En Ethic publicaron un interesante artículo que explora si es posible una amistad desinteresada entre hombres y mujeres heterosexuales. Señala que las opiniones y estudios son diversos. Algunos creen que siempre hay una tensión sexual, mientras otros consideran que una verdadera amistad puede existir sin atracción. Se destaca la importancia de la responsabilidad afectiva y la sinceridad en estas relaciones. Diferencias en cómo hombres y mujeres interpretan y experimentan la amistad también influyen. Además, menciona teorías sobre las «parejas de recambio» y cómo los adolescentes manejan estas amistades de manera más flexible.
El duelo no es un proceso de cinco etapas. Es como vidrio roto

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¿Por qué funciona el contacto cero?

La psicóloga y sexóloga Sara Belén explica con mucha elocuencia por qué funciona el contacto cero:
En una ruptura, el estímulo en cuestión es tu ex y todo lo relacionado con ella. Los estímulos menos difíciles son, por ejemplo, algunos recuerdos de la relación o levantarte por primera vez sin sus buenos días. Es más fácil exponerse al sentimiento de pérdida de estos que a estímulos más difíciles, como el contacto directo con tu ex. Mantener contacto cero con tu ex hace que puedas asimilar pérdidas de la ruptura haciéndolo lo más progresivo posible y, por lo tanto, con más probabilidad de ser efectivo.
Del mismo modo, si no entras en contacto con el sentimiento pérdida, no te expones a él. Seguir en contacto con nuestra ex pareja tras una ruptura no superada hace que el sufrimiento se prolongue sin beneficio a largo plazo, postergando y alargando el duelo.
Cómo la compasión nos permite superar la ansiedad (video)

¿Cuál es la diferencia entre el cerebro y la mente? ¿Qué es la conciencia? ¿Qué es el sufrimiento considerando todo esto? ¿Cómo puede la compasión ayudarnos a aliviar el sufrimiento en nosotros mismos, en los demás y en el mundo? Y enfocándonos en la ansiedad, ¿cómo podemos comprender y superar la ansiedad mediante la Terapia Centrada en la Compasión (CFT)?
El Dr. Dennis Tirch, experto en CFT, aborda temas como neurociencia, sabiduría ancestral, música, sufrimiento y compasión en una conversación que abarca diversas dimensiones temporales y espaciales. Comparte sus reflexiones sobre la terapia y la importancia de ser útil, explorando el miedo y la ansiedad junto con estrategias prácticas que integran la atención plena y la compasión para reducir nuestro sufrimiento.
Esta conversación se centra en cómo cultivar la compasión puede aliviar el sufrimiento no solo en nosotros mismos, sino también en los demás y en el mundo en general. El Dr. Tirch examina cómo la Terapia Centrada en la Compasión puede proporcionar herramientas efectivas para entender y superar la ansiedad, promoviendo una mayor calma y bienestar a través de la integración de la atención plena y la compasión en nuestra vida cotidiana.
Puedes activar los subtítulos en español.
Ejercicio de mindfulness: La montaña de aceptación

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Por qué romper cosas o salir a correr no sirve para reducir la ira

El País publicó recientemente un artículo sobre el mito de la catarsis. Y aunque es algo que ya sabíamos, está muy bien que los medios tradicionales publiquen este tipo de información:
“Al expresar la ira estás practicando un comportamiento agresivo. Quería romper el mito de que es algo efectivo a la hora de controlarla y mostrar alternativas más sanas”, explica. Para ello, revisó 154 estudios que exploraban la eficacia de distintas actividades a la hora de reducir ese nivel de excitación al que nos lleva la ira. La conclusión es clara: desahogarse soltando la rabia (golpeando objetos, saliendo a correr, etc.) no funciona. Sí lo hace, en cambio, bajar nuestro nivel de activación: respirar hondo, meditar, practicar yoga…
Artículos relacionados: El mito de la catarsis
¿Qué hace que la «positividad tóxica» sea diferente de una actitud saludable?

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Comportamientos para una relación saludable (hoja de trabajo)

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¿Es mejor retrasar el café matutino para evitar el bajón de energía por la tarde?

Se ha popularizado en Internet la idea de que evitar consumir cafeína entre 90 y 120 minutos después de despertarse podría ayudarte a activarte de forma más natural, evitar el bajón vespertino y mejorar el sueño. Algunos creen que esta práctica está respaldada por pruebas científicas, y quienes lo han probado afirman que “ha cambiado por completo” sus niveles de energía. Sin embargo, los científicos dicen que, aunque aplazar el café matutino puede tener beneficios, hay pocos estudios que lo respalden. A veces, los riesgos de retrasar el café pueden ser mayores que los beneficios, incluso peligrosos.
Cómo actúa la cafeína y cuánto dura
La cafeína bloquea los receptores de adenosina en el cerebro, que nos hacen sentir somnolientos. Pero sus efectos no se sienten de inmediato; toma de 20 a 30 minutos en ser absorbida. La duración de sus efectos varía según la genética de cada persona.
Pruebas a favor y en contra
Los niveles de adenosina están más bajos al despertar, por lo que el café temprano puede ser menos efectivo. Retrasar el consumo de cafeína puede prolongar sus efectos hasta la tarde, pero no hay estudios que determinen el momento óptimo. Para algunos, tomar café temprano es necesario para mantenerse alerta, especialmente si tienen trabajos exigentes o ejercen temprano. También se puede tomar una segunda taza si la energía decae al mediodía, pero evita la cafeína en las seis horas previas a dormir. Si necesitas cafeína constantemente, consulta a un especialista del sueño. Además, el café y el té aportan antioxidantes y otros beneficios.
Fuente: The New York Times
El impacto del trauma acumulativo en la psicosis: un enfoque más allá de la biología

Las experiencias de trauma son diversas y complejas, abarcando desde eventos aislados hasta traumas continuos, prolongados y de por vida, conocidos como «trauma acumulativo». Para entender mejor este fenómeno, Zoromba y sus colegas han introducido un marco comprensivo y de desarrollo que destaca la complejidad de las experiencias traumáticas y ofrece una comprensión más multifacética de los traumas acumulativos.
Este marco incluye cuatro categorías principales:
- Traumas de apego: Estos implican rupturas tempranas en las relaciones, como el abandono de un niño por parte de sus padres.
- Traumas de identidad: Esta categoría se divide en:
- Trauma de identidad personal: Experiencias como violación, abuso sexual o físico, incesto y otros traumas de traición que violan la autonomía de la persona.
- Trauma de identidad colectiva o compartida: Eventos como la esclavitud, la discriminación y el genocidio dirigido.
- Trauma de identidad de rol o autoactualización: Situaciones como el fracaso empresarial, la pérdida de ahorros, el despido repentino o el abandono de la universidad o escuela.
- Trauma de interdependencia: Incluye traumas secundarios o indirectos, como presenciar violencia, exposición a violencia mediática o fatiga por compasión del terapeuta.
- . Trauma que implica la supervivencia física: Incidentes como agresiones, combate, accidentes que amenazan la vida o desastres naturales importantes.
Aunque el impacto de las experiencias traumáticas en la salud mental ha sido estudiado durante mucho tiempo, todavía falta investigación y comprensión sobre cómo el trauma, especialmente el trauma acumulativo, contribuye al desarrollo posterior de síntomas psicóticos y cómo esto puede variar entre culturas. Además, existe incertidumbre relacionada con los resultados del tratamiento para el «trauma relacionado con la psicosis». Hasta la fecha, gran parte de la investigación sobre psicosis y trauma se ha centrado en eventos traumáticos únicos o asociaciones indirectas entre el trauma infantil y la psicosis en la edad adulta.
Qué es el trauma acumulativo:
El trauma acumulativo se refiere a la acumulación de experiencias traumáticas a lo largo del tiempo, en lugar de ser un evento único y aislado. Este tipo de trauma puede incluir una serie de eventos traumáticos repetidos o continuos que se acumulan y tienen un efecto profundo en la salud mental y emocional de una persona. A diferencia de un trauma agudo, que es el resultado de un solo evento traumático, el trauma acumulativo se desarrolla a lo largo de un período prolongado y puede incluir diversas formas de abuso, negligencia, violencia, discriminación, y otras experiencias negativas.
Las características del trauma acumulativo incluyen:
- Frecuencia y duración: Involucra múltiples eventos traumáticos que ocurren repetidamente o de manera continua a lo largo del tiempo.
- Diversidad de experiencias: Puede abarcar diferentes tipos de traumas, como abuso físico, emocional o sexual, discriminación, pérdida de seres queridos, y situaciones de violencia crónica.
- Efectos profundos y persistentes: Debido a la naturaleza repetitiva y prolongada de las experiencias traumáticas, los efectos del trauma acumulativo tienden a ser más profundos y duraderos, afectando múltiples aspectos de la vida de la persona.
- Impacto en el desarrollo: Especialmente en el caso de los niños, el trauma acumulativo puede afectar significativamente el desarrollo emocional, cognitivo y social, con consecuencias a largo plazo.
- Interacción de traumas: Las diferentes experiencias traumáticas pueden interactuar entre sí, exacerbando el impacto total en la persona y haciendo más complejas las respuestas y reacciones emocionales y psicológicas.
En un estudio reciente que busca llenar este vacío, los investigadores investigaron la relación entre la psicosis y el trauma acumulativo. Se reclutaron participantes de una clínica ambulatoria asociada con el Hospital Universitario de Mansoura en Egipto. Un total de 76 pacientes, de entre 18 y 30 años, diagnosticados con psicosis y sin problemas físicos comórbidos o abuso de sustancias, participaron en el estudio. La mayoría eran hombres solteros o divorciados menores de 25 años, desempleados, con algún nivel de educación básica y residentes en áreas rurales.
Se utilizaron escalas de evaluación para medir el trauma acumulativo y la severidad de los síntomas psicóticos en los participantes, y luego se analizaron estadísticamente. La mayoría de los participantes reportaron experimentar alucinaciones, delirios, cognición deteriorada, habla desorganizada y síntomas «negativos», como afecto embotado. Más de un tercio experimentó comportamiento psicomotor anormal y depresión, y algo más de una cuarta parte experimentó manía.
Los hallazgos coinciden con otras investigaciones que implican el trauma como un factor que contribuye al desarrollo posterior de la psicosis
Contrario al modelo biomédico, que enfatiza el papel de la biología y la genética en la causa de la psicosis (a pesar de la falta de evidencia de investigación que respalde esta afirmación), Zoromba y sus colegas encontraron que la mayoría de los participantes (71.1%) no tenían antecedentes familiares de psicosis. Los participantes con los niveles más altos de trauma acumulativo eran principalmente mujeres, de 18 a 25 años, residentes en áreas rurales, desempleadas, con familias pequeñas, que habían estado experimentando síntomas durante menos de dos años, sin antecedentes familiares de psicosis, diagnosticadas con trastornos esquizoafectivos y previamente hospitalizadas.
Los hallazgos coinciden con otras investigaciones que implican el trauma como un factor que contribuye al desarrollo posterior de la psicosis. Por ejemplo, otro estudio encontró que más de la mitad de sus participantes habían experimentado abuso sexual o físico antes del inicio de la esquizofrenia. Otro estudio con dos grandes muestras comunitarias encontró que experimentar dos o más tipos de traumas estaba significativamente asociado con el desarrollo posterior de la psicosis.
Estos estudios son consistentes con las conclusiones de Zoromba y sus colegas, que indican conexiones significativas entre el trauma acumulativo y síntomas psicóticos como alucinaciones, habla desorganizada y comportamiento psicomotor anormal, así como depresión y manía. Además, los investigadores encontraron conexiones entre tipos específicos de trauma y síntomas psicóticos, respaldadas por investigaciones anteriores. Por ejemplo, el trauma de apego se asoció con delirios, comportamiento psicomotor anormal y manía. El trauma de identidad colectiva fue un predictor significativo de alucinaciones y comportamiento psicomotor anormal. El trauma de supervivencia se conectó con el habla desorganizada, mientras que la exposición a trauma secundario predijo síntomas como alucinaciones, habla desorganizada, comportamiento psicomotor anormal, depresión y manía.
Las principales limitaciones del estudio incluyen la falta de un grupo de control y preocupaciones relacionadas con la generalización. Se necesitarán futuras investigaciones realizadas a nivel internacional para determinar si estos hallazgos pueden generalizarse a otras poblaciones.
El trabajo realizado por los investigadores se suma a un creciente cuerpo de literatura que enfatiza el papel del trauma, en lugar de la biología, en el desarrollo de la psicosis. En lugares como Nicaragua, los factores externos, como el trauma y el conflicto, se han atribuido durante mucho tiempo al desarrollo de la psicosis. Al observar la literatura de investigación, un estudio reciente encontró conexiones entre el trauma infantil y la psicosis, mientras que otros han identificado vínculos específicos entre ciertos tipos de trauma, así como género y psicosis.
La relación entre el trauma y la psicosis indica que se necesita un tratamiento más allá de los medicamentos antipsicóticos, que han demostrado tener efectos secundarios negativos, incluyendo daño cerebral y peores resultados. Las terapias de trauma ofrecen un camino hacia adelante para abordar los problemas subyacentes.
Referencia: Zoromba, M. A., EL-Gazar, H. E., Rashed Elkalla, I. H., Amr, M., Ibrahim, N. (2024). Association between cumulative trauma and severity of psychotic symptoms among patients experiencing psychosis, Archives of Psychiatric Nursing, 51, 54-61. https://doi.org/10.1016/j.apnu.2024.05.008.