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Publicaciones por mes

marzo 2020

72 Publicaciones
  • Artículos Recomendados de la Web

Estrategias conductuales para evitar tocarte la cara

  • 11/03/2020
  • David Aparicio

Nuestra conducta es la primera linea de prevención contra el coronavirus. Caroline Bologna escribe para Huffington Post, una serie de recomendaciones basadas en la ciencia conductual para dejar de tocarte la cara:

Mantén las manos ocupadas con otra cosa

La mejor forma de acabar con una manía es sustituirla por otra manía incompatible, señala Denise Cummins, experta en pensamiento, cognición y toma de decisiones. “Si sueles apoyar la cara sobre la mano, intenta coger la costumbre de sostener algo con esa mano o cruzarte de brazos”, recomienda Cummins. DePompo recomienda colocar pequeños juguetes y objetos antiestrés a mano en los lugares en los que más sueles tocarte la cara. Asimismo, recomienda lavar y desinfectar de forma periódica esos objetos. En cuanto a los niños, los expertos aconsejan “darles algo para sostener con lo que puedan jugar, ya que es algo incompatible con tocarse la cara. Siempre es mejor intentar reemplazar una manía problemática con otra en vez de decirles que NO hagan algo, ya que todavía no tienen desarrollado el córtex prefrontal que regula las inhibiciones”.



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Haz que sea desagradable o incómodo

Otra solución para acabar con la manía es hacer que sea incómoda o desagradable.“Ponte guantes de lana o guantes bastos sin dedos que tengan un tacto incómodo con la piel sensible de la cara” sugiere Cummins.Aunque los guantes también se contaminan y hay que lavarlos, los investigadores piensan que los virus no viven tanto tiempo en materiales suaves.Otra forma de crear barreras mentales contra esta manía es llevar gafas o maquillaje. Si tu problema es que no dejas de morderte las uñas, prueba a ponerte esmalte especial de sabor desagradable.En el caso de los niños, puedes probar con las mismas estrategias, pero en ocasiones supone más trabajo del que merece la pena.

Ponte recordatorios

Es muy fácil despistarte y recaer a lo largo del día, pero te será más sencillo si estableces un sistema de recordatorios. “Ponerte una nota en el ordenador que diga NO TE TOQUES LA CARA y pedir a tus compañeros de trabajo que te lo recuerden y te castiguen cada vez que caigas en la tentación son otras formas de ir acabando con esta manía”, comenta Hafeez. No te interesa que tu relación con esas personas se vea afectada, de modo que conviene que esos castigos y recordatorios tengan una pizca de humor y broma, recomienda Hokemeyer. También puedes ponerte alarmas periódicas en el móvil para recordarte que prestes atención.

Lee el artículo completo en HuffingtonPost.

Agradecemos a María Alejandra Delgado por la recomendación del artículo.

Lee el artículo completo en HuffingtonPost.

Agradecemos a María Alejandra Delgado por la recomendación del artículo.

  • Análisis

Donación de gametos: Intervención psicológica en parejas heterosexuales

  • 10/03/2020
  • Pamela Rossi

La medicina reproductiva y sus técnicas de reproducción humana asistida (TRHA) han sido diseñadas con la finalidad de colaborar con los procesos de concepción, mejorando las posibilidades de obtener un embarazo exitoso. Uno de los temas que despierta mayor dilema en los pacientes que requieren de estas técnicas es la donación. Desde los aspectos diagnósticos una pareja o persona deberá recurrir a donación de gametos cuando sean detectadas las siguientes dificultades:

  • Azoospermia: alteración de la calidad del semen caracterizada por la ausencia total de espermatozoides en el eyaculado.
  • Vasectomía no reversible: implica una cirugía para cortar los conductos deferentes, que son los que llevan los espermatozoides desde los testículos hasta la uretra.
  • Menopausia precoz: desaparición de la función de los ovarios y retirada de la menstruación en mujeres menores de 40 o 45 años.
  • Reserva ovárica baja: Generalmente presente en mujeres mayores a 43 años de edad y/o por otras causas como el síndrome de ovario poliquístico, la endometriosis, los tratamientos oncológicos, la obesidad, el consumo de tabaco, alcohol y drogas entre otras.

Conceptos fundamentales

¿Qué significa donar?: Desde lo etimológico donar significa: dar una cosa a una persona, especialmente cuando se trata de algo de valor y se entrega de forma voluntaria y sin esperar premio ni recompensa alguna. Voz patrimonial del latín donare, derivado de donum ‘don’ y éste de dare ‘dar’. De la raíz indoeuropea de dar. Cuando hablamos de fertilidad y reproducción asistida el papel de la donación cobra un valor trascendente y en este marco de análisis podría interpretarse como la capacidad de dar el don de la vida a otro ser vivo, además del significado particular personal en función de sus valores, historia de vida, sistema de creencias, etc. Las parejas que se encuentran ante la opción de la donación, luego de un largo recorrido en los tratamientos reproductivos, en muchos casos presentan una actitud caracterizada por una resistencia lógica a aquello que resulta desconocido y fuera del “linaje”.

¿Qué es un gameto? Un gameto es una célula que tiene una función reproductora. En el ser humano podemos distinguir los gametos masculinos (espermatozoides) y los gametos femeninos (óvulos). Los espermatozoides se producen en los testículos del hombre y los óvulos en los ovarios de la mujer. Los dos tipos de gametos se ponen en contacto durante una relación sexual o también durante una fecundación in vitro. La unión de ambos gametos (fecundación) puede dar lugar a la formación de un embrión.



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¿Qué es un embrión? Cada célula que puede resultar de la unión entre espermatozoide y óvulo. El mismo comienza siendo un cigoto y, al producirse la división celular,va madurando en cantidad de células, conforme avanzan los días de evolución, hasta llegar a transformarse en una mórula (día 3/4) estadío embrionario que permitiría realizar una transferencia al útero receptor. Actualmente muchos centros de fertilidad procuran obtener embriones de tipo blastocisto, (día 5/6 de desarrollo) que presenta una estructura celular compleja formada por aproximadamente 200 células.

Entrando en el concepto de duelo genético

Cuando las posibilidades de conseguir un embarazo con gametos propios se encuentran limitadas, por las dificultades señaladas previamente, se recurre a la opción de gametos donados. No suele ser una decisión sencilla, muy por el contrario es mayormente considerada un gran desafío, tanto personal como de pareja.

En el momento en el que el médico comunica la alternativa a la pareja o persona, generalmente aparecen preocupaciones e incertidumbres semejantes o más intensas que las que surgen ante el diagnóstico inicial.

En un primer momento, comienzan a suscitarse una serie de renunciamientos: en primer lugar asumir que no se podrá lograr el deseado embarazo mediante relaciones sexuales homólogas, luego aceptar que un proceso, que comúnmente se imagina en un contexto de intimidad, pasa a ser compartido con otros (primero el médico ginecólogo, luego con el urólogo, el/los embriólogos, etc).

El salto a la donación es un “segundo momento” a nivel cognitivo y por más que los pacientes lean, se informen, miren tutoriales, participen en foros y chats no dejan de tener muchas dudas, capaces de producir desorganización tanto emocional como cognitiva, surgiendo además un nuevo renunciamiento que gestionar: el reconocer que los genes de el/la receptor/a no serán parte integrante de esta “cruzada” en la iniciativa de concebir un hijo.

Millones de preguntas aparecen una tras otra en sus mentes:

  • ¿Se parecerá a mí?
  • ¿Cómo se sentirá mi pareja?
  • ¿Lo sentiré propio?
  • ¿Me querrá?
  • ¿Cuando sea más grande nuestros familiares y amigos notarán que es diferente a mi?
  • ¿Y el/la donante?
  • ¿Querrá conocerlo?

Es frecuente que ciertos sentimientos de culpa se deslicen irremediablemente, apareciendo cual fantasmas las enfermedades del pasado, “el no haberlo intentado antes”, los medicamentos, el alcohol, por mencionar algunos ejemplos. Llueven las imágenes como catarata y la sensación de desazón quiere instalarse. Muchas veces estas personas se sienten en la obligación de plantear a su pareja: “Te dejo libre”, “buscate otra persona con la que puedas procrear”. Es doloroso. Afecta. Influye. Implica un sacudón, una crisis.

Por otra parte, la pareja que quizás si pueda transmitir su genética a ese niño, también puede sentirse decepcionada y triste e incluso aparecer sentimientos de angustia.

Otra alternativa a optar por la pareja es la de abandonar el tratamiento y elegir una vida sin hijos. Cada instancia es necesaria, propia e imprescindible para que la decisión pueda tomarse de manera madura, con una mirada lógica y realista de las ambigüedades del caso.

Es considerado fundamental a la hora de trabajar clínicamente con estas parejas:

  1. Que ambos comprendan cabalmente, tanto en conjunto como de manera individual, lo que implica la donación.
  2. Fomentar el diálogo mutuo entre los miembros de la pareja para despejar todas las dudas. Hacerse preguntas.
  3. Un aspecto clave será si ambos se encontrarán preparados para las futuras preguntas que ese niño podrá efectuar.

Epigenética y su enlace con el duelo

En mi transitar por la medicina reproductiva he observado frecuentemente que, sobre todo las mujeres, tienden a ilusionarse con la idea de que las variables que inciden en el embrión, descriptas por la epigenética, evitarían los renunciamentos antes mencionados, permitiéndoles sentir y creer que trascienden y que ese bebé ha de ser “tan de ellas” como imaginan; de esta forma se suele obturar el proceso de duelo necesario, conllevando posiblemente a la negación.

La hipótesis de Barker (citado en (Wilson, 1999)) determina que resultaría igualmente influyente lo que sucede dentro del útero, como ámbito receptor y de alojamiento del embrión, como la transmisión genética. Dicha afirmación,que aún actualmente se encuentra en estudio y la incidencia de los factores uterinos en la expresión de los genes no excluyen la necesariedad de la renuncia genética como proceso a elaborar.

Embrión en desarrollo – Universidad de Cambridge

La toma de decisión

Efectuar la toma de decisión no suele ser un proceso automático. Cada uno de los miembros de la pareja suele retornar a su hogar luego del impacto de la información recibida, con sus pensamientos e ideas bastante desorganizados y procuran encontrar un sentido a lo que están transitando, pues la idea de transmisión genética, culturalmente conocida, choca con un nuevo modo de construir familia, vínculo y posterior filiación. Durante este proceso de búsqueda, reflexión y, muy probablemente reestructuración cognitiva, suelen atravesar diversos estados emocionales, oscilando en las siguientes etapas, descriptas por (Prochaska et al., 2013) en su modelo transteórico de cambio:

  1. Etapa de Pre-Contemplación: La persona todavía no ha considerado que tenga un problema o que necesite introducir un cambio en su vida; en relación a incorporar la opción de la donación como necesaria.
  2. Etapa de Contemplación: La persona considera y rechaza el cambio a la vez, se siente ambivalente. Aunque es consciente del problema, la balanza que recoge los motivos para cambiar y los motivos para continuar igual está muy equilibrada.
  3. Etapa de Preparación: La persona está motivada hacia el cambio, comienza a comprender la necesidad de introducir esta novedad dentro de su esquema de posibilidades en el deseo de un hijo. En caso de que la persona no avance a la etapa de “Acción”, ésta retrocederá a la etapa anterior.
  4. Etapa de Acción: La persona se implica en acciones que le llevarán a un cambio, por lo que el objetivo es cambiar el problema que se desea resolver. Acepta la Donación, entiende sus riesgos y beneficios. Generalmente en esta etapa la pareja vuelve al centro de reproducción para “embarcarse” en este nuevo método.
  5. Etapa de Mantenimiento: Se intenta mantener en el tiempo el cambio conseguido en la etapa de “Acción” y prevenir recaídas. Generalmente esta etapa es observada durante los avatares posteriores a la toma de decisión, toma de muestras, enterarnos qué es un banco de semen, conocer el sistema de la espermo y/u ovodonación.
  6. Etapa de Recaída: La persona vuelve a realizar el comportamiento que había cambiado o estaba en proceso de cambiar, retornando a una etapa anterior. Cuando por algún motivo la situación “se complica”, se extienden los tiempos a la espera de donante, el tratamiento con donante no funciona; la pareja puede tener una recaída y retroceder a los períodos anteriores, replantearse la decisión, elegir postergar los tratamientos o aún abandonar.
Etapas de cambio en el modelo de Proshaska y Diclemente.

Caben destacar algunas observaciones:

  1. Estas etapas de cambio suelen representarse mediante una rueda para simbolizar el hecho de que la persona “gira” varias veces alrededor del proceso antes de conseguir un cambio estable.
  2. Las recaídas son consideradas como un evento normal en el proceso de cambio.
  3. Cada miembro de la pareja “gira” sobre su propio eje de manera “desigual” a su compañero. Aquí el arte está en intentar calibrar la balanza y lograr un equilibrio estable. Muchas veces suele ser de ayuda la red social de contención para no recargar el vínculo ni afectar al otro miembro si se encuentra motivado a la donación; además de la sugerencia de acompañamiento psicológico.

Intervención psicológica en receptores de gametos

La intervención se encuentra enmarcada en el concepto del acompañamiento o apoyo emocional para la toma de decisiones. La duración de la intervención se estima entre dos y cuatro sesiones, siendo el momento más oportuno para iniciarla antes de comenzar el tratamiento con donación de gametos y no cuando el mismo ya está transcurriendo (Mestre et al., 2017) .

1 – Valoración del estado emocional del paciente/pareja:

Se recomienda utilizar algún cuestionario psicométrico específico de inicio :

  • Cuestionario de Desajuste Emocional y Recursos Adaptativos en Infertilidad (DERA) de Moreno et al. (2008) el mismo evalúa : desajuste emocional, recursos adaptativos generales, recursos personales y recursos interpersonales.
  • Fertility quality of life tool (FertiQol) de Boivin et al. (2008) permite conocer datos acerca de la calidad de vida de los pacientes para ofrecer tratamiento psicosocial, basada en factores como: sexualidad, valoración psicológica, médica, social, manejo de la comunicación, ocupación y aspectos económicos.

Como complemento se sugiere evaluar correlación con ansiedad y depresión, con instrumentos tales como el State-Trait Anxiety Inventory (STAI) de Spielberg et al. (1970) que distingue la ansiedad- rasgo de la ansiedad- estado permitiendo evaluar la incidencia del diagnóstico/tratamientos reproductivos en la pareja/persona y el Beck Depression Inventory (BDI) de Beck et al. (2006) que otorgará información relevante sobre indicadores de depresión y clasificarla en tenue, moderada ó severa.

Luego de esta pesquiza cuantitativa es recomendable considerar, por medio de entrevistas, cuál es el significado que la pareja, en su particularidad, le otorga a la infertilidad y su tratamiento. Se revisa así la historia del vínculo, su búsqueda de embarazo, los tratamientos realizados, si se ha logrado embarazo, si hay niños en la familia, abortos y el impacto emocional de todas estas situaciones en lo individual y como pareja.

Cabe relevar también antecedentes psiquiátricos y psicopatología previa, al igual que los recursos de afrontamiento personales y el grado de ajuste de la pareja; conocer también si existe apoyo familiar o social y diferencias en la apertura al entorno.

2 –  Gestión del duelo

Las pérdidas o renunciamientos mencionados previamente serán elaboradas por cada uno de los miembros de la pareja de manera diferente, en función de su personalidad, trayectoria de vida, sistema de creencias, pérdidas anteriores y a su vez por diferencias de género. En este duelo resulta fundamental trabajar las emociones en profundidad y permitirse un tiempo de reflexión, considerar los posibles sentimientos de culpa y la baja autoestima que puede generar la pérdida de la paternidad genética, es necesario el cierre a la opción de tratamiento con gametos propios para que el duelo pueda iniciarse y gestionarse.

3 – Información-discusión-apoyo

Se ofrece información acerca de: Las características del tratamiento con gametos donados, cómo se efectúa la selección de donantes, aspectos legales, fenotipo, genotipo y epigenética, planteamientos éticos, morales y religiosos, familias formadas por donación y sus historias de vida. Se valoran y discuten los prejuicios de la pareja respecto a la donación y la recepción de gametos. Se conversa, investiga, debate sobre la revelación de los orígenes a los niños nacidos gracias a estos tratamientos heterólogos.

4 – Apoyo en la toma de decisión

 Consiste en entrevistas semidirigidas, determinada por el tipo de receptores y su actitud frente a la donación; existiendo tres tipos de actitudes estudiadas: a) aquellas que muestran una aceptación plena; b) aquellas que muestran aceptación con reservas; c) aquellas que muestran un rechazo explícito y altos niveles de resistencia. Lo relevante se encuentra en que el profesional tratante pueda legitimar el planteamiento, identificar y trabajar las diferencias con la pareja, psicoeducar en las etapas propuestas en el presente artículo en cuanto al modelo de Prochaska; y ofrecer el soporte necesario para fortalecer el bienestar emocional ante la decisión tomada.

5 – Tiempo para reflexionar y decidir

El factor tiempo en estos pacientes muchas veces cobra una dimensión compleja, pero es necesario que comprendan la importancia de dárselo para procesar toda la información recibida. Favorecer el compromiso reflexivo, juicioso y responsable de los implicados en esta decisión garantizará que la toma de decisión pueda efectuarse en un marco adaptativo y de bienestar psicológico.

6 – Actuación luego de la toma de decisión

Se ofrece información y espacio de reflexión en función de la decisión elegida: elaboración de estrategias para el tratamiento, afrontamiento de resultados. Si contemplan la adopción, orientar acerca de centros que se ocupan del tema y las implicancias de la paternidad adoptiva. Si la decisión es una vida sin hijos se ofrece apoyo emocional y terapéutico para que puedan elaborar su duelo y vivir una vida plena, coherente con esta decisión.

Conclusión

Los tratamientos con donación de gametos se encuentran en franco crecimiento en la Argentina. En la última presentación del Registro Argentino de Fertilización Asistida RAFA (2017) se constatan 3767 procedimientos por ovodonación, por considerar una cifra relevante. Dichos tratamientos requieren de intervención psicológica especializada, dado que las características y la complejidad de estos casos requieren un tratamiento específico y pormenorizado, por etapas y en consonancia con los ritmos que marcan los procedimientos reproductivos que exigen una adaptación dinámica. El rol del psicólogo como participante en estos ámbitos juega un papel preventivo clave, además de traducirse en pacientes colaborativos en los centros de salud.

Muchas veces las cuestiones atenientes a la salud psicológica son tomadas a la ligera, tanto por parte de los pacientes (falta de tiempo, acelerar procesos, ansiedades) como así también por el personal sanitario; hecho que se deja entrever en la ausencia de profesionales psicólogos en muchos centros de fertilidad del país y en la falta de derivaciones a tiempo que devienen en procesos desadaptativos en personas que, al no poseer un espacio de trabajo en estas temáticas, se encuentran con problemas futuros de difícil resolución.

La legitimidad y necesidad del quehacer del psicólogo en el ámbito de la reproducción asistida quedan expuestas en el presente artículo; avaladas en información basada en la evidencia que lo confirman.

Referencias bibliográficas:

  • Mestre, G., Bayonas, A., Tirado, M., Chamorro, S., Giménez-Mollá, V., & Brichette, M. (2017). Recomendaciones para intervención psicológica en receptores de gametos y embriones. In Medicina Reproductiva y Embriología Clínica (Vol. 4, Issue 1, pp. 43–51). https://doi.org/10.1016/j.medre.2016.11.001
  • Prochaska, J. O., Norcross, J. C., & DiClemente, C. C. (2013). Applying the Stages of Change. In Psychologists’ Desk Reference (pp. 177–181). https://doi.org/10.1093/med:psych/9780199845491.003.0034
  • Wilson, J. (1999). The Barker hypothesis. An analysis. The Australian & New Zealand Journal of Obstetrics & Gynaecology, 39(1), 1–7. https://doi.org/10.1111/j.1479-828x.1999.tb03432.x
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Disforia de género y vulnerabilidad psicológica

  • 09/03/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Una investigación sobre el trastorno de identidad de género (también conocida como disforia de género, en la que una persona no se identifica con su sexo biológico) cuestiona la mejor manera de manejar la condición cuando surge en niños y adolescentes. ¿Deben usarse los tratamientos biológicos lo antes posible para ayudar en la transición de un cliente joven, o se requiere precaución, en caso de complicar problemas psicológicos?

Melanie Bechard, de la Universidad de Toronto, y sus colegas examinaron la prevalencia de «vulnerabilidades psicosociales y psicológicas» en 50 casos de disforia de género en niños y adolescentes, y argumentan que sus hallazgos muestran que los médicos deberían considerar estos factores más seriamente al decidir un plan de tratamiento (Bechard et al., 2017).

En 2013 Zucker, uno de los coautores del estudio, encabezó el grupo de la Asociación Americana de Psiquiatría para decidir sobre los criterios de diagnóstico para la disforia de género. En 2015 cuando fue despedido de su clínica en el Centro de Adicciones y Salud Mental de Toronto por no seguir el ahora prominente enfoque “afirmativo de género” que pone un énfasis clínico en suavizar el proceso de transición de género para niños y adolescentes que dicen que ya no se identifican con su sexo biológico.



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El enfoque de Zucker, por el contrario, era más vacilante y cuestionó la facilidad con la que los jóvenes pueden sacar conclusiones sobre su identidad de género durante una etapa de la vida universalmente tumultuosa. También puso más énfasis en los costos que la transición puede tener sobre un individuo. 

Para los críticos de Zucker, él era transfóbico, y su enfoque análogo a la terapia de conversión gay (el uso ahora ampliamente condenado de la terapia psicológica para tratar de alterar la orientación sexual de un cliente); por ejemplo, según los informes, aconsejó a algunos padres que desalienten a sus hijos más pequeños de comportarse en formas que contradecían su género asignado.

El artículo del que fue coautor con Bechard y otros pone en el registro científico una de las preocupaciones de su clínica, que los jóvenes disfóricos de género son una población psicológicamente vulnerable.

El documento examina los archivos de casos de 17 personas con sexo masculino asignado al nacer y 33 personas con género femenino asignado al nacer, en función de su sexo biológico. Después de experimentar disforia de género, los clientes fueron remitidos a un servicio especializado de identidad de género para jóvenes; en ese momento tenían entre 13 y 20 años. El 64% de los clientes eran homosexuales con respecto al género que se les asignó al nacer.

Los investigadores buscaron evidencia de 15 factores que pueden significar o contribuir a problemas psicológicos, desde autolesiones hasta una visita previa de terapia ambulatoria, y encontraron que más de la mitad de su muestra tenía seis o más de estos factores. La mayoría tenía dos o más diagnósticos previos de un trastorno psicológico, siendo el más común un trastorno del estado de ánimo como la depresión. Más de la mitad había informado que pensaba en el suicidio, un tercio había abandonado la escuela secundaria, una cuarta parte se había autolesionado. Una historia de abuso sexual fue más rara, observada en «solo» el 10 por ciento de los casos.

Es probable que todas estas medidas sean subestimadas porque dependieron de las descripciones de los clientes durante su entrevista inicial en la clínica de identidad de género. Sin un grupo de control, es difícil decir si estas tasas de angustia psicológica son más altas que para otros grupos de clientes. Sin embargo, los hallazgos son consistentes con el hecho de que estos individuos ya estaban en un estado de vulnerabilidad psicológica cuando fueron referidos por disforia de género.

El equipo de Bechard presenta ejemplos en profundidad de dos clientes, ambos asignados como mujeres al nacer, que dan vida a estas complejidades psicológicas, demostrando el tipo de situaciones que a menudo involucran estos casos.

El primer individuo era muy inteligente pero socialmente tenía dificultades, especialmente en torno a las niñas. Estaban obsesionados con enfatizar su feminidad en selfies, lo que llevó a los padres a sospechar un trastorno dismórfico corporal (una creencia preocupante de que hay algo mal con el cuerpo de uno). El novio de este individuo se identificó como gay. En algún momento después de esto, el cliente reveló que se identificaba como un niño. Este cambio de identidad ocurrió «de la noche a la mañana» sin antecedentes de identificación de género cruzado.

La historia del segundo cliente es más complicada: alrededor de los 14-15 años, este individuo había revelado que era transgénero (ahora identificándose como hombre), y se había sentido así por un tiempo. Este individuo también tenía antecedentes de ansiedad, problemas sociales al interactuar con las niñas y ansiedad extrema por la sexualidad. Desde que reveló su disforia de género, también informó que ser homosexual (orientados hacia los hombres) pero que no tenía interés en las relaciones románticas/sexuales.

En ambos casos, después de una evaluación inicial, el médico le dio al individuo un tratamiento de testosterona contra los deseos de los padres; en el primer caso, el médico se negó a reunirse con los padres, y en el segundo, el médico registró que los problemas planteados por los padres con respecto a la ansiedad, los problemas sexuales y sociales no eran relevantes para el curso de acción. Lamentablemente, en el caso del segundo individuo, unos meses después del inicio del tratamiento hormonal, hubo un intento de suicidio que requirió hospitalización; no se informaron las razones de esto.

Los indicadores de vulnerabilidad psicológica, ¿son identificados en estos casos como consecuencia, causa o simplemente coincidencia del trastorno de identidad de género? Si todos son únicamente una consecuencia de la disforia de género, entonces el enfoque decisivo de los médicos descritos anteriormente tiene cierto sentido. Pero si algunas de las complicaciones psicológicas eran anteriores a la disforia de género, o estaban separadas de ella, al menos esto sugeriría que los médicos consultados deberían haber considerado un plan de tratamiento más amplio así como las complicaciones psicológicas al juzgar la «preparación» de sus clientes para comenzar tratamientos biomédicos.

La posibilidad de que la divulgación de la disforia de género en algunos casos pueda estar impulsada por vulnerabilidades psicológicas y problemas sociales anteriores parece ser mayor que cero. Esta es una idea controvertida entre muchos activistas trans online, pero no entre los profesionales de la salud, incluso aquellos que defienden la filosofía de afirmación de género, que reconocen que algunas personas jóvenes referentes de identidad de género pueden estar transitoriamente confundidos.

La cuestión de las vulnerabilidades psicológicas preexistentes o concurrentes también habla del hecho de que una proporción sustancial, tal vez incluso la mayoría, de los niños que experimentan algún tipo de desafío de identidad de género, luego respaldan el género con el que fueron criados.

Sin embargo, cuando un niño con disforia de género es «insistente, persistente y consistente» durante un período prolongado, bajo el enfoque afirmativo de género esto generalmente es considerado un buen indicador de que es apropiado comenzar a facilitar el proceso de transición. El problema es que las vulnerabilidades psicológicas también pueden ser persistentes, y si una persona joven siente que ha encontrado la solución, es comprensible que no quiera dejarla ir.

Esta investigación de Bechard, Zucker y compañía proporciona evidencia preliminar sobre las vulnerabilidades psicológicas de niños y adolescentes con disforia de género, extendiendo el trabajo previo que muestra altas tasas de autolesión e ideación suicida en este grupo (Holt et al., 2016), pero aún se requiere más investigación al respecto.

Finalmente, otro estudio encontró que de 5107 mujeres trans (edad media en la primera visita 28 años, tiempo medio de seguimiento 10 años) y 3156 hombres trans (edad media en la primera visita 20 años, tiempo medio de seguimiento 5 años), 41 mujeres trans y 8 hombres trans murieron por suicidio. En las mujeres trans, las muertes por suicidio disminuyeron con el tiempo, mientras que en los hombres trans no hubieron cambios. De todas las muertes por suicidio, 14 personas ya no estaban en tratamiento, y 35 estuvieron en tratamiento en los dos años anteriores. El número medio de suicidios en los años 2013-2017 fue mayor en la población trans en comparación con la población holandesa. Los investigadores señalan que el riesgo de suicidio en las personas transgénero es más alto que en la población general y se presenta en cualquier etapa de la transición. Por último resaltan que es importante una atención específica para el riesgo de suicidio en el asesoramiento de esta población y en la provisión de programas de prevención del suicidio (Wiepjes et al., 2020).

Referencia bibliográfica:

Bechard, M., VanderLaan, D. P., Wood, H., Wasserman, L., & Zucker, K. J. (2017). Psychosocial and Psychological Vulnerability in Adolescents with Gender Dysphoria: A «Proof of Principle» Study. Journal of Sex & Marital Therapy, 43(7), 678-688. https://doi.org/10.1080/0092623X.2016.1232325

Holt, V., Skagerberg, E., & Dunsford, M. (2016). Young people with features of gender dysphoria: Demographics and associated difficulties. Clinical Child Psychology and Psychiatry, 21(1), 108-118. https://doi.org/10.1177/1359104514558431

Wiepjes, C. M., den Heijer, M., Bremmer, M. A., Nota, N. M., de Blok, C. J. M., Coumou, B. J. G., & Steensma, T. D. (2020). Trends in suicide death risk in transgender people: results from the Amsterdam Cohort of Gender Dysphoria study (1972-2017). Acta Psychiatrica Scandinavica. https://doi.org/10.1111/acps.13164

Fuente:The British Psychological Digest

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Sesgo divino: ¿qué consecuencia puede traer el concebir a Dios como un hombre blanco?

  • 09/03/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Las personas que ven a Dios como un hombre blanco tienden a preferir a los hombres blancos para puestos de liderazgo, según los resultados de un nuevo estudio (Roberts et al., 2020). El equipo de investigadores, dirigido por Steven O Roberts de la Universidad de Stanford, descubrió que la forma en que percibimos a Dios, y en particular nuestras creencias sobre la raza de Dios, puede influir en nuestras decisiones sobre quiénes deberían estar en posiciones de liderazgo en general.

Primero, el equipo examinó cómo 444 cristianos estadounidenses, una mezcla de hombres y mujeres, algunos negros y otros blancos, representaban a Dios. En su medida «indirecta», los investigadores pidieron a los participantes que vieran 12 pares de caras que diferían en edad (joven versus viejo), raza (blanco versus negro) o género (hombre versus mujer) y que escogieran la foto de cada par que pensaban que se parecía más a Dios. También se pidió a los participantes que calificaran explícitamente a Dios en cada una de estas características (por ejemplo, si pensaban que Dios era más probable que fuera blanco o negro).

En ambas medidas, los participantes eran más propensos a ver a Dios como viejo (en oposición a joven), y como hombre (y no como mujer). Pero la visión de los participantes sobre la raza de Dios dependía de su propia raza: los participantes blancos tendían a ver a Dios como blanco, mientras que los participantes negros tendían a ver a Dios como negro.



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Para los cristianos, Dios es el líder supremo, por lo que quizás también busquen las características que atribuyen a Dios en otros líderes. Entonces, en un segundo estudio, el equipo solicitó a más de 1000 participantes que completaran las mismas medidas directas e indirectas que antes, así como una nueva tarea en la que imaginaban trabajar para una empresa que estaba buscando un nuevo supervisor. Vieron 32 rostros que variaban en género y raza y tuvieron que calificar qué tan bien cada persona encajaría en el puesto.

El equipo descubrió que cuando los participantes veían a Dios como blanco, tendían a dar a los candidatos blancos una calificación más alta en comparación con los candidatos negros. Lo contrario también era cierto: los participantes que veían a Dios como negro tendían a calificar a los candidatos negros como más adecuados que los blancos. Las personas que vieron a Dios como hombre también calificaron a los hombres mejor que a las mujeres. Un estudio posterior descubrió que incluso los niños de 4 a 12 años generalmente percibían a Dios como hombre y blanco, y aquellos que conceptualizaban a Dios como blanco también veían a los blancos como jefes antes que los negros.

Los resultados sugieren que la medida en que las personas ven a Dios como blanco y masculino predice cuánto preferirán a los hombres blancos para roles de liderazgo. Curiosamente, estos efectos se mantuvieron incluso después de controlar las medidas de los prejuicios raciales, el sexismo y las actitudes políticas de los participantes, lo que sugiere que los efectos no podrían explicarse simplemente por este tipo de sesgos. Por supuesto, cuando la gente veía a Dios como negro, estos efectos se invirtieron, y los participantes prefirieron candidatos negros. Pero el hecho es que en Estados Unidos, la idea de que Dios es blanco es una «intuición profundamente arraigada», escriben los autores, por lo que esta conceptualización podría reforzar las jerarquías existentes que perjudican a las personas negras.

Sin embargo, aquí hay una gran limitación: todos estos estudios se basaron en correlaciones entre las creencias sobre Dios y las creencias sobre quién debería ser el líder. Es decir, no estaba claro si las percepciones de la raza de Dios realmente hacen que la gente prefiera ciertos líderes o si hay algo más que pueda explicar el vínculo entre los dos.

Para abordar esta cuestión de causalidad, el equipo recurrió a escenarios inventados, en los que los participantes tenían que juzgar quién era un buen gobernante en función de las características de una deidad. Los participantes leyeron sobre un planeta habitado por diferentes tipos de extraterrestres – «Hibbles» o «Glerks» – que adoraban a un Creador. La gente tiende a inferir si Hibbles o Glerks deberían gobernar sobre el planeta dependiendo de si el Creador mismo era Hibble o Glerk.

Estos estudios finales proporcionan alguna evidencia de que las formas en que las personas se imaginan a Dios, o al menos a un ser abstracto similar a Dios, se filtran para influir activamente en las creencias y decisiones en otras áreas de sus vidas. Los autores sugieren que el trabajo futuro debería analizar cómo evitar que las personas hagan este tipo de inferencias.

Por supuesto, la investigación se centra en un grupo específico: todos los participantes vivían en Estados Unidos, y en la mayoría de los estudios eran cristianos (algunos de los estudios posteriores también incluyeron ateos). Queda por ver si existen patrones similares entre los seguidores de otras religiones, o en países con diferentes características demográficas. También sería importante determinar si las percepciones de Dios influyen en las decisiones en el mundo real, y no solo en el laboratorio.

Aún así, como escriben los autores, los resultados «brindan un sólido respaldo para una conclusión profunda: las creencias sobre quién gobierna en el cielo predicen las creencias sobre quién gobierna en la tierra.»


Referencia bibliográfica:

Roberts, S. O., Weisman, K., Lane, J. D., Williams, A., Camp, N. P., Wang, M., Robison, M., Sanchez, K., & Griffiths, C. (2020). God as a White man: A psychological barrier to conceptualizing Black people and women as leadership worthy. En Journal of Personality and Social Psychology. https://doi.org/10.1037/pspi0000233

Fuente: The British Psychological Digest

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Existirían diferentes patrones de actividad neuronal en víctimas de acoso escolar y acosadores

  • 09/03/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Angustia, depresión y ansiedad, son sólo algunas consecuencias negativas asociadas al acoso escolar, tanto en acosadores como en víctimas de bullying. La regularidad con que se presentan estas conductas «pone de relieve una necesidad importante de comprender los predictores del bullying y la victimización, a fin de identificar formas de reducir estas experiencias en los adolescentes,» señalan investigadores de un nuevo estudio que encontró que tanto los acosadores como las víctimas muestran diferencias en la respuesta del cerebro a los rostros enojados y temerosos (Swartz et al., 2019).

Johnna Swartz, de la Universidad de California, Davis y sus colegas estudiaron a 49 adolescentes, de 12 a 15 años, que fueron reclutados en la comunidad local. Primero informaron sobre sus experiencias de «intimidación relacional» (ya sea como acosadores o víctimas) en los últimos 12 meses. Esta es una forma de acoso no físico que implica dañar la posición social y las relaciones de un individuo. Puede implicar excluir a un niño de las actividades sociales, como una fiesta o un grupo en la mesa del almuerzo, o difundir chismes o rumores sobre ellos. A continuación, a los participantes se les mostró una serie de imágenes de rostros elegidos que expresaban miedo, ira o felicidad mientras se escaneaban sus cerebros usando fMRI.

El equipo encontró relaciones claras entre los patrones de actividad en la amígdala (una región del cerebro involucrada en la detección de amenazas) y los puntajes en el cuestionario de acoso relacional.



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Una combinación de actividad de amígdala superior a la media para los rostros enojados y baja actividad para los rostros temerosos se asoció con una mayor conducta de intimidación. Mientras tanto, una mayor capacidad de respuesta de la amígdala a los rostros enojados y/o una mayor capacidad de respuesta a los rostros temerosos se relacionó con más experiencias de ser víctima de este tipo de acoso. Los escáneres también sugirieron que el aumento de la actividad en la corteza cingulada anterior rostral (rACC) en respuesta a caras temerosas se asoció con un menor comportamiento de intimidación.

«Estos resultados sugieren que la intimidación relacional y la victimización están relacionadas con diferentes patrones de actividad neuronal ante rostros enojados y temerosos, lo que podría ayudar a comprender cómo los patrones de procesamiento de la información social predicen estas experiencias,» escriben los investigadores.

Aún no está claro exactamente cómo pueden desarrollarse esos patrones, pero los investigadores hacen algunas sugerencias. Cuando se trata del comportamiento de intimidación, los adolescentes con una fuerte respuesta de la amígdala a los rostros enojados pueden estar predispuestos a interpretar a los compañeros en situaciones sociales ambiguas como hostiles, sugieren. Mientras tanto, la baja reactividad a los rostros temerosos puede relacionarse con una menor capacidad para percibir o procesar la angustia de otra persona, lo que podría conducir a una menor empatía o toma de perspectiva. Esta combinación podría hacer que un individuo sea más propenso a la intimidación.

Mientras tanto, los adolescentes con respuestas más fuertes a los rostros temerosos o enojados, o ambos, pueden ser más propensos a evitar a sus compañeros, lo que lleva a un mayor rechazo y aumenta las posibilidades de victimización, sugieren los investigadores.

¿Qué pasa con los hallazgos de rACC? Esta región está involucrada en la integración de información social y emocional. 

Swartz y su equipo especulan que una mayor actividad en respuesta a rostros temerosos podría reflejar un mayor procesamiento de la angustia de otra persona, lo que puede promover la empatía y reducir la probabilidad de intimidación.

El estudio tiene varias limitaciones. El tamaño de la muestra fue relativamente pequeño. De hecho, los resultados deberían considerarse preliminares hasta que se repitan en una muestra más grande, señalan los investigadores. Además, como no midieron los niveles de empatía, por ejemplo, las explicaciones propuestas para los patrones en los datos deberán investigarse en futuros estudios. Luego está el hecho de que este fue un estudio transversal. Quizás las diferencias en los patrones de actividad de la amígdala resultaron de experiencias de intimidación o acoso escolar.

Referencia bibliográfica:

Swartz, J. R., Carranza, A. F., & Knodt, A. R. (2019). Amygdala activity to angry and fearful faces relates to bullying and victimization in adolescents. Social Cognitive and Affective Neuroscience, 14(10), 1027-1035. https://doi.org/10.1093/scan/nsz084

Fuente: The British Psychological Society

  • Salud Mental y Tratamientos

Los trastornos alimentarios se refieren al dolor emocional, no a la comida

  • 09/03/2020
  • Equipo de Redacción

En su documental Miss Americana, el ícono de la música Taylor Swift reveló su historia de trastornos alimentarios. Su revelación subraya el hecho de que estos trastornos no discriminan. De acuerdo con la organización de defensa y concientización, Food Disorders Coalition, los trastornos alimentarios afectan a todos los géneros, razas, etnias y entornos socioeconómicos.

A pesar de su prevalencia, el problema es mundial, abundan los mitos sobre los trastornos alimentarios. Tales como que que son o no una elección. O son o no un gran problema. O que es un trastorno que se caracteriza únicamente por un peso extremadamente bajo. 

Como psicóloga licenciada y profesora de psicología, considero que es común que mis consultantes y estudiantes digan «Un poco de comida me ayuda con mi ansiedad» o «No soy lo suficientemente delgado como para tener un trastorno alimentario». Tales creencias a menudo impiden que las personas reconozcan que tienen un problema. Se involucra más en un trastorno alimentario que la comida o la imagen corporal. Alguien atrapado por uno de estos trastornos está tratando de regular algunas emociones muy difíciles y complicadas.



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¿Qué es un trastorno de la alimentación?

Los trastornos alimentarios se dividen en tres categorías básicas: trastornos de restricción o anorexia; atracones, conocidos médicamente como trastorno por atracón; y atracones seguidos de una compensación, como el vómito autoinducido, que se llama bulimia.

Desempaquetado aún más: la restricción significa limitar las calorías tanto que la pérdida de peso es más de lo esperado para una altura y peso determinados. Esto no significa necesariamente que la persona parezca demacrada. Alguien que estaba en el percentil 90 para el peso, por ejemplo, aún podría considerarse anoréxico si reducía su peso al percentil 70.

Los atracones son más que simplemente comer en exceso. Es una alimentación fuera de control, que conduce a sentimientos extremos de plenitud y culpa, generalmente dentro de un par de horas después de una comida. Mediante los atracones, una persona puede desconectarse las circunstancias de la vida para enfocarse solo en la comida.

Alguien atrapado por uno de estos trastornos está tratando de regular algunas emociones muy difíciles y complicadas

Con la bulimia, el atracón es seguido por una acción para compensar las calorías consumidas. La purga es una de ellas, pero hay otras, incluido el ejercicio, especialmente cuando se lleva al extremo. Aunque el ejercicio a menudo se pasa por alto como una forma de compensación, una persona adicta al ejercicio tiene más de tres veces y media la probabilidad de ser diagnosticado con un trastorno alimentario que una persona sin él.

Debe enfatizarse que no todos estos trastornos siempre resultan en pérdida de peso. Las personas con trastorno por atracón y bulimia pueden tener el peso esperado o superior.

La raíz de un trastorno alimentario

Los trastornos alimentarios no se tratan de controlar el peso. Más bien, son una forma de manejar las emociones. Cuando mis consultantes describen lo que es restringirse de la comida, a menudo hablan de estar «vacíos» y sentirse «insensibles» al mundo.

Tome a alguien que lidia con una trifecta de culpa, vergüenza y humillación. Los atracones son extremadamente efectivos para enterrar estas emociones. También lo es la compensación, una herramienta para darle al paciente un descanso de la agitación emocional. El alivio que reciben es un refuerzo, y es extraordinariamente poderoso. Purgar, comer en exceso, compensar, todo se siente bien. Muy rápidamente, el patrón se repite.

Algunas respuestas

Simplemente cambiar los patrones de alimentación no funcionará. En cambio, las víctimas primero deben identificar los sentimientos que están experimentando. Luego viene la búsqueda de mejores estrategias para lidiar con esos sentimientos. Mientras tanto, nada se siente tan bien como el trastorno alimentario. Pero lentamente, a medida que los comportamientos saludables se hacen cargo, se vuelven más reforzadores que el trastorno.

Hay una cosa que debe recordar si conoce a alguien con un trastorno alimentario. Están experimentando un dolor emocional significativo; El trastorno alimentario es un intento de comunicar ese dolor. Si la comida o el ejercicio parecen llevar la vida de un miembro de la familia, amigo o colega, puede ayudar al enfocarse en ellos y en su experiencia de vida, y no exclusivamente en la comida.

Autora: Michele Patterson Ford – Profesora en Psicología en la Universidad Dickinson College

Artículo publicado en The Conversation y traducido al español para Psyciencia.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Curcumina: una especia prometedora para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer y el herpes genital

  • 06/03/2020
  • Maria Fernanda Alonso

La incapacidad del cuerpo para absorber fácilmente la curcumina, el compuesto activo de la cúrcuma, ha originado muchas preguntas en los investigadores médicos que buscan pruebas científicas de que la curcumina puede tratar con éxito el cáncer, las enfermedades cardíacas, el Alzheimer y muchas otras afecciones de salud crónicas.

Investigadores de la Universidad del Sur de Australia (UniSA), la Universidad McMaster en Canadá y la Universidad Texas A&M han demostrado que la curcumina se puede administrar eficazmente a las células humanas a través de pequeñas nanopartículas (Vitali et al., 2020).

Sanjay Garg, profesor de ciencias farmacéuticas en UniSA, y su colega, el Dr. Ankit Parikh, forman parte de un equipo internacional que ha desarrollado una formulación nano que cambia el comportamiento de la curcumina para aumentar su biodisponibilidad oral en un 117 por ciento.



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Los investigadores han demostrado en experimentos con animales que las nanopartículas que contienen curcumina no solo previenen el deterioro cognitivo sino que también revierten el daño. Este hallazgo allana el camino para los ensayos de desarrollo clínico para el Alzheimer.

El coautor, profesor Xin-Fu Zhou, neurocientífico de UniSA, dice que la nueva formulación ofrece una solución potencial para la enfermedad de Alzheimer. «La curcumina es un compuesto que suprime el estrés oxidativo y la inflamación, ambos factores patológicos clave para el Alzheimer, y también ayuda a eliminar las placas amiloides, pequeños fragmentos de proteínas que se agrupan en el cerebro de los pacientes con enfermedad de Alzheimer,» explicó Zhou.

El mismo método de entrega ahora se está probando para mostrar que la curcumina también puede prevenir la propagación del herpes genital. «Para tratar el herpes genital (HSV-2) se necesita una forma de curcumina que se absorba mejor, por lo que debe encapsularse en una formulación nano,» dice el profesor Garg.

«La curcumina puede detener el virus del herpes genital, ayuda a reducir la inflamación y lo hace menos susceptible al VIH y otras infecciones de transmisión sexual,» agregó.

Las mujeres son biológicamente más vulnerables al herpes genital ya que las infecciones bacterianas y virales en el tracto genital femenino deterioran la barrera mucosa. Sin embargo, la curcumina puede minimizar la inflamación genital y controlar la infección por HSV-2, lo que ayudaría a prevenir la infección por VIH en el tracto genital femenino.

Referencia bibliográfica:

Vitali, D., Bagri, P., Wessels, J. M., Arora, M., Ganugula, R., Parikh, A., Mandur, T., Felker, A., Garg, S., Kumar, M. N. V. R., & Kaushic, C. (2020). Curcumin Can Decrease Tissue Inflammation and the Severity of HSV-2 Infection in the Female Reproductive Mucosa. International Journal of Molecular Sciences, 21(1). https://doi.org/10.3390/ijms21010337

Fuente: Science Daily

  • Salud Mental y Tratamientos

Principios de la terapia dialéctica conductual (DBT) para incrementar la efectividad parental

  • 06/03/2020
  • David Aparicio

Existen muchas técnicas y propuestas para ayudar a un niño o adolescente que tiene dificultades para regular sus emociones y que presenta frecuentes e intensas rabietas, llantos, gritos y conductas agresivas. Sin embargo, ninguna de esas técnicas funcionará si los padres no tienen habilidades para regular su propia conducta y son controlados por las emociones, en vez de los objetivos que quieran lograr con la crianza de sus hijos.

Piensa por un momento en un padre agotado después de un largo día de trabajo, que llega a su casa y le grita a su hijo para que pare de llorar luego de que le negaran seguir viendo televisión. Por un breve instante esa decisión emocional pareciera ser la adecuada, el padre expresó su frustración y supuestamente marcó su autoridad. Pero en realidad, lo único que logrará a largo plazo es que la rabieta empeore, que el niño se acostumbre a los gritos, no se detenga y que se erosione más la relación entre padre e hijo. Por el contrario, un padre o madre puede ser mucho más eficaz para ayudar a su hijo a regular su emoción cuando logra poner en perspectiva la conducta de su hijo y distanciarse de los juicios y suposiciones en torno a ella y, consecuentemente, actúa dirigido por sus objetivos (ayudar a calmar a su hijo, enseñarle habilidades de regulación, mantener una tarde tranquila, etc.) y no por los impulso del momento.

Actuar dirigido por los objetivos no es tarea fácil. Los juicios y suposiciones afectan la manera en que sentimos y nos comportamos, especialmente cuando debemos afrontar situaciones muy estresantes. La terapia dialéctica conductual (DBT) propone una serie de principios que nos ayudan a ver la conducta problemática con otros lentes, unos lentes que reducen el juicio y favorecen una conducta empática, hábil y compasiva, que incrementa la efectividad parental y en definitiva ayudará a reducir la intensidad emocional. Inicialmente estos principios fueron desarrollados por Marsha Linehan para el trabajo con personas con el trastorno límite de personalidad y riesgo suicida. Posteriormente, Miller y su equipo los adaptaron para su trabajo con adolescentes y sus familias (Miller et al., 1997). Estos principios son especialmente valiosos para los padres y familiares de niños con emociones muy intensas, que no necesariamente tienen riesgo suicida. Estos principios guían también mi trabajo como psicólogo clínico e intento enseñarlos a los familiares de mis consultantes. El presente artículo se basa en ellos y en el libro Parenting a Child Who Has Intense Emotions (Harvey y Penzo, 2009).



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Principios DBT para ayudar a niños y adolescentes a regular su emoción

  1. Tu hijo está haciendo lo mejor que puede.
  2. Tu hijo necesita mejorar, esforzarse más y estar más motivado para cambiar.
  3. Tu hijo quiere hacer las cosas de manera diferente y mejor.
  4. Tu hijo debe aprender nuevos comportamientos en todas las situaciones importantes de su vida.
  5. Los miembros de la familia no deben asumir lo peor.
  6. No hay una verdad absoluta.

Tu hijo está haciendo lo mejor que puede

Este es el principios más importante y quizás el más difícil de aprender. Significa que tu hijo está haciendo lo mejor que puede en este momento en particular. Probablemente en el pasado pudo comportarse mejor y quizás en el futuro habrá situaciones donde pueda hacerlo mejor. Pero ahora está haciendo lo mejor que puede.

El siguiente ejemplo puede ayudar a entender este supuesto:

Imagina que un día te despiertas y no te sientes bien. Aun así te levantas y le preparas el desayuno a tu hijo y luego le das el iPad para que se entretenga viendo algunos videos. Otro día hubieras aprovechado la mañana para leerle su libro favorito y quizás dar un paseo por el parque. Pero hoy te sientes mal. Te duele la cabeza y tienes mucha tos. Quizás en la tarde te sientes con tu familia a ver la televisión, pero casi no conversas y solo escuchas. En otra ocasión le hubieras preguntado a todos sobre su día, pero hoy estás muy callado. En esta situación y considerando cómo te sientes en este momento, estás haciendo lo mejor que puedes.

De la misma manera, hay días en los que tu hijo puede sentirse mejor o peor. Quizás un día esté más irritable porque no durmió bien, está agobiado, o tiene miedo. Habrán días en que esté más dispuesto a escucharte y otros días se apartará. Cada día, tu hijo está haciendo lo mejor que puede.

Lo más importante: Aceptar y recordar que tu hijo está haciendo lo mejor que puede te ayudará a disminuir tu propia intensidad emocional y frustración hacia él y podrás ser más eficaz a la hora de intervenir. Recordar este supuesto es una herramienta muy útil en los momentos más difíciles.

Tu hijo necesita mejorar, esforzarse más y estar más motivado para cambiar

Este supuesto es el más fácil de aceptar por los padres, porque tienen muy claro cuáles son las dificultades que tiene su hijo y lo que debe hacer mejor. Sin embargo, este supuesto debe ir de la mano con el primero.

Aceptar que tu hijo tiene que hacer cambios no significa que sea malo, que esté dañado o que sea inaceptable. Para que tu hijo esté más dispuesto a hacer las cosas diferentes y esforzarse para cambiar las conductas problemáticas, tiene que sentir que no está siendo culpado, juzgado o criticado. Para lograr una crianza efectiva los padres deben lograr un balance1 entre la aceptación de su hijo en el momento presente y la expectativa de ayudarlo a hacer las cosas diferente en el futuro. Esa es la dialéctica de DBT.

Tu hijo quiere hacer las cosas de manera diferente y mejor

Hay días que pareciera que tu hijo quiere seguir haciendo las cosas mal y que no le importa el tipo de consecuencias que le apliques o lo triste que pueda sentirse luego de la rabieta. En esos días es muy probable que te sientas frustrado/a y creas que él tiene el control sobre la casa y que hay que hacer todo como quiere. En estas situaciones puede ser muy difícil pensar que las cosas vayan a mejorar.

Pero lo cierto es que los hijos buscan la aprobación de sus padres, no importa lo mal que se puedan comportar. A ningún hijo le gusta vivir en un ambiente de tensión y constante conflicto en donde la casa se convierte en un campo de batalla y donde es visto como el malo o el problema de la casa.

En vez de interpretar que hay algo dañado o que funciona mal con tu hijo, es más útil entender que las explosiones iracundas, las conductas agresivas y el desborde emocional son maneras en las que ha aprendido a manejar sus emociones. Esto no quiere decir que disfrute comportarse de esa manera, sino que es la forma más efectiva que conoce para expresar sus emociones. Lo que significa que cambiar ese patrón puede ser muy difícil. Pero dándole la oportunidad intentaría hacerlo de una manera diferente.

Tu hijo debe aprender nuevos comportamientos en todas las situaciones importantes de su vida

No es de sorprenderse que los niños se comporten mejor en ciertas circunstancias que en otras. A veces los niños se comportan mejor en la escuela que en la casa porque pueden manejar mejor la estructura de escuela y las rabietas se presentan en la casa donde se sienten seguros y en confianza. Y viceversa, un niño puede tener rabietas muy fuertes en la escuela donde le resulta muy difícil manejar la estructura y exigencias académicas, pero en la casa donde tiene mayor libertad y autonomía no presenta rabietas.

Esta inconsistencia del comportamiento de los niños genera que los adultos culpen a los padres por no ser capaces de “controlar” a sus hijos, o también los hace pensar que el niño elige comportarse mal en la escuela o que el niño debería saber cómo comportarse apropiadamente, son creencias que bloquean una respuesta eficaz y empática de los padres a la hora de intentar ayudar a los niños que tienen problemas para regular sus emociones.

Por lo tanto, es importante que se entienda que cada situación exige diferentes competencias y que se le tendrá que enseñar nuevas habilidades para cada escenario diferente (casa, iglesia, escuela, por ejemplo) hasta que sea capaz de usar esas habilidades en todos los contextos.

Los miembros de la familia no deben asumir lo peor

Después de muchos conflictos y rabietas, los miembros de la familia pueden sacar conclusiones poco útiles y que solo entorpecen su accionar generando mayor ira, decepción y confusión. Por ejemplo, muchos creen que el niño con problemas de regulación emocional se comporta de esa manera para obtener la atención de sus padres o para manipularlos a su antojo.

Existen muchas razones por las que una persona se comporta de una manera, algunas de ellas no tienen nada que ver con la familia. Aprender a revisar los hechos en vez de quedarnos con nuestros propios prejuicios, nos ayuda a aceptar mejor a los otros.

No hay verdad absoluta

Aceptar que cada persona tiene un punto de vista diferente ayuda a dejar esa necesidad de intentar ganar, imponer el punto de vista y demostrar que la otra persona está equivocada. Aceptar que no estamos de acuerdo en un tema en específico y que no necesitamos “ganar” nos ayuda a prevenir peleas y dejar las luchas de poder entre hijos y padres.

Cuántas veces ha pasado que se inició una discusión con tu hijo simplemente por ganar un argumento o demostrar quién está en lo correcto. Un ejemplo: le dices a tu hijo que no puede invitar amigos a la casa este fin de semana. Tu hijo se enoja y te dice que nunca le das permiso para invitar a sus amigos, que no lo dejas divertirse. Sabes que eso no representa la verdad como la entendemos. Así que tienes dos opciones. Puedes iniciar una discusión con tu hijo hasta demostrar que está equivocado o puedes elegir no responder a esa declaración.

Aceptar la verdad de tu hijo en ese momento no va a negar tu propia verdad. Esto tampoco va a romper el límite o reglas que estás procurando establecer. Sin embargo, aceptar que cada uno puede tener una verdad, evitará que entres en una pelea sin sentido que al final solo lleva a la amargura.

Acepta que tu hijo tiene su propio punto de vista y que esa perspectiva se siente muy real para el. No necesitas defender tu punto de vista a cada rato, ni tampoco tienes que ignorar su punto de vista o invalidar. Solo necesitas aceptar que es diferente al tuyo.

Cómo aprender los principios

  • Aun cuando no los creas del todo, repite los principios más desafiantes: él está haciendo lo mejor que puede, aunque mi hijo no está cooperando hoy para llegar a tiempo a la escuela.
  • Cuando estás atravesando por situaciones difíciles, como una rabieta en un lugar público, piensa en un supuesto que se relacione: mi hijo quiere hacer las cosas diferentes y mejor aun cuando tenga la rabieta porque no me detuve a comprar lo que quería.
  • Repite las palabras de los principios más desafiantes para ti: no hay verdad absoluta
  • Recuerda que los principios

Practicando los principios

Revisa los principios DBT y reflexiona si tratarlos como hechos puede cambiar la manera en que piensas, sientes y te comportas. Luego contesta las siguientes preguntas:

  • ¿Qué principios crees que te serán de mayor ayuda?
  • ¿Qué principio es el que más te desafía? ¿Por qué?

Luego piensa en una situación en la que los principios pueden ayudarte a abordar mejor la situación con tu hijo o hija. Puedes usar los siguientes puntos para clarificar:

  1. Describe la situación e intenta ser muy preciso (¿qué está haciendo el niño, ¿qué estás sintiendo?).
  2. Escribe el principio que usarás.
  3. Describe posibles nuevas respuestas (por ejemplo: “he decidido que me apartaré en vez de quedarme discutiendo” ).
  4. Describe cuál crees que será el resultado luego de usar tu nueva respuesta (menos gritos, más calma, etc.).

Libro recomendado:

Parenting a Child Who Has Intense Emotions: Dialectical Behavior Therapy Skills to Help Your Child Regulate Emotional Outbursts and Aggressive Behaviors de Pat Harvey, Jeanine Penzo.

  1. Esta es la dialéctica que caracteriza a DBT. ↩

Referencias bibliográficas:

Harvey, P., & Penzo, J. A. (2009). Parenting a Child Who Has Intense Emotions: Dialectical Behavior Therapy Skills to Help Your Child Regulate Emotional Outbursts and Aggressive Behaviors. New Harbinger Publications. https://play.google.com/store/books/details?id=w8Bio6QYasgC

Miller, A. L., Rathus, J. H., Linehan, M. M., Wetzler, S., & Leigh, E. (1997). Dialectical Behavior Therapy Adapted for Suicidal Adolescents. Journal of Psychiatric Practice, 3(2), 78. https://journals.lww.com/practicalpsychiatry/Abstract/1997/03000/
Dialectical_Behavior_Therapy_Adapted_for_Suicidal.2.aspx

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Estudio encuentra relación entre el uso de químicos en el hogar y el retraso en el lenguaje infantil

  • 06/03/2020
  • Maria Fernanda Alonso

Contar con recursos económicos escasos dentro del hogar lleva a que, a la hora de realizar la limpieza del hogar, muchas familias recurran al uso de productos químicos que resultan ser tóxicos. Un estudio encontró recientemente que los niños pequeños expuestos a estos productos tenían más probabilidades de mostrar retrasos en el desarrollo del lenguaje a los 2 años (Jiang et al., 2020). Además, estos niños obtuvieron puntuaciones más bajas en una prueba de desarrollo cognitivo. Estos retrasos en el desarrollo fueron evidentes incluso cuando los investigadores tomaron en cuenta factores como la educación y los ingresos de las madres, que también están relacionados con el lenguaje y las habilidades cognitivas de sus hijos.

Los hallazgos proporcionan evidencia adicional de la necesidad de que los pediatras y otros proveedores de atención médica aconsejen a los padres de niños pequeños que restrinjan el uso de productos químicos domésticos tóxicos, dijo Hui Jiang, autor principal del estudio y asociado principal de investigación en la Universidad Estatal de Ohio.

«Descubrimos que un porcentaje significativo de madres con niños pequeños comúnmente puede exponer a sus hijos a productos químicos domésticos tóxicos, posiblemente porque no son conscientes de que dichos materiales pueden ser dañinos,» dijo Jiang.



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Para arribar a estas conclusiones, los investigadores utilizaron datos de 190 familias del Estudio Kids in Columbus, un proyecto de investigación del Crane Center que siguió a niños nacidos en familias de bajos ingresos en Columbus durante cinco años después del nacimiento.

Cuando comenzaron el estudio, se les preguntó a las madres sobre el uso de productos químicos domésticos como limpiadores de pisos y baños y solventes durante el embarazo. Se les volvió a preguntar cuando su hijo tenía entre 14 y 23 meses. Las madres también informaron si tenían moho en el hogar, el uso de pesticidas y las fuentes de contaminación del vecindario.

El desarrollo del lenguaje de los niños se midió cuando tenían entre 14 y 23 meses y nuevamente cuando tenían entre 20 y 25 meses. Los investigadores utilizaron una prueba estandarizada que examina la comprensión y la expresión del lenguaje de los niños, por ejemplo, el reconocimiento de objetos y personas, seguir instrucciones y nombrar objetos e imágenes.

Los resultados mostraron que la contaminación del vecindario, el moho en el hogar y el uso de pesticidas no estaban significativamente relacionados con los resultados de los niños.

Pero mientras más productos químicos domésticos las madres informaron usar regularmente después del parto, menor era el lenguaje infantil y los resultados cognitivos a los 2 años de edad.

No hubo un vínculo entre el uso de productos químicos durante el embarazo y los resultados del niño, posiblemente porque las madres informaron haber usado significativamente menos productos químicos durante el embarazo.

Alrededor del 20 por ciento de las madres reportaron exposición a químicos tóxicos durante el embarazo, pero eso aumentó al 30 por ciento cuando sus hijos tenían entre 1 y 2 años. Las madres también informaron haber usado más productos químicos domésticos después del parto.

Los primeros años de la vida de un niño son clave en muchos sentidos, dijo Laura Justice, coautora del estudio y profesora de psicología educativa en el estado de Ohio. Un momento piso del desarrollo del cerebro se da al alcanzar la edad de dos años, explicó, por lo que «si el uso de productos químicos tóxicos está interfiriendo con ese desarrollo, eso podría conducir a problemas con el lenguaje y el crecimiento cognitivo».

Si bien muchas madres pueden usar limpiadores domésticos y otros productos químicos tóxicos cuando sus hijos son pequeños, las madres de bajos ingresos pueden enfrentar desafíos particulares, dijo Jiang. Por ejemplo, a menudo viven en departamentos más pequeños donde puede ser más difícil mantener a los niños alejados de los productos químicos, especialmente mientras limpian.

Jiang señaló que este estudio simplemente analizó la relación entre el uso de químicos tóxicos por parte de las madres y el posterior desarrollo del niño y, como tal, no puede probar que el uso de químicos causó retrasos en el desarrollo.

«Se necesitan estudios futuros para examinar más cuidadosamente los mecanismos a través de los cuales los tóxicos domésticos pueden interrumpir el desarrollo temprano del lenguaje,» dijo.

Los resultados muestran que los pediatras deben enfatizar que el embarazo no es el único momento para que las madres se preocupen por el uso de productos químicos, resaltó.

«Los padres deben comprender la delicadeza del desarrollo cerebral en los primeros años de vida y la susceptibilidad de sus hijos a la exposición a sustancias químicas,» dijo finalmente.

Referencia bibliográfica:

Jiang, H., Justice, L. M., Purtell, K. M., & Bates, R. (2020). Exposure to Environmental Toxicants and Early Language Development for Children Reared in Low-Income Households. Clinical Pediatrics, 9922820908591. https://doi.org/10.1177/0009922820908591

Fuente: Science Daily

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La relación entre el acoso psicológico en el trabajo, la resiliencia y la salud

  • 06/03/2020
  • David Aparicio

Infocop comparte la investigación de un grupo de investigadores españoles sobre el efecto del acoso psicológico en el trabajo y la salud:

El acoso psicológico en el trabajo es un grave problema que puede estar presente en cualquier organización. Se ha estimado que alrededor del 15% de la población ocupada en Europa ha estado expuesta a situaciones de acoso psicológico en su puesto de trabajo. Siguiendo las teorías sobre el estrés, el acoso laboral es considerado un importante estresor psicosocial que afecta perjudicialmente a la salud de los trabajadores, y además, daña la productividad y calidad de las empresas.

El núcleo principal del acoso psicológico es la percepción de una persona (supuesta víctima) de comportamientos hostiles explícitos realizados por otra (supuesto agresor) en el ámbito laboral, siempre de forma sistemática y duradera; cuyo fin es dañar la salud de la víctima o forzar que abandone el puesto de trabajo o la organización. Otra característica fundamental es una clara diferencia de poder a favor del agresor, que dificulta que el trabajador acosado pueda defenderse.



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  • 10 ilustraciones para usar en terapia
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  • «El camino del psicólogo», con Karemi Rodríguez Batista – Watson episodio 4
  • «La vida del terapeuta», con Fabián Maero – Watson, episodio 5
Webinars
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