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Emociones

34 Publicaciones
  • Artículos de opinión (Op-ed)

Está bien que estés triste

  • Buenaventura del Charco Olea
  • 14/04/2020

Estás triste y eso, quizás, está bien.

Seamos honestos, posiblemente has pinchado este enlace (al ver este título) porque estás harto de que todo el mundo te diga «tienes que ser positivo» o estás todo el día machacándote por estar mal y te dices que «ya deberías haberlo superado» o «no tienes motivos para estar así de jodido» o quizás, estás cansado de tu tristeza y de estar mal.

Quiero que me entiendas: estar triste no es agradable, por eso lo llamamos estar triste, y no «tener orgasmos». Pero quizás, tienes un motivo para estar así, dudo que un día te levantases y dijeses: «voy a estar triste que hoy hace buen día para ello».

La tristeza, como todas las emociones, es un mecanismo de autorregulación filogenético (es decir, una respuesta con la que naces y que nadie te enseña) y que está ahí porque es una respuesta eficaz para cubrir una necesidad, normalmente, algo que perdimos (incluso algo que nunca tuvimos, pero deseábamos tener) o algo que nos hizo daño. Cuando vivimos eso, la tristeza es una respuesta útil, adaptativa, porque te invita a recordar lo que has perdido, a entender por qué era importante para ti, a que estés en la cama lamiéndote las heridas, a que llores y otros lo vean y te brinden su apoyo, a que mires algo que duele y que es duro o difícil mirar pero que es tuyo y demanda tu atención. Esa es la primera parada de la recuperación y por eso existe.

Puede que lleves tanto tiempo triste, o más bien, intentando no estar triste, que ya ni siquiera entiendes por qué lo estás (a veces lo sabes en el fondo de ti, pero te da miedo asumirlo), y no te cuadra si «hay gente que está peor» o «no sé por qué estoy mal si en mi vida hay cosas buenas». Pero claro, si todo el rato estás intentando estar bien o castigándote por estar hecho un cenizo y un pesimista ¿cómo vas a entender tu tristeza si no la miras? ¿Cómo vas a solucionar algo que no entiendes? Como explicaba el gran Carl Rogers (uno de mis psicólogos favoritos, algo así como el Lionel Messi de la mente) sólo cuando aceptas una realidad, como que estás triste, puedes empezar a cambiarla.

La tristeza, como la digestión, no es algo que podemos decidir tener o no, es algo que se activa en nosotros por un motivo: Rompiste con tu pareja, sientes que tus padres no te ven y no les importas, aunque haya gente a tu alrededor te sientes muy solo, alguien te ofendió y te decepcionó, cargándose la relación que teníais, sientes que no vales nada… Igual que cuando tu cuerpo tiene un déficit de nutrientes crea el hambre para empujarte a comer, cuando algo te duele profundamente te pones triste para empujarte a curar esa herida emocional.

Muchas veces en consulta oigo a mis pacientes ponerse un temporizador. «Lo de mi ex me pasó hace dos años, ya no quiero seguir llorando por eso» o «Ya soy un adulto, no puedo seguir triste por cómo me trataron mis padres». Con frecuencia veo el miedo en ellos de volver a sentir ese dolor, de que, si se lo permiten, eso les vaya a derrumbar y siempre les digo lo mismo: «si no pudo contigo cuando lo viviste, ¿cómo va a poder ahora por el simple hecho de conectar contigo y estar triste? Si eso fuese superior a ti te hubiese destrozado cuando ocurrió, y no lo hizo. El recuerdo nunca es peor que cuando está pasando. El tiempo no cura las heridas, las heridas las curamos nosotros, para eso necesitamos tiempo sí, pero sobre todo ponernos a curarlas y parte de esa cura es llorar por nuestro dolor.

¿Para qué sirve llorar? Oigo con frecuencia. Sirve porque hay lágrimas que limpian. Porque las lágrimas hablan y nos ayudan a entender lo importante que era eso para nosotros y lo rotos y vacíos que nos sentimos cuando se rompe.

Si no quieres estar triste, responsabilízate de tu tristeza, acepta que estás así en este momento de tu vida. Acepta que hay cosas que te duelen y no eres invulnerable. Y desde ahí, escúchala, aunque estés harto de estar mal, y poco a poco entenderás que herida o que pérdida es la que la produce y qué necesita para estar bien: compañía, decirle a la gente cómo te sientes de verdad, cariño y afecto, recordar lo perdido, sentir compasión por ti (de la sana, no de la victimista) y darte cuenta de que no puedes seguir dándote tanta caña con la autocrítica, descansar tras los duros golpes… Y entonces podrás dártelo y entonces dejarás de estar triste y sobre todo te habrás tratado con humanidad y respeto.

Quizás, sólo quizás, está bien que tengas la decencia contigo de estar triste cuando te pasa algo doloroso en tu vida. Que cuando pierdas algo valioso en tu vida, una persona o algo importante, eso te de pena y lo llores. Quizás está bien que tu dolor te conmueva, que te importe, hasta el punto de ponerte triste que algo te haga daño. Que te importe tanto lo que te pasa, que, si te toca llorar por ti y acompañarte en ese dolor, estés dispuesto a hacerlo. No te mereces menos.

Seguro que cuando ves a un amigo que lo está pasando mal te da pena. Y eso está bien porque significa que lo quieres. Intenta quererte a ti también como haces con los demás.

Y el momento es ahora.

Si necesitas ayuda para entender y gestionar tu tristeza puedo atenderte como
Psicólogo en Marbella y Psicólogo en Granada

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Creencias de los Mapuches sobre las emociones de los niños

  • Alejandra Alonso
  • 24/03/2020

Un estudio chileno, realizado con la comunidad Mapuche, pueblo originario que vive al sur de Chile y Argentina, encontró similitudes y diferencias entre creencias sobre emociones en diferentes culturas.

¿Porqué es importante? Las creencias sobre las emociones tienen gran influencia en la conducta y respuesta de las personas, sirviendo como guía para la toma de decisiones y la evaluación de nuestra conducta y la de otros. A veces se aceptan tan apasionadamente, que es difícil comprender que son creencias. Probablemente se originan en la cultura, reflejando los valores, costumbres y normas de una comunidad.

En la comunidad Mapuche, podría presentarse una incongruencia entre las enseñanzas de los padres y las maestras.

¿Qué metodología se utilizó? 106 adultos Mapuches (77 padres y madres y 29 maestras y maestros) y 165 adultos no Mapuches (92 madres y padres y 73 maestras y maestros), completaron un cuestionario sobre creencias de los padres sobre las emociones de los niños, inlcuyendo 6 subeacalas de dicho cuestionario traducidas al español chileno y 5 derivadas de los valores Mapuche.

¿Qué creencias sobre emociones se consideraron?

  1. El valor del enojo.
  2. El ser positivo puede ser costoso.
  3. Los niños pueden controlar sus emociones.
  4. Las emociones de los niños son manipulación.
  5. La importancia del conocimiento de los sentimientos de los niños.
  6. Autonomía

Las siguientes son creencias identificadas entre Mapuches chilenos:

  1. La importancia de controlar el miedo.
  2. La importancia de mantener la calma.
  3. Emoción a través de la observación.
  4. Regulación a través de la naturaleza.
  5. Kumeche (estar con otros y respetarles, ser solidario, compasivo, amable, atento y empático).

¿Qué similitudes se encontraron? Existían similitudes entre la autonomía emocional, la eficacia en el control y regulación de emociones y la creencia de que cuando las emociones no están controladas, incluso las emociones consideradas positivas pueden ser costosas.

¿Qué diferencias se encontraron?Las diferencias, que fueron significativas pero no tan grandes como los científicos esperaban, pueden resumirse de la siguiente manera:

  1. Los Mapuches creen firmemente que los niños pueden y deben superar el miedo y deberían también ser tranquilos y callados.
  2. Se notaron diferencias entre mapuches de zonas rurales y urbanas. Estos últimos le daban mayor importancia a saber sobre los sentimientos de los chicos. Los investigadores creen que la falta naturaleza y de apoyo comunitario hacía que los Mapaches viviendo en áreas urbanas tuvieran creencias mas fuertes en la importancia de kumeche y la naturaleza como reguladora de emociones.

¿Qué limitaciones nombran los científicos?
1. Debido al método de reclutamiento utilizado, es probable que los Mapuches de la muestra en su mayoría tengan más educación y sean más privilegiados.
2. El uso de cuestionarios, que requiere que el participante adapte sus creencias a una afirmación que podría no ser lo suficientemente precisa para representar sus creencias únicas (efecto que se trató de controlar al incluir creencias específicas de la cultura Mapuche).
3. Podrían haber diferencias entre lo que la gente dice que cree y lo que realmente hace.

Dato interesante: Los Mapuches creen por tradición que la naturaleza provee una forma importante de regular las emociones en niños, dato que muchos estudios han garantizado (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7).

Referencia del estudio: 1. Amy G. Halberstadt, Dejah Oertwig, Enrique H. Riquelme. Beliefs About Children’s Emotions in Chile. Frontiers in Psychology, 2020; 11 DOI: 10.3389/fpsyg.2020.00034

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Las tres fases de una emoción

  • David Aparicio
  • 14/10/2019

Russ Harris ha tomado con mucha habilidad las riendas de la difusión de la terapia de aceptación y compromiso (ACT). En su libro La trampa de la felicidad Harris explica con maravillosa simplicidad los principios de la ACT, que para mi gusto, es mucho más adaptable y entendible que el libro Sal de tu mente, entra en tu vida de Steven Hayes (co creador de ACT).

En este breve artículo comparto un pequeño fragmento muy útil para usar en terapia en el que Harris explica las tres fases de la emoción, cómo se activan y el poderoso rol que desempeña nuestra mente a la hora de reaccionar a ellas.

El fragmento no es exclusivo de ACT ni mucho menos es un texto innovador. Sin embargo, es muy útil para explicar el poderoso rol que tiene nuestra mente a la hora de interpretar y evaluar las sensaciones de maneras muy distintas:


Fase 1: ¡Un hecho significativo!

Las emociones se disparan a causa de algún tipo de hecho significativo. Dicho hecho puede tener lugar dentro de tu cuerpo (un recuerdo perturbador, una sensación dolorosa o un pensamiento inquietante) o puede producirse en el mundo que te rodea (algo que puedes ver, oír, oler, saborear o tocar). Tu cerebro percibe este hecho y te advierte de que es importante.

Fase 2: ¡Prepárate para actuar!

El cerebro empieza a evaluar este hecho: “Es bueno o malo? ¿Beneficioso o perjudicial?” Al mismo tiempo, el cerebro comienza a estimular el cuerpo para que actúe, para que se acerca o evite el hecho. En esta fase no se da un “sentimiento” especifico en el sentido usual de la palabra. Si el cerebro considera el hecho como perjudicial, se desencadena la “respuesta lucha o vuela”, y el cuerpo se preparar o bien para atacar o bien para escapar. Si el cerebro considera que el hecho es potencialmente útil, el cuerpo se prepara para aproximarse a él y explorarlo. Y cuando nuestro cuerpo se preparar para actuar, experimentamos toda una variedad de sensaciones e impulsos.

Fase 3: La mente se implica

En la tercera fase, nuestra mente empieza a asociar palabras, ideas y significados a los cambios que se producen en nuestro cuerpo. Por ejemplo, nuestra mente puede ponerles a nuestras sensaciones e impulsos una etiqueta como “frustración”, “alegría” o “sentirse fatal”. Y lo que la mente nos está diciendo acerca de estas sensaciones tiene un impacto significativo sobre cómo actuamos frente a ellas. Imagínate, por ejemplo, a dos personas en una montaña rusa. Una de ellas está aterrada; la otra lo está pasando de maravilla. Ambas están experimentando los mismos cambios físicos (aumento de los niveles de adrenalina, mayor tensión arterial), las mismas sensaciones físicas (estomago revuelto, corazón acelerado) y los mismos impulsos (chillar) pero sus experiencia subjetivas son muy diferentes y dependen de lo que su mente les dice. Una mente dice: “¡Qué divertido!”, mientras que la otra indica: “!Esto es peligroso!”. Adivina quién de los dos lo está pasando bien y quién tiene miedo. Asimismo, el “miedo escénico” de un actor puede ser la “inyección de adrenalina” de otro. Ambos experimentarán las mismas sensaciones (corazón acelerado, piernas temblorosas, etc.) pero su mente interpretará dichas sensaciones de una manera muy distinta.

Puedes comprar el libro: La trampa de la felicidad de Russ Harris desde Amazon:

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Antropomorfizar las emociones negativas puede ayudarnos a lidiar con ellas

  • Maria Fernanda Alonso
  • 07/10/2019

Centrándose específicamente en la tristeza, investigadores pidieron a dos grupos de personas que escribieran sobre un momento de sus vidas en el que se sintieron muy tristes. Luego le pidieron a un grupo que imaginara la tristeza como una persona, y que redactaran una descripción de la persona que imaginaron que sería la tristeza. Una persona mayor con cabello gris y ojos hundidos o una niña que baja la cabeza mientras camina lentamente, fueron las descripciones de los participantes.

Los investigadores pidieron al otro grupo que escribiera una descripción de la tristeza con respecto a su impacto en sus estados de ánimo. Cuando se les pidió que calificaran sus niveles de tristeza después de completar sus descripciones, los participantes que escribieron sobre la emoción en sí y cómo los afecta informaron niveles más altos de tristeza que el grupo que antropomorfizó la tristeza en un tipo específico de persona con rasgos humanos familiares. Los investigadores sugieren que al dar vida a la emoción, los participantes pueden ver la tristeza como algo (o alguien) separado y algo distante de sí mismos, y que esto puede ayudarles a sentirse más separados de sus sentimientos negativos (Chen, Chen, & Yang, 2019).

Si bien está bien sentirse triste, muchas personas se comportan de manera espontánea y a veces autodestructiva para distraerse o «salvarse» cuando son consumidas por emociones negativas.

Los autores del estudio querían saber si el grupo que informó sentirse menos triste tomaría decisiones de compra más inteligentes.

Probaron esto pidiendo a los participantes de ambos grupos que primero elijan entre una ensalada o un postre (cheesecake) para acompañar el plato principal que almorzaron. Los investigadores también pidieron a los participantes que eligieran entre una computadora cargada con funciones para productividad o una computadora cargada con funciones para entretenimiento. Aquellos participantes del estudio que habían antropomorfizado sus emociones tenían más probabilidades de elegir la ensalada y la computadora productiva que aquellos que simplemente habían escrito sobre sus sentimientos.

Según un informe en ScienceDaily, los investigadores se inspiraron para probar su teoría en la popular película infantil, «Inside Out (Pixar, 2015),» en la que las emociones de un niño, tanto positivas como negativas, parecen cobrar vida y tomar cualidades humanas durante un momento difícil de transición («A new strategy to alleviate sadness: Bring the emotion to life: Researchers show how characters from the movie “Inside Out” hold the key to regulating emotions and behavior», s. f.). Los investigadores también hicieron un experimento similar probando los efectos de la felicidad antropomorfizante y descubrieron que la emoción positiva también disminuía cuando los participantes del estudio le daban una forma humana. Por razones obvias señalan que la técnica es mejor para diluir las emociones negativas.

Referencias bibliográficas:

A new strategy to alleviate sadness: Bring the emotion to life: Researchers show how characters from the movie «Inside Out» hold the key to regulating emotions and behavior. (s. f.). Recuperado 7 de octubre de 2019, de ScienceDaily website: https://www.sciencedaily.com/releases/2019/10/191003103515.htm

Chen, F., Chen, R. P., & Yang, L. (2019). When Sadness Comes Alive, Will It Be Less Painful? The Effects of Anthropomorphic Thinking on Sadness Regulation and Consumption. Journal of Consumer Psychology. https://doi.org/10.1002/jcpy.1137

Fuente: Psychology Today

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  • Análisis

Las parejas, ¿experimentan realmente sintonía emocional?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 25/09/2019

Laura Sels de Katholieke Universiteit Leuven en Bélgica, y sus colegas, realizaron tres estudios para investigar la interdependencia emocional en parejas románticas. Aunque las personas a menudo sienten que están emocionalmente en sintonía con su pareja romántica, esta investigación encontró poca evidencia de que las parejas experimenten regularmente los mismos estados emocionales simultáneamente (Sels et al., 2019).

«Las personas experimentan, comparten y regulan las emociones con mayor frecuencia y más intensamente en sus relaciones cercanas», dijo Sels. «La forma en que otros entienden y responden a estas emociones es fundamental tanto para el bienestar del individuo como para la calidad de la relación. Estoy interesada en estos exactos procesos y, en última instancia, en cómo podríamos mejorarlos.»

Los estudios

En el primer estudio, 79 parejas debatieron sobre varios temas relacionados con la salud y luego vieron un video de la conversación mientras recordaban su experiencia emocional segundo a segundo con un dial de calificación. Pero menos de la mitad de las parejas mostraron una interdependencia emocional sustancialmente mayor que las «pseudoparejas,» que los investigadores generaron al combinar participantes al azar.

En el segundo estudio, 50 parejas completaron un cuestionario de emociones 10 veces al día durante una semana usando una aplicación de celular. Cada uno informó sus emociones al mismo tiempo, pero se les pidió que no se comunicaran entre sí acerca de sus preguntas y respuestas.

Los investigadores encontraron evidencia de que las emociones de las parejas tendían a fluctuar juntas, pero hubo una gran variación entre las parejas. En otras palabras, algunas parejas parecían tener un nivel bastante alto de interdependencia emocional, pero otras no.

Para su tercer estudio, los investigadores combinaron las metodologías de los dos primeros y reclutaron a otras 101 parejas. A pesar del mayor tamaño de la muestra, los investigadores aún encontraron poca evidencia de interdependencia emocional.

Hallazgos

«Descubrimos que las conexiones emocionales directas entre parejas tienen efectos pequeños a moderados, son difíciles de observar con los métodos existentes en la mayoría de las parejas, pueden no generalizarse a través de los estudios y no parecen ser un indicador de la cercanía de una relación,» concluyeron los investigadores.

Sorprendentemente, los hallazgos indicaron que la cantidad de tiempo que la pareja pasaba junta no parecía tener mucha influencia en la interdependencia emocional.

“Aunque las parejas se impactan mutuamente en numerosos dominios, esto no necesariamente genera vínculos directos entre sus emociones,” dijo Sels.

“A la luz de estos hallazgos, planteamos la hipótesis en otro trabajo reciente de que, si bien la interdependencia emocional real solo puede caracterizar relaciones cercanas en contextos específicos, la interdependencia percibida puede ser más frecuente y relevante para el bienestar. De hecho, encontramos evidencia preliminar de esto.”

Ese estudio encontró que la similitud emocional percibida por las parejas predijo cuánto amor sentían las personas por su pareja (Sels, Ruan, Kuppens, Ceulemans, & Reis, 2019).

«Apoyando el papel de las percepciones en lugar de las experiencias reales, descubrimos que la similitud emocional tenía que ser detectada antes de ejercer un efecto sobre la cercanía, y también la percepción excesiva de similitudes tenía efectos beneficiosos en la vida diaria», explicó Sels.

Referencia:

Sels, L., Cabrieto, J., Butler, E., Reis, H., Ceulemans, E., & Kuppens, P. (2019). The occurrence and correlates of emotional interdependence in romantic relationships. Journal of Personality and Social Psychology. https://doi.org/10.1037/pspi0000212

Sels, L., Ruan, Y., Kuppens, P., Ceulemans, E., & Reis, H. (2019). Actual and Perceived Emotional Similarity in Couples’ Daily Lives. Social Psychological and Personality Science, p. 194855061984592. https://doi.org/10.1177/1948550619845927

Fuente: PsyPost

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cuando la soledad llega a niveles peligrosos

  • Maria Fernanda Alonso
  • 03/09/2019

La “Campaña para terminar con la soledad” informa que ésta es un factor de riesgo independiente para el malestar físico y emocional, está asociada con una vida estadísticamente más corta debido a una enfermedad cardiovascular y al aumento del pensamiento suicida. La soledad, vivir solo y las malas conexiones sociales son tan malas para tu salud como fumar 15 cigarrillos al día. De hecho es más perjudicial que la obesidad, y las personas solitarias tienen más probabilidades de sufrir demencia, enfermedades cardíacas y depresión. Además, se estima que aumenta el riesgo de muerte en un 29%.

La supresión de las emociones y del autocontrol son factores que influyen en la soledad (Smith, Lair, & O’brien, 2019). La supresión de las emociones, señalan los autores del estudio, es la «inhibición consciente del propio comportamiento emocional expresivo mientras se excita emocionalmente». ¿Recordás algún momento en que sentiste emociones fuertes y las suprimiste? Esto puede suceder consciente o inconscientemente, puede ser el resultado de una elección deliberada, por ejemplo, al reducir la ira en el lugar de trabajo y elegir un camino más diplomático, o puede ser reflexivo, como cuando alguien que creció en un hogar donde no se le permitía llorar o mostrar sus sentimientos, aprende a tragarse automáticamente sus sentimientos sin darse cuenta de que lo está haciendo, y mucho menos darse cuenta de que a menudo eso es problemático.

La supresión emocional conduce a una reducción del bienestar, por ejemplo, se asocia con «sentimientos de depresión y disminución de la autoestima, optimismo, satisfacción con la vida y propósito en la vida.» Además, la supresión de las emociones puede ser contraproducente cuando no podemos utilizar nuestros sentimientos de manera efectiva, o cuando ni siquiera sabemos lo que sentimos cuando lo sentimos. Necesitamos saber qué estamos sintiendo para tomar decisiones consideradas; los sentimientos son datos críticos autorreferenciales que necesitamos para conocernos a nosotros mismos. Por otro lado, los sentimientos no son el principio de todo, aunque a veces parecen ser lo único que importa; este es un enfoque de pensamiento inútil conocido en la terapia cognitivo conductual como «razonamiento emocional.»

A veces cuando suprimimos las emociones y creemos que no las estamos mostrando, en realidad terminamos mostrándolas de una manera que no pretendemos (Dalgleish, Yiend, Schweizer, & Dunn, 2009). Los participantes en este experimento recibieron instrucciones de tratar de suprimir las emociones negativas fuertes, y en su lugar, terminaron expresándolas con más fuerza.

Smith y sus colegas señalan que, además de la supresión de las emociones, otro factor relacionado a la soledad es el autocontrol. La teoría del autocontrol «se refiere a las diferencias en la medida en que las personas valoran, crean, cultivan y proyectan la imagen social y la apariencia pública.» El autocontrol puede ser más racional, como un proceso de autoevaluación diseñado para notar las áreas de éxito y la necesidad de mejorar, con feedback para uno mismo más alentador y positivo.

Por otro lado, el autocontrol puede asociarse con sentimientos abrumadores, autoconscientes, distorsionados, negativos o vergonzosos sobre nosotros mismos y suposiciones sobre los demás que pueden hacer que nos retiremos y evitemos situaciones sociales, y que asumamos que los otros se sienten mal consigo mismos también. Estas no son creencias útiles o precisas, pero pueden ser poderosas de todos modos.

Los autores del estudio señalan que, en general, las personas con un alto nivel de autocontrol tienden a hablar más e iniciar conversaciones, pero también tienden a verse a sí mismos y a los demás como más inseguros de sí mismos. El autocontrol puede ayudar a una mayor expresividad emocional y conciencia adaptativa si se usa de manera efectiva, pero también puede conducir a una mayor supresión de las emociones si se inclina más a sentir vergüenza de uno mismo.

Continúan señalando que cuando las personas se guardan demasiado para sí mismas, naturalmente comparten menos sobre ellas en las interacciones sociales. Esto, a su vez, conduce a una menor apertura, perjudica el desarrollo de la intimidad con otros y, por lo tanto, podría tender a conducir a una mayor soledad, pero solo en las circunstancias propicias. Cuando las personas se abren, tendemos a acercarnos.

Resultados: soledad, supresión de emociones y autocontrol

Dada la cantidad relativamente pequeña de investigación que analiza la soledad y la supresión de las emociones, específicamente, en función del autocontrol, Smith, Lair y O’Brien diseñaron un estudio para definir aún más estos factores. Reclutaron a 142 estudiantes universitarios con una edad promedio de 21.2 años y realizaron una evaluación en persona de 60 minutos. Los participantes completaron la Escala de soledad (ES), las subescalas relevantes del Cuestionario de regulación emocional (CRE) y la Escala de autocontrol (EA). Como se anticipó, descubrieron que había una correlación significativa entre la soledad y la supresión de las emociones. El autocontrol no se correlacionó directamente con la supresión de las emociones o la soledad, lo que tiene sentido dado que el autocontrol puede tanto apoyar como interferir con la función social.

Los investigadores encontraron un efecto de interacción significativo cuando observaron si el autocontrol modificaba la relación entre la soledad y la supresión de las emociones. Únicamente para los participantes con alto nivel de autocontrol, la supresión de las emociones estaba asociada con una soledad más severa. Este efecto no se observó en niveles más bajos de autocontrol.

De hecho, aunque el efecto fue demasiado pequeño para ser estadísticamente significativo en este estudio, el bajo autocontrol se asoció con un poco menos de soledad en los participantes que suprimieron menos las emociones. Quizás ser un poco más relajados con la expresión de las emociones y no preocuparse demasiado por cómo pueden ser tomadas podría conducir a una mayor autenticidad y conexión.

Como informan Smith y sus colegas, se ha demostrado que las personas que reprimen sus emociones no solo tienen menos probabilidades de compartir experiencias positivas y negativas con los demás, sino que también tienen menos probabilidades de sentirse auténticas, y si no nos sentimos auténticos, no nos sentimos bien con nosotros mismos (Cooper et al., 2018).

Comprender cómo el autocontrol afecta la comunicación y el desarrollo de la intimidad es un área clave para futuras investigaciones. Si bien esta investigación es un primer paso importante, destacando cómo un alto autocontrol puede conducir a la supresión de las emociones y, por lo tanto, a una mayor soledad, no prueba causa y efecto y solo muestra correlaciones atractivas. Puede ser que otros factores, como una tendencia general a ser negativo, subyazcan a las observaciones.

Sin embargo, el efecto observado del autocontrol como moderador (en el que un alto autocontrol está conectado con una relación más fuerte entre la supresión de las emociones y la soledad) puede proporcionar información útil y puntos de acción para las personas que sufren de soledad.

Autocontrol efectivo

Si bien las investigaciones futuras que buscan relaciones causales responderán preguntas sobre la causalidad y los factores subyacentes, las personas solitarias pueden prestar atención a sus propios hábitos individuales. ¿Soy alguien que suprime mis emociones? ¿Presto atención minuciosa a cómo me encuentro, lo que estoy pensando y sintiendo, cómo me ven los demás? ¿Me siento más auténtico cuando muestro mis emociones? ¿Existe espacio para una mayor autocompasión en cómo me relaciono conmigo mismo? ¿Necesito desenvolverme más activa y francamente?

Si he desarrollado el hábito de suprimir mis emociones, ¿cómo puedo aprender a ser más expresivo de manera que facilite, en lugar de impedir, la interacción social? Si me abro más a las personas, sin compartir demasiado o demasiado pronto, ¿con el tiempo desarrollaré relaciones más satisfactorias? ¿Cómo puedo monitorearme a un nivel intermedio, equilibrando los costos y beneficios de cuánto y de qué manera reflexiono sobre mis propios pensamientos, sentimientos y comportamientos para disfrutar de una mayor autoestima, autenticidad, sentido de propósito y relaciones significativas?

Estas y otras preguntas son importantes para forjar caminos fuera del aislamiento mortal y destructivo.

Referencias:

Cooper, A. B., Bell Cooper, A., Sherman, R. A., Rauthmann, J. F., Serfass, D. G., & Brown, N. A. (2018). Feeling good and authentic: Experienced authenticity in daily life is predicted by positive feelings and situation characteristics, not trait-state consistency. Journal of Research in Personality, Vol. 77, pp. 57-69. https://doi.org/10.1016/j.jrp.2018.09.005

Dalgleish, T., Yiend, J., Schweizer, S., & Dunn, B. D. (2009). Ironic effects of emotion suppression when recounting distressing memories. Emotion , 9(5), 744-749. https://doi.org/10.1037/a0017290

Smith, C. V., Lair, E. C., & O’brien, S. M. (2019). Purposely stoic, accidentally alone? Self-monitoring moderates the relationship between emotion suppression and loneliness. Personality and individual differences, 149, 286-290. https://doi.org/10.1016/j.paid.2019.06.012

Fuente: Psychology Today

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Regulación emocional: ¿Importa el medio que preferimos para comunicarnos?

  • Maria Fernanda Alonso
  • 28/08/2019

¿Ensayaste alguna vez frente a un espejo una conversación importante que luego tendrías con otra persona? O, quizás, ¿lo escribiste? ¿O elegís más bien que la conversación fluya espontáneamente en el momento en que sucede?

¿Preferís comunicarte con los demás cara a cara, o usando un dispositivo electrónico?

Es innegable que la manera en que nos expresamos y vivimos las experiencias cotidianas han tomado una nueva forma desde la llegada y creciente generalización del uso de teléfonos móviles y redes sociales (¡al punto de convertir en verbos los nombres de ciertas redes -como Whatsapp o Instagram- para referirnos a su uso!).

Una nueva investigación exploratoria encontró que esto también ha transformado la manera en que manejamos nuestras emociones: las personas que prefieren usar un dispositivo electrónico para comunicarse tienden a presentar más problemas con la regulación de las emociones (Myruski, Quintero, Denefrio, & Dennis-Tiwary, 2019).

«Las investigaciones utilizan el término ‘comunicación mediante computadora’ o CMC para referirse a cualquier tipo de comunicación a través de la tecnología,” dijo Sarah Myruski, autora principal del estudio e investigadora postdoctoral de la Universidad Hunter College of the City de New York y New York University Langone School of Medicine. “Todavía hay muchas preguntas abiertas sobre el impacto social y emocional negativo de la CMC. Algunos investigadores han sugerido que el uso de CMC puede conducir al aislamiento social y la depresión, mientras que otros han descubierto que CMC puede reforzar el bienestar al ayudar a las personas a mantenerse conectadas con amigos y familiares.»

«Este estudio examina los vínculos entre las diferencias individuales en el uso de CMC, la sensibilidad emocional y las vulnerabilidades socioemocionales, como los problemas para regular las emociones,» señaló Myruski, miembro del Laboratorio de Regulación de Emociones de Tracy Dennis-Tiwary.

Para ello, los investigadores encuestaron a 123 adultos con respecto a sus preferencias de comunicación, bienestar emocional, desregulación emocional, síntomas depresivos, ansiedad y personalidad. A su vez, evaluaron la capacidad de los participantes para detectar expresiones faciales emocionales.

Como resultado, descubrieron que aquellos que preferían la CMC a la comunicación cara a cara tendían a mostrar más sensibilidad a las expresiones faciales y más signos de desregulación emocional.

Posteriormente examinaron un subconjunto de 27 participantes a los que se les pidió que navegaran por Facebook durante unos 15 minutos. Después de navegar, los participantes completaron un breve cuestionario para clasificar los tipos de actividades que habían realizado.

Realizar actividades socialmente activas en Facebook, como enviar mensajes a un amigo, se asoció con un mayor bienestar emocional, mientras que la navegación pasiva en Facebook se asoció con mayores dificultades de regulación de las emociones.

Los principales hallazgos de este estudio fueron tres:

  • La preferencia por CMC para comunicar emociones positivas y angustia, se asoció con más problemas de regulación emocional,
  • Los participantes que prefirieron usar CMC versus interacciones cara a cara mostraron una mayor sensibilidad emocional, medida por la detección más rápida y precisa de las emociones en las caras durante una tarea de computadora.
  • Las personas que usaban Facebook para comunicarse activamente informaron un mayor bienestar emocional, mientras que se encontró el patrón opuesto para aquellos que navegaban pasivamente.

El estudio, como toda investigación, incluye algunas limitaciones.

“La principal advertencia para este estudio es que es correlacional. No se deben hacer inferencias causales basadas en estos resultados, sino que este estudio se debe considerar un primer paso exploratorio para identificar patrones de vínculos entre CMC, detección de emociones y bienestar emocional, y el trabajo futuro más estricto basado en hipótesis ayudará a aclarar estos patrones,” explicó Myruski.

“Una posible interpretación de los patrones de asociaciones que encontramos es que las personas que son muy sensibles emocionalmente y/o tienen dificultades para manejar sus emociones en contextos cara a cara pueden preferir recurrir a CMC porque les permite interactuar con otros sin la carga inmediata de procesar las emociones de los demás. Sin embargo, solo los estudios experimentales futuros pueden determinar la dirección de la causalidad.»

A pesar de las limitaciones, los resultados proporcionan una base para futuras investigaciones.

«Las personas deben ser conscientes de cómo están utilizando las redes sociales y la tecnología para comunicarse, particularmente cuando expresan o manejan emociones. Además, el tipo de actividades que se realizan a través de las redes sociales parece importar. Es decir, la comunicación activa versus la navegación pasiva a través de CMC puede servir para reforzar el bienestar emocional, y viceversa,” concluyó dijo Myruski.

Referencia del estudio:

Myruski, S., Quintero, J. M., Denefrio, S., & Dennis-Tiwary, T. A. (2019). Through a Screen Darkly: Use of Computer-Mediated Communication Predicts Emotional Functioning. Psychological Reports, 33294119859779. https://doi.org/10.1177/0033294119859779

Fuente: PsyPost

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Meditar y practicar yoga se vinculan con menor volumen de la amígdala derecha, región involucrada en el procesamiento emocional

  • Maria Fernanda Alonso
  • 19/08/2019

¿Pueden la meditación y el yoga ser prácticas capaces de modificar nuestros cerebros? ¿Qué tanto ayudan, por ejemplo, para hacer frente a las emociones negativas, y para manejar el estrés en particular?

Según una investigación, estas prácticas se asocian con un volumen más pequeño de la amígdala derecha, una región del cerebro involucrada en el procesamiento emocional (Gotink et al., 2018).

El estudio de Rotterdam es un estudio poblacional en curso que se realiza en los Países Bajos desde 1990. Ha reclutado a más de 15000 personas de 45 años o más. Muchos de los participantes se sometieron a múltiples escáneres cerebrales, lo que permite a los investigadores examinar el cambio estructural con el tiempo.

Para el estudio de Gotnik, analizaron un subgrupo de 3742 participantes que habían respondido a un cuestionario de meditación y práctica de yoga y se habían sometido a resonancia magnética del cerebro.

Encontraron que la meditación y el yoga estaban positivamente relacionados tanto con el estrés como con el manejo del estrés: pues quienes reportaron practicar yoga y meditación informaron también que experimentaron más estrés; pero el 90.7% dijo que aquellas prácticas los ayudaron a sobrellevar el estrés.

Lo que descubrieron a través de los escáneres fue que quienes dijeron que practicaban meditación y yoga también tendieron a tener un menor volumen de la amígdala derecha y del hipocampo izquierdo en comparación con aquellos que no lo hacían, y el volumen de la amígdala derecha tendió a disminuir con el tiempo entre los practicantes.

“Las diferencias volumétricas solo se encontraron en la amígdala derecha, no en la izquierda. Esto está en línea con estudios anteriores más pequeños y se explica por el hecho de que la amígdala derecha, a diferencia de la amígdala izquierda, está asociada con emociones negativas y acciones inmediatas, mientras que la izquierda está asociada con emociones positivas y memoria «, señalaron los investigadores en su estudio.

Ellos interpretan que el volumen de la amígdala podría ser más pequeño porque quienes practican meditación y yoga se han vuelto más conscientes de su estrés, pero al mismo tiempo son más capaces de lidiar con él. En este mismo orden de ideas, otras investigaciones encontraron que el entrenamiento en meditación podría producir una reducción generalizada de la actividad de la amígdala derecha en respuesta a estímulos emocionales, según lo medido por los escaneos cerebrales (Desbordes et al., 2012).

Algunas limitaciones que presentó este estudio fueron que la muestra de participantes eran personas en general saludables y motivados a unirse a la investigación; además, está compuesto principalmente por personas mayores, que pueden no estar tan activamente involucradas en las prácticas de meditación y yoga como los más jóvenes, y que también pueden mostrar una respuesta estructural diferente a la de los participantes más jóvenes debido a la disminución de la plasticidad cerebral.

¿Aún dudás del poder científico de la meditación? ¿Te atrevés a probarlo? Estos ejercicios y meditaciones guiadas pueden servirte de ayuda.

Referencias:

Desbordes, G., Negi, L. T., Pace, T. W. W., Wallace, B. A., Raison, C. L., & Schwartz, E. L. (2012). Effects of mindful-attention and compassion meditation training on amygdala response to emotional stimuli in an ordinary, non-meditative state. Frontiers in Human Neuroscience, 6, 292. https://doi.org/10.3389/fnhum.2012.00292

Gotink, R. A., Vernooij, M. W., Ikram, M. A., Niessen, W. J., Krestin, G. P., Hofman, A., … Hunink, M. G. M. (2018). Meditation and yoga practice are associated with smaller right amygdala volume: the Rotterdam study. Brain Imaging and Behavior, 12(6), 1631-1639. https://doi.org/10.1007/s11682-018-9826-z

Fuente: PsyPost

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

5 cosas que deberías saber sobre los psicópatas

  • Maria Fernanda Alonso
  • 08/08/2019

Describir a un psicópata como una persona que no tiene sentimientos puede no ser del todo acertado, y además carece de muchos otros rasgos que podrían caracterizarlos. En este artículo compartimos algunos datos que arrojan las investigaciones sobre los psicópatas:

1. Todos tenemos un poquito de psicópatas. La psicopatía es un espectro, y todos estamos en algún lugar de ese espectro. Si alguna vez mostraste falta de culpa o remordimiento, o no sentiste empatía con alguien, o usaste tus “encantos” para obtener lo que querías (¿recordás esa última entrevista de trabajo?), entonces has mostrado un rasgo psicópata. Quizás no tengas miedo en ciertas situaciones o hayas corrido grandes riesgos, también son rasgos psicópatas.

2. Los psicópatas no son todos «Psycho.» Patrick Bateman en American Psycho y Hannibal Lecter en Silencio de los Inocentes son representaciones típicas de psicópatas en la cultura popular. Si bien es cierto que la mayoría de los asesinos seriales son psicópatas, la gran mayoría de los psicópatas no son asesinos seriales. Los psicópatas comprenden aproximadamente el 1% de la población general y pueden ser miembros productivos de la sociedad (Viding, McCrory, & Seara-Cardoso, 2014).

Su falta de emociones, como la ansiedad y el miedo, les ayuda a mantener la calma en situaciones aterradoras. Los experimentos han demostrado que tienen una respuesta de sobresalto reducida. Si alguien te asustó mientras veías una película de terror, probablemente tuviste una «respuesta exagerada de sobresalto.”. Los psicópatas reaccionan con mucha menor intensidad en situaciones que provocan miedo. En todo caso, permanecen tranquilos (Benning, Patrick, & Iacono, 2005). Esto puede ser un rasgo útil si sos un soldado, un cirujano o formas parte de las fuerzas especiales.

Los psicópatas también pueden ser muy encantadores (aunque solo sea superficialmente) y tienen la capacidad de tomar riesgos con confianza, ser despiadados, orientados a objetivos y tomar decisiones audaces. Esto los hace muy adecuados para entornos como Wall Street, una sala de juntas y el parlamento.

3. Los psicópatas prefieren las ciudades antes que la vida en pequeños pueblos. Es más probable que los psicópatas se encuentren en pueblos grandes y ciudades. Prefieren lo que los psicólogos llaman una «estrategia rápida de historia de vida.» Es decir, se centran en aumentar sus oportunidades de tener relaciones sexuales a corto plazo y en la cantidad de parejas sexuales en lugar de invertir mucho esfuerzo en relaciones a largo plazo, la paternidad y la estabilidad de la vida. Esta estrategia está vinculada a una mayor toma de riesgos y egoísmo. Además, las ciudades ofrecen a los psicópatas mejores oportunidades para encontrar personas para manipular. También ofrecen un mayor anonimato y, por lo tanto, un menor riesgo de ser detectados.

4. Las mujeres psicópatas son algo diferentes. Aunque los psicópatas son similares en muchos aspectos, algunos estudios han encontrado diferencias en las mujeres. Por ejemplo, las mujeres psicópatas parecen ser más propensas a la ansiedad, los problemas emocionales y la promiscuidad que los psicópatas masculinos (Colins, Fanti, Salekin, & Andershed, 2017).

Algunos psicólogos argumentan que la psicopatía femenina a veces se diagnostica con un trastorno límite de la personalidad, caracterizado por emociones mal reguladas, reacciones impulsivas y arrebatos de ira. Esto podría explicar por qué la mayoría de los estudios muestran que las tasas de psicopatía son más bajas en las mujeres (Dolan & Völlm, 2009).

Una investigación muestra que las psicópatas parecen preferir salir con hombres no psicópatas a corto plazo, tal vez como un juguete o para permitir fácil engaño y manipulación. Pero para las relaciones a largo plazo, una mujer psicópata buscará a otro psicópata (Watts et al., 2019).

5. Los psicópatas tienen sentimientos… o algunos sentimientos. Si bien los psicópatas muestran una falta específica de emociones, como la ansiedad, el miedo y la tristeza, pueden sentir otras emociones, como la felicidad, la alegría, la sorpresa y el asco, de la misma manera en que la mayoría de nosotros las sentiríamos. Entonces, aunque pueden tener dificultades para reconocer rostros temerosos o tristes y son menos receptivos a las amenazas y los castigos, pueden identificar rostros felices y responden positivamente cuando son recompensados.

Sin embargo, los estudios señalan que ellos pueden sentirse felices y motivados si las recompensas son lo suficientemente altas. Por supuesto, también pueden enojarse, especialmente en respuesta a la provocación, o frustrarse cuando se frustran sus objetivos. Es decir que podés herir los sentimientos de un psicópata, pero probablemente sean sentimientos diferentes y por diferentes razones (Garofalo, Neumann, Zeigler-Hill, & Meloy, 2019).

Referencias de los estudios:

Benning, S. D., Patrick, C. J., & Iacono, W. G. (2005). Psychopathy, startle blink modulation, and electrodermal reactivity in twin men. Psychophysiology, 42(6), 753-762. https://doi.org/10.1111/j.1469-8986.2005.00353.x

Colins, O. F., Fanti, K. A., Salekin, R. T., & Andershed, H. (2017). Psychopathic Personality in the General Population: Differences and Similarities Across Gender. Journal of Personality Disorders, 31(1), 49-74. https://doi.org/10.1521/pedi_2016_30_237

Dolan, M., & Völlm, B. (2009). Antisocial personality disorder and psychopathy in women: a literature review on the reliability and validity of assessment instruments. International Journal of Law and Psychiatry, 32(1), 2-9. https://doi.org/10.1016/j.ijlp.2008.11.002

Garofalo, C., Neumann, C. S., Zeigler-Hill, V., & Meloy, J. R. (2019). Spiteful and contemptuous: A new look at the emotional experiences related to psychopathy. Personality Disorders: Theory, Research, and Treatment, 10(2), 173-184. https://doi.org/10.1037/per0000310

Viding, E., McCrory, E., & Seara-Cardoso, A. (2014). Psychopathy. Current Biology: CB, 24(18), R871-R874. https://doi.org/10.1016/j.cub.2014.06.055

Watts, A. L., Rohr, J. C., McCauley, K. L., Smith, S. F., Howe, K. L., & Lilienfeld, S. O. (2019). Do psychopathic birds of a feather flock together? Psychopathic personality traits and romantic preferences. Journal of Personality, 87(2), 341-362. https://doi.org/10.1111/jopy.12394

Fuente: The Conversation

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El consumo de marihuana puede alterar las regiones cerebrales del reconocimiento emocional

  • David Aparicio
  • 27/06/2019

Psychiatry Research: Neuroimaging reporta que el consumo regular (por lo menos una vez por semana) de cannabis (marihuana) está asociado con la reducción del volumen de la región cerebral responsable del procesamiento emocional facial.

Hay evidencia suficiente que demuestra que las personas con depresión y ansiedad pueden tener diferencias en las estructuras cerebrales relacionadas con el procesamiento de la emoción, pero no había mucha información sobre el efecto que podría causar el consumo de marihuana en las áreas neuroanatómicas del procesamiento emocional. 

Con la ayuda de las imágenes de resonancia magnética, se comparó la estructura cerebral de 20 personas que habían consumido por lo menos 40 veces durante el último año y 35 no consumidores. Además todos completaron una serie de tests psicológicos computarizados para evaluar su capacidad de reconocer las expresiones emocionales faciales.

El consumo de marihuana estuvo asociado con una reducción del volumen de la corteza cingulada anterior izquierda. Esta reducción en la estructura cerebral se relacionan directamente con la dificultad de poder detectar pequeñas, pero importantes, diferencias en la respuesta emocional facial, y sus efectos se mantienen incluso hasta tres semanas después de no consumir marihuana. Esta dificultad para procesar y comprender las emociones explica por qué los consumidores regulares de marihuana son propensos a sufrir trastornos del estado ánimo y ansiedad.

Referencia del estudio original: Maple, K. E., Thomas, A. M., Kangiser, M. M., & Lisdahl, K. M. (2019). Anterior cingulate volume reductions in abstinent adolescent and young adult cannabis users: Association with affective processing deficits. Psychiatry Research: Neuroimaging, 288, 51-59. https://doi.org/10.1016/j.pscychresns.2019.04.011

Fuente: Psypost

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