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Publicaciones por mes

julio 2020

75 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Aún cuando las mujeres se desempeñan mejor que sus pares hombres, persiste el sesgo de género

  • Maria Fernanda Alonso
  • 15/07/2020

Con el objetivo de aumentar la diversidad de género en las ciencias, se han hecho campañas y programas que insentivan a mujeres a seguir sus estudios en matemáticas y  física, por ejemplo, pero incluso cuando las mujeres de pregrado superan en número a los varones en los cursos de ciencias, las mujeres aún pueden estar experimentando prejuicios de género por partede sus pares (Bloodhart et al., 2020)

El equipo de CSU, combinando experiencia en psicología de género, intervención educativa y ciencias físicas, realizó un estudio basado en encuestas entre los cursos de pregrado de ciencias físicas y biológicas en CSU, preguntando a los estudiantes cómo percibían las habilidades de los demás en esos cursos. 

Para el estudio, los investigadores se centraron en cursos con un componente de aprendizaje entre pares, como trabajo de laboratorio en grupo, trabajo en pareja o sesiones de trabajo durante las conferencias. Reclutaron instructores para administrar encuestas preguntando a los estudiantes cómo se percibían entre ellos, con preguntas que incluyeron: ¿Hay algún estudiante en su clase al que sea más probable que asista si necesita ayuda con la clase? Pensando en su curso, ¿algunos estudiantes se destacan particularmente por su conocimeinto? Pensando en su curso, ¿quiénes consideraría que son los mejor alumnos en la clase? En total, encuestaron a unos 1000 estudiantes.

¿Qué encontraron? En las clases de ciencias físicas, donde las mujeres están menos representadas tradicionalmente, las mujeres fueron superadas en número y tenían promedios de calificaciones promedio más altos, calificaciones estadísticamente más altas en los cursos y tenían 1.5 veces más probabilidades de obtener una A o A-, más que los varones. Sin embargo, los investigadores descubrieron que tanto varones como mujeres suponían que los hombres de la clase superaron a las mujeres. En estas clases, tanto las mujeres como los hombres tenían menos probabilidades de seleccionar a una mujer como alguien de quien buscarían ayuda, encontrarían conocimientos o percibirían como la mejor de la clase.

Vieron un efecto similar, aunque menor, en las clases de ciencias de la vida, donde, en contraste con las ciencias físicas, las mujeres tienden a superar en número a los hombres, particularmente en las clases de biología. En los resultados de su estudio, las mujeres superaron en número y superaron a los hombres en términos de calificaciones promedio y calificaciones estadísticamente más altas. En estos cursos, los hombres eran igualmente propensos a identificar a una mujer o un hombre en todas las categorías, como alguien de quien buscarían ayuda, o encontrarían conocimientos, o considerarían mejor en la clase, y las mujeres identificaron a mujeres y hombres por igual solo en la categoría de «mejor en la clase.»

Dentro de las limitaciones del estudio, los autores señalan que aunque las encuestas permitieron a los participantes autoidentificarse con sus propios géneros, cuando se referían a sus compañeros de clase, los investigadores solo registraron cómo los estudiantes percibían los géneros de sus compañeros de clase. También encontraron que las encuestas no eran representativas de la demografía general de los cursos; los estudiantes que optaron por responder a las encuestas tenían más probabilidades de ser estudiantes de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas; estudiantes blancos, estudiantes de ciencias físicas y estudiantes con calificaciones generales y promedios académicos más altos.

Además, si bien querían realizar análisis interseccionales para mujeres de color o minorías de género y cómo sus pares las percibían, no tenían una muestra lo suficientemente grande como para sacar conclusiones significativas de los datos.

Los investigadores se inspiraron para llevar a cabo el estudio después de que un estudio de 2016 realizado por investigadores de la Universidad de Washington descubriera un sesgo pro-masculino para calificar las habilidades de los estudiantes entre los estudiantes varones en cursos de biología de pregrado. El equipo de CSU quería ver si se podía encontrar el mismo efecto aquí, y su elección de metodología fue intencionalmente similar.

Aprendiendo de los resultados

Balgopal dijo que desde el punto de vista del diseño instruccional, sus resultados podrían revelar oportunidades para una atención más atenta a cosas como el trabajo en grupo y cómo los instructores guían el aprendizaje activo.

«Sería realmente interesante entender dónde se originan estos prejuicios», dijo Balgopal, coautora del estudio quien, junto con Aramati Casper.

Para la primera autora y psicóloga de género Brittany Bloodhart, el aspecto más llamativo del estudio fue que este sesgo ocurre aún cuando las mujeres superan constantemente a los hombres en estos campos, en lugar de verse negativamente afectadas en el rendimiento.

Entre las investigaciones que muestran que las niñas y las mujeres son mejores en ciencias, tencnología ingeniería y matemáticas, a menudo se observa de varias maneras: las niñas trabajan más duro, están más atentas en clase, estudian más, etc., lo que lleva a mejores calificaciones, dijo Bloodhart. Cuando las mujeres se desempeñan peor que los hombres en las pruebas estandarizadas, algunos afirman que esto refleja una diferencia en la capacidad natural porque consideran tales pruebas las medidas «reales» de la capacidad en esos campo. Sin embargo, muchos estudios respaldan la opinión de que las pruebas estandarizadas también están sesgadas y son un mal predictor de la capacidad real para dichas área.

Referencia bibliográfica:

Bloodhart, B., Balgopal, M. M., Casper, A. M. A., Sample McMeeking, L. B., & Fischer, E. V. (2020). Outperforming yet undervalued: Undergraduate women in STEM. PloS One, 15(6), e0234685. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0234685

Fuente: Science Daily

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  • Artículos Recomendados de la Web

“No creo que sea justo para nosotras ocupar estos puestos solo por el hecho de ser mujeres, hay que merecerlo”

  • David Aparicio
  • 15/07/2020

Sara Mancebo Salazar entrevistó para EFE Salud a María Dolores Bargues Castelló, la primera mujer presidenta de la Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional. Las respuestas de esta renombrada investigadora nos permiten conocer un poco el trabajo, experiencia las y exigencias del mundo de la investigación científica:

“Desde que se fundó en el año 1998 ha estado gobernada por varias juntas directivas y ha tenido 5 presidentes, todos hombres. Mi elección representó para mí un enorme reconocimiento a mi trayectoria profesional y un gran orgullo. Soy muy consciente de la responsabilidad que he adquirido y estoy procurando dejar el listón muy alto”, expone la investigadora.

“Hay muchísima competencia y cuesta ganarse el prestigio y el reconocimiento. La ciencia es dura, pero lo es para todos, independientemente del género”, advierte.

“Para las mujeres es un reto más; un puesto de responsabilidad se consigue trabajando día a día hasta que tus méritos te avalan y te lo has ganado. No creo que sea justo para nosotras ocupar estos puestos solo por el hecho de ser mujeres, hay que merecerlo; solo así estaremos orgullosas de nosotras mismas y del reconocimiento que hemos obtenido”, apunta la presidenta de la SEMTSI.

La importancia de que las niñas tengan modelos de referencia en profesiones científicas:

Uno de los aspectos más importantes a la hora de conseguir la igualdad en el campo de la ciencia, es animar a las niñas a estudiar carreras vinculadas tradicionalmente al género masculino.

Para ello, es fundamental que tengan referentes femeninos en los que verse reflejadas y que les sirvan de inspiración. Algo en lo que todavía queda mucho trabajo por hacer.

“Si miramos las cifras actuales, las mujeres que profesionalmente nos dedicamos a la investigación científica representamos un 30 % o un 40 %; y de esas creo que no llega a un 22 % las que somos catedráticas en las universidades públicas españolas”, señala.

La proporción de mujeres es baja, pero a medida que se asciende en una carrera científica, disminuye todavía más, a pesar de que cada vez son más las mujeres que obtienen la titulación universitaria y consiguen su doctorado.

Puedes leer la entrevista completa en EFE Salud.

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  • Artículos Recomendados de la Web

Sociedad Británica de Psicología publica guía para psicólogos que vuelven al trabajo presencial tras la pandemia

  • David Aparicio
  • 15/07/2020

INFOCOP tradujo la guía de la Sociedad Británica de Psicología, para los psicólogos que tienen que volver al trabajo presencial:

Los psicólogos y las psicólogas deben tener en cuenta todo el lugar de trabajo, incluidas todas las áreas utilizadas por clientes y trabajadores/as. Aquellos y aquellas cuyos puestos de trabajo se identifiquen como de alto riesgo deben recibir apoyo para trabajar de forma remota o tener acceso adecuado a EPIS (equipos de protección personal). En aquellos casos en los que se les indica que deben regresar a su puesto de trabajo y sienten que no es seguro, los/as psicólogos/as deben consultar a su sindicato de empresa para obtener asesoramiento.

En función de los diferentes entornos de trabajo y los diversos grupos con los que trabajan los psicólogos y las psicólogas, la necesidad de EPI dependerá de una serie de factores, como el tipo de entorno, el trabajo que se realiza y las necesidades de los grupos de clientes. La decisión de emplear EPIs se informa a través de directivas de salud y seguridad, y deben seguirse cuidadosamente todas las instrucciones sobre su uso y cambio de protección. Igualmente, ante cualquier intervención cara a cara, los/as psicólogos/as deben informar a los clientes si usarán EPIs.

En este punto, la BPS indica que, pese a ser considerado parte de un trabajo seguro, el uso de un EPI presenta muchos desafíos: utilizar mascarillas y visores puede ser doloroso, dificultar que otras personas escuchen correctamente y/o parecer amenazante para algunos clientes. Además, las mascarillas pueden dificultar la expresión de emociones faciales, si bien los visores podrían considerarse aquí como alternativa. Todas las formas de EPI tienen el riesgo de presentar una barrera psicológica y emocional entre los/as psicólogos/as y sus clientes.

Puedes leer la guía completa en español en INFOCOP.

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  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Tratamiento de la migraña en adultos en los servicios de urgencias: recomendaciones de la Sociedad Americana de Cefaleas

  • David Aparicio
  • 14/07/2020

La crisis de migraña es un motivo frecuente de consulta en los servicios de urgencias. En la actualidad existe una gran variabilidad en los tratamientos, y sabemos que algunos de éstos probablemente no son óptimos.

La Sociedad Americana de Cefaleas (AHS) ha publicado recientemente nuevas recomendaciones para el tratamiento de la crisis de migraña en adultos en los servicios de urgencias.

Un panel de expertos llevó a cabo una búsqueda exhaustiva en Medline, Embase, la base de datos Cochrane y registros de estudios clínicos. Identificó 68 estudios controlados aleatorizados en los que se utilizaron 28 fármacos por vía parenteral. Cinco de los estudios también proporcionaron evidencia sobre el uso de corticoesteroides para la prevención de la recidiva de la migraña después del alta en el servicio de urgencias.

Descarga el artículo completo en formato PDF.

Autores: Antonio Alcántara-Montero y Clara I. Sánchez-Carnerero

Fuente: Neurología

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Hijos de académicos experimentarían mayor estrés por conseguir un título universitario

  • Maria Fernanda Alonso
  • 14/07/2020

Comenzar la universidad es desafiante y emocionante a la vez. Una experiencia que engloba muchas (muchísimas) posibilidades de crecimiento, más allá del aspecto académico. Un equipo de investigación suizo-alemán descubrió que las personas cuyas madres y padres tienen un título universitario, se sienten más presionados por obtener uno ellas también, y esto se ve reflejado de manera significativa en los niveles de estrés (Bertrams & Minkley, 2020). Los autores señalan que las estudiantes pueden estar estresadas ​​por el temor de poner en peligro el estatus social de sus familias si no obtienen sus títulos.

En situaciones estresantes, el cuerpo libera una mayor cantidad de la hormona cortisol, que también alcanza el crecimiento del cabello y se almacena allí si los niveles permanecen altos durante un período prolongado de tiempo. Al analizar el cabello de las estudiantes, los investigadores identificaron las fases en que una persona tenía más estrés.

Para saber si los niveles de estrés de los jóvenes de diferentes orígenes familiares difieren cuando comienzan la universidad, el equipo de investigación reclutó a un total de 71 personas de prueba. «El único criterio de inclusión fue que comenzaron su primer semestre y que tenían el pelo lo suficientemente largo», explica Nina Minkley, del grupo de investigación Biología del Comportamiento y Didáctica de la Biología en RUB. «Al final, esto significó que casi reclutamos solo a mujeres y decidimos no incluir a los pocos hombres elegibles para evitar falsificar los resultados».

Los participantes suministraron al equipo de investigación tres mechones delgados de cabello cada una, que fueron cortados cerca del cuero cabelludo. Dado que un cabello crece aproximadamente un centímetro por mes, los investigadores examinaron el último centímetro y medio que había crecido en las seis semanas desde el comienzo del semestre. Además, las participantes completaron cuestionarios en los que proporcionaron información sobre los antecedentes educativos de sus padres. También se les preguntó sobre el estrés que percibían subjetivamente.

Surgió que las estudiantes de primer año de hogares académicos donde al menos uno de los padres tenía un título universitario exhibían niveles de estrés más altos que las de hogares no académicos, a pesar de que no diferían en otros aspectos. Los niveles de estrés percibidos subjetivamente, por ejemplo, fueron los mismos.

El equipo de investigación interpreta este resultado como una indicación de que las alumnas de hogares académicos están bajo una mayor presión, porque el fracaso de su estudio resultaría en una pérdida de estatus para ellas y sus familias. Esto está en línea con los hallazgos en los estudios sociológicos, que han demostrado que los hijos de académicos tienden a ir a la universidad incluso si no se espera que su rendimiento académico sea exitoso, según sus calificaciones escolares. 

Referencia bibliográfica:

Bertrams, A., & Minkley, N. (2020). Preliminary Indications That First Semester Students From Academic Households Exhibit Higher Hair Cortisol Concentrations Than Their Peers From Nonacademic Households. En Frontiers in Psychiatry (Vol. 11). https://doi.org/10.3389/fpsyt.2020.00580

Fuente: Science Daily

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Jugar con papá ayudaría a mejorar el autocontrol

  • Maria Fernanda Alonso
  • 13/07/2020

Los niños cuyos padres hacen tiempo para jugar con ellos desde una edad muy temprana podrían tener mayor facilidad para controlar su comportamiento y emociones a medida que crecen, según una nueva investigación (Amodia-Bidakowska et al., 2020).

La revisión de Cambridge utilizó datos de 78 estudios, realizados entre 1977 y 2017, la mayoría de ellos en Europa o América del Norte. Los investigadores analizaron la información combinada en busca de patrones sobre la frecuencia con la que padres y niños juegan juntos, la naturaleza de ese juego y cualquier posible vínculo con el desarrollo de los niños.

Aunque hay muchas similitudes entre padres y madres en general, los hallazgos sugieren que los padres participan en más juegos físicos, incluso con los niños más pequeños, optando por actividades como cosquillas, persecuciones y paseos a cuestas.

Esto parece ayudar a los niños a aprender a controlar sus emociones. También podría ayudarlos a regular su propio comportamiento más adelante, a medida que ingresan a entornos donde esas habilidades son importantes, especialmente en la escuela.

Se sabe que el juego entre padres e hijos en los primeros años de vida apoya las habilidades sociales, cognitivas y de comunicación esenciales, pero la mayoría de las investigaciones se centran en las madres y los bebés. Los estudios que investigan el juego padre-hijo a menudo son pequeños, o lo hacen de manera incidental. «Nuestra investigación reunió todo lo que pudimos encontrar sobre el tema, para ver si podíamos extraer alguna lección,» dijo Ramchandani.

En casi todos los estudios analizados, hubo una correlación constante entre el juego padre-hijo y la posterior capacidad de los niños para controlar sus sentimientos. Los niños que disfrutaban de un juego de alta calidad con sus padres tenían menos probabilidades de exhibir hiperactividad o problemas emocionales y de comportamiento. También parecían ser mejores para controlar su agresión y menos propensos a arremeter contra otros niños durante los desacuerdos en la escuela.

La razón de esto puede ser que el juego físico que prefieren los padres es particularmente adecuado para desarrollar las habilidades en cuestión.

«El juego físico crea situaciones divertidas y emocionantes en las que los niños tienen que aplicar la autorregulación,» dijo Ramchandani. «Es posible que tengas que controlar tu fuerza, aprender cuando las cosas han ido demasiado lejos, ¡o tal vez tu padre te pise accidentalmente y te sientas enojado!»

«Es un ambiente seguro en el que los niños pueden practicar cómo responder. Si reaccionan de la manera incorrecta, podrían ser regañados, pero no es el fin del mundo, y la próxima vez que recuerden comportarse de manera diferente».

El estudio también encontró alguna evidencia de que el juego padre-hijo aumenta gradualmente durante la primera infancia, y luego disminuye durante la ‘mediana infancia’ (de 6 a 12 años). Esto, nuevamente, puede deberse a que el juego físico es particularmente importante para ayudar a los niños más pequeños a negociar los desafíos que enfrentan cuando comienzan a explorar el mundo más allá de su propio hogar, en particular en la escuela.

¿Esto quiere decir que los pequeños que viven con sus madres están en desventaja? No. Las investigaciones señalan la necesidad de variar los tipos de juegos a los que los niños tienen acceso. Parece aconsejable que las madres también se impliquen en juegos físicos.

«Los diferentes padres pueden tener inclinaciones ligeramente diferentes cuando se trata de jugar con niños, pero parte de ser padre es salir de su zona de confort. Es probable que los niños se beneficien más si se les dan diferentes formas de jugar e interactuar,» dijo finalmente Ramchandani.

¿Qué implicancia tienen estos hallazgos? Parece necesario que padres y madres cuenten con tiempo y espacio para jugar con sus hijos durante los primeros 3 o 4 años de vida que, según la investigación, resultan críticos.

Referencia bibliográfica:

Amodia-Bidakowska, A., Laverty, C., & Ramchandani, P. G. (2020). Father-child play: A systematic review of its frequency, characteristics and potential impact on children’s development. En Developmental Review (Vol. 57, p. 100924). https://doi.org/10.1016/j.dr.2020.100924

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  • Salud Mental y Tratamientos

Cómo abordar el control emocional

  • Gabriela Ferraris Mukdise
  • 13/07/2020

Este artículo se enmarca en los principios de la terapia de aceptación y compromiso (ACT) terapia conductual basada en el mindfulness que a diferencia del enfoque cognitivo conductual tradicional, no hace intentos proyectados por identificar los pensamientos o contenido mental disfuncionales para luego eliminarlos, ni tampoco pretende una reducción sintomática, sino que tiene por objetivo la aceptación incondicional de lo que trae el momento presente aunque sea algo “negativo”.


Una de sus premisas es que la cronificación de un evento interno doloroso se genera por la lucha que se establece contra ellos. Por lo tanto, la terapia de aceptación y compromiso (ACT) pone su énfasis en aflojar, en soltar el control que se ejerce contra lo que se siente y piensa y también en abandonar los intentos de soluciones fallidas que el individuo ha venido intentando hasta el momento, para así reducir sus síntomas y sufrimiento. Para ello se centra en los valores, en la aceptación, compasión, en el contacto con el momento presente y con el sentido de trascender del ser.

La aceptación de la experiencia presente y el abandono de la lucha contra los síntomas no es una tarea fácil. Hay situaciones en las cuales se sienten elevados montos de ansiedad (una respuesta del cuerpo y de la mente a cualquier amenaza percibida) que se desencadena por la anticipación negativa a un estímulo que es valorado como amenazante (ya sea real o imaginario) y genera toda una serie de pensamientos, emociones y sensaciones corporales no placenteras y muy abrumadoras que en muchas ocasiones impiden que se pueda afrontar habilidosamente la situación de ansiedad. Para hacerlo, se comienza a usar una serie de estrategias de control emocional que ayuden a evitar ese malestar, siendo resultado de comportamientos que se han ido condicionando a lo largo de la vida. Esto da lugar a diversos actos rutinarios de evitación de emociones, pensamientos, sensaciones y situaciones asociadas (Hayes 2019).

De este modo, las estrategias de control son el último eslabón de la cadena, son el resultado de la interacción del aparato cognitivo (pensamientos, creencias, recuerdos) y las emociones asociadas, que dan lugar a determinados comportamientos. Es así que para que una persona pueda elaborar conductas y/o respuestas positivas debe trabajar en su mundo interno, en sus eventos privados (pensamientos, creencias, emociones) en el contexto histórico que configura la conducta presente.

Cuando nos resistimos a sentir, cuando nos empeñamos en controlar, anular o eliminar lo que pensamos y sentimos, es precisamente cuando dichas experiencias se presentan con mayor intensidad y se cronifica en el tiempo, expresándose mediante sensaciones físicas como el dolor de estómago, cólicos, náuseas, sensación de opresión en el pecho, sudoración, palpitaciones, respiración acelerada o entrecortada, temblores, entre otros. Estos a su vez activan una serie de pensamientos catastróficos y anticipatorios (“me voy a morir”, “me va a dar un paro cardíaco” “voy a desmayarme”). Al no saber si va a suceder o no, se dispara el sentimiento de la incertidumbre, lo que resulta aún más abrumador e incrementa así la intensidad emocional. Ante una amenaza percibida, la mente se prepara para la evitación experiencial, poniendo en marcha una serie de mecanismos para evitar al mundo interior (emociones, pensamientos, sensaciones físicas), ya que no existe disposición para experimentar el malestar emocional, lo que genera como resultado dolor y sufrimiento (Hayes et al. 2009).

Por lo tanto, el objetivo de abordar el control emocional es abandonar la lucha contra los síntomas, ayudar a los pacientes a tomar contacto con pensamientos, sensaciones, recuerdos y sensaciones físicas que hasta la fecha habían sido temidas y evitadas y también a abandonar los actos rutinarios de evitación, supresión y/o escape de emociones, pensamientos, sensaciones y situaciones asociados. Propone abrirse a la experiencia de sentir, abrirse a las experiencias internas, hacerles un lugar y aprender a estar con ellas, sin resistirse ni intentar modificarlas, invirtiendo la energía que utiliza para evitarlas en realizar acciones guiadas hacia sus valores y así, construir una vida valiosa para la persona. Se parte de la idea de que es imposible no sentir dolor, no sentir emociones, no tener pensamientos, pero si es posible modificar el modo en que nos enfrentamos a ellos y para ser más habilidosos en esto, se requiere de flexibilidad la cual permitirá que se amplíe el repertorio conductual que el individuo venía utilizando hasta ese momento, integrando un abanico de alternativas de respuestas (Hayes and Strosahl 2013) .

“Cuanto más luchamos contra los síntomas, peor pronóstico tiene la guerra”. Lo que mantiene el problema es la cantidad de intentos de solución realizados “la solución se convierte en el verdadero problema”.

Cada una de las emociones tiene su función y utilidad, aunque muchas veces la forma de expresarse pueda resultar displacentera, difícil de gestionar, poco tolerable y hasta desagradable. No podemos eliminar ni anular las emociones pero sí podemos modular y modelar nuestras reacciones emocionales y elaborar respuestas que se orienten a las direcciones valiosas de la vida de cada ser humano. Existe una inversión muy costosa en la lucha contra los pensamientos, emociones y cualquier otro evento interno, en detrimento de las metas y logros importantes para la persona. Nuestra mente a veces nos lleva en la dirección equivocada. Cuando hace eso debemos saber ponerle un freno y no caer en la tentación de apretar el acelerador. Esta orientación implica en primera instancia abordar el control emocional, reduciendo los intentos de regulación fallidos y para ello es fundamental que el compromiso al cambio sea cultivado a diario.

Cuando dejamos de resistirnos a sentir algunas emociones, paradójicamente, el dolor emocional cesa. Para ello, es importante comprender que no somos nuestra mente y eso requiere tomar distancia de ella, volverse sus observadores. Ya lo decía Steven Hayes (2016): “La mente es como una calculadora en la que no hay un botón de resta ni tampoco un botón para borrar, solo hay botones de sumas, multiplicaciones e iguales. No es posible desaprender aquello aprendido pero si podemos tomar distancia de los pensamientos de la mente y actuar conforme nuestras direcciones valiosas”.

Video: Hayes, S (2016). Mental Breakes to Avoid Mental Breaks. TEDxDavidsonAcademy

Para cambiar las direcciones vamos a necesitar saber cómo poner los frenos mentales, saber donde están y usarlos cuando la mente nos este llevando por direcciones equivocadas.

Ejercicios para abordar el control emocional (Luoma et al. 2007)

1 – Vivir una vida plena, con sentido = tener disposición a cualquier experiencia vital.

Terapeuta: “Hasta aquí hemos dicho que lo importante era recuperar tu vida, tu tranquilidad, poder hacer las cosas que te hacen feliz, y no controlar tus emociones o eliminar los pensamientos que te resulten desagradables. Entonces ¿cuál va a ser la meta del tratamiento? ¿Controlar lo que sientes y eliminar los pensamientos que no te gusta tener o tener una vida que te hace sentir plena? Yo te propongo ayudarte a construir una vida que tenga sentido para vos, que valga la pena ser vivida, enseñándote y aprendiendo en este proceso a saber llevar habilidosamente cualquier cosa que tengas adentro.”

2 – Hablar de las cosas que la persona quiere hacer en su día a día.

Terapeuta: ¿Por qué no lo haces?

Paciente: da sus motivos

Terapeuta: ¿lo harías para la semana que viene?

Pedirle que anote en un papelito esas cosas que quiere hacer y en el reverso, los pensamientos, emociones y sensaciones físicas que cree que va a sentir, y que observe este lado por unos minutos…

Terapeuta: ¿Qué vas a hacer con eso? ¿Qué te gustaría hacer ahora mismo?

Paciente: Romperlo

Terapeuta: ¿Sabes qué hay detrás de cada una de estas cosas? Algo que te importa. Si lo haces también pierdes la posibilidad de alcanzar aquello que realmente quieres. ¿De verdad lo romperías?

3 – Identificar cuáles son las estrategias de control emocional que está usando y que conecte con los efectos paradójicos del control emocional.

4 – Utilidad: Evaluar junto al paciente si su comportamiento o conducta es útil o no para un determinado objetivo o meta, en vez de juzgar si es bueno o malo, correcto o incorrecto, justo o injusto.

5 – Diseñar un plan de aproximaciones sucesivas para abordar el control emocional.

En una lista, enumerar con el paciente una serie de acciones y de tareas que sirvan como exposición y que estén relacionadas con los valores de la persona.

¿Cómo hacemos para ser observadores de nuestra mente?

Para este acto primero debemos ser conscientes de que no somos nuestra mente sino que “tenemos una mente”, la cual tiene un estilo de procesar la información que recibe del exterior e interior y que tiende a ser más vulnerable a algunas emociones que a otras, y, sobre todo, que tiene una forma de afrontar situaciones y eventos cotidianos. Entrar en un estado de consciencia requiere que podamos notar/contemplar los juicios, pensamientos, razonamientos, intelectualizaciones, emociones, recuerdos o cualquier otro evento interno o externo con actitud imparcial, observando el funcionamiento de la mente con respecto a ello, sin evaluar ni juzgar, sino con una actitud de distancia y curiosidad. Las personas tienden a confundir hechos con juicios de valor e interpretaciones.

¿Qué son las interpretaciones o juicios de valor? Son las cosas que le ponemos, que le sumamos a los eventos. Algunas cosas que la mente nos dice pueden ser impactantes por lo desagradables y dolorosas que son más que por el hecho en sí. Es más tolerable el hecho que la interpretación/juicio de valor que le otorgamos

Ejemplo:

  • Hecho/situación: Reprobé mi examen
  • Interpretación: Soy una tonta, no sirvo para nada

Una de las herramientas para lograr ser observadores de nuestra mente es la desesperanza creativa, proceso en el que le derivamos funciones aversivas a los intentos de control/lucha/huída y derivamos funciones beneficiosas hacia acciones simbólicas o concretas (reales) que dirijan a la persona hacia sus valores, metas u objetivos. Se pretende establecer desesperanza en cuanto al sistema que falla, que ya ha venido fallado, mientras se tiene apertura y flexibilidad hacia todo lo opuesto a esos intentos de control. Todas estas intervenciones y ejercicios procuran alcanzar la flexibilidad psicológica, dar un giro hacia esa dirección, siendo fundamental no sólo para preservar la salud y bienestar psicológico sino para orientar a la mente a donde sea que vaya. La mente es quien va a guiar a la persona por la ruta de las direcciones valiosas, ayudando a cambiar los procesos de rigidez que han llevado al estado de dolor y malestar actual.

Ejercicios que ayudan a observar la mente (Harris 2013)

La mente

Terapeuta: (intervenciones): “Es lo que te dice tu mente” “ en la consulta estamos 4, vos, tu mente, yo como terapeuta, mi mente de terapeuta)”.

Emitir este enunciado en las sesiones, hacer esta intervención reiteradas veces y en diversas situaciones y contextos, ayuda a que el paciente pueda distanciarse de su mente y notar como la misma invade de manera intrusiva con pensamientos automáticos, aprendizajes poco adaptativos y funcionales, distorsiones cognitivas (como lectura de mente, pensamiento todo o nada, pensamiento catastrófico, dicotómico, mágico, etc), indicándonos qué hacer ante ellos, soluciones que la mente considera racionales, lógicas, sensatas (huir, esconderse, luchar). Lo que sucede muchas veces es que: no es que tengamos una mente, sino que la mente tiene a uno.

El objetivo es que puedan desliteralizarse los pensamientos, ya que los mismos desvían al individuo de sus direcciones valiosas y, en la mayoría de las situaciones, generan un malestar significativo mayor. Procurar hacer que se sume al cúmulo de creencias que el paciente ha adquirido a lo largo de sus experiencias y trayectoria la idea de que “los pensamientos son pasajeros” y promover ejercicios mediante los cuales pueda atravesar esta experiencia y así, mediante la repetición pueda constituirse como un nuevo aprendizaje. Consiste en observar las experiencias internas (pensamientos, emociones, recuerdos, impulsos, etc.,) tal y como son, no se ignoran pero tampoco se sobreestiman.

Terapeuta: ¿Qué vas a hacer con los pensamientos y sentimientos difíciles?, la cabeza se vuelve muy habladora y da un arsenal de consejos (algunos no tan positivos o beneficiosos) ¿Qué harás al respecto?

Las respuestas que el individuo dé, va a dar cuenta la dirección que tomará: si va a moverse hacia sus direcciones valiosas (hacia adelante, hacia lo positivo, lo importante) o hacia caminos que conducen al malestar emocional, desesperación. La mente suele tentarnos a tomar esta dirección.

El siguiente video es una excelente metáfora:

Tener pensamientos: ¿Qué pensamiento estás teniendo ahora? En lugar de: ¿qué estás pensando? Esto ayudará a que la persona no se identifique y quede apegada a su mente.

La mente viajera: Poder notar cuánto le gusta viajar a la mente hacia el pasado o futuro, lo inquieta que es y que lo que menos hace es estar en el presente. Enseñar a notar cuando la mente viaja, es una gran herramienta, disminuye las autocríticas y lamentos con respecto al pasado y las preocupaciones en torno al futuro. “Mantente en el presente”.

Defusión: Cantarlos los pensamientos, decirlos en voz alta, escribirlos y cantarlos. Se da contenido aversivo en contexto de humor.

Pero vs Y: Por ejemplo: “Lo haría pero tengo ansiedad…” cambiarlo a “lo haría y tengo ansiedad”.

Evaluaciones vs experiencia: Contrastar lo que la mente dice que va a funcionar con lo que viene mostrando la experiencia.

Visualizaciones: Pedirle al paciente que imagine cómo sería el escenario si hiciera caso a su mente, que describa detalladamente (acciones que ejecutaría, sensaciones físicas y emociones que experimentaría, sonidos, lugares, secuencia de acción, consecuencias). Luego, contrariamente, que imagine cómo sería si no le hiciera caso a la mente.

Darnos cuenta de la forma de expresión de nuestra mente y los consejos que suele darnos.

Ejercicios cotidianos que ayudan a vivir más conscientemente

Tener la capacidad de observar los pensamientos desde afuera, estar menos pegados a la mente, tener apertura emocional y poder, voluntariamente, dirigir la atención hacia lo que se considere valioso.

  1. Comer con atención plena
  2. Exploración corporal
  3. Atención plena a la respiración, sonidos y pensamientos
  4. Meditación formal: ejercicios mindfulness de meditaciones guiadas disponibles en YouTube para realizar (escaneo corporal, conciencia del cuerpo, mindfulness en las emociones, mindfulness para la ansiedad, para el equilibrio emocional, meditación en el amor-amabilidad, meditación del lago en calma)
  5. Dar un paseo con atención plena
  6. Dar gracias a la mente compasiva, mirarse a los ojos y estar abierto sin juzgar
  7. Atención plena a las sensaciones de satisfacción y placer

Referencias bibliográficas

Harris, R. (2013). Getting Unstuck in ACT: A Clinician’s Guide to Overcoming Common Obstacles in Acceptance and Commitment Therapy. New Harbinger Publications. https://play.google.com/store/books/details?id=OmtJoqaqyOIC

Hayes, S. C. (2019). A Liberated Mind: How to Pivot Toward What Matters. Penguin. https://play.google.com/store/books/details?id=Z39_DwAAQBAJ

Hayes, S. C., & Strosahl, K. D. (2013). A Practical Guide to Acceptance and Commitment Therapy. Springer Science & Business Media. https://play.google.com/store/books/details?id=OJJyBgAAQBAJ

Hayes, S. C., Strosahl, K. D., & Wilson, K. G. (2009). Acceptance and commitment therapy. American Psychological Association Washington, DC: http://www.who-sells-it.com/images/catalogs/4604/pdf_25111.pdf

Luoma, J. B., Hayes, S. C., & Walser, R. D. (2007). Learning ACT: An Acceptance & Commitment Therapy Skills-training Manual for Therapists. New Harbinger Publications. https://play.google.com/store/books/details?id=PiB8rZROo88C

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Abordaje y evaluación clínica de los trastornos alimentarios

  • David Aparicio
  • 13/07/2020

Los trastornos alimentarios (TA) están caracterizados fundamentalmente por alteraciones en la conducta relacionadas con la ingesta alimentaria, temor a engordar, excesiva preocupación por la imagen corporal, la comida y el peso que conducen a la práctica de una serie de conductas que no son saludables con el fin de controlar el peso corporal. Tales estrategias, van más allá de la alteración alimentaria y la salud corporal, invaden el universo mental, conduciendo a las personas al posible fracaso en sus responsabilidades personales, como por ejemplo en el ámbito familiar, académico, ocupacional, y déficits en el proceso de autonomía, entre otros. Se trata de patologías de etiología multifactorial ya que intervienen factores biológico-genéticos, personales, familiares y socioculturales.

Actualmente, el DSM 5 (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013) define los siguientes TA: anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno de rumiación, trastorno de evitación/restricción de alimentos, trastorno de pica, trastorno de atracones y otro trastorno alimentario o de la ingestión de alimentos especificado. Sin embargo, dada la diversidad y multiplicidad de manifestaciones de los TA, se observa que los sistemas categoriales no son suficientes razón por la cual se utilizan conceptualizaciones dimensionales y una perspectiva transdiagnóstica. De este modo, además de los diagnósticos descriptos en el manual, se reconocen otras manifestaciones clínicas como: comedor nocturno, orthorexia, pregorexia, vigorexia, diabulimia y alcohorexia.

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El cerebro recupera recuerdos de manera selectiva, y sólo cuando es necesario

  • Maria Fernanda Alonso
  • 13/07/2020

¿Dónde dejé la billetera? ¿A qué restaurante pedimos comida? ¿Qué serie recomiendo? Tomamos decisiones basadas en los recuerdos todo el tiempo, pero ¿cómo funciona el proceso mental de recuperación de recuerdos? ¿Y cómo tomamos decisiones basados en la memoria?

Un equipo colaborativo de neurocientíficos de Caltech y el Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles identificó diferentes conjuntos de neuronas individuales responsables de la toma de decisiones basadas en la memoria, un sello distintivo de la flexibilidad del cerebro humano. 

«Un aspecto esencial de la flexibilidad cognitiva es nuestra capacidad de buscar selectivamente información en la memoria cuando la necesitamos,» explica el Dr. Ueli Rutishauser, autor principal del estudio. «Esta es la primera vez que se describen neuronas en el cerebro humano que indican decisiones basadas en la memoria. Además, nuestro estudio muestra cómo los recuerdos se transfieren al lóbulo frontal de forma selectiva y solo cuando es necesario.»

«La capacidad de involucrar y utilizar de manera flexible nuestros recuerdos para tomar decisiones depende de las interacciones entre los lóbulos frontales y temporales, el primero es el sitio de control ejecutivo y el segundo es donde se almacenan recuerdos de este tipo. Poco se sabía antes sobre cómo ocurren interacciones entre estas dos partes del cerebro,” explicó Rutishauser.

En el estudio, los investigadores monitorearon neuronas individuales tanto en el lóbulo temporal como en el lóbulo frontal de 13 sujetos. Los resultados revelaron neuronas que codifican recuerdos en el lóbulo temporal y «neuronas de elección de memoria» en el lóbulo frontal; estas neuronas no almacenan recuerdos, sino que ayudan a recuperarlos  (Minxha et al., 2020).

El estudio, que tiene implicaciones para el tratamiento de los problemas de memoria asociados con la enfermedad de Alzheimer, la epilepsia y la esquizofrenia, se realizó en pacientes que ya se estaban sometiendo a una cirugía cerebral para el tratamiento de sus convulsiones. Los voluntarios vieron imágenes en una pantalla y respondieron diferentes tipos de preguntas sobre las imágenes, mientras que los investigadores registraron la actividad de las neuronas individuales en sus cerebros utilizando electrodos implantados.

Por ejemplo, a un participante se le podía mostrar una imagen de alguien que nunca antes había visto y preguntarle: «¿Has visto esta cara antes?» o «¿Es esta una cara?» Las dos preguntas, respectivamente, ayudan a los investigadores a distinguir entre una decisión basada en la memoria y una decisión no basada en los recuerdos sino en categorías, como las caras.

“En este estudio, hicimos preguntas simples de sí o no diseñadas para hacer que un voluntario acceda a su memoria reciente o su conocimiento categórico,” señaló el Dr. Juri Minxha, autor principal de la investigación.

La codificación y recuperación de recuerdos ocurre en la porción media-baja del cerebro en una región llamada lóbulo temporal medial, que incluye el hipocampo. Los procesos de toma de decisiones involucran una región en la parte frontal del cerebro llamada corteza frontal medial.

«Tanto el lóbulo temporal medial como la corteza frontal medial se activan cuando la decisión requiere que el paciente recuerde algo. La interacción entre estas dos estructuras cerebrales permite la recuperación exitosa de la memoria», dice Minxha. «Entonces, si le preguntamos a un paciente si ha visto una cara antes, las neuronas de ambas regiones se activan. Pero si le mostramos la misma imagen y preguntamos:» ¿Es esta una cara?,” las neuronas de memoria permanecen en silencio. En cambio, vemos una segunda población distinta de neuronas en el lóbulo frontal, lo que respalda el objetivo actual del sujeto de categorizar la imagen.»

El estudio también identificó un conjunto diferente de «neuronas contextuales» en el lóbulo frontal. Estas neuronas codifican información sobre las instrucciones dadas a un sujeto para una tarea determinada. Por ejemplo, se les dijo a los sujetos que presionaran un botón o usaran movimientos oculares paradar su respuesta a una pregunta; las neuronas contextuales señalaron cuál de estas dos acciones tomar, independientemente de cuál fuera la respuesta a la pregunta.

«La decisión estaba representada por las neuronas de elección de memoria de una manera abstracta, de modo que las mismas neuronas podrían señalar esta información en diferentes contextos. Esto probablemente explica gran parte de la flexibilidad que vemos en la toma de decisiones en humanos,» dice Ralph Adolphs, profesor de psicología, neurociencia y biología Bren de Caltech; director del Centro de imágenes cerebrales Caltech; y un miembro afiliado de la facultad del Instituto Tianqiao y Chrissy Chen de Neurociencia en Caltech.

La comunicación entre los lóbulos temporal y frontal también se observó al analizar las ondas theta, que son comunes en el lóbulo temporal. Los investigadores encontraron que las neuronas en el lóbulo frontal alinearon selectivamente su actividad con las ondas theta en el lóbulo temporal solo cuando los sujetos tomaron una decisión basada en la memoria. Los investigadores dicen que incluso podían decir si un sujeto iba a identificar correctamente una cara simplemente en función de cuán fuertemente las neuronas de elección de memoria en los lóbulos frontales coordinaron su actividad con las ondas theta en el lóbulo temporal.

«En conjunto, nuestro estudio revela varios bloques de construcción clave que hacen que la cognición humana sea tan flexible,» concluye Adolphs.

Referencia bibliográfica:

Minxha, J., Adolphs, R., Fusi, S., Mamelak, A. N., & Rutishauser, U. (2020). Flexible recruitment of memory-based choice representations by the human medial frontal cortex. Science, 368(6498). https://doi.org/10.1126/science.aba3313

Fuente: Science Daily

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Optimismo, pesimismo o realismo para alcanzar la felicidad?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 10/07/2020

Investigadores estudiaron las expectativas financieras de las personas en la vida y las compararon con los resultados reales durante un período de 18 años. Descubrieron que, en lo que respecta a las apuestas de felicidad, sobrestimar los resultados se asociaba con un bienestar más bajo que establecer expectativas realistas (de Meza & Dawson, 2020).

Tomar decisiones basadas en evaluaciones precisas e imparciales sería entonces más beneficioso que el “poder del pensamiento positivo,” en el que se espera éxito y felicidad inmediatos. Tampoco los pesimistas (aquellos que tienen la idea de que las expectativas bajas limitan la decepción y por ello son una ruta hacia la satisfacción) tuvieron mejor resultado comparados con los realistas.

Estos hallazgos se basan en el análisis de la Encuesta del Panel de Hogares Británicos, una importante encuesta longitudinal del Reino Unido, que hizo un seguimiento a 1600 personas anualmente durante 18 años.

Para investigar si los optimistas, los pesimistas o los realistas tienen el mayor bienestar a largo plazo, los investigadores midieron la satisfacción con la vida y la angustia psicológica. Junto a esto, midieron las finanzas de los participantes y su tendencia a sobreestimarlas o subestimarlas.

El 80% de la población entra en la categoría de optimistas no realistas. Estas personas tienden a sobreestimar la probabilidad de que sucedan cosas buenas y subestiman la posibilidad de cosas malas. Las altas expectativas los prepararon para grandes dosis de decepción destructiva.

«Los planes basados ​​en creencias inexactas llevan a la toma de malas decisiones y están condenados a dar peores resultados que las creencias racionales y realistas, lo que lleva a un menor bienestar tanto para los optimistas como para los pesimistas, explica el Dr. Chris Dawson. Las decisiones sobre empleo, ahorro y cualquier opción que implique riesgo e incertidumbre son particularmente propensas a esta situación.

«Creo que para muchas personas, la investigación que muestra que no tiene que pasar sus días esforzándose por pensar positivamente podría ser un alivio. Vemos que ser realista sobre su futuro y tomar decisiones acertadas basadas en evidencia puede brindar una sensación de bienestar. -ser, sin tener que sumergirte en una implacable positividad «.

En el contexto de la crisis de Covid-19, los investigadores destacan que tanto los optimistas como los pesimistas toman decisiones basadas en expectativas sesgadas: esto no solo puede conducir a una mala toma de decisiones, sino también a la falta de tomar las precauciones adecuadas ante posibles amenazas.

«Los optimistas se verán menos susceptibles al riesgo de Covid-19 que otros y, por lo tanto, es menos probable que tomen las medidas de precaución apropiadas. Los pesimistas, por otro lado, pueden verse tentados a nunca abandonar sus casas o a no enviar a sus hijos a la escuela nuevamente. Ninguna de las estrategias parece una receta adecuada para el bienestar. Los realistas toman riesgos medidos en función de nuestra comprensión científica de la enfermedad,» dijo el profesor David de Meza, coautor del estudio.

Referencia bibliográfica: 

de Meza, D., & Dawson, C. (2020). Neither an Optimist Nor a Pessimist Be: Mistaken Expectations Lower Well-Being. Personality & Social Psychology Bulletin, 146167220934577. https://doi.org/10.1177/0146167220934577

Fuente: Science Daily

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