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Publicaciones por mes

febrero 2017

43 Publicaciones
  • Artículos Recomendados de la Web

En Panamá se da un un embarazo adolescente cada 56 minutos

  • 17/02/2017
  • David Aparicio

Angel López Guía para La Prensa en Panamá:

Un informe del Ministerio de Salud (Minsa) revela que en enero de 2017 se registraron 786 casos de embarazos adolescentes, a razón de uno cada 56 minutos.

 Estos datos del Minsa no incluyen los reportes de las jóvenes embarazadas que buscan atención médica en la Caja de Seguro Social (CSS) ni en las clínicas privadas del país.

Desde el año pasado se intentó infructuosamente implementar la ley de educación sexual que formara parte integral de los programas de las escuelas a nivel nacional, pero los debates no avanzaron a causa de las fuertes protestas de los grupos conservadores que consideran que la educación sexual es una responsabilidad exclusiva del de los padres y que el tema no se debe tocar en las escuelas.

Estas estadísticas del Ministerio de Salud ponen evidencia urgente necesidad de un plan de integral de educación sexual. Los políticos no se atreven a tomar una decisión por los costos políticos que tiene un tema tan controversial que hasta llegó a dividir la sociedad y mientras tanto la incidencia de embarazos adolescentes sigue avanzando.

Lee el artículo completo en La Prensa.

  • Salud Mental y Tratamientos

El secreto de Islandia para que sus jóvenes dejaran de beber alcohol y de fumar

  • 17/02/2017
  • David Aparicio

Pablo Esperanza para la BBC:

Imagínate un país donde beber alcohol dejó de estar de moda entre los adolescentes y donde encontrar a un joven que fume tabaco o que consuma cannabis se convirtió en algo excepcional.

Ese lugar es Islandia.

Las cifras sobre consumo de sustancias adictivas entre adolescentes dibujan un paisaje casi ideal en el país nórdico, donde apenas el 5% de los jóvenes entre 14 y 16 asegura haber tomado alcohol durante el mes anterior.

De la misma forma, solamente un 3% dice fumar tabaco a diario y un 7% haber consumido hachís al menos una vez en los últimos 30 días.

Mientras, la media europea es de 47%, 13% y 7% respectivamente.

Y en América Latina, según datos de UNICEF, el 35% de los jóvenes de entre 13 y 15 años dice haber tomado alcohol en el último mes y aproximadamente el 17% fuma a diario.

Lee el artículo en la BBC para saber cómo lo hicieron.

Imagen:Shutterstock

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Para ser una persona culta las buenas amistades son clave

  • 16/02/2017
  • Alejandra Alonso

No hace mucho pasó el 14 de Febrero, una fecha que en muchos países se celebra como el día del amor y la amistad. Esta fecha es bastante popular en parte porque la mayoría de las personas entablamos amistad con personas fuera de nuestro círculo familiar y generalmente lo hacemos desde muy pequeños. Pero ¿alguna vez te has preguntado por qué formamos relaciones de amistad con personas que no pertenecen a nuestra familia? Este nuevo estudio podría responder dicha pregunta.

Un grupo de científicos se propuso estudiar las redes sociales y el intercambio eficiente de información. Para esto, y al observar que las redes sociales en sociedades modernas son muy estructuradas y complejas y usualmente involucran contacto frecuente con amigos que no forman parte de la familia de la persona, decidieron estudiar sociedades tradicionales pequeñas. Específicamente, seleccionaron sociedades de cazadores-recolectores.

Los investigadores utilizaron tecnología sensorial inalámbrica (motes) para estudiar redes cercanas al campamento entre Agta y BaYaka. En total se estudiaron seis campamentos Agta en Filipinas (incluyendo a 200 individuos, y 7,210 interacciones de díadas grabadas) y tres campamentos BaYaka en Congo (que incluyó a 132 individuos, y 3,397 interacciones de díadas grabadas).

Los datos fueron recolectados entre Marzo y Septiembre del 2014. Sus resultados mostraron que en las redes sociales de los cazadores-recolectores se observan signos de incremento de la eficiencia en el intercambio informativo potencial (llamado también “eficiencia de la red”). El aumento en la eficiencia de la red se logra a través de la inversión en unos pocos vínculos fuertes entre amigos que no sean parientes del individuo. Estas interacciones con amigos fuera de la familia aparecen ya en la niñez, creando oportunidades de colaboración e intercambio cultural más allá de la familia. De hecho, ellos observaron que la asignación de amigos al azar reduce significativamente la eficacia de las redes y que las amistades que aumentaban dicha eficacia eran las que comenzaban a edades tempranas. Esto fue cierto en ambas poblaciones analizadas.

El aumento en la eficiencia de la red se logra a través de la inversión en unos pocos vínculos fuertes entre amigos que no sean parientes

Los autores del estudio escriben: “(…) la evidencia presentada en nuestro estudio sugiere una explicación de por qué la gente es entusiasta en socializar, cooperar e intercambiar información con individuos desconocidos, desde tribus aisladas buscando contacto hasta redes sociales a escala global como la World-Wide Web.”

El estudio muestra también que las amistades fuertes son más relevantes que los lazos de familia al predecir niveles de conocimiento compartido entre personas. Los científicos hipotetizan que la transmisión de conocimiento cultural puede haber moldeado nuestras redes sociales contribuyendo a que tendamos a extenderlas más allá de la familia.

Los autores proponen que la alta eficacia global de las redes es clave para múltiples aspectos de la cultura acumulativa humana, incluyendo la divulgación de normas y la difusión de innovaciones tecnológicas.

El rol de los lazos amistosos en la promoción de cultura acumulativa en cazadores-recolectores es apoyada por el hecho de que los amigos cercanos han aumentado el conocimiento compartido de plantas, comparado con esposos, hermanos y las díadas padres-hijos en la base de datos de Congo-Brazzaville. Estas propiedades encontradas en sociedades pequeñas también han sido observadas en comunidades online (1). La investigación presenta evidencias de estas propiedades en dos poblaciones de cazadores-recolectores.

Los científicos recomiendan que futuras investigaciones indaguen sobre los detallen en el vínculo entre las estructuras de las redes sociales, la amistad y el conocimiento acumulativo.

Fuente: Tendencias21
Imagen: Ben White (Unsplash)

  • Artículos de opinión (Op-ed)

¿Por qué salir de mi zona de confort?

  • 16/02/2017
  • Edith Gómez

¿En algún momento te has sentido estancado? Como si tu situación actual no representara ningún reto ni preocupación para ti. De alguna manera te sientes confiado, seguro y a gusto, pero lo cierto es que no resulta nada productivo debido a que no hay oportunidades de cambio ni de crecimiento. Es como si estuviéramos desperdiciando nuestra vida.

Cuando intentamos salir de esa zona, comenzamos a sentir miedo por la incertidumbre de no saber qué nos espera. Somos humanos y es normal que temamos a lo que no conocemos. Sin embargo, debemos ir en búsqueda de las oportunidades. A pesar de que sea molesto el sentimiento de incomodidad con la situación nueva, al comenzar a experimentar cosas diferentes nos daremos cuenta de que el momento es ahora y debemos aprovecharlo.

Viéndolo de esta manera, podemos identificar las razones por las cuales debemos salir de esa zona de confort. En lo personal, tengo 4 razones:

Nos hace débiles

La mejor manera de vencer el miedo es afrontándolo. Es normal sentir miedo, pero debemos mantenernos firmes y no dejarnos consumir.

Una vez que hayamos abandonado la zona de confort y podamos avanzar, nos daremos cuenta de que ha valido la pena. Además de eso también nos sentiremos satisfechos y orgullosos de lo que hemos logrado. Si nos mantenemos motivados, será más fácil poder alcanzar nuestros objetivos.

Baja nuestra autoestima y nuestra seguridad

Si bien es cierto que algunas situaciones son aterrorizantes, si no intentamos hacerles frente a las mismas no podremos saber de lo que somos capaces. De esta manera nos sentiremos frustrados y desmotivados. Al poder superar los obstáculos, comenzaremos a sentirnos capaces de lograr lo que queramos.

No nos deja avanzar

Cuando estamos asustados, nos sentimos incapaces de avanzar. Los límites no deben ser impuestos por nosotros mismos, al contrario, debemos buscar los caminos para poder llegar a nuestro destino. Una gran alternativa es escuchar historias de éxito de personas que han logrado superar algún tipo de situación.

No nos permite ser creativos

Cuando estamos expuestos a una situación desconocida, nuestro propio instinto de supervivencia nos ayuda a idear maneras de resolver una situación. A veces son la presión, el estrés y la incomodidad los que sacan a relucir nuestros mejores momentos de creatividad e innovación.

¿De qué manera podemos salir de la zona de confort?

No le tengas miedo a las situaciones que te hacen sentir presionado:

En momentos de ansiedad comenzamos a sentirnos bajo mucha presión. Es por esto que cuando algunas personas intentan resolver algo y las mismas están sometidas a situaciones de estrés, les es más fácil manejar los conflictos de lo que sería resolverlos en una situación normal. Esa sensación de incomodidad y presión que nos hacen sentir algunas situaciones (sobre todo cuando hay cambios, cuando salimos de la zona de confort), no debe ser vista como un problema sino como un desafío, donde podemos descubrirnos y sentirnos bien al saber que enfrentamos algo que nos daba miedo.

Cambiando e innovando:

Haz cosas que generalmente no harías. Tal vez puedes comenzar por cambiar pequeñas rutinas o hábitos que no son beneficiosos para ti. Te puedes sorprender y encontrar cosas que no sabías que te gustaban. Y si no es el caso, de todas formas has experimentado algo nuevo y definitivamente has aprendido de esto.

Manteniendo el espíritu en alto:

Este punto se conecta con el anterior ya que se logra al hacer cosas que antes no hubiéramos podido hacer. Si queremos lograr algo, trabajemos para lograrlo. Definitivamente hay muchas oportunidades que aprovechar y no basta con quedarnos con los brazos cruzados. Si no tenemos claro lo que queremos, entonces enfoquémonos en buscarlo, de esta forma también nos conoceremos mejor a nosotros mismos.

No te acostumbres a las situaciones:

Si logramos salir de la zona de confort, en primera instancia tenemos que asegurarnos de no volver a entrar a la misma. Cuando se nos presentan nuevos retos y los asumimos con valentía, llegará un momento en donde ya no serán más un reto sino parte de nuestras rutinas. Si esto resulta de esta manera, debemos tener cuidado de no acostumbrarnos y poder avanzar hacia el siguiente reto.

No te des por vencido, ni aún vencido (citando a Almafuerte):

Más de una vez hemos pensado en abandonar la guerra en la primera batalla. Esto es algo que debemos evitar. Si se nos presenta una situación difícil que no sabemos manejar, analicémosla y determinemos la mejor manera de resolverla. Quizá funcione al primer intento o quizá no. Depende solo de nosotros mantenernos de pie y preparados para seguir avanzando.

Una vez que logremos salir de nuestra zona de confort, seremos personas más capaces de asumir retos y resolver problemas, no porque tengamos la respuesta a todo si no porque sabemos cómo afrontarlos. Se trata de la actitud que tengamos y la determinación de ir siempre hacia adelante.

Imagen: Ranggi Manggala (Unsplash)

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Afrontamiento y estilos de crianza en padres de niños con discapacidad

  • 16/02/2017
  • Patricia De María Ureta

La situación a la que se enfrentan algunos padres cuyo hijo o hijos tienen alguna discapacidad supone un fuerte impacto psicológico, en el que el estrés, depresión y ansiedad ente otras variables, están presentes e influyen de manera directa en el propio hijo o hijos. El estado de éstos padres a la hora de cuidar a sus hijos es importante, por lo que estudiar las variables que influyen en los padres de niños con discapacidad es interesante para poder intervenir en ellos y así mejorar el clima de convivencia.

Se pueden diferenciar entre la discapacidad física, psíquica y sensorial:

  • Física: aquella que limita el desempeño motor de la persona e incluye anomalías orgánicas, en el aparato locomotor o las extremidades, asó como alteraciones en el sistema nervioso y alteraciones viscerales.
  • Psíquica: se refiere a ciertos trastornos mentales o emocionales, además de otros trastornos que pueden llegar a ser crónicos y erosionan o impiden el desarrollo de sus capacidades funcionales sobre tres o más aspectos primarios de la vida cotidiana y menoscaban o impiden el desarrollo de la propia autosuficiencia económica.
  • Sensorial: se define como aquella que está relacionada con la disminución de los sentidos.

Puede haber comorbilidad entre las distintas discapacidades. A su vez, estas discapacidades se ordenan por porcentaje de minusvalía con los siguientes intervalos:

  • Menor del 33%
  • 33% al 64%
  • 65% al 74%
  • Superior al 75%

Este porcentaje se calcula en función de las limitaciones en la actividad diaria. Una vez que este porcentaje llega al 25% entran a formar parte los factores sociales.

En este estudio se va a estudiar el afrontamiento y el estilo de crianza en padres de niños con discapacidad. Lazarus y Folkman (1984) dicen que “El afrontamiento al estrés se refiere a todos los esfuerzos cognitivos y conductuales que emplea la persona para hacer frente a las situaciones estresantes, así como al malestar emocional asociado a la respuesta al estrés”. Estos autores propusieron ocho estrategias de afrontamiento centradas tanto en el problema como en la emoción para hacer frente a estresores.

Por otro lado, con los estilos de crianza, los padres marcan unas metas y actitudes para educar a sus hijos en función de la cultura y la personalidad. En los diferentes estilos de crianza influyen un gran número de variables, lo que pone de manifiesto lo complejo del desempeño de los padres. Baumrind (1973) identificó cuatro patrones principales de educación. Estos fueron autoritario, permisivo, democrático e indiferente. En la Figura 1 se puede observar una breve representación de estos estilos de crianza.

Figura 1: Representación de Estilos de Crianza

Este estudio tiene como objetivo general observar las diferencias en afrontamiento y estilos de crianza en padres de niños con discapacidad.

Para ello se contó con una muestra de 60 padres y madres de niños con discapacidad psíquica, física, sensorial y mixta (física y sensorial, y física y psíquica).

Para su estudio, se procedió a evaluar a los padres mediante un cuestionario sociodemográfico, para controlar variables contaminadoras o extrañas, como tiempo que hace desde que recibieron el diagnóstico, número de hijos o el lugar que ocupa el niño con discapacidad entre los hermanos, entre otros. También se pasó el Cuestionario de Prácticas Parentales de Robinson y cols. (1995) y el Inventario de Estrategias de Afrontamiento CSI.

Se realizó un diseño correlacional de comparación entre grupos.

Para su análisis, se realizaron estadísticos descriptivos, la prueba U de Mann-Whitney, la prueba de Kruskal-Wallis y la Correlación de Pearson.

Tras realizar los análisis, se encuentra que los padres van a afrontar de la misma manera la situación independientemente del tipo de discapacidad, porcentaje de minusvalía, si es el padre o la madre y los años que hace que recibieron el diagnóstico.

En este estudio, se encuentra que los estilos de crianza no van a variar entre los distintos tipos de discapacidad ni entre el padre o la madre. En cambio, se encuentra que varía en función del porcentaje de minusvalía que tenga el hijo para el estilo de crianza Autoritario y Permisivo, siendo más autoritarios cuanto menos porcentaje de minusvalía tenga el hijo.

Por otra parte, los padres con hijos con un grado de minusvalía medio (65-74%), se sitúan o en el estilo Permisivo o Autoritario. Para el estilo Autoritativo no se encuentran diferencias significativas en función del porcentaje de minusvalía.

Debido a que hay una correlación positiva entre el afrontamiento adecuado y el estilo Autoritativo y una correlación positiva entre el afrontamiento inadecuado y los estilos Permisivo y Autoritario, se puede concluir que si hay un manejo adecuado, es indiferente el grado de minusvalía del hijo, ya que los padres tendrán un estilo Autoritativo, lo que fomentara la autonomía, madurez y éxito académico de los niños.

También se encuentran diferencias significativas en los estilos de crianza en función de los años que recibieron el diagnóstico, situándose en un estilo más Permisivo o Autoritario después de los primeros años tras recibir el diagnóstico (3-6 años).

Por los resultados obtenidos se considera importante trabajar el afrontamiento con estos padres, ya que es un factor de protección del estrés y se relaciona de forma positiva con el estilo de crianza Autoritativo, caracterizado por la comunicación bidireccional, una conducta asertiva, castigos razonados y verbales, expresando afecto y cariño, y utilizando el control. Con este estilo de crianza se desarrolla la autonomía, madurez y éxito académico del niño.

Descarga la investigación completa: Afrontamiento y estilos de crianza en padres de niños con discapacidad.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Qué estilo parental produce hijos felices y exitosos?

  • 16/02/2017
  • Alejandra Alonso

El estilo que hayan tenido nuestros padres puede influir en nuestra felicidad, nuestros logros académicos y laborales, nuestro modelo de pareja, actitud hacia el matrimonio y hasta en cuántos hijos queremos tener. Esto es lo que observó un interesante estudio realizado en Japón.

La investigación fue dirigida por el profesor NISHIMURA Kazuo (Universidad Kobe) y el profesor YAGI Tadashi (Universidad Doshisha). Es parte del proyecto RIETI sobre «Investigación Fundamental para el Crecimiento Económico Sostenible en Japón». Los datos se obtuvieron de encuestas realizadas a 10,000 personas en Enero del 2016 a través de Rakuten Research, Inc. El estudio identifica métodos parentales utilizados en Japón y la influencia que tienen en la vida de los niños.

Los métodos parentales son categorizados como de apoyo, estricto, indulgente, no involucrado, abusivo y promedio. Tanto para hombres como para mujeres, el enfoque de apoyo produjo mayores logros en relación a los ingresos, los niveles de felicidad y logros académicos para los niños.

El equipo también analizó los efectos de los diferentes estilos parentales en la actitud de los encuestados hacia sus madres y padres y cuán entusiastas son en relación a formar sus propias familias. Descubrieron que las personas que habían recibido una crianza de apoyo eran más propensas a ver a su propio padre o su propia madre como ideales, mientras que los participantes que habían experimentado estilos parentales abusivos eran menos propensos a ver a sus propios padres como modelos para ellos mismos o sus potenciales parejas. Las tasas de matrimonio son mayores entre aquellos que ven a sus padres o madres como modelos para ellos o sus parejas, y este grupo también quería tener más hijos.

Estilos parentales

A continuación una breve explicación de a qué se refieren los investigadores con cada estilo:

De apoyo: Niveles altos o promedio de independencia, niveles altos de confianza, pasan mucho tiempo juntos.

Estricto: Niveles bajos de independencia, niveles medios o altos de confianza, estricto o bastante estricto, niveles medios o altos de interés mostrado hacia el hijo, gran cantidad de reglas.

Indulgente: Niveles altos o promedio de confianza, nada estrictos, el tiempo que pasan junto a sus hijos es similar al promedio o mayor a este.

No involucrado: Bajos niveles de interés mostrado hacia el hijo, no es estricto, pasa poco tiempo con el hijo, pone pocas reglas.

Abusivo: Bajos niveles de interés mostrado hacia el hijo, bajos niveles de independencia, bajos niveles de confianza, es estricto.

Fuente: Science Daily

Sin categoría

Consejos prácticos para maestros de niños con TDAH

  • 16/02/2017
  • Mauro Colombo

Maestros desconcertados al no saber como manejarse con niños que poseen trastorno por déficit de atención, es una realidad cada día más común en las escuelas. Lo cierto es que el TDAH, contrario a lo que suponen algunas personas, es un fenómeno real, no un producto de los laboratorios o un puñado de chicos con mala educación.

Disponer de estrategias prácticas para las clases en donde se encuentren niños con el trastorno, redunda no solo en menor estrés para los docentes y los niños, sino en mayores y más eficaces posibilidades de aprendizaje para estos últimos.

Desde hace algún tiempo se utilizan adaptaciones en el ámbito escolar para niños con este trastorno, si bien no se implementan con la regularidad que habría que hacerlo. En el siguiente enlace, podrán acceder a un artículo ya publicado que contiene adaptaciones curriculares para niños con TDAH.

A continuación, veremos una a una estas recomendaciones destinadas a docentes.

Consejos

Consejo N° 1: Conocer en que consiste el TDAH

La red nos proporciona infinidad de sitios al alcance de un click. Sin embargo, muchas webs no transmiten información correcta, basadas en evidencias científicas.

Es necesario entonces no solo investigar, sino saber también en qué lugares hacerlo. Por supuesto que Psyciencia es el portal más recomendado, pueden leer más sobre el trastorno clickeando aquí, aquí y aquí; pero también existen algunos especializados en el trastorno, como por ejemplo el que se utiliza de fuente para el presente artículo.

El objetivo de conocer las características del TDAH, es estar al tanto de las conductas que estos niños pueden presentar, no ver a las mismas necesariamente como mala educación o intentos deliberados por romper las normas, sino como parte de un cuadro neurobiológico, que explica en gran medida la forma de comportarse de estos niños.

Consejo N° 2: Asignarle un alumno ayudante

La idea que subyace a este consejo, es que el alumno que oficie de ayudante colabore con su compañero al recordarle prestar atención en algunos momentos, lo refuerce mediante halagos cuando esté trabajando correctamente, no lo interrumpa, y le recuerde anotar las tareas para la casa.

Puede incluso rotarse en la función, de modo que haya varios alumnos que colaboren. Sería además una buena estrategia para favorecer la inclusión del pequeño con TDAH con sus compañeros de curso.

Consejo N° 3: Segmentar las tareas

Si a una niña/o con TDAH se le dan diez ejercicios a resolver seguidos, es probable que no concluya la tarea. En cambio, si se le dan dos, se lo invita a revisarlos con el maestro, luego se le dan otros dos, se repite el proceso de revisión y así sucesivamente; es más probable que pueda realizar mayor cantidad de los mismos.

Dividir una tarea que al sujeto puede llegar a resultarle muy pesada en varias tareas más sencillas, seguramente no resulte ni en frustración ni en dispersión por parte del muchacho/a, pero si en mayores períodos de productividad y sentimientos de confianza en sí mismo.

Consejo N° 4: Cuaderno o carpeta única

Tanto en la escuela primaria como la secundaria, suelen utilizarse diferentes cuadernos o carpetas que se dividen o de acuerdo a las asignaturas (por ejemplo Matemáticas y Ciencias Sociales), como a los ámbitos donde se utilizan (cuaderno de clase y de tareas).

Una forma de minimizar la desorganización es que el niño posea un único cuaderno (o reducir al mínimo la utilización de estos), en los cuales realice todas las tareas necesarias. Así, solo tendría que aclarar a que asignatura corresponde (o si pertenece al momento de clase o tarea para el hogar), y en caso de observarse en el futuro un mejor manejo de la división de tareas, ir agregando de forma gradual cuadernos que segmenten las mismas.

Consejo N° 5: Elegir el método de escritura más apropiado

Tener en cuenta tanto la herramienta de escritura, como el soporte de la misma (tipo de hoja) influirán en los resultados obtenidos en el aula. Una lapicera de pluma, que en muchos colegios se torna casi obligatorio usar en los primeros años, puede resultar contraproducente en un niño con TDAH, ya que el trazo se torna más lento, lo que favorece a la desatención por parte de estos.

Algo similar sucede con las hojas. Las cuadriculadas pueden en general producir mayor desorganización, por lo que tal vez convenga una rayada convencional. El mismo criterio aplica al tipo de letra utilizado. Obligar a los niños a escribir si o si en letra cursiva o imprenta, solo por ser una normativa del colegio, no necesariamente potencia las habilidades de los pequeños.

En este sentido, no existe una regla aplicable a todos los sujetos. Lo que sí es aconsejable, es que se utilicen tanto los materiales como el tipo de letra que favorezcan el mejor rendimiento de los alumnos.

Consejo N° 6: Reducir enunciados y actividades

Con frecuencia ocurre que parte de las actividades escolares, consisten en copiar grandes enunciados y textos, para que luego los alumnos tengan que responder unas pocas preguntas, desproporcionadas con el volumen de lo copiado.

Considerando las dificultades para la escritura que ya se mencionaron en el consejo anterior, sumado al hecho de que grandes textos no mejoran (al contrario, empeoran) la grafía de lo que se transcribe en hoja; es que ésta estrategia puede resultar muy útil.

Así, el alumno/a no solo no se frustrará por grandes cantidades de textos a copiar, sino que se mantendrá más centrado en la tarea, disminuyendo conductas disruptivas durante las actividades.

Consejo N° 7: Adaptar los exámenes

Este consejo es un poco la conclusión lógica de todos los puntos anteriores, e incluye varias de las estrategias enumeradas. Si variables como la letra, las hojas, la extensión de las consignas y textos influyen en el rendimiento en clase, es esperable que también influya en las evaluaciones, en especial tomando en cuenta la presión que suele sentirse ante ellas.

Por estas razones, se enumeran una serie de consideraciones a tener en cuenta para las evaluaciones, las cuales pueden ser abordadas tanto juntas como separadas:

  • Aumentar el espacio que el alumno tenga para responder, aunque implique extender la cantidad de hojas permitidas en el examen.
  • Presentar un ejemplo de resolución de las tareas que se demandan.
  • Simplificar el lenguaje utilizado en las consignas.
  • Si el examen tiene varias hojas, presentárselas secuenciadas: primero una, completada la primera presentar la segunda, y así sucesivamente.
  • Realizar lo mismo que sugiere el ítem anterior, pero con las consignas. En lugar de enseñarle 6 actividades, darle por ejemplo de a dos, intermediando las correcciones del docente.
  • Remarcarle palabras claves del enunciado, de modo que le sirvan de pistas visuales para enfocarse en lo importante de lo solicitado.
  • Utilizar formatos de respuestas breves, como por ejemplo verdadero- falso o marcar la opción correcta.
  • En los casos en los que sea posible, darle la posibilidad de responder de manera oral.
  • Ponderar el resultado de los exámenes con otro tipo de evaluaciones, como puede ser la participación de los niños en clase, el tener sus cuadernos/ carpetas completas, etc.

Consejo N° 8: Preguntar al niño que otras cosas sabe sobre el tema

Los niños en general estudian para las pruebas, y tal vez no lleguen a plasmar de manera correcta aquello por lo que se les pregunta (lo tengan aprendido o no). Una forma de reforzar la conducta de estudio, es no solo hacer preguntas concretas sobre el tema general de la evaluación, sino también dar la oportunidad de mostrar aquello que han estudiado, y tal vez no está dentro de las consignas del examen.

De esta forma tendrá más oportunidades de demostrar su saber, que si sólo se lo restringe a consignas elegidas por el docente.

Consejo N° 9: Aplicar la ley del 3 a 1

Los pequeños con TDAH suelen presentar conductas disruptivas, en especial si son hiperactivos. Lo habitual en el colegio es que se les llame la atención una gran cantidad de veces, generando tanto frustración y estrés en los niños, como en quienes están a su cargo.

Esta estrategia consiste en aplicar consistentemente más refuerzos (estímulos que incrementan la probabilidad de las conductas reforzadas) que castigos (estímulos que disminuyen dicha probabilidad). En lugar de remarcar mayormente las cosas que el niño realiza mal, lo que se busca es premiar las veces que actúa bien.

En general, ningún docente dispone del tiempo necesario para ponerse a contar la cantidad de veces que refuerza o aplica castigos a los niños. No obstante, lo principal del consejo es cambiar el foco de atención del maestro, para que se centre más en las conductas positivas que en las negativas.

Sentirse escuchado y recibir halagos por parte del maestro, incrementará el sentido de autoeficacia del niño, lo hará sentir reconocido por sus esfuerzos, y con bastante probabilidad aumentarán aquellas conductas reforzadas.

Hay que aclarar sin embargo, que aquello que refuerce y castigue conductas de los alumnos es particular para cada persona. Tal vez a algunos alumnos no les guste recibir halagos, y en ese caso habrá que buscar otras formas de fomentar comportamientos apropiados.

Lo mismo con lo que llamamos castigos. Tal vez a algunos niños el hecho de que el maestro los rete, puede resultarle motivador si lo que buscan es llamar la atención, y entonces más que disminuir aquellas conductas disruptivas, tenderán a aumentar en tanto se apliquen siempre las mismas consecuencias (las reprimendas).

Comentarios Finales

Los consejos aquí presentados, no son más que la aplicación de principios conductuales al contexto áulico. Ya sea mediante el uso de mayor cantidad de refuerzos y disminución de castigos, como la adaptación del ambiente de múltiples formas (mediante la reducción de consignas, elección de las formas más cómodas de responder, segmentación de actividades, etc); se busca maximizar la experiencia de aprendizaje del niño.

En un contexto social que muchas veces opta por la medicalización, se hace necesario tener en cuenta aquellos principios y estrategias que mayor resultado hayan dado en la clínica, de modo de evitar que niños que pueden ser abordados por medio de las estrategias más eficaces, caigan innecesariamente en tratamientos farmacológicos, de los que tal vez pudieran prescindir.

Fuente: Comunidad TDAH

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

(Video) La importancia de la empatía

  • 15/02/2017
  • Alejandra Alonso

Podés activar subtítulos o la traducción automática con las opciones que aparecen en la parte inferior derecha del video.

Las relaciones sociales son una parte importante de la vida del ser humano, contribuyen de manera clave a su salud integral. Es por eso que la empatía, o la habilidad de ver el mundo desde la perspectiva del otro, es tan importante. Si solo nos enfocamos en nosotros, esto afectará profundamente nuestras relaciones interpersonales.

Pero si ver las cosas desde el punto de vista de otras personas es algo que te cuesta mucho, no te preocupes, la empatía se puede aprender, solo tenés que practicar (aquí hay 19 formas de hacerlo, por ejemplo). En este genial video, podés aprender qué es empatía, para qué sirve y cómo desarrollarla, sin embargo los subtítulos en español no son muy buenos así que haremos un resumen para que aquellos que no entienden inglés también puedan beneficiarse.

En primer lugar, es necesario que pienses activamente más allá de vos y tus preocupaciones:

I. Tomate el tiempo de observar a otros: preguntate cómo les habrá ido en el día, cómo se sienten, cómo será su vida, realmente preocupate por ellos.

II. Escucha activa: estamos acostumbrados a formular una respuesta en nuestra mente antes de que la otra persona haya podido terminar lo que estaba diciendo, lo que hace que la conversación parezca más un combate verbal que un intercambio de ideas u opiniones. En vez de hacer esto, que es tan natural en la mayoría de nosotros, trata de considerar todo lo que la persona dice sin pensar rápidamente en una respuesta y hacele preguntas para entender mejor lo que quiere transmitirte. Intenta comprender su estado de ánimo y sus motivaciones más profundas, qué experiencias de la vida lo han llevado a tener esa perspectiva.

III. Abrirse: No solamente es importante escuchar, tratar de comprender y aprender de las experiencias de otros. La empatía es una calle de dos vías, vos también debes compartir tus pensamientos y sentimientos. Así lograremos que los demás nos entiendan a nosotros y hasta podremos encontrar cosas en común.

La empatía nos puede ayudar a combatir el prejuicio, encontrar cosas que tenemos en común con otros y expandir nuestra moral. Sin ella podemos ver a otros como enemigos o problemas y perjudicar nuestro crecimiento. Por eso es tan importante desarrollarla.

Fuente: Lifehacker

  • Artículos de opinión (Op-ed)

Cómo emprender tu carrera como psicólogo

  • 15/02/2017
  • Buenaventura del Charco Olea

El año pasado realizamos desde Aprende Viendo Terapia, unas jornadas de orientación laboral y emprendimiento en colaboración con la Universidad Europea de Madrid. Fue una reunión muy interesante, en la que diferentes profesionales de la psicología expusimos nuestras inquietudes y visión del estado del sector y sus posibilidades futuras.

Me gustó mucho el intercambiar impresiones y poder hablar del camino que cada uno de nosotros habíamos seguido para poder ejercer nuestra profesión y brindar a la sociedad la ayuda y el servicio desde nuestro conocimiento como psicólogos.

Este artículo es inusual, ya que hablaré de algo tan poco concreto y falto de literatura de referencia como es el emprendimiento en psicología, es decir, cómo abrirte un camino profesional para poder ejercer tu profesión montando tu propio negocio de psicología. Me parece importante señalar, que muchas veces se demoniza desde nuestro sector el hablar de “negocio” en la psicología, pero creo que hay que diferenciar entre entender que el psicólogo es un profesional que ofrece un servicio por el que quiere cobrar unos honorarios para poder ganarse la vida dignamente sin dejar de ser un profesional ético con su profesión (que consiste básicamente en ayudar y mejorar las relaciones y vidas humanas desde ámbitos tan diversos como la sanidad, la educación, los social, el marketing, los recursos humanos…), y tener una mentalidad que priorice el hacer dinero por delante de la praxis psicológica, lo que si es condenable.

De hecho, creo que hacer de la práctica de la psicología un negocio rentable y sostenible, que permita a quien la ejerza vivir de forma digna y deshaogada, es una de las mejores formas de evitar que a veces por aprietos económicos, muchos psicólogos acaben realizando mala praxis (alargar tratamientos para no perder el paciente, ofrecer talleres o cursos de dudosa utilidad…)

A continuación te brindo algunos de los puntos que me han servido a mi y a otros compañeros para poder vivir de un trabajo tan apasionante y gratificante como ser psicólogo.

1.- Especialízate e intenta ofrecer un servicio diferente

Los psicólogos podemos ofrecer servicios en muchísimas áreas y problemáticas, sin embargo, es poco frecuente ver algo más allá del típico gabinete psicológico. Muchas veces no es cuestión de crear un servicio nuevo, sino saber “ofrecer” el servicio al cliente, ya que gran parte de la población asocia el psicólogo única y exclusivamente a determinados problemas de salud mental (en especial la enfermedad mental grave).

Ejemplos de servicios de psicología que han sido exitosos en España lo único que han hecho ha sido ofrecerlos en un nuevo formato o modalidad, por citar casos concretos: Atención psicológica a domicilio en lugar de en la consulta, o apoyo psicológico para áreas que se asocian poco a nuestra formación como adelgazar y las dietas, cuando realmente es modificación conductual, regulación emocional o motivación. El primero es un ejemplo de servicio psicológico en un nuevo formato y el segundo de aplicar lo que se puede ofrecer desde la ciencia de la psicología a un sector en el que no se suele aplicar. Hay multitud de áreas en las que nosotros, podemos ofrecer un interesante know-how para ayudar a potenciar servicios o productos o para lograr a las personas a conseguir sus fines y objetivos de manera más eficaz o saludable (en el caso de la dieta y adelgazamiento por ejemplo, para que sea de una manera sana y con una autoestima no basada en el aspecto físico, por ejemplo).

no debes esperar a que la gente se interese por tu labor y venga a ti, sino que has de ser activo

Otro tema importante es el de la especialización, en general los psicólogos nos englobamos en etiquetas muy genéricas “educativo” “clínico/sanitario” “RRHH” y hacemos muchas actividades dentro de esta etiqueta, siendo frecuente que seamos expertos de todo y de nada. Nuestro trabajo es muy complejo y difícil, y es imposible dominar cada tipo de trastorno o área de nuestro ámbito, ya que requiere mucha lectura especializada, reflexión personal y horas de práctica para llegar a entenderlo y dominarlo realmente. “El que mucho abarca poco aprieta” es un refrán español muy aplicable a la idea que quiero transmitir, siendo quizás más interesante centrarse en un ámbito de esa etiqueta o área “soy un psicólogo educativo experto en niños con TDAH” o “soy un psicólogo sanitario especializado en trastornos de ansidead y estrés” son algunos ejemplos de especializaciones que aunque acotan tus posibles clientes, también facilitan que seas un experto en el tema y uno de los referentes a nivel profesional.

2.- Asígnate una jornada laboral de 40 horas

Es frecuente que los psicólogos cuando comienzan, tienen poco volumen de trabajo. Yo recuerdo que mi primer año como psicoterapeuta sólo tuve 2 pacientes, algo que era muy desesperante y frustrante. En lugar de trabajar sólo las horas que tenía demanda de mis servicios, decidí que debía trabajar al menos 40 horas semanales (es el equivalente a la jornada laboral en España), y que el resto del tiempo debía invertirlo en darme a conocer, establecer alianzas, crear un blog propio, hacer contactos con Linkedin, leer y formarme y otras mil actividades que puedes hacer para promover obtener mayor volumen de trabajo. Siempre hay algo que puedes hacer por “moverte”. Es decir, que semanalmente ese año invertía 2 horas en ver a mis pacientes y otras 38 en prepararme las sesiones y “moverme”.

Puede parecer poco útil pero desde mi experiencia (que no tiene por qué ser la más válida pero es la que puedo ofrecerte) puedo aseguraros que marca la diferencia. Por desgracia la demanda de servicios de psicología no es algo que ocurra con gran volumen o de forma muy activa en nuestra sociedad, en parte por el enorme estigma social y el desconocimiento de nuestra profesión, de ahí que no debes esperar a que la gente se interese por tu labor y venga a ti, sino que has de ser activo.

3.- Establece alianzas

Los psicólogos solemos quejarnos de estar “a parte” en el sistema de salud, por ejemplo. Sin embargo, somos poco dados a establecer sinergias y alianzas con otros profesionales que trabajan con clientes que tienen problemas o necesidades a las que nosotros también podemos darles una solución o servicio complementario. Haz un esfuerzo por establecer puentes y cauces de comunicación con otros profesionales de áreas comunes a aquellas en las que desarrollas tu actividad, en lugar de vivir encerrado en tu despacho. Muchos de estos profesionales tampoco conocen bien qué puedes ofrecer a sus clientes o las ventajas de colaborar de forma interdisciplinar, y probablemente, ni siquiera sabrán que existes. Y cuando acudas a las puertas a establecer estas alianzas, por desgracia, muchas ni se abrirán o se cerrarán con un sonoro portazo, pero encontrarás otros profesionales que estarán encantados de colaborar contigo y te derivarán volumen de trabajo.

tu nombre empezará a ser reconocido “y a sonar” y además quienes acuden, conocen a muchísima gente a los que puede hablar de ti

Abogados para psicólogos forenses, pedagogos y profesores para psicólogos educativos, ginecólogos y urólogos para psicólogos sexólogos, médicos de cabecera, psiquiatras o internistas para psicólogos clínicos o empresarios y consultores para psicólogos de RRHH son sólo algunos ejemplos.

4.- Darse a conocer

Aunque he hablado de este tema con las alianzas, sobre todo date a conocer entre el público en general, que es de donde saldrán quienes contraten tus servicios con algún problema que esperan que puedas ayudarles. Intenta dar charlas y conferencias divulgativas en asociaciones, clubes culturales, asociaciones de vecinos, casas del pueblo, colectivos… Muchas veces los clientes no saldrán ni del público asistente a esos eventos, pero tu nombre empezará a ser reconocido “y a sonar” y además quienes acuden, conocen a muchísima gente (amigos, familiares, compañeros de trabajo…) a los que puede hablar de ti.

Otra buena forma de darse a conocer es tener presencia en internet y las distintas redes sociales. Un blog o una cuenta de linkedin o twitter pueden ser grandes aliados en tu andadura profesional como emprendedor.

5.- Invierte en tu formación y prioriza el trabajo bien hecho

“Hay dinero que es mejor no cobrar” dice siempre como un mantra uno de mis mejores amigos. Se refiere al hecho de que, muchas veces se aceptan trabajos para facturar de algo de lo que no tenemos mucho conocimiento o que se da en unas condiciones que es poco probable que funcione. Piensa que nuestro sector funciona con el boca a boca. Un buen boca a boca es algo que cuesta mucho esfuerzo labrarse, y que puede estropearse muy rápido por un servicio poco eficaz. Aunque pueda parecer erróneo o tengas sensación de urgencia, no aceptar a ese paciente del que no tienes formación específica o no dar ese taller en una empresa porque no es tu área de trabajo, es en mi opinión una decisión acertada. Derívaselo a un colega profesional que sí sepa del tema y muchos acabarán derivándote a ti trabajo cuando sea de tu área.

Por último señalarte que nuestro sector, en general, no requiere de grandes cantidades de capital para iniciar nuestra labor si lo comparas con montar un restaurante, o la consulta de un radiólogo (llena de material muy sofisticado y carísimo) sino que es un trabajo eminentemente intangible donde el conocimiento y especialización del profesional son la clave, así que ten esto muy presente e invierte de manera activa en tu formación tratando que esta sea la más práctica y complementaria a la formación habitual posible.

Imagen: Benjamin Child en Unsplash

  • Salud Mental y Tratamientos

Mi experiencia sobre la epilepsia y la incertidumbre y lo que aprendí sobre esto

  • 14/02/2017
  • Rita Arosemena P.

La incertidumbre es comparable al contenido de una caja sellada con una etiqueta a nuestro nombre.

El miedo humano a la incertidumbre produce un efecto tal que, según los estudios, las personas preferirían recibir un shock eléctrico en este momento que quizás recibirlo más tarde, básicamente porque el desconocimiento de las condiciones futuras crea una sensación de desasosiego mayor –y más prolongada– que la molestia inmediata de saber a ciencia cierta que se experimentará una descarga de dolor por un espacio de tiempo determinado.

Como lo expone Ana Prieto en su artículo autobiográfico, la ansiedad y el pánico son a menudo manifestaciones observables de un profundo temor a la incertidumbre. No es precisamente consecuencia directa de una sintomatología biológica (porque atribuirlo a esta función sería obviar su complejidad), sino todo un mecanismo de respuesta ante un conjunto de síntomas existenciales: «el miedo a morir, el furioso horror vacui, la idea pavorosa de quedar en ese estado para siempre, y la impotencia de saber que nadie que no haya pasado por lo mismo puede entenderme».

La intolerancia a la incertidumbre es, de hecho, un factor influyente de gran importancia en el desarrollo de condiciones clínicas como el trastorno de ansiedad generalizada, pero ¿qué rol desempeña y en qué grado afecta a los implicados en el tratamiento o proceso de curación de las personas con epilepsia?

Incertidumbre y epilepsia: una relación directa

La primera vez que presencié una crisis epiléptica en mi pareja, sentí una mezcla extraña de preocupación y seguridad. Había leído sobre la epilepsia antes, me había preparado en la medida de lo posible y tenía la impresión de estar capacitada para afrontar la situación con entereza cuando se presentara. No tuve problema en asistir a mi pareja en esta primera crisis porque ocurrió en un lugar cerrado y que consideraba seguro, así que la confianza y la certeza de estar en un sitio apropiado impidió que sintiera nervios.

Una o dos horas más tarde, mi pareja tuvo una segunda crisis en el asiento de un autobús con el vehículo en marcha y bastante lejos de cualquier sitio que yo pudiese considerar seguro. La angustia que me generó pensar en lo que podría ocurrir si las convulsiones eran demasiado bruscas o prolongadas, o si llegaba a tener un paro respiratorio sin tener yo misma una idea clara de nuestra ubicación y mucho menos de un hospital cercano, me hizo conocer un ángulo completamente distinto de la situación.

Entendí el vínculo tan estrecho que existe entre la incertidumbre y la enfermedad, y por ende, entre la incertidumbre y la sanación.

Dejé de dormir y comer bien, y de realizar actividades cotidianas de índole personal durante casi una semana. No podía conciliar el sueño porque mis niveles de ansiedad eran demasiado altos y yo prefería cuidar el sueño de mi pareja y observarla con cuidado en caso de que tuviera una crisis mientras dormía. También dejé a un lado actividades y prioridades individuales porque prefería acompañar a mi pareja a todas partes, incluso al baño o a la ducha, solo en caso de que tuviera una crisis y necesitara de mí para impedir que se hiciera daño.

La incertidumbre que experimenté es equivalente a la que vivencian los familiares y cuidadores de enfermos terminales o enfermos crónicos. Es imposible saber cuándo ocurrirá una crisis, cuánto durará y qué efectos negativos pueda tener, así que los familiares y cuidadores a menudo se sienten obligados a realizar cambios drásticos en su estilo de vida que pueden resultar potencialmente estresantes tanto para ellos como para la persona que vive con la condición médica, entre estos cambios (y citando un artículo publicado por la APA): «adaptarse a nuevas limitaciones físicas y necesidades especiales y pagar medicaciones y servicios de tratamiento costosos».

Numerosos estudios han corroborado ya que los familiares y cuidadores de enfermos (en especial de personas dependientes) tienden a desarrollar depresión, ansiedad y trastornos del estado de ánimo, lo cual repercute en el tratamiento o proceso de sanación de la persona enferma. En el caso de la epilepsia, esta relación de comorbilidad entre la persona con epilepsia (PCE) y sus familiares o cuidadores primarios influye significativamente en la calidad de vida y la salud de todo el sistema familiar.

De hecho, hoy en día es prudente analizar la epilepsia como una condición neurológica de alcance psicosocial.

La incertidumbre mal encausada origina una espiral de culpa y remordimiento

Según los estudios, la epilepsia puede ocasionar dificultades psicosociales a nivel familiar, incluyendo estigmatización, estrés, morbilidad psiquiátrica, problemas maritales, baja autoestima y restricción de actividades sociales.

Cuando la epilepsia es diagnosticada durante la infancia, la sobreprotección a la que recurren los padres (por regla, cuidadores primarios) es la respuesta más normal e inmediata para combatir la incertidumbre de no saber en qué momento puede presentarse una crisis y qué tan grave será. No obstante, esta sobreprotección genera también estigmatización en los niños con epilepsia, la impresión de sentirse profundamente vulnerables en ausencia de sus padres y culpables por no encajar en el «modelo de hijo sano y perfecto».

Se genera «una espiral familiar de culpa y remordimiento».

Cuando la persona con epilepsia es adulta (o cuando el niño con epilepsia ha crecido bajo este sistema de crianza fundamentado en el temor generalizado), se presentan altos niveles de ansiedad, depresión y somatización en la familia, que a su vez se ven reflejados en la persona diagnosticada afectando negativamente su calidad de vida y salud (se reporta mayor ocurrencia de convulsiones, por ejemplo) y potenciando creencias que dan lugar a la estigmatización (según estudios realizados, los adultos con epilepsia a menudo se sienten incapaces o prefieren abstenerse de mantener una relación sentimental o contraer matrimonio).

En otras palabras, los efectos a largo plazo de la incertidumbre en los familiares y cuidadores de personas con epilepsia generan una cadena de «adaptación pobre a la condición» que afecta a toda la unidad familiar.

De hecho, de acuerdo con Carlton-Ford y colaboradores, la sobreprotección y restricción en familias de niños con epilepsia se asocia con problemas emocionales en la infancia, adolescencia y vida adulta, ya que se forman individuos dependientes, carentes de habilidades sociales, pasivos e incapaces de establecer relaciones normales con otras personas.

De acuerdo con una investigación publicada por la Universidad de Waikato (Nueva Zelanda), la epilepsia es una condición que genera:

  • Impacto en el «Yo».
  • Impacto en la familia.
  • Impacto en la educación.
  • Impacto en el empleo.
  • Impacto en las relaciones sociales.
  • Impacto en las relaciones sexuales.

Según la APA, sobrellevar los desafíos mentales y emocionales de una enfermedad crónica requiere hacerse un planteamiento realista pero también positivo, ya que una adaptación adecuada en toda la unidad familiar puede marcar la diferencia entre una relación salud-calidad de vida positiva o mayores dificultades en el tratamiento médico de la persona enferma.

De igual forma, orientar la incertidumbre hacia una motivación intrínseca de aprendizaje, búsqueda información y preparación tanto de los familiares y cuidadores de la persona con epilepsia como de ella misma, es mucho más favorable para el sistema familiar que refugiarse en la sobreprotección y la restricción y verse limitado por la ansiedad.

En la epilepsia y en cualquier otra enfermedad crónica, terminal o intratable, la información y conocimiento preciso de dicha enfermedad contrarresta los efectos negativos de la incertidumbre al ofrecer una aproximación certera de la situación, comprender claramente lo que puede hacerse para contribuir a un mejor estado de salud del ser amado alivia los niveles de estrés y favorece el tratamiento médico.

La preocupación, el miedo y la desesperanza que derivan de la angustia y el desconocimiento se minimizan cuando los familiares, cuidadores y la persona con epilepsia cuentan con información clara y real que a su vez erradique la posibilidad de adoptar estigmas o actitudes negativas que perjudiquen los efectos positivos del tratamiento clínico, como la depresión y el estrés.

Adicionalmente, la APA ofrece algunas recomendaciones para sobrellevar las enfermedades crónicas que son aplicables al proceso de acompañamiento de familiares, cuidadores y personas con epilepsia, entre ellas:

  • No permitir que las preocupaciones por la enfermedad interfieran en la vida diaria o impidan mantener una buena alimentación, descansar, hacer ejercicio o divertirse.
  • Mantener una rutina de trabajo diaria, con tareas domésticas, pasatiempos o actividades en la medida de lo posible. Esto brinda un sentimiento de estabilidad dentro del caos y lo incierto de la enfermedad. 
  • Mantener relaciones sociales de calidad con amigos y familiares, asistir a grupos de apoyo o vincularse con personas que puedan ayudarle a sobrellevar positivamente la tensión y la ansiedad.

Artículo recomendado: Intolerancia a la incertidumbre (guía de autoayuda). 

Imagen: Blake Mouton en Unsplash

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