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Homofobia: 5 datos científicos que explican el odio a los homosexuales

  • Rita Arosemena P.
  • 09/11/2016

En 1972, el psicólogo George Weinberg publicó el libro «La Sociedad y el Homosexual Saludable», cuyo primer capítulo plasmaba la siguiente afirmación:

«Yo nunca consideraría a un paciente saludable al menos que hubiera superado su prejuicio en contra de la homosexualidad. Incluso si es heterosexual, su repugnancia hacia la homosexualidad es, ciertamente, dañina para él mismo»

En su obra, Weinberg introdujo por primera vez el término homofobia para referirse a aquellos individuos heterosexuales cuya conducta denota una profunda aversión hacia los homosexuales, aversión que, según Weinberg, sitúa su origen en un intenso temor de estar en estrecho contacto con hombres y mujeres homosexuales, así como miedo irracional, odio e intolerancia hacia ellos.

La homosexualidad se consideró un desorden de salud mental hasta 1973, cuando la Asociación de Psiquiatría Americana la removió definitivamente del DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales). La Asociación de Psicología Americana (APA) apoyó este movimiento dos años más tarde, en 1975, cuando también descartó la homosexualidad como desorden mental y reconoció públicamente que esta no implica ningún impedimento en el juicio, la confiabilidad o las capacidades sociales y vocacionales en general.

Adicionalmente, la APA hizo énfasis en que los profesionales de la salud mental debían tomar la iniciativa en la eliminación del estigma de la enfermedad mental asociada con la orientación homosexual. 

A pesar de estas y otras adecuaciones en las principales organizaciones de salud y derechos humanos a nivel mundial, la implementación de políticas públicas y leyes de protección e igualdad y de programas de educación sexual y valores, la homofobia sigue siendo una de las principales causas de suicidio por acoso y crímenes de odio en el mundo.

«LA HOMOSEXUALIDAD no implica ningún impedimento en el juicio, la confiabilidad o las capacidades sociales y vocacionales en general»

Según el reporte sobre discriminación y violencia con base en orientación sexual e identidad de género publicado por la Organización de las Naciones Unidas en mayo de 2015, los crímenes de odio por homofobia representan el 20.8% de los cometidos en los Estados Unidos, el segundo motivo más común después de la discriminación racial (que representa el 48.5%) e incluso un motivo más frecuente que la discriminación religiosa (que se estima en el 17.4%).

De acuerdo con las cifras de la ONU:

  • Entre 2008 y 2014 fueron asesinados 1,612 personas transgénero en 62 países (un promedio de un homicidio cada dos días).
  • La Comisión Inter-Americana de Derechos Humanos reportó, además, 594 crímenes de odio contra personas de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero) en los 25 países miembros de la Organización de los Estados Americanos entre enero de 2013 y marzo de 2014.
  • En Brasil, la homofobia y la transfobia motivó el asesinato de 310 personas en 2012.
  • En los Estados Unidos, ocurrieron 18 casos de crímenes de odio con desenlace mortal y 2,001 incidentes de violencia anti-LGBT en 2013.

Descifrando la homofobia: ¿qué dicen los estudios?

Investigaciones realizadas por centros de estudio en Estados Unidos y Europa han extraído los siguientes datos de valor para una mejor comprensión de las causas que motivan el odio hacia los hombres y mujeres homosexuales.

  • Según un estudio publicado por la revista científica Journal of Personality and Social Psychology, la homofobia podría tratarse de un prejuicio de auto-reflejo motivado por una crianza bajo figuras paternas autoritarias donde no se promueve la autonomía, en especial si la homofobia ya constituye un prejuicio asentado entre los padres.
  • Al crecer en un ambiente donde se frustra la autonomía de los hijos, estos se privan de explorar internamente valores e identidades que perciben como inaceptables, adoptando en cambio una conducta defensiva de formación reactiva (que consiste en enmascarar un motivo o emoción haciéndolo pasar por su opuesto).
  • Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Rochester, la Universidad de Essex y la Universidad de California sugiere que la homofobia es más pronunciada en aquellas personas que desconocen en un plano consciente la atracción que ellos mismos experimentan hacia personas del mismo sexo, una supresión que se ve acentuada por crecer en un ambiente de autoritarismo y estigma.
  •  Un estudio publicado en la revista The Journal of Sexual Medicine y realizado en Italia indica que las actitudes vinculadas con la homofobia podrían guardar relación con altos niveles de psicoticismo (hostilidad, impulsividad, agresividad y baja empatía). Esto no quiere decir que las personas homófobas sean psicóticas, ya que se habla del psicoticismo como un rasgo de la personalidad y no como una categoría de trastornos mentales, pero sí sugiere que la homofobia se relaciona con una salud mental deficiente en comparación con las personas que no son homófobas.
  • La investigación también detectó un vínculo entre los altos niveles de mecanismos de defensa inmaduros (proyección, introyección, conducta agresiva-pasiva…) en algunas personas y su alta propensión a la homofobia, así como factores de inducción cultural a la homofobia, entre ellos: la religión, el machismo, la hipermasculinidad y la misoginia.

«El estudio abre una nueva avenida de investigación donde la verdadera enfermedad es la homofobia», explica Emmanuele Jannini, endocrinólogo y sexólogo de la Universidad de Roma Tor Vergata y parte del equipo de investigadores.

Referencias: Journalist’s Resource | LiveScience 

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  • Psicología clínica

Ser amable te ayuda a reducir la ansiedad social

  • Rita Arosemena P.
  • 09/11/2016
La ansiedad comprende un estado físico y mental caracterizado por sentimientos de angustia o aprehensión ante situaciones que el individuo percibe como peligros o riesgos. A nivel orgánico, la ansiedad manifiesta síntomas en el plano corporal que incluyen principalmente palpitaciones, sudoración excesiva, tensión muscular, temblores, náuseas, indigestión, mareos y desmayos. Si bien la ansiedad (como el miedo o el estrés) son experiencias biológicas y cognitivas naturales en cuya ausencia la evolución de la especie se habría visto entorpecida, la ansiedad a niveles descontrolados conlleva una seria afectación que disminuye la calidad de vida, perjudica la autoestima y la toma de decisiones y puede impedir que una persona se desempeñe adecuadamente en sus tareas cotidianas. Cuando la ansiedad se vuelve frecuente y aumenta su intensidad, la sintomatología podría pasar a ser afirmativa como criterio de diagnóstico para algún tipo de trastorno de ansiedad, a saber:
  • Trastorno de ansiedad generalizada, donde el sujeto tiene miedos o preocupaciones recurrentes, así como una sensación persistente de que algo malo va a ocurrir.
  • Trastorno de pánico, que consiste en ataques de repentino e intenso terror, en especial respecto a cuándo y cómo se producirá el próximo ataque.
  • Trastorno fóbico, donde el individuo se ve afectado por un temor irracional ante un objeto o situación específica, incluso cuando no existe un peligro real.
  • Trastorno obsesivo – compulsivo, que se caracteriza por pensamientos recurrentes e indeseados que el sujeto no puede controlar y que dan a lugar a conductas rituales que la persona realiza para librarse de las compulsiones.
  • Trastorno por estrés post-traumático, donde el sujeto presenta secuelas psicológicas de un suceso desagradable y es acosado por recuerdos persistentes del evento.

La amabilidad podría ayudar a personas con ansiedad social a mejorar su autoestima

El tratamiento para los trastornos de ansiedad incluye comúnmente tanto psicoterapia como medicación, y la mayoría de las veces se obtienen resultados satisfactorios. No obstante, vivir con ansiedad exacerbada o con un trastorno de ansiedad diagnosticado marca una fuerte diferencia en el día a día de una persona, ya que supone una dificultad para controlar sus propios sentimientos y emociones y un desafío mayor para desenvolverse adecuadamente en un entorno social.

«los actos de amabilidad podrían contrarrestar las expectativas sociales negativas»

Por fortuna, investigaciones realizadas en torno a la ansiedad y métodos para su tratamiento han identificado prácticas alternativas de fácil aplicación que podrían ayudar a las personas cuya calidad de vida se ve afectada por altos niveles de ansiedad. Un estudio publicado en la revista científica «Motivation and Emotion» señala que realizar actos de amabilidad podría ayudar a las personas con ansiedad social a mejorar su autoestima, reducir la preocupación de no desenvolverse correctamente ante los demás y hacer que se sientan más cómodos al momento de establecer interacciones sociales. Para la realización del estudio se tomó en cuenta la mejora en el desempeño social de un grupo de participantes a quienes se les pidió realizar actos de amabilidad como lavar los platos de sus compañeros de piso, un segundo grupo que fue expuesto a diversas situaciones de interacción social sin el complemento de realizar actos de amabilidad y un tercer grupo que no fue sujeto a ningún entorno especial, y que sirvió como grupo de control. La investigación permitió concluir que los individuos que realizaron actos de amabilidad mostraron una reducción significativa en la tasa de evitación y ansiedad social. Según la doctora Jennifer Trew, del departamento de psicología de la Universidad de British Columbia y co-autora del estudio, los actos de amabilidad podrían contrarrestar las expectativas sociales negativas al promover percepciones y expectativas más positivas del entorno social de una persona.  Referencias: APA | Psyblog

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  • Psicología clínica

¿Puede la terapia musical mejorar la autoestima y depresión en niños y adolescentes?

  • David Aparicio
  • 08/11/2016
Las estrategias psicoterapéuticas que se utilizan en adultos no funcionan de la misma manera con los niños. En una sesión de terapia infantil se utilizan diversos recursos y actividades (juego, dramas, marionetas, dibujos, historietas, etc.) que exigen creatividad y preparación de los psicoterapeutas para que de esta manera los conceptos y aprendizajes sean manejables según el desarrollo evolutivo de los niños. La terapia musical es uno de los enfoques que más ha llamado la atención de terapeutas y padres que buscan alternativas a los tratamientos de los niños y adolescentes. Pero, más allá de las buenas intenciones debemos preguntarnos si es un recurso realmente efectivo para tratar las necesidades de los niños.
mostraron una pequeña mejoría EN la autoestima y en los síntomas depresivos
La Universidad de Bournemouth y la Universidad de Queens en Belfast condujeron un estudio, según ellos el más grande a la fecha, para probar la efectividad de la terapia musical en niños y adolescentes, que nos ayudará a dilucidar un poco el camino de este interesante recurso. En el interesante estudio participaron 251 niños diagnosticados con trastornos del desarrollo, problemas conductuales y emocionales, que recibieron tratamiento tradicional provisto por los centros de salud, y 123 niños que recibían el tratamiento tradicional sumado a doce sesiones semanales de terapia musical. Al evaluar los resultados demostraron, una semana después de la fase de intervención, que los niños que recibieron terapia musical no mostraron mejorías en las habilidades de comunicación ni de interacción social. Pero el panorama cambió un poco cuando se evaluaron únicamente los resultados en los adolescentes que tenían de 13 años en adelante. En este grupo si se encontraron mejorías en las áreas de comunicación e interacción. En términos de efectos secundarios, los resultados de las escalas autoadministradas mostraron una pequeña mejoría en la autoestima y en los síntomas depresivos en todos los niños que recibieron la terapia musical. Lamentablemente, estos efectos no se mantuvieron en la segunda evaluación post intervención que se realizó 26 semanas después.

Estos efectos no se mantuvieron en la segunda evaluación post intervención

Los autores del estudio no se desaniman y explican que los resultados fugaces en torno a la autoestima y la depresión merecen mayor exploración que permita desarrollar otras versiones de terapia musical que puedan incrementar sus efectos. «Este estudio es muy significativo en términos de determinar la efectividad de los tratamientos para niños y jóvenes diagnosticados con problemas de conducta y necesidades mentales, » explicó Sam Porter, director de la investigación. Entonces, podemos concluir que la terapia musical es un recurso interesante, con potencial, pero todavía no es muy convincente y no debe ser la principal herramienta terapéutica para usar dentro del ámbito clínico. La investigación completa está disponible en el Journal of Child Psychology and Psychiatry. Fuente: Psychcentral

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  • Guías y recursos

Abuso sexual en la infancia y drogodependencia en la edad adulta (PDF)

  • David Aparicio
  • 08/11/2016
Recientes estudios realizados en Proyecto Hombre Burgos (Pérez, Lara y González, 2010) muestran, en el caso de mujeres que han estado en tratamiento por dependencia a sustancias psicoactivas en Comuni- dad Terapéutica, una correlación significativa positiva entre el consumo de drogas y haber sufrido abusos sexuales por un adulto durante la infancia o adolescencia. En ese mismo año y en la misma Comunidad Autónoma de Castilla y León, Redondo y Santos (2010) publicaron un extenso estudio donde ofrecían los siguientes porcentajes: el 30% de las mujeres en tratamiento tanto ambulatorio como residencial por problemas de adicción habían sufrido maltrato físico y maltrato psicológico el 44,9% y abusos sexuales el 18,4%. La relación entre haber sufrido abusos sexuales en la infancia (ASI) y padecer una drogodependencia en la edad adulta es un tema escasamente abordado en las drogodependencias. El presente trabajo ofrece una aproximación a esta cuestión. Autores: Fernando Pérez del Río y Manuel Mestre Guardiola. Descarga el artículo completo en formato PDF.

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  • Psicología aplicada

El origen de las fobias según la psicología evolutiva

  • Rita Arosemena P.
  • 08/11/2016
El Glosario de Términos Psicológicos de la APA (Asociación Americana de Psicología) define la fobia como un miedo persistente e irracional a un objeto específico, actividad o situación, el cual es excesivo y falto de razón tomando en cuenta las condiciones reales de la amenaza.  Fuera del margen de la terminología psicofisiológica, todos hemos sentido miedo el suficiente número de veces para describir con soltura los síntomas de su aparición. El miedo es una reacción natural ante un estímulo externo objetivamente peligroso que prepara al cuerpo ya sea para huir o para atacar en defensa propia, mientras que las fobias son manifestaciones de temor exagerado ante situaciones que no representan un peligro drástico, como la fagofobia (miedo a comer y tragar) y la bromidrosifobia (miedo al mal olor corporal propio y ajeno). No todas las fobias son del todo ilógicas en cuanto a la gravedad de su factor detonante, algunas se basan en causas de miedo comunes, como las serpientes y las arañas. Pero si el miedo per sé se considera una respuesta racional ante un estímulo externo objetivamente peligroso, ¿no tendría sentido la proliferación de la fobia a los automóviles en las principales urbes del mundo, tomando en cuenta la tasa de accidentes de tránsito y muertes por atropello? ¿Por qué le tememos más a una rata blanca que a una autopista que atraviesa 6 ciudades?
«el miedo, en la evolución, tiene una importancia especial: más que ninguna otra emoción, es crucial para la supervivencia» (daniel goleman)

La raíz evolutiva de las fobias

Para Martin Seligman, el temor excesivo que conlleva a las fobias posee, en realidad, una base evolutiva que no se aparta demasiado del miedo racional. En su Teoría de Preparación de la Fobia, Seligman sostiene que el ser humano está biológicamente predispuesto a aprender y asociar el miedo con estímulos externos que han representado una amenaza para la supervivencia de la especie a lo largo de su historia evolutiva. Esta preparación biológica es, además, la responsable de las características que definen a una fobia como tal, a saber:
  • Rápida adquisición
  • Irracionalidad
  • Pertenencia
  • Alta resistencia a la extinción (dificultad para su desaparición)
La Teoría de Preparación de la Fobia no se limita únicamente a la especie humana sino a todo el reino animal, e involucra un amplio espectro de habilidades sensoriales. Mientras que los humanos y las ratas, por ejemplo, se han valido evolutivamente del sentido del gusto y el olfato para identificar y evitar aquellos alimentos que reconocen como dañinos, las aves emplean el sentido de la vista con el mismo fin. No obstante las diferencias evidentes entre una especie y otra, es posible identificar una tendencia natural a seleccionar estímulos con base en experiencias amenazantes y a separar y evitar aquellos que puedan significar un riesgo directo, indirecto o un peligro por asociación, como ocurre con los alimentos inofensivos que se consumen a la par de alimentos que provocaron envenenamiento y pasan a ser evitados por el sujeto.

las fobias son manifestaciones de temor exagerado ante situaciones que no representan un peligro drástico

Si bien el aporte de Seligman y sus predecesores contribuyó a una mejor comprensión de los mecanismos que dan origen a las fobias, el investigador Stefan G. Hofmann del Departamento de Psicología de la Universidad de Boston considera que se limitó a ser una perspectiva simplista del proceso de adquisición y no profundizó en los factores cognitivos que influyen en la adopción de las fobias, algo que sí hicieron Öhman y Mineka en Miedos, fobias y preparación: hacia un modelo evolucionado del miedo y su aprendizaje (2001). En su Teoría del Modelo de Aprendizaje, Öhman y Mineka presentan evidencia de un modelo selectivo y asociativo que explica la existencia de temores evolutivos transmutados a fobias a razón de cuatro características:
  1. Selectividad respecto al módulo de entrada (el miedo es sensible a aquellos estímulos que han sido correlacionados con encuentros amenazantes en el pasado evolutivo).
  2. Automaticidad (el miedo evolutivo a estímulos relevantes puede activarse incluso sin una conciencia plena de la situación).
  3. Encapsulación (el miedo es resistente a las influencias cognitivas conscientes, es decir que encapsula al sujeto).
  4. Circuitos neuronales especializados (el miedo está controlado por un circuito neuronal específico que ha sido moldeado a lo largo de miles de años de evolución).
Referencias: NCBI

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  • Psicología clínica

Curso online de formación en educación inclusiva – Asociación Educar

  • David Aparicio
  • 07/11/2016
educación inclusiva
Con más de 13 años de experiencia en formación online y presencial, Asociación Educar para el Desarrollo Humano te invita a participar de un nuevo curso. La inclusión educativa es una necesidad cada vez más grande dentro de los centros educativos, pero los profesores, en general, no reciben entrenamiento especializado y muchas veces sienten que no saben qué hacer ante las necesidades específicas de sus alumnos. Decididos a ofrecer su ayuda y aportar conocimientos basados en la evidencia en beneficio de la educación, la Asociación Educar lanzó el Curso Online de Formación en Educación Inclusiva, especialmente preparado para docentes de nivel inicial, primaria y secundaria; psicólogos, psicopedagogos, terapistas ocupacionales, trabajadores sociales, estudiantes y todos aquellos interesados en esta temática. El curso inicia el 14 de noviembre; tiene una duración de 2 meses que se distribuyen en 8 clases dirigidas por dos expertos en el área:
  • Dr. Roberto Rosler (profesor de neurofisiología y neurocirujano).
  • Dra. Valeria Guaita (profesora titular de la cátedra de “Técnicas de evaluación en niños”).
Puedes leer el perfil completo en la página del curso.

Los objetivos del curso de educación inclusiva son:

  1. Respetar la mirada de la educación inclusiva.
  2. Tener siempre en cuenta el concepto de neurodiversidad en el aula.
  3. Desarrollar una posición empática, es decir ponerse en los zapatos de los alumnos y permitirnos escuchar su voz y sus opiniones.
  4. Analizar los problemas más frecuentes del aprendizaje o de la enseñanza que se observan hoy en día en los espacios docentes. Por ello, este curso se centra en los niños con trastornos de la atención, dislexia y autismo.
  5. Bajar al aula todas estas situaciones de dificultades del aprendizaje o de la enseñanza.
  6. Contribuir con padres y docentes en la comunicación y comprensión entre ambos.
  7. Como apoyo teórico, utilizar el marco de conocimiento de la Neuropsicología.
Ingresa aquí para conocer el plan detallado del curso por clases.

Modalidad del curso e inversión

Durante el curso podrás recibir las clases en tu email, con la ventaja de poder acceder al material durante tu tiempo libre sin tener que estar limitado por un horario específico. Cada alumno contará con una tutoría personalizada que les dará un espacio para realizar consultas y preguntas a los profesores. Las evaluaciones están preparadas para ser corregidas a distancia y la fecha de entrega se coordinará directamente con el profesor. La matrícula tiene un costo de $100 (pesos argentinos) o 10 dólares y la mensualidad es de $350 (pesos argentinos) o 35 dólares. La Asociación Educar también acepta pagos en otras divisas. Puedes ingresar aquí para conocer el precio en tu moneda local. Para obtener mayor información e inscripciones ingresa en el siguiente enlace: Curso en educación inclusiva de la Asociación Educar. Agradecemos a la Asociación Educar por ser nuestro sponsor de esta semana.

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  • Análisis
  • Psicología aplicada

Claves del apego y su relación con la salud mental

  • Karemi Rodríguez Batista
  • 07/11/2016
Durante la primera infancia las experiencias de apego son extremadamente importantes, e influirán en los ámbitos de mayor trascendencia en nuestras vidas. Si el apego llega a ser traumático, puede conducirnos a un vínculo desorganizado y, en algunos casos a trastornos graves. Por ello es indispensable la prevención, la educación a futuros padres, e incluso programas de intervención clínica especializada a fin de adquirir un apego seguro lo antes posible. En el siguiente artículo haremos un repaso a la teoría del apego y sus investigaciones más significativas, sus estilos, su influencia en el amor y en la edad adulta, así como su relación con algunas psicopatologías y con la psicoterapia. Esperamos que te sea de utilidad.

John Bowlby y la teoría del apego

La teoría del apego fue desarrollada por el Dr. John Bowlby, psiquiatra y psicoanalista de niños. Esta teoría describe cómo las experiencias tempranas y la relación con la primera figura vincular influyen en el desarrollo del niño. Su trabajo estuvo muy influenciado por los estudios de Konrad Lorenz (teoría instintiva), donde se constataba cómo desarrollan las aves un vínculo muy fuerte con la madre, sin que el alimento este por medio. Sin embargo,  quien le impulsó de manera decisiva en la construcción de su teoría fue Harry Harlow con sus experimentos con monos, y su descubrimiento de la necesidad universal de contacto.

Importancia y clasificación de los estilos de apego en la infancia

Es a la edad de los 0 a 3 años, cuando desarrollamos al máximo nuestra capacidad cerebral. Se produce una proliferación neuronal y posteriormente una poda neuronal, en la cual las conexiones no usadas desaparecen. Es en este periodo crítico del desarrollo donde se fundamenta nuestro desarrollo cognitivo, psicosocial, emocional, conductual y  la capacidad de vinculación afectiva (Banz y  Dörr, 2010; Moneta, 2014). Fue la psicóloga estadounidense Mary Ainsworth, quien gracias a su investigación centrada en los efectos de la separación maternal sobre el desarrollo de la personalidad en los niños encuentra tres estilos de apego principales, ampliando así la teoría del apego. Posteriormente se añadiría un cuarto. Hagamos un repaso a los principales estilos de apego. Hay un vínculo o apego seguro cuando el bebé experimenta que su persona de referencia está ahí para atenderle y que no le dejará a la deriva si se escucha su llanto. Construirá unesquema mental sobre las expectativas con el comportamiento de la madre que ayudará a crear su imagen propia.
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Kornrad Lorez
Si la madre atiende poco a las demandas de atención de su bebé, éste se sentirá muy estresado como si supiese que si muestra los sentimientos apropiados de la separación surgirá el rechazo, y por eso controla la expresión de estos sentimientos mostrándose evasivo, así desarrollará un apego inseguro evitativo hacia ella. El apego inseguro ambivalente se presenta cuando el cuidador del bebé se comporta de manera inestable, es decir, algunas veces acude y otras ignora sus llamadas. El bebé se resiste al contacto pero sí que llega a presentar conductas de búsqueda de proximidad y contacto. Finalmente, el bebé con apego desorganizado muestra la mayor inseguridad. Al regresar el cuidador puede reaccionar desde golpearle hasta besarle o llorar de manera exagerada. Podría decirse que en base a una actuación negligente del cuidador. Cabe mencionar que según un meta análisis desarrollado en 1999 en la Universidad de Leiden a partir de 80 estudios internacionales, el 15 por ciento de los infantes de familias de clase media presentaban un patrón de apego desorganizado (Gaschler, 2013). De los cuatro estilos, éste será el más problemático, sin duda. Además, los niños con apego desorganizado tienen más probabilidades de convertirse en padres que maltratan (Papalia et al., 2005). También los otros dos estilos de apego inseguro repercuten de manera desfavorable sobre el desarrollo emocional, cognitivo y social del niño, ya que suponen un factor de riesgo de cara a posibles alteraciones de conducta futuras. Se ha confirmado la relación entre los trastornos de apego y un mayor riesgo de padecer alguna psicopatología: trastorno de ansiedad, de pánico, depresión o adicción, entre otras muchas (Gaschler, 2013). En definitiva, si desde recién nacidos podemos percibir a nuestro cuidador como una fuente de confort, apoyo y seguridad, más propensos seremos a desarrollar una imagen más positiva no sólo de nosotros mismos, sino de los demás. Durante la infancia nuestros padres serán la principal figura de apego, aunque puedan aparecer otras figuras como nuestros hermanos, familiares o  amigos. Posteriormente, durante la adolescencia, nuestros amigos irán ganando terreno en la jerarquía de las figuras de apego. En la juventud nuestros amigos y pareja estarán al mismo nivel que los padres, hasta que sea nuestra pareja estable la que se convierta en nuestra figura principal de apego(Lafuente, 1992; López,  1993).

Consecuencias del maltrato en la infancia

Moneta (2007) en su estudio sobre el apego, la resiliencia y la vulnerabilidad a enfermar, nos brinda una serie de conclusiones de gran relevancia respecto al maltrato en la infancia. Observa que en niños asustados, víctimas de maltrato infantil, se colapsan los mecanismos comportamentales  a fin de tolerar la frustración y la pérdida de confianza en un cuidador impredecible y aterrador. También observa la presencia de comportamientos agresivos, punitivos y a veces con reversión de roles, siendo pacientes y paternales con sus madres, a menudo enfermas. Hemos de resaltar que no siempre los problemas de apego, son resultado del abuso o maltrato. De hecho, es muy posible que la mayoría de los problemas de apego se deban más a la ignorancia de los padres que al abuso. Afortunadamente esto puede mejorarse con más y mejor educación pública.
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John Bowlby
Dependiendo de la naturaleza, duración, intensidad y momento en que ocurrió el maltrato o negligencia, varían los problemas específicos que podemos observar. Algunos niños padecerán problemas profundos y evidentes, mientras que otros podrían ser tan leves que sería casi imposible relacionarlos con la negligencia en su vida temprana. Sin embargo, es importante recordar que estos niños han padecido mucho sufrimiento. Existen ciertas áreas que los clínicos experimentados evalúan al trabajar con estos niños, ya que dan cuenta de su situación actual: el estado de su desarrollo, sus hábitos alimenticios, las conductas que utilizan para calmarse, su funcionamiento emocional, el modelaje inapropiado y su comportamiento agresivo (Perry, 1999). Se confirma así que las repercusiones de las relaciones tempranas madre-hijo dejan huellas a largo plazo en la salud mental del individuo. Si aunamos a esto las actuales investigaciones de las neurociencias en relación al desarrollo del cerebro hasta la adultez, observamos que los cambios en niveles estructurales y comportamentales son notables. La experta en el campo del apego, Moneta (2007), afirma: “Con toda la evidencia acumulada llegamos a una conclusión aún más fuerte acerca de la importancia de los vínculos primarios en el desarrollo del cerebro y su vulnerabilidad a enfermar”.

Apego y amor en la edad adulta

Es mediante el apego en la infancia y en la adolescencia que adquirimos una confianza o desconfianza básica, que sólo cambia en circunstancias especiales y constantes. Construimos una especie de código, diferente al social formal y convencional, en el cual hacemos un uso distinto de la mirada, el tacto, el espacio interpersonal, las caricias, los abrazos, los fonemas, las palabras, la expresión de las emociones, etc. Este código sólo lo usaremos entre figuras de apego. Si no adquirimos desde la infancia un código adecuado en este sentido, podemos tener dificultades en el proceso de seducción y en las relaciones que requieren intimidad: no saber mirar, tocar, acariciar, estar cerca, estar desnudo, expresar emociones y no saber ser mirado, etc. (Sánchez, 2015). Como hemos visto, la figura del apego irá mudando a través de los años. Cabe mencionar que, según Lafuente (1992), al llegar a la senectud (66-85 años) los hijos junto al cónyuge pueden ser las principales fuentes de apego. Según Hazan y Zeifman (1999) y Melero (2008) hay ciertas similitudes en el proceso de vinculación desde la infancia a la edad adulta y son las siguientes:
  • El contacto físico: tanto en las relaciones de apego con nuestro cuidador como en las de pareja se observan interacciones íntimas únicas y diferentes al resto (el código que mencionamos anteriormente).
  • Los criterios de selección: nos vinculamos preferentemente con aquellos que responden a las necesidades propias y que son agradables, competentes y familiares.
  • La reacción ante la separación: como ya vimos, la separación con nuestra figura de apego crea mucho estrés y ansiedad, aunque los adultos podemos gestionar mejor las separaciones.
  • Los efectos sobre la salud física y psicológica: la ruptura de la relación con la figura de apego nos hace más vulnerables a enfermedades físicas y psicológicas.
Posteriores, estudios realizados por Ortiz, Gómez y  Apodaca  (2002); y Gómez (2009) sobre el apego, el vínculo y la satisfacción afectivo-sexual en la pareja, confirman la utilidad y vigencia de la teoría del apego al abordar las relaciones afectivas en la etapa adulta, sosteniendo la idea de Bowlby sobre el papel de la vinculación temprana en las experiencias afectivas posteriores. Para ellos, el estado del enamoramiento es lo que hace que dos personas se acerquen con el fin de crear un vínculo estable, caracterizado por la proximidad, la intimidad y la necesidad de seguridad en el otro (justamente lo necesario para el vínculo primordial). Afirman que los modos de amar están condicionados por los estilos de apego, y, basándose en los tres principales, los definen con las siguientes características: Estilo de apego seguro: se asocia con relaciones confiadas y positivas. Sus características principales son: mayor autonomía previa, mejor selección de la pareja, mejor establecimiento del vínculo, ideas más favorables y realistas sobre el amor, y una mejor elaboración de la ruptura. Estilo de apego ansioso: se asocia a relaciones dependientes y a una continua necesidad de confirmación de que se es amado. Sus características principales son: dificultades con la autonomía, búsqueda y selección de pareja precipitada, miedo a no ser amado o amada y a la pérdida, celos más frecuentes, ideas contradictorias sobre el amor, mayor dificultad para romper una relación e inestabilidad e inseguridad emocional. Estilo de apego evitativo: tiene que ver con relaciones desconfiadas y distantes. Sus características son: pseudo-autonomia emocional, miedo a la intimidad, dificultad para establecer relaciones, relaciones con poca intimidad, dificultades para las manifestaciones afectivas, ideas pesimistas sobre el amor, aparente facilidad para la ruptura, así como inseguridad camuflada.

Patologías del apego

Es sorprendente constatar cómo son cada vez más los profesionales que incorporan en su consulta instrumentos que les permiten evaluar el apego, como la Escala de Massie y Campbell o el Parental Bonding Instrument(Moneta, 2014). Sin embargo, para la evaluación de la organización del apego en jóvenes y adultos, el instrumento de referencia ha sido el  Adult Attachment Interview (AAI), que  consta de un conjunto de ítems que abordan los principales temas de apego acorde a la teoría de Bowlby. Se le pregunta al paciente sobre el comportamiento de sus figuras parentales y la suya en situaciones específicas tales como dificultades personales, separaciones, experiencias de rechazo y amenazas de abandono por dichas figuras, enfermedades y accidentes, castigos y malos tratos y pérdidas de personas significativas. El objetivo final es evaluar la seguridad del modelo dinámico del apego, es decir, la seguridad del Self en relación al apego (Soares y  Dias, 2007). La relación entre el apego y la salud o patología mental se viene estudiando desde hace mucho tiempo. Está claro que las relaciones de apego tempranas son decisivas para la adquisición de las capacidad de control atencional,regulación afectiva, mentalización, y del sentido de autonomía del infante (Fonagy et al., 2010 cit. en Fonagy y Lorenzini, 2014).
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Mary Ainsworth
En una intensa revisión sobre el apego y los trastornos de la personalidad realizada en 2014 por Fonagy y Lorenzini, encontramos conclusiones muy relevantes, entre ellas que: -Existe un  gran número de investigaciones acerca de los patrones de apego en personas que presentan trastornos de la personalidad, principalmente del clúster B. Se ha demostrado que el apego seguro rara vez se asocia al trastorno de la personalidad límite o por evitación (Meyer, Pilkonis, Proietti, Heape, y Egan, 2001; Westen et al., 2006;  cit. en Fonagy y Lorenzini, 2014).
  • Los estudios confirman que un 50-80% de los pacientes con trastorno límite de la personalidad cumplen los criterios para el estilo ansioso o desorganizado (Agrawal, Gunderson, Holmes, & Lyons-Ruth, 2004; Barone et al., 2011; cit. en Fonagy y Lorenzini, 2014). De hecho, es el apego desorganizado el que más se relaciona con problemas de regulación emocional  (Shaw y Vondra, 1995; cit. en Díaz, 2011).
  • Los adultos con apego ansioso son más propensos a trastornos de la personalidad: histriónico, límite, por evitación y por dependencia, ytambién son más sensibles al rechazo y a la ansiedad (Fonagy y Lorenzini, 2014).
  • El elemento más crítico en el desarrollo del apego seguro son las relaciones vinculares de buena calidad; a su vez, el apego seguro emocional más que la estimulación intelectual, es crucial para el desarrollo de una personalidad saludable (Braun y Bock, 2011; cit. en Fonagy y Lorenzini, 2014).
En otro estudio realizado por Reiss y sus colaboradores (1995) se pudo demostrar que el nivel de actitud negativa de los padres frente al hijo predice comportamientos antisociales y síntomas depresivos al margen de la  predisposición genética. Tengamos en cuenta que muchas de las conductas disruptivas que utiliza el niño (rabietas, conductas desafiantes o agresivas) son estrategias de acercamiento a su figura de apego, y son precursoras de trastornos de la conducta (Díaz, 2011). En conclusión, la teoría del apego representa un modelo con claras repercusiones para nuestra salud. Es el sistema de apego (integrado por componentes afectivo-cognitivos, motivacionales y conductuales) que al permitir una evaluación constante de la situación, de nuestra figura de apego, y de nosotros mismos en relación a ella como merecedores o no de cuidados, adquiere una importante función organizacional de nuestra dinámica y la de los demás  (Yárnoz, 2013).

Psicoterapia y apego

Según la ya mencionada revisión de Fonagy y Lorenzini de 2014, son tres las intervenciones terapéuticas más relevantes en relación con el apego y con evidencia científica: el Tratamiento Basado en la Mentalización, laPsicoterapia Centrada en la Transferencia y la Terapia de Esquemas. De hecho, en un ensayo controlado aleatorio sobre la Psicoterapia Centrada en la Transferencia (TFP), la Terapia Conductual Dialéctica (DBT) y la Terapia de Apoyo, sólo la TFP logró un cambio positivo en los estilos de apego (Levy et al., 2006; cit. en Fonagy y Lorenzini, 2014). Además, en el metaanálisis más importante acerca de la influencia de los estilos de apego sobre los resultados psicoterapéuticos en varios diagnósticos y con intervenciones desde distintas orientaciones, realizado por Levy y sus colaboradores en 2011, demostró que el apego ansioso tiende a obtener malos resultados en psicoterapia. Por ejemplo, individuos ansiosos pueden desertar en respuesta a sentirse demasiado dependientes o cercanos al terapeuta y tratamiento. Mientras que el apego evitativo parece no tener efecto, y elapego seguro predice el éxito psicoterapéutico de manera consistente. El equipo del Doctor Karl Heinz Brisch, ofrece desde el año 2000, una intervención clínica intensiva para jóvenes a partir de los seis años. Los niños pasan varias horas al día con terapeutas especializados. Primero reciben un tratamiento individual, y más tarde se complementa el proceso con una terapia grupal que suele incluir métodos de arteterapia, musicoterapia y terapia de movimiento. Dichos tratamientos ayudan a que el niño exprese sin palabras sentimientos relacionados con traumas de su infancia temprana. Además, Brisch cuenta con seminarios y programas preventivos como el programa SAFE ® y otros que imparte tanto a profesionales como a familiares.

Conclusiones

Hoy día la teoría del apego nos permite afirmar que un apego seguro con un cuidador estable y continuo, puede asegurar un adecuado desarrollo cognitivo y mental del niño que llegará a ser adulto, aun tomando en cuenta riesgos genéticos. Es por ello que es de vital importancia para los profesionales de la salud la observación del vínculo primario, incluso desde que una madre presenta al médico pediatra a su bebé (probablemente factor suficiente para empezar a diagnosticar un vínculo sano o defectuoso) a fin de poder asesorar, prevenir o intervenir lo más temprano posible. Editado por Maria Fernanda Alonso. Referencias
  • Banz, C y Dörr, A. (2010). Ventanas de oportunidad y capacidad de establecer vínculo afectivo en niños ferales v/s niños abandonados en instituciones.Revista Gaceta de Psiquiatría Universitaria; 6 (1), 38-45.
  • Bowlby, J. (1969), Attachment and loss, Vol. 1: Attachment. New York: Basic Books.
  • Bowlby, J. (1973). Attachment and loss, Vol. 2: Separation. New York: Basic Books.
  • Fonagy, P., y Lorenzini, N. (2014). Apego y trastornos de la personalidad: breve revisión. Mentalización. Revista de Psicoanálisis y Psicoterapia; 2(1), 1-44.
  • Díaz, J. (2011). Teoría del apego y trastornos de conducta. Disponible en https://www.codajic.org/sites/www.codajic.org/files/Teoria%20del%20apego%20y%20conducta%20antisocial.pdf
  • Gaschler, K. (2013). El peso del apego temprano. Mente y cerebro; 60, 34-40.
  • Gómez, J. (2009). Apego y sexualidad; entre el vínculo afectivo y el deseo sexual. Madrid: Alianza Editorial.
  • Hazan, C. y Zeifman, D. (1999). Pair bonds as attachments: Evaluating the evidence. En J.Cassidy y P.R.Shaver (Eds.), Handbook of attachment: Theory, research and clinical applications (336-354 pp). New York: Guilford Press.
  • Lafuente, M. J. (1992). Los padres como figuras de apego a lo largo del ciclo vital. Revista de Psicología de la Educación; 4, 81-98.
  • Levy, K. N., Ellison, W. D., Scott, L. N. y Bernecker, S. L. (2011), Attachment style. Journal of Clinical Psychology; 67, 193–203.
  • López, F. (1993). El apego a lo largo del ciclo vital. En M.J. Ortiz y S. Yarnoz (Eds.), Teoría del apego y relaciones afectivas (11-62 pp). Bilbao: Universidad del País Vasco/Euskal Erico Unibertsitatea.
  • Melero, R. (2008). La relación de pareja: apego, dinámicas de interacción y actitudes amorosas: consecuencias sobre la calidad de la relación (Doctoral dissertation), Universitat de Valéncia, Departament de Psicologia Evolutiva i de l’Educació.
  • Moneta, M. (2014). Apego y pérdida: redescubriendo a John Bowlby. Revista Chilena de Pediatría; 85 (3), 265-268.
  • Moneta, M. (2007). Apego, resiliencia y vulnerabilidad a enfermar. Revista de Psiquiatría Universitaria; 3 (3): 321-326.
  • Papalia, D. E., Olds, S. W., Feldman, R. D., y Salinas, M. E. (2005). Desarrollo humano. México, DF: McGraw-Hill.
  • Perry, B. D. (1999). Maltreated children: experience, brain development and the next generation. New York: Norton & Company.
  • Reiss, D.,  Hetherington, E. M., y Plomin,  R. (1995). Genetics questions for environmental studies: Differential parenting and psychopathology in adolescence. Arch Gen Psychiatry; 52, 925-936.
  • Ortiz, M., Gómez, J., y  Apodaca, P. (2002). Apego y satisfacción afectivo-sexual en la pareja. Psicothema; 14(2), 469-475.
  • Sánchez, F. L. (2015). Apego y relaciones amorosas. Informació Psicològica; (82), 36-48.
  • Soares, I., y  Dias, P. (2007). Apego y psicopatología en jóvenes y adultos: contribuciones recientes de la investigación. International Journal of clinical and health Psychology; 7 (1), 177-195.
  • Yárnoz, S. (2013). Normalidad y patología: aportaciones de las teorías del apego. Disponible en https://www.psiquiatria.com/tratamientos/normalidad-y-patologia-aportaciones-de-las-teorias-del-apego/

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  • Psicología aplicada

¿Cómo hacer que un adolescente coma saludable? Hacelo ver como rebeldía, claro

  • Alejandra Alonso
  • 06/11/2016
alimentación saludable
Todo padre quiere lo mejor para sus hijos y en términos de salud y alimentación, eso involucra el consumo de vegetales, frutas, legumbres, cereales, etc. Pero, como ellos saben muy bien, estos alimentos no suelen ser muy atractivos para los niños y, para lograr que al menos los prueben, los papás luchan diariamente aprendiendo a utilizar la negociación y motivación como profesionales. Como ya se imaginaran, estamos escribiendo sobre el tema porque existen algunas investigaciones al respecto. Hace un tiempo compartimos un estudio donde se encontró que decirles a los niños que se coman los vegetales porque son buenos para ellos, no funciona ¿Por qué? Según el estudio “(…)los mensajes que fomentan la idea de que algo es bueno para nosotros también nos hacen pensar que debe saber mal.” Sin embargo, la investigación que presentaremos hoy no nos habla de lo que no funciona, si no de un método que sí podría ser eficaz para promover decisiones alimenticias saludables en adolescentes, un grupo etario bastante difícil. El estudio, publicado en PNAS, cuyo grupo de investigadores fue dirigido por Christopher Bryan y David Yeager, argumentó que intervenciones previas probablemente fueron poco exitosas porque se enfocaron en la salud futura y asumieron que esto sería suficiente para motivar a los adolescentes. En contraste, esta astuta investigación, utiliza el instinto adolescente de rebelión y autonomía y el valor que le otorgan a la justicia social. Los investigadores reclutaron a  536 adolescentes de entre 13 y 14 años, que conformaban la totalidad de los alumnos de 8vo grado en una escuela suburbana de Texas. Los chicos fueron divididos en tres grupos: 1. Los que recibirían una intervención tradicional sobre salud pública. 2. Los que no recibieron intervención (grupo control). 3. Los que recibirían una intervención innovadora. El grupo número 3 leyó un artículo sobre la industria de la comida. En el mismo se trataban las estrategias manipulativas y engañosas utilizadas para hacer más atractiva y aparentemente saludable a la comida chatarra. También incluía fotos de cuatro ejecutivos de la industria de la comida, quienes eran descritos como “adultos controladores e hipócritas”. Se esperaba que los adolescentes de este grupo vieran a la elección de comida saludable como un acto de autonomía e independencia.
La investigación utiliza el instinto adolescente de rebelión y autonomía y el valor que le otorgan a la justicia social
En el artículo presentado a este grupo, también se explicaba cómo las campañas publicitarias apuntaban específicamente a personas muy jóvenes y pobres, causandoles un gran daño. Con esto se esperaba que los adolescentes percibieran el consumo de comida saludable como una rebelión contra la injusticia social. Luego, los participantes del grupo 3 leyeron los resultados de una encuesta ficticia de adolescentes más grandes que querían luchar contra las industrias de la comida mediante la compra y consumo de alimentos menos procesados. Finalmente, se les pidió que escribieran un ensayo explicando por qué creían que las personas estaban indignadas y cómo podrían revelarse a la industria de la comida (esto tenía el objetivo de conocer si los adolescentes habían internalizado el mensaje). Los participantes que habían sido parte del grupo con la intervención innovadora (3), habían asociado la alimentación saludable con autonomía y justicia social. También calificaron a la alimentación saludable como más atractiva. Esto no sucedió en los grupos controles. El estudio también pudo observar efectos prometedores en la conducta de los chicos: un día después, se les ofreció bocadillos y bebidas en un contexto aparentemente no relacionado (una recompensa por su arduo trabajo durante el período de exámenes). Los adolescentes del grupo 3 eligieron bocadillos y bebidas saludables más frecuentemente que los adolescentes del grupo control. Como resultado, el grupo 3 consumió en promedio 3.6g menos de azúcar, comparado con los otros dos grupos. Dos días después, los participantes del grupo con la intervención innovadora estaban también más enojados en relación a las publicidades de bebidas azucaradas y menos tentados a beber gaseosas (sodas). Esta simple intervención tuvo una influencia en elecciones de la vida real y en las actitudes de los jóvenes por al menos dos días, mientras que las intervenciones tradicionales no lograron estos resultados.
Los participantes asociaron la alimentación saludable con autonomía y justicia social, además calificaron a la alimentación saludable como más atractiva
Los científicos no encontraron una diferencia significativa entre la intervención tradicional y el grupo que no recibió ninguna intervención, es decir que simplemente educar a los adolescentes sobre los efectos perjudiciales de la comida chatarra es tan efectivo como no hacer nada. Aunque los resultados son prometedores, es importante recordar las limitaciones del estudio:
  1. Los adolescentes reportaron en cuestionarios cuán atractiva era la comida saludable para ellos, cuáles bocadillos y bebidas querían y cuán enojados estaban en relación a la publicidad sobre bebidas azucaradas. Estas respuestas podrían no reflejar tan acertadamente las creencias de los participantes, tal vez respondieron según lo que creían que se esperaba de ellos. La información presentada los inclinaba a estar disgustados con la industria de la comida: se les pedía que escribieran un ensayo donde explicaran la indignación de la gente (no parecía que la opción de no estar indignado existiera).
  2. Para evitar sesgos, los investigadores no informaron a los participantes sobre el verdadero objetivo del estudio. La investigación se disfrazó como una oportunidad para proveer feedback en relación a un currículo escolar nuevo. Los bocadillos del día dos fueron presentados como una recompensa por el trabajo de los meses anteriores, pero es posible que los chicos se dieran cuenta del verdadero propósito del estudio. Los investigadores no controlaron esta posibilidad.
  3. Estudios posteriores podrían utilizar medidas más sutiles como la conductancia de la piel o el Test de asociación implícita, para medir actitudes inconscientes. También podrían utilizarse técnicas de neuroimagen para ver la respuesta cerebral a la comida chatarra.
  4. Además es importante estudiar si hay beneficios a largo plazo de estas intervenciones, en el estudio solo se hizo un seguimiento de dos días.
Las investigaciones sobre estrategias creativas para estimular la alimentación saludable (y otras conductas saludables, también) deben seguir, utilizando técnicas de investigación más rigurosas que nos ayuden a llegar a intervenciones eficaces. Debemos seguir desarrollando esta prometedora estrategia pero también tenemos que encontrar intervenciones que sean útiles en otros grupos como los niños pequeños y los adultos. Fuente: Research Digest

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«Piper» el hermoso corto de pixar para enseñarle a los niños a afrontar sus miedos

  • David Aparicio
  • 06/11/2016
Pixar ha creado una obra de arte de seis minutos para ayudar a los más chicos afrontar las experiencias atemorizantes de la vida. El corto se llama «Piper» y en este vídeo se muestra a una pequeña ave que debe salir de su nido para alimentarse y aprender cómo debe hacerle frente a las olas del mar. El corto derrocha calidad y es una muy buena manera de enseñarle a los niños más pequeños que podemos disfrutar de las cosas que más nos parecen atemorizantes si logramos afrontarlas poco a poco. Actualización: Es muy probable que el vídeo sea borrado del servidor (externo de Psyciencia)  a pedido de Disney, quienes son dueños de Pixar.  Fuente: Rincón de Psicología

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  • Psicología aplicada

¿Por qué olvidamos los nombres? Desde la perspectiva psicoanalítica y cognitiva

  • Mario Arosemena
  • 04/11/2016
olvidamos los nombres
¿A quién no le ha pasado que se le olvida el nombre de alguna persona, ya sea de un músico, futbolista, escritor o hasta el de un amigo que no ve desde hace meses? Este “olvido repentino” nos suele pasar a todos, casi todos los días, sin importar la edad, desde los más jóvenes hasta los mayores.

Explicación psicoanalítica

La razón del olvido del nombre no debe buscarse en una particularidad del mismo, ni tampoco en un especial carácter psicológico del contexto en que se hallaba incluido.  En el intento generalmente fallido por recordar ese nombre que deseamos traer a la consciencia, se generan “recuerdos erróneos” los cuales producen nombres sustitutos; estos son generados con mucha frecuencia y que están en visible conexión con el nombre buscado, se podría pensar que el inconsciente se encarga de enviar estos “nombres sustitutos” como una táctica de desvío entre el nombre que queremos recordar y la consciencia ya que éste nombre está asociado a algún recuerdo (algún suceso doloroso, traumático, no agradable) que fue reprimido por nuestros mecanismos defensivos. La percepción del nombre sustituto por la consciencia parece estar regulada por dos factores: el esfuerzo de atención y una determinante interna inherente al material psíquico. Se utilizará como ejemplo el célebre caso descrito por el mismo Freud: Freud cuenta un caso personal en el cuál él se encuentra viajando hacia Herzegovina con un extraño y, mientras conversaban, Freud intenta recordar el nombre “Signorelli” pero en su lugar recuerda Botticelli y Boltraffio (ambos pintores). Cuando el extraño lo ayuda a recordar diciendo “Signorelli” Freud recuerda rápidamente pero decide reconstruir el camino de su olvido.

La percepción del nombre sustituto por la consciencia parece estar regulada por dos factores: el esfuerzo de atención y una determinante interna inherente al material psíquico

En primer lugar cuál era el tema que se venía hablando previo a Signorelli ya que se podía haber filtrado algo del tema anterior. Recuerda que habían estado conversando acerca de los turcos de Bosnia y Herzegovina y sus características. Los turcos tenían una resignación frente al destino y cuando se les comunicaba que se acercaba la hora de la muerte solían decir “Herr, no hay nada más que decir” (Resignación frente a la muerte). Para los turcos el goce sexual era lo más importante: “Herr, cuándo eso ya no ande no vale la pena vivir” (Resignación frente al achaque sexual). Al mencionar el tema de sexualidad en los turcos, Freud desvía su atención ya que le parece inapropiado hablar del tema con el extraño; reprime o evita anudar los temas de muerte y sexualidad pero inconscientemente se anudan igual. Freud se pregunta: ¿Por qué habré querido evitar el tema de muerte y sexualidad? Luego de esto recuerda que hace un tiempo, estando en Trafoi, le habían contado la noticia de que un paciente suyo se había suicidado a causa de una perturbación sexual. Freud había querido evitar los temas de muerte y sexualidad porque lo perturbaban y producían dolor pero el inconsciente insistió y lo hizo aparecer de algún modo reprimiendo el nombre Signorelli. Freud no quiso olvidar el nombre Signorelli sino la noticia en Trafoi asociada a la muerte de su paciente.
Freud se pregunta: ¿Por qué habré querido evitar el tema de muerte y sexualidad?
El resumen de las condicionantes del olvido de nombres, acompañado del recuerdo erróneo, será, pues, el siguiente: 1º. Una determinada disposición para el olvido del nombre de que se trate. 2º. Un proceso represivo llevado a cabo poco tiempo antes. 3º. La posibilidad de una asociación externa entre el nombre que se olvida y el elemento anteriormente reprimido. Esta última condición no debe considerarse muy importante, pues la asociación externa referida se establece con gran facilidad y puede considerarse existente en la mayoría de los casos. Otra cuestión de más profundo alcance es la de si tal asociación externa puede ser condición suficiente para que el elemento reprimido perturbe la reproducción del nombre buscado o si no será además necesario que exista una conexión más íntima entre los temas respectivos. Una observación superficial haría rechazar el último postulado y considerar suficiente la contigüidad temporal, aun siendo los contenidos totalmente distintos; pero si se profundiza más, se hallará que los elementos unidos por una asociación externa (el reprimido y el nuevo) poseen con mayor frecuencia una conexión de contenido (Freud, 1901).

Explicación cognitiva

De igual forma como vimos el desarrollo de este fenómeno desde la perspectiva psicoanalítica freudiana, lo veremos desde la perspectiva cognitiva, la cual cuenta con el apoyo científico y empírico de las investigaciones. Para iniciar debemos preguntarnos: ¿qué es la memoria? Y ¿cómo funciona? La memoria es una función del cerebro que permite al organismo codificar, almacenar y recuperar la información del pasado. Algunas teorías afirman que surge como resultado de las conexiones sinápticas repetitivas entre las neuronas, lo que crea redes neuronales (la llamada potenciación a largo plazo). Procesos básicos de la memoria Los seres humanos construimos y renovamos nuestra representación del mundo a partir de tres procesos cognitivos fundamentales (García, 2012):
  • La percepción
  • El aprendizaje
  • La memoria
El aprendizaje consiste en adquirir conocimientos sobre el mundo a través de la experiencia, y la memoria es la retención y evocación de esos conocimientos. La memoria tiene tres funciones básicas: recoge nueva información, organiza la información para que tenga un significado y la recupera cuando necesita recordar algo. El recuerdo de rostros, datos, hechos, conocimientos, consta de tres etapas: codificación, almacenamiento y recuperación.
La memoria es una función del cerebro que permite al organismo codificar, almacenar y recuperar la información del pasado
Los seres humanos construimos y renovamos nuestra representación del mundo
  • Codificación: es la transformación de los estímulos en una representación mental.
  • Almacenamiento: consiste en retener los datos en la memoria para utilizarlos posteriormente.
  • Recuperación: es la forma en que las personas acceden a la información almacenada en su memoria. Puede ser espontánea, cuando los recuerdos surgen de forma casual o voluntaria.
Los psicólogos Richard Atkinson y Richard Shiffrin (1968) desarrollaron la teoría multialmacén de la memoria, y reconocieron tres sistemas de memoria que se comunican e interactúan entre sí: Memoria sensorial (MS): registra las sensaciones y permite reconocer las características físicas de los estímulos. Memoria de corto plazo (MCP): guarda la información que necesitamos en el momento presente. Memoria a largo plazo (MLP): conserva nuestros conocimientos del mundo para utilizarlos posteriormente. Es nuestra base de datos permanente. No existe un único lugar físico para la memoria en nuestro cerebro. La memoria está diseminada por distintas localizaciones especializadas. Mientras en algunas regiones del córtex temporal están almacenados los recuerdos de nuestra más tierna infancia, el significado de las palabras se guarda en la región central del hemisferio derecho y los datos de aprendizaje en el córtex parieto-temporal. Los lóbulos frontales se dedican a organizar la percepción y el pensamiento. Muchos de nuestros automatismos están almacenados en el cerebelo. Ahora que somos conscientes de la estructura y del funcionamiento básico de la memoria, podemos entender mejor el fenómeno del olvido de los nombres desde la perspectiva cognitiva.

No existe un único lugar físico para la memoria en nuestro cerebro

Observemos directamente el funcionamiento de la memoria a corto plazo, en la cual sucede el fenómeno de interés. La función de la MCP como ya se mencionó es la de organizar y analizar la información (reconocer caras, recordar nombres, contestar en un examen, etc.) e interpretar nuestras experiencias (Atkinson & Shiffrin, 1968). Características de la MCP: La información es codificada en la MCP sobre todo de forma visual y acústica, y en menor medida por signos semánticos. Es una memoria de trabajo que integra todos los conocimientos y recuerdos que importan en la situación presente y ante los problemas del futuro. La capacidad de almacenamiento de la MCP es limitada, no puede retener más de siete ítems (unidades de información) a la vez y eso si no se le distrae mientras lo registra. Los recuerdos de la memoria a corto plazo se pueden alterar por nuevas experiencias. La duración temporal de la información en la MCP es breve, entre 18 y 20 segundos. Si la información se interpreta y organiza de forma lógica, puede ser recordada más tiempo. Ya que conocemos dónde radica científicamente el problema del olvido de los nombres (MCP) debemos de conocer su otra parte, el olvido, ya que juega un rol igual de importante para responder la pregunta del artículo. Qué mejor forma de iniciar que preguntándonos: ¿qué es el olvido? William James decía: “Si lo recordáramos todo, estaríamos tan enfermos como si no recordáramos nada”. El olvido es la incapacidad de recordar nombres, fechas, hechos o conocimientos. Se produce por una saturación de información o fallos en la recuperación. Las causas del olvido son muy diversas (García, 2012): Lesión o degeneración cerebral: el olvido se produce porque la persona tiene una lesión cerebral o por alteraciones neurológicas, como, por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer o el síndrome de Korsafoff de los alcohólicos.
William James decía: “Si lo recordáramos todo, estaríamos tan enfermos como si no recordáramos nada”
Interferencia: se produce a causa de la competencia entre las experiencias que una persona vive. Se pueden distinguir dos tipos de interferencias: la interferencia proactiva, por la cual una información aprendida dificulta un aprendizaje posterior (por ejemplo, un estudiante de leyes que al analizar una oposición tiene que adaptarse a una nueva legislación), y la interferencia retroactiva, que se produce cuando un aprendizaje reciente interfiere en el recuerdo de la información pasada (por ejemplo, la memorización de un nuevo idioma interfiere con la persistencia de los idiomas ya aprendidos). Falta de procesamiento: la información se puede olvidar porque nunca se procesó por primera vez, y los recuerdos se disipan con el tiempo, si no se utilizan. Contexto inadecuado: la información es difícil de recuperar porque se aprendió en un ambiente diferente. Represión (olvido motivado): la persona olvida porque la información es perturbadora o dolorosa. Bibliografía:
  • Freud, Sigmund. Obras completas. Volumen VI. Psicopatología de la vida cotidiana (1901). Psicopatología de la vida cotidiana (Sobre el olvido, los deslices en el habla, el trastocar las cosas confundido, la superstición y el error) (1901).
  • Explorable.com (May 23, 2011). El Modelo de Atkinson y Shiffrin. Oct 04, 2016 Obtenido de Explorable.com: https://explorable.com/es/el-modelo-de-atkinson-y-shiffrin
  • Alfonso García, (2012) Psicología, Madrid:Mac-Graw Hill

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