Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS
Psyciencia
  • SECCIONES
  • PSYCIENCIA PRO
    • ÚNETE A LA MEMBRESÍA
    • INICIA SESIÓN
    • CONTENIDO PARA MIEMBROS
    • RECURSOS PARA MIEMBROS
    • TIPS PARA TERAPEUTAS
    • PODCAST
    • WEBINARS
  • NORMAS APA
  • SPONSORS
  • NOSOTROS

Publicaciones por autor

Maria Fernanda Alonso

909 Publicaciones
Soy miembro fundador y editora de contenido en Psyciencia.
  • Salud Mental y Tratamientos

¿Cómo reducir el estrés de la crianza durante la pandemia de COVID-19? Estrategias de la psicología clínica

  • 27/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Cuando se trata de la crianza, pasar de ser la maestra Miel a la directora Tronchatoro parece casi inevitable en algunas circunstancias. El aislamiento social y el confinamiento instaurados para afrontar la pandemia del COVID-19 llevan a un inevitable cambio en la crianza, cuya dificultad también puede aumentar de manera exponencial.

Sin embargo, la evidencia emergente sugiere que un poco de estrés, en particular en el contexto de una relación de apoyo entre madres/padres e hijos, en realidad puede ser beneficioso porque crea resiliencia al enfrentar desafíos futuros (Feder et al., 2019).

Leslie E. Roos (profesora asistente en el departamento de Psicología, de la Universidad de Manitoba) y Jessica Flannery (candidata doctoral en Psicología Clínica, de la Universidad de Oregon) investigan y analizan cómo las relaciones entre madres/padres e hijos pueden promover un desarrollo saludable, particularmente en el contexto del estrés.

En base a su investigación, ofrecen algunas estrategias para hacer que esta nueva realidad sea más agradable.

Observá lo que está yendo bien

Es fácil prestar atención a todas las cosas que salen mal, sobre todo cuando nuestras vidas se desarrollan en un lugar cerrado. Esto puede hacer que los niños sean más resistentes a ayudar. Elogiarlos y hacerles saber que su esfuerzo es apreciado tendrá frutos a largo plazo pues promueve un comportamiento más positivo y enriquecer sus relaciones (Henderlong & Lepper, 2002).

Tenés permiso para alabar cualquier cosa que quieras ver más: «gracias por decir por favor cuando pediste tu (tercer) refrigerio» o «¡hacés un buen trabajo sentándote tan tranquilo!»

Planificá (un poco)

Los niños se benefician de poder predecir cosas pequeñas y tener algo de control. Si te gusta hacer un horario diario, genial, pero podría funcionar igual de bien conversar sobre las opciones para las próximas actividades un par de veces al día.

Si necesita realizar una tarea (como las escolares o de limpieza) intentá intercalarla entre las actividades elegidas por el niños. La investigación sugiere que las elecciones de los niños pueden aumentar el comportamiento pro-social (Chernyak & Kushnir, 2013). Buscá patrones y utilizalos a tu favor estableciendo incentivos adicionales para evitar problemas.

Baja a su nivel

Participar múltiples momentos de juego de alta calidad durante el día puede ayudar a los niños a controlar sus emociones y comportamiento, desarrollar habilidades cognitivas y apoyar los lazos entre padres e hijos (Ginsburg et al., 2007).

Es más fácil participar cuando estás sentado en el suelo y podés prestar toda tu atención al juego. Si tenés dificultades para no distraerse, intentá ser exagerado con voces tontas, saltos o ensuciate. El juego imaginativo también puede ser un muy buen escape para los adultos.

Da buenas direcciones

Pedirle al niño que haga algo, y ver los resultados sin tener que volver a pedir es maravilloso. Aumentá la probabilidad de que esto pase dando buenas instrucciones: acercate a tus hijos y, primero, hacé contacto visual. Pediles que hagan una tarea específica de tiempo limitado, con no más de dos o tres pasos, dependiendo de la capacidad del niño. «Necesito que guardes este juego y luego vengas a cenar.» Espere allí y cuente hasta 20 para asegurarse de recibir una respuesta. Si no, probá con «Enzo, ¿me das permiso de levantar el juego? Es la hora de cenar.»

Asegurate de que la demanda sea realista dado su estado de ánimo y energía. El uso de una declaración «cuándo-entonces» puede ser una forma poderosa de mantener el control. «Enzo, cuando levantes el juego, podrás elegir un helado para el postre». Si eso suena demasiado a un soborno azucarado, ofrecé una película o juego familiar.

Da un paso atrás

Prestá atención a cómo se siente tu cuerpo o cómo suenan tus pensamientos justo antes de reaccionar. Si podés alejarte de una situación en aumento, es probable que tengas un día más agradable.

Identificá lo que podrías hacer para tomar un descanso: de ser posible, delegá la crianza de los hijos a una pareja, lavate la cara con agua fría o respirá aire fresco. Incluso cinco respiraciones profundas y recordarte tu amor por tu hijo pueden brindarte el espacio que necesitás para abordar la situación con una mente (más) clara (Miller et al., 2015).

Elegí no reaccionar (cuando puedas)

A veces, la ignorancia planificada (Pearl, 2009) de un comportamiento desafiante menor es la forma más efectiva de pasar el día. Otra opción es describir lo que está viendo y ofrecer algunas opciones. Aquí te mostramos cómo incorporar esta valiosa herramienta de la DBT: usar lenguaje descriptivo para enseñar a los niños a regular sus emociones.

«Wow, tienes mucha energía y acabas de patear la puerta … ¿Puedes mostrarme tus 20 mejores movimientos de gallina?» Decir lo inesperado puede llevar a los niños al cumplimiento juguetón.

Si el agotamiento hace que esto sea difícil, pruebe con un adagio aprobado por los abuelos: «Agregue agua o aire fresco.» Esto puede incluir cubitos de hielo, baños, agua coloreada, una caminata breve alrededor de la casa (respetando los radios permitidos por la autoridad de tu lugar de residencia) o incluso observar pájaros o caca de perro desde una ventana abierta.

Reiniciate y avanzá (cuando no puedas)

Explosiones desagradables o palabras duras pueden sucederle a todos. A veces es útil que los padres ofrezcan una breve disculpa y se muevan suavemente hacia nuevas actividades.

Es igualmente importante no forzar una disculpa de su hijo, que puede tener la consecuencia involuntaria de empeorar las cosas. Cuando estés en modo de «reinicio», intentá recordar los puntos anteriores: bajar a su nivel, ser juguetón o notar pequeños aspectos positivos hará que sea más fácil continuar con su día.

Se generoso con el cariño

En todas las especies, la comodidad física es una forma poderosa de manejar eventos estresantes. Si bien su gran cantidad de tiempo en familia podría no hacer que los abrazos adicionales o tomarse las manos sean automáticamente atractivos, eso es a menudo exactamente lo que los niños necesitan para manejar las grandes emociones que están hirviendo bajo la superficie.

Con esta lista de estrategias, las autoras esperan brindar a madres y padres cierta seguridad de que pueden ofrecer a sus hijos exactamente lo que necesitan para sentirse amados, seguros y apoyados. Podés participar del estudio Parenting During The Pandemic haciendo clic en el link.

Referencias bibliográficas:

Chernyak, N., & Kushnir, T. (2013). Giving preschoolers choice increases sharing behavior. Psychological Science, 24(10), 1971-1979. https://doi.org/10.1177/0956797613482335

Feder, A., Fred-Torres, S., Southwick, S. M., & Charney, D. S. (2019). The Biology of Human Resilience: Opportunities for Enhancing Resilience Across the Life Span. Biological Psychiatry, 86(6), 443-453. https://doi.org/10.1016/j.biopsych.2019.07.012

Ginsburg, K. R., American Academy of Pediatrics Committee on Communications, & American Academy of Pediatrics Committee on Psychosocial Aspects of Child and Family Health. (2007). The importance of play in promoting healthy child development and maintaining strong parent-child bonds. Pediatrics, 119(1), 182-191. https://doi.org/10.1542/peds.2006-2697

Henderlong, J., & Lepper, M. R. (2002). The effects of praise on children’s intrinsic motivation: A review and synthesis. En Psychological Bulletin (Vol. 128, Número 5, pp. 774-795). https://doi.org/10.1037/0033-2909.128.5.774

Miller, J. G., Kahle, S., Lopez, M., & Hastings, P. D. (2015). Compassionate love buffers stress-reactive mothers from fight-or-flight parenting. Developmental Psychology, 51(1), 36-43. https://doi.org/10.1037/a0038236

Pearl, E. S. (2009). Parent management training for reducing oppositional and aggressive behavior in preschoolers. En Aggression and Violent Behavior (Vol. 14, Número 5, pp. 295-305). https://doi.org/10.1016/j.avb.2009.03.007

Fuente: Psypost



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Alta exigencia laboral contribuye a una peor salud mental

  • 24/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Las personas en trabajos altamente exigentes que tienen poco control sobre su flujo de trabajo tienden a tener una salud mental peor y tienen un mayor riesgo de muerte en comparación con aquellos con más autonomía (Gonzalez-Mulé & Cockburn, 2020).

En 2017, este equipo de investigación examinó cómo las demandas de trabajo, o la cantidad de estresores, como las demandas de concentración, la presión del tiempo y la carga de trabajo, se relacionan con la muerte (Gonzalez-Mulé & Cockburn, 2017).

“En ese estudio, descubrimos que el control del trabajo, o la autonomía que tiene para elegir cómo hacer su trabajo, cuándo hacerlo, y cosas por el estilo, hace que las demandas de trabajo sean más propensas a causar la muerte cuando el control es bajo, y menos propensas a causar la muerte cuando el control es alto. En este estudio, buscamos replicar esos hallazgos, examinando los mecanismos específicos (es decir, cambios en la salud física y mental) y si algunas personas son más susceptibles a los efectos nocivos de las demandas laborales que otras,” explicó el autor del estudio Erik Gonzalez- Mulé, profesor asistente en la Kelley School of Business de la Universidad de Indiana.

Para su nuevo estudio, los investigadores analizaron datos de 3148 individuos que participaron en la Encuesta Midlife en los Estados Unidos, un estudio longitudinal representativo a nivel nacional que examina el papel de los factores conductuales, psicológicos y sociales en la salud física y mental. De su muestra, 211 de los participantes murieron en el transcurso del estudio de 20 años.

Las altas demandas laborales estaban relacionadas con una peor salud mental, que a su vez estaba relacionada con una mayor probabilidad de muerte, cuando los participantes tenían relativamente poco control sobre su trabajo (como la capacidad de tomar decisiones en el trabajo, decidir en qué trabajar y decidir cómo completar el trabajo propio). Las altas demandas laborales también se relacionaron con la probabilidad de muerte por mala salud mental entre aquellos que obtuvieron puntajes bajos en una prueba de capacidad cognitiva.

«Es más probable que los estresores en el trabajo causen disminuciones en la salud mental y, en última instancia, la muerte por trabajos en los que los trabajadores tienen poca autonomía, o en personas con menor capacidad cognitiva. La capacidad cognitiva, también conocida como inteligencia, afecta la capacidad de las personas para resolver problemas y aprender. Las personas que son más inteligentes pueden adaptarse mejor a las demandas del trabajo y sufren menos daños que las que no son tan inteligentes. De esta manera, la alta capacidad cognitiva puede actuar como un sustituto cuando el control del trabajo es bajo,» dijo González-Mulé.

Las altas demandas laborales se asociaron con una mejor salud física y una menor probabilidad de muerte cuando los trabajadores tenían más autonomía, pero no se asociaron con la salud física cuando los trabajadores tenían poca autonomía. «Los resultados para la salud física fueron más variados y poco concluyentes,» dijo González-Mulé.

Los resultados indican que permitir a los empleados establecer sus propios objetivos o decidir cómo hacer su trabajo podría mejorar su salud mental.

“Alentamos especialmente a los empleadores a considerar la cantidad de control del trabajo, así como la capacidad cognitiva de sus empleados, al diseñar el trabajo de una manera que maximice la eficiencia y la productividad sin dañar el bienestar de los empleados,» dijo González-Mulé.

Para comprender mejor la relación entre los estresores laborales y la salud, la investigación futura podría diferenciar entre los desafíos laborales que evocan sentimientos de satisfacción y los obstáculos relacionados con el trabajo que causan frustración, sugieren.

«La literatura ha demostrado cada vez más que los desafíos en el trabajo, como enfrentar una fecha límite ajustada, son estresores «buenos» y en realidad pueden ser motivadores y energizantes, mientras que los obstáculos, como la burocracia y las molestias, son estresores «malos» y provocan agotamiento. Es necesario investigar más a fondo si los efectos de estos factores estresantes en la salud y la probabilidad de muerte están limitados de manera similar por el control del trabajo y la capacidad cognitiva,» explicó González-Mulé.

Referencia bibliográfica:

Gonzalez-Mulé, E., & Cockburn, B. (2017). Worked to Death: The Relationships of Job Demands and Job Control with Mortality. En Personnel Psychology (Vol. 70, Número 1, pp. 73-112). https://doi.org/10.1111/peps.12206

Gonzalez-Mulé, E., & Cockburn, B. S. (2020). This job is (literally) killing me: A moderated-mediated model linking work characteristics to mortality. En Journal of Applied Psychology. https://doi.org/10.1037/apl0000501

Fuente: Psypost



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Aptitud física incrementa concentración en adolescentes

  • 24/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso
concentración

Sabemos que la actividad física trae beneficios para la salud mental. Es por ello que la Organización Mundial de la Salud, los médicos, e incluso los psicólogos recomiendan que sea realizada de manera habitual, aunque sea leve: “hacer algo de actividad física es mejor que no hacer nada.” Claro que, en este campo, plantearse nuevos objetivos y buscar mejorar la condición física dentro de las posibilidades individuales puede tener un gran impacto. 

Un equipo de investigadores se enfocó en la influencia de un mayor grado de entrenamiento en adolescentes, y encontró que niveles más altos de aptitud física desarrollaron mejor la atención selectiva y las habilidades de concentración en este grupo (Reigal et al., 2020).

La actividad física beneficia el funcionamiento cognitivo al aumentar el flujo de oxígeno al cerebro. Este efecto se puede observar después del ejercicio y en personas que hacen ejercicio regularmente. Al mismo tiempo, la aptitud física sirve como un signo de actividad física regular y es razonable suponer que debería estar asociada con una mayor capacidad cognitiva. En el presente estudio, los investigadores probaron si la aptitud física está asociada con la atención selectiva y las funciones de concentración en los adolescentes.

El estudio incluyó a 210 adolescentes (entre 11 y 15 años) de España. Todos los participantes completaron una evaluación psicológica de  atención selectiva y habilidades de concentración. El nivel de aptitud física se midió con una prueba de carrera de lanzadera y una prueba de salto horizontal.

El estudio encontró que la aptitud física de los participantes estaba fuertemente correlacionada con su atención selectiva y sus capacidades de concentración. Este efecto probablemente se deba a los beneficios de la actividad física regular necesaria para desarrollar la aptitud para el funcionamiento del cerebro. Específicamente, investigaciones previas documentaron que el nivel de aptitud física estaba relacionado con el volumen de materia gris en algunas regiones del cerebro.

Además, los investigadores examinaron las diferencias de género en la asociación entre el estado físico y las capacidades cognitivas medidas. Si bien la relación se encontró tanto en niñas como en niños, los investigadores señalan que el estado físico es un predictor más fuerte de atención selectiva y capacidad de concentración en niños que en niñas. Los análisis dentro del género indican que los niños y niñas en forma obtuvieron una puntuación más alta en la atención selectiva y la prueba de concentración en comparación con los niños y niñas con menor condición física, respectivamente.

Según los hallazgos documentados, los investigadores recomiendan desarrollar la aptitud física en los adolescentes como una forma de mejorar sus habilidades cognitivas, así como la adaptación social y las habilidades intelectuales.

Referencia bibliográfica

Reigal, R. E., Moral-Campillo, L., de Mier, R. J.-R., Morillo-Baro, J. P., Morales-Sánchez, V., Pastrana, J. L., & Hernández-Mendo, A. (2020). Physical Fitness Level Is Related to Attention and Concentration in Adolescents. Frontiers in Psychology, 11, 110. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2020.00110

Fuente: Psypost



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Análisis

El desafío de pasar las 24 horas del día con la pareja durante la cuarentena

  • 24/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Las medidas preventivas y orientadas a aplanar el crecimiento exponencial del esparcimiento del coronavirus COVID-19 incluyen, en muchos lugares del mundo, distanciamiento social y la orden de quedarse en casa. Esto puede ser un desafío para las parejas jóvenes que pueden encontrarse pasando más tiempo juntos que nunca antes.

¿Puede esta situación afectar el funcionamiento biológico y la salud de estas personas?

Investigaciones anteriores muestran que las personas que tienen amistades y relaciones románticas de mayor calidad durante su adolescencia y los 20 años generalmente tienen un menor riesgo de dolencias y enfermedades durante la edad adulta, mientras que las personas con relaciones tempranas caracterizadas por conflictos o violencia experimentan un mayor riesgo de resultados negativos para la salud (Allen et al., 2015), (Collins et al., 2009), (Exner-Cortens et al., 2013).

¿Pueden los asuntos del corazón afectar tu corazón?

Las interacciones cotidianas, aparentemente mundanas, de los jóvenes con sus parejas podrían tener efectos en su funcionamiento fisiológico. Estas conexiones directas entre el funcionamiento social y la fisiología podrían acumularse con el tiempo de manera que finalmente afecten la salud a largo plazo (Slatcher & Selcuk, 2017).

Un estudio examinó si las experiencias románticas cotidianas de las parejas jóvenes se relacionan con su fisiología (Schacter et al., 2020). Específicamente investigaron si los sentimientos de las parejas hacia el otro durante el día predijeron cambios en su ritmo cardíaco mientras dormían. Se centraron en la frecuencia cardíaca durante la noche porque otra investigación muestra que tener una frecuencia cardíaca elevada crónicamente puede obstaculizar los efectos restauradores esenciales del sueño y también aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular posterior, la principal causa de muerte para hombres y mujeres en los Estados Unidos (de Zambotti et al., 2011), (Palatini, 2011), (CDC, 2019).

Schacter y sus colegas contaron con los participantes de un estudio más amplio y en curso (Timmons et al., 2017) de su laboratorio de la Universidad del Sur de California para capturar un «día en la vida» de las parejas jóvenes. Las parejas, la mayoría de las cuales tenían poco más de 20 años y habían estado saliendo durante 1-2 años, fueron reclutadas del área de Los Ángeles.

Se les pidió que eligieran un día que planeaban pasar la mayor parte del tiempo juntos. Ese día, las parejas llegaron al laboratorio, juntas, a primera hora de la mañana. Estaban equipadas con un monitor cardíaco inalámbrico con correa para el pecho y se les prestó un teléfono móvil que enviaba encuestas a cada hora hasta que se acostaban. Cuando los participantes salieron del laboratorio, se les dijo que siguieran su día como lo harían normalmente.

El estudio se centró en 63 parejas heterosexuales que tenían datos válidos de frecuencia cardíaca de 24 horas (algunos participantes se quitaron los monitores cuando dormían o los volvieron a colocar incorrectamente después de la ducha).

Cada hora durante el día, los participantes calificaron dos cosas: cuán molestos e irritados se sentían con su pareja, y cuán cercanos y conectados se sentían con su pareja. Los participantes también informaron sobre sus comportamientos por hora para aportar cualquier dato extra que pudiera afectar su frecuencia cardíaca durante la noche, como si bebían alcohol, hacían ejercicio o tomaban medicamentos. Durante 24 horas, el monitor de frecuencia cardíaca realizó un seguimiento de los latidos cardíacos de las parejas por minuto, un indicador de actividad fisiológica.

De los sentimientos a la fisiología

Incluso después de tener en cuenta la frecuencia cardíaca diurna, los niveles de estrés, el uso de drogas o alcohol y la actividad física de ambas parejas, la frecuencia cardíaca nocturna de los hombres cambió dependiendo de cómo se sintieran las mujeres hacia su pareja a lo largo del día.

Cuando las mujeres se sentían más cercanas y más conectadas con sus parejas durante el día, los hombres tenían frecuencias cardíacas más bajas durante la noche. Cuando las mujeres se sentían más molestas e irritadas con sus parejas durante el día, los hombres tenían frecuencias cardíacas más altas durante la noche. En promedio, la frecuencia cardíaca nocturna de los hombres fue de aproximadamente 2 a 4 latidos por minuto más lenta en las parejas donde las mujeres expresaron más cercanía. Por otro lado, la frecuencia cardíaca de los hombres era de aproximadamente 1,5 a 3 latidos por minuto más rápido si las mujeres expresaban una mayor molestia.

Curiosamente, si las mujeres se sentían cercanas a sus parejas durante todo el día el estar molestas con ellos no predecía aumentos en la frecuencia cardíaca de los hombres. En otras palabras, los efectos negativos de la molestia se diluyen si también hay cierta cercanía en la mezcla.

Por otro lado, no hubo efectos de la molestia o cercanía de los hombres sobre el ritmo cardíaco nocturno de las mujeres pero las respuestas cardiovasculares de los hombres parecían ser especialmente sensibles a los sentimientos diurnos respecto de la relación que tenían las mujeres. Otra investigación ha encontrado diferencias de género similares (Meyer et al., 2019). Una posibilidad es que las mujeres sean más propensas a expresar sus sentimientos de cercanía o molestia, mientras que los hombres pueden sentirse menos cómodos participando en dicha comunicación (Giordano et al., 2006).

Por supuesto, cada relación tiene sus altibajos naturales, y este estudio solo captura un instante de la vida de las parejas jóvenes. Sin embargo, los hallazgos sugieren que la forma en que las parejas románticas se sienten una con la otra, incluso dentro de un solo día, puede tener efectos agudos en su funcionamiento biológico durante el sueño.

Estas experiencias cotidianas, aparentemente triviales, podrían acumularse con el tiempo y ayudar a explicar por qué las relaciones terminan afectando la salud de las personas, para bien o para mal.

Referencias bibliográficas:

Allen, J. P., Uchino, B. N., & Hafen, C. A. (2015). Running With the Pack: Teen Peer-Relationship Qualities as Predictors of Adult Physical Health. Psychological Science, 26(10), 1574-1583. https://doi.org/10.1177/0956797615594118

CDC. (2019, diciembre 10). Heart Disease Facts | cdc.gov. Centers for Disease Control and Prevention. https://www.cdc.gov/heartdisease/facts.htm

Collins, W. A., Andrew Collins, W., Welsh, D. P., & Furman, W. (2009). Adolescent Romantic Relationships. En Annual Review of Psychology (Vol. 60, Número 1, pp. 631-652). https://doi.org/10.1146/annurev.psych.60.110707.163459

de Zambotti, M., Covassin, N., De Min Tona, G., Sarlo, M., & Stegagno, L. (2011). Sleep onset and cardiovascular activity in primary insomnia. Journal of Sleep Research, 20(2), 318-325. https://doi.org/10.1111/j.1365-2869.2010.00871.x

Exner-Cortens, D., Eckenrode, J., & Rothman, E. (2013). Longitudinal associations between teen dating violence victimization and adverse health outcomes. Pediatrics, 131(1), 71-78. https://doi.org/10.1542/peds.2012-1029

Giordano, P. C., Longmore, M. A., & Manning, W. D. (2006). Gender and the Meanings of Adolescent Romantic Relationships: A Focus on Boys. En American Sociological Review (Vol. 71, Número 2, pp. 260-287). https://doi.org/10.1177/000312240607100205

Meyer, D., Salas, J., Barkley, S., & Buchanan, T. W. (2019). In sickness and in health: partner’s physical and mental health predicts cortisol levels in couples. En Stress (Vol. 22, Número 3, pp. 295-302). https://doi.org/10.1080/10253890.2018.1561843

Palatini, P. (2011). Role of Elevated Heart Rate in the Development of Cardiovascular Disease in Hypertension. En Hypertension (Vol. 58, Número 5, pp. 745-750). https://doi.org/10.1161/hypertensionaha.111.173104

Schacter, H. L., Pettit, C., Kim, Y., Sichko, S., Timmons, A. C., Chaspari, T., Han, S. C., & Margolin, G. (2020). A Matter of the Heart: Daytime Relationship Functioning and Overnight Heart Rate in Young Dating Couples. Annals of Behavioral Medicine: A Publication of the Society of Behavioral Medicine. https://doi.org/10.1093/abm/kaaa019

Slatcher, R. B., & Selcuk, E. (2017). A Social Psychological Perspective on the Links between Close Relationships and Health. Current Directions in Psychological Science, 26(1), 16-21. https://doi.org/10.1177/0963721416667444

Timmons, A. C., Baucom, B. R., Han, S. C., Perrone, L., Chaspari, T., Narayanan, S. S., & Margolin, G. (2017). New Frontiers in Ambulatory Assessment. En Social Psychological and Personality Science (Vol. 8, Número 5, pp. 552-563). https://doi.org/10.1177/1948550617709115

Fuente:Psypost



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El efecto sedante de las relaciones sexuales podría ser más fuerte para las mujeres que para los hombres

  • 24/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Una nueva investigación proporciona evidencia de que las relaciones sexuales tienen mayores propiedades sedantes para las mujeres que para los hombres (Gallup et al., 2020).

El estudio de 128 estudiantes universitarias mujeres y 98 estudiantes masculinos encontró que las mujeres reportaron una mayor probabilidad de quedarse dormidos después del coito heterosexual pene-vaginal que los hombres. También fueron más propensas a informar quedarse dormidas antes que su pareja en comparación con los hombres. Ser inseminada también se asoció positivamente a quedarse dormido después del orgasmo.

Gordon G. Gallup, Jr., profesor de la Universidad Estatal de Nueva York en Albany, y autor del estudio da la siguiente explicación: “acostarse con alguien” es la designación común para un “mecanismo adaptativo evolucionado que funciona para promover la retención de esperma en humanos, que como especie es única en haber desarrollado una postura erguida y bipedalismo. Esto lleva el tracto reproductivo de la mujer a una orientación perpendicular con respecto a la gravedad, que puede no ser adecuada para la retención de esperma.»

“Tener relaciones sexuales mientras se está acostado con el hombre en la parte superior devuelve el aparato reproductor femenino a una orientación más primate, paralela con la gravedad, y las mujeres que permanecen en una posición de ranura después del sexo, por lo tanto, tienen una mayor probabilidad de quedar embarazadas. De acuerdo con este análisis, descubrimos que las mujeres eran involuntariamente más propensas a quedarse dormidas después del sexo que los hombres.»

Los hallazgos son contrarios a un estudio previo sobre el tema, que no encontró diferencias en la calidad del sueño percibido o la latencia entre hombres y mujeres cuando el sexo con una pareja implicaba un orgasmo (Lastella et al., 2019). Otro estudio encontró que los hombres y las mujeres se quedaron dormidos aproximadamente al mismo tiempo después del sexo, pero las mujeres tenían más probabilidades de quedarse dormidas primero cuando no había tenido lugar el sexo (Kruger & Hughes, 2011).

Sin embargo, mientras que la investigación previa examinó la actividad sexual en general, el estudio actual se centró específicamente en el coito pene-vaginal que ocurrió en la noche. “Debido a las demandas del trabajo, la escuela y una variedad de otras actividades durante el día, es menos probable que las personas sucumban a la tentación de quedarse dormidos después del sexo durante el día y al no distinguir entre los efectos del sexo durante el día  y los efectos en la noche, otros estudios pueden haber ocultado sin darse cuenta la existencia de diferencias sexuales sutiles pero importantes,” explicaron Gallup y sus colegas en el estudio.

Referencia bibliográfica:

Gallup, G. G., Platek, S. M., Ampel, B. C., & Towne, J. P. (2020). Sex differences in the sedative properties of heterosexual intercourse. En Evolutionary Behavioral Sciences. https://doi.org/10.1037/ebs0000196

Kruger, D. J., & Hughes, S. M. (2011). Tendencies to fall asleep first after sex are associated with greater partner desires for bonding and affection. En Journal of Social, Evolutionary, and Cultural Psychology (Vol. 5, Número 4, pp. 239-247). https://doi.org/10.1037/h0099259

Lastella, M., O’Mullan, C., Paterson, J. L., & Reynolds, A. C. (2019). Sex and Sleep: Perceptions of Sex as a Sleep Promoting Behavior in the General Adult Population. Frontiers in Public Health, 7, 33. https://doi.org/10.3389/fpubh.2019.00033

Fuente:Psypost



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Relación entre el comportamiento sexual y el rendimiento académico en adolescentes?

  • 23/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Según los hallazgos de un estudio reciente, el impacto negativo de la primera relación sexual en el rendimiento educativo es posible y se refiere principalmente a las mujeres más jóvenes, especialmente a las pertenecientes a minorías (Whitworth & Paik, 2019). Priorizar las relaciones sociales y románticas por sobre los estudios, sumado a la distracción de los objetivos educativos, así como los problemas resultantes de los estados emocionales después de la primera relación sexual podrían ser mecanismos que fundamentan este vínculo.

Para este estudio, los investigadores de la Universidad de Massachusetts utilizaron datos de 1.321 alumnos de octavo y noveno grado nacidos entre 1980 y 1984. Se recopiló información durante cuatro años y se utilizó para examinar la relación entre la primera relación sexual y el promedio de calificaciones. Los investigadores tomaron en consideración no solo el logro académico y la primera relación sexual, sino también la edad, el género, el origen étnico y el contexto de relación en el que tuvo lugar el primer encuentro sexual.

Aunque no se encontró una relación general entre la primera relación sexual de los estudiantes y el promedio de calificaciones, los resultados fueron diferentes cuando se observaron a las minorías adolescentes más jóvenes. Esto confirmó una investigación previa que enfatiza el efecto negativo entre las mujeres negras más jóvenes y latinos de ambos sexos. Curiosamente, para las mujeres negras, el efecto negativo de las relaciones sexuales con el promedio de calificaciones se encontró solo en el contexto de las relaciones románticas, con un puntaje de promedio de calificaciones previsto de aproximadamente 250, entre un C + y un B- (entre suficiente y bueno). Entre las personas que no habían experimentado el debut sexual, el puntaje fue significativamente más alto, por encima de 280, entre B- y B (bueno y muy bueno). Se encontraron resultados similares para latinos de ambos sexos de 14 años; el promedio de calificaciones para aquellos que tuvieron la primera relación sexual fue aproximadamente inferior B-, mientras que aquellos que no habían tenido relaciones sexuales puntuaron más cerca de B.

Los autores sostienen que este efecto se debe a una combinación de racismo y sexismo.

«Uno de nuestros hallazgos clave fue la asociación negativa entre el primer encuentro sexual y el promedio de calificaciones para las mujeres negras y los latinos de ambos sexos, pero no para los hombres negros o los blancos de ambos sexos.»

«Las mujeres jóvenes de minorías a menudo enfrentan una combinación de racismo y sexismo que parece restringir su sexualidad en mayor grado que el sexismo solo limita la sexualidad de las mujeres blancas.»

Dentro de las limitaciones del estudio, los autores señalan: información limitada sobre las experiencias sexuales y una muestra algo desactualizada, considerando que las actitudes de las nuevas generaciones hacia los adolescentes que tienen relaciones sexuales se han vuelto un poco más abiertas con las mejoras en el uso de anticonceptivos. Finalmente, los tamaños de muestra para los grupos minoritarios fueron relativamente pequeños y deben ser vistos con precaución y replicados utilizando datos adicionales, concluyeron.

Referencia bibliográfica:

Whitworth, T. R., & Paik, A. (2019). Sex and Education: Does Sexual Debut During Adolescence Lead to Poor Grades? Perspectives on Sexual and Reproductive Health, 51(2), 81-89. https://doi.org/10.1363/psrh.12101

Fuente: Psypost



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Tomamos decisiones guiados por «el instinto» o la evidencia?

  • 23/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Aún sabiendo qué opción tiene mejor oportunidad de éxito, podemos elegir otra. ¿Por qué? Porque podemos basar nuestras decisiones en “presentimientos,” hábitos o lo que nos funcionó en el pasado, en lugar de hacerlo en lo que hemos aprendido que funcionará con mayor frecuencia, sugiere un estudio reciente (Konovalov & Krajbich, 2020).

Estos hallazgos van en contra de la creencia de que las personas hacen la elección menos óptima porque simplemente no saben nada mejor.

«En nuestro estudio, las personas sabían lo que funcionaba con más frecuencia. Simplemente no usaban ese conocimiento», dijo Ian Krajbich, coautor del estudio y profesor asociado de psicología y economía en la Universidad Estatal de Ohio.

Supongamos que la Avenida principal es el camino más rápido de su casa al trabajo. Sin embargo, en el día de ayer hubo un evento que iba a ralentizar el tráfico por esa calle, motivo que lo llevó a tomar un camino alternativo, y este camino le llevó a casa unos minutos más rápido de lo normal.

Hoy, ¿tomarás la Avenida principal, que sabés que suele ser la mejor ruta, o el camino alternativo porque funcionó muy bien ayer?

Los resultados de este estudio sugieren que muchas veces tomaremos la ruta que funcionó ayer e ignoraremos la evidencia de lo que normalmente funciona mejor.

«Existe esta tensión entre hacer lo que debe hacer, al menos desde una perspectiva estadística, versus hacer lo que funcionó bien recientemente,» dijo Krajbich.

En el estudio, los participantes jugaron un simple juego de computadora en el que notar y explotar patrones podría hacerles ganar más dinero. Los investigadores rastrearon los movimientos del mouse de su computadora para averiguar si detectaban esos patrones.

Por ejemplo, los participantes elegirían uno de dos símbolos en la mitad superior de la pantalla: uno en la parte superior izquierda y otro en la parte superior derecha. Luego, moverían el cursor a la mitad inferior de la pantalla y aparecería un símbolo en la parte inferior derecha o inferior izquierda. Hacían clic en eso para ver su recompensa.

Los participantes repitieron este juego docenas de veces. Los investigadores pudieron determinar si los participantes aprendieron el patrón entre lo que eligieron en la parte superior y lo que obtuvieron en la parte inferior (por ejemplo, elegir el símbolo superior izquierdo generalmente condujo al símbolo inferior derecho con la mayor recompensa) observando los movimientos del mouse .

«Descubrimos que casi todos, 56 de los 57 participantes, aprendieron el patrón. Eso no fue un problema para nuestros participantes.»

Pero los investigadores diseñaron parte del estudio para que el patrón que generalmente conducía a la mayor recompensa no funcionara entre el 10 y el 40 por ciento de las veces.

Entonces la pregunta era: después de una de las pruebas en las que el patrón que generalmente conducía a la mayor recompensa no funcionaba, ¿qué harían los participantes? ¿Se apegarían al patrón o elegirían otra cosa?

Los resultados mostraron que los participantes siguieron el plan que les dio la mejor oportunidad de éxito (el que seguía el patrón que funcionó al menos 6 de cada 10 veces) solo alrededor del 20% del tiempo.

En otras partes del estudio, el patrón que produjo la mayor recompensa siempre funcionó de la misma manera. Aquí, donde el patrón era consistente, los participantes lo seguían aproximadamente el doble de veces que en los otros casos: aproximadamente el 40% del tiempo.

¿Por qué las personas no siguen la mejor estrategia con más frecuencia? Si bien la respuesta a eso está más allá del alcance de este estudio, Krajbich dijo que probablemente se necesita mucha energía mental y planificación para tomar siempre decisiones basadas en su conocimiento del medio ambiente.

Y las recompensas de seguir la mejor estrategia no siempre son obvias, especialmente si seguir esa estrategia aumenta su éxito en solo un pequeño porcentaje, dijo. Esta tensión entre el uso de una estrategia basada en estadísticas versus ir con el «instinto» surge mucho en los deportes. La decisión que tiene la mejor oportunidad de tener éxito estadísticamente a menudo es solo un poco más exitosa que la otra opción.

«Puede ser difícil juzgar si tomaste una buena o mala decisión basada solo en el resultado. Podemos tomar una buena decisión y simplemente tener mala suerte y tener un mal resultado. O podemos tomar una mala decisión y tener suerte y obtener un buen resultado,» dijo Krajbich.

En esas situaciones, es fácil para las personas dejar de ser disciplinados y simplemente elegir cualquier decisión que les haya otorgado recompensas más recientemente.

La lección de este estudio, dijo Krajbich, es que las personas a menudo aprenden lo que funciona mejor. «Solo tienen que poner ese conocimiento en práctica,»

Referencia bibliográfica:

Konovalov, A., & Krajbich, I. (2020). Mouse tracking reveals structure knowledge in the absence of model-based choice. Nature Communications, 11(1), 1893. https://doi.org/10.1038/s41467-020-15696-w

Fuente: Science Daily



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Asociamos el poder con la masculinidad desde el jardín de infantes?

  • 22/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

El desequilibrio y las desigualdades de género no pueden esconderse. La posibilidad real de tener acceso a opciones diversas, así como la brecha salarial, son asuntos que ponen de relieve la supremacía de un género sobre otro y, de hecho las asociaciones entre el poder y la masculinidad pueden comenzar incluso con niños de sólo cuatro años, según los hallazgos de un nuevo estudio (Charafeddine et al., 2020).

Los niños, desde pequeños, internalizan las jerarquías de género: un estudio encontró que los niños califican los trabajos tradicionalmente masculinos como más valiosos (Weisgram et al., 2010). 

El equipo de Charafeddine pidió a 148 preescolares franceses que miraran una imagen con dos individuos sin género, uno adoptando una postura física dominante y otro adoptando una postura sumisa o subordinada. A los niños se les dijo que un personaje decía «¡tienes que hacer todo lo que yo digo!» y otro «¡Está bien! ¡Haré lo que quieras!.» Luego se les preguntó qué personaje tenía poder y cuál no. En la segunda parte del estudio, se les dijo a los niños que una de las figuras era en realidad un hombre y la otra una mujer, y se les pidió que identificaran cuál era cuál.

Identificar quién era la parte dominante no fue una lucha para los niños: el 87.4% de los participantes comparó correctamente la declaración dominante con la postura erguida y la postura subordinada con la declaración subordinada. Y el 75% de los niños que identificaron correctamente la parte dominante también estaban convencidos de que la figura era masculina.

Y los hallazgos también se realizaron en diferentes culturas: en un segundo estudio, los niños de Noruega, un país con una igualdad de género excepcionalmente alta, se compararon con los niños del Líbano, donde la igualdad de género es menor. Y como en la primera parte del experimento, los niños de 4 a 6 años tenían más probabilidades de asociar la postura dominante con los hombres, aunque, en particular, los niños de 3 años tenían menos probabilidades de llegar a la misma conclusión. Los investigadores sugieren que esto puede deberse a una menor conciencia de cómo las posturas pueden transmitir poder, entre los niños más pequeños.

En un segundo experimento, a 160 escolares se les mostraron los mismos materiales, pero esta vez se les pidió que se imaginaran a sí mismos como uno de los dos personajes (podían elegir cuál). En una condición, a los participantes se les dijo que el otro personaje era del mismo género que ellos; en otro, el personaje era del género opuesto.

Nuevamente, un número significativo de niños pudo identificar posiciones dominantes y subordinadas (146 de los 160 participantes identificaron correctamente cuál era cuál). Las diferencias entre las condiciones, sin embargo, fueron interesantes. Los niños y niñas en la condición de «mismo género» tendían a identificarse con el personaje dominante. Pero en la condición de «género opuesto», los niños varones se identificaron más con el personaje dominante, mientras que las niñas no tendían a identificarse con uno más que con el otro.

En un experimento final, 213 niños franceses y libaneses de 4 a 5 años escucharon una serie de intercambios entre dos títeres ocultos, uno masculino y otro femenino, y se les pidió que adivinaran qué títere ocupaba la posición poderosa y cuál el subordinado. En un escenario, el poderoso títere impone su voluntad sobre el otro; en el otro, un títere tiene más recursos que el otro.

Una vez más, la mayoría de los niños encuestados sintieron que el títere poderoso en ambos escenarios era masculino. Pero las participantes femeninas no solían hacer esta atribución, lo que sugiere que la asociación entre poder y masculinidad puede ser más débil en las niñas.

Obviamente, es difícil negar una asociación social fuerte entre masculinidad y poder, y una asociación, como sugieren estos resultados, de la que aprendemos desde una edad temprana. Pero esto no quiere decir que no estamos progresando, ni que los niños no están internalizando algunos de los mensajes que están más basados ​​en la igualdad que ahora existen en torno al género. Un estudio reciente, por ejemplo, analizó la diferencia con la que los niños dibujan figuras ahora, en comparación con 1977: los participantes del 2015 tenían muchas más probabilidades de dibujar figuras femeninas que en la década de 1970, lo que los autores del estudio consideraron que estaba relacionado con una mayor igualdad de género (Lamm et al., 2019).

El hecho de que los niños menores de cuatro años no parecieran tener los mismos prejuicios también sugiere que alentar a los niños a repensar los roles de género tradicionales desde una edad extremadamente temprana puede ser una forma útil de combatir las desigualdades.

Por supuesto, se trata de algo más que la percepción: nuestras creencias sobre el género y el poder afectan la forma en que nos relacionamos con otros y tienen un impacto material en el lugar de trabajo. Comprender cómo se desarrollan nuestras creencias sobre el poder puede no ser suficiente para eliminar las desigualdades, pero podría ser un primer paso útil.

Referencia bibliográfica:

Charafeddine, R., Zambrana, I. M., Triniol, B., Mercier, H., Clément, F., Kaufmann, L., Reboul, A., Pons, F., & Van der Henst, J.-B. (2020). How Preschoolers Associate Power with Gender in Male-Female Interactions: A Cross-Cultural Investigation. En Sex Roles. https://doi.org/10.1007/s11199-019-01116-x

Lamm, B., Gernhardt, A., & Rübeling, H. (2019). How Societal Changes Have Influenced German Children’s Gender Representations as Expressed in Human Figure Drawings in 1977 and 2015. En Sex Roles (Vol. 81, Números 1-2, pp. 118-125). https://doi.org/10.1007/s11199-018-0978-5

Weisgram, E. S., Bigler, R. S., & Liben, L. S. (2010). Gender, values, and occupational interests among children, adolescents, and adults. Child Development, 81(3), 778-796. https://doi.org/10.1111/j.1467-8624.2010.01433.x

Fuente: British Psychological Society



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Puede la inteligencia infantil ser un predictor de la velocidad con la que envejecemos?

  • 20/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

¿Qué hace que cada personas tengan una mejor o peor calidad de envejecimiento? La edad biológica y la edad cronológica no siempre coinciden. La edad epigenética es entendida como la edad fisiológica de un organismo que puede diferir de la edad cronológica. Una forma de medir el envejecimiento epigenético es con relojes epigenéticos, que al principio utilizaron principalmente la edad cronológica como referencia para calcular la edad epigenética, pero últimamente han incorporado fenotipos como perfiles de células sanguíneas y marcadores inflamatorios. Uno de los tipos más nuevos de relojes, llamado DNAm PhenoAge, tiene como objetivo capturar un biomarcador más preciso que pueda diferenciar la morbilidad y la mortalidad entre individuos de la misma edad cronológica. 

Se ha reconocido que los rasgos y circunstancias de la infancia, como la menor inteligencia o la privación infantil, pueden tener un impacto negativo en la salud y la morbilidad más adelante en la vida. Con el objetivo identificar rasgos y factores de estilo de vida asociados con diferentes trayectorias de envejecimiento, científicos plantearon la hipótesis de que estos factores también pueden afectar la edad epigenética de un individuo, lo que se vería en sus resultados de PhenoAge.

Los investigadores utilizaron The Lothian Birth Cohort 1936, que es un estudio longitudinal del envejecimiento, valioso ya que contiene información sobre la capacidad cognitiva general y las circunstancias sociales de sus participantes a la edad de 11 años. Un total de 1091 participantes del estudio original fueron reclutados a la edad media de 70 años. Fueron examinados en cuanto al estado físico y de salud, habilidades cognitivas, genética, factores de estilo de vida y aspectos psicosociales del envejecimiento. Los participantes fueron reexaminados a las edades de 73, 76 y 79.

Se realizó un estudio de asociación con los datos recopilados; se observaron las variantes genéticas de los participantes para ver si estaban asociadas con algún rasgo. Los resultados mostraron que la edad epigenética acelerada, la edad fisiológica del organismo, se relacionó con puntuaciones de coeficiente intelectual más bajas a los 11 años, así como con niveles más bajos de actividad física más adelante en la vida, pero también se encontraron correlaciones significativas entre PhenoAge epigenético acelerado y una serie de factores físicos, cognitivos y rasgos de estilo de vida. La capacidad cognitiva a los 11 años y el número de años de educación fueron rasgos que se destacaron (Stevenson et al., 2019).

«La asociación entre DNAm PhenoAgeAccel con el CI medido hace casi 60 años es un hallazgo clave y es indicativo de una asociación duradera y de por vida entre la cognición y el envejecimiento epigenético,” señalaron los autores del estudio. Esto respalda hallazgos previos que indican que la inteligencia general en la infancia se asocia con diferencias considerables en el curso de la vida en cuanto a salud y morbilidad. Una posible explicación para esta asociación podría ser una mejor alfabetización en salud y un manejo consecuente de la enfermedad, así como una mayor posición socioeconómica.

Al igual que con muchas investigaciones basadas en correlaciones, no puede determinarse si una cuestión causa la otra, o viceversa. Es posible que las diferencias individuales en la edad epigenética sea causada por diferencias de inteligencia, o que tanto la inteligencia como una puntuación de edad epigenética más favorable sean el resultado de una arquitectura genética compartida o un evento ambiental temprano. Sin embargo, los autores concluyen que «este reloj epigenético novedoso puede estar calificado en cierta medida como biomarcador del envejecimiento fisiológico.»

Referencia bibliográfica:

Stevenson, A. J., McCartney, D. L., Hillary, R. F., Redmond, P., Taylor, A. M., Zhang, Q., McRae, A. F., Spires-Jones, T. L., McIntosh, A. M., Deary, I. J., & Marioni, R. E. (2019). Childhood intelligence attenuates the association between biological ageing and health outcomes in later life. Translational Psychiatry, 9(1), 323. https://doi.org/10.1038/s41398-019-0657-5

Fuente: Psypost



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Los trabajadores de la salud experimentan un gran impacto psicológico con el brote de COVID-19

  • 19/04/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Trabajar largas horas, estar aislado de la familia y estar en contacto con personas infectadas puede causar trauma. Ante este panorama, el impacto de las crisis de salud pública en la salud mental suele pasarse por alto. Investigadores realizaron el primer informe sobre el estado psicológico de los trabajadores de salud en Wuhan, lugar donde se originó el brote de COVID-19; según el documento, quienes se encuentran en la primera línea están sufriendo una carga psicológica significativa (Kang et al. 2020).

“La cantidad de personas que sufren impactos en la salud mental después de un evento importante a menudo es mayor que la cantidad de personas con lesiones físicas, y los efectos sobre la salud mental pueden durar más,” explican los investigadores.

Puede haber formas de aliviar la carga psicológica de los trabajadores médicos. En Wuhan se pusieron en marcha planes de intervención de salud mental para estos profesionales. Se ofreció apoyo en forma de folletos de salud mental, psicoterapia y asesoramiento, pero es importante examinar si estos programas son efectivos o no.

Los investigadores realizaron un estudio para explorar el impacto psicológico de la epidemia de COVID-19 en el personal del hospital en Wuhan y examinar el impacto de los servicios de intervención psicológica para abordar esta carga.

Se distribuyó una encuesta del 29 de enero de 2020 al 4 de febrero de 2020 a médicos y enfermeras que trabajan en Wuhan, China. En total, 994 trabajadores médicos completaron el cuestionario, incluidos 183 médicos y 811 enfermeras. Para evaluar su riesgo de exposición a COVID-19, se preguntó a los trabajadores si estaban tratando o no a pacientes con el virus y si ellos o las personas cercanas a ellos habían contraído el virus.

La encuesta incluyó un test de salud mental que evaluó los síntomas de depresión, ansiedad, angustia e insomnio mediante autoinformes. A los participantes también se les preguntó sobre el tipo de servicios de salud mental a los que habían accedido y el tipo de servicios en los que estarían interesados ​​más adelante.

Según sus puntajes de salud mental, los participantes se clasificaron en cuatro grupos. Los resultados mostraron que el 34% de los trabajadores médicos mostraron alteraciones psicológicas leves, el 22% mostraron alteraciones moderadas y el 6% mostraron alteraciones graves. El 36% no alcanzó el umbral para los trastornos de salud mental.

Hubo evidencia que sugiere que el acceso a la atención psicológica puede haber desempeñado un papel protector para quienes experimentan los efectos menos graves. Aquellos con niveles de perturbación más bajos habían accedido a más materiales de salud mental como folletos y más recursos psicológicos proporcionados a través de los medios digitales que aquellos que experimentaron el mayor daño psicológico. También tenían menos probabilidades de informar un deseo de obtener habilidades de autoayuda o asesoramiento de profesionales. Sin embargo, los investigadores señalan que dado que el estudio fue transversal, la causa y el efecto no se pueden determinar.

Los autores concluyen que un número alarmante de trabajadores de la salud en Wuhan están sufriendo angustia psicológica durante el brote de COVID-19. Destacan que el personal médico que se ocupa de los brotes del virus necesita y busca ayuda y que «la atención a estos cuidadores, ya sea a través de asesoramiento cara a cara o apoyo comparable a través de plataformas digitales como las interfaces de teléfonos celulares, es esencial en los esfuerzos para extender su eficiencia inmediata y para proteger mejor su salud mental a largo plazo.”

Referencia bibliográfica:

Kang, L., Ma, S., Chen, M., Yang, J., Wang, Y., Li, R., Yao, L., Bai, H., Cai, Z., Xiang Yang, B., Hu, S., Zhang, K., Wang, G., Ma, C., & Liu, Z. (2020). Impact on mental health and perceptions of psychological care among medical and nursing staff in Wuhan during the 2019 novel coronavirus disease outbreak: A cross-sectional study. Brain, Behavior, and Immunity. https://doi.org/10.1016/j.bbi.2020.03.028

Fuente: Psypost



Suscríbete al newsletter para apasionados por la psicología y neurociencias


Paginación de entradas

Anterior1…3334353637…91Próximo

💌 Recibe nuestros artículos en tu correo.  

Regístrate
PSYCIENCIA PRO
  • Inicia sesión
  • Cuenta
  • Cierra sesión
  • Artículos
  • Recursos
  • Webinars
Recomendados
  • El estatus científico de las técnicas proyectivas
  • El diagnóstico del TDAH en adultos: características clínicas y evaluación
  • Cómo actuar cuando alguien expresa directa o indirectamente pensamientos de suicidio
Tips para terapeutas
  • Mi paciente tiene una familia muy invalidante que impide la activación, ¿qué hago?
  • Estrategias eficaces para reducir el perfeccionismo en los pacientes con ansiedad social
  • Cómo lograr que los niños ansiosos, y sus padres, acepten la terapia de exposición
Recursos
  • 4 pasos para enmendar un error
  • Entender la depresión (guía)
  • Ansiedad generalizada: hojas de registro para pacientes en formato PDF
Podcast
  • «No le tengo miedo al exilio» con Pablo Gagliesi – Watson, episodio 16
  • «La construcción de una carrera con sentido» con Tiare Tapia – Watson, episodio 21
  • «Superar miedos y barreras», con María Celeste Airaldi – Watson, episodio 12
Webinars
  • Autocuidado del terapeuta (webinar grabado)
  • Optimiza tu trabajo clínico con la Terapia Basada en Procesos
  • Abordaje y evaluación clínica de los trastornos alimentarios
Psyciencia
  • Contáctanos
  • Publicidad
  • Nosotros
  • Publica
Psicologia y neurociencias en español todos los días

Ingresa las palabras de la búsqueda y presiona Enter.