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Ciencia y Evidencia en Psicología

2850 Publicaciones

Investigación, neurociencia, modelos teóricos y psicopatología

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El poder adictivo de la pornografía online: buscar más de lo que estamos satisfechos

  • 01/02/2022
  • Federico Lande

Fernando C., 29 años. Motivo de consulta: llega a masturbarse 12 veces al día mirando porno. Quiere frenar. 

Conoció las páginas web porno a los 13 años. Vergonzoso me comparte: “necesito dejar de ver pornografía, no puedo más”. Sufre. 

Unos meses atrás intentó tener relaciones sexuales con su pareja, pero no pudo tener una erección. No es la primera vez que le pasa, pero es la primera vez que lo cuenta. Triste, angustiado, reconoce que lo más importante, el verdadero problema, es que la adicción al porno lo alejó de su pareja, de su vida, de sus proyectos. Las adicciones, como la pornografía, matan al amor. 

Adicción a través de Internet

Para que una conducta que se realiza a través de Internet se considere una adicción, no debe confundirse con un mal hábito o afición. Si una persona pierde el control sobre una conducta que se transforma en la actividad más importante de su vida por encima de otras, generando consecuencias graves como perder el trabajo, ignorar responsabilidades familiares, perder amigos, etc., entonces esa persona se ha transformado en un adicto.

Silvana Savoini  (Psicóloga, especialista en Sexología Clínica y Educativa) autora del libro Adicción al Sexo (UNR, 2021) argumenta que para la adicción a la pornografía, rige el mismo criterio o parámetro como para cualquier otra adicción: la repetición sin control y compulsiva de una conducta que produce placer y que a medida que trascurre el tiempo, perturba severamente la vida de quien la realiza. 

Enganchados a píxeles: internet y disfunciones sexuales

Desde el 2006 en adelante cuando el acceso a Internet de alta velocidad se masificó, cada vez más varones jovenes -por lo demás sanos- empezaron a preocuparse porque su consumo de pornografía estaba fuera de control. Simplemente con un click. 

En consultas con médicos, psicólogos, sexólogos reconocían que en vez de ayudarlos a lograr más placer, la pornografía les provocaba síntomas inesperados en su desempeño sexual: podían tener erecciones viendo páginas porno pero no en la intimidad con personas reales, por más atractivas que le parezcan. Estaban enganchados a píxeles. 

Gary Wilson (uno de los referentes mundiales sobre la adicción a la pornografía, fallecido hace unos meses) propone un nuevo enfoque para el estudio y abordaje de las adicciones que tienen al sexo como eje. En varones de 40 años o menos cuando las explicaciones tradicionales no son útiles para resolver problemas sexuales, considera que la pornografía tiene un papel fundamental en condicionar el disfrute del sexo. Con el paso de los años la pornografía online, se ha convertido en un super estímulo sexual.  

Wilson considera a la pornografía como un estímulo supernormal, un término que los biólogos evolutivos usan para describir cualquier estímulo que provoca una respuesta más fuerte que el estímulo para el que evolucionó, incluso si es artificial. Una de las hipótesis que sostiene es la siguiente: hemos inventado la pornografía (estímulo supernormal por excelencia) que al encontrarse asociado al instinto de conservación de la especie, con el tiempo y el fácil acceso a Internet permite habituamos a respuestas sexuales rápidas y a la satisfacción inmediata. Jorge Gutierrez creador del sitio web www.daleunavuelta.org, dice: “la pornografía es la adicción perfecta. La novedad es muy adictiva y, en el tema del porno, es constante. Con un click, las posibilidades son infinitas. Cuando se junta el placer con esa búsqueda de constante novedad que nunca se sacia, se da una escalada adictiva perfecta”.

Si bien se piensa que las disfunciones sexuales que provoca la exposición a videos porno deberían ser tratadas por especialistas, Wilson propone que el abandono de la pornografía es esencial para que estos abordajes sean exitosos. Muchas personas que han decidido dejar de consumir pornografía informaron cambios sorprendentes desde la mejora de la concentración, del estado de ánimo y hasta una mayor capacidad para la intimidad en la vida real, con personas reales. En su charla TED (video que ya fue visto por 14 millones de personas), Gary explica todo esto muy claramente. 

Conclusión

Fernando me comentó al final de esa primera entrevista: “vi mucha pornografía antes de dar mi primer beso”. Sabemos, a través de trabajos científicos serios, que el consumo de pornografía durante la adolescencia temprana puede ser una variable clave para explicar disfunciones sexuales en la juventud. 

La actual generación de adolescentes puede asumir que la pornografía les enseña sobre sexo y que masturbarse es sinónimo de masturbarse con Internet. Para ellos, la pornografía es considerada como un entretenimiento aceptado y normalizado. Algunos estudios afirman que de cada 20 solo 1 considera que su consumo puede tener consecuencias negativas, como generar una conducta sexual adictiva. El placer sexual es muy fuerte. Uno de los mayores que se puede experimentar. Con la opción de la novedad constante, buscamos más de lo que estamos satisfechos. 

Con la fuerza irresistible de Internet nunca se vio tanta pornografía como hoy.  

Futuros investigadores deberán tener en cuenta las propiedades únicas que Internet tiene sobre la salud de sus consumidores y qué influencia llega a tener ésta en la sexualidad a lo largo del ciclo vital.

Por último, comparto la misma pregunta que le hice a mi paciente: ¿pensaste alguna vez si consumir pornografía podría llegar a influir negativamente en tus relaciones con personas reales? 

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cómo lidiar con tu insomnio

  • 01/02/2022
  • David Aparicio
woman sitting on white bed

¿Tiene problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido? El alcohol, las pastillas para dormir o las drogas como el cannabis pueden ayudarlo a corto plazo, pero son solo una solución rápida, dice el científico del sueño Matt Walker. Sin embargo, existe una forma comprobada de tratar su insomnio y ayudarlo a obtener los zzz que necesita.

Puedes activar los subtítulos en español.

Libro recomendado: Por qué dormirmos

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Un recorrido por las etapas del sueño

  • 31/01/2022
  • David Aparicio
white bed linen

¿Sabías que te vas de viaje todas las noches después de cerrar los ojos? El científico del sueño Matt Walker analiza la diferencia entre el sueño REM (movimiento ocular rápido) y el sueño no REM, lo que ocurre durante cada etapa del sueño y por qué es importante obtener lo suficiente de ambos.

Puedes activar los subtítulos en español.

Libro recomendado: Por qué dormirmos

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Cuál es la conexión entre el sueño y la enfermedad de Alzheimer?

  • 24/01/2022
  • David Aparicio
mans face on brown wooden frame

¿No dormir lo suficiente conduce a la enfermedad de Alzheimer? El científico del sueño Matt Walker explica la relación entre los dos y cómo los investigadores están explorando cómo usar el sueño para disminuir nuestras posibilidades de desarrollar esta afección.

Puedes activar los subtítulos en español.

Libro recomendado: Por qué dormirmos

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Factores predisponentes del trastorno bipolar

  • 19/01/2022
  • Equipo de Redacción

Las causas del trastorno bipolar aún no son del todo conocidas. La genética, los neuroquímicos y los factores ambientales probablemente interactúan en distintos niveles para jugar un rol en el desarrollo de este trastorno. Actualmente se sostiene que este trastorno es predominantemente biológico y ocurre en una parte específica de nuestro cerebro debido a un mal funcionamiento de los neurotransmisores. Como trastorno biológico este puede permanecer latente y puede ser precipitado por diferentes estresores de la vida diaria.

Factores genéticos del trastorno bipolar

  • El trastorno bipolar tiende a ser familiar. Cerca de la  mitad de las personas con trastorno bipolar tienen algún familiar con trastorno del estado de ánimo, como por ejemplo: depresión.
  • Una persona que tiene un padre con trastorno bipolar tiene del 15 al 25% de probabilidades de desarrollar esta condición.
  • Una persona que tiene un gemelo no idéntico con este trastorno tiene alrededor del 25% probabilidades de desarrollarla también. Y el mismo riesgo si tiene dos padres con la misma condición.
  • El sujeto que tiene un gemelo idéntico, con trastorno bipolar, tiene un gran riesgo de desarrollar la enfermedad, alrededor de 8% más de riesgo que un gemelo no idéntico.

(Artículo relacionado: Lo que todos debemos saber de la psicosis postparto)

Factores neuroquímicos del trastorno bipolar

Como dije al inicio, el trastorno bipolar es primariamente biológico y ocurre en un área específica del cerebro, debido a una disfunción de ciertos neurotransmisores. Algunos de los neurotransmisores involucrados en estos trastornos son la norepinefrina, la serotonina y probablemente muchos otros. Como muchos trastornos biológicos, este puede estar latente durante muchos años y luego ser desencadenado por factores externos, tales como el estrés y las circunstancias sociales.

Factores ambientales en el trastorno bipolar

  • Un evento de la vida puede desencadenar un episodio del estado de ánimo en una persona con disposición genética al trastorno bipolar.
  • Aún sin factores genéticos predisponentes, los hábitos alterados de salud, alcohol , abuso de drogas, o problemas hormonales pueden desencadenar un episodio.
  • El trastorno bipolar puede aparecer en edades tempranas, en aquellas personas con predisposición. Los investigadores creen que  esto puede deberse a distintos factores sociales y ambientales, pero todavía no entienden con claridad.
  • Aunque el abuso de sustancias no se considera causa del trastorno bipolar, si puede empeorar el trastorno interfiriendo con la recuperación. Usar alcohol o tranquilizantes puede inducir a fases más severa de depresión.

¿Algunas medicaciones pueden desencadenar un episodio maníaco?

Algunas medicaciones como los antidepresivos pueden desatar un episodio maníaco en las personas que son susceptibles a desarrollar el trastorno bipolar. Por lo tanto es importante que se trate cuidadosamente el episodio depresivo en las personas que han tenido un episodio maníaco, cuando se toma el antidepresivo, el episodio depresivo puede transformarse en un episodio maníaco y es importante que el sujeto también tome un medicamento antimaniaco para así prevenir el episodio maníaco. Este antimaniaco crea un techo que protege parcialmente de la manía inducida por el antidepresivo. Otros medicamentos pueden afectar el estado anímico, causando un episodio similar al episodio maníaco, por ejemplo: algunos supresores del apetito pueden producir un aumento de energía, disminución de la necesidad de dormir e incrementar la locuacidad, pero luego de suprimir la medicación, la persona puede volver a su estado de ánimo normal. Algunas de las sustancias que pueden causar un episodio similar al episodio maníaco son:

  • Drogas ilícitas como la cocaína, éxtasis y anfetaminas.
  • Excesivas dosis de ciertas medicaciones de venta libre como los supresores de apetito y medicamentos para el resfriado.
  • Medicamentos para los problemas de tiroides y corticoides como la prednisona.
  • Excesivo consumo de cafeína.

Es aquí donde la psicoeducación juega un rol muy importante, ya que si explicamos y logramos que el paciente y sus familiares comprendan las posibles causas y desencadenantes podremos evitar que se produzcan nuevos episodios de alteración del estado de ánimo.

*Nota del editor: Artículo traducido y adaptado para Psyciencia por David Aparicio y Alejandra Alonso y previamente publicado en: Psychcentral.com

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El poder del efecto placebo

  • 19/01/2022
  • David Aparicio
tablets in pink background

¿Puede una simple pastilla de azúcar tener el mismo resultado terapéutico que un fármaco que ha costado años y millones de dólares en producirse? El efecto de un medicamento puede ser positivo incluso cuando es inerte –como una pastilla de azúcar– si el paciente cree que está tomando una droga terapéutica. Es lo que se conoce como el «efecto placebo», sobre el cual Eduard Punset charla en este capítulo de Redes con Irving Kirsch, director asociado del Programa de Estudios del Placebo de la Universidad de Harvard.

Fuente: Redesparalaciencia.com

Descarga la transcripción de la entrevista.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cómo el sueño afecta tus emociones

  • 17/01/2022
  • David Aparicio
woman holding brown leaf

No es solo tu imaginación, estás más irritable cuando estás bajo en zzzzs. El científico del sueño Matt Walker explica cómo nuestro sueño nocturno afecta los centros emocionales de nuestro cerebro y por qué podemos pensar en el sueño como primeros auxilios para nuestros sentimientos.

Puedes activar los subtítulos en español.

Libro recomendado: Por qué dormirmos

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Avances en la neurociencia del efecto placebo

  • 13/01/2022
  • Maria Fernanda Alonso
person holding blue and white floral card

Gran parte del beneficio que obtiene una persona al tomar un medicamento o al recibir un tratamiento para aliviar el dolor se debe a la mentalidad del individuo, no al medicamento en sí. 

Las investigaciones muestran, a medida que avanzan, cómo el cerebro construye las experiencias de dolor. En principio, sabemos que comprende una mezcla de áreas del cerebro que procesan la información del cuerpo, sumadas a las involucradas en la motivación y la toma de decisiones. Un estudio reciente encontró que los tratamientos con placebo para disminuir el dolor, conocidos como analgesia con placebo, reducen la actividad relacionada con el dolor en múltiples áreas del cerebro (Zunhammer et al., 2021).

 Los resultados de este metanálisis proporcionan una nueva perspectiva sobre el tamaño, la localización, la importancia y la heterogeneidad de los efectos del placebo sobre la actividad cerebral relacionada con el dolor.

Por qué es importante

Comprender los sistemas neuronales que utilizan y moderan las respuestas al placebo tiene implicaciones muy relevantes para la atención clínica y el desarrollo de fármacos. Las respuestas al placebo podrían utilizarse de una manera específica según el contexto, el paciente y la enfermedad. El efecto placebo también podría aprovecharse junto con un fármaco, una cirugía u otro tratamiento, ya que podría mejorar potencialmente los resultados del paciente.

Qué metodología usaron

El presente metaanálisis estuvo compuesto por 20 estudios de neuroimagen con 600 participantes sanos. Es el segundo realizado con esta muestra y se basa en la investigación anterior del equipo que utilizó un marcador de dolor establecido desarrollado por el laboratorio de Wager (Zunhammer et al. 2018).

Qué encontraron

Los investigadores hallaron que los participantes que mostraron la mayor reducción del dolor con el placebo también mostraron las mayores reducciones en las áreas del cerebro asociadas con la construcción del dolor.

El tratamiento con placebo redujo la actividad en áreas involucradas en la señalización temprana del dolor desde el cuerpo, así como circuitos motivacionales no relacionados específicamente con el dolor «.

¿Realmente la persona siente menos dolor?

En todos los estudios del metaanálisis, los participantes habían indicado que sentían menos dolor; sin embargo, el equipo quería averiguar si el cerebro había respondido al placebo de una manera significativa. ¿Cambia el placebo la forma en que una persona construye la experiencia del dolor o cambia la forma en que una persona piensa sobre el dolor después del hecho? ¿La persona siente realmente menos dolor?

Al contar con una muestra grande, los investigadores localizaron con confianza los efectos del placebo en zonas específicas del cerebro, incluidos el tálamo y los ganglios basales. El tálamo sirve como puerta de entrada para imágenes y sonidos y todo tipo de información motora sensorial. Tiene muchos núcleos diferentes, que actúan como estaciones de procesamiento para distintos tipos de información sensorial. 

Los resultados mostraron que las partes del tálamo que son más importantes para la sensación de dolor fueron las más afectadas por el placebo. Además se vieron afectadas partes de la corteza somatosensorial involucradas en el procesamiento temprano de las experiencias dolorosas. El efecto placebo también afectó a los ganglios basales, que son importantes para la motivación y para conectar el dolor, y otras experiencias, con la acción. Es decir que el placebo puede afectar lo que hacemos con el dolor y cómo nos motiva; esto podría ser algo fundamental en la experiencia del dolor pues cambia el circuito que es importante para la motivación, explicaron los autores.

Otro hallazgo interesante fue que los tratamientos con placebo redujeron la actividad en la ínsula posterior, que es una de las áreas involucradas en la construcción temprana de la experiencia del dolor. Este es el único sitio en la corteza que puede estimular e invocar la sensación de dolor. La vía principal del dolor ascendente va desde partes del tálamo hasta la ínsula posterior. Los resultados proporcionan evidencia de que el placebo afecta esa vía específicamente.

Investigaciones anteriores han demostrado que con los efectos placebo, la corteza prefrontal se activa en previsión del dolor. Esta porción del cerebro ayuda a realizar un seguimiento del contexto del dolor y a mantener la creencia de que existe. Cuando se activa la corteza prefrontal, existen vías que desencadenan la liberación de opioides en el mesencéfalo que pueden bloquear el dolor y vías que pueden modificar la señalización y la construcción del dolor. El equipo de investigadores descubrió que la activación de la corteza prefrontal es heterogénea entre los estudios, lo que significa que no se activaron áreas particulares en esta región de manera consistente o fuerte en todos los estudios. Estas diferencias entre los estudios son similares a las que se encuentran en otras áreas de la autorregulación, donde distintos tipos de pensamientos y mentalidades pueden tener efectos diversos. Por ejemplo, otro trabajo en el laboratorio de Wager encontró que repensar el dolor mediante el uso de imágenes y narraciones normalmente activa la corteza prefrontal, pero la aceptación consciente no lo hace. Los efectos del placebo probablemente involucran una combinación de estos tipos de procesos, dependiendo de la forma en que se administra y las predisposiciones de las personas.

Los hallazgos de este metaanálisis contribuirán a la investigación futura en el desarrollo de biomarcadores cerebrales que predigan la capacidad de respuesta de un individuo al placebo y ayuden a distinguir entre las respuestas al placebo y a los analgésicos.

Referencias: 

  • Zunhammer M, Bingel U, Wager TD; Placebo Imaging Consortium. Placebo Effects on the Neurologic Pain Signature: A Meta-analysis of Individual Participant Functional Magnetic Resonance Imaging Data. JAMA Neurol. 2018 Nov 1;75(11):1321-1330. doi: 10.1001/jamaneurol.2018.2017. PMID: 30073258; PMCID: PMC6248115.
  • Zunhammer, M., Spisák, T., Wager, T. D., Bingel, U., & Placebo Imaging Consortium. (2021). Meta-analysis of neural systems underlying placebo analgesia from individual participant fMRI data. Nature Communications, 12(1), 1391. https://doi.org/10.1038/s41467-021-21179-3

Fuente: Eurekalert

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

No le eches la culpa a la testosterona por la conducta agresiva de los hombres

  • 11/01/2022
  • Equipo de Redacción

Por Matthew Gutmann

Ponemos una confianza irrazonable en las explicaciones biológicas del comportamiento masculino. En ninguna parte es esto más cierto que con la testosterona. Los expertos contemporáneos invocan la hormona apodada ‘T’ para probar puntos sobre la masculinidad, para mostrar cuán diferentes son los hombres y las mujeres, y para explicar por qué algunos hombres (presumiblemente aquellos con más testosterona) tienen mayor libido. Sin embargo, a pesar de las propiedades míticas que popularmente se asocian con esta hormona, en todos los estudios científicos rigurosos realizados hasta la fecha no existe una correlación significativa entre los niveles de la testosterona y el deseo sexual en hombres sanos.

A partir de la década de 1990 y cobrando fuerza en la década de 2000, las ventas de terapias de reemplazo de testosterona (TRT) pasaron de prácticamente de cero a más de 5 mil millones de dólares anuales en 2018. Esto se debió a que hubo un brote repentino de ‘testosterona baja’ cuando una importante epidemia médica fue finalmente reconocida o porque la testosterona se comercializó como una droga maravillosa para los hombres que entraron en pánico cuando se enteraron que sus niveles de testosterona disminuyeron 1 por ciento anual después de llegar a los 30 años.

La respuesta no es que los cuerpos de los hombres cambiaron o que la baja testosterona fue horriblemente infradiagnósticada antes, sino que, en la mente de muchos, la testosterona se convirtió en nada menos que una molécula masculina mágica que podía curar a los hombres, a medida que envejecen, de la disminución de la energía y el deseo sexual.

Es más, a muchos se les ha enseñado que, si quieres saber qué causa que algunos hombres sean agresivos, solo debes probar sus niveles de testosterona, ¿verdad? En realidad, no: la ciencia tampoco respalda esta conclusión. Algunos de los primeros estudios famosos que vinculan la testosterona y la agresión se realizaron en poblaciones carcelarias y se usaron para ‘probar’ que se encontraron niveles más altos de testosterona en algunos hombres (léase: hombres de piel más oscura), lo que explicaba por qué eran más violentos y por qué debían ser encarcelados. Las fallas metodológicas en estos estudios tardaron décadas en descifrarse, y la nueva investigación rigurosa que muestra poca relación entre la testosterona y la agresión (excepto en niveles muy altos o muy bajos) ahora está llegando al público en general.

Además, resulta que la testosterona no es solo una cosa (una hormona sexual) con un propósito (la reproducción masculina). La testosterona también es esencial en el desarrollo de embriones, músculos, cerebros femeninos y masculinos y glóbulos rojos. Dependiendo de una variedad de factores biológicos, ambientales y sociales. Su influencia es variada o insignificante.

Robert Sapolsky, neurocientífico de la Universidad de Stanford en California, compiló una tabla que muestra que solo hubo 24 artículos científicos sobre la testosterona y agresión entre 1970 y 1980, pero hubo más de 1,000 en la década de 2010. ¿Nuevos descubrimientos sobre agresión y testosterona? No, en realidad, aunque hubo nuevos hallazgos en este período que muestran la importancia de la testosterona en la generación de la ovulación. También hay una diferencia entre correlación y causa (los niveles de testosterona y la agresión, por ejemplo, proporcionan un desafío clásico entre el debate del huevo y la gallina). Como los principales expertos en hormonas nos han demostrado durante años, para la gran mayoría de los hombres, es imposible predecir quién será agresivo en función de su nivel de testosterona, al igual que si encuentra un hombre agresivo (o una mujer, para el caso), no se puede predecir su nivel de testosterona.

La testosterona es una molécula que fue etiquetada erróneamente hace casi 100 años como una «hormona sexual», porque (algunas cosas nunca cambian) los científicos buscaban diferencias biológicas definitivas entre hombres y mujeres, y se suponía que la testosterona descifraría los misterios de la masculinidad innata. La testosterona es importante para el cerebro de los hombres, bíceps, testículos, y es esencial para los cuerpos femeninos. Y, para que conste, el nivel de la testosterona no necesariamente significa nada: a veces la mera presencia de la testosterona es más importante que la cantidad de la hormona. Algo así como encender un automóvil, solo necesitas combustible, ya sean dos litros o 200. La testosterona no siempre crea diferencias entre hombres y mujeres, o entre hombres. Para colmo, incluso hay evidencia de que los hombres que informan cambios después de tomar suplementos de testosterona tienen la misma probabilidad de informar de efectos placebo que cualquier otra cosa.

Aún así, seguimos atribuyendo a la testosterona con poderes sobrenaturales. En 2018, un escaño en la Corte Suprema de EE. UU. pendía de un hilo. Los temas en las audiencias de confirmación llegaron a centrarse en la violencia sexual masculina contra las mujeres. Se necesitaban una descripción y un análisis exhaustivo. Los escritores a favor y en contra casualmente agregaron la palabra “testosterona” para describir, denunciar o defender el comportamiento pasado del juez Brett Kavanaugh: un comentarista en Forbes escribió sobre «violaciones en grupo inducidas por testosterona»; otro, entrevistado en CNN, preguntó: «Pero estamos hablando de un chico de 17 años en la escuela secundaria con alta testosterona». Dime, ¿qué chico no ha hecho esto en el instituto?’; y un tercero, en una columna en The New York Times, escribió: «Ese es él montando una ola de testosterona y alcohol…»

Y es poco probable que muchos lectores cuestionaran la lógica hormonal de Christine Lagarde, entonces presidenta del Fondo Monetario Internacional, cuando afirmó que el colapso económico de 2008 se debió en parte a demasiados hombres a cargo del sector financiero: «Sinceramente, creo que nunca debería haber demasiada testosterona en una habitación.

Puedes encontrar a diario, en artículos y discursos, que se usa a la testosterona como un biomarcador para explicar (y a veces excusar) el comportamiento masculino. Algunos dirían que es una “licencia poética” o una forma de hablar a la hora de describir la conducta de los hombres a cargo. Sin embargo, cuando planteamos a la testosterona como un ejemplo significativo para explicar la conducta masculina, sin darnos cuenta podemos excusar el comportamiento masculino como algo que está más allá de la capacidad de control de los hombres. Las explicaciones casuales a la masculinidad biológica implican que las relaciones patriarcales están arraigadas en la naturaleza.

Cuando normalizamos la idea de que la testosterona corre por todos los chicos de secundaria y que eso explica por qué se produce una violanción, pasamos del eufemismo a ofrecer impunidad a los hombres para agredir sexualmente a las mujeres ofreciéndoles la defensa ‘no culpable, a causa de las hormonas’.

Invocar la biología de los hombres para explicar su comportamiento termina con demasiada frecuencia con la absolución de sus acciones. Cuando se intercambian los términos testosterona y cromosoma Y, se difunde la idea de que los hombres están controlados por sus cuerpos. Pensar que las hormonas y los genes pueden explicar por qué los hombres son hombres, los libera de todo tipo de pecado. Te estás engañando a ti mismo si crees que la testosterona dice algo significativo sobre cómo actúan y piensan los hombres. Los hombres se comportan como lo hacen porque la cultura lo permite, no porque la biología lo requiera.

Nadie podría argumentar seriamente que la biología es la única responsable de determinar qué significa ser hombre. Pero palabras como testosterona y cromosomas Y se deslizan en nuestras descripciones de las actividades de los hombres, como si explicaran más de lo que realmente explican. La testosterona no gobierna la agresión y la sexualidad de los hombres. Y es una pena que no escuchemos tanto sobre la investigación que muestra que los niveles más altos de testosterona se correlacionan tan fácilmente con la generosidad como con la agresión. Pero la generosidad es menos una virtud estereotípicamente masculina y esto estropearía la narrativa sobre la agresividad inherente de los hombres, especialmente la agresividad de los hombres varoniles. Y esto tiene un profundo impacto en lo que hombres y mujeres piensan sobre las inclinaciones naturales de los hombres.

Tenemos que seguir hablando de la masculinidad tóxica y el patriarcado. Son reales y son perniciosos. También necesitamos nuevas formas de hablar sobre los hombres, la masculinidad y la masculinidad que nos saquen de la trampa de pensar que la biología de los hombres es su destino. Resulta que, cuando examinamos los efectos placebo y la biocharla, la testosterona no es una molécula masculina mágica en absoluto, sino más bien, como argumentan las investigadoras Rebecca Jordan-Young y Katrina Karkazis en su excelente nuevo libro Testosterone (2019), una molécula social.

Independientemente de cómo lo llames, la testosterona se usa con demasiada frecuencia como una excusa para dejar a los hombres libres y justificar el privilegio masculino.

Matthew Gutmann es profesor emérito de antropología en la Universidad de Brown en Rhode Island. Su último libro es Are Men Animals? Cómo la masculinidad moderna vende a los hombres cortos (2019).

Artículo publicado en AEON y traducido y adaptado al español por Psyciencia.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Cómo el sueño puede mejorar tu sistema inmune

  • 10/01/2022
  • David Aparicio
woman lying on bed covered with white blanket

Una de las mejores cosas que puede hacer para estimular su sistema inmunológico es irse a la cama, dice el científico del sueño Matt Walker. ¡Incluso puede hacer que su vacuna contra la gripe sea más efectiva!

Puedes activar los subtítulos en español.

Libro recomendado: Por qué dormirmos

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