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Publicaciones por autor

Alejandra Alonso

640 Publicaciones
Licenciada en Psicología, editora y miembro fundador de Psyciencia.com. Master en Análisis de Conducta Aplicado.
  • Salud Mental y Tratamientos

Definición de la semana: Represión

  • 29/04/2015
  • Alejandra Alonso

La represión es un mecanismo de defensa, es decir una de las tácticas del yo para reducir o reorientar la ansiedad de diversas maneras pero siempre distorsionando la realidad.

Específicamente, la represión elimina de la consciencia los pensamientos y los sentimientos que generan ansiedad. De acuerdo con Davis (1987), los represores presentan un patrón de baja ansiedad y alta defensividad y muestran una accesibilidad limitada a recuerdos afectivos personales de la vida real.

Elimina de la consciencia los pensamientos y los sentimientos que generan ansiedad

De acuerdo con Freud, la represión subyace a todos los mecanismos de defensa, cada uno de los cuales ocultan los impulsos amenazantes y los mantienen lejos de la consciencia. Para él, la explicación de porqué no recordamos el deseo que sentíamos hacia nuestro progenitor del sexo opuesto en la infancia, reside en este mecanismo de defensa.

Por otro lado, Freud también creía que la represión suele ser incompleta, es por eso que a veces se manifiesta en símbolos oníricos y lapsus verbales.

Fuente: Myers (2006), Psicología 7ma edición, Editorial Médica Panamericana: Madrid
PsycNET

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Distracciones para estudiar mejor?

  • 28/04/2015
  • Alejandra Alonso

Se suele pensar que las distracciones son algo de lo que te tenés que deshacer cuando estudias para un examen o algo similar. Sin embargo, una nueva investigación sugiere que, si el ambiente donde vas a tomar el examen tiene distracciones, tal vez simularlas mientras estudias podría ayudarte a recordar mejor.

Los psicólogos sabemos que las cosas que aprendemos en un contexto pueden no ser recordadas en otro. Un ejemplo de esto son los resultados de una famosa investigación que encontró que las palabras aprendidas mientras se bucea se recuerdan mejor cuando estas bajo el agua.

Las palabras aprendidas mientras se bucea se recuerdan mejor cuando estas bajo el agua

Ahora los psicólogos de la Universidad Brown sugieren que algo similar pasa con las distracciones. Ellos entrenaron a 48 personas para pegarle a un objetivo en la pantalla de una computadora utilizando con un wonky touch pad y luego evaluaron la habilidad de acertar rápidamente en el blanco.

Tanto durante el entrenamiento como en la evaluación, los participantes eran elegidos al azar para realizar una segunda tarea que los distraería: contar letras en una pantalla.

Aquellos a quienes se les distrajo solo una vez se desempeñaron pobremente en la evaluación, pero aquellos que habían hecho la tarea de contar letras durante el entrenamiento y la evaluación se desempeñaron tan bien como aquellos que no habían recibido la tarea distractora en ninguna instancia, de acuerdo con los resultados que se publicaron en Psychological Science.

Bajo las circunstancias adecuadas, las distracciones podrían ser tus aliada. Si la vida te da limones…

Fuente: Scientific American

  • Definiciones

Definición de la semana: Memoria a corto plazo

  • 23/04/2015
  • Alejandra Alonso

La memoria a corto plazo es una memoria activada que retiene algunos elementos durante un período corto, como los 7 dígitos de un número de teléfono al marcarlo, antes de almacenar la información o perdela.

En el tiempo que transcurre entre buscar un número telefónico y marcarlo, su recuerdo del grupo de números desaparecerá excepto que usted se esfuerce por mantenerlo en la consciencia.

En 1959, Lloyd Peterson y Margaret Peterson (citados en Myers,2006) quisieron conocer a qué velocidad desaparece la memoria a corto plazo. Para averiguarlo les pidieron a algunas personas que recordaran grupos de tres consonantes (por ejemplo, HTW). Para evitar la memorización de las letras , les pidieron que contaran comenzando desde el número 100, de a 3 hacia atrás en voz alta. Después de tres segundos las personas recordaron las letras solo la mitad de las veces, después de 12 segundos casi no las recordaron. Esto les sugirió que sin un procesamiento activo, la duración de los recuerdos a corto plazo es limitada.

La memoria a corto plazo está limitada por la duración, pero también por la capacidad

La memoria a corto plazo está limitada por la duración, pero también por la capacidad. Esta memoria, por lo general, almacena solo alrededor de 7 ítems de información, o como lo denomina George Miller: “El mágico número 7, más o menos dos”.

Nuestra memoria a corto plazo es un poco más fácil para los dígitos aleatorios que para las letras aleatorias, que algunas veces suenan de forma similar. Sin embargo, eliminar la repetición reduce el recuerdo de las letras o números a cuatro elementos. El principio básico que se desprende es que en cualquier momento dado, podemos procesar de manera consciente solo una cantidad limitada de información.

Fuente: Myers (2006), Psicología 7ma edición, Editorial Médica Panamericana: Madrid

Sin categoría

Un porcentaje importante de las personas que toman antidepresivos, nunca ha sufrido de depresión

  • 22/04/2015
  • Alejandra Alonso

Un nuevo estudio, publicado en el Journal of Clinical Psychiatry reporta que el 69% de las personas que toman inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRSs), el principal tipo de antidepresivos, nunca han sufrido de un Trastorno de Depresión Mayor. Tal vez peor, un 38% nunca en su vida ha cumplido los criterios para Depresión Mayor, Trastorno Obsesivo Compulsivo, Ataques de Pánico, Fobia Social, o Trastorno de Ansiedad Generalizada. Sin embargo, toman la medicación que acompaña a dichos trastornos.

“Yo pienso que, aunque la psicoterapia es otra opción para ayudar a las personas a obtener mayor salud mental, hay bloqueos en la carretera,” opina el Dr. Howard Forman, director médico del Servicio de Consultas sobre Adicción en el Centro Médico Montefiore. Forman, que no estuvo involucrado en el estudio, apunta a los costos, la disponibilidad de expertos y la demanda de tiempo como la razón principal por la que las personas podrían estar decidiéndose por otras alternativas.

El Dr. Ramim Mojtabai, de la Escuela de Salud Pública de Johns Hopkins, y sus colegas se basaron en datos de 4 muestras: el Baltimore Epidemiologic Area Study Wave 1 a la 4. El mismo comenzó en 1981 y terminó en 2005. En total, se utilizaron los datos de 1.071 personas, incluyendo 4 entrevistas y una tasación sobre uso de antidepresivos. El 13% de estas personas reportó utilizar antidepresivos.

El 69% de las personas que toman ISRSs,  nunca han sufrido de un Trastorno de Depresión Mayor

Las medicaciones para compensar los desequilibrios químicos (que aún no han sido diagnosticados) no solo incluye a aquellos dirigidos al estado de ánimo. Las anfetaminas ayudan a las personas a concentrarse y las benzodiazepinas ayudan a calmar la ansiedad, o eso es lo que dicen los usuarios. Pero el problema suele ser el uso ocasional y las soluciones rápidas pueden llevar a la dependencia.

Para resolver este problema del uso excesivo de antidepresivos debemos tener en cuenta cuestiones sistemáticas y personales. La desestigmatización de las enfermedades mentales puede hacer que las personas sean más propensas a buscar ayuda. A su vez, la confirmación de que están saludables o un diagnóstico pueden reducir la urgencia de automedicarse innecesariamente. El elemento clave es la eliminación de la incertidumbre.

Forman reflexiona que todos experimentamos estrés, tristeza o dudas sobre nosotros mismos a veces, pero estas situaciones no nos hacen enfermos mentales, sino que nos hacen humanos.

Los autores escriben que muchos individuos a quienes se les prescribe y utilizan la medicación antidepresiva pueden no cumplir con los criterios para un trastorno mental. Sus datos sugieren que los antidepresivos son comúnmente usados en ausencia de claros indicadores basados en la evidencia.

Fuente: Psypost

  • Definiciones

Definición de la semana: Neuronas sensitivas, interneuronas y neuronas motoras

  • 16/04/2015
  • Alejandra Alonso

 La información que viaja por el Sistema Nervioso se sirve de tres tipos de neuronas:

Neuronas sensitivas: Envían información desde los tejidos corporales y los órganos de los sentidos hacia el Sistema Nervioso Central, que procesa la información.

Interneuronas: El procesamiento nombrado anteriormente requiere la participación de las interneuronas, que pertenecen al Sistema Nervioso Central y permiten la comunicación interna. Además, intervienen entre los impulsos sensoriales aferentes y los impulsos motores eferentes.

Neuronas motoras: Son las que se encargan de transportar la información eferente desde el Sistema Nervioso Central hasta los músculos y las glándulas.

Nuestro sistema más complejo es el de las interneuronas ya que contamos con algunos millones de neuronas sensitivas y motoras pero miles y miles de millones de interneuronas.

Fuente: Myers (2006), Psicología 7ma edición, Editorial Médica Panamericana: Madrid

  • Salud Mental y Tratamientos

TV: ¿Ayuda o no al desarrollo del lenguaje en niños pequeños?

  • 13/04/2015
  • Alejandra Alonso

Hoy en día, la televisión no solo es parte de casi cualquier hogar a nivel mundial, sino que también la vemos en escuelas, universidades, restaurantes, etc. Por tal razón, la misma ha sido objeto de algunos estudios, ya que obviamente alguien se preguntó en algún momento si este aparato tan común que utilizan niños, adolescentes y adultos, es bueno o no, qué tipo de programas benefician, hasta qué punto, considerando que la niñez es un tiempo de rápido aprendizaje y desarrollo, cuál es el impacto en ellos. Sin embargo, las conclusiones de las investigaciones sobre los beneficios y consecuencias específicos de la TV en los niños han sido inconclusas.

Una posibilidad es que los programas educacionales podrían ser una manera más conveniente y moderna de mejorar el aprendizaje de los niños. Varias compañías han empezado a ofrecer videos a familias con niños pequeños, publicitando su producto como enfocado al aprendizaje.

Se encontró que la televisión tenía un impacto negativo en el desarrollo del lenguaje de los niños

Sin embargo, existe otra posibilidad: el tiempo dedicado a la televisión puede ser tiempo perdido en cuanto a oportunidades importantes para aprender y desarrollarse. Mirar la televisión ¿podría realmente estar dañando el desarrollo de los niños? Un nuevo estudio sugiere que tal vez sí.

En la investigación participaron 1778 niños coreanos, los cuales fueron evaluados con respecto al desarrollo de su lenguaje y el tiempo que pasaban mirando televisión. Los científicos también abordaron otros factores que podrían influir, tales como el cuidador principal, el nivel de ingresos de la casa y el tamaño de la ciudad en la que viven. A su vez, se recolectó información sobre los padres: nivel educativo, empleo, satisfacción marital y patrones de comunicación con su hijo/a.

Se encontró que la televisión tenía un impacto negativo en el desarrollo del lenguaje de los niños. Más específicamente, la cantidad de tiempo que los niños pasaban mirando televisión estaba directamente vinculada al desarrollo del lenguaje: los niños que miraban más televisión presentaban un desarrollo del lenguaje reducido.

Los niños que pasaban más de 2 horas diarias mirando TV, eran de 2.7 a 3 veces más propensos a´presentar un retraso en el lenguaje

En promedio, los niños del estudio pasaban 1.21 horas por día mirando televisión. Sin embargo, los niños que pasaban más de 2 horas diarias mirando TV, eran de 2.7 a 3 veces más propensos a presentar un retraso en el lenguaje que aquellos que la miraban por menos de 1 hora al día.

Si bien estos resultados no pueden decirnos si es la televisión la que causa los retrasos en el lenguaje, no debemos ignorarlos a la hora de decidir cuánto tiempo pasarán nuestros pequeños frente al televisor.

Los autores creen que los hallazgos son especialmente importantes ya que se trata de niños pequeños que están en desarrollo. Ellos sugieren a los padres que se provean también otras formas de desarrollar el lenguaje como por ejemplo la lectura de libros o juegos.

Fuente: Psypost

  • Salud Mental y Tratamientos

5 recomendaciones para tener más paciencia

  • 08/04/2015
  • Alejandra Alonso

En la ciudad en la que vivo actualmente, el tráfico es terrible. No solo hay que aguantar embotellamientos todos los días para ir a trabajar y para volver a tu casa, sino que también hay que lidiar con un buen número de conductores de taxis, colectivos y autos particulares que manejan como locos. Este tipo de situaciones acaba con la paciencia de cualquiera muy rápidamente.

Mi papá suele contar el chiste de un hombre que reza: «Dios, dame paciencia… ¡YA!». Yo creo que esto ilustra el hecho de que el ritmo en el que nuestro mundo se mueve no ayuda a cultivar la paciencia tampoco. Todo tiene que ser ‘rápido y fácil’.

Por otro lado, como probablemente ya te estás imaginando, ser impaciente no es útil ni saludable. Cuando tratamos de adelantar las cosas lo único que conseguimos es cansarnos y estresarnos, lo que afecta nuestras relaciones, la capacidad de disfrutar un momento, entre otras cosas según Casey Radle, una terapeuta que se especializa en ansiedad y depresión en Eddins Counseling Group.

La curiosidad te ayudará a no asumir cosas o llegar a conclusiones sin tener información suficiente

Si la paciencia no es una de tus virtudes, no te preocupes. Abajo compartimos 5 estrategias recomendadas por la terapueta Radle, para que puedas cambiar sin importar qué situaciones te impacientan:

1. Adoptá alguna herramienta de relajación: Podes utilizar una de estas 6 técnicas de respiración que te enseñamos en Psyciencia hace ya un tiempo. Otras herramientas que también podés utilizar son la meditación, la imaginería guiada, la relajación muscular progresiva y el yoga.

2. Se curioso: La curiosidad te ayudará a no asumir cosas o llegar a conclusiones sin tener información suficiente. Considera explicaciones alternativas siempre y pensá que nunca podés estar 100% seguro de porqué una persona no devuelve tu llamada, por ejemplo. No es justo para nadie, ni siquiera para vos, asumir cosas sin conocer todos los hechos.

3. Reflexiona: Pensá qué es, específicamente, lo que te causa ansiedad de la situación y luego concentrate en tus necesidades emocionales en vez de pensar en la irritación y frustración que estas sintiendo. Por ejemplo, podés preguntarte: ¿qué necesito ahora?¿qué es lo que me pone tan incómoda/o?¿qué me ayudaría a tolerar la espera?¿cómo puedo gastar más productivamente mi energía emocional?La aceptación puede ser calmante y liberadora

4. Aceptá el malestar: La realidad es que muchas cosas que pasan en la vida escapan a nuestro control y que no todo el mundo se maneja con nuestros tiempos. Aceptar que esperar es incómodo en vez de creer que es intolerable por ejemplo, puede calmarte y ser muy liberador. Reconocer que a veces no hay nada que podamos hacer para cambiar una situación (como estar atrapado en el tráfico) y recordar una de esas técnicas de relajación puede ayudar mucho.

5.Hacete amiga/o de la palabra ‘todavía’: Incluirla en una oración puede hacer que sintamos esperanza, optimismo y tolerancia. En mi caso podría ser: No estoy en la casa, todavía.

La paciencia es como un músculo que puede tonificarse, la próxima vez que te enfrentes a esa situación que tan rápidamente te saca la paciencia, acordate de alguna técnica de relajación que leiste en Psyciencia, no asumas cosas, enfocate en tus necesidades emocionales y, si querés, contanos cómo te fue.

Fuente: PsychCentral

  • Salud Mental y Tratamientos

Definición de la semana: Autismo

  • 06/04/2015
  • Alejandra Alonso

De acuerdo con la versión más reciente del Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales, los trastornos del espectro autista se caracterizan por:

  • Déficits persistentes en la comunicación e interacción sociales en contextos variados, que se evidencian por déficits en la reciprocidad socio-emocional, en utilización de conductas de comunicación no verbal en interacción social y en desarrollar, mantener o entender las relaciones.
  • Patrones repetitivos y restrictivos de comportamiento, intereses o actividades, que se manifiestan por al menos dos de los siguientes indicadores: a) movimientos motores, objetos o discurso estereotipado o repetitivo; b) Insistencia en que todo sea igual siempre, adherencia inflexible a rutinas o patrones ritualizados de conductas verbales o no verbales; c) Fijación altamente restrictiva en intereses que son anormales en intensidad o concentración; d) Hiper o Hiporeactividad a información sensorial o interés inusual en aspectos sensoriales del ambiente.
  • Los síntomas deben presentarse en el período temprano de desarrollo (aunque puede que no se manifieste completamente hasta que las demandas sociales excedan a las capacidades limitadas o pueden ser enmascaradas por estrategias aprendidas más tarde en su vida). La persona presenta además impedimentos significativos en aspectos sociales, ocupacionales o en otras áreas. Sumado a todo esto, los indicadores no pueden explicarse mejor por discapacidades intelectuales o retraso en el desarrollo.

Déficits persistentes en la comunicación e interacción sociales en contextos variados

Puede ocurrir que un individuo presente discapacidad intelectual y autismo, para diagnosticar dicha situación la comunicación social debe estar por debajo de lo esperado en un nivel normal de desarrollo.

Los síntomas suelen reconocerse durante el segundo año de vida, pero pueden verse antes de los 12 meses si los retrasos del desarrollo son severos. O, por otro lado, pueden notarse después de los 24 meses si los síntomas son más sutiles.

Los primeros síntomas de un trastorno del espectro autista incluyen retraso en el desarrollo del lenguaje, muchas veces acompañado por falta de interés en lo social o interacciones sociales extrañas (por ejemplo, tirar de la mano de alguien sin ningún intento de mirarlo, patrones de juego particulares (como llevarse juguetes pero nunca jugar con ellos), y patrones comunicativos inusuales. A veces se sospecha de sordera, pero generalmente se descarta. A la edad de dos años se hacen más evidentes las conductas raras y repetitivas y la ausencia de juegos típicos. Diagnosticar dichos síntomas puede ser difícil en niños en edad preescolar ya que muchos suelen mostrar gustos o juegos repetitivos, para hacer el diagnóstico se deben tener en cuenta el tipo, la frecuencia y la intensidad de la conducta.
El trastorno del espectro autista no es una condición degenerativa.

No es una condición degenerativa

Algunos factores de riesgo para el desarrollo de un trastorno del espectro autista son:

  • Ambientales: pueden contribuir a aumentar el riesgo factores como padres de edad avanzada, bajo peso al nacer o exposición fetal al valproato.
  • Genéticos y fisiológicos: estudios con gemelos han encontrado que la heredabilidad estimada para el espectro autista varía desde 37% a 90%. Actualmente, el 15% de los casos de autismo parecen estar asociados a mutaciones genéticas conocidas. Sin embargo, incluso aunque el trastorno se asocie con una mutación genética conocida, no parece ser totalmente penetrante. El riesgo parece ser poligénico.

El autismo suele diagnosticarse más en niños que en niñas. Los diagnósticos en niñas generalmente están asociados a discapacidades intelectuales, lo que podría sugerir que las niñas que no tienen dichas discapacidades o retraso en el lenguaje podrían pasar desapercibidas.

Para realizar el diagnóstico diferencial es necesario tener en cuenta a las siguientes condiciones:

  1. Síndrome de Rett
  2. Mutismo selectivo
  3. Trastornos del lenguaje y de la comunicación social
  4. Discapacidad intelectual sin autismo
  5. Trastorno de movimientos estereotipados
  6. Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad
  7. Esquizofrenia

Fuente: American Psychiatric Association, (2013), Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). Arlington, VA:American Psychiatric Publishing.
Imagen: Wikimedia Commons

 

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El cerebro de las personas con anorexia nerviosa responde diferente a la comida

  • 01/04/2015
  • Alejandra Alonso

Científicos de la Universidad de California presentaron una investigación con hallazgos que, sumados a otros, resaltan el importante rol de los mecanismos cerebrales en los trastornos de la alimentación. Dichos descubrimientos podrían también tener implicaciones relacionadas al desarrollo de nuevos tratamientos para la anorexia nerviosa.

“Cuando la mayoría de las personas tiene hambre, están motivados a comer. Pero los individuos con anorexia pueden tener hambre y aún así restringir su ingesta de comida. Queríamos identificar mecanismos cerebrales que podrían contribuir a la habilidad de ignorar recompensas, como la comida,” dijo la Dra. Christina E. Wierenga, primer autora del estudio.

Mostraron una respuesta disminuida a las recompensas, incluso cuando tenían hambre

Wierenga explica que su estudio mostró diferencias en la respuesta cerebral a las recompensas en mujeres recuperadas de la anorexia: “Mostraron una respuesta disminuida a las recompensas, incluso cuando tenían hambre. Esto es lo opuesto a las mujeres saludables sin un trastorno alimenticio, quienes mostraron mayor sensibilidad a las recompensas cuando tenían hambre.

Walter H. Kaye, profesor de psiquiatría, director del Eating Disorders Treatment and Research Program en UC San Diego y autor principal, comenta que los resultados del estudio apoyan más la visión de que la neurobiología está fuertemente relacionada con el trastorno: “Nuestro estudio sugiere que las diferencias en los circuitos cerebrales de los anoréxicos los hace menos sensibles a las recompensas y a la dirección motivadora del hambre.”

En el estudio, los investigadores analizar la actividad cerebral de 23 mujeres que se habían recuperado de la anorexia y presentaban un peso normal (para eliminar la influencia de la malnutrición que presentaría una persona en la fase activa de la enfermedad). También se contó con un grupo control de 17 mujeres saludables que nunca habían sufrido de dicho trastorno.
Los científicos analizaron los circuitos cerebrales relacionados a la motivación y la recompensa durante dos períodos metabólicos distintos: cuando tenían hambre y otra vez cuando estaban satisfechas.

Vieron mayor actividad en regiones del cerebro importantes en el autocontrol

Junto con las diferencias en la respuesta cerebral a las recompensas, Kaye dijo que los investigadores vieron mayor actividad en regiones del cerebro importantes en el autocontrol entre los anoréxicos recuperados, independientemente del estado metabólico. Lo que sugiere que dichos individuos podrían poseer un mayor grado de auto-control comparados con las personas sin trastornos de la alimentación.

Los resultados han inspirado a los autores para tratar de desarrollar nuevos tratamientos que ayuden a las personas con Trastornos de la Alimentación, basándose en las evidencias encontradas en su investigación.

Fuente: Psypost
Imagen: 
evelina zachariou (Flick)

  • Salud Mental y Tratamientos

9 mitos sobre el estrés postraumático

  • 26/03/2015
  • Alejandra Alonso

En parte gracias a la televisión, solemos relacionar al trastorno por estrés postraumático (TEPT) con los veteranos de guerra. Tal vez muchos de los que lean esto pueden recordar la escena de una película o serie en la que el soldado vuelve a casa y tiene problemas para retomar su vida con los recuerdos de todo lo vivido en la guerra. Pero ¿esto les pasa solo a las personas que fueron a la guerra?¿cuáles son los síntomas?¿afecta a todos o sólo a algunos?¿tiene tratamiento? Podés encontrar respuesta a esos interrogantes y enterarte de otros datos interesantes relacionados al TEPT en este artículo.

Repasemos primero los síntomas:

Los criterios son sacados del DSM V que considera que aplican para personas desde los 7 años en adelante:

Criterio A: Exposición a muerte o amenaza de muerte, lesiones severas o violencia sexual en una (o más) de las siguientes formas:

  1. Experimentación directa del/los evento/s traumático/s.
  2. Ser testigo del/los evento/s mientras le ocurren a otro.
  3. Enterarse de que el/los evento/s traumático/s le pasaron a un familiar o amigo cercano. En caso de muerte o amenaza de muerte a un familiar o amigo cercano, los eventos tienen que ser violentos o accidentales.
  4. Experimentar exposición repetida o extrema a detalles aversivos del/los evento/s traumático/s

Criterio B: Presencia de uno (o más) de los siguientes síntomas intrusivos asociados con el/los evento/s traumático/s, que comienzan luego de que el/los evento/s traumático/s ocurrieron:

  1. Recuerdos estresantes recurrentes, involuntarios e intrusivos del/los evento/s traumático/s (en niños pueden haber juegos cuyo tema recurrente sea el evento traumático).
  2. Sueños estresantes recurrentes, cuyo tema sea el/los evento/s traumático/s (en niños pueden darse sueños que los atemoricen pero sin contenido reconocible).
  3. Reacciones disociativas (flashbacks por ejemplo), en las que el individuo actúa como si el evento traumático estuviera re-ocurriendo (la expresión más extrema es la pérdida de conciencia del ambiente que lo rodea).
  4. Estrés intenso o prolongado al ser expuestos a señales internas o externas que simbolicen o guarden similitud con algún aspecto del evento.
  5. Marcadas reacciones fisiológicas al ser expuestos a señales internas o externas que simbolicen o guarden similitud con algún aspecto del evento.

Criterio C: Evitación persistente de estímulos asociados con el evento traumático, comenzando luego de que se da el mismo, evidenciado por la presencia de uno o ambos los siguientes:

  1. Evitación o esfuerzo por evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos estresantes asociados cercanamente al evento traumático.
  2. Evitación o esfuerzos por evitar recordatorios externos (objetos, actividades, conversaciones, personas, etc.) que evocan pensamientos, recuerdos o sentimientos estresantes relacionados al evento.

Criterio D: Alteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo asociadas al suceso(s) traumático(s), que comienzan o empeoran después del suceso(s) traumático(s), como se pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:

  1. Incapacidad de recordar un aspecto importante del suceso(s) traumático(s) (debido típicamente a amnesia disociativa y no a otros factores como una lesión cerebral, alcohol o drogas).
  2. Creencias o expectativas negativas persistentes y exageradas sobre uno mismo, los demás o el mundo (p. ej., “Estoy mal,” “No puedo confiar en nadie,” “El mundo es muy peligroso,” “Tengo los nervios destrozados”).
  3. Percepción distorsionada persistente de la causa o las consecuencias del suceso(s) traumático(s) que hace que el individuo se acuse a sí mismo o a los demás.
  4. Estado emocional negativo persistente (p. ej., miedo, terror, enfado, culpa o vergüenza).
  5. Disminución importante del interés o la participación en actividades significativas.
  6. Sentimiento de desapego o extrañamiento de los demás.
  7. Incapacidad persistente de experimentar emociones positivas (p. ej., felicidad, satisfacción o sentimientos amorosos).

Criterio E: Alteración importante de la alerta y reactividad asociada al suceso(s) traumático(s), que comienza o empeora después del suceso(s) traumático(s), como se pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:

  1. Comportamiento irritable y arrebatos de furia (con poca o ninguna provocación) que se expresan típicamente como agresión verbal o física contra personas u objetos.
  2. Comportamiento imprudente o autodestructivo.
  3. Hipervigilancia.
  4. Respuesta de sobresalto exagerada.
  5. Problemas de concentración.
  6. Alteración del sueño (p. ej., dificultad para conciliar o continuar el sueño, o sueño inquieto).

Criterio F: La duración de la alteración (Criterios B, C, D y E) es superior a un mes.

Criterio G: La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento del sujeto.

Criterio H: La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., medicamento, alcohol) o a otra afección médica.

1° Mito:  El TEPT solo afecta a las personas que son débiles

No es cuestión de fortaleza o aguante emocional. Hay un número de factores que juegan un rol con respecto a si una persona que pasó por un trauma desarrollará o no dicho trastorno. El riesgo de padecerlo depende en parte en una combinación de factores de riesgo y factores de resiliencia.

Entre los factores de riesgo podemos encontrar tener historia de enfermedad mental y no hablar con nadie sobre el trauma ni buscar apoyo.

Por otro lado, factores de resiliencia que sirven como elementos protectores son: buscar apoyo de amigos o familiares luego del trauma, aprender a afrontar de forma saludable, unirse a un grupo de apoyo y sentirse bien sobre la propia reacción al trauma.

2° Mito: El TEPT causa conductas violentas

La mayoría de las personas con TEPT no son peligrosas. Investigaciones muestran que cuando los factores de riesgo correlacionados con TEPT se toman en cuenta, la asociación entre el mismo y las conductas violentas cae significativamente. Hay una amplia variedad de factores de riesgo, como abuso de alcohol, drogas y otros trastornos psiquiátricos que juegan roles claves en la relación entre el TEPT y las conductas violentas.

3° Mito: El TEPT solo está en la cabeza de la persona

Los eventos traumáticos pueden cambiar el funcionamiento cerebral. El TEPT lleva a cambios medibles a nivel cerebral y corporal luego de que una persona ha sido expuesta a un trauma.

Investigadores han encontrado que tres áreas del cerebro son diferentes en pacientes con TEPT: el hipocampo, la amígdala y la corteza medial prefrontal. La amígdala es donde se encuentran las emociones y las reacciones entre sí, y en las personas con TEPT, tiende a sobre-reaccionar a cosas que tienen que ver con el trauma. Con respecto al hipocampo (que controla las emociones), investigaciones muestran que los flashbacks que presenta un paciente con TEPT pueden deberse a fallas en el cerebro al tratar de controlar reacciones de estrés relacionadas al trauma

4° Mito: El TEPT no es tratable

En verdad es muy tratable, incluso si no es completamente curable en todos. Este trastorno es frecuentemente tratado con drogas, Terapia Conductual y otros abordajes.

Muchas formas de counseling han probado ser efectivas en tratar el TEPT, incluyendo la terapia de exposición y la terapia conductual.  La FDA (Food and Drug Administration o Administración de Drogas y Alimentos) ha aprobado dos medicamentos para tratar el trastorno: sertralina y paroxetina. Ambos son antidepresivo y pueden ayudar a controlar síntomas emocionales del TEPT como la tristeza, la ira y la ansiedad. Hay evidencias de que la meditación puede ayudar a individuos con TEPT también. Los tratamientos son diferentes para cada persona y a veces se necesita probar varias combinaciones de tratamientos para ver qué funciona.

5° Mito: Los síntomas del TEPT desaparecen cuando la persona se cura del trauma

Los síntomas del TEPT pueden ir y venir y variar en intensidad con el tiempo. El estrés puede exacerbar los síntomas de una persona con TEPT.

Cosas que le recuerden al trauma, incluso luego de pasados muchos años puede hacer que resurjan síntomas que llevan dormidos mucho tiempo.

Re-experimentar el trauma es común en personas con TEPT. Pueden experimentar las mismas emociones o incluso sensaciones físicas que los acompañaron el el trauma. No es posible para ellos controlar la re-experimentación del trauma.

6° Mito: Las personas empiezan a sufrir síntomas de TEP justo después del trauma

Los síntomas suelen aparecer en los primeros meses luego de un evento traumático, pero a veces pueden hacerlo años después.

Muchas personas con TEPT vuelven a experimentar el trauma a través de pesadillas, flashbacks o pensamientos de miedo o enojo. Pueden hacer un esfuerzo por evitar cualquier cosa que dispare esos sentimientos recurrentes de trauma, sentirse alienadas o perder interés en cosas que antes si les interesaban, volverse más agresivos, autodestructivos o hipervigilantes. Se diagnostica TEPT cuando múltiples síntomas han durado por más de un mes.

7° Mito:  Todos tienen alguna clase de TEPT

Ciertamente la mayoría de las personas pasará por alguna clase de trauma en sus vidas. Cerca del 60% de los hombres y el 50% de las mujeres experimentará al menos un trauma en sus vidas. Pero un porcentaje más pequeño es el que realmente desarrolla TEPT (10% de las mujeres y 4% de los hombres).

Las personas que experimentan un trauma pero no desarrollan un TEPT, pueden desarrollar sin embargo un síntoma de esta condición. Pero la APA tiene una idea estricta sobre lo que califica como TEPT. Para ser diagnosticado con dicho trastorno, un individuo debe manifestar una combinación de los síntomas que deben durar por más de un mes. Así que, aunque es común experimentar un trauma es relativamente raro desarrollar un TEPT.

8° Mito:TEPT solo afecta a los veteranos de guerra

El TEPT es una condición que afecta a las personas que han pasado por traumas significativos. Los humanos han sido perseguidos por los traumas por mucho tiempo, pero el Trastorno por Estrés Postraumático no se oficializó como diagnóstico hasta el año 1980. Los soldados que combatieron en la Guerra Civil en Estados Unidos, en quienes era común observar lo que hoy conocemos como ansiedad y ataques de pánico (síntomas de TEPT) eran diagnosticados con “corazones irritables”. Las tropas en la Primer Guerra Mundial tenían “neurosis de guerra” o “fatiga de combate”. No fue hasta que los soldados volvían de Vietnam exhibiendo síntomas de la condición en masa, que se agregó al TEPT en el DSM.

La percepción del trastorno siempre ha sido centrada en soldados, pero cualquier persona puede desarrollar un TEPT. Ya sea por haber vivido un combate, abuso infantil, violaciones o un accidente de auto. Sin embargo, la mayoría de las persona que experimentan alguna clase de estrés significativo no desarrollan TEPT. Las mujeres tienen más del doble de probabilidades de desarrollar TEP que los hombres; el 10% de las mujeres y el 4% de los hombres lo tienen en algún punto de sus vidas

9° Mito: No es una herida, así que no requiere atención médica

El trauma puede causar daños físicos, pero no siempre lo hace. No es necesario que estés físicamente lastimado o herido para desarrollar un TEPT.

Incluso aunque no haya una herida física, el TEPT es signo de una lesión que generalmente requiere atención profesional. Algunos síntomas pueden ser agudos y desaparecer rápidamente sin ayuda de un profesional. Pero muchas personas con TEPT encuentran que su vida ha sido desbaratada por los síntoma y requieren ayuda de profesionales de la salud. Para superar el trastorno y recuperar el control sobre sus vidas, estos individuos generalmente necesitan tiempo, apoyo y tratamiento dirigido.

Fuente: Vox

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