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Publicaciones por mes

junio 2018

46 Publicaciones
  • Salud Mental y Tratamientos

La ansiedad es el trastorno más frecuente en la población argentina

  • David Aparicio
  • 18/06/2018

Nora Bar nos informa en el diario La Nación sobre los resultados del primer informe epidemiológico de salud mental, publicado en la revista Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology y que se desarrolló con 3927 personas residentes en las ciudades más grandes de Argentina:

De acuerdo con este trabajo, que relevó los problemas mentales de siete regiones del país, casi uno de cada tres sufrirá una de estas patologías en algún momento de su vida, y entre las más frecuentes están los trastornos de ansiedad. Los padece más del 16% de la población. A estos les siguen el abuso de alcohol, los trastornos del ánimo, el abuso de sustancias, el desorden depresivo mayor y los desórdenes conductuales disruptivos.

Imagen: La Nación

Argentina vive frecuentemente en un ambiente de incertidumbre económica y social — alza del dólar, cambios en las políticas publicas, etc.— lo que puede afectar directamente los niveles de estrés y la prevelencia de los trastornos de ansiedad.

Pero lo más interesante del artículo es que Argentina es uno de los países con mayor numero de psicólogos per capita del mundo pero su población tiene poco acceso a los tratamientos recomendados para estos trastornos. El artículo sostiene que esto puede ser causado por el estigma que ronda a los trastornos mentales y/o que la población se habitúa a vivir evitando lo que les provoca ansiedad, como es el caso de las fobias específicas.

No obstante, yo creo que también hay otra explicación posible y se relaciona con la falta de adherencia de muchos psicólogos a las recomendaciones y tratamientos basados en la evidencia. La psicología cuenta con tratamientos que han demostrado ser efectivos para este tipo de trastornos pero lamentablemente muchos psicólogos los ignoran o evitan porque no se adapta a sus preferencias personales, lo que repercute negativamente en el tratamiento y bienestar de sus pacientes haciéndolos gastar muchísimo dinero y tiempo en tratamientos que no cuentan con evidencia.

Sé que algunos pueden estar aburrido del argumento de los tratamientos basados en evidencia, pero este es un excelente de la urgente necesidad que hay.

Lee el artículo completo en La Nación.

Referencia al estudio completo: Cía, A.H., Stagnaro, J.C., Aguilar Gaxiola, S. et al. Soc Psychiatry Psychiatr Epidemiol (2018) 53: 341. https://doi.org/10.1007/s00127-018-1492-3

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cómo actuar ante un ataque de pánico en la consulta

  • José Olid
  • 18/06/2018

Algo que da pánico a los terapeutas que atienden problemáticas de ansiedad es la posibilidad de que la persona que tienen delante sufra un ataque de pánico justo en ese momento.

Si el principal motivo de consulta es algo como ansiedad elevada o directamente pánico, gran parte del trabajo que tendremos que hacer es exponer a la persona a esas sensaciones tan desagradables, delante de nosotros, por lo que no es algo extraño ni precisamente indeseado que esto ocurra delante de nosotros.

En este artículo, vamos a comentar algunos mitos que potencian el miedo a los ataques de pánico (en los terapeutas), algunas malas ideas y algunas buenas ideas.

Eso sí, antes de nada, recomendamos conocer si la persona tiene alguna cardiopatía detectada.

Mitos sobre el ataque de pánico

Mi paciente puede morir por el ataque de pánico. Una persona puede morir por una cardiopatía asociada o similar, nunca por el propio ataque de pánico como tal. El miedo al desmayo o al desvanecimiento también es común, y aquí ocurre que puede ser algo más fruto del miedo (sensación de aflojarse) que un desmayo real. El ataque de pánico eleva el ritmo cardíaco, y eso hace que tengamos muchas sensaciones muy horribles, pero más allá de la posibilidad de infarto provocada por una cardiopatía, tu paciente no puede sufrir consecuencias más letales que si estuviera practicando sexo en ese momento en consulta (¡lo cual deseamos que nunca ocurra!).

Mi paciente puede sufrir un trauma emocional. Un ataque de pánico, al igual que cualquier otra sensación horrible, está condicionado por antecedentes y consecuencias, de manera que por si mismo no causa un trauma o similar. Si tras el ataque de pánico le pegamos o le insultamos, o le abandonamos o algo similar, bueno… es posible que desarrolle un trauma… salvo eso, debemos (si queremos) estar tranquilos: un ataque de pánico no causa más trauma que cualquier otra respuesta en consulta.

Su ansiedad puede crecer tanto que sea incapaz de manejarla. Sin duda su ansiedad crecerá hasta el máximo, y precisamente por eso es muy útil que ese ataque pueda ocurrir en consulta. Al estar con nosotros, puede pasar por este momento tan horrible y que se den los procesos necesarios para que se produzca una bajada natural de la ansiedad al no tratar de evitarla súbitamente.

Cosas que un terapeuta debe evitar en la intervención para el ataque de pánico

1 – Considerar el ataque de pánico como algo a reducir cuanto antes. Si nos ponemos como meta que la sintomatología baje cuanto antes, vamos a tener prisa y urgencia, y esto es algo que vamos a transmitir inevitablemente. Si transmitimos que a nosotros como terapeutas nos asusta el pánico de la persona… podemos alargar de manera innecesaria su malestar.

2 – Decir frases rápidas para tranquilizar. Debemos evitar animar a la persona a controlar cómo se siente: «trata de relajarte», «no te preocupes», «tranquilízate», «ya verás como te vas a relajar», «en un rato te sentirás mejor»… son frases que alimentan la hipervigilancia de la persona hacia sus estados internos, lo que de nuevo puede hacer que el malestar se alargue más de lo necesario.

3 – Llamar a emergencias o utilizar algún psicofármaco. Mientras lo escribía he pensado que quizás fuera obvio, pero por si acaso… ¡no hagamos eso! Si lo hacemos, estaremos participando en el mismo sistema de evitación, lucha o huida de la persona en consulta, y el resultado será haber retrocedido bastante en el afrontamiento eficaz de su ansiedad.

Intervenciones útiles

1 – Transmitir cercanía y amabilidad. Decir frases como «siento que estés pasando esto, lo estás pasando mal, me quedo contigo el tiempo que dure», de una manera tranquila y amable, cercana, es un principio para empezar a cambiar la relación que se establece con ese ataque de pánico. La persona verá que tú no te asustas, y que a la vez te quedas cerca y le atiendes, transmitiéndole que no está pasando nada horrible ni algo de lo que deba avergonzarse.

2 – Animar a describir lo que está pasando. Podemos mantener contacto ocular mientras tomamos de las manos y le pedimos que se centre en hablarnos para describirnos lo que está sintiendo, pidiéndole detalles parecidos a como si estuviera fisicalizando la emoción, y estando atento al ritmo de hablar para que se normalice y no tome bocanadas de aire. Esto facilita, por un lado, la exposición a las sensaciones, y por otro, la normalidad respiratoria que de manera natural va a disminuir la sensación de mareo y ahogo propia de la hiperventilación.

3 – Ofrecer la posibilidad de salir. Si la persona siente que es libre para salir del lugar, y que nosotros le vamos a acompañar, podrá sentir a su vez más cómodo para quedarse con nosotros y afrontar ese episodio. Si ocurre que quiere salir de la consulta, le acompañamos pausadamente mientras seguimos implementando el punto 2.

4 – Consecuencia tras el ataque. Una vez ha pasado el episodio, la persona suele estar agotada y llorando, y entonces nosotros podemos agradecerle que se haya quedado y nos haya permitido acompañarle en un momento tan difícil en el que ha sido realmente valiente. Ante todo, contactamos con nuestras propias emociones hacia esa persona en ese momento, y las transmitimos de la manera más cálida posible, para que sea el propio potencial de la relación terapéutica el que potencie que la persona esté más dispuesta a dejar estar sensaciones horribles en el futuro.

Con estos mitos y sugerencias podréis estar más preparados/as para atender a usuarios que tengan un ataque de pánico delante de vosotros: os deseamos que, ante todo, no os olvidéis de estar presentes junto a la persona en su ansiedad.

Artículo publicado en Terapias Contextuales y cedido para su publicación en Psyciencia.com

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Por qué los narcisistas prosperan en el caos?

  • David G. Espinoza Avilés
  • 18/06/2018

Si alguna vez tuviste un jefe o supervisor que parece vivir en un torbellino de trabajo interminable que necesita hacerse (¡de inmediato!), entonces sabes cuán frustrante es sentir que nunca estás en terreno firme. Te encuentras con él o ella en el pasillo, y le preguntas «¿Cómo estás?» En lo que piensas que es una manera amistosa, cordial y neutral de saludar. En lugar de responderte con un saludo agradable a cambio, se apresura y te dice: «¡A punto de estallar!». Quizás tengas un pariente que retrasa hacer compromisos con las reuniones familiares porque su vida es simplemente «demasiado agitada». Nunca se sabe sino hasta el último minuto si va a aparecer, y cuando lo hace, ya es irremediablemente tarde. Estas personas parecen crear caos, y al hacerlo, disfrutan de la oportunidad de hacer estragos en la vida de todos los demás.

Puede llamarte la atención el hecho de que las personas que insisten en parecer increíblemente ocupadas y agobiadas realmente disfrutan de este estado constante de exceso de compromisos, es algo confuso.

Claro, piensas que, de hecho, pueden tener trabajos o roles importantes en la vida, pero debe haber una manera de que estén mejor organizadas y más tranquilas. Como resultado, sus vidas (continuamente caóticas) pueden ser una muestra innegable de un alto grado de narcisismo. Es más, puede que en realidad no disfruten del estado de frenesí, sino que se ven obligados a emitir esta impresión para ocultar sus propios sentimientos de desesperación y falta de importancia.

De acuerdo con Sindes Dawood y Aaron Pincus (2018) de la Universidad Estatal de Pensilvania, es probable que las personas con un alto grado de narcisismo patológico experimenten la sensación extrema de que gobiernan el mundo, pero cuando las cosas no salen como se planearon, se desaniman y abandonan. Además, la interrupción que causan en la vida de todos los demás, de acuerdo con este punto de vista, es parte del patrón de necesidad de alimentar su sentido de auto-importancia.

La persona con alto nivel de narcisismo, sostienen Dawood y Pincus, no es particularmente propensa a deprimirse, pero si se sienten depresivos, dicho sentimiento se experimentaría como tristeza o melancolía. Por el contrario, la persona con alto nivel de narcisismo patológico debe estar sujeta a sentimientos de un tipo particular de depresión «caracterizada por anhedonia, sentimientos de inutilidad, nihilismo y aburrimiento con la vida».

Los investigadores de Penn State creían que aquellos con alto nivel de narcisismo patológico en conjunto con su dependencia de sentirse importantes, mostrarían variaciones en el estado de ánimo correspondientes a sus percepciones acerca de si otras personas los están reconociendo o aplaudiendo. Estas variaciones deberían ocurrir en una escala mayor que las variaciones normales en el estado de ánimo que la mayoría de la gente siente; también deberían mostrar mayor labilidad emocional, o variaciones más frecuentes en estados de ánimo tanto positivos como negativos.

Para probar la propuesta de que las personas con alto nivel de narcisismo patológico tendrían más probabilidades de experimentar la variabilidad del estado de ánimo, Dawood y Pincus realizaron un estudio de ocho semanas. En el mismo participaron 293 estudiantes de pregrado, quienes completaron evaluaciones semanales acerca de su experiencia al experimentar síntomas depresivos. Este método permitió a los investigadores rastrear la variabilidad semanal de los estados de ánimo que, según sus predicciones, debería ser más extrema en las personas con niveles más altos de narcisismo patológico.

Antes de embarcarse en las evaluaciones semanales, los participantes completaron el Inventario de narcisismo patológico (PNI, por sus siglas en inglés) de 52 ítems, que captó las tres facetas de la grandiosidad narcisista (auto-mejora, auto-sacrificio y fantasías de grandiosidad) y cuatro facetas de vulnerabilidad narcisista (autoestima contingente, ocultamiento del yo, derecho a la ira y devaluación).

La “auto-mejora auto-sacrificada” sería aprovechada al pedirles a las personas que declaren si ocultan su grandiosidad al parecer que están haciendo sacrificios. Esta podría ser la faceta del narcisismo patológico que se acerca más a la idea de tratar de parecer importante creando un sentido de caos. Después de todo, si trabajas tan duro en nombre de otros, ¿cómo se te puede acusar de intentar hacerte parecer importante? Todo ese trabajo duro, de acuerdo con este punto de vista, necesariamente significa que debes apresurarte y no puedes tomarte la molestia de hacer una pausa.

El rasgo narcisista de la autoestima contingente significa que necesitas a los demás para que te admiren a fin de sentirte bien contigo mismo, y el derecho a la ira significa que te pones furioso cuando no lo consigues. Ocultar el yo y devaluar a los demás, como formas de narcisismo vulnerable, refuerzan aún más tu tendencia a protegerte de ser visto por lo que eres o ser percibido como peor que otras personas.

Tanto al inicio del estudio como a lo largo de sus ocho semanas, los participantes calificaron sus síntomas depresivos en escalas que serían sensibles a las variaciones semanales en sus pensamientos, sentimientos, comportamientos y síntomas físicos. También calificaron sus niveles de anhedonia (sentirse vacío e inútil) y sentimientos de aburrimiento y tristeza.
Como puedes ver, el estudio de Dawood y Pincus tomó un enfoque integral para determinar los niveles de narcisismo patológico y las fluctuaciones semanales del estado de ánimo.

Hubiera sido interesante que los participantes también proporcionaran datos sobre las experiencias que tuvieron durante el transcurso de la semana que podrían haber contribuido a sus variaciones de humor, pero este no fue el enfoque del estudio.

Sin embargo, podemos suponer que un período de ocho semanas fue lo suficientemente largo como para incluir eventos que servirían para reforzar o restar valor a la autoestima de los estudiantes universitarios participantes. Debido a que este estudio siguió un diseño longitudinal, los autores fueron capaces de sacar conclusiones más amplias que las que se podían obtener del diseño típico de la toma de datos en un solo momento.

Al comienzo del período de ocho semanas, los estudiantes con mayor nivel de narcisismo patológico tenían más probabilidades de respaldar los síntomas de la depresión. Sin embargo, en el transcurso de las ocho semanas, los estudiantes con puntajes de narcisismo más altos se volvieron más inestables en sus estados de ánimo y su capacidad para sentirse comprometidos con sus experiencias (anhedonia) siguió un curso constantemente descendente.

La autoestima contingente fue el predictor más fuerte de la severidad depresiva y la pérdida de interés con el tiempo. Es posible, como sugirieron los autores, que su narcisismo patológico, en particular sus sentimientos de vulnerabilidad, lleve a estos individuos a evitar verse a sí mismos en algo que no sea la luz más favorable. Cuando las cosas no salen como quieren, no pueden ver su propia contribución, sino que culpan a los demás.

Volviendo ahora a la cuestión de cómo enfrentar a esa persona caótica en tu vida, los hallazgos de Dawood y Pincus sugieren que podrías necesitar prestar atención a los sentimientos de inferioridad que alimentan toda esa energía frenética. Los hallazgos sugieren además que el caos que estos individuos crean también puede ser una forma de protegerse contra el fracaso. Si constantemente obstaculizan la finalización exitosa de los proyectos porque están «demasiado ocupados» como para brindarles a cualquiera de sus compañeros la atención que merecen, entonces pueden desviar fácilmente el fracaso a todas las demandas imposibles de cumplirse a tiempo.

Referencias bibliográficas
Dawood, S., & Pincus, A. L. (2018). Pathological narcissism and the severity, variability, and instability of depressive symptoms. Personality Disorders: Theory, Research, and Treatment, 9(2), 144-154. doi:10.1037/per0000239

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Desconexión emocional entre padres e hijos a causa del uso excesivo del celular

  • Maria Fernanda Alonso
  • 18/06/2018

Los smartphones, más que simples teléfonos, han sido muy importantes en el fenómeno moderno de transformación de la comunicación entre personas, y hoy tienen un rol central en nuestras vidas sociales. No los usamos únicamente para estar en contacto con otros sino que hemos sabido aprovechar muchísimas herramientas que nos ofrecen. Quizás ese sea un motivo por el cual esta gran invención podría distraer a los padres y debilitar su conexión con sus hijos.

A Kostadin Kushlev, de la Universidad de Virginia,le interesó estudiar este tópico basado en que la relación entre padres e hijos es una de las relaciones sociales más fundamentales en la vida, y quiso saber si los smartphones podrían estar arrebatando algunas de las alegrías de la paternidad.

Kushlev participó en una investigación previa que indicó que los smartphones podrían llevar a la distracción, lo que terminaría socavando los beneficios de la interacción social.

Para la investigación que comentamos en este artículo (y que fue publicada en el Journal of Social and Personal Relationships), Kushlev y sus colegas condujeron un experimento de campo con padres que visitaron un museo de ciencias con sus hijos. Allí, asignaron al azar en dos grupos a 200 padres. A un grupo se le dijo que usen sus teléfonos tanto como pudieran, mientras al otro se le dijo que usen sus teléfonos tan poco como fuera posible. Encontraron que los padres a los que se les instruyó que maximizaran el uso de sus celulares reportaron sentirse menos atentos y menos conectados socialmente.

Luego los investigadores condujeron un estudio con registros diarios, donde encuestaron a 292 padres sobre su uso de smartphones en una semana. Encontraron que el uso del celular socavó la calidad de atención de los padres, lo que a su turno predijo menor sentimiento de conexión con sus hijos.

“El mensaje clave es que, tan tentadores y útiles como pueden ser, los smartphones pueden hacer que pasar tiempo con tus hijos se sienta menos significativo de lo que sería de otra manera,” dijo Kushlev. A su vez señaló que este estudio muestra que importa cuánto usás tu teléfono: no impacta de la misma forma el hecho de responder rápidamente un mensaje que perderse en las noticias de Facebook.

Finalmente, Kushlev remarcó que el hecho de usar los teléfonos no implica una crianza de los hijos sin sentido, sólo que estos aparatos pueden llevar a que sea un poco menos significativa cuando son usados excesivamente.

Referencia del estudio: Kostadin Kushlev and Elizabeth W. Dunn. “Smartphones distract parents from cultivating feelings of connection when spending time with their children“.

Fuente: Psypost

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Entrénate en Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) – Curso online

  • David Aparicio
  • 18/06/2018

Inscríbete aquí en el curso online de Primeros Auxilios Psicológicos.

Así como se recomienda que todos aprendamos sobre las técnicas de primeros auxilios para salvar vidas en alguna situación de emergencia, también es necesario que aprendamos las principales intervenciones psicológicas que permitan ofrecer apoyo y permitan restablecer la estabilidad emocional y equilibrio psicológico de las personas que atraviesan crisis, accidentes y catástrofes naturales.

Hasta hace dos años atrás no habían cursos accesibles sobre los primeros auxilios psicológicos, pero gracias al trabajo y dedicación de los psicólogos de la Universitat Autònoma de Barcelona, hoy tenemos la oportunidad de entrenarnos desde cualquier parte del mundo en un programa serio y riguroso sobre los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP).

El curso está destinado para que pueda participar la población general, psicólogos, profesionales de la salud, responsables de planes de ayuda, líderes religiosos, estudiantes, ONGs, grupos de autoayuda, asociaciones de pacientes y cualquier interesado.

aprenderás en qué consiste cada técnica de intervención; qué necesitas hacer para aplicar los primeros auxilios psicológicos; pautas para fomentar la resiliencia, el autocuidado

El curso ya ha entrenado a más de 100,000 de personas y está dividido en 5 módulos en los que aprenderás en qué consiste cada técnica de intervención; qué necesitas hacer para aplicar los primeros auxilios psicológicos; pautas para fomentar la resiliencia, el autocuidado y mucho más.

Los módulos son:

Módulo 1: – Definición y condiciones de aplicación. En este primer módulo veremos qué son los primeros auxilios psicológicos y para qué sirve esta técnica de intervención: qué es lo que hay que hacer para aplicar los primeros auxilios psicológicos, qué fases tiene esta técnica, dónde y cómo debe aplicarse.

Módulo 2 – PAP en niños hasta 12 años. El módulo 2 está dedicado a cómo se aplican los primeros auxilios psicológicos en franjas de edad concretas y determinadas. Al final del módulo encontrará unos vídeos role playing para que pueda ver cuál es la aplicación correcta y la aplicación incorrecta de los PAP en estas franjas de edad.

Módulo 3 – PAP en adolescentes y adultos. El tercer módulo se centra en las particularidades de la aplicación de los PAP en adolescentes (en la primera parte del módulo) y adultos (en la segunda parte).

Módulo 4 – PAP en colectivos especialmente vulnerables. En este módulo veremos cómo adaptar lo aprendido hasta ahora, a grupos de usuarios con necesidades especiales. Veremos por ejemplo, cómo hay que variar la aplicación de los PAP cuando los destinatarios son personas con discapacidad auditiva que sólo utilizan el lenguaje de los signos, o bien personas que padecen una enfermedad mental.

Módulo 5 – Autocuidado del interviniente. En este quinto y último módulo Ud. aprenderá a cómo cuidarse usted mismo, el proveedor de los primeros auxilios psicológicos. Qué es la resiliencia y sobre todo qué son las pautas de auto cuidado para los intervinientes y cómo es la mejor manera, la forma más eficaz de aplicar estas pautas de auto cuidado.

El curso se encuentra en la conocida plataforma educativa, Coursera. Inicia el 2 de julio, está completamente en español y es gratuito. Pero te recomiendo pagar la cuota única de 29 dólares para que recibas el certificado expedido Coursera y Universitat Autònoma de Barcelona.

Para mayor información e inscripción visita la página oficial del curso Primeros Auxilios Psicológicos.

Agradecemos a Coursera, nuestro sponsor de la semana.

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  • Salud Mental y Tratamientos

Guía NICE con intervenciones para dejar de fumar

  • David Aparicio
  • 15/06/2018

INFOCOP nos informa de la publicación de la nueva guía del NICE con intervenciones para dejar de fumar:

Las recomendaciones del NICE, basadas en la revisión de la literatura científica, cubren un total de 12 áreas relacionadas con las intervenciones y servicios para dejar de fumar, la evaluación de dichos servicios, las intervenciones para dejar de fumar basadas en la evidencia, el trato que deben recibir los usuarios fumadores, advertencias sobre los cigarrillos electrónicos, actuaciones para las personas que quieren dejar de fumar y para las que no se encuentran listas, etc.

En relación con las intervenciones psicológicas para dejar de fumar basadas en la evidencia, el NICE señala que se debe proporcionar acceso a los usuarios fumadores a terapia conductual (individual o grupal) y la administración de vareniclina en adultos que quieren dejar de fumar siempre debe hacerse como parte de un programa de intervención conductual.

El consejo muy breve también está recomendado en la guía del NICE y, según señalan los expertos, a través de esta técnica se debe evaluar la conducta de fumar actual y pasada, informar sobre las consecuencias de fumar y de dejar de fumar, proporcionar opciones de apoyo posterior o adicional para facilitar el cambio y ofrecer asesoramiento respecto a los fármacos existentes para dejar de fumar.

La guía representa una excelente herramienta para los profesionales de la salud porque brinda información de calidad y basada en evidencia científica. Cabe recordar también que el NICE (National Institute for Health and Care Excellence) es una de las instituciones médico-científicas más respetadas del mundo. Lo que supone al mismo tiempo una certificación de calidad en los parámetros que ofrece.

Lee el artículo completo en INFOCOP.

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  • Salud Mental y Tratamientos

Comprendiendo la esquizofrenia: síntomas, causas, tipos y tratamiento

  • David G. Espinoza Avilés
  • 15/06/2018

La esquizofrenia es un trastorno mental que generalmente aparece en los últimos momentos de la adolescencia o al principio de la edad adulta. Caracterizada por delirios, alucinaciones y otras dificultades cognitivas, la esquizofrenia a menudo es una lucha de por vida.

Datos breves sobre la esquizofrenia

Estos son algunos puntos clave sobre la esquizofrenia.

  • La esquizofrenia afecta aproximadamente al 1% de la población.
  • Los síntomas incluyen ideas delirantes, alucinaciones y pensamientos desorganizados.
  • El diagnóstico de esquizofrenia se produce sólo después de descartar otra enfermedad.

¿Qué es la esquizofrenia?

La esquizofrenia es un trastorno mental que comúnmente aparece entre las edades de 16 a 30 años; los hombres tienden a mostrar síntomas a una edad ligeramente más joven que las mujeres. En muchos casos, el trastorno se desarrolla tan lentamente que el individuo no sabe que lo ha tenido durante años. Sin embargo, en otros casos, puede atacar repentinamente y desarrollarse rápidamente.

La esquizofrenia afecta aproximadamente al 1% de todos los adultos a nivel mundial. Algunos expertos opinan que la esquizofrenia es probablemente un conjunto de varias enfermedades que se hacen pasar por una sola.

Síntomas de la esquizofrenia

Una proporción considerable de personas con esquizofrenia tiene que depender de otras personas porque no pueden mantener un trabajo o cuidarse a sí mismas.

Muchos también pueden resistirse al tratamiento, argumentando que no les pasa nada.

Algunos pacientes pueden presentar síntomas claros, pero en otras ocasiones, pueden parecer carentes de patología hasta que comienzan a explicar lo que realmente están pensando.

Los efectos de la esquizofrenia van mucho más allá del paciente: las familias, los amigos y la sociedad también se ven afectados.

Los síntomas y signos de la esquizofrenia variarán, según el individuo.

Los síntomas se clasifican en cuatro categorías:

  • Síntomas positivos: también conocidos como síntomas psicóticos. Por ejemplo, delirios y alucinaciones.
  • Síntomas negativos: se refieren a elementos que se “ausentan” del individuo. Por ejemplo, ausencia de expresiones faciales o falta de motivación.
  • Síntomas cognoscitivos: son aquellos que afectan los procesos de pensamiento de la persona. Pueden ser síntomas positivos o negativos, por ejemplo, la concentración deficiente es un síntoma negativo.
  • Síntomas emocionales: estos son generalmente síntomas negativos, como emociones embotadas.

A continuación hay una lista de los síntomas principales:

  • Delirios: el paciente muestra creencias falsas, que pueden tomar muchas formas, como delirios de persecución o delirios de grandeza. Pueden sentir que otros están intentando controlarlos de forma remota. O bien, pueden pensar que tienen poderes y habilidades extraordinarias.
  • Alucinaciones: oír voces es mucho más común que ver, sentir, saborear u oler cosas que no existen, sin embargo, las personas con esquizofrenia pueden experimentar una amplia gama de alucinaciones.
  • Pensamiento trastornado: la persona puede saltar de un elemento a otro sin razón lógica. Por ejemplo, conversar con un paciente esquizofrénico puede ser difícil de seguir debido a su discurso errático.

Otros síntomas pueden incluir:

  • Falta de motivación (abulia): el paciente pierde su impulso energético natural. Acciones tan simples y cotidianas, como lavar la ropa o cocinar, se ven descuidadas.
  • Pobre expresión de las emociones: las respuestas ante estímulos que pueden producir felicidad o tristeza pueden ser insuficientes o inapropiadas.
  • Aislamiento social: cuando un paciente con esquizofrenia se aísla socialmente, a menudo es porque cree que alguien lo va a dañar.
  • Desconocimiento de la enfermedad, ya que las alucinaciones e ilusiones parecen ser tan reales para los pacientes, muchos de ellos pueden no creer que están enfermos, esto es debido al suave y paulatino aparecimiento de la patología, lo que hace que los pacientes consideren como normal lo que están percibiendo. Pueden negarse a tomar medicamentos por temor a los efectos secundarios, o por temor a que el medicamento sea veneno, por ejemplo.
  • Dificultades cognoscitivas: la capacidad del paciente para concentrarse, recordar cosas, planificar con anticipación y organizar su vida se ve afectada. La comunicación se vuelve más difícil.

¿Cuáles son las causas de la esquizofrenia?

Los expertos creen que generalmente intervienen varios factores para contribuir al inicio de la esquizofrenia.

La evidencia científica sugiere que los factores genéticos y ambientales actúan en conjunto para provocar la génesis de la patología. La condición tiene un elemento heredado, pero los factores desencadenantes ambientales también influyen significativamente en el trastorno.

A continuación se muestra una lista de los factores que se cree que contribuyen al inicio de la esquizofrenia:

  • Herencia genética: Si no hay antecedentes de esquizofrenia en una familia, las posibilidades de desarrollarla son de menos del 1%. Sin embargo, ese riesgo aumenta al 10% si uno de los padres del paciente fue diagnosticado con el trastorno.
  • Desequilibrio químico en el cerebro: Los expertos creen que un desequilibrio de la dopamina (un neurotransmisor), está involucrado en el inicio de la esquizofrenia. Otros neurotransmisores, como la serotonina, también pueden estar implicados en el origen de la patología.
  • Relaciones familiares: No hay evidencia para demostrar o incluso indicar que las relaciones familiares pueden causar esquizofrenia, sin embargo, algunos pacientes con la enfermedad mencionan que la tensión familiar desencadena recaídas.
  • Factores ambientales: Aunque no hay pruebas definitivas, se sospecha que un golpe en el vientre de la madre antes del nacimiento además de las infecciones virales puede contribuir al desarrollo de la enfermedad cuando el feto nace y es adulto. Las experiencias estresantes a menudo preceden al surgimiento de la esquizofrenia. Antes de que aparezcan síntomas agudos, las personas con esquizofrenia habitualmente se tornan malhumoradas, ansiosas y desenfocadas. Esto puede desencadenar problemas de relación, divorcio y desempleo. A menudo se culpa a estos factores por la aparición de la enfermedad, cuando realmente fue al revés: la enfermedad causó la crisis. Por lo tanto, es extremadamente difícil saber si la esquizofrenia causó ciertas tensiones o si se produjo como resultado de ellas.
  • Esquizofrenia inducida por drogas: Se sabe que la marihuana y el LSD causan recaídas en la esquizofrenia. Además, para las personas con una predisposición a una enfermedad psicótica como la esquizofrenia, el uso de cannabis puede desencadenar el primer episodio.

Algunos investigadores creen que ciertos medicamentos recetados, como esteroides y estimulantes, pueden causar psicosis.

Tratamientos para la esquizofrenia

Con el tratamiento adecuado, los pacientes pueden llevar una vida productiva.

El tratamiento puede ayudar a aliviar muchos de los síntomas de la esquizofrenia. Sin embargo, la mayoría de los pacientes con el trastorno tienen que lidiar con los síntomas de por vida.

Los psiquiatras dicen que el tratamiento más efectivo para los pacientes con esquizofrenia suele ser una combinación de:

  • Medicación
  • Tratamiento psicológico
  • Recursos de autoayuda

Los medicamentos contra la psicosis han transformado el tratamiento de la esquizofrenia. Gracias a ellos, la mayoría de los pacientes pueden vivir en sociedad, en lugar de permanecer internados en un hospital.

Los medicamentos para la esquizofrenia más comunes son:

  • Risperidona: se trata de un fármaco menos sedante que otros antipsicóticos atípicos. El aumento de peso y la diabetes son efectos secundarios a considerar, pero es menos probable que se presenten, en comparación con Clozapina u Olanzapina.
  • Olanzapina: también puede mejorar los síntomas negativos. Sin embargo, los riesgos de aumento grave de peso y el desarrollo de diabetes son significativos.
  • Quetiapina: es un fármaco que tiene como efectos secundarios el riesgo de aumentar de peso y generar diabetes, sin embargo, el riesgo es menor que si se usa Clozapina u Olanzapina.
  • Ziprasidona: el riesgo de aumento de peso y diabetes es más bajo que otros antipsicóticos atípicos. Sin embargo, podría contribuir a presentar arritmia cardíaca.
  • Clozapina: eficaz para pacientes que han sido resistentes al tratamiento con otros fármacos. Se sabe que reduce los comportamientos suicidas en pacientes con esquizofrenia. El riesgo de aumento de peso y diabetes es significativo.
  • Haloperidol: un antipsicótico utilizado para tratar la esquizofrenia. Las dosis tienen un efecto de larga duración (semanas).

El tratamiento primario de la esquizofrenia es la medicación. Lamentablemente, el cumplimiento (seguimiento del régimen de medicamentos) es un problema importante. Las personas con esquizofrenia a menudo se privan de la medicación durante largos períodos de tiempo a lo largo de sus vidas, generando enormes costos personales para ellos mismos y, a menudo, para quienes les rodean.

Es necesario que el paciente continúe tomando medicamentos incluso cuando los síntomas desaparezcan. De lo contrario, volverán.

La primera vez que una persona experimenta síntomas de esquizofrenia, suele ser muy desagradable. Pueden demorar mucho tiempo en recuperarse, y esa recuperación puede ser una fugaz. 

Es crucial que una persona que vive con esquizofrenia reciba el apoyo total de sus familiares, amigos y servicios comunitarios cuando los síntomas aparezcan por primera vez.

Tipos de esquizofrenia

Se catalogan varios subtipos de esquizofrenia; estos incluyen (entre otros) esquizofrenia paranoide y trastorno esquizoafectivo. Hoy en día, estos subtipos no son utilizados por los médicos generales o de atención primaria, siendo únicamente los Psiquiatras y los Psicólogos Clínicos, los que continúan utilizando dichos diagnósticos al hacer uso del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), facilitando así un diagnóstico certero y su tratamiento.

Pruebas para el diagnóstico de la esquizofrenia

El diagnóstico de esquizofrenia se alcanza al observar las acciones del paciente. Si el médico sospecha de la presencia de la patología, deberá conocer la historia médica y psiquiátrica del paciente.

Se ordenarán ciertas pruebas para descartar otras enfermedades y afecciones que pueden desencadenar síntomas similares a los de la esquizofrenia, como:

  • Análisis de sangre: en casos donde el uso de drogas puede ser un factor, se puede ordenar un análisis de sangre. Los análisis de sangre también se realizan para excluir las causas físicas de la enfermedad.
  • Estudios de imágenes: para descartar tumores, problemas en la estructura del cerebro u otros problemas cuyos síntomas puedan parecerse a los de la esquizofrenia.
  • Evaluación psicológica: un especialista (Psicólogo Clínico) evaluará el estado mental del paciente al preguntar sobre pensamientos, estados de ánimo, alucinaciones, tendencias suicidas, rasgos violentos o el potencial de presentar conductas agresivas, así como observar el comportamiento y la apariencia del paciente.

Criterios diagnósticos para la esquizofrenia

Los pacientes deben cumplir con los criterios descritos en el DSM V (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales). Este es un manual de la Asociación Americana de Psiquiatría utilizado por profesionales de la salud mental (Psiquiatras y Psicólogos Clínicos) para diagnosticar enfermedades y afecciones mentales.

El profesional de la salud encargado de la evaluación clínica debe excluir otros posibles trastornos de salud mental, como el trastorno bipolar o el trastorno esquizoafectivo.

También es importante establecer que los signos y síntomas no han sido causados, por ejemplo, por una medicación recetada o abuso de sustancias.

El paciente debe:

Tener al menos dos de los siguientes síntomas típicos:

  • Delirios
  • Comportamiento desorganizado o catatónico
  • Discurso desorganizado
  • Alucinaciones
  • Síntomas negativos que están presentes durante gran parte del tiempo durante las últimas 4 semanas

También debe de:

  • Experimentar un impedimento considerable en la capacidad para asistir a la escuela, llevar a cabo sus tareas laborales o llevar a cabo las tareas diarias.
  • Los síntomas deben persistir durante 6 meses o más.

Referencias bibliográficas:

  • American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and  statistical manual of mental disorders(5th ed.). Washington, DC
  • Gottesman, I. I. (1991). A series of books in psychology. Schizophrenia genesis: The origins of madness. New York: W H Freeman/Times Books/ Henry Holt & Co.
  • Kay, S. R., Fiszbein, A., & Opfer, L. A. (1987). The Positive and Negative Syndrome Scale (PANSS) for Schizophrenia. Schizophrenia Bulletin, 13(2), 261-276.

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  • Recursos para Profesionales de la Psicología

La metáfora de la ola en la playa

  • David Aparicio
  • 14/06/2018

Alejandro Rodriguez nos comparte en La Mente es Maravillosa la metáfora de la ola en la playa, un recurso muy utilizado por la terapia de aceptación y compromiso (ACT) para enseñarle a los pacientes que los pensamientos y sentimientos no pueden hacernos daño:

La manera en la que funciona es la siguiente. Imagina una gran playa de arena blanca. En su orilla, constantemente están rompiendo olas de todos los tamaños. Algunas de ellas son pequeñas, y dan ganas de bañarse para jugar con ellas. Otras, por el contrario, son muy grandes y de aspecto amenazante. Sin embargo, cuando llegan a la orilla, todas ellas acaban por desaparecer sin provocar daño.

Ahora imagina que alguien decidiera luchar contra las olas. No tendría mucho sentido, ¿verdad? Al fin y al cabo, el agua no puede causar ningún daño a la playa. Lo único que conseguiría esa persona sería cansarse y sentirse frustrada.

Pues bien, en esta metáfora la playa es una representación de ti mismo. Al igual que ella, puedes resistir prácticamente cualquier cosa que te ocurra. Las olas, que representan a tus pensamientos y emociones, no pueden hacerte daño.

Es cierto que algunas de las olas que rompan en la playa darán mucho miedo. Puede que te hagan sentir mal momentáneamente. Incluso, puede parecer que nunca van a irse. Sin embargo, al final, todas ellas acabarán disolviéndose en la arena.

Lee el artículo completo en La Mente es Maravillosa.

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  • Artículos Recomendados de la Web

Cómo evitar el suicidio, entrevista a Marsha Linehan por Diego Sehinkman

  • David Aparicio
  • 14/06/2018

Diego Sehinkman tuvo el privilegio de entrevistar a Marsha Linehan, creadora de la terapia dialéctica conductual, una de los tratamientos de primera línea para personas que sufren con trastorno limite de la personalidad y que ha demostrado ser muy efectiva para disminuir las conductas suicidas. La entrevista está compuesta por varios clips que los terapeutas que conocen o que se interesan por esta terapia no se deben perder.

La entrevista fue publicada en el diario La Nación. Lamentablemente ellos utilizan un sistema de video propietario que no puedo compartir en esta recomendación. Por eso los invito a leerla en el siguiente enlace: Ver la entrevista completa aquí.

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Aumentan los diagnósticos de TDAH pero no los síntomas clínicamente significativos

  • Maria Fernanda Alonso
  • 14/06/2018

Como hemos referido en un artículo anterior de Psyciencia, El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), que tiene una prevalencia de alrededor del 5%, es uno de los diagnósticos más discutidos y de los que se pone en duda su existencia como entidad nosológica. Este número ha venido aumentando por décadas. Por ejemplo, Suecia vio que los diagnósticos de TDAH entre personas de 10 años de edad aumentaron más de siete veces entre 1990 y 2007. Picos similares han sido reportados en otros países, incluyendo Taiwán y Estados Unidos, lo que sugiere que puede que este sea un fenómeno universal. De hecho, teniendo en miras la medicación de TDAH dispensada como elemento de medición de prevalencia del TDAH, estudios del Reino Unido muestran un incremento incluso más pronunciado.

¿Significa esto que actualmente más personas tienen realmente TDAH, en comparación con el pasado? No necesariamente. Por ejemplo, mayor conciencia de médicos, docentes y padres podría simplemente haber capturado más pacientes que previamente podrían haber estado “bajo el radar”. Tal cambio en la conciencia o en el comportamiento de diagnóstico podría haber aumentado la tasa de diagnósticos de TDAH sin que necesariamente más personas tengan TDAH clínico. Sin embargo, si esta no es la explicación completa, entonces quizás los síntomas de TDAH realmente se han vuelto más frecuentes o severos a lo largo de los años. Un nuevo estudio publicado en The Journal of Child Psychology and Psychiatry de Suecia, que contó con más de diecinueve mil participantes, nos provee una respuesta preliminar.

Los investigadores, dirigidos por Mina Rydell del Karolinska Institutet, examinaron datos de participantes de un estudio de gemelos en curso, en Suecia, que empezó en el año 2004 y apunta a estudiar su salud física y mental, con varias medidas tomadas el año en que los niños cumplen 9 años de edad.

Específicamente, los investigadores analizaron los resultados de A-TAC (por sus siglas en inglés: Autismo-Tics, TDAH y otras Comorbilidades) de 19.271 niñas y niños provenientes de 9.673 familias, registrados entre los años 2004 y 2014. A-TAC es una entrevista telefónica en la que se le pregunta a los padres sobre el comportamiento y la salud mental de sus hijos, incluyendo subescalas enfocadas en déficits de atención e hiperactividad. Las preguntas son sobre síntomas sin mencionar categorías de diagnósticos y la redacción se ha mantenido igual a lo largo de los años. Una pregunta típica es “¿Tiene dificultades para mantener sus manos o pies quietos o no puede permanecer sentado/a?”

Los investigadores usaron los resultados de A-TAC para clasificar la proporción de niños y niñas en diferentes años con TDAH diagnosticable, TDAH subliminal o, sin TDAH. Es importante tener presente que instrumentos como A-TAC se limitan a evaluar la gravedad de ciertos síntomas y no se pueden usar para diagnosticar niños con TDAH (sólo médicos y expertos de la salud mental pueden diagnosticar a alguien). Por ejemplo, si un niño entrara en la categoría de TDAH diagnosticable, significaría que la severidad de sus síntomas de TDAH podrían resultar en un diagnóstico por parte de un especialista, pero esto no podría darse por asegurado. Los autores calcularon los cambios en estas categorías, así como en la media de los resultados de A-TAC, comparando en el tiempo los resultados de las entrevistas de los padres de 1995-1998, 1992-2002 y 2003-2005.

A lo largo del periodo de estudio de 10 años, 2.1 por ciento de todos los participantes (n=406) mostró TDAH diagnosticable y 10.7 por ciento (n=2058) mostró TDAH subliminal. Algo interesante es que no hubo incremento estadístico significativo en la prevalencia del TDAH diagnosticable a lo largo del tiempo, fluctuando en cerca de un 2 por ciento en la mayoría de los años. Por otro lado, la prevalencia del TDAH subliminal se incrementó significativamente desde el 2004 al 2014, cuando llegó a su pico de 14.76 por ciento. La media de los resultados de TDAH y los resultados de las subescalas de inatención/hiperactividad-impulsividad también mostraron un incremento similar desde 1994 a 2004.

Los cambios en los síntomas a lo largo del tiempo probablemente no se deban a cambios durante el estudio en el estatus de las familias de los gemelos que aceptaron tomar parte en la investigación y aquellas que no. Los investigadores accedieron al Registro Nacional de Pacientes y este mostró que mientras los participantes del estudio de gemelos diferían entre no participantes en términos de tener menos diagnósticos de TDAH, esta diferencia no cambió a lo largo de los años del estudio, sugiriendo que no era probable que explicara los resultados. Quizás más importante, el Registro Nacional de Pacientes mostró que la prevalencia del TDAH diagnosticado por médicos se había incrementado más de cinco veces desde 2004 a 2014, lo que es inconsistente con el hecho de que el estudio de gemelos encontró que el TDAH diagnosticable no vió un incremento similar.

Mientras la tasa de diagnóstico clínico de TDAH se incrementó durante el periodo del estudio, los hallazgos de estudio de gemelos sugieren que solo formas más suaves de síntomas relacionados al TDAH se volvieron más frecuentes entre la población durante los mismos años. Esto sugiere que el número de personas que tienen síntomas severos de TDAH que ameritan un diagnóstico ha permanecido estable, y que otros factores son probablemente la fuerza detrás del incremento de la prevalencia del TDAH. Si bien es especulativo, esto podría estar relacionado a cambios en la conciencia entre los padres, docentes y médicos; normas sociales o médicas; o mejor acceso a cuidados de salud.

Hay varias advertencias que necesitan ser tenidas presentes cuando se interpretan estos hallazgos. Por ejemplo, como se mencionó, A-TAC está basado en los reportes de los padres, que pueden no ser la fuente de información más adecuada. De hecho, un diagnóstico de TDAH requiere alteraciones de los síntomas en al menos dos contextos diferentes, como la escuela y la casa. Por el hecho de que sólo se estudió a gemelos, tampoco es claro si estos resultados también se aplican a niños y niñas sin hermanos. Un argumento similar puede hacerse respecto de la edad de los participantes.

Teniendo sus limitaciones en cuenta, este estudio resalta un punto importante proveyendo una explicación alternativa para el incremento de los diagnósticos de TDAH. Esto demuestra los efectos que los cambios en las opiniones sociales, políticas o médicas pueden tener en la prevalencia de una enfermedad.

Considerando que es probable que más diagnósticos vayan de la mano con más medicación (potencialmente innecesaria), este estudio dará material para reflexionar a los médicos y políticos que toman las decisiones.

Referencia del estudio: Mina Rydell, Sebastian Lundström, Christopher Gillberg, Paul Lichtenstein, Henrik Larsson. Has the attention deficit hyperactivity disorder phenotype become more common in children between 2004 and 2014? Trends over 10 years from a Swedish general population sample. https://doi.org/10.1111/jcpp.12882

Fuente: The British Psychological Society

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