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El magnetismo de las neuroimágenes: Moda, mito e ideología del cerebro (PDF)

  • Equipo de Redacción
  • 06/12/2016
Postergación y TB

El cerebro se ha convertido en el centro de explicación de los asuntos humanos. De pronto, es como si todo dependiera del cerebro y no fuéramos más que “un montón de neuronas”, como decía Francis Crick en 1994, al presentar la hipótesis revolucionaria para el siglo XXI, según la cual “Usted, sus alegrías y sus penas, sus recuerdos y sus ambiciones, su propio sentido de la identidad personal y su libre albedrío, no son más que el comportamiento de un vasto conjunto de células nerviosas y moléculas asociadas” (Crick, 1994, p. 3). La neuro-revolución ya ha sido declarada, si nos creemos la proclamación de Z. Lynch (2009). El papel creador del cerebro está dado por hecho ya en el mismo título de libros recientes de importantes autores, como el de Michael Gazzaniga: ¿Qué nos hace humanos? (de 2008) y el de Antonio Damasio: Y el cerebro hizo al hombre (de 2010), poco menos que una declaración bíblica.

La neurociencia ha llegado a ser la ciencia reina, con la complicidad de las ciencias sociales y de las humanidades, incluyendo la filosofía. La tarea de la neurociencia, dice el texto de Kandel, Schwartz y Jassell (2001), es explicar la conducta en términos del cerebro, cuya última frontera es entender las bases biológicas de la conciencia y de los procesos mentales por los que percibimos, actuamos, aprendemos y recordamos. Dentro de ella, la neurociencia cognitiva es la disciplina especialmente ocupada en el estudio de los mecanismos biológicos de la cognición, tratando de especificar las funciones psicológicas en términos neuronales.

La neurociencia cognitiva es una tendencia creciente en psicología (Spears, 2008). La tendencia consiste mayormente en “pasar” los temas de la psicología por la máquina de neuroimagen. Un número monográfico de 2008 de Current Directions in Psychological Science muestra como prácticamente todo los temas tradicionales de la psicología (atención selectiva, memoria a corto y largo plazo, memoria declarativa, memoria no-declarativa, reconocimiento de objetos, sistema conceptual, sistema visual, etc.) son reelaborados en términos neurocientíficos. Aunque es legítimo e interesante estudiar el interface entre neurociencia y ciencia psicológica, las cuestión por lo que aquí importa destacar es que lo que compete a la psicología es entender el funcionamiento psicológico, no lo que ocurre en el cerebro.

La psicología estudia cómo funciona la mente, si se prefiere a decir la conducta, no dónde funciona el cerebro. Como dice Mike Page (2006),después de gran inversión de tiempo y dinero, los hallazgos neurocientíficos no suponen un avance en el conocimiento psicológico. Por su parte, la psiquiatría, a pesar de su pluralidad de escuelas (psicoanalítica, fenomenológica, interpersonal, etc.), en esto como la psicología, parece estar cumpliendo su vieja aspiración a entender los trastornos mentales como trastornos del cerebro, bajo el impacto de la neurociencia (Insel, 2009). De hecho, se propone realinear la psiquiatría con la neurología, con miras a su conversión en una nueva disciplina como neurociencia clínica.

Este entusiasmo de la psiquiatría no repara en el hecho histórico repetido de que cuando un trastorno mental se explica por causas orgánicas desaparece de su campo para pasar a otra especialidad médica, por lo común la neurología (Shorter, 1997). Si fuese así en todos los trastornos, según se empieza a ofrecer una cartografía cerebral para muchos de ellos (Insel, 2010), la psiquiatría biológica moriría de éxito, sin llegar probablemente a reencarnarse como neurociencia clínica. La cuestión es que esta tendencia dominante de la psiquiatría está determinando en buena medida la propia tendencia de la psicopatología.

Autor: Marino Pérez Álvarez

Descarga el artículo completo en formato PDF.

Fuente: Papeles del Psicólogo

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  • Psicología aplicada

Cómo hablar sobre las drogas con un adolescente

  • Diego Calvo Merino
  • 06/12/2016
Algunos padres no se preocupan por informarse sobre las drogas y sencillamente imponen un no, sin fundamento alguno, que los jóvenes detectan y rechazan. Los padres y madres tenemos que conseguir información adecuada y adaptar nuestras explicaciones a la edad de nuestros hijos. Podemos introducir el tema de una manera que no quede forzada a partir de una noticia que hemos visto en televisión o de una noticia del periódico. Muchas veces, los padres, para hablar con sus hijos de temas delicados como las drogas, o sobre adicciones sin sustancias, esperamos encontrar un momento ideal y un ambiente propicio. Pero a menudo este momento ideal no llega nunca. Hay que decidirse a dar el paso. No perdamos oportunidades de hacerlo. Se trata de una inversión para el futuro. Hablar siempre que se pueda, aunque las condiciones no sean óptimas. Las primeras informaciones que nuestros hijos reciben sobre las drogas acostumbran a ser incompletas y confusas. Hay que proporcionarles información seria, contrastada, que no reproduzca los tópicos, sin exageraciones ni moralinas. Dialogar no es sólo hablar, sino observar, mostrar interés, crear un espacio de comunicación que permita expresar ideas, dudas y preocupaciones. Hay que aprender a escuchar, provocar la conversación, establecer una relación de confianza y complicidad.

Qué es lo que no debemos hacer y qué podemos promover

Veamos algunos principios que deberían existir es toda educación pedagógica: Favorecer el conocimiento y el pensamiento crítico Invitemos a nuestros hijos a reflexionar, con argumentos sólidos y creíbles. De nada servirá el miedo, decir no porque no y muy poco servirán las experiencias de los demás. Estar dispuestos a discutir, negociar y pactar Sin perder de vista que sin respeto por las normas no puede existir responsabilidad ni libertad. Es fácil perderse en este punto entre la permisividad y la severidad. Nos cuesta decirles no a las cosas que nos piden nuestros hijos y además ellos son especialistas en conseguir lo que quieren. Últimamente hay cada vez más casos de violencia de padres sobre los hijos y de hijos sobre padres. Fomentar las actitudes reflexivas y prudentes Desde una lógica adolescente, las sensaciones y los placeres buscados son inmediatos mientras que los daños se perciben siempre lejanos e improbables. Los adolescentes no tienen la percepción del riesgo ni la madurez suficiente como para ver el peligro. Respetar a los amigos de nuestros hijos Pero al mismo tiempo combatir las actitudes que les impiden ser ellos mismos. Hay que aprender a evitar las malas influencias y compañías, desde antes del el noviazgo, ya que esto puede tener graves consecuencias en el seno más íntimo. ¿Qué harías si pensaras que el novio o novia de vuestra hija o hijo podría ser una mala influencia para ella? Hay que ser objetivos, una cosa es que no nos guste y otra que sea tóxica esa relación. Debemos esforzarnos por entender qué es lo que les pasa a nuestros hijos y ponernos en su lugar, descubrir qué es lo que piensan y qué sienten, establecer unas normas que les ayuden a conseguir un orden interno, pero, al mismo tiempo, saber ser  flexibles y sacar partido de la negociación como herramienta de aprendizaje y de construcción de valores. Establezcamos con nuestros hijos un vínculo afectivo, demostrándoles que les queremos, que nos importan, que pueden contar con nosotros. En la adolescencia la relación se transforma: perdemos la seguridad, nos parece que nuestros métodos educativos ya no sirven. Conviene seguir con nuestro propio proceso de aprendizaje y adaptar nuestras ideas a la nueva situación. En el inicio de la adolescencia, las drogas o comportamientos adictivos pueden aparecer de manera habitual en las conversaciones de chicos y chicas, a pesar de que el consumo sea todavía minoritario. A menudo se trata de una manera de demostrar que se ha dejado atrás la infancia. Hay que hablar de drogas en casa, de manera franca, evitando crear situaciones dramáticas innecesarias y huyendo del tono catastrofista que acostumbra a reforzar las convicciones de chicos y chicas (“mis padres exageran, no es para tanto”). Al mismo tiempo, sin embargo, es importante intentar no frivolizar el tema. Lo más importante es encontrar un tono sencillo, razonable y directo, que sea útil y efectivo para alertar de los riesgos de las drogas. La mejor manera es tener un conocimiento real de las drogas, estar convencido de sus consecuencias negativas y demostrarlo con el ejemplo personal. Evitemos: Interrogarles insistentemente sobre si piensan consumir drogas o si las han tomado ya. Es mucho mejor pedirles su opinión (qué piensan del consumo de drogas por parte de algunos jóvenes, qué peligros ven en ello). Evitemos discutir y pelearnos, de modo que la defensa de las drogas se convierta en una afirmación de su identidad. Desautorizarles o culpabilizarles de forma permanente con un juicio que fácilmente puede girársenos en contra. La labor de los padres pasa por la comunicación, la confianza y la disposición para acompañarles a conseguir la autonomía y la responsabilidad. No olvidemos que no siempre los padres podemos evitar que los adolescentes prueben las drogas, por mera curiosidad, ganas de experimentar o por la influencia del grupo. Nuestro apoyo les puede proporcionar recursos para resistir mejor la presión del entorno, para tomar decisiones responsables. Procuremos: Evitar las actitudes autoritarias y condenatorias. Hemos de aprender a observar los pequeños detalles, escuchar, preguntar de otra manera, dejando caer información, ideas y opiniones. Ser exigentes con nuestros hijos. Confiar en ellos pero, al mismo tiempo, pedirles que sean responsables, valorar sus aciertos y sus errores, sin presionarles ni criticarles de forma tajante. Transmitir valores, normas y límites. Hemos de ofrecerles lo que necesitan (que no siempre sea lo mismo que piden). Salidas, horarios, tareas pendientes, implican compromiso y responsabilidad, a veces pueden pactarse y en algunos casos deben ser innegociables. Reconocer su capacidad para tomar decisiones. El objetivo de la enseñanza es que chicos y chicas sean autónomos y responsables. Es imposible estar siempre encima de ellos y sobreprotegerlos pensando que no son capaces de entender y actuar en situaciones complejas y tampoco inhibirnos de su vida por completo. Y todo sin dejar de respetar su intimidad: tienen derecho a ello, y además necesidad. La comunicación ha de estar siempre abierta, pero hemos de entender que difícilmente nuestro hijo nos explicará todo lo que le pasa. Tampoco nosotros lo hacemos. Seamos coherentes. Nuestras palabras pierden mucho valor para nuestros hijos si no van acompañadas de una conducta coherente. A menudo esto es más importante que los consejos y recomendaciones. Si a pesar de todo, sospechamos que nuestro hijo ha consumido o consume drogas, lo primero que debemos hacer es hablar con él, en el momento adecuado, para conocer las razones que le han llevado hasta allí, y de qué tipo de consumo se trata, si ha sido sólo un hecho puntual y cómo valora los riesgos que comporta su actuación. Comprobar, al menos, que conoce las precauciones que debería tomar siempre y aquello que debería evitar a cualquier precio si experimenta de nuevo situaciones de riesgo. Una mala experiencia puede ser positiva si saben sacarse conclusiones de la misma. Tenemos que hablar del tema tranquilamente y sin dejarnos llevar por la urgencia, la rabia o la angustia. Es mejor dejar pasar el primer momento de mayor alteración y crear un clima de verdadero diálogo, sin “víctimas” ni “culpables”. Ofrecerse, de manera colaboradora y reflexiva, con preocupación, pero sin violencia. Haciendo el detective o persiguiendo a nuestro hijo sólo vamos a conseguir que se distancie de nosotros. Hay que valorar cuál es la conducta general de nuestro hijo, qué cosas le interesan y cómo se relaciona con sus amigos. Busquemos caminos prácticos para acceder al mundo en el que viven. Sin olvidar que todo esto es aplicable al mundo de adicciones sin sustancia. 10 preguntas para empezar la conversación con tus hijos Estas preguntas pueden servirte de guía para iniciar una conversación sobre el tema de las drogas con tu hijo/a:
  1. ¿Cuando sales, te ofrecen drogas? ¿Quién te las ofrece?
  2. (A raíz de una noticia o de un programa de TV) Con tus amigos del instituto, ¿habláis de drogas? ¿Os han dado alguna charla últimamente?
  3. Por televisión han dicho que cada vez hay más chicos y chicas que fuman al salir de clase.
  4. ¿En tu escuela también? ¿Qué te parece?
  5. ¿Tienes amigos que ya fuman? Empiezas a probar porque queda bien ¿y después qué?
  6. Otra vez noticias de accidentes de coche a causa del alcohol. A mí me preocupa cuando sales de noche… ¿Lo tenéis en cuenta?
  7. Realmente la ley del tabaco está bien. Al menos las personas que no fuman no tienen que tragarse el humo de los demás. ¿Tú qué opinas?
  8. Muchas veces las noticias que tratan de los jóvenes se relacionan con las drogas, el botellón… ¡Pero la juventud son muchas más cosas! ¿Tú qué dices?
  9. El otro día salimos por la noche con tu padre y vimos a mucha gente” pasada de vueltas”. ¿Cuándo vosotros salís también hay ese ambiente?
  10. ¿Crees que hay personas a las que no les afectan las drogas? Cuando todos tus amigos están de acuerdo en hacer algo y a ti no te apetece, ¿qué haces?
Educar es ayudar a comprender los cambios, descubrir emociones y sentimientos sin dejar que nos desborden. Las explicaciones de las normas, la negociación y el pacto nos ayudarán a establecer un clima de confianza. Ánimo en el arte de educar.

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¿Qué pasó con las ideas de Carl Jung?

  • Pedro Cordova
  • 05/12/2016
Carl Gustav Jung fue un médico psiquiatra y psicólogo suizo conocido por su colaboración con Sigmund Freud y la fundación de la escuela de psicología analítica, nombrada así para evitar comparaciones con el psicoanálisis freudiano de su mentor. A pesar de todas las aportaciones que Jung hizo a la psicología, especialmente en el área de la actividad onírica, los símbolos y cómo influencian estos a la cultura occidental, es un personaje bastante criticado por su particular interés en el ocultismo, la mitología, la religión y la alquimia. Si se comienzan a leer las obras de Jung sin estar familiarizado con sus gustos tan peculiares, se pensaría que perteneció a algún tipo de secta secreta o que fue parte del sistema de creencias conocido como “New-age”. Sumado a esto se debe tomar en cuenta que Jung era suizo y, como tal, sus obras originales pudieron haber sufrido distorsiones durante la traducción, sin mencionar que existen palabras en el vocabulario suizo que no se encuentran en el nuestro, esto representó una debilidad que sufrieron la mayoría -si no es que todos- los autores contemporáneos a Jung, incluyendo a Sigmund Freud, con ciertos grados de variabilidad. Cabe destacar que Jung fue un hombre extremadamente curioso que se encontraba en la búsqueda constante de explicaciones, por lo que para entender el origen de su pensamiento y poder comprender sus obras, se requiere de un riguroso entrenamiento en asignaturas como el latín, griego, francés, alemán, numerología, astrología, simbología, mitología, gnosticismo, cábala y alquimia, todas ellas principales fuentes de influencia para el pensamiento de Jung. Debo admitir que hasta este momento no había escuchado de al menos dos de los términos antes mencionados (gnosticismo y cábala).
Jung fue un hombre extremadamente curioso que se encontraba en la búsqueda constante de explicaciones
Desafortunadamente es imposible preguntar directamente a Jung sobre el por qué y para qué de sus ideas por lo que debemos recurrir a interpretaciones de sus trabajos, una tarea difícil considerando lo complicados que son de leer; tomemos a “Aion: Contribución a los simbolismos del sí mismo” y, su aún emblemático y recientemente publicado, “Libro Rojo” como ejemplo de esto. Aun así no he encontrado evidencia que señale las intenciones de Jung como un intento de comprometer la ciencia con el misticismo. En lugar de esto veo un estilo de escritura no concebido para otros, sino para uno mismo. Con esto me refiero a que Jung escribía para sí mismo sobre temas que eran de interés para él y para unas cuantas personas que pudieran comprender sus ideas y continuaran su trabajo en el futuro. Una de las razones que me llevan a esta conclusión es la experiencia cercana a la muerte que Jung tuvo en 1944, una experiencia en la que dice haber tenido visiones muy extrañas y difíciles de explicar a otros. Como alguien que ha experimentado parálisis de sueño en varias ocasiones, sé lo complicado que es explicar los sentimientos de terror que vienen acompañados con este fenómeno a otras personas que nunca lo han experimentado, por lo que opto por guardar aquellas historias para mí mismo. Considero que tal vez algo similar pasó con Jung y a esto se debió el cambio en su manera de escribir. ¿Es posible, entonces, que Jung y sus teorías hayan sido malinterpretadas hasta ahora debido a la falta de entrenamiento e interés en las áreas que le fascinaban a este intelectual del pasado? Para responder a esta pregunta me enfocaré en algunas de las críticas que se han hecho hacia las ideas de Carl Jung y su persona, además de mencionar aspectos de su teoría que han sido tomados y utilizados en la actualidad, cómo los términos introvertido y extrovertido.
  • El zodiaco: Una de las críticas que se le hace a Jung es que fue un creyente de los signos del zodiaco, o bien, de los poderes de las constelaciones. Pero en realidad no existe documentación que avale esto. Jung consideraba que los caracteres que nuestras mentes creaban al observar un patrón aleatorio de estrellas eran de gran interés y teorizó que estos caracteres eran arquetipos que el hombre proyectaba al mundo que le rodeaba. De cierta forma es así como funciona el test Rorschach, diseñado por Hermann Rorschach un conocido de Carl Jung y estudiante de Eugen Bleuler, quien también enseñó a Jung.
  • Inconsciente colectivo: Uno de los términos más fáciles de apropiar por personas con pensamiento tipo “Nueva-era” o con ideas de algún tipo de despertar o nueva evolución. En realidad, el inconsciente colectivo se refiere únicamente a respuestas heredades basadas en lo que aprendieron nuestros ancestros y que son compartidas por un gran número de personas en diferentes culturas.
  • La búsqueda de balance: Influenciado por la filosofía oriental durante sus viajes, Jung consideraba que la psique humana alcanzaría un equilibrio en algún momento, y que esta homeostasis llevaría al hombre hacia la “auto-actualización”, como lo han denominado algunos humanistas. Jung afirmaba que ninguna persona es cien por ciento introvertida o extrovertida, sino que tenemos partes de ambas y es importante aprender a utilizarlas en conjunto. La sombra, uno de los arquetipos principales de Jung, funciona de la misma manera y mientras más nos resistamos a aceptar este lado primitivo y oscuro, más fuerte se manifestará cuando no logremos contenerlo por la misma tendencia del organismo hacia el balance.
  • Arquetipos: Para Jung, los arquetipos son constructos, imágenes y símbolos primordiales compartidos por personas de todos los lugares y épocas, que expresan patrones de comportamiento primitivos existentes dentro del inconsciente colectivo.
Como mencioné anteriormente, Carl Jung fue una persona extremadamente curiosa y entre los campos a los que le dedicó tiempo se encuentra la mitología, fue aquí donde observó que muchos elementos, como imágenes y símbolos, se repetían, aun cuando las culturas se encontraban separadas por grandes distancias, o por largos períodos de tiempo. Esto dio inicio a la idea de que existen imágenes engranadas en la psique humana que, de cierta forma, influencian a las culturas.
Considero que Jung, ha sido malinterpretado como persona y que fue simplemente un individuo muy curioso que podía entretener una idea sin aceptarla como verdad absoluta
  • Tipos de personalidad: El teorizó que las personas podían ser caracterizadas por sus preferencias por un tipo de actitud general: Extravertido vs Introvertido, Sensorial vs Intuitivo, Pensativo vs Emocional, Juicio vs Percepción. Según Jung, todos tendemos a preferir un área que es considerada la función dominante y a ignorar otra que se denomina como la función débil. La función dominante es la que gobierna la forma de ser de las personas y la manera en que resuelven sus problemas.
Son estas características sobre las que está basado el test de la personalidad Myers-Briggs, diseñado por Katherine Briggs y su hija Isabel Briggs Myers que nos arroja 16 tipos diferentes de la personalidad. Finalmente, y de manera personal, concluyo pidiendo al lector que al igual que yo, investigue y genere su propio juicio. Como mencioné anteriormente, leer los libros de Jung es una tarea extremadamente compleja por el lenguaje que maneja, la terminología usada, el conocimiento técnico necesario y la barrera de lenguaje a la que nos enfrentamos debido a las traducciones. Considero que Jung, ha sido malinterpretado como persona y que fue simplemente un individuo muy curioso que podía entretener una idea sin aceptarla como verdad absoluta. Lo percibo como una persona increíblemente flexible en su pensamiento, que consideraba las posibilidades y buscaba respuestas donde podía. Bibliografía:
  • Alonso G., Juan Carlos, La Psicología Analítica de Jung y sus aportes a la psicoterapia. Universitas Disponible en: <https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=64730107> ISSN 1657-9267
  • Huerta Torres, Octavio, Revisión teórica de la Psicología Analítica de Carl Gustav Jung Anuario de Psicología Disponible en: <https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=97026839003> ISSN 0066-5126
  • Biography.com Editors. (2015). Carl Jung Biography. de The Biography.com Disponible en: https://www.biography.com/people/carl-jung-9359134
  • Carl Jung. (2009). Libro Rojo: Liber Novus. Editorial: Philemon Foundation and W. W. Norton & Co.
  • The Myers & Briggs Foundation. (2016). MBTI Basics. Disponible en: https://www.myersbriggs.org/my-mbti-personality-type/mbti-basics/
  • Biography.com Editors. (2016). Herman Rorschach Biography. de The Biography.com Disponible en: https://www.biography.com/people/hermann-rorschach-20821095#death-and-legacy
  • McLeod, S. A. (2014). Carl Jung. Disponible en: www.simplypsychology.org/carl-jung.html
Imagen: Carl Jung en Thinking Minds

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STIMULUS, la app profesional de rehabilitación cognitiva

  • David Aparicio
  • 05/12/2016
STIMULUS es una tecnología que permite a los terapeutas, mediante el uso de una tablet, implementar intervenciones de estimulación/rehabilitación cognitiva en distintas poblaciones (deterioro cognitivo leve, demencia, daño cerebral, discapacidad intelectual, etc.), así como estimular cognitivamente a la población mayor sana con un objetivo preventivo.

¿En qué consiste STIMULUS?

https://www.youtube.com/watch?v=WCj3cRp5II8 La plataforma tecnológica de STIMULUS está compuesta por la APP para sistemas Android STIMULUS® Professional y un portal web profesional. Dispone de más de 50 actividades interactivas que permiten el entrenamiento de habilidades cognitivas en las siguientes áreas:
  • lenguaje
  • percepción
  • cálculo
  • razonamiento
  • memoria de trabajo
  • funciones ejecutivas
  • memoria a largo plazo
  • velocidad
  • atención
  • funciones visio-motoras
Para cada tarea, implementa hasta 10 niveles de dificultad, generando cada actividad de forma aleatoria a partir de una completa biblioteca de recursos.

¿Qué ventajas ofrece STIMULUS a los profesionales de la salud mental?

La tecnología de STIMULUS te permite ofrecer un tratamiento individualizado, según las necesidades del paciente y obtener una retroalimentación inmediata sobre el desempeño en las pruebas. Con su app podrás registrar todos los indicadores de cada ejercicio realizado (aciertos, errores, omisiones, tiempos, etc.) y además formula un resultado que permite observar la evolución de cada usuario con respecto al desempeño de las tareas. Conoce más sobre STIMULUS® PRO. Otras de sus ventajas: Ahorro de tiempo, ya que la automatización en la generación de sesiones y el registro; reduce el tiempo de análisis y adaptación del programa de intervención. Cuenta con un formato de presentación más lúdico y atractivo para el usuario, a la vez que ofrece un feedback rápido y correcto. Uso fácil y accesible por parte de los usuarios porque está adaptado (pantallas táctiles que evitan el uso del teclado y ratón; instrucciones en formato auditivo y visual). Posibilita la tele-rehabilitación o tele-estimulación cognitiva, gracias a la versión STIMULUS HOME que puede ser vinculada a la cuenta del profesional, para configurar la intervención y realizar seguimiento a distancia. Movilidad: STIMULUS puede ser ejecutado en cualquier lugar, incluso sin necesidad de disponer de conexión a internet. Bajo coste de implementación. El equipamiento necesario es asequible y cada vez más común en los hogares (Tablet). Además, el coste de las licencias es flexible, en función del tiempo de uso y el número de usuarios.

Comienza a usarlo sin ningún coste ni compromiso

La mejor forma de conocer sus beneficios es probándola, y por ello se ofrece la posibilidad de obtener dos meses de acceso completo sin coste y sin compromiso. Pasado ese tiempo será posible seguir utilizando STIMULUS acogiéndose a alguno de los planes vigentes. STIMULUS es, sobre todo, una plataforma muy innovadora y fácil de usar, que permite realizar intervenciones apoyándose en las TIC de manera sencilla, y en muy pocos pasos. Más información y solicitud aquí. Agradecemos a STIMULUS, nuestro sponsor de esta semana.

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  • Psicología aplicada

Las distintas caras de la ira

  • Karemi Rodríguez Batista
  • 05/12/2016
Aunque muchos la denominan “negativa”, lo cierto es que el enojo es una emoción básica, normal y generalmente sana, que suele presentarse cuando no conseguimos alguna meta, satisfacemos alguna necesidad, nos sentimos injustamente tratados, etc.  Los problemas y el matiz destructivo viene cuando se nos va de las manos, cuando se incrementa en intensidad, duración y frecuencia; Es decir, cuando se torna en ira. De la misma manera que sucede con la ansiedad, la ira activa el sistema simpático y esto se traduce en cambios fisiológicos (taquicardia, incremento de la presión arterial, sudoración, etc.) que preparan al cuerpo para emitir una respuesta de lucha o de huida. Resaltar que desde ese estado intenso suelen darse errores en el procesamiento de información y distorsiones cognitivas importantes. Por ejemplo, el sesgo de atribución hostil o estilo de atribución hostil (Dodge, 2006); Es decir tenderemos a interpretar de manera incorrecta las señales sociales, atribuyendo una intención hostil e intencionada ante una situación hostil. Para saber más, pulsa aqui.  Este estado emocional se caracterizada por sentimientos de enfado o enojo con distintos matices, que forman parte un continuo ira-hostilidad-agresividad. Aquí la hostilidad hace referencia a una actitud persistente de valoración negativa de, y hacia los demás; y la agresividad se entendería como una conducta dirigida a causar daño en personas o cosas. Es muy importante ser conscientes de que la verdadera causa de la ira no son las cosas que nos pasan o lo que nos hacen los demás, sino cómo reaccionamos, o cómo interpretamos los comportamientos de los demás y la finalidad que persigue nuestra reacción.  Aunque, como hemos dicho, esta emoción es natural y todos la experimentamos, si se nos va de las manos puede ser muy desagradable y traducirse en un deterioro en nuestro juicio y en un comportamiento disfuncional que puede conducirnos a un dolor emocional o físico intenso. Conocer las distintas formas en que la ira puede manifestarse, puede ayudarnos a controlarla y a entender las reacciones de los demás.

la ira es  una emoción básica, totalmente normal y generalmente sana

A pesar de que desde la psicología se ha intentado clasificar esta emoción, no hay un acuerdo real sobre la cantidad de tipos de enojo que hay.  Aunque se estima que hay una amplia variedad de tipología, la realidad es que la ira en tanto sentida como expresada es muy distinta y única en cada uno de nosotros. Algunos tipos de ira (o intensidad del enojo) se podrían pensar como constructivos y un antídoto contra la desesperanza. Por ejemplo, si te enfureces con la situación política, la ira que compartes con otros ciudadanos de ideas afines puede ser potenciadora y llevaros incluso a la creación de una comunidad, dicen los investigadores. Desde el budismo se enseña, también, que la ira es una forma de desconocimiento acerca de los puntos de vista de los demás. Es decir, si en medio de nuestra furia pudiésemos llegar a ver a nuestros adversarios no tanto como seres demoníacos, sino más bien seres frustrados como nosotros y tratáramos de ayudarles a cambiar, entonces éste tipo de ira nos podría ayudar a cultivar la empatía por el otro lado. Otro ejemplo de matiz constructivo de la ira es cuando nos puede ayudar en un concurso, una lucha política o de otro tipo. Piensa en los  jugadores de fútbol que a propósito alimentan su ira antes de un partido. Saltan y gritan para ponerse en el estado de ánimo adecuado para derribar a su competencia. Su agresividad en esos momentos mejora su rendimiento y les sirve para comunicar a sus oponentes que pongan atención. Pero cuidado, ya te contamos en un artículo pasado cómo, al contrario de lo que se pensaba, descargar la ira de una forma catártica es dañino, altamente dañino. Al final de cuentas, sea como sea, la ira prolongada es altamente dañina, pone énfasis en el sistema inmunológico, y está estrechamente relacionada con la depresión y otros trastornos del estado de ánimo. Para finalizar te queremos dejar una guía de libre acceso que incluye ejercicios para ayudarte a entender y gestionar esa rabia de una manera más práctica y funcional. Descárgala aquí. ¡Hasta la próxima! Fuentes: The New York Times I Health Guidance

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“No damos abasto con la cantidad de psicólogos y psiquiatras que se necesitan”

  • David Aparicio
  • 05/12/2016
El País realizó una interesante entrevista a la psiquiatra y presidenta de la Asociación Americana de Psiquiatría, Maria Oquendo. En esa conversación Oquendo habla sobre la influencia de la industria farmacéutica sobre la salud mental y también nos explica su propuesta para que el suicidio sea considerada como una psicopatología separada:

Yo propuse, junto a un colega en 2008, que debe considerarse una patología separada. Hoy, en los criterios de problemas psiquiátricos, solo aparece el intento de suicidio y la ideación suicida como síntoma de depresión mayor, ya sea unipolar o bipolar, o trastorno limítrofe. Sin embargo, sabemos que las personas se suicidan si tienen alcoholismo, si tienen esquizofrenia, estrés postraumático…

Tener una restricción conceptual reduce al suicidio a estar vinculado con problemas específicos, ya sea la depresión o el trastorno de personalidad limítrofe. Eso nos causa un problema conceptual al llevar el impacto del suicidio a través de todas las enfermedades psiquiátricas, y valga decir que hay algunas personas que no aparentan tener ningún problema psiquiátrico que también se suicidan. Tenemos que pensarlo de otra forma y hemos propuesto una serie de síntomas y criterios para poder evaluar el comportamiento suicida.

La necesidad de psicólogos en los países pobres:

Sí sabemos que los países pobres no tienen acceso a servicios psiquiátricos. Yo tengo varios proyectos en el África subsahariana, y por ejemplo, en Mozambique, el país que conozco mejor porque llevo tres años trabajando allí, para una población de 24 millones de personas, tienen 13 psiquiatras y 250 psicólogos. Obviamente en un país como ese, la pobreza tiene un peso importante.

Lee la entrevista completa en El País.

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  • Psicología aplicada

En Argentina se debate la implementación de planes educativos basados en las neurociencias

  • David Aparicio
  • 02/12/2016
Franco Spinetta escribió un completo artículo para Página/12, sobre el apasionado debate que se lleva en Argentina, por las intenciones que tiene el gobierno de introducir en las aulas programas educativos basados en las neurociencias. Algunos expertos se oponen al plan porque lo ven como una estrategia política y otros se oponen al neurocentrismo o la excesiva importancia que se le da a las neurociencias como única explicación de la conducta y del éxito o deserción escolar:

Florencia Salvarezza es la directora del Departamento de Lenguaje de Ineco. Egresada en Letras con una especialización en Lingüística, Salvarezza se especializa en los trastornos específicos del lenguaje y su relación con los trastornos del espectro autista, la dislexia y los trastornos cognitivos atípicos. Docente de la Universidad Favaloro, también dicta cursos de capacitación docente en la Universidad San Andrés. Salvarezza aseguró aPágina/12 que la relación entre neurociencias y educación es “casi una obviedad”. “En general la gente que se opone al ingreso de las neurociencias, creen que lo biologicista anula lo cultural. La idea es enriquecer al sistema educativo, que no tiene buenos resultados”, agregó.

Para la especialista en educación e investigadora del Conicet, Carina Kaplan, “es una barbaridad afirmar que el fracaso escolar está en el cerebro”. Kaplan indicó que el problema no son las neurociencias, que pueden aportar elementos valiosos para profundizar algunos métodos, sino la intención de imponerlas como una explicación del éxito o la deserción en las escuelas. “No se puede permitir que se produzca una biologización de lo social”, exigió.

Lee el artículo completo en Página/12.

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  • Psicología aplicada

«Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad»

  • Rita Arosemena P.
  • 02/12/2016
La frase de apertura que titula este artículo se atribuye al jefe de campaña de Adolf Hitler: Joseph Goebbels, reconocido por su trascendencia en el proceso de ascenso de Hitler al poder y por el impacto de sus estrategias mediáticas en la creación de la identidad anti-semita. Para Goebbels, al igual que para los adeptos a la filosofía maquiavélica (es decir, referente a la obra de Nicolás Maquiavelo), el acto de mentir debía ser analizado y evaluado más allá del prisma de la moralidad para extraer de él una utilidad innegable: la de influir en la sociedad. De este modo, el político o la figura pública debía estar preparada para adecuar, deformar e incluso crear conscientemente versiones distorsionadas de los hechos y transmitirlos posteriormente a una audiencia que, si bien podía resistirse a su aceptación, terminaba cediendo — decía Goebbels — con la repetición de la mentira. El terreno político es sin duda un ámbito donde la sociedad puede ver reflejada de manera franca y común el ejercicio de la deshonestidad, pero también lo es el mundo de los escándalos financieros, los fraudes, las pirámides, los dopajes deportivos e incluso la cotidianidad del individuo común que descubre un engaño impensable de alguien cercano. La mentira y el fraude son sin duda un flagelo emocional para quien se ve afectado por ello, pero ¿qué ocurre en el cerebro de quienes ejercen la deshonestidad? ¿Cómo se desenvuelve el proceso de escalada mediante el cual una persona pasa de emitir «pequeñas mentiras» a convertirse en un experto evasor de impuestos, estafador o embaucador de multitudes?
«La primera vez que haces trampas, te sientes mal por ello. Pero eso es bueno, frena tu deshonestidad. La próxima vez que hagas trampa, ya te has adaptado»
Según un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience, la clave está en cómo el cerebro de los mentirosos se va adaptando progresivamente al engaño. Para los investigadores, el impacto de la deshonestidad a nivel neuronal es de tal magnitud que incluso puede hablarse de un «mecanismo neural» que soporta la mentira, o en otras palabras: un principio biológico de adaptación que contribuye al fenómeno, llamado adaptación emocional.  Para la realización del estudio, el equipo de investigadores de la University College London (U.C.L) reclutó a 80 adultos para participar en una tarea que implicaba estimar y asesorar a una pareja sobre la cantidad de dinero que había en un frasco de monedas, el cual contenía entre 15 y 35 libras esterlinas (entre 18 y 43 dólares, aproximadamente). Los participantes observaron imágenes grandes y de alta resolución de los tarros durante tres segundos y se les dijo a su pareja (interpretada por un actor) que vería una imagen más pequeña del tarro durante un segundo. A los participantes se les dijo que la tarea de su pareja era estimar la cantidad de dinero de la jarra con su ayuda, la cual se daría a través de computadores enlazados. Esto permitió a los investigadores registrar las estimaciones de los participantes cuando no tenían ninguna razón para mentir. Los participantes recibieron instrucciones distintas que les proporcionaron incentivos para ser deshonestos. La comparación de las estimaciones entre las situaciones honestas y deshonestas permitió al equipo medir los grados de deshonestidad.
Dependiendo del escenario, la deshonestidad podía beneficiar al participante a expensas de su pareja, beneficiar a la pareja a costa del participante, beneficiar a ambos o beneficiar al participante o a la pareja sin afectar al otro. En el primer caso, por ejemplo, se les dijo a los participantes que serían recompensados con base en qué tanto sobrestimara su pareja la cantidad de dinero en la jarra, mientras que su pareja sería recompensada por la exactitud. También se dijo a los participantes que su pareja no tenía conocimiento de estas nuevas instrucciones.
Los investigadores encontraron que la deshonestidad aumentó a lo largo de 60 presentaciones de la jarra, pero sólo cuando el beneficio era egoísta. Los participantes mintieron también cuando sólo su pareja se beneficiaba, pero esta deshonestidad permaneció constante. Cuando ambas partes se beneficiaban, los participantes mintieron más, sugiriendo que encontraron este tipo de deshonestidad más aceptable.

Este estudio es la primera evidencia empírica de que el comportamiento deshonesto se intensifica cuando se repite

Para Tali Sharot, neurocientífica del U.C.L., las personas mienten más cuando es bueno para ellos y para los demás. Cuando sólo es bueno para ellos, pero se hiere a otra persona, mienten menos. No obstante, el experimento también mostró que la mentira sólo aumentó con el tiempo cuando el participante obtuvo algún beneficio, lo que sugiere que el interés propio es necesario para que la deshonestidad se intensifique.

«Este estudio es la primera evidencia empírica de que el comportamiento deshonesto se intensifica cuando se repite, cuando todo lo demás se mantiene constante», explica Neil Garrett, neurocientífico cognitivo de la U.C.L. y autor principal del estudio. Veinticinco de los participantes realizaron el experimento con apoyo de un escáner funcional de resonancia magnética (MRI), lo que permitió a los investigadores medir la actividad cerebral. El equipo se enfocó en áreas del cerebro previamente asociadas con la estimulación emocional, para lo cual se utilizó una base de datos de resultados de imágenes cerebrales. El área de mayor observación fue la amígdala, una región del cerebro conocida por responder y procesar las emociones. Los investigadores constataron cómo la actividad en esta región fue inicialmente alta cuando los participantes mintieron, pero fue declinando con el tiempo durante actos subsecuentes de deshonestidad. Un punto a destacar es que las mayores reducciones en la actividad de la amígdala pronosticaron mentiras mayores más adelante. Esto sugiere que un mecanismo biológico (la adaptación) podría apoyar la deshonestidad. «La primera vez que haces trampas, te sientes mal por ello. Pero eso es bueno, frena tu deshonestidad», explicó Sharot. «La próxima vez que hagas trampa, ya te has adaptado. Hay menos de una reacción negativa para detenerte, y puedes mentir más». El equipo de Sharot considera que estos hallazgos podrían ser relevantes para una mejor comprensión de otros tipos de comportamiento, como la escalada de la toma de riesgos o el comportamiento violento. Fuente: Scientific American

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Las autorrevelaciones desde la experiencia de un psiquiatra

  • David Aparicio
  • 02/12/2016
Hace dos días publicamos una nota del terapeuta español, Buenaventura Del Charco Olea, que examinaba los beneficios de las autorrevelaciones dentro de la consulta o en otras palabras, si el psicólogo debe o no hablar sobre si mismo en la consulta. El artículo de Buenaventura causó mucho interés y muchos comentarios interesantes. Para enriquecer aun más el debate les comparto un artículo de opinión escrito por el psiquiatra Alberto Soler Montangud sobre las autorevelaciones en su práctica profesional:

Confieso no obstante, que en ocasiones me surge la duda de si con mi espontaneidad estaré quizás rebasando los límites de la distancia que debe haber entre terapeuta y terapiado. La respuesta a esta incertidumbre siempre varía según cada caso, según la reciprocidad que perciba así como la demanda subliminal de contacto que manifieste el (o la) paciente, y también según el momento evolutivo en que se encuentre, tanto en su proceso como en la calidad y la consistencia del vínculo terapéutico establecido. 

Concluiré expresando mi convicción de que compartir ciertos detalles y anécdotas de mi privacidad, pueden servir de ayuda a algunos pacientes. Incluyo entre ellas el hacerles partícipes, incluso de algunas experiencias duras o difíciles que, con el paso del tiempo, haya llegado a resolver. Estoy convencido de que mostrarme tal cual soy, sin enmascarar ni adornar mi realidad con imposturas que enaltezcan mi rol de superioridad, es un factor que añade una pátina de verismo y de naturalidad a la relación que mantengo con mis pacientes.

Lee el artículo completo en Gestalt Terapia.

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  • Psicología aplicada

El arte: una forma humana de combatir la muerte – Psyciencia

  • Rita Arosemena P.
  • 02/12/2016
Un estudio encabezado por investigadores de la Universidad de Kent y publicado en el Journal of Creative Behavior sugiere que las personas creativas muestran menos ansiedad en relación con la muerte, ya que su filosofía de vida suele ir orientada a la misión de dejar un legado cultural perdurable a la humanidad. Los escritores, pintores, cantantes y artistas en general materializan a través de su trabajo creativo una forma de vida alterna que permanece incluso más allá de su propia desaparición física, consecuentemente, su preocupación en torno a la muerte se ve minimizada y también manifiestan una mayor resiliencia al momento de sobrellevar eventos trágicos relacionados con el fallecimiento.
Los artistas materializan a través de su trabajo creativo una forma de vida que permanece más allá de su propia muerte
El estudio, dirigido por el investigador Rotem Perach de la Escuela de Psicología de Kent bajo la supervisión del Dr. Arnaud Wisman, consideró el análisis de una muestra de 108 estudiantes, quienes completaron dos cuestionarios para medir su nivel de logro creativo y ambición creativa. Se encontró que quienes poseían un récord de logros creativos junto con altos niveles de ambición creativa realizaron menos asociaciones de muerte en sus procesos de pensamiento después de considerar su propio fallecimiento en comparación con el grupo de control. Para los estudiantes con bajos niveles de ambición creativa, en cambio (y cualquiera que fuese su registro de logro creativo), pensar en su propia desaparición física no afectó sus índices de pensamientos relacionados con la muerte en comparación con el grupo de control. Los resultados sugieren que quienes orientan su vida hacia la creatividad y producen contribuciones creativas significativas pueden beneficiarse de la seguridad existencial frente a la muerte. Los investigadores describen estos hallazgos como un apoyo a la noción de que el logro creativo puede ser «una vía hacia la inmortalidad simbólica», particularmente entre las personas que valoran la creatividad. Fuente: Psypost.org

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