca lógica y problemas de lenguaje, alta memoria visual, gran capacidad para captar y reproducir dibujos o imágenes 3D, habilidades mecánicas, grandes dificultades sociales e intereses obsesivos entre otras cualidades y déficits.

En general, este síndrome suele considerarse, dentro de los trastornos del desarrollo, como un tipo especial de autismo, asemejándose en mayor medida al síndrome de Asperger, que dentro del espectro autista es considerado el trastorno menos profundo.

En el Síndrome de Savant, las hipótesis formuladas bajo la posibilidad de una existencia de daño cerebral en el hemisferio izquierdo han sido respaldadas por las actuales pruebas de neuroimagen. De esta manera, un Savant podría tener el hemisferio derecho más desarrollado, siendo éste el responsable de tales talentos extraordinarios.

Termina de leer este artículo completo en Gestalt Terapia. El blog especializado de Clotilde Sarrió. 

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La estupidez analizada desde la ciencia

  • 08/10/2015
  • David Aparicio

Todos hemos hecho alguna estupidez. Algunos con mayor frecuencia que otros, pero de ella no nos salvamos. Es una de esas conductas fáciles de detectar pero difíciles de definir.

Guido Corradi en Rasgo Latente, nos explica con sencillez y precisión los descubrimientos de una muy interesante investigación de Balazs Aczel, et al (2015) para la revista Intelligence, que nos ofrece una definición de la conducta estúpida y los componentes que la caracterizan.

La estupidez, en líneas generales, es cualquier comportamiento que se desvía de la expectativas que uno tiene (por lo que puede variar la percepción de algo como una estupidez). Estos comportamientos tienen consecuencias negativas (habitualmente para uno mismo). Realmente es más fácil identificar la estupidez que definirla, por eso pongamos un ejemplo reciente del que fui testigo: “Dijo que sabía cambiar él la rueda del coche y no tenía ni idea el muy estúpido. Al final tuvo que llamar a la grúa igualmente y nos hizo tener que esperar el doble. ¡Se lo dije!”. Es curioso que hasta ahora no ha habido ningún intento de medir la estupidez personal de cada individuo, pero tenemos fe en que el estudio del que vamos a hablar abra las vías del conocimiento para que se desarrollen herramientas fiables y válidas para su evaluación tan necesaria en ocasiones.

Sobre la investigación:



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Se lleva a cabo la evaluación: se pide a los participantes (154 húngaros) que evalúen las historias contestando una batería de preguntas para cada una. Estas preguntas sirven para que los participantes evalúen si la acción es estúpida o no, la responsabilidad que tiene el protagonista de la historia, la gravedad de las consecuencias, la comicidad de las mismas y seleccionar de una lista los factores psicológicos implicados –a su parecer– en la historieta. Así, con las valoraciones de las historias se puede llevar a cabo un análisis de datos para extraer los factores psicológicos compartidos en mayor medida por todas las historias.

Lee el artículo completo en Rasgo Latente.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Una sola neurona podría tener más de 1,000 mutaciones

  • 07/10/2015
  • David Aparicio

El Instituto Médico Howard Hughes realizó una investigación que ha dado mucho que hablar dentro de la comunidad neurocientífica. Según sus hallazgos una sola neurona del cerebro adulto tiene más de mil mutaciones genéticas que no están presentes en las células que las rodean. La mayoría de estas mutaciones aparecen mientras los genes están activos, después de que el desarrollo del cerebro se ha completado.

La investigación está disponible en la revista Science y en ella se explica que al seguir la distribución de las mutaciones entre las células, se puede conocer cómo se desarrolla el cerebro humano. 

¨El genoma de una sola neurona es como el registro arqueológico de la célula. Podemos leer su linaje en el patrón de las mutaciones compartidas. Ahora sabemos que si examinamos suficientes células en suficientes cerebros, podremos deconstruir todo el patrón de desarrollo del cerebro.¨ explicó Christopher Walsh, coautor del estudio.



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El genoma de una sola neurona es como el registro arqueológico de la célula

Sin embargo, la investigación todavía no puede explicar con certeza cómo éstas mutaciones naturales afectan la función del cerebro o si contribuyen al desarrollo de enfermedades.

Walsh y su equipo aislaron y secuenciaron el genoma de 35 neuronas de cerebros sanos que fueron donados por tres adultos después de su muerte y secuenciaron el ADN que habían aislado de las células de cada individuo provenientes del corazón.

Los datos obtenidos de la secuenciación de ADN les permitió conocer que cada neurona tenía más de 1,000 puntos de mutación, las cuales pueden alterar el código genético, y solo unas pocas mutaciones aparecieron en más de una célula.

Los investigadores esperaban que estas mutaciones fueran parecidas a las mutaciones cancerosas pero no fue así. ¨Las mutaciones cancerosas tienden a surgir cuando el ADN hace copias imperfectas en la preparación para la división celular, en realidad las mutaciones tenían firmas únicas. Las mutaciones que se producen en el cerebro, en su mayoría, parecen ocurrir cuando las células están expresando sus genes.¨ explicó Walsh.

¿Hasta qué punto estas mutaciones dan forma al desarrollo del cerebro de una manera positiva o negativa? ¿Hasta qué punto tenemos una parte del cerebro que no funciona del todo bien, pero que no llega al grado para considerarla como una enfermedad? Los datos en cuestión no pueden respondernos estas preguntas, pero marca el inicio de un largo camino de investigación que explorará el desarrollo de nuestro órgano más complejo.

Aprende más sobre las neuronas con la infografía interactiva: Neuronas neuróticas

Fuente: ScienceDaily

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Lo que aprendimos sobre el bullying después de 40 años de investigación

  • 06/10/2015
  • David Aparicio

Hoy en día casi no hay persona que no sepa qué es el bullying. Los psicólogos y medios de comunicación han hecho un buen trabajo en la difusión de las características de la agresión que sufren millones de niños alrededor del mundo por sus propios pares y los efectos a corto y largo plazo que puede tener.

Pareciera ser que el Bullying tiene mucho tiempo bajo la lupa de la investigación, pero como fenómeno de estudio sólo tiene 40 años. En el mes de mayo, la revista American Psychologist hizo una revisión de las investigaciones producidas durante estas cuatro décadas y  presenta cinco de ellas, las cuales nos ofrecen información importante sobre las secuelas y consecuencias, prevalencia, estabilidad, dificultades teóricas que enfrentan los educadores y otros factores que demuestran la complejidad del bullying entre los estudiantes y por último nos sugiere los caminos de investigación futura.

Estas son las cinco investigaciones:



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De la investigación a la práctica en la prevención del bullying – Catherine Bradshaw

La investigación evalúa las recomendaciones de diferentes programas de prevención del bullying y se identifican los elementos centrales de los programas más prometedores. Bradshaw nos recomienda un enfoque de salud pública de tres niveles que permite entender a los estudiantes en todos los niveles de riesgo. Puedes obtener la investigación aquí.

Leyes y políticas acerca del acoso escolar – Dewey Cornell y Susan Limber

Desafortunadamente las leyes actuales no ofrecen estrategias que permitan la protección adecuada para los estudiantes acosados. En esta investigación, los autores realizan una profunda revisión del marco legal de las leyes anti-bullying y nos ofrecen diversas recomendaciones para abordar al bullying con eficacia. Sin duda es una revisión muy importante que podemos utilizar como guía para fomentar una protección legal eficaz en nuestros países. Descarga la investigación aquí.  

Entender la psicología del bullying: Hacia un modelo social-ecológico de Diátesis-Estrés – Susan Swearer y Shelley Hymel

El bullying puede ser cuestión de uno contra uno o un fenómeno grupal que no sólo daña la salud psicológica y física de la persona que lo sufre sino también la del agresor y los testigos. Es por ello que los autores de este estudio sugieren un modelo integrado que permita reconocer su dinámica compleja a través del tiempo. Descarga la investigación aquí.

Un marco relacional para la comprensión del bullying: antecedentes del desarrollo y consecuencias – Philip Rodkin, Dorothy Espelage y Laura Hanish

¿Cómo distinguir el acoso escolar de la agresión en general? para contestar esta pregunta el equipo evaluó al bullying desde una perspectiva relacional que permite conocer que hay una relación entre el agresor y la víctima y que hay un desequilibrio de poder entre los dos durante un periodo de tiempo. Según esta perspectiva, la imagen del agresor como un joven socialmente incompetente que utiliza la coacción física para resolver conflictos, no es más que un estereotipo y explica que hay otros tipos de agresores socialmente más integrados y con altos niveles de popularidad. Descarga la investigación aquí.

Consecuencias a largo plazo del abuso entre iguales en la infancia y la adolescencia: vías para el ajuste o el desajuste – Patricia McDougall y Tracy Vaillancourt

El bullying puede tener terribles efectos en la salud mental, física, social y académica, marcando así la vida de la persona que lo sufrió por décadas. Este artículo nos proporciona un pantallazo de sus consecuencias negativas y analiza los resultados de estudios prospectivos que permitan identificar las diferentes consecuencias.  Descargalo aquí.  

Fuente: Infocop

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cómo practicar los primeros auxilios psicológicos

  • 05/10/2015
  • Maria Fernanda Alonso

Recuerdo un día de mi infancia, cuando tenía cerca de 5 años, en que mis hermanos mayores (de 6 y 7 años) estaban peleando en el patio de la casa. Nuestro perro, un hermoso ovejero alemán llamado Rambo, estaba acostado en el camino, entre ellos dos. Llegó un momento en que no pude soportarlo más, y al grito de “¡Rambo, mordelos!,” pateé a mi perro y como resultado él me mordió a mi. No recuerdo si lloré (probablemente si, tenía 5 años), o si sentí mucho dolor; pero lo que sí recuerdo fue la reacción de mi mamá que inmediatamente me limpió la herida y llamó a un médico para que me aplicara la vacuna correspondiente.

Esa reacción no sorprende a nadie, pues es exactamente la esperada ante una herida física. Sin embargo, no siempre hacemos lo mismo con las heridas psicológicas, de las cuales se espera que simplemente “las superemos” (como si eso fuera tan fácil), pero ellas necesitan el mismo cuidado que las heridas corporales. Por eso, el psicólogo Guy Winch nos recomienda 7 maneras de practicar lo que él llama “primeros auxilios emocionales”:

1. Presta atención al dolor emocional, reconócelo cuando sucede y trabajá para tratarlo antes de que se sienta como que lo abarca todo

Así como el cuerpo nos avisa que tenemos una herida física mediante el dolor y otros síntomas, sabemos que tenemos una herida psicológica que necesita tratamiento cuando no podemos simplemente sobreponernos a un rechazo, fracaso o mal humor. La soledad, por ejemplo, “puede ser devastadoramente dañina para tu salud psicológica y física, entonces cuando vos, tu amigo, o quien amas se sienta social o emocionalmente aislado, necesitas tomar acción,” aconseja Winch.



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2. Corta el espiral emocional

Debido a la naturaleza de las heridas psicológicas, es fácil que una derive en otra. El fracaso, por ejemplo, puede llevarte a enfocarte en las cosas que no podés hacer, en lugar de enfocarte en las cosas que sí podés hacer. Eso, a la vez, puede hacer que no te desempeñes de la mejor manera, lo que puede desembocar en que te enfoques aún más en tus fallas. Y así, el ciclo sigue. Resulta necesario entonces cortar con ese espiral emocional, aprender a ignorar esa reacción natural posterior al fracaso que nos hace sentir impotentes y desmoralizados y, por ejemplo, buscar estrategias que te ayuden a enfocarte en una sola tarea a la vez, mediante la planificación o hacer listas sobre las cosas que podés controlar cuando lo intentes de nuevo. Esta clase de ejercicio reducirán ese sentimiento de impotencia e incapacidad y estarás mejor preparado para alcanzar el éxito futuro.

3. Controla y protege tu autoestima. Practica la autocompasión

“La autoestima es como un sistema inmunológico emocional dolor emocional y fortalece tu resiliencia emocional.” Es por eso que es tan importante controlarla y evitar flagelarla sobre todo cuando ya está herida. Una manera de hacerlo es practicando la autocompasión. Según la Dra. Kristin Neff, la autocompasión consiste en “tratarse a uno mismo con gentileza, reconocer las propias luchas como parte compartida de la experiencia humana, y sostener los pensamientos y sentimientos dolorosos en una atención consciente (mindful awareness).” Winch propone un ejercicio que puede ser de mucha ayuda cuando te sentís crítico de vos mismo: “imaginá que un amigo querido se está sintiendo mal  sobre sí mismo por razones similares y escribí un email expresando compasión y apoyo. Después leé el email. Esos son los mensajes que deberías darte a vos mismo.”

4. Corta la rumia

Pensar, recordar y volver a tener presentes pensamientos negativos nos resulta tan común como casi inevitable. Cuando esto se convierte en un hábito, puede llevar a dolores psicológicos aún más profundos. Según Winch, la mejor forma de interrumpir esta “rumiación no saludable” es hacer algo que necesite que nos concentremos. Puede ser cualquier cosa, por ejemplo hacer un crucigrama o un sudoku que, a la vez, pueden ayudarte a prevenir el deterioro cognitivo, o algo tan simple como tratar de recordar los nombres de tus compañeros de primaria.

5. Buscá un significado en la pérdida

Alguien una vez me dijo que haber reprobado el último final de su carrera fue la experiencia más humillante que le tocó vivir, pero que esa experiencia le sirvió para enfrentar de una manera distinta, con fuerzas renovadas, los nuevos desafíos en su vida, pues consideraba que ninguna situación, por devastante que fuera, se equipararía a aquella y que en todo caso, había ganado confianza en sí mismo. Ésta es una gran reflexión y aprendizaje, sobre todo cuando sabemos que la pérdida y el fracaso pueden impedirnos seguir adelante para alcanzar nuestros objetivos o incluso para continuar con nuestras vidas, y por esa razón es tan importante tratar las heridas emocionales que crean. Si ha transcurrido el tiempo suficiente y seguís teniendo dificultades para avanzar, necesitás una nueva forma de pensar en lo sucedido, encontrando un significado en la pérdida y sacando un propósito desde ella. No es una tarea sencilla, pero pensá en lo que podés haber ganado como resultado de esa pérdida, considerá cómo puede esa experiencia ayudarte, o ayudar a otros, a encontrar una nueva apreciación hacia la vida, o imaginá los cambios que podés hacer para desempeñarte de una manera más acorde a tus metas.

6. No te quedes con culpas excesivas

Sentir culpa tiene un lado productivo: nos impulsa a hacer algo para enmendar un problema que podamos tener con otra persona. Pero la culpa excesiva es tóxica, consume nuestras energías, impacta en nuestro rendimiento y nos impide disfrutar la vida. Según Winch, una de las mejores maneras de deshacerse de la culpa excesiva es ofrecer una disculpa efectiva: “el ingrediente crucial que toda disculpa efectiva requiere -y del que las disculpas estándar carecen- es una ‘declaración de empatía’. En otras palabras, tu disculpa debería centrarse menos en explicar por qué hiciste lo que hiciste y más en cómo tus acciones (o inacciones) impactaron a la otra persona.” Perdonar es difícil, pero es más sencillo hacerlo cuando sentís que el que te ofendió realmente entiende lo que pasaste. Incluso si es la segunda, o tercera vez que te disculpás, es más probable que la otra persona te dé un perdón auténtico, y con eso te ayude a disolver la culpa.

7. Aprende cuáles son los tratamientos para heridas emocionales que te funcionan

Si tenés un dolor de cabeza leve quizás optes por una ducha o una siesta como tratamiento, pero si tenés migrañas probablemente eso no sea suficiente para aliviar el dolor. Prestá atención a cómo lidias con tus heridas emocionales comunes, por ejemplo: no les das mucha importancia, o te angustias mucho pero te recuperás rápidamente, o tal vez te angustias pero te recuperas lentamente; o quizás optás por ignorar tus sentimientos. Al analizarte de ésta manera podrás encontrar el tratamiento de primeros auxilios emocionales que te sea más útil en cada situación. “Lo mismo va para construir resiliencia emocional. Intentá varias técnicas y descifrá cuál te resulta más sencilla de implementar y cuál tiende a ser más efectiva para vos,” dice Winch y aconseja que formemos el hábito regular de tomar nota sobre nuestra salud psicológica, especialmente después de una situación estresante, difícil o dolorosa emocionalmente.

Recordá que las heridas emocionales son tan importantes como las físicas, y por eso es fundamental que pongamos en práctica estas estrategias de “higiene emocional” para mantener una buena salud mental y elevar nuestra calidad de vida.

Fuente: TED

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cinco libros que todo psicólogo debe leerse

  • 04/10/2015
  • Aprende Viendo Terapia

La entrada de hoy viene promovida por distintas personas que nos han hecho llegar sus peticiones de libros de referencia o recomendaciones por parte del equipo de terapeutas de Aprende Viendo Terapia.

Por esto, voy a poner los libros que yo considero “imprescindibles” para trabajar desde cualquier modelo de psicoterapia. Como muchos saben, yo soy Gestaltista, pero entiendo que libros que para mi son de obligada lectura si se quiere trabajar desde este modelo, sean poco útiles para un terapeuta sistémico o cognitivo-conductual, por ejemplo.

Estos son los cinco libros que considero que todo psicólogo debe leerse, precisamente por tratar aspectos comunes en todos los modelos de psicoterapia.



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El tratamiento del duelo – J. William Worden

tratamiento del dueloUn libro imprescindible. Mucho más allá de lo que puede parecer. El duelo es un proceso que está presente en cualquier paciente que acude a consulta, y no sólo a aquellos que poseen un diagnóstico de duelo problemático o depresión: El que sufre agorafobia siente el duelo de la libertad de salir a la calle que ha perdido, el esquizofrénico el duelo de haber podido ser un individuo normal, la pareja al borde de la ruptura el duelo del proyecto familiar que se acaba…. La pérdida siempre está presente en el dolor humano, y por lo tanto, el psicoterapeuta siempre tratará la pérdida en mayor o menor grado al trabajar cualquier problemáticas de sus pacientes.

Este libro presenta el trabajo del duelo como ningún otro, con un lenguaje sencillo y bastante ecléctico, describiendo sus fases, síntomas y tareas a realizar para cerrarlas.

Puedes adquirirlo aquí.

La Alianza Terapéutica – Myrna L. Firedlander, Valentín Escudero y Laurie Heatherington

alianza terapeuticaAunque presentan el tema de la alianza desde el modelo de la terapia familiar sistémica, la describen en terminos generales, y simplemente hay que quitar ciertos aspectos como “que la familia comparta un objetivo común” por ideas similares de formato individual… Además el hecho de que estos autores hayan desarrollado el SOATIF, un instrumento de evaluación de la alianza permite a cualquier terapeuta tener bien claro los aspectos más importantes del que probablemente sea lo más importante que debe realizar el psicólogo en el tratamiento de sus pacientes. Hemos hablado mucho de Lambert y sus metanálisis que demuestran que la relación psicólogo-paciente logra más cambios que cualquier otro tipo de técnica o modelo.

El libro expone claramente en qué consiste la alianza, las variables que la forman y qué hacer para conseguir una buena alianza así como señales para evaluarla.

Puedes adquirirlo aquí.

Apuntes de Relación de Ayuda – José Carlos Bermejo

relacionEn este sencillo y corto manual, el autor expone que elementos son necesarios para una buena escucha activa y cómo conseguir empatizar con el paciente, habilidad básica sea cual sea el modelo de trabajo del psicólogo. Es cierto que algunos modelos la priman sobre otros, pero todo terapeuta debe tener una buena capacidad empática y saber hacer ver a su paciente que puede entender sus sentimientos y pensamientos sobre su problemática.

En el libro expone con asombrosa sencillez en qué consiste la escucha activa o la empatía y sobre todo, cómo ponerla en práctica y entrenar esta habilidad, con interesantes consejos para mostrar al paciente que conectamos con él y su mundo interno.

Puedes Adquierelo aquí.

Los Patitos Feos – Boris Cyrulink

patitos feosEste libro, aunque tiene un gran componente divulgativo, es una de las grandes obras sobre la Resiliencia. El optimismo y la visión del ser humano como algo capaz de superar las heridas de la vida pueden ser algo forzadas, pero llenan al psicólogo lector de confianza en la capacidad de sus pacientes para superar la adversidad. Rompe con “predicciones” y “etiquetas” inamovibles.

Se trata de un texto sencillo donde se expone el concepto de resiliencia y se narra todo lo que supone este concepto, que por desgracia, para muchos psicoterapeutas es simplemente eso: una definición y no una actitud a transmitir al paciente y desde la que concebir nuestro trabajo clínico.

Puedes adquirirlo aquí.

Procesos Comunes en Psicoterapia – Chris L. Kleinke

principios comunes en psicoterapiaEste libro abarca todo aquello que es común en cualquier proceso psicológico, y que por tanto, todo psicoterapeuta debería no sólo conocer, sino también saber manejar a la perfección: Habilidades del Terapeuta, Alianza Terapéutica, Dilemas Éticos, Cómo comenzar y cerrar la terapia, Actitud de Trabajo en los pacientes… Da una visión de conjunto de los aspectos comunes de todos los modelos y de aquello que siempre es inherente al proceso terapéutico.

Es una recopilación de escritos de grandes psicoterapeutas como Lisa Greencavage, Marvin Goldfried o Jerome Frank, donde se abordan estos temas y se promulgan directrices o reflexiones sobre cómo manejarlos.

Puedes adquirirlo aquí.

Listado previamente publicado en Aprende Viendo Terapia, la plataforma online especializada en entrenamiento psicoterapéutico. 

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Depresión: diferencias entre hombres y mujeres

  • 30/09/2015
  • Alejandra Alonso

Aclaremos que no es que presenten síntomas diferentes, estos son los mismos para los dos sexos. Más bien las quejas que vemos son distintas y es muy importante tener esto en cuenta como señales de advertencia, pero también para un mejor diagnóstico y tratamiento.

Comencemos con los hombres:

Una de las cuestiones principales en esta población es que expresar un estado de ánimo deprimido puede ser visto como debilidad. Niegan la depresión porque suelen creer que necesitan ser fuertes y controlar sus emociones. Y en la cultura americana, la expresión de emociones es considerada un rasgo femenino. Además, la expectativa cultural es que los hombres sean exitosos o tengan control sobre sus emociones. El problema más grave con esto es que se puede pasar por alto una depresión por los intentos de los hombres de esconderla, que a su vez puede llevar a un triste final, como es el suicidio.

En cambio, ellos sí hablan de los sentimientos físicos que acompañan a la depresión (fatiga, dolor o dificultad para concentrarse). Los hombres pueden experimentar depresión en formas distintas a las mujeres. Pueden volverse irritables, agresivos, tomar más de lo usual o trabajar demasiado.



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Tres signos comunes de depresión en el hombre:

Dolor: dolores de espalda o cabeza o problemas de sueño que no responden a tratamiento normal.

Enojo: Puede llevar a irritabilidad, pérdida de humor, mal genio o agresión. También es posible que se den situaciones de abuso hacia la esposa o que se vuelva controlador.

Comportamiento imprudente: Comprometerse en actividades riesgosas como manejar muy rápido, tener sexo sin protección, abuso de drogas o apuestas.

En relación a las causas, realmente no existe una sola. Cambios en el estilo de vida, estrés, causas biológicas y psicológicas, falta de apoyo social, cualquier cosa que los haga sentir inútiles, solos o desesperanzados.

Tratamiento de la depresión en los hombres:

No trates de hacerte el fuerte. Existen formas de ayudarte, como el tratamiento y la medicación. También podés hacer cambios en tu estilo de vida como ejercitarte, comer bien, construir una red de apoyo, unirte a un grupo de apoyo y reducir el estrés en tu vida.

Hay tratamientos para la depresión. Lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra y no hay un solo tratamiento que sea apropiado para todos los casos. El mejor enfoque incluye:

Apoyo: hablar con alguien sobre cómo te sentís puede ayudar muchísimo. La persona con la que hables necesita ser buena escuchando. Tener un sistema de apoyo fuerte acelera tu recuperación. Busca a otros, estar solo puede empeorar la depresión.

Cambios en el estilo de vida: ejercicio, dieta sana, manejo de estrés, técnicas de relajación y desafiar a los pensamientos negativos pueden ayudar a aliviar la depresión.

Balancear las emociones: aprender cómo reconocer el estrés y expresar tus sentimientos y emociones puede hacerte más resiliente.

Ayuda profesional: existen terapias efectivas para tratar la depresión, como la Activación conductual, TCC, Mindfulness, entre muchas otras. La terapia puede darte herramientas para tratar la depresión y habilidades para prevenir que la depresión vuelta.

En la mujer, por otro lado…

Las causas de depresión femenina y los síntomas son diferentes a los de los hombres. Hay un número de teorías que explican porqué las mujeres tienen mayor incidencia de depresión, tales como cambios biológicos u hormonales y causas psicológicas:

Problemas premenstruales: Las hormonas fluctúan durante el ciclo menstrual causando a menudo los síntomas premenstruales. Para algunas mujeres los síntomas son moderados, pero para otras es suficientemente severo como para causar malestar en sus vidas.

Embarazo: Los cambios hormonales que ocurren durante este período pueden contribuir a la depresión, especialmente si ya se está en riesgo.

Depresión postparto: Es una reacción normal que se va luego de unas pocas semanas, pero para algunas mujeres puede ser severo y durar más tiempo. También se cree que esto es influenciado por los cambios hormonales.

Problemas de salud: enfermedades crónicas y/o discapacidades pueden llevar a la depresión.

Sentimientos negativos: Las mujeres tienden a rumiar cuando están deprimidas, lo que obviamente hace que la depresión empeore. Los hombres suelen tratar de distraerse, lo que ayuda a reducir la depresión.

Estrés abrumador: Muchas veces las mujeres desarrollan depresión por estrés y producen más de la hormona del estrés que los hombres.

Tratamiento de la depresión en mujeres:

Están disponibles los mismos tratamientos que para los hombres. Puedes ver una lista de terapias para la depresión con apoyo científico que ofrece la APA, aquí.

Abajo se presenta una tabla de Jed Diamond. La misma muestra las diferencias en la depresión entre hombres y mujeres.

Diferencias entre la depresión masculina y femenina
Las mujeres tienden a:Los hombres tienden a:
Culparse a sí mismasCulpar a otros
Sentirse tristes, apáticas e inútilesSentirse enojados, irritados y con el ego inflado
Sentirse ansiosas y asustadasSentir sospechas y estar a la defensiva
Evitar conflictos Crear conflictos
Sentirse lentas y nerviosasSe siente intranquilo y agitado
Tiene problemas para poner límitesNecesita sentirse en control a cualquier costo
Encuentra fácil el hablar de dudas sobre sí misma y desesperaciónEncuentra que admitir dudas sobre uno mismo o desesperación es de débiles
Utiliza la comida, las amistades y el “amor” para automedicarseUtiliza el alcohol, la TV, los deportes y el sexo para automedicarse
Male Menopause by Jed Diamond

 

 


Como se ha resaltado hoy, hablar con alguien, tener una red de apoyo social y buscar ayuda son pasos importantes para recuperarse. La depresión es muy común, pero también tratable. Da un pequeño paso hoy y avanzá todos los días un poco.. Toma tiempo sentirse bien, pero vas a llegar allí si tomás decisiones buenas y positivas para vos mismo/a. Por último, recuerda no negar tus sentimientos o síntomas, es importante que te escuchen para que llegues al tratamiento apropiado para vos.

Fuente: Psychcentral

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Rompiendo el ciclo del trastorno de ansiedad: Intervenciones familiares tempranas

  • 29/09/2015
  • David Aparicio

Millones de personas enfrentan a diario con los síntomas de los trastornos de ansiedad. Según estudios previos sus hijos tienen un mayor riesgo de sufrir de estos trastornos, haciendo así que el circulo de la ansiedad se extienda por generaciones.

Pero una intervención psicológica cognitivo conductual aplicada en las familias y a tiempo, podría reducir drásticamente ese riesgo. Esos son los hallazgos publicados hace unos días en la revista The American Journal of Psychiatry.

¿Por qué el trastorno de ansiedad de los padres representan un factor de riesgo para los hijos?



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Los investigadores explican que el temperamento y las experiencias tempranas de vida juegan un rol fundamental en el desarrollo de la ansiedad. Entre más experiencias negativas tiene una persona a medida que crece, mayor es la probabilidad de que sufra de un trastorno de ansiedad durante su adultez. Pero el factor más importante es el efecto de la crianza, donde la ansiedad es reforzada a los hijos a través de estilos de crianza que moldean la conducta. Es aquí donde la terapia puede ayudar a cambiar esos patrones de conducta.

La investigación

La investigación puso a prueba una intervención psicológica basada en la terapia cognitiva conductual con 136 familias, de las cuales al menos un padre tenía problemas de ansiedad y por lo menos uno de sus hijos, de 6 a 13 años, también los tenía. Un grupo de familias participó en ocho sesiones de una hora con un terapeuta entrenado durante dos meses. Otro grupo recibió boletines informativos sobre la los trastornos de ansiedad y los tratamientos. El grupo control no recibió ninguno de los dos.

Aquellas familias que recibieron terapia, aprendieron a identificar los signos de la ansiedad, cuándo los síntomas del miedo son saludables (un auto a toda velocidad en nuestra dirección) y cuándo el miedo excesivo no es saludable (las sospechas de que la torta de cumpleaños está envenenada). Así también aprendieron cómo afrontarlos a través de las prácticas de habilidades para la resolución de problemas y ejercicios de exposición a los factores ansiógenos.

Una situación que se utilizó en en la investigación fue: si un niño le tiene miedo a encontrarse con un gato en la calle, lo primero que tiene que hacer es identificar el pensamiento atemorizante: ¨Ese gato me va a lastimar¨, luego tendrá que evaluar ese pensamiento: ¨¿Es probable que ese gato me lastime?¨ “No, ese gato no parece agresivo, no está mostrando sus uñas ni dientes, sólo está sentado ahí mirándome. Ok, entonces puedo pasar caminando sin problemas y el gato no me hará nada.”

Los efectos de la terapia se hicieron evidentes. Sólo el 9% de los niños pertenecientes a las familias que recibieron terapia desarrollaron problemas de ansiedad un año después del programa, en comparación con el 21% de los niños que sólo recibieron los panfletos informativos, pero la incidencia de los trastornos de ansiedad fue aún peor, 31%, para aquellos niños que no recibieron ninguna de las dos.

Para la investigadora de la Universidad de Johns Hopkins y autora del estudio, Dra. Golda Ginsburg, estos resultados hacen evidente la vulnerabilidad de los hijos de los padres con trastornos de ansiedad. Pero también nos permiten prevenirlos a través de programas especializados enfocados en el contexto familiar, lo cual ofrece una nueva perspectiva, ya que los programas actuales se enfocan en la escuela.

Fuente: ScienceDaily

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