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Publicaciones por mes

noviembre 2013

35 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Se puede heredar el miedo?

  • Fabián Maero
  • 18/11/2013

Artículo de National Geographic, traducido por Fabián Maero

La epigenética, la disciplina que estudia los modos en que el ambiente interviene en la expresión de los genes, viene ganando impulso en diversas áreas de estudio, desde la medicina hasta la psicología del comportamiento. National Geographic publicó un artículo con un estudio fascinante sobre la posibilidad de la transmisión genética de los miedos.

La investigación aún requiere ser repetida, por lo que cualquier conclusión basada en ella sería apresurada, pero de todos modos nos aporta una idea provocativa: qué pasaría si los miedos pudieran ser transmitidos por herencia -y no por herencia cultural o social, sino genética.

En el ámbito de la psicología, varias corrientes se están ocupando activamente en acercar la ciencia evolutiva a la psicología (y quizá valga la pena recordar los esfuerzos de la Asociación para Ciencia Contextual Conductual en esta área), en un impulso que seguramente veremos crecer en los próximos años.

A continuación, el artículo:

Los ratones heredan el miedo de sus padres

No hay duda de que el trauma se transmite de una generación a la siguiente.

En un ejemplo muy difundido, investigadores de Nueva York estudiaron varias docenas de mujeres que estaban embarazadas el 11 de septiembre de 2001 y que habían estado cercanas a los ataques terroristas. Algunas de estas mujeres desarrollaron trastorno de estrés postraumático (TEPT), y este grupo exhibió niveles más bajos de la hormona del estrés (cortisol) en su saliva que aquellas mujeres que no desarrollaron TEPT. Pero aquí está el asunto: A los 9 meses de edad, los bebés de las mujeres con TEPT tuvieron niveles de cortisol significativamente más bajos que los bebés de madres sanas.

En un trabajo anterior, los mismos investigadores habían reportado niveles bajos de cortisol en los hijos adultos de los sobrevivientes del Holocausto con TEPT. Y en otro estudio, el grupo de Kerry Ressler en la Universidad de Emory demostró que la llamada » respuesta de sobresalto » a un estímulo repentino – un indicador de ansiedad – es más pronunciada en los niños cuyas madres fueron maltratadas físicamente de niñas que en aquellos cuyas madres no fueron abusadas. Y podría seguir dando ejemplos.

Pero, ¿cómo, exactamente, el estrés de los padres puede dejar una impresión tan profunda en su progenie ?

¿Cómo, exactamente, el estrés de los padres puede dejar una impresión tan profunda en su progenie ?

Parte de ello es la crianza. La tristeza y el estrés de los padres afecta naturalmente la forma en que interactúan con otras personas, incluyendo sus hijos. El estudio del Holocausto, de hecho, encontró que los sobrevivientes con TEPT tendían a abusar emocionalmente o a descuidar a sus hijos. Y sabemos por algunos notables experimentos en ratas que el cuidado de los padres afecta a los genes de la descendencia: las crías  de ratas que recibieron una gran cantidad de cuidados y aseo personal por parte de sus madres muestran cambios distintivos en su epigenoma , los marcadores químicos que se unen al ADN y puede activar o desactivar genes . Las crías desatendidas, por el contrario, no muestran estos cambios epigenéticos .

Ahora un nuevo fascinante estudio revela que no es sólo la crianza. Las experiencias traumáticas en realidad sí pueden actuar en la línea germinal . Cuando un ratón macho adquiere miedo a un olor específico, este miedo se transmite de alguna manera en su esperma, según sugiere el estudio. Sus crías también tendrán miedo del olor y, a su vez, pasarán el miedo a sus crías.

Sus crías también tendrán miedo del olor y, a su vez, pasarán el miedo a sus crías

«Los padres transfieren información a su descendencia, y lo hacen incluso antes de que los hijos sean concebidos», dijo Brian Dias, un becario postdoctoral en el laboratorio de Ressler, en una estimulante charla sobre estos datos aun no publicados, el martes en la Sociedad de Neurociencia en San Diego .

¿Y por qué, evolutivamente, pasaría un padre esa información específica? «Porque de este modo, cuando los hijos o generaciones sucesivas, se encuentren con ese medio ambiente en el futuro, sabrán cómo comportarse en consecuencia», dijo Dias.

miedo-genetica

Los investigadores hicieron que los ratones tuvieran miedo de ciertos olores asociándolos con un shock eléctrico leve en el pie. En un estudio publicado hace unos años, Ressler demostró que este tipo de aprendizaje del miedo es específico : los ratones entrenados para temer un olor particular, muestran un aumento de sobresalto para ese el olor, pero no ante otros. Más aún, este aprendizaje cambia la organización de las neuronas en la nariz del animal, dando lugar a más células sensibles a ese olor en particular.

Dias entrenó a los ratones a temer la acetofenona – que, de acuerdo con este químico, huele «como una flor de naranja con un poco de cereza artificial» – durante tres días, luego esperó 10 días y permitió que los animales se aparearan. La descendencia (conocida como la generación F1 ) mostró un mayor respuesta de sobresalto ante la acetofenona (sin descarga asociada) a pesar de que nunca se habían encontrado con el olor antes. Y su reacción es específica : no se sobresaltaron con un olor diferente, el propanol (que huele a alcohol). Es más, los investigadores encontraron lo mismo en los hijos de la generación F1 (llamada F2) .

Los científicos también observaron los cerebros de los animales F1 y F2. Cuando la generación de los abuelos es entrenada para temer la acetofenona, las generaciones F1 y F2 tienen más “neuronas M71 » en sus narices , dijo Dias. Estas células contienen un receptor que detecta acetofenona. Sus cerebros también tienen mayor » glomérulos M71″, una región del bulbo olfatorio que responde a este olor.» De tal palo tal astilla, estamos encontrando alguna información ancestral», dijo Dias. » Pero, ¿cómo es que esto sucede? »

«Hay algo en el esperma»

Su equipo realizó un experimento de fertilización in vitro (FIV), en el que los animales fueron entrenados para temer la acetofenona y 10 días más tarde recogieron su esperma . Enviaron el esperma a otro laboratorio cruzando el campus, donde fue utilizado para inseminar artificialmente hembras de ratón. A continuación, los investigadores analizaron los cerebros de las crías». Lo que es sorprendente es que los resultados neuroanatómicos persisten después de la FIV», dijo Dias. «Hay algo en el esperma».

He estado en un montón de charlas científicas. El entusiasmo en torno a éste fue notable, con muchos científicos susurrando sobre él en la habitación y murmurando más fuertemente en los pasillos exteriores.

Pero sé lo que estás pensando. Fue la primera pregunta que Dias recibió por parte del público después de la charla: «¿Tiene usted alguna idea de cómo se transmite esta información almacenada en el cerebro a las gónadas», le preguntaron.

La respuesta corta es que los investigadores no tienen ni idea , a pesar de que han pensado en varias explicaciones posibles . Al parecer, un estudio en gatos y palomas mostró que después de percibir un olor, las moléculas receptoras odoríferas pueden entrar en el torrente sanguíneo, y otros estudios han informado de receptores de olor en el esperma. Así que tal vez las moléculas del olor entran en el torrente sanguíneo y se dirigen al esperma. Otra posibilidad es que los microRNAs – moléculas de ARN pequeños que participan en la expresión génica – entren en el torrente sanguíneo y entreguen la información de olor a los espermatozoides.

Por ahora, sin embargo, Dias dijo: » esas son dos hipótesis de ciencia ficción. «

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cómo conseguir que tu amigo vea a un psicólogo

  • David Aparicio
  • 18/11/2013

Es probable que con cierta regularidad seas consultado por amigos y conocidos que, en rigor de verdad, necesitan ayuda profesional. Ellos tal vez están en medio de una crisis, una importante relación que no está funcionado, quizás son emocionalmente inestables o tienen una conducta errática. Cuando las drogas y el alcohol están involucrados, especialmente alrededor de los niños, es crítico tomar las medidas necesarias.

Sin embargo, no es fácil decirle a alguien: “Creo que deberías ver a un psicoterapeuta.”

Es posible que esta frase los ofenda, los avergüence o afecte su relación con ellos. Tu amigo puede oír: “piensas que hay algo malo conmigo” y esto puede provocar que se enoje, que se ponga a la defensiva o que niegue vehementemente que hay un problema.

Raramente un enfoque directo puede llegar a funcionar bajo estas circunstancias.

Para obtener el resultado que buscas, necesitas escuchar atentamente las quejas de la persona sobre su problema en orden de encontrar un camino no-confrontativo. Enfócate en la normalización del problema – haciéndolo parecer normal, como conducta de todos los días – y crea una alianza con esa persona. No caigas en la tentación de ofrecer consejos del tipo: “Yo soy normal; tu no lo eres.”

Raramente un enfoque directo puede llegar a funcionar

Por ejemplo, si escuchas las quejas de tu amigo sobre su relación, tal vez podrías decir algo como: “Sé lo que quieres decir, me he encontrado en esa situación antes. Sabes, estaba leyendo algo el otro día sobre este tema y lo encontré muy informativo. ¿Te gustaría que te envíe el link?”

Una vez que tu amigo sienta que estás de su lado y no se sienta “mal” o “equivocado” sobre su problema, puedes entonces entrar al segundo nivel de apoyo, como por ejemplo: “He oído hablar a un amigo que “X” es un verdadero experto en la materia y se ocupa de estas cosas todo el tiempo. Incluso estoy pensando en ir a verlo. Me pregunto que hará. Tal vez podría darte una perspectiva diferente.”

Considera de manera realista si ésta es una responsabilidad que un adulto debería asumir

Un enfoque suave y sensible funciona bien para abrir formas alternativas de ver el problema. Este es especialmente el caso cuando eres el soporte principal de la persona y tu amigo se apoya mucho en ti. Puede ser que te sientas abrumado y no sepas qué hacer. Puede ser que el consejo que ofrezcas sea inútil y parece que la relación gira en torno al problema. Ustedes nunca discuten otra cosa, y tus necesidades como amigo son ignoradas y ya no puedes hacerle frente a las largas y tardías horas al teléfono. Entonces ¿cómo puedes decir: “Ya es suficiente” de una manera eficaz y compasiva?

Como regla general, considera de manera realista si ésta es una responsabilidad que un adulto debería asumir. Después de todo, el problema es de tu amigo, no tuyo. Reflexiona sobre lo que está pasando dentro de ti y con lo que puedes cargar. ¿Eres como el “caballero de la armadura brillante”? ¿Tienes la necesidad de ser necesitado? ¿Te sientes atraído por el deseo de control?

Una consideración cuidadosa de los beneficios secundarios que podrías estar recibiendo al participar en una relación agotadora, es el primer paso más importante. Ya que lo que comenzó como “hacer lo correcto”, termina debilitando la relación y no te sirve a ti ni a la persona que estás “ayudando”. Has ido más allá de la bondad hasta la necesidad, así como también puedes estar negándole a tu amigo la oportunidad de tomar la responsabilidad para su propio crecimiento.

Organiza una comunicación apropiada tan pronto como sea posible

Por lo tanto, es en beneficio de ambos intereses implementar un límite firme y permitir a otra persona, más objetiva, intervenir y ayudar, ya sea para su amigo o para los dos. Una salida es escuchar con atención a un pedido de ayuda, la cual no eres capaz de proporcionar. Por ejemplo, si tu amigo viene con un problema que está fuera de tu capacidad (violencia doméstica, etc.), puedes decir: “No sé si pueda serte de ayuda. Este problema sobrepasa mi capacidad. Sin embargo, conozco a alguien que sabe mucho sobre esto, ¿qué tal si hablo con ella para que te llame?, tal vez pueda sugerirte algo que yo no he pensado.”

Luego, organiza una comunicación apropiada tan pronto como sea posible. Cuanto más pronto puedas permitirle obtener la ayuda adecuada, más pronto podrás respirar, relajarte y recuperarte.

Artículo originalmente publicado en Psychcentral por Sophie Henshaw y traducido y adaptado para Psyciencia por David Aparicio y Maria Fernanda.

Imagen: NJ.. (Flickr)

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

(Vídeo) «Thalasso Bain Bébé»el nuevo método para bañar a los bebés

  • David Aparicio
  • 17/11/2013

Aprovecho que es domingo para compartir con ustedes este vídeo que se convirtió en uno de los  más vistos en los últimos días y  no es para menos, al día de hoy ya ha recibido más de 7 millones de visitas en Youtube.

En el vídeo se ve a Sonia Rochel, una auxiliar de Puericultura, dándole un placentero baño a dos gemelos con una nueva técnica denominada «Thalasso Bain Bébé».  Ambos están tan relajados que se duermen durante el baño como si estuvieran en el útero de la mamá.

Según Rochel esta técnica consiste en poner a los bebés menores de dos meses en el agua durante 14 o 15 minutos y darles un masaje con música suave. Ella agrega que los bebés no deben llorar al momento de la inmersión y deben relajarse para poder dormirse.

Espero que sientan tanta ternura como yo al ver este vídeo.

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Las mujeres con depresión podrían sufrir un trastorno bipolar luego del parto

  • David Aparicio
  • 15/11/2013

Las mujeres que sufren de depresión antes del embarazo deberían ser monitoreadas durante el periodo postparto para controlar la presencia de síntomas maníacos. Esta fue la principal conclusión de una investigación desarrollada por el equipo dirigido por el Dr. Verinder Sharma y publicada en la revista Bipolar Disorders.

Esta investigación se enfocó en estudiar cuántas mujeres que tenían depresión, sufrirían de síntomas bipolares luego de dar a luz. Según el Dr. Sharma, “un gran número de mujeres padeció los síntomas.”

El estudio contó con pacientes con una historia previa del Trastorno Depresivo Mayor o Bipolar II y fueron reclutadas entre la 24-28 semanas de gestación, luego se hizo un seguimiento de un año después del parto. Las entrevistas diagnósticas fueron realizadas utilizando la Entrevista Clínica Estructurada entre los 6 y 12 meses post nacimiento. Se utilizó la prueba exacta Fisher para evaluar la asociación entre los diversos factores de riesgo y el cambio de diagnóstico.

Al analizar los datos se encontró que un total de 146 participantes completaron una entrevista de admisión y por lo menos una entrevista de seguimiento luego del parto. De ellas, 92 fueron diagnosticados con Trastorno Depresivo Mayor y 54 de ellas con  Trastorno Bipolar II. Seis mujeres (6.52%) experimentaron un cambio del diagnóstico de Trastorno Depresivo Mayor al Trastorno Bipolar II, durante los primeros 6 meses después del parto. El cambio al trastorno Bipolar se asoció con la presencia del mismo en la historia familiar.

También se halló que el periodo postparto fue el de más alto riesgo de un nuevo inicio de hipomanía en mujeres con Trastorno Depresivo Mayor. El promedio de cambio de diagnóstico al Trastorno Bipolar II (6.52%) es al menos de 11 a 18 veces más alto que las tasas encontradas en estudios similares.

“Si observas la literatura de los trastornos mentales postparto, encontrarás mucho énfasis en la depresión postparto; no se presta mucha atención al Trastorno Bipolar. El Trastorno Bipolar en las mujeres tiende a pasar desapercibido luego de que la mujer da a luz,” explica Sharma.

Sharma explica que los médicos y otros cuidadores no sólo deberían evaluar a las mujeres por depresión postparto sino que también se deben agregar evaluaciones para el trastorno bipolar. Esto podría tener importantes repercusiones en la efectividad del tratamiento y su salud, dado que el trastorno bipolar está más asociado con el suicidio y, quizás, con el infanticidio.

«Si observas a las mujeres que son hospitalizadas por razones psiquiátricas en las primeras semanas luego del parto, que un gran número de ellas sufre del trastorno bipolar,» dijo Sharma. «Sabemos que el parto es quizás el más importante y poderoso disparador del trastorno bipolar.»

Una posible hipótesis explicativa relaciona a la influencia de los genes, la historia familiar, los cambios y la reducción del sueño luego del parto, con el posible incremento del riesgo de sufrir de trastorno bipolar.

Sharma sostiene que es necesario entender porqué sucede esto, qué características únicas tienen el parto que se asocian con tan alto riesgo.

Los investigadores esperan poder profundizar sobre estos factores para lograr un mejor entendimiento del riesgo de que una depresión derive en un trastorno bipolar en las mujeres luego de dar a luz.

Fuente: Psychcentral; Wiley
Imagen:Facilismo

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

La nostalgia podría incrementar el optimismo

  • David Aparicio
  • 14/11/2013

Normalmente se piensa que la nostalgia es una emoción que sólo está orientada al pasado. Sin embargo, una nueva investigación publicada en la ya conocida revista Personality and Social Psychology Bulletin, examina cómo el alcance de la nostalgia se puede extender al futuro como una perspectiva positiva.

“La nostalgia es experimentada frecuentemente y virtualmente por cualquiera y sabemos que puede mantener el confort psicológico. Por ejemplo, los pensamientos nostálgicos pueden combatir la soledad. Nosotros queríamos dar un paso más allá y comprobar si ésta puede aumentar la sensación de optimismo sobre el futuro,” comentó el coautor de la investigación, Dr. Tim Wildschut.

La nostalgia aumenta la autoestima que a su vez aumenta el optimismo

Para estudiar el efecto de la nostalgia se dividió la investigación en  tres fases:

En el primer estudio se le pidió a los participantes que trajeran a la mente un evento nostálgico y que escribieran sobre eso. Se comparó el número de palabras optimistas que se encontró en la narrativa con un grupo control al que se le pidió que recordaran y escribieran sobre un evento ordinario. Al comparar los escritos, se encontró que la narrativa nostálgica contenía una proporción optimista significativamente más alta que las historias ordinarias.

En la segunda parte se estudió la capacidad de la música para evocar la nostalgia. Los participantes escucharon musica nostalgica o de control ( previamente validada). Aquellos que escucharon la musica nostalgica reportaron niveles más altos de optimismo que aquellos que escucharon la música control.

En el tercer estudio, se le presentó a los participantes la letra de una canción que la mitad del grupo había identificado previamente como nostálgica. Luego se les pidió que completaran un cuestionario que evaluaba cómo se sentían. Aquellos que leyeron la letra de una canción nostálgica reportaron niveles más altos de optimismo que aquellos que leyeron las letras de la canción control.

El Dr. Wildschut explica: “La nostalgia aumenta la autoestima que a su vez aumenta el optimismo. Nuestros descubrimientos muestran que la nostalgia tiene la capacidad de facilitar la percepción de un futuro más positivo. Las memorias del pasado pueden ayudar a mantener las emociones actuales de autoestima y pueden contribuir a una perspectiva más beneficiosa del futuro. Nuestros hallazgos implican que la nostalgia, al promover el optimismo, puede ayudar a los individuos a afrontar las adversidades psicológicas.

Fuente: ScienceDaily
Imagen: Johnnie Walker 91 (Flickr)

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[Montevideo, Uruguay] Grupo de risa – sábado 23 de noviembre

  • Equipo de Redacción
  • 14/11/2013

«Grupo de risa»

Para experimentarlo en persona la Embajada de la República Federal Alemania y el Centro de Estudios Adlerianos tienen el agrado de invitarlo a la celebración de un nuevo aniversario de HumorCare International.

Luego de unas palabras de bienvenida de un representante de la Embajada y una breve presentación a cargo del Analista Didacta Yaír Hazán participaremos del Grupo de risa coordinado por el Lic. Andrés Buschiazzo.

La cita es en la Embajada de Alemania, La Cumparsita 1435, Montevideo.

Sábado 23 de noviembre, 17 hs puntual.
Entrada libre

centroadleriano.org/

buschiazzo.uy/

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Definición de la semana: Percepción de la profundidad

  • Alejandra Alonso
  • 14/11/2013

Nuestra retina capta las imágenes en dos dimensiones  y a partir de esto podemos organizar las percepciones tridimensionales. La visión de objetos en tres dimensiones se denomina percepción de la profundidad y nos permite calcular a qué distancia se encuentran los objetos.A simple vista, estimamos la distancia de un automóvil que se aproxima o la altura de una casa. Esta capacidad es, en parte, innata. Eleanor Gibson y Richard Walk, descubrieron esta capacidad en 1960 con la utilización de un precipicio visual en miniatura con un abismo cubierto por un cristal resistente. La inspiración de Gibson para el experimento sucedió cuando ella se encontraba almorzando en un borde del Gran Cañón. Ese día se preguntó si un bebé, al mirar hacia abajo, percibiría el peligro y retrocedería.

Nos permite calcular a qué distancia se encuentran los objetos

Cuando retornaron al laboratorio de la Universidad de Cornell, Gibson y Walk ubicaron a bebés de 6 a 14 meses en el borde de un «cañón» donde no corrían ningún tipo de peligro, es decir, un precipicio visual. Sus madres trataban de persuadirlos para que gatearan sobre el cristal. La mayoría se rehúsa a hacerlo, lo cual demostró que los bebés pueden percibir la profundidad. Es probable que los niños aprendan a percibir la profundidad en esta etapa de la vida. Sin embargo, algunos animales recién nacidos que prácticamente no tienen ninguna experiencia visual, como los gatos pequeños, las cabras de un día de vida y los pollitos recién nacidos, responden del mismo modo.

En circunstancias normales, todas las especies, cuando empiezan a caminar, tienen la capacidad perceptiva que necesitan. Más aún, durante el primer mes de vida, los bebés tratan de evitar los objetos que se aproximan directamente hacia ellos, mientras que no se sienten intimidados por cualquier cosa que se les aproxime en un ángulo que no los alcanza directamente (Ball y Tronick, 1971). A los 3 meses ya utilizan los principios de percepción de la Gestalt, al mirar mas detenidamente los objetos agrupados de manera diferente (Quinn y col., 2002).

La madurez biológica nos predispone a tener precaución frente a las alturas y la experiencia la aumenta. La precaución de los bebés ante las alturas aumenta cuando empiezan a gatear, independientemente de la edad en que comiencen a hacerlo. Los bebés que empiezan a caminar se vuelven más cautelosos ante las alturas (Campos y col., 1992).

Fuente: Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición, Editorial Médica Panamericana:Madrid

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La importancia del lenguaje y los pensamientos en la aplicación de las Técnicas Conductuales

  • CETECIC
  • 12/11/2013

El conductismo es la corriente que ha sostenido, desde su postura inicial, que la psicología debía ser considerada una de las ramas de las ciencias naturales. También ha sido la primera escuela en psicología en adherir al uso del método científico en investigaciones de laboratorio y de campo. La rigurosidad metodológica del conductismo y su crítica inicial a la introspección y a las posturas mentalistas, ajenas a las bases biológicas del comportamiento, han generado que desde posturas no científicas se lo considerase simplista y mecanicista.

Una de las creencias erradas que ha circulado y se ha generalizado en el “mundo psi” es que el conductismo no consideraba el lenguaje como un elemento importante en la explicación, predicción y modificación de la conducta. Generalmente se ha popularizado la idea de que el psicoanálisis, el existencialismo y la terapia cognitiva “pura”, por sus características particulares, destacaban el papel del lenguaje. Y que, por el contrario, el conductismo hacía énfasis en la aplicación de procedimientos denominados de tipo “físico”. Por ejemplo, mientras tales escuelas intervienen mediante el uso de la “palabra”, el conductismo abordaría sus casos con técnicas de respiración, relajación, exposición al estímulo, modelado y reforzadores “físicos” tales como fichas, “premios”, entre otros procedimientos.

Esta creencia ha conducido a la estigmatización del conductismo como un paradigma que se posiciona de modo indiferente hacia el lenguaje, el pensamiento, las reglas, la diversidad y los valores culturales; elementos propios del comportamiento humano que lo distinguen del comportamiento animal. Esta estigmatización ha llegado a un punto tal, que el propio Skinner ha tenido que publicar un libro denominado “Sobre el conductismo” en el que responde puntualmente a los prejuicios que lo ubican lejos del pensamiento, las reglas y el lenguaje .

Esta creencia ha conducido a la estigmatización del conductismo

No nos ocuparemos en este artículo de sintetizar las respuestas de Skinner a dichos prejuicios. Para ello sugerimos al lector interesado consultar la obra citada. En el presente artículo desarrollaremos las evidencias que muestran cómo el terapeuta conductual considera al lenguaje como una vía fundamental para la modificación de la conducta patológica.

La relación permanente entre conducta motora, pensamiento y emociones: niveles de análisis del comportamiento

En primera instancia, es necesario que recordemos que el término CONDUCTA no se refiere pura y exclusivamente a las conductas observables. Para el paradigma conductual, la conducta incluye diferentes niveles de análisis: nivel motor, nivel cognoscitivo y nivel emocional-fisiológico.

Desde hace más de 60 años, el conductismo ha tenido en cuenta los aspectos internos del comportamiento tales como los pensamientos, las imágenes mentales y las emociones. La creencia de que el conductismo sólo considera la conducta observable y es indiferente al mundo “debajo de la piel”, tal vez se habría originado en relación a que en sus primeras décadas, el paradigma conductual ha tomado la ejecución motora como principal variable dependiente en sus experimentos e investigaciones científicas. Sin embargo, incluso John Watson, el fundador del conductismo en la segunda década del siglo XX, dedica dos capítulos de su libro “Conductismo” al pensar y al sentir .

Recuérdese también que el estudio de la emoción y de variables organísmicas ha sido objeto de investigaciones desde sus inicios. Iván Pavlov y demás autores han investigado el papel del condicionamiento clásico en la respuesta emocional. Y le han dado forma a un paradigma que desde sus comienzos, ha integrado las variables ambientales y las variables biológicas. Citamos a Pavlov debido a que este autor también ha propuesto que en los seres humanos existe un segundo “sistema de señales”, compuesto por el lenguaje y la conducta verbal.

El lector avezado puede pensar con derecho propio que si bien el conductismo no ha negado la existencia de los pensamientos y de las imágenes mentales, sí es cierto que no ha hecho énfasis en los mismos. Como afirmamos anteriormente, en las primeras décadas de gestación del paradigma conductual, las imágenes mentales y los pensamientos no han sido muy investigados por los primeros conductistas. De todos modos, existe una diferencia entre considerar que el conductismo niega la existencia de aspectos internos de la conducta observable y sostener que el conductismo hacía foco en la ejecución motora.

Recordemos también que partió de la premisa epistemológica propia de la ciencia: para poder estudiar científicamente la conducta es necesario poder contar con datos observables (medidos de modo directo o indirecto que avalen o refuten las hipótesis formuladas). Por otra parte, en sus primeras investigaciones, era bastante complejo (y lo sigue siendo hoy día) estudiar científicamente las respuestas motoras, los pensamientos e imágenes mentales y las emociones de modo simultáneo en los experimentos psicológicos. De hecho, hasta la década del ‘50 ninguna corriente en psicología ha aportado experimentos con la rigurosidad metodológica suficiente sobre pensamientos e imágenes mentales.

El paradigma conductual ha evolucionado al compás de la psicología científica

Si para la psicología en general el estudio de tales procesos encubiertos ha sido una dificultad en dicha época; es razonable que para el primer conductismo también lo fuese. Entonces, el conductismo adolecía de limitaciones como todas las demás teorías y escuelas en psicología.

En síntesis, hasta aquí llegamos a la siguiente conclusión: en la primera mitad del siglo pasado, el conductismo, con todas sus variantes, ha puesto el foco en la ejecución y en las emociones. En 1950 varios autores conductuales comienzan a otorgarles importancia dentro del paradigma al papel de las reglas y la conducta verbal , a la corrección de errores de concepto , y a los procesos encubiertos . Por tanto, el paradigma conductual ha evolucionado al compás la psicología científica y de la aparición de nuevos métodos de evaluación y medición.

Pluralidad y evolución del paradigma conductual

Dijimos que el conductismo, cuya consigna principal es la aplicación del método científico, ha evolucionado. En la actualidad forma parte de una de las áreas principales de las CIENCIAS DEL COMPORTAMIENTO. Precisamente, el paradigma no gira en torno a uno o dos autores históricos. Por el contrario, alejándose de los argumentos de autoridad y de posturas dogmáticas, ha evolucionado hasta tal punto que ha permitido una riqueza y pluralidad de “conductismos”. Estos pueden diferir entre sí y hacer hincapié en diferentes elementos pero todos comparten un núcleo esencial: la aplicación del método científico para la explicación, predicción y modificación del comportamiento.

Para ilustrar esta pluralidad, nos basamos en la clasificación de O’Donohue y Kitchener citada por Marino Pérez Álvarez . Dichos autores han inventariado las diferentes líneas del paradigma conductual, además han señalado la existencia de muchos tipos de conductismos derivados del conductismo metodológico y del conductismo radical: conductismo biológico, conductismo mediacional, conductismo empírico, contextualismo funcional, entre otros. No es el objetivo del presente artículo sintetizar los tipos de conductismos. Sugerimos al lector interesado recurrir a las obras citadas. Tomaremos algunos de ellos para que se comprenda la importancia que se le otorga a los procesos encubiertos y a las bases biológicas de la conducta.

Conductismo biológico:

El representante principal del conductismo biológico es J. Timberlake. Este autor ha hecho hincapié en “sistemas causales que implican estructuras y procesos cerebrales, como explicación de la conducta” . Incluimos dentro de esta perspectiva -entre otros autores- a Donald Hebb, quien ha investigado de modo específico las conexiones neurales (redes hebbianas) y destacó la permanente afinidad entre estudios cerebrales, cognición y conductismo . Es de destacar también los trabajos de Olds y Milner quienes en 1954 localizaron las bases biológicas del condicionamiento operante, identificando los centros de placer y recompensa en el cerebro.

Desde sus inicios, el conductismo -y sus diferentes vertientes- han considerado que la conducta es efecto de la interacción entre biología y ambiente. Esta posición ha distinguido al paradigma conductual de las posturas dualistas en psicología que consideraban a la mente como una entidad independiente de la actividad del sistema nervioso central.

Conductismo mediacional:

Parte de la premisa que los pensamientos e imágenes mentales forman parte importante del comportamiento y pueden ser explicados por las mismas leyes del aprendizaje que rigen a la conducta observable. Además, hay una continuidad entre los eventos privados o encubiertos y las conductas manifiestas; incluso existe una interacción permanente entre los mismos. Las conductas encubiertas pueden influir en la conducta observable, y ésta puede modificar a la vez los aspectos internos del comportamiento.

Conductismo radical:

De modo análogo a las demás perspectivas, considera que la conducta está compuesta por un nivel motor, cognoscitivo y emocional. El conductismo radical “no deja fuera de su estudio el llamado mundo subjetivo o mundo interior porque fuera inobservable” . Uno de los puntos más importantes de este conductismo es la consideración de la conducta en lo relativo a su función. “La explicación de la conducta se da en el plano de las relaciones funcionales que la conducta tiene con determinadas condiciones del contexto, relaciones establecidas por la historia de aprendizaje o la práctica social”.

El conductismo radical no plantea que los pensamientos o imágenes mentales no existen o no deben ser evaluados. Simplemente, ha defendido la idea de no considerar necesariamente a los pensamientos como “causas”; éstos son parte de la conducta aprendida a partir de influencias biológicas y ambientales. Este conductismo los concibe como parte de la conducta y al modificarlos, estamos modificando parte del comportamiento. En algunos casos la modificación de los pensamientos conducirá a un cambio en la ejecución; aunque en otros, no será así.

El conductismo radical no plantea que los pensamientos o imágenes mentales no existen

Si el término conducta incluye no sólo el nivel observable de la misma sino también pensamientos e imágenes mentales y emociones, desde esta vertiente, el término cognitivo-conductual es redundante, pues la terapia conductual incluye también el nivel cognoscitivo.

Contextualismo funcional:

También llamada teoría del marco relacional, ofrecida por S. Hayes. En líneas generales, una de las ideas centrales del contextualismo funcional “es que el lenguaje es el contexto en el que se constituyen los problemas psicológicos, siendo éstos dependientes de prácticas sociales” . El contexto verbal en el que se presentan los problemas emocionales puede ser modificado y por ende, generar un cambio terapéutico. Ya no a partir de tratar directamente la conducta, sino el contexto verbal del que se deriva la misma.

Nótese la perspectiva bio-psico-social del conductismo. La pluralidad del paradigma nos muestra que él considera los diferentes niveles de análisis de la conducta (motor, cognoscitivo y emocional), los factores biológicos y los factores sociales.

Aclarado esto, pasemos ahora a revisar algunas aplicaciones que muestran la íntima relación entre lenguaje, pensamiento y modificación de la conducta.

La eficacia de las instrucciones verbales en la modificación del comportamiento

El terapeuta conductual utiliza permanentemente el lenguaje durante sus intervenciones. Por ejemplo: supongamos que un paciente ha tenido un episodio de disfunción eréctil y le dice al psicólogo que a partir de dicha experiencia, evita tener relaciones sexuales. El terapeuta, conociendo los principios de la técnica de EXPOSICIÓN, indicará al paciente determinadas instrucciones para bajar su ansiedad sexual y además le explicará por qué evitar futuros encuentros sexuales no es recomendable. De hecho, en unas pocas sesiones, utilizando pura y exclusivamente instrucciones verbales, el paciente puede incorporar los contenidos de las mismas y mejorar su performance sexual.

El terapeuta conductual utiliza permanentemente el lenguaje durante sus intervenciones

Imaginemos ahora el caso de una paciente cuyo marido le grita y la insulta. Luego de esto, la mujer le pide disculpas para evitar un conflicto mayor. En este caso, las disculpas están reforzando los gritos e insultos de su marido. Con respecto a los pensamientos, la mujer puede comentarnos que piensa “que la culpa es de ella, por no poder enfrentar a su marido”. Este pensamiento es registrado por el terapeuta conductual y lo considera parte de la conducta a modificar. Como ya hemos reseñado en artículos previos, las técnicas conductuales también pueden modificar pensamientos.

Una vez delimitada la conducta observable, los pensamientos y las emociones que aparecen en la situación relatada por la paciente, el terapeuta conductual implementará procedimientos de modificación de conductas. En este caso, basándose en la técnica EXTINCIÓN, se le explicará a la paciente y se le indicará que, cuando el marido la agreda, ella tiene que retirarse del lugar y no hablarle durante varias horas. De ese modo, la paciente deja de reforzar la conducta de su marido y las agresiones de éste pueden disminuir su probabilidad de ocurrir. También el psicólogo puede enseñarle de modo verbal el uso del REFORZAMIENTO DIFERENCIAL DE CONDUCTAS INCOMPATIBLES. Siguiendo con el ejemplo anterior, si el marido cambia su forma de comunicarse con ella y le pide disculpas, la paciente responderá y conversará con su marido libremente. La consecuente mejora en la relación con su marido reforzará también el cambio en la conducta de la mujer y ejercerá asimismo influencia en sus pensamientos y sus emociones.

La eficacia de un procedimiento puede alcanzarse mediante instrucciones

Estos ejemplos muestran que la eficacia de un procedimiento puede alcanzarse mediante instrucciones que, luego, el paciente implementa en su ambiente cotidiano. Esto da cuenta de que el conductismo considera el lenguaje, los pensamientos y la capacidad de simbolización. Si no contemplase tales elementos, no podrían implementarse técnicas fuera del ambiente y del momento en que ocurre la conducta. El psicólogo conductual creería ingenuamente que sería necesario ir hasta la casa de la paciente, esperar el momento en el que el marido la agreda y retirarla físicamente de la situación contextual para que ella aprenda a utilizar la extinción. Sin embargo, al haber homogeneidad, interacción y transferencia entre los procesos encubiertos y las conductas observables, las instrucciones verbales también son eficaces. Y ello debido a que los principios del aprendizaje asociativo que explican las conductas observables y las emociones también pueden explicar los procesos encubiertos (imágenes mentales y pensamientos) correspondientes.

La retroalimentación informativa

Gran parte de la conducta humana puede ser modificada a partir de la RETROALIMENTACIÓN INFORMATIVA (feedback). Esta técnica consiste en la administración de consecuencias que pueden incrementar o disminuir una conducta. Ilustrémoslo con un ejemplo de ECONOMÍA DE FICHAS.

La economía de fichas es una técnica en la cual la ficha se implementa como reforzador de conductas. Luego ,esa ficha puede ser canjeada por reforzadores de apoyo que estimulan al sujeto. Veamos el procedimiento: cuando los padres tienen que reforzar la conducta de un niño, es necesario que antes de la entrega de la ficha, ellos refuercen verbalmente al niño, especificando el logro alcanzado. Supongamos que un niño resuelve satisfactoriamente cuentas de matemáticas. En la economía de fichas, los padres pueden reforzar la buena ejecución, entregándole una ficha que luego podrá canjear por objetos o beneficios (por ejemplo, por figuritas para su álbum, juguetes, etc.). El objetivo del procedimiento es el aumento de la frecuencia de la conducta positiva.

La economía de fichas no es un procedimiento que se aplica de modo “rígido y mecánico”, no es simplemente una “forma de pago” por sus buenas conductas. Es un procedimiento que se implementa de modo humanístico y afectivo, basado en el reforzamiento positivo de los avances del niño. En el reforzamiento y feedback, es muy importante transmitir los detalles del comportamiento del niño. Una vez más, la comunicación y el comportamiento verbal, son cruciales para aumentar la eficacia de los procedimientos clínicos. Cuando la conducta del niño finalmente ya se encuentre establecida, se prescinde del uso de reforzadores explícitos –la ficha-; pues la conducta es mantenida por consecuencias naturales (en este caso, los resultados positivos inherentes a la propia ejecución).

La economía de fichas no es un procedimiento que se aplica de modo “rígido y mecánico”

En el marco de la prevención de accidentes en la industria se utiliza la retroalimentación informativa (feedback) con el objeto de reducir comportamientos de riesgo. El feedbackverbal se lleva a cabo de la siguiente manera: dos trabajadores observan el comportamiento del grupo en la instalación. Realizan observaciones de la conducta y cuantifican el porcentaje de seguridad del grupo. Luego, expresan verbalmente cuales han sido las conductas seguras e inseguras de los trabajadores. El feedback es detallado y específico y se ha demostrado que este procedimiento disminuye notoriamente los incidentes y accidentes.

Muchas veces se observa que hay trabajadores que responden de modo correcto a las encuestas escritas de seguridad. Aunque el hecho que conozcan conscientemente las medidas de prevención (por ejemplo: uso de protectores auditivos) no implica que efectivamente los utilicen cuando estén trabajando en un área en la cual haya excesivo ruido. Este ejemplo muestra que la “cognición o conciencia” no implica ejecutar conductas seguras en situación. Nótese que en este tipo de intervención sólo se utilizan procedimientos verbales. No se utilizan incentivos económicos, ni premios, ni castigos o sanciones. Se administra simplemente consecuencias basadas en la información (feedback).

En el ámbito clínico, el psicólogo puede reforzar o no reforzar la conducta del paciente a partir de sus verbalizaciones, sus silencios, sus críticas constructivas, sus elogios, etc. Las intervenciones verbales son cruciales para el éxito terapéutico.

Comportamiento gobernado por contingencias y comportamiento gobernado por reglas

El comportamiento gobernado por contingencias es aquel cuya emisión o no, depende de la presentación o retirada de una consecuencia presente. Por ejemplo, una persona trabaja y recibe un sueldo a fin de mes. El sueldo es contingente al trabajo. El trabajo es reforzado por el sueldo; por ello, la persona continúa ejerciendo su labor. Si se dejase de pagar al trabajador, disminuiría la probabilidad de seguir trabajando.

Un mapa es un ejemplo de regla

Las reglas enuncian las contingencias. Por ejemplo: “si un conductor pasa el semáforo en rojo, recibirá una multa de $2000”; en este caso, la regla enuncia un castigo o sanción. A partir de este tipo de leyes se puede alcanzar el control del comportamiento social: no es necesario llegar a ser sancionado para respetar la luz roja.

Un mapa es un ejemplo de regla. El mapa enuncia la posición de diferentes elementos de una ciudad: sus barrios, los monumentos históricos, las calles, etc. Un turista que recurre a un mapa está dejando gobernar su comportamiento por la regla. Por el contrario, un turista que deambula por la ciudad y va probando por “ensayo y error” para llegar a determinado destino, se deja guiar por las contingencias ambientales.

Un aspecto interesante a destacar es que las reglas pueden independizarse de las contingencias ambientales; al punto que, incluso siendo falsas, ejercen efectos en las emociones. Si a una persona le han enseñado en su niñez que “la gente de raza negra es gente peligrosa” (regla falsa), esta persona en la adolescencia o adultez puede llegar a evitar tener amigos de dicha condición (conducta).También puede sentir miedo cuando camina por la calle y ve a una persona de raza negra (emoción) y puede pensar que es necesario “cuidarse” de esas personas (pensamiento). Obsérvese cómo tanto la conducta de evitación, como la respuesta emocional de miedo y los pensamientos o prejuicios se constituyen a partir de enseñanzas y aprendizajes de reglas falsas.

Los valores de esta persona se encuadran en un contexto ambiental-verbal

Los valores de esta persona se encuadran en un contexto ambiental-verbal, no en un contexto ambiental-físico; debido a que su prejuicio es ajeno a toda evidencia ambiental. Sin embargo, la regla se independiza de las contingencias cobrando “influencia propia”, más allá de la verdad o no de las contingencias ambientales.

Un estudiante puede tener la siguiente regla: “si no estudio todo el material, no podré rendir bien el examen”. Sabemos que muchas veces no es necesario estudiar todos los contenidos para rendir satisfactoriamente un examen. De todos modos, esta regla genera ansiedad y además conduce a que el estudiante no se presente al examen. Por más que el alumno nunca haya sido aplazado, la regla ejerce influencia en su conducta y constituye el contexto verbal que determina el comportamiento. Quizá en la historia de aprendizaje, el paciente tuvo padres rígidos quienes le han enseñado tales reglas perfeccionistas. Para este alumno sacarse notas muy altas, en lo posible 10, es un valor muy importante. Claro está que algunos valores de alta exigencia pueden propiciar cuadros de ansiedad, estrés y depresión cuando el paciente no alcanza los estándares exigidos por sus reglas.

Las reglas se forman predominantemente a partir de influencias ambientales (familia, educación, escolaridad, medios de comunicación, etc.) mediatizadas por el lenguaje. Las reglas y valores aprendidos -que rigen la conducta, emociones y pensamientos- constituyen el contexto verbal que reforzará o castigará simbólicamente los comportamientos. Los sujetos mismos evaluarán, juzgarán su propia conducta a partir de la incorporación de dicho contexto verbal. El punto crítico a destacar es que muchas veces no es la conducta funcional o disfuncional por sí misma, sino la regla subjetiva o contexto verbal que condena o aprecia la misma.

La modificación de las reglas y el contexto verbal

Muchos problemas emocionales surgen en relación al contexto verbal en el que se encuadran. Veamos un caso real para ejemplificar cómo el contexto verbal puede influir en los pensamientos y emociones. Un paciente de 68 años tiene depresión. En su relato, el paciente expresa frases tales como: “a los 68 años tengo que seguir trabajando, no he logrado vivir de rentas”. El malestar de este paciente se intensificó cuando una prima de su edad lo criticó y le dijo que “él debió haber llegado a los 68 años en otra posición, para no tener que trabajar”. Su prima no trabaja y se mantiene a partir del dinero que cobra por alquilar unas propiedades. El paciente comienza a pensar en lo que ella le dice y lamenta su “realidad” actual. Por otra parte, también se encuentra con otras personas de tercera edad que continúan trabajando y no se lamentan por no poder vivir de rentas. Para estas personas, trabajar en la tercera edad es algo muy bueno, pues les permite mantenerse activos, con mayor vida social. Además, la actividad laboral puede disminuir la probabilidad de emergencia de enfermedades neurológicas.

El psicólogo puede ayudar a modificar el contexto verbal que juzga el estado actual del paciente

Desde la perspectiva conductual, el pensamiento de “fracaso” es efecto de una regla en el sentido que para este paciente vivir de rentas sería un “valor”. Pero esta regla ejerce un efecto funcional en la emoción a partir de la crítica de su prima, es decir, la influencia de la regla transmitida por ella configura el contexto verbal de los problemas psicológicos. Obsérvese entonces la diferencia de valores en ambos casos. La tristeza, lamento y malestar son efecto de la inadecuación que siente el paciente entre su situación actual y la regla impuesta por la opinión de su prima.

El psicólogo puede ayudar a modificar el contexto verbal que juzga el estado actual del paciente. Por eso, para el conductismo contextual se puede alcanzar la modificación de la emoción negativa a partir de la modificación del contexto verbal. Desde esta perspectiva, el pensamiento y la emoción no serían las causas del malestar, son efecto de ciertas reglas contextuales. Por lo tanto, se intenta modificar las mismas y no estrictamente el contenido del pensamiento.

El pensamiento es parte encubierta de la conducta problema, que es efecto del aprendizaje de ciertas reglas en diferentes etapas de la vida del paciente. El punto en cuestión no es si es bueno o no tener que trabajar en la vejez – pues eso dependerá del contexto verbal que juzgará las conductas-; sino que mientras el paciente parta de dicha idea contextual, seguirá percibiéndose como un “fracasado”. Tampoco es el objetivo desdeñar la idea de su prima, porque no es lo importante si vivir de rentas es bueno o malo. Lo importante es que el paciente se reformule si las reglas que son válidas para la vida de su prima, deben necesariamente incorporarse a la de los demás, especialmente, considerando que la personalidad, educación y demás contingencias son propias de la vida de cada persona.

La modificación de las reglas contextuales relativizan el concepto de que trabajar en la vejez es necesariamente igual al “fracaso”. En este caso, el “contexto verbal” de la vida de su prima es diferente al del paciente. Donde la incongruencia ya no radica en el pensamiento de que el paciente es o no fracasado, sino en el uso de una regla perteneciente a otra persona que el paciente no es.

El punto en cuestión no es luchar contra los pensamientos; pero sí considerar otro tipo de reglas asociadas más a la aceptación de sí mismo, en relación a la historia de aprendizaje del paciente y los factores ambientales y biológicos que han condicionado su comportamiento.

El punto en cuestión no es luchar contra los pensamientos

Mediante esta forma de intervención se está mostrando la importancia de las reglas en la génesis y mantenimiento de las conductas. De más está decir que el conductismo nunca ha descuidado la particularidad del paciente, esto es, su historia de aprendizaje, su personalidad, reglas, valores y reforzadores subjetivos.

Conclusión

Podríamos enumerar muchos más ejemplos que muestren la relación entre lenguaje, pensamiento y paradigma conductual. Una de las conclusiones principales de estas aplicaciones es que si las técnicas conductuales también son eficaces cuando se las aplica en formato de instrucciones, reglas y feedback verbal, entonces la discusión entre “cognición” y “conducta” es de forma y no de fondo. Las intervenciones verbales del terapeuta modifican conductas, emociones y cogniciones, lo cual responde a los principios citados más arriba por las diferentes vertientes del conductismo: interacción, continuidad y transferencia entre las conductas observables y los procesos cognitivos.

Precisamente, se ha hallado que los procedimientos “explícitos”, surgidos de los trabajos de investigaciones de laboratorio, además son eficaces aplicados en un formato verbal. Se ha demostrado que las técnicas “ambientales” que modifican la conducta observable, también pueden ser utilizadas para modificar pensamientos e imágenes mentales. Esto refleja la continuidad entre conducta y cognición. Por ello, el lenguaje es muy importante en las intervenciones de la terapia conductual. La supuesta oposición entre cognición y conducta está superada.

Observamos que el supuesto divorcio entre conductismo, lenguaje y cognición no ha sido tal 

Más allá de algunas posturas extremas, observamos que el supuesto divorcio entre conductismo, lenguaje y cognición no ha sido tal y no representa a la totalidad del paradigma. Las diferentes vertientes del mismo reflejan que el conductismo es un paradigma de amplio espectro. Su visión no es estrecha: destaca la interacción permanente entre bases biológicas, conducta y factores sociales.

Como dijimos anteriormente, el conductismo ha evolucionado y es uno de los pilares principales de las ciencias del comportamiento. Lamentablemente, la divulgación de prejuicios erróneos desde perspectivas no-científicas ha generado que muchos estudiantes y psicólogos no estén abiertos a conocer la enorme riqueza y variedad teórica del paradigma conductual. Ha sido nuestro interés principal que el lector pueda distanciarse de creencias erradas que han desacreditado al paradigma conductual, tildándolo de ingenuo y superficial.

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  • Salud Mental y Tratamientos

(PDF) Trastornos del lenguaje: Diagnóstico y tratamiento

  • Equipo de Redacción
  • 11/11/2013

Objetivos

Se revisan los trastornos del lenguaje en el niño. Partiendo de su desarrollo normal, se provee un diagnóstico diferencial de acuerdo con la sintomatología que presenta en el momento de la consulta y se sugiere un abordaje para el niño con alteraciones del lenguaje desde el punto de vista del neuropediatra a la vez que se actualiza el manejo de algunas de sus formas.

Desarrollo

La adquisición del lenguaje es uno de los hitos clave del desarrollo del niño. El desarrollo social e intelectual del niño se ve afectado por el retraso en la adquisición del mismo y éste puede crear un efecto continuo de aislamiento y regresión, que pasa hacia un rendimiento académico pobre y, eventualmente, lleva hacia el desarrollo de problemas de aprendizaje y sociales. Existen estudios que muestran una relación estrecha en el niño entre el desarrollo del lenguaje hablado y el lenguaje escrito y la importancia de su adquisición como base de las habilidades de la escritura. Adicionalmente, estos problemas son causa de mucha ansiedad en los padres.

Conclusión

El conocimiento del problema permite al especialista captar tempranamente a los niños en la etapa preescolar y asegurarse de que provee los servicios adecuados. Tratado a tiempo, se puede modificar, de manera significativa, el aprendizaje del lenguaje y así evitar las complicaciones que inciden en su desarrollo. El especialista que trata con niños debe reconocer estos problemas y así poder canalizarlos hacia la terapia adecuada.

Descarga: PDF Trastornos del lenguaje, diagnostico y tratamiento

Fuente: Neurología
Imagen: UNGS

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  • Salud Mental y Tratamientos

¿Qué es Mindfulness?

  • Christian Arpa
  • 08/11/2013

La palabra  «Mindfulness» ha sido traducida al español como Atención Plena o Presencia Mental.

Durante los últimos 35 años, la práctica de Mindfulness o Atención Plena está integrándose a la  Medicina y Psicología de Occidente. Es aplicada, estudiada científicamente y por ello reconocida como una manera efectiva de reducir el estrés, aumentar la autoconciencia, reducir los síntomas físicos y psicológicos asociados al estrés y mejora el bienestar general. Mindfulness o Atención Plena significa prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación

Significa prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento

La práctica de Mindfulness implica ejercicios de meditación en un contexto de salud, despojado de cualquier idea religiosa, enfocados a conectar con la experiencia del momento presente aceptándola tal cual es.

Estudios de neuro-imagen, han demostrado una notable actividad de la corteza prefrontal durante la meditación.

Es la corteza aquella estructura que nos permite elaborar la información de manera consciente, no automática, evaluar los significados y entonces poder determinar una acción y una emoción acorde a la evaluación hecha.

El área prefrontal constituye una especie de modulador de las respuestas proporcionadas por la amígdala y otras regiones del sistema límbico, permitiendo la emisión de una respuesta más analítica y proporcionada. El lóbulo prefrontal izquierdo parece formar parte de un circuito que se encarga de desconectar —o atenuar parcialmente— los impulsos emocionales más perturbadores.

A través de la práctica de Mindfulness, entonces, es lícito decir que pueda ayudarnos a regular nuestras emociones, logrando tomar distancia y deteniendo el piloto automático de respuesta emocional.

En resumen ser conscientes momento a momento para responder  en lugar de reaccionar. Tomar conciencia de lo que nos está sucediendo y entrenar nuestra atención y desapego.

Sentir una emoción puede ser una oportunidad para explorar la experiencia y elegir como responder, en lugar de reaccionar, por eso podemos:

1. Observar, prestar atención, dónde sentimos la emoción, en que parte del cuerpo, describir la experiencia

2. Aceptar lo que está ocurriendo sin necesidad de juzgar como bueno o malo, dejar los pensamientos a un lado sin desprestigiarlos sino tomándolos también como parte de la experiencia misma y refocalizando la atención en el momento presente, podemos volver a través de la respiración y conectar con nuestros cinco sentidos, aquí y ahora.

3. Elegir una opción de respuesta, hacer de la emoción algo útil (inteligencia emocional)

Sentir una emoción puede ser una oportunidad para explorar la experiencia

Con este entrenamiento entonces, aprendemos a tolerar más nuestras emociones, trabajando la aceptación de las mismas y reduciendo el estrés agregado, generado por el estrés.

“Dejemos de enojarnos por estar enojados y hagamos con el enojo algo que nos sea útil”; “si no sientes esta emoción, sea cual fuera, pierdes la oportunidad de conocerla, describirla y hacer algo diferente a lo que vienes haciendo”

Visita Espacio Mindfulness para obtener más información.

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