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Salud Mental y Tratamientos

1163 Publicaciones

Incluye trastornos, psicopatología y terapias.

  • Salud Mental y Tratamientos

(PDF) Terapia Breve Centrada en las Soluciones

  • 07/12/2012
  • Equipo de Redacción

Imagine el lector que acude, como cliente, a una primera entrevista con una profesional de salud mental. Por teléfono se ha concertado el día y la hora de la ent revista, y la profesional ha invitado a la sesión a todos aquellos miembros de la familia que Ud. considera que pueden ser de ayuda. Ahora están todos en el centro. Está nervioso, preocupado por el problema. Sus familiares también parecen preocupados.

Tras aguardar un momento en la sala de espera, les invitan a pasar a una sala funcional, pero agradable. No hay una gran mesa de despacho, sino una pequeña mesa en el centro de la habitación, y a su alrededor varias sillas. La psicólogo (o el psiquiatra, o el trabajador social) les saluda y se presenta. Tras ponerse cómodos, hay algo de charla social y parece que el ambiente se distiende y se relaja. La terapeuta se permite alguna broma mientras le
dicen sus nombres, sus edades y profesiones. Tras explicarles el sentido de la entrevista y la forma de trabajo, la psicóloga hace una pequeña ronda, preguntando a todos y cada uno de los presentes en qué les gustaría recibir ayuda. Uds. le describen sucintamente qué es lo que les preocupa. La terapeuta les escucha c on atención, y da la impresión de haber entendido cuál es la preocupación de cada uno, pero no pide más detalles sobre la historia del problema. Tras apenas cinco minutos de conversación, hace una pregunta curiosa:

«Verán , hemos observado con mucha frecuencia que entre el momento en que una persona o una familia contacta con nosotros para pedir una cita y el momento en que celebramos la primera entrevista ya se producen mejorías. ¿Uds. que mejorías han notado desde que llamaron para pedir esta consulta?»

Ud. no sabe muy bien que responder, porque le parece que la situación está igual de mal que en los últimos años, pero su mujer sí contesta, y describe que los tres últimos días las cosas han estado algo mejor en casa. Su hija también parece haberlo notado, aunque dice que no le ha dado mucha importancia. La terapeuta parece interesarse mucho por estos pequeños cambios. Pregunta sobre ellos a todos Uds., y Ud. mismo recuerda también que el lunes anterior las cosas fueron algo mejor. Poco tiempo después, tod os Uds. están comentando las implicaciones de estos cambios, discutiendo acerca de cuál es la mejor forma de mantenerlos en marcha, investigando que es lo que cada uno de Uds. ha puesto de su parte. Incluso su hijo mayor, que parecía como ausente al principio de la sesión, está participando activamente. El tiempo ha pasado volando y llevan ya casi media hora de conversación. Entonces la terapeuta les pide permiso para plantearles una pregunta, según ella, «un poco extraña», pero útil para terminar de hacerse una idea «de a dónde quieren ir Uds.».

«Supongan que esta noche, mientras están durmiendo, sucede una especie de milagro y los problemas que les han traído aquí se terminan de resolver del todo, no como en la vida real, poco a poco y con el esfuerzo de todos, sino de repente, de forma milagrosa. Como están durmiendo no se dan cuenta de que este milagro se produce. ¿Qué cosas van a notar diferentes mañana que les hagan darse cuenta de que esta especie de Milagrose ha producido?»

Pues sí que era una pre gunta extraña. Pero no es difícil contestarla: el problema habría desaparecido del todo. ¡Ni más ni menos!. La terapeuta asiente: «¿Cómo va a notar Ud. que el problema ha desaparecido? ¿Qué van a hacer Uds. diferente?». Ud. empieza a describir esa especie de «milagro». La terapeuta sigue muy interesado por lo que le está explicando. «¿Y cómo va a reaccionar su mujer cuando Ud. le diga ….?». Poco a poco, van creando entre todos algo así como una pintura del futuro. Hay cosas que Ud. no se había planteado, cosas nuevas que oye decir a su familia, e incluso algunas que le sorprende a Ud. mismo oírse decir. A veces le cuesta detallar ese futuro sin el problema, pero la terapeuta se muestra paciente y comprensiva, y no insiste cuando alguno se «atasca». Pasa otra media hora, y parece que la entrevista toca a su fin.

Antes de salir, la psicóloga hace un resumen de lo que le han dicho entre todos. Sí, desde luego les ha escuchado con atención. Parece que ya va a levantarse, pero luego da la impresión de que recue rda algo: «Permítanme que les haga una pregunta más…». («Como Colombo, el detective de la tele», piensa Ud.) «En una escala de 1 a 10, en la que 1 sería el momento en que las cosas estuvieron peor, y 10 el momento en el que los problemas que les han traído aquí están resueltos, es decir, algo así como el día después de esa especie de milagro que me han descrito tan bien… Díganme ¿dónde pondrían esta última semana, de 1 a 10?.» Bueno, a Ud. se le dan bien los números. Un cinco. Sí, un cinco. Es curioso, porque cuando llamó para pedir la consulta veía las cosas mucho más negras. Tienen mejor aspecto ahora. Su hija contesta «cinco», también. Su hijo dice que un tres, pero su mujer incluso dice que ve las cosas en un seis. La psicóloga parece querer aprovechar los últimos minutos de la entrevista: «Dígame, señora, ¿qué cosas entran en ese seis?» Y a Ud. «¿Cuál diría que es el secreto para haber pasado de 1 a 5?». Poco después, la terapeuta abandona la sala unos minutos, «para ordenar mis ideas». Y Ud. aprovecha para fumar un cigarrillo.

Gracias a Montse Garcia por compartir este valioso material


  • Salud Mental y Tratamientos

Servicios de telefonía móvil podrían ayudar a los fumadores a dejar de fumar

  • 07/12/2012
  • Maria Fernanda Alonso

Actualmente disfrutamos de los diversos beneficios brindados por las distintas tecnologías que, a su vez, son desarrolladas para la satisfacción de intereses y necesidades de los miembros de la población mundial. Existen ciertos productos tecnológicos que, si bien no tienen un fin inmediato de colaboración con la salud humana, pueden ser utilizados con ese objeto mediante la implementación de variadas estrategias. De acuerdo con una nueva revisión sistemática de Cochrane, obtener soporte para dejar de fumar a través de mensajes de texto y video, puede ayudar a los fumadores a abandonar el hábito. Los autores de la revisión encontraron que las personas eran más propensas a mantenerse alejados de los cigarrillos durante un período de seis meses si recibían mensajes de motivación y consejos en sus teléfonos móviles.

Los mensajes de texto se utilizan actualmente por servicios de salud para enviar recordatorios de citas y animar a la gente a mantenerse en programas de tratamiento. Los teléfonos móviles pueden ofrecer una solución de bajo costo para la prestación de servicios para dejar de fumar. Sin embargo, una anterior revisión sistemática de los investigadores de Cochrane, publicada en 2009 identificó sólo dos ensayos basados en programas por medio de teléfonos móviles y no encontró una mejora a largo plazo de las tasas de abandono.

La nueva revisión incluye datos de tres estudios adicionales y arriba a una conclusión diferente. En total, los investigadores analizaron los resultados de cinco estudios en los que más de 9.000 personas que intentaron dejar de fumar, recibieron tanto mensajes motivacionales como consejos para dejar de fumar varias veces al día o control. En algunos estudios se incorporaron elementos interactivos, tales como encuestas, y proveyeron mensajes extra para ayudar a vencer los antojos. En un estudio, se enviaba diariamente a los participantes enlaces de vídeos cortos con un modelo a seguir luego de que intentaban dejar de fumar, con el objetivo de promover algunas de sus estrategias. Los que estaban en grupos de control recibieron mensajes de texto con menos frecuencia, o se les dio información online o soporte por teléfono.

Hubo alguna variación entre los resultados de los estudios, pero los estudios más grandes y más recientes mostraron amplias mejoras en las tasas de abandono después de los seis meses. En general, los investigadores estimaron que los programas de telefonía móvil podrían casi duplicar las probabilidades de dejar de fumar por al menos seis meses desde el 4-5% en los grupos de control al 6-10% en los grupos de intervención.

«Los programas de telefonía móvil parecen ser una opción útil para ofrecer a quienes quieren dejar de fumar», dijo la investigadora principal, Robyn Whittaker, del National Institute for Health Innovation de la Universidad de Auckland, en Auckland, Nueva Zelanda. «El ensayo más grande que hemos incluido en esta revisión, que involucró a 5.800 personas en el Reino Unido, se puede considerar definitivo. Cuando menos, esto muestra la eficacia de una intervención a través de teléfonos móviles en un país desarrollado con una buena política de control del tabaco. Sin embargo, no podemos decir que todas las intervenciones de mensajería de texto serán efectivas en todos los contextos.»

En la actualidad, no existe evidencia publicada acerca de la efectividad-costo de los servicios para dejar de fumar realizados vía mensaje de texto. Sin embargo, los autores sugieren que el ahorro de costos es probable. «Si, como se desprende de nuestro análisis, podemos ayudar a igual número de personas a dejar de fumar a menores costos que las líneas de apoyo telefónico, entonces los servicios basados en la telefonía móvil deberían ser efectivos por el costo», dijo Whittaker.
Los autores creen que una prueba más derivará de otros siete ensayos a largo plazo que están actualmente en marcha. En esta etapa, ninguno de estos ensayos han considerado los smartphones, pero los autores sugieren que la investigación sobre los posibles beneficios de las aplicaciones de smartphones también se justifica ya que los efectos pueden ser muy diferentes.

Fuentes: Science Daily; Wiley; Cochrane.

  • Salud Mental y Tratamientos

(PDF) Déficit social en el autismo: un enfoque en la atención conjunta

  • 06/12/2012
  • Equipo de Redacción

Introducción y desarrollo

La mejor manera de considerar el autismo es como un trastorno del espectro en el cual los componentes dimensionales de la cognición social, la comunicación y la flexibilidad presentan variaciones entre individuos que satisfacen los criterios del autismo. La característica clínica fundamental que define el autismo es una alteración de la interacción social que no es absoluta y que cambia según el nivel cognitivo del niño, la etapa del desarrollo en que se encuentra y el tipo de estructura social en la cual se observa. La genética ejerce una influencia poderosa sobre las aptitudes sociales y las deficiencias de interacción social se distribuyen constantemente entre la población general con cortes aleatorios que definen quién está afectado por trastornos del espectro autista y quién no. Esto es consecuencia de una interacción compleja entre varios factores biológicos y ambientales. El término ‘atención conjunta’ se refiere a la capacidad que demuestran los individuos para coordinar la atención con un interlocutor social con respecto a algún objeto o acontecimiento; una alteración en esta habilidad temprana, y especialmente una capacidad deficitaria para iniciar la atención conjunta, es uno de los síntomas principales del autismo.

Conclusiones

Existen datos que sugieren que la corteza frontal dorsomedial y el cíngulo anterior contribuyen al desarrollo de la capacidad del niño para mantener representaciones de sí mismo, de un interlocutor social y de un objeto de interés. La habilidad para participar con frecuencia en conductas de orientación social y, en última instancia, en numerosos episodios de coordinación de la atención social, o atención conjunta, quizá sea una experiencia crítica durante un período determinado del desarrollo que sirve para que se organice el neurodesarrollo social. También se revisa un modelo del neurodesarrollo que explica cómo estas deficiencias tempranas en la cognición social pueden llevar al autismo.

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  • Salud Mental y Tratamientos

MaryTara Wurmser: Considerando el uso de Nintendo Wii para niños con autismo

  • 06/12/2012
  • Maria Fernanda Alonso

Proveniente de Nueva Jersey, Estados Unidos y autora del blog The Bon Bon Gazette, MaryTara Wurmser es madre de dos niños, siendo uno de ellos Alex de 11 años, quien cuenta con un trastorno del espectro autista. Hace ya un tiempo, Mary Tara publicó en BellaOnline, un artículo compartiendo su experiencia familiar sobre la consideración e incorporación de una consola de videojuegos a su hogar: la Nintendo Wii. Primeramente, su esposo y ella reflexionaron sobre el aspecto económico del asunto, pues querían estar seguros de amar el sistema de juegos antes de realizar la inversión. Aquella seguridad llegó al ver que Alex (de 7 años, en ese momento) se había enamorado de la Nintendo Wii al experimertar con ella en casa de amigos, por tanto ellos tenían que “tener una en familia, sobre todo por Alex”.

MaryTara resalta las habilidades de su pequeño con la tecnología, al mismo tiempo que destaca la diferencia de la Wii con relación a otras consolas como Nintendo DS y Leapster, puesto que la primera utiliza un estilo de controles remotos y un sistema de sensores en lugar del estilo de controles mediante un teclado. “No es un sistema de videojuegos para sentarse y ‘vegetar’ con él; es interactivo. En lugar de sentarse y pulsar botones o hacer clic en el mouse para controlar el juego, el jugador está de pie, moviéndose, meciéndose y, literalmente, jugando con el televisor”, dijo.

No es un sistema de vídeojuegos para sentarse y ‘vegetar’ con él; es interactivo.

Asimismo describe a Alex como un niño sedentario, que se cansa fácilmente y tiene problemas en las actividades físicas debido a su bajo tono muscular y falta de coordinación, con tendencia a ser bastante torpe, desanimarse ante la falta de éxito (por ejemplo con el baseball) y darse por vencido ante la frustración. “En casa de nuestros amigos, nos quedamos impresionados al verlo querer jugar un juego de deportes con otro niño en vez de jugar tranquilamente con su mesa de trenes, como era su rutina.

Más sorprendentemente, el juego de la Nintendo Wii tenía un montón de aplausos de fondo, lo que normalmente habría causado un colapso en él, sin embargo no le molestaba. En su lugar, quería jugar más”. “Los únicos problemas que tenía eran dificultades con la toma de turnos y para dejar la Wii al momento de partir. Cuando vi la Wii en stock en una tienda local, sabía que tenía que darle la suya propia. Mi teoría era que si la tenía en casa él podría practicar y trabajar sobre los turnos y jugar a la Wii ya no sería una novedad.

Efectivamente, una vez que tuvo su propia Wii los problemas para compartir desaparecieron.” La Wii ayudó a Alex a compartir y jugar con otros (incluso con su hermana menor, con quien nunca antes habían sido capaces de jugar sin la intervención de sus padres), en lugar de jugar siempre solo.
Después de jugar Wii Bowling, Alex expresó interés en ir a jugarlo en un local de bowling, llevando a que sus padres lo inscribieran en un programa de bolos para personas con necesidades especiales.

Un día Alex le pidió a su madre una hamburguesa para cenar, algo que nunca había querido comer. La madre le preparó una sólo con ketchup como condimento, y sorprendentemente Alex se la comió. ¡Y al terminarla pidió otra! En su segunda hamburguesa él pidió a sus padres si podían cortar en rodajas un tomate y separar las hojas de lechuga. Estos son exactamente los pasos a seguir para preparar una hamburguesa en el juego Cooking Mama; incluso los dijo en el mismo orden. Sus padres le añadieron el tomate y la lechuga ¡y se la comió, con verduras incluidas! En este vídeo se puede ver como se prepara una hamburguesa en el juego:

Por último MaryTara comparte un sumario de los  beneficios aportados por la Wii a su hijo con autismo:

  • “Sistema visual gratificante y comprensible.
  • La Wii es activa. Tienes que levantarte y moverte para jugar. Trabaja tanto la coordinación manual-visual, como las habilidades motoras gruesas.
  • Los avatares «Mii» (personajes que se pueden diseñar en la consola) son amigables y atractivos. Hemos notado que el contacto visual aumenta cuando juega con la Wii, en lugar de mirar para otro lado o repetir movimientos como suele hacer cuando juega a juegos de ordenador u otros videojuegos.
  • Los módulos de entrenamiento en el juego «Wii Sports» te enseñan a jugar y controlan tu progreso y éxito. Por ejemplo, en bowling obtuvo el estatus de Profesional en las primeras semanas y está orgulloso de su logro (la bola con estrellas es un refuerzo positivo para él).
  • Le anima a compartir y ha sido un buen material en la enseñanza de la cooperación entre hermanos y amigos. Wii es muy social y ayuda a desarrollar sus habilidades de compartir por turnos. Es más divertido cuando juegas con otras personas y a él le gusta crear un juego para toda la familia. Wii ha sido un instrumento mediante el cual logra vencer en su lucha por ser más social.
  • Wii le ha ayudado en sus problemas sensoriales, por ejemplo a acostumbrarse a las palmas y ruidos fuertes. Hay un montón de aplausos y vítores en Wii Sports. Antes siempre lloraba cuando oía palmas. Ahora con Wii se aplaude a sí mismo cuando recibe una buena puntuación y también espera que tu lo hagas, y aplaude a otras personas cuando ellos lo hacen bien. Esto le ha ayudado también a aplaudir en otros momentos de su vida sin estar jugando a la Wii y a no asustarse cuando otros aplauden.
  • Hay una gran variedad de juegos disponibles para la Wii. A Alex le encantan los videojuegos de deportes y gracias a ellos ha mostrado más interés en jugar deportes reales, algo que antes no quería hacer debido a que solía frustrarse con facilidad.”

Aviso importante sobre salud: La Wii de Nintendo no es recomendable para personas propensas a las convulsiones.

Fuentes: BellaOnline; Videojuegos Accesibles.

  • Salud Mental y Tratamientos

Modificaciones y agregados aprobados para el DSM-V

  • 03/12/2012
  • David Aparicio

Muchas expectativas, estudios, debates y protestas generó la quinta y nueva versión del DSM, pero no fue hasta el pasado Sábado 1 de Diciembre que la junta de directivos de la renombrada Asociación Americana de Psiquiatras (APA), aprobó el compendio de actualizaciones, revisiones y cambios referentes a este manual.

Estos son los cambios generales del DSM

Orden de los capítulos: El orden de los capítulos del DSM-IV siempre fue un misterio para muchos clínicos, ya que no se relacionaban unos con otros. Como modificación, el DSM-V consta de 20 capítulos, los cuales fueron reestructurados en base a los desórdenes y cómo se relacionan, según su vulnerabilidad y las características de los síntomas. Estos cambios permiten interconectar al DSM-V con el CIE-11 (Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización mundial de la Salud) lo que permitirá facilitar la comunicación y el uso común de los diagnósticos.

Eliminación del sistema multiaxial: La mayoría de los clínicos sólo prestaba atención a los ejes I y II, lo cual explica porque este sistema nunca gozó de mucha aceptación. El DSM-5 se moverá a una documentación sin axiales de diagnóstico, combinando los anteriores ejes I, II y III con anotaciones separadas para los factores psicosociales y contextuales (Eje IV) y discapacidad (Eje V).

Trastornos específicos

Trastorno Autista: será renombrado y reorganizado. El criterio de autismo incorporará varios diagnósticos del DSM-IV, incluyendo trastorno autista, trastorno Asperger, trastorno infantil desintegrativo y trastorno generalizado del desarrollo en un solo diagnósticos del espectro autista. Según la APA, esto ayudará a realizar de forma más precisa y consistente el diagnóstico de los niños con autismo.

Trastorno de Desregulación del Estado de Ánimo: este trastorno será incluido en el DSM-5 para diagnosticar a los niños que exhiben una irritabilidad persistente y frecuentes episodios de descontrol sobre 3 o más ocasiones por semana en un año. Este diagnóstico intenta dirigir las preocupaciones de un sobrediagnóstico y sobretratamiento del trastorno bipolar en los niños.

Trastorno por Atracón: el trastorno por atracón se moverá de apéndice del DSM-IV B: Criterios y ejes propuestos para estudios posteriores del DSM-5 Sección 2. El cambio está destinado a representar mejor los síntomas y comportamientos de las personas con esta condición. Esto significa que el trastorno por atracón es ahora un trastorno reconocido.

Trastorno de Excoriación: es nuevo en el DSM-V y será incluido en el capítulo relacionado a los trastornos obsesivo-compulsivos.

Trastorno de Acumulación: se adiciona al DSM-V con el apoyo de una amplia investigación científica sobre este trastorno y se caracteriza por la incapacidad persistente para descartar las posesiones, independientemente de su valor real. Este comportamiento tiene repercusiones emocionales, físicas, sociales, financieras y hasta legales para los pacientes y sus familiares.

Trastorno Pedófilo: Los criterios diagnósticos se mantendrán sin cambios, pero el nombre será revisado de pedofilia a trastorno pedofilo

Trastornos de Personalidad: el DSM-5 se mantendrá el modelo categórico y los criterios de los 10 trastornos de personalidad incluidos en el DSM-IV, e incluirá la nueva metodología del rasgo específico en una área separada de la sección 3 para promover el estudio más profundo de cómo esto podría ser utilizado para el diagnóstico de trastornos de la personalidad en la práctica clínica.

Trastorno de Estrés Postraumático: será incluido en un nuevo capítulo del DSM-5 referido al trauma y a los trastornos relacionados según el estresor. El DSM-5 presta mucha más atención a los síntomas conductuales y propone cuatro diagnósticos distintos en vez de tres. El trastorno por estrés postraumático será también más sensible a los cambios de los niños y adolescentes.

Eliminación de la Exclusión por Duelo: La exclusión por duelo es un criterio utilizado en el DSM-IV que se aplica a las personas que experimentan síntomas depresivos que perduran al menos 2 meses luego de la muerte de un ser amado. Este es un reconocimiento de que el duelo es un estresor psicosocial que puede precipitar un episodio depresivo mayor luego de la muerte de un ser amado.

Desorden de Aprendizaje Específico: amplía los criterios del DSM-IV para representar distintos trastornos que interfieren con la adquisición y el uso de una o más habilidades académicas como: el lenguaje oral, lectura, escritura o matemáticas.

Desorden del Uso de Sustancias: esto combina las categorías del DSM-IV sobre el abuso de sustancias y la dependencia a sustancias en un solo desorden, no solo se combinó el criterio diagnóstico sino que también se lo reforzó. Los criterios anteriores de abuso de sustancias sólo requerían de un síntoma, mientras que en el DSM-5 requieren de dos a tres síntomas.

Sección 3

Habrá también nuevas definiciones de condiciones clinicas, pero se hallaran en la sección 3, una nueva categoría para los desórdenes que no serán cubiertos por las compañías de seguro, ya que necesitan mayor investigación, entre ellos se incluyen:

  • Síndrome de psicosis atenuada
  • Trastorno de juegos Online
  • Autolesiones no suicidas
  • Conducta suicida.

Propuestas Excluidas

La junta de la APA también rechazó la propuesta de incluir las siguientes condiciones, a causa de falta de investigación sobre estas temáticas.

  • Depresión ansiosa
  • Desorden hipersexual
  • Síndrome de alienación parental
  • Trastorno de procesamiento sensorial

Estas son las inclusiones y modificaciones del nuevo DSM. ¡Esperamos tu opinión!

Fuentes: Edition.cnn.com, Psychcentral.com

  • Salud Mental y Tratamientos

El tratamiento de TDAH en niños

  • 30/11/2012
  • Equipo de Redacción

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) puede ser una carga pesada tanto en niños como en adultos que padecen de este trastorno y puede ser especialmente difícil para los familiares cuyas vidas se ven regularmente interrumpidas por la desorganización, las explosiones de ira, problemas de carácter u otra mala conducta del niño.

Es normal que los padres se sientan impotentes y confundidos acerca de los mejores métodos para manejar a sus hijos en estas situaciones. La disciplina tradicional -como nalgadas, gritos o tratar de razonar con su hijo o hija- no funcionan debido a que los niños con TDAH no deciden actuar o no prestar atención premeditadamente.

Afortunadamente existen opciones de tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas del TDAH y a equipar a los familiares con las herramientas necesarias para manejar mejor los problemas de comportamiento cuando estos surjan.

Estas intervenciones incluyen:

• Medicamentos

• Psicoterapia

• O una combinación de estos dos enfoques

Medicamentos

Los medicamentos tales como el clorhidrato de metilfenidato (Ritalin) y otros estimulantes, utilizados adecuadamente, ayudan a suprimir y a regular el comportamiento impulsivo. Ellos inhiben la hiperactividad, mejoran las interacciones sociales y ayudan a las personas con TDAH a concentrarse, lo que les permite tener un mejor desempeño en la escuela y en el trabajo.

Estos medicamentos también pueden ayudar a controlar los comportamientos destructivos en niños con trastornos coexistentes. Cuando se utilizan con la debida supervisión médica, se consideran generalmente seguros y libres de efectos secundarios no deseados. (Algunos niños pueden experimentar insomnio, dolor de estómago o dolor de cabeza.) Rara vez hacen que los niños se sientan «drogados» o, por otro lado, con mucho sueño o «fuera de sí.» La altura y el peso deben ser monitoreados con el uso a largo plazo de estos medicamentos; a pesar que este no es conocido por ser un problema relevante. Estos medicamentos no se consideran adictivos en los niños. Sin embargo, deben ser controlados cuidadosamente en adolescentes y adultos, ya que pueden ser utilizados inadecuadamente.

Es importante comprender que estos medicamentos no son un remedio definitivo, pero pueden ser muy eficaces cuando se usan apropiadamente con la dosis correcta para cada individuo. De hecho, nada menos que nueve de cada 10 niños les va mejor cuando se toma uno de los estimulantes más utilizados. Sin embargo, en combinación con otras técnicas tales como la modificación del comportamiento o el asesoramiento, los síntomas pueden mejorar aún más. Los investigadores están actualmente evaluando la eficacia de los medicamentos en combinación con estos otros métodos para determinar la mejor ruta a seguir.

Los individuos que toman cualquiera de los medicamentos listados a continuación deben visitar a su médico con regularidad para un chequeo de los tipos y ritmos de los síntomas del TDAH. Los beneficios y riesgos potenciales del uso de estos medicamentos también deben ser discutidos antes que la primera prescripción se recete.

Los estimulantes más utilizados son:

• Metilfenidato clorhidrato (Ritalin, Ritalin SR, y Ritalin LA)

• Sulfato de dextro anfetamina (Dexedrina o Dextrostato)

• Una formulación de dextroanfetamina / anfetamina (Adderall)

• Metilfenidato (Concerta)

• Atomoxetina (Strattera, que se comercializa como un medicamento»no-estimulante», aunque su mecanismo de acción y efectos secundarios potenciales son esencialmente equivalentes a los «medicamentos psicoestimulantes».)

Cuando estos medicamentos de «primera línea» no son efectivos, algunas veces los médicos optan por usar uno de los siguientes:

• Hidrocloruro de bupropión (Wellbutrin) – un antidepresivo que ha demostrado la disminución de la hiperactividad, la agresión y los problemas de conducta.

• Imipramina (Tofranil) o nortriptilina (Pamelor) – estos antidepresivos pueden mejorar la hiperactividad y falta de atención. Pueden ser especialmente útiles en niños que experimentan depresión o ansiedad.

• Clorhidrato de clonidina (Catapress) – se usa para tratar la presión arterial alta y también puede ayudar a controlar el TDAH, el tratamiento de los trastornos de conducta, los trastornos del sueño o los trastornos de tic. La investigación ha demostrado que disminuye la hiperactividad, la impulsividad y la distracción, y mejora la interacción entre compañeros y adultos.

• Guanfacina (Tenex, Inuniv) – este antihipertensivo disminuye la inquietud y el desasosiego, aumenta la atención y la capacidad del niño para tolerar la frustración. Tenex es la preparación a corto plazo, mientras que Inuniv es la preparación a largo plazo.

Duración del tratamiento

Por un lado, los profesionales de la salud saben que el TDAH es una condición crónica que dura por muchos años y a veces para toda la vida. Por otro lado, los riesgos y los beneficios de los medicamentos pueden cambiar con el tiempo, así que, por lo general el médico encargado y la familia deben volver a evaluar regularmente el uso de medicamentos.

A diferencia de un ciclo corto de antibióticos, los medicamentos para el TDAH están destinados a ser aplicados por un período de tiempo más largo. Por ejemplo, los padres deben anticipar que si el niño comienza a tomar un medicamento al inicio del año escolar, entonces por lo general, el niño va a estar destinado a trabajar con ese medicamento durante el resto del año escolar. La situación del niño puede mejorar al momento en que otras intervenciones y adaptaciones sean evidentes y el niño pueda desenvolverse mejor sin medicación.

Debido a que los niños cambian a medida que crecen – y sus entornos y las exigencias que enfrentan evolucionan a su vez – es importante que la familia y el médico mantengan una línea abierta de comunicación. Los problemas se dan cuando una familia suspende un medicamento sin hablar primero de sus preocupaciones con el médico.

Los adultos con TDAH también responden bien a intervenciones similares, incluyendo los medicamentos estimulantes. Al momento de decidir el tratamiento adecuado, los médicos deben considerar el estilo de vida del individuo. Si bien estos medicamentos pueden ser muy beneficiosos, los efectos secundarios pueden ocurrir y deben ser vigilados. Los medicamentos no estimulantes, incluyendo el hidrocloruro de bupropión antidepresivo (Wellbutrin), se han utilizado. Informes más recientes muestran otros antidepresivos como venlafaxina (Effexor), que a su vez, pueden ser beneficiosos en adultos.

Psicoterapia

La investigación ha demostrado que la medicación por sí sola no siempre es suficiente. Durante más de dos décadas, las intervenciones psicosociales como el entrenamiento de los padres y las modificaciones del comportamiento, han sido utilizadas para los niños con TDAH. Un objetivo fundamental es enseñarle a los padres y a los educadores métodos que los preparen para manejar adecuadamente los problemas cuando estos surjan. En este enfoque, aprenden a recompensar a un niño por conductas positivas y la forma de disuadir los comportamientos negativos. Esta terapia también procura enseñar al niño, las técnicas que se pueden utilizar para controlar la falta de atención y comportamientos impulsivos.

Una investigación preliminar ha demostrado que la modificación de la conducta es también eficaz para los niños con problemas severos de trastorno de oposición desafiante (ODD). Tal enfoque puede reducir el número o la gravedad de las conductas de oposición, aunque la condición subyacente -TDAH – permanece.

Algunas personas con TDAH se benefician de asesoramiento emocional o psicoterapeuta. En este enfoque, los consejeros ayudan a los pacientes hacerle frente a sus emociones y aprender maneras para lidiar con sus pensamientos y sentimientos en un sentido más general.

La terapia de grupo y la educación de los padres pueden ayudar a muchos niños y familias a dominar habilidades valiosas o conductas nuevas. El objetivo es ayudar a los padres a aprender acerca de los problemas particulares que tienen sus hijos con TDAH, y a proporcionarle formas de manejar los problemas que puedan surgir. Del mismo modo, a los niños se les pueden enseñar las habilidades sociales y la ganancia a las mismas técnicas que los padres están aprendiendo, así se facilita el camino para aquellos métodos que han de incorporarse en el hogar.

Los grupos de apoyo vincular a las familias o adultos que comparten preocupaciones similares.

Los tratamientos que se deben evitar

Las siguientes terapias no han sido científicamente comprobadas de ser útiles en el tratamiento del TDAH:

• Los productos a base de hierbas

• Las dietas restrictivas o suplementarias

• Tratamientos de la alergia

• Suplementos

• Mega vitaminas

• Ajuste quiropráctico

• Formación de percepción motora

• Medicamentos para problemas del oído interno

• Tratamiento para la infección por levaduras

• Terapia para mascotas

• Terapia para la vista

• Lentes de colores

¿Qué tipo de profesionales se debe buscar?

La mayoría de los padres consultan primero con el pediatra de su hijo o con su médico de cabecera. Los doctores están en condición de hacerle frente a esas preocupaciones, principalmente, si el niño tiene síntomas de problemas de hiperactividad, impulsividad o atención. Si el niño ha experimentado otras dificultades, como la ansiedad, el miedo, la depresión o tics motores, entonces debe ser visto por un especialista en salud mental, como un psiquiatra infantil o el psicólogo de la escuela. Los neurólogos, cuya área de especialización se centra en el sistema nervioso y el cerebro, también diagnostican el TDAH.

Es importante involucrar a los maestros del niño. Los educadores pueden prestar una valiosa ayuda a los profesionales de la salud para llegar a un diagnóstico preciso y planificar los mejores tratamientos para el niño. Los maestros pueden darle a conocer cómo el niño se comporta en la escuela para ayudar a evaluar el desempeño académico del niño.

Pronóstico

A pesar de que la mayoría de las personas nunca van a superar el TDAH completamente, una evaluación minuciosa y un tratamiento rígido conjunto con una serie de retos pueden ayudarles a controlar sus síntomas y permitirles tener vidas exitosas. Muchos creen que las conductas características de este trastorno en realidad pueden dar a estas personas una ventaja creativa única. Las personas con TDAH han pasado a tener una carrera exitosa en una variedad de ocupaciones.

Prevención

Debido a que los investigadores aún no comprenden a cabalidad la causa el TDAH, no hay estrategias documentadas para la prevención de este trastorno. Sin embargo, algunos estudios recientes indican que fumar durante el embarazo parece estar relacionado con un mayor riesgo para el TDAH.

Traducción realizada por Loreley Ulloa.

Fuente: Psychcentral.com

  • Salud Mental y Tratamientos

Terapia de Aceptación y Compromiso. Entrevista a Steven Hayes (1ra parte)

  • 29/11/2012
  • Fabián Maero

La terapia de aceptación y compromiso es un modelo de tratamiento que viene ganando terreno en los últimos años en el campo de los tratamientos psicológicos. Aplicable a una amplia variedad de trastornos, y sustentada en décadas de investigación, ha desatado tanta pasión como controversia debido a una manera poco ortodoxa de encarar el sufrimiento humano y los tratamientos psicológicos.

En 2006, la revista Time publicó una extensa nota sobre ACT y su principal creador, Steven Hayes, que da cuenta de la perspectiva general del modelo y de los peculiares puntos de vista de su creador. Tradujimos y adaptamos el texto, que iremos publicando por entregas en Psyciencia.

La tercera ola de terapia

John Cloud, Revista Time, 13/02/2006

Antes de convertirse en un exitoso psicólogo, Steve Hayes fue un paciente. Su primer ataque de pánico llegó súbitamente en 1978, mientras estaba sentado en una reunión del departamento de psicología en la Universidad de Carolina del Norte, en Greensboro, donde era un profesor adjunto. La reunión se había convertido en uno de esos gélidos debates personales y filosóficos que son comunes en los campus académicos, pero cuando Hayes trató de esgrimir un argumento, no pudo hablar. Mientras la atención de todos se centraba en él, sólo pudo abrir y cerrar la boca sin decir palabra, y se pensó un juguete roto. Su corazón se aceleró, y pensó que quizá estaba teniendo un ataque cardíaco. Tenía 29 años.

Hayes había esperando ser profesor titular a los 30 años, pero lo que parecía ser una carrera prometedora se estancó

Eventualmente el ataque terminó, pero una semana después atravesó un episodio similar en otra reunión. Durante los siguientes dos años, los ataques de pánico se volvieron más frecuentes. Sentimientos abrumadores de ansiedad llenaron más y más espacios de su vida. Hacia 1980, podía dar clases con mucha dificultad, y prácticamente nunca entró en un ascensor, un cine o un restaurant. Como no podía enseñar mucho, a menudo mostraba películas en sus clases, y sus manos temblaban tanto que apenas si podía poner el film en el proyector. Como estudiante, se había ganado su ingreso desde programas modestos en colegios de California y West Virginia, hasta una pasantía en la Brown Medical School con el renombrado psicólogo David Barlow. Hayes había esperando ser profesor titular a los 30 años, pero lo que parecía ser una carrera prometedora se estancó.

Hoy Hayes, que cumplió 57 años en Agosto, no ha tenido un ataque de pánico en una década, y está en la cima de su campo. Ha sido presidente de la distinguida Association for Behavioral and Cognitive Therapies, ha escrito o co-escrito alrededor de 300 artículos revisados por pares y 27 libros. Pocos psicólogos publican tanto. Su libro más reciente, que escribió con la ayuda del autor Spencer Smith, lleva el áspero título, para un libro de autoayuda, de Get out of your mind and into your life (Sal de tu mente y entra en tu vida). Pero el libro, que ha contribuido a arrojar a Hayes en un agrio debate en psicología, tiene dos giros inusuales para un manual de autoayuda: dice desde el inicio que los consejos del libro no pueden curar el dolor del lector (la primera frase es “La gente sufre”), y lo que propone a los que sufren no es pelear con los sentimientos negativos sino aceptarlos como parte de la vida. La felicidad, dice el libro, no es normal.

Si Hayes tiene razón, la manera en que muchos de nosotros pensamos acerca de la psicología es errónea. En los años desde que Hayes sufriera sus primeros ataques de pánico, un abordaje llamado terapia cognitiva se ha vuelto el estándar de tratamiento (con o sin medicación complementaria), para un amplio rango de enfermedades mentales, desde depresión a estrés postraumático. Y aunque un buen terapeuta cognitivo nunca propondría a un paciente meramente quitarse la ansiedad a fuerza de voluntad, la estrategia principal a largo plazo de la terapia cognitiva es atacar y en última instancia cambiar los pensamientos y creencias negativas, más que aceptarlas. “Siempre arruino todo en el trabajo”, podrías pensar. O “todos están viendo mi panza gorda”, o “no puedo ir a esa reunión sin tomar una copa”. Parte mentor, parte entrenador, parte corrector, el terapeuta cognitivo cuestiona esas creencias: ¿realmente arruinas todo en el trabajo, o como la mayoría de las personas, a veces lo hacés muy bien y a veces fallás? ¿Realmente están mirando todos tu panza, o estás sobregeneralizando acerca de cómo te ve la gente? La idea es que el terapeuta ayudará al paciente a desarrollar ideas nuevas, más realistas.

Pero Hayes y otros investigadores, especialmente Marsha Linehan y Robert Kohlenberg en la Universidad de Washington y Zindel Segal en la Universidad de Toronto, se están enfocando menos en cómo manipular el contenido de los pensamientos y más en cómo cambiar su contexto –modificar la manera en que vemos a los pensamientos y sentimientos de manera que no nos fuercen a hacer cosas ni controlen lo que hacemos.

Segal llama a este proceso desidentificarse de los pensamientos –verlos no como parte de la identidad sino como meras reacciones. ¿Piensas que la gente siempre mira tu panza? Quizá sea así. Quizá no; muchos de nosotros somos duros con nosotros mismos. Pero Hayes y otros terapeutas similares no tratan de probar o refutar tales pensamientos. Allí donde los terapeutas cognitivos hablan de “errores cognitivos” e “interpretaciones distorsionadas”, Hayes y el resto enseñan mindfulness, la práctica inspirada en la meditación de observar los pensamientos sin enredarse en ellos, abordándolos como si fueran hojas flotando en un arroyo (“…quiero café/debería ejercitarme/estoy deprimido/necesitamos comprar leche…”). Hayes es el más divisivo y ambicioso de los terapeutas de tercera ola –llamada así porque se alejan de la segunda ola, de la terapia cognitiva, que a su vez abarcó en gran parte la primera ola de terapia conductual, diseñada en parte por B.F. Skinner (la terapia conductual, a su vez, rompió con el modelo freudiano al enfatizar las conductas observables por sobre los significados y sentimientos ocultos).

Hayes y otros de la tercera ola dicen que intentar corregir pensamientos negativos puede, paradójicamente, intensificarlos, de la misma manera que alguien haciendo dieta y se dice una y otra vez “no quiero pizza”, termina obsesionándose con… pizza. En lugar de esto, Hayes y los casi 12000 estudiantes y profesionales que han sido entrenados en su psicoterapia formal, denominada terapia de aceptación y compromiso (ACT), dicen que deberíamos admitir que los pensamientos negativos vuelven a lo largo de la vida. En lugar de desafiarlos, dice Hayes, deberíamos concentrarnos en identificar y comprometernos con nuestros valores. Una vez que estamos dispuestos a sentir emociones negativas, arguye, será más fácil pensar acerca de qué debería ser nuestra vida y ponernos en marcha con eso. Esto es más fácil dicho que hecho, por supuesto, pero su punto es que es difícil pensar en el panorama amplio de la vida cuando estamos intentando tan fuertemente regular nuestro pensar.

El modelo cognitivo atraviesa la cultura tan extensivamente que muchos de nosotros no lo nombramos; es lo que los psicólogos hacen. Cuando Phillip McGraw (“Dr. Phil”), da un consejo, por ejemplo, muchas veces fluye desde una perspectiva cognitiva. “¿Estás creando activamente un ambiente tóxico para ti mismo?”, pregunta en su sitio web. “¿O los mensajes que te das a ti mismo están caracterizados por un optimismo racional y productivo?”. Los abordajes cognitivos fueron desarrollados en la década del 50 y principios de los `60 por dos investigadores trabajando independientemente, el psiquiatra de la Universidad de Pennsylvania Aaron Beck, de 84 años de edad hoy, y Albert Ellis, hoy de 92 años, un psicólogo de la ciudad de New York. El ascenso de la terapia fue rápido, particularmente en lo académico. Aunque muchos terapeutas aun practican una forma evolucionada de psicoanálisis freudiano llamada terapia psicodinámica, es difícil encontrar un terapeuta entrenado en los últimos 15 años que no haya al menos aprendido el modelo cognitivo.

Los debates entre terapeutas cognitivos y los de tercera ola son en ocasiones oscuros y quisquillosos, pero pocas preguntas parecen tan elementales para la psicología como la pregunta de si debemos aceptar nuestros tormentos interiores o salir de ellos analizándolos. Hayes fue recibido en la última convención de la Association for Behavioral and Cognitive Therapies con reverencia –y repulsión. No era infrecuente ver terapeutas observándolo entre presentaciones como si fuera Yoda (Hayes es proclive a enunciados numinosos: “Veo esta concepción de aceptación, esta concepción de mindfulness, como una vía con fuerza para cambiar el mundo”). Pero los escépticos lo persiguen por todas partes. “Ciertamente tiene defensores y hasta un séquito”, dice el profesor de psicología de Providence College, Michael Spiegler. “Pero creo que parte de lo que hace es sectario, en términos de tener ese séquito, de que todos acuerden completamente con él, caso contrario, no lo has entendido”.

Atardecer.

Al leer esa palabra, no ha ocurrido otra cosa que tus ojos moviéndose a través de la página. Pero tu mente puede haberse disparado en cualquier dirección. Quizá pensaste en un hermoso atardecer. Y quizá pensaste en un hermoso atardecer el día que tu madre murió, lo que puede evocar tristeza.

ACT intenta desarmar el poder de los pensamientos

Hayes utiliza esos ejercicios para ilustrar el punto de que nuestros pensamientos pueden tener consecuencias inesperadas. Get Out of Your Mind & Into Your Life ilustra eso citando un estudio de 1998 en Psychological Science en el cual a 84 sujetos se les pidió que mantuvieran inmóvil un péndulo. A algunos se les dijo no sólo que lo mantuvieran inmóvil, sino que no lo movieran de lado a lado. Pero justamente en este último grupo los sujetos tuvieron la tendencia a moverlo lado a lado, más que el grupo al cual se le instruyó mantenerlo inmóvil solamente. ¿Por qué? “Porque pensar en no moverlo (lado a lado), activa los mismos músculos que lo mueven de esa manera”, escriben Hayes y Smith. Ciertamente, la terapia cognitiva no le pide a la gente que suprima los pensamientos negativos, pero sí que los desafíen, que los arreglen.

En contraste, ACT intenta desarmar el poder de los pensamientos. En lugar de decir “estoy deprimido”, propone decir “estoy teniendo el pensamiento de que estoy deprimido”. Hayes no está diciendo que las personas no sientan dolor en realidad (él mismo ha tenido mucho de eso), pero cree que convertimos el dolor en sufrimiento cuando intentamos alejarlo. Los terapeutas ACT usan metáforas para explicar aceptación: ¿es más fácil arrastrar un objeto pesado tirando de una cadena o bien tomarlo y caminar sosteniéndolo de cerca?.

La parte de compromiso en Terapia de Aceptación y Compromiso –vivir de acuerdo a tus valores- parece sosa al principio. Muchas personas están tan deprimidas o solitarias, o atrapadas en la vida cotidiana que no están seguras de cuáles son sus valores. Los terapeutas ACT ayudan a identificarlos con técnicas tales como escribir el propio epitafio. También solicitan que verbalices tu definición de “ser un buen padre” o “un buen trabajador”. El terapeuta te ayuda a pensar acerca de qué tipo de cosas querrías aprender antes de morir, cómo quisieras pasar tus fines de semana, cómo explorar tu fe. El punto no es llenar tu calendario con lecciones de italiano y viajes de pesca sino reconocer que, por ejemplo, te gusta pescar porque significa pasar tiempo con tu familia, o en las montañas, o solo –“lo que sea que pescar signifique para ti”, dice Hayes. Un ejercicio en Get out of your mind… implica puntuarte de 1 a 10 cada semana durante 16 semanas para comprobar qué tan cercanas tus acciones cotidianas están a tus valores. Si realmente disfrutas esquiar con tus amigos pero terminas viendo TV en soledad cada fin de semana, puntúas un 1 (pero si realmente te gustan las repeticiones de series de TV, adelante con ello; ACT es poco prejuicioso ).

Ahora parecería un buen momento para estipular que todo esto puede sonar vacuo y muy de autoayuda. Pero la investigación científica en ACT ha mostrado resultados notables hasta ahora. En la edición de enero de la revista científica Behavior Research and Therapy, Hayes y cuatro coautores resumen 13 investigaciones que comparan la efectividad de ACT con la de otros tratamientos luego de un tiempo que llega a un año. En 12 de 13, ACT superó a otros abordajes. En dos de los estudios, pacientes deprimidos fueron aleatoriamente asignados a terapia cognitiva o ACT. Luego de dos meses, los pacientes tratados con ACT puntuaron un promedio de 59% menos en una escala de depresión. Estos fueron estudios pequeños, sólo 39 pacientes en total, pero ACT ha mostrado un amplio campo de aplicaciones. En un estudio del 2002, Hayes y un estudiante estudiaron 70 pacientes psicóticos hospitalizados recibiendo medicación y terapia estándar. La mitad de ellos fueron asignados a cuatro sesiones de ACT de 45 minutos, la otra mitad permaneció como grupo control. Cuatro meses después, los pacientes tratados con ACT fueron re hospitalizados un 50% menos. De hecho, ellos admitieron tener más alucinaciones que los pacientes en terapia estándar, pero ACT había reducido la credibilidad de las alucinaciones, que ahora eran vistas de manera más desapasionada. A Hayes le gusta decir que ACT efectivamente convirtió “Soy la Reina de Saba” en “Estoy teniendo el pensamiento de que soy la reina de saba”. Los psicóticos aún oían voces, sólo que no actuaron basándose en ellas. Aprendieron a sostener sus pensamientos de manera más liviana, incrementando su flexibilidad psicológica.

ACT también se ha mostrado prometedora en el tratamiento de adicciones. En un estudio, los adictos a las drogas reportaron menos uso de drogas con ACT que con un programa de 12 pasos. Y ACT funcionó mejor que un parche de nicotina para 67 fumadores intentando abandonar el hábito. ACT alienta a los adictos a aceptar el impulso de consumir y el dolor que viene cuando abandonan –y luego se trabaja sobre averiguar qué significa la vida más allá de drogarse. ACT también ha sido utilizada para ayudar a pacientes con dolor crónico a volver a su trabajo más rápidamente. Pero quizá lo más destacable de estos hallazgos sea que 27 pacientes epilépticos hospitalizados en África del Sur que recibieron 9 horas de ACT en 2004 experimentaron significativamente menos y más breves ataques epilépticos que aquellos pacientes en un tratamiento placebo en el cual el terapeuta ofreció un oído atento. Incluso Hayes, que no suele ser demasiado modesto, se sorprendió con los resultados. Sólo pudo hipotetizar por qué ACT podría reducir los ataques: “Le enseñas a las personas cómo estar en el momento del ataque y observarlo”. De alguna manera, sugiere, esto ayuda a reducir la activación bioquímica en esos momentos críticos antes de que se dispare una crisis.

Imagina un universo en el cual tus pensamientos, sentimientos y recuerdos no son tu enemigo. Son tu historia traída al contexto presente, y tu propia historia no es tu enemiga

Obviamente, Hayes no está seguro de cómo ACT está funcionando en todos esos casos, pero cree que tiene algo que ver con aprender a ver nuestras luchas –incluso ataques epilépticos-, como partes válidas e integrales de nuestras vidas. Recientemente, un paciente de San Francisco en terapia ACT envió un pedido de ayuda por email a Hayes. “¿CÓMO se hace eso (vivir una vida valiosa y significativa), en el medio de una experiencia privada inhabilitante y opresiva (ansiedad, depresión, falta de energía, inercia), no está claro para mí. ¿Significa que uno dice al demonio con eso, voy a ELEGIR vivir, meterme en la vida que valoro a pesar de sentirme mal las 24 horas del día?”

Hayes abrió el email a las 3 am, luego de que los llantos de su hijo recién nacido lo despertaran. A las 4.04 am, envió una larga respuesta que decía, en parte, “Estás preguntando, ‘¿puedo vivir una vida valiosa, aún con dolor?’ Permite que te haga una pregunta distinta. ¿Qué hay si no puedes tener lo segundo sin lo primero? ¿Y si que las cosas te importen de la manera en que lo hacen significa que dolerán?. Pero no el dolor pesado, apestoso, evaluado, categorizado y predecible que te ha aplastado. Sino el dolor abierto, libre, incisivo que viene de ser un ser humano mortal que eventualmente perderá todo, pero aun así las cosas le importan”

Hayes habla así en talleres alrededor del mundo, y la mezcla de proselitismo y sólido desempeño de ACT en publicaciones científicas ha creado ramas de ACT en al menos 18 países. Hayes espera 400 personas en la conferencia de ACT en Londres en Julio. (Hay terapeutas ACT en casi todos los estados, están listados en www.contextualpsychology.org. )

¿Pero, realmente debería remplazar el estándar de tratamiento en psicoterapia?

(click aquí para leer la segunda parte de la entrevista)

Traducción y adaptación por Fabián Maero. Texto original aquí.

  • Salud Mental y Tratamientos

Terapia dialéctica conductual: Zambullirse donde los ángeles temen dar un paso

  • 23/11/2012
  • Paula José Quintero

El estado de cosas era desanlentador, si pensamos en clientes severamente perturbados y multiproblemáticos, con conductas autolesivas, intentos de suicidio y un fuerte desequilibrio emocional. Uno de los problemas principales surgía de los mismos profesionales de la salud mental, quienes reportaban tener muchas dificultades en la alianza terapéutica con estos clientes. Los clientes, por su parte, abandonaban desesperanzados los tratamientos sintiéndose “expulsados” y no obteniendo el alivio esperado.

Marsha Linehan y su equipo estuvieron desde el comienzo muy interesados en esta problemática y sus primeros intentos de aplicar terapia cognitivo conductual estándar (TCC) con estos clientes no dieron los frutos esperados. Decidieron entonces comenzar a aplicar cambios al tratamiento, de modo que podríamos decir que la terapia dialéctico conductual  (DBT) es una modificación del tratamiento TCC, pero a su vez los cambios implementados la alejan de esta última convirtiéndola en un tratamiento con nombre propio que podríamos enmarcar dentro de las terapias conductuales de tercera generación.

Uno de los hallazgos de estos primeros momentos en el desarrollo de la DBT, fue notar que parte de los fracasos se explicaban por una tendencia demasiado marcada hacia el “cambio”. Los clientes abandonaban los tratamientos porque se sentían incomprendidos, como venía ocurriendo hasta el momento. Ambos, clientes y terapeutas experimentaban frustración.

Fue entonces que se comenzaron a incorporar estrategias de validación y aceptación sumándolas a las estrategias de cambio y los resultados obtenidos con este nuevo modelo de trabajo se volvieron significativos.

DBT es un tratamiento validado empíricamente para varias condiciones clínicas, entre las cuales podemos mencionar el trastorno límite de la personalidad, los trastornos alimentarios, el uso y abuso de sustancias, la depresión crónica, el estrés postraumático y la impulsividad.

Una terapia dialéctica

La filosofía dialéctica ha existido durante miles de años, desde la tradición budista zen hasta nuestros días. La perspectiva dialéctica de la naturaleza de la realidad subyace a todas las intervenciones en todas las etapas del tratamiento DBT. Se trata de un enfoque-guía del tratamiento en el cual la realidad se entiende como una totalidad no estática siendo su naturaleza el cambio y el proceso más que el contenido y la estructura.

Cambio y validación son estrategias incompletas por si solas. DBT se trata entonces de una terapia en donde terapeuta y cliente trabajan tanto para lograr cambio como para lograr aceptación, transitando juntos lo que solemos llamar el sendero del medio. Hablamos de terapia dialéctica porque promueve una síntesis de los movimientos orientados hacia los polos de aceptación y cambio, a través de la inclusión de estrategias conductuales tales como resolver problemas, cambiar contextos, reforzar contingencias y exposición emocional y de estrategias de validación y mindfulness, como promover habilidades de aceptación radical, tolerancia al malestar y habilidades de conciencia plena.

Terapeutas y clientes deben aprender a estar cómodos con el cambio y a abandonar el debate sobre lo que está bien o mal ya que todas las posiciones tienen algo de verdad y todas están básicamente incompletas. Las estrategias de modificación cognitiva en DBT se basan en la persuasión dialéctica. Se trata de desafiar creencias problemáticas no con razonamiento (no focalizando el contenido) o testeo de hipótesis (no desafiando el contenido) sino a través de crear la experiencia de las contradicciones (inconsistencias) inherentes a la posición del consultante.

Los principios DBT

El equipo de profesionales DBT sostiene algunos principios que lo orientan hacia una práctica crecientemente empática y compasiva, estos son:

  1. Los consultantes hacen lo mejor que pueden
  2. Quieren mejorar
  3. Necesitan mejorar, probar, intentar más y estar más motivados al cambio
  4. Podrían no ser la causa de todos sus problemas pero los tienen que resolverlos ellos mismos de todos modos.
  5. La vida con Trastorno Límite es insoportable en la forma que es vivida.
  6. Los consultantes deben aprender nuevas conductas y todos los contextos son importantes.
  7. Los consultantes no fracasan, las terapias sí – que no dispongamos de la tecnología para asistirlos es parte de un déficit de nuestra profesión, no de ellos y su problema.
  8. Los terapeutas necesitan sostén, asistencia y colaboración.

Los objetivos DBT

Cuando hablamos de DBT hablamos de un modelo psicoterapéutico que constituye un programa de tratamiento. Forman parte del programa DBT, además de las sesiones de psicoterapia individual y de farmacoterapia, clases grupales de entrenamiento en habilidades, entrenamiento para familiares y allegados, asistencia telefónica y reuniones de los terapeutas. Estos modos del programa DBT sirven en conjunto al logro de las funciones globales del tratamiento, que son las siguientes:

  1. Aumentar las capacidades (habilidades) de los clientes para: a) regular las emociones; b) estar presentes en el aquí y ahora, observando, describiendo y participando sin juzgar; c) aumentar la efectividad interpersonal; d) tolerar y sobrevivir a las crisis sin empeorarlas.
  2. Lograr la generalización de las habilidades a los contextos relevantes.
  3. Mejorar la motivación y reducir los problemas conductuales.
  4. Mantener y aumentar la motivación y capacidades del terapeuta.
  5. Estructurar el ambiente: es decir, lograr que el ambiente refuerce las conductas más efectivas y de progreso y que a la vez no refuerce las conductas más problemáticas.

La teoría biosocial y el énfasis en las emociones

DBT enfatiza que los problemas conductuales  (por ejemplo: las conductas autolesivas) se deben a la desregulación emocional. La regulación emocional es tan relevante en DBT que preferimos hablar de desorden de desregulación emocional en lugar de hablar de trastorno límite o trastorno borderline. Es más útil para comprender el problema y definir un plan de tratamiento focalizar en áreas de desregulación en lugar de categorías que sólo describen de manera topográfica los problemas a los que nos enfrentamos.

Bien, ¿de qué hablamos cuando hablamos de desregulación emocional? La teoría biosocial es una teoría transaccional, esto es, propone que la desregulación emocional es el resultado de una transacción (en la historia de la persona hasta la actualidad). Se trata de una transacción entre dos factores: la vulnerabilidad emocional (de origen biológico) y el ambiente invalidante.

Concretamente, cuando hablamos de vulnerabilidad emocional, hablamos de: 1) Una alta sensibilidad a estímulos emocionales negativos, 2) Una respuesta emocional de gran intensidad y 3) Un lento retorno a la calma. Se trata de personas que responden emocionalmente a estímulos que pueden ser considerados pequeños para otros; experimentan esas emociones con mucha intensidad y tardan más tiempo en calmarse que el general de las personas. En estos momentos el dolor suele ser experimentado como “insoportable” y aparece el impulso (bajo la forma de “necesidad”) de deshacerse de él de forma urgente.

En este sentido la hipótesis central en DBT respecto a las conductas-problema de nuestros clientes es que se trata de intentos de solución de un problema experimentado como insoportable y se trata de una búsqueda de alivio (nos referimos a conductas que son mantenidas principalmente, aunque no exclusivamente, por refuerzo negativo). Nos esforzamos por distinguir la intención que tienen estas conductas del efecto que pueden provocar en los demás, desterrando los mitos sobre estas conductas consideradas como conductas “manipulatorias” por algunos familiares y allegados así como por terapeutas y que erosionan la capacidad y las ganas de ayudar a estos clientes.

El ambiente invalidante se refiere a un contexto (en general la familia de origen) que responde de forma inapropiada a las experiencias privadas (emociones, pensamientos, sensaciones) de la persona, especialmente durante la infancia. Esta forma inapropiada incluye restar importancia y trivializar las preferencias, pensamientos y emociones de una persona así como también responder de manera extrema y exagerada; las respuestas de la persona son consideradas inválidas, de modo que la persona aprende a “desconfiar” de su propia experiencia emocional; se trata de un ambiente que falla en enseñar habilidades para modular las emociones.

Parece claro entonces porqué DBT incluye estrategias de validación en la psicoterapia.

La importancia de la validación y el estilo del terapeuta DBT

Validar implica una serie de conductas, siendo el primer nivel observar y escuchar al otro con toda nuestra atención. Estar atentos implica sostener una actitud de respeto por lo que nuestro cliente siente, piensa y hace. Validar no es estar de acuerdo. No necesitamos “comprender al otro” para validarlo. Basta con que consideremos que dada su historia de aprendizaje y el contexto actual de surgimiento de emociones, pensamientos y conductas, éstas tienen perfecto sentido.

El terapeuta DBT balanceará validación y aceptación con cambio. Podrá sostener los cambios de intensidad emocional en sesión sin retirarse. Será, por momentos, sumamente directivo y, por otros, muy flexible. Será cálido y genuino en la comunicación, autodevelando sus propias reacciones emocionales frente a las conductas del cliente y también será irreverente cuando sea necesario hacer “saltar” al cliente de su asiento. Usará el movimiento, la velocidad y la variación de la intensidad en las sesiones. El terapeuta DBT no sobreenfatizará su rol, sus respuestas estarán más determinadas por la efectividad y los límites naturales que por las definiciones arbitrarias de rol;  el terapeuta DBT desarrolla una relación real con el cliente y ayudará a que el cliente cambie dentro de esa relación. El terapeuta DBT es un terapeuta presente, directo y franco, llamará “espada” a una espada, se zambullirá donde los ángeles temen dar un paso.

Referencias bibliográficas:

  • Gagliesi, P. Terapia Dialéctica Conductual en el tratamiento del Desorden Límite de la Personalidad (DBT Foro Argentino)
  • Linehan, M.: Cognitive-Behavioral Treatment of Borderline Personality Disorders. Guilford Press, New York, NY, 1993.
  • Linehan, M: Skills Training Manual for Treating Borderline Personality Disorders. Guilford, New York, NY, 1993.
  • Linehan,M.M., Armstrong,H.E., Suarez,A., Allmon,D., Heard,H.L. (1991). Cognitive-behavioral treatment of chronically parasuicidal borderline patients. Archives of General Psychiatry, 48, 1060-1064.
  • Miller A. Dialectical Behavior Therapy: a new approach for suicidal adolescents. American Journal of Psychotherapy. 1999; 53(3)
  • Miller A, Ratzus J y Linehan M: Dialectical Behavioral Therapy with Suicidal Adolescents The Guilford Press, New York NY 2007.
  • APA Presidential Task Force on Evidence-Based Practice. (2006). Evidence-based practice in psychology. American Psychologist, 61, 271-285.
  • Salud Mental y Tratamientos

8 preguntas para obtener Feedback de nuestros clientes

  • 21/11/2012
  • Jorge Ayala Salinas

Obtener feedback o realimentación de nuestros clientes es una manera de contribuir con ellos y nuestro trabajo para darle una dirección que garantice que hacemos lo correcto con cada conversación.

Pero si queremos enriquecer con mayores detalles nuestra relación terapéutica, podemos hacer una serie de preguntas puntuales “a mitad de camino”, invitando a nuestros clientes a reflexionar sobre la conversación y nuestra conducta. Algunas preguntas elementales son:

1. ¿Me puedes poner al tanto de cómo está resultando para ti esta conversación?

2. ¿Está tomando la dirección que considera apropiada?

3. ¿Sientes que estamos hablando sobre lo que es importante que hablemos?

4. ¿La conversación está abordando la agenda que trajiste para esta reunión?

5. Si estamos avanzando en la dirección que parece apropiada, ¿podrías decirme qué cosas de esta conversación siente que está funcionando bien para usted?

6. ¿Tiene algunas otras ideas de direcciones en las que podríamos orientar nuestra conversación, que pudieran ser relevantes?

7. ¿Algunas de mis respuestas en esta conversación puso algún límite a lo que usted siente que puede hablar aquí?

8. ¿Estaría dispuesto a reflexionar sobre la conversación que venimos manteniendo y hacerme saber qué le resulta más útil y qué menos útil de ella?

Estas preguntas, diseñadas por Michael White, son ejemplos de preguntas para provocar un feedback útil para nuestra relación y trabajo terapéutico. Es una de las muchas posibilidades (además de nuestra conocida escala que mide los avances y el progreso en relación con la meta y el objetivo) y recursos con los que contamos para enriquecer nuestra identificación, desarrollo y refuerzo de nuestra práctica.

  • Salud Mental y Tratamientos

¿De qué hablamos si no hablamos de problemas?

  • 21/11/2012
  • Jorge Ayala Salinas

En marzo de este año concluí un trabajo de dos años en el Servicio de Tutoría de una universidad. A mi llegada, se había implementado una novedad en el sistema: un programa de consejería al que se denominó sesión individual, para complementar el desarrollo de las sesiones grupales, que era el mecanismo con que hasta entonces se desarrollaba la Tutoría. En las sesiones inidviduales cada tutor se encargaba de conversar con cada uno de sus alumnos durante un periodo de 10 a 15 minutos.

Un mes después de iniciado el programa empezaron a surgir algunas dificultades: problemas con el tiempo y los temas de conversación. No había remedio para el problema de los tutores: los alumnos únicamente hablaban de problemas y no había tiempo suficiente para terminar la conversación. Los tutores no sabían como resolver este problema. ¿Era necesario que exista un problema para mantener una conversación?

Así que decidimos implementar una solución, una metodología basada en el modelo de conversación (y las habilidades, técnicas y estrategias) de la Terapia Centrada en Soluciones. El objetivo era no utilizar la conversación para hablar de problemas. Y surgieron muchas más interrogantes: ¿de qué hablamos si no hablamos de problemas? ¿De qué podemos conversar entonces? ¿Qué tipo de conversaciones debemos promover y qué utilidad podemos darle para que pudiera tener efectos siginificativos?

A continuación quiero presentarles brevemente los modelos que forman parte del conjunto de la Terapia Sistémica Breve, enfoques que particularmente se alejan de la conversación centrada en el problema, resolviendo la pregunta que titula este artículo.

El objetivo aquí no es descubrir un problema ni mucho menos un síntoma: se trata de descubrir y co-crear metas

Terapia Centrada en Soluciones

Hablar de las excepciones, de los momentos en los que no ocurre el problema y cuáles son esas diferencias significativas y qué ocurre contrariamente a esas circunstancias problemáticas, es el propósito inicial de este enfoque.

El objetivo aquí no es descubrir un problema ni muchos menos un síntoma: se trata de descubrir y co-crear metas, apoyando las condiciones del cliente o consultante para lograr estos objetivos, enfocándonos en sus recursos y logros hasta el momento, ampliándolos, anclando los cambios y atribuyendo el control a la persona, todo esto en un vínculo temporal de presente y futuro. En las sesiones siguientes nuestra tarea es permanecer atentos de las cosas que van bien y las que van cambiado, para buscarle alguna utilidad terapéutica.  Como señala Steve De Shazer: “Llevar el foco del cliente desde acontecimientos del pasado a sucesos presentes y futuros, promoviendo explícitamente expectativas de cambio”.

Algunas técnicas muy útiles son la “Pregunta de la Escala”, que sirve para medir el progreso de los objetivos, y la “Pregunta del milagro”, que permite imaginar cómo sería el futuro sin el problema.

Terapia Narrativa

La externalización del problema es uno de los abordajes más usados de la Terapia Narrativa. Lo que hacemos aquí es externalizar el problema, es decir, despojar a la persona de la imaginería popular y colectiva que señala que “la persona es el problema”. El objetivo de la externalización es hacer del problema una entidad ajena a la persona, para concluir señalando que EL PROBLEMA ES EL PROBLEMA, no la persona. Externalizando el problema rastreamos el modo en que el problema influye en la vida de las personas y la manera en que las personas influyen en la vida del problema. Luego de externalizar, la idea es localizar y amplificar un suceso extraordinario que pueda desmentir y descentrar la historia saturada de problemas de la persona, para poder hablar de cómo se vería en el futuro a la luz de este “nuevo hecho”, esta “nueva presencia”, este “nuevo estar” en la vida, hasta alcanzar que ese suceso extraordinario vuelva a repetirse, pueda volverse cotidiano, incrementando su autoestima,  promoviendo la presencia de un “público”, de testigos que puedan avalar la nueva historia (una historia densa) de éxitos de la persona.

Terapia Estratégica

Nuestro último modelo –aunque no existe un modelo único de Terapia Estratégica- se enfoca en analizar las “soluciones intentadas”, es decir, todo aquello que ha hecho la persona para resolver el problema. Para el modelo estratégico son las “soluciones intentadas” las que influyen principalmente en el crecimiento y mantención del problema: son los intentos compulsivos de corregir la situación lo que representa la parte a resolver, luego de que la persona ha caído en la trampa de hacer más de lo mismo.

Las intervenciones de la terapia estratégica son únicas y diferentes para cada caso: por eso es estratégica, porque se construye a la medida de los objetivos y la meta de los consultantes, utilizando una serie de estrategias en forma de prescripciones de comportamiento enfocados en lograr un cambio mínimo que desencadene posteriormente otros. La terapia privilegia el “cómo” y los procesos.

Ninguno de los enfoques de la Terapia Sistémica Breve busca las “causas profundas de los problemas” ya que actúan básicamente sobre lo que viene sucediendo en el presente, sin necesidad de rastrear en el pasdo. Se observa cómo el problema actúa dentro de un contexto de relaciones y un sistema.

Los tres tienen puntos interesantes de confluencia, razón por la que Mark Beyebach ideó un concepto interesante para esta terapia: Terapia Breve Integrativa.

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