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Definiciones

76 Publicaciones
  • Definiciones

Definición de la semana: Estrés

  • 29/09/2014
  • Alejandra Alonso
Estrés

La palabra estrés fue tomada de los términos de la ingeniería, donde se la utilizaba para referirse a “la resistencia producida en el interior de un objeto como consecuencia de una fuerza externa que actúa sobre el” (Farré Martí y cols., 2010 p. 576). En el ámbito de la biología fue utilizado por Walter Cannon en 1991 para referirse a cualquier estímulo nocivo cuya intervención perturbase la homeostasis de un organismo y activase los procesos autorreguladores (Mingote Adán y Pérez García, 2003).

Hans Selye fue quien, tras pasar 40 años investigando el estrés, hizo de éste un concepto de fundamental importancia para  la psicología y la medicina (Myers, 2006). Selye definió al estrés como “la respuesta inespecífica del cuerpo a cualquier demanda realizada sobre él” (Selye, 1975, p. 14).

Lazarus (2000) define al estrés como una relación entre el poder para dañar, desafiar o amenazar que poseen las demandas ambientales y los recursos psicológicos que tiene el individuo. A esto se le agrega un componente importante, la valoración que hace la persona sobre la situación, es decir, si la encuentra amenazante o no.

Proceso por el cual evaluamos y hacemos frente a las amenazas y los desafíos del ambiente

Brannon y Feist (2001) resaltan tres puntos de la definición de Lazarus (2000): a) adopta  una posición que se basa en la transacción persona-entorno para definir al estrés; b) resalta como elemento principal de la ya nombrada transacción, a la valoración que el individuo hace de la situación; c) Sostienen que la situación psicológica tiene que ser considerada por el sujeto como de amenaza, desafiante o de peligro.

Myers (2006, p. 532) define al estrés como “un proceso por el cual evaluamos y hacemos frente a las amenazas y los desafíos del ambiente” y agrega que, si bien el cuerpo del ser humano está preparado para resistir al estrés temporario, la prolongación de éste puede provocar deterioro físico. En relación a esto, cabe aclarar que el estrés no siempre es negativo ya que cumple un papel importante en la adaptación que debe realizar una persona a su medio. El estrés adecuado produce salud ya que  aumenta la autoeficacia por medio del aprendizaje y de la consecución de habilidades nuevas (Mingote Adán y Pérez García, 2003).

La movilización bioquímica, síntomas y sensaciones de tensión experimentadas en la respuesta ante el estrés son muy similares, independientemente de la causa que motivó la reacción. El estrés va a estar  determinado por el motivo al cual le atribuimos las sensaciones experimentadas más que por las sensaciones en sí (Farré Martí et al., 2010).

Fuentes:

Brannon, L. & Feist, J. (2001). Psicología de la Salud. Madrid: Parainfo.

Farré Martí, J., Fuentes, M., Bados, A., Bárez Villoria, M., Bayes Sopena, R., Brigos Hermida, B., Casas Hilari, J., Caseras, X., Comas Mongay, M., Creus, M., Estivill, E., Fora, F., García Rodríguez, J., Güell Roviralta, M., Guerra Díaz, D., Gutiérrez Ponce de León, F., Gutiérrez Rosado, M., Junqué Plaja, C., Giralt, M., Mira Solves, J., Pellicer, F., Raich, R., Riera Riera, J., del Río M., Romero, C., Sabanés, F., Carulla, L., Sender Romeo, R., Sureda Caldentey, B., Surribas Figuls, C., Toro, J., Torrubia Beltri, R., Pellicer, X. & Puig, C. (2010) Psicología para todos. Guía completa para el crecimiento personal. Relaciones de grupo, estrés y dolor, Barcelona: Oceano

Lazarus, S. R. (2000), Estrés y emoción. Manejo e implicaciones en nuestra salud, España: Desclée de Brouwer

Mingote Adán, J. C. & Pérez García, S. (2003) Estrés en la enfermería. El cuidado del cuidador, Madrid: Ediciones Díaz de Santos.

Myers, D. (2006), Psicología 7a Edición, Madrid: Editorial Médica Panamericana.

Selye, H. (1975), Stress without distress, Nueva York: The new American Library.

Imagen: Skittledog (Flickr)


  • Definiciones

Definición de la semana: Sesgo retrospectivo

  • 23/09/2014
  • Alejandra Alonso

Después de que los médicos reciben información sobre un caso más un informe de la autopsia, advierten que la causa de la muerte era evidente (algo que podrían haber prevenido con facilidad conociendo los síntomas). Pero las causas de la muerte no son tan claras para los médicos si no cuentan con el informe de la autopsia (Dawson y col., 1988, citados en Myers, 2006). Descubrir que algo ha sucedido hace que parezca inevitable. Los psicólogos denominan sesgo retrospectivo a esta visión retrospectiva de 20/20, también conocida como “fenómeno de lo sabía desde el principio”, es decir la tendencia a creer, después de conocer los resultados, que podríamos haberlo anticipado.

Gary Wells y Amy Bradfield (1998, citados en Myers, 2006), demostraron el sesgo retrospectivo después de mostrar a 352 estudiantes de la Universidad del estado de Iowa un vídeo poco claro de una cámara de seguridad donde se veía a un hombre entrando en un almacén justo antes de asesinar a un guardia de seguridad. Cuando se les mostró una serie de fotografías del caso real, con excepción de la foto del verdadero homicida, los 352 estudiantes hicieron una identificación falsa.

Tendencia a creer, después de conocer los resultados, que podríamos haberlo anticipado.

Aquellos a quienes se les dijo que habían identificado correctamente al sospechoso, se sintieron por supuesto más seguros de su elección, pero también fue 4 veces más probable que recordaran haberse sentido muy confiados cuando hicieron la identificación inicial.¿ Eran conscientes de que el comentario espontáneo del experimentador había influido en sus recuerdos? No, la mayoría negó haber sido influida por esa información.

Esos errores en nuestros recuerdos y explicaciones demuestran porqué se hace necesaria la investigación en psicología. Sólo con preguntar a las personas cómo y porqué sintieron y actuaron como lo hicieron a veces puede resultar engañoso, no porque el sentido común fuera por lo general erróneo, sino porque se manifiesta después de que se sucedieron los hechos. Basándonos en el sentido común nos resulta más fácil describir lo que ha acontecido que predecir lo que sucederá.

Fuente: Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición, Editorial Médica Panamericana:Madrid
Imagen: Wikipedia

 

  • Definiciones

Definición de la semana: Burnout

  • 18/09/2014
  • Alejandra Alonso

Según Bosqued (2008), el término burnout fue utilizado por primera vez por un psiquiatra de Estados Unidos, llamado Herbert Freudenberger, en el año 1974. Este hombre estaba trabajando como voluntario en una clínica para toxicómanos en Nueva York, y fue allí donde observó en el personal (incluyéndose a él mismo) que, aproximadamente luego de un año de trabajar allí, su actitud hacia el trabajo y su desempeño cambiaban. Resumidamente las actitudes que veía eran las siguientes: pérdida progresiva de energía, desmotivación laboral, cambios comportamentales hacia el paciente (menos sensibilidad y comprensión, trato frío y propensión a inculparlos por la complicación que sufrían) y síntomas de depresión y ansiedad.

Freudenberger (1974, citado en Bosqued, 2008, p. 19) lo definió como: “Un conjunto de síntomas médico-biológicos y psicosociales inespecíficos, que se desarrollan en la actividad laboral, como resultado de una demanda excesiva de energía”.

Tiempo después, Cristina Maslach oficializaría y haría trascender el término en la comunidad académica. Ella lo define como: “Un síndrome de cansancio emocional, despersonalización y reducida realización personal que puede ocurrir entre individuos que hacen alguna clase de trabajo con personas” (Maslach, 2003, p. 2).”

El síndrome de burnout es un padecimiento que afecta a la salud y a la calidad de vida laboral de una persona. Es una clase de estrés crónico que podría definirse como una respuesta psicofísica que da el individuo como consecuencia de esfuerzos frecuentes que culminan en resultados que éste considera como insuficientes e ineficaces. Todo esto le produce al sujeto exhaustividad, sensaciones de indefensión y retirada psicológica y en algunos casos, también física de la tarea. En  fases avanzadas, la persona que padece este síndrome presenta sensación permanente de estar llegando al límite de sus energías o de venirse abajo (Bosqued, 2008).

Mingote Adán y Pérez García (2003) encontraron cinco puntos en común entre todas las definiciones del síndrome de desgaste profesional: a) un comportamiento anormal en lo relacionado al rol profesional que incluye despersonalización y comunicación deficiente con el cliente. También se producen conflictos relacionales con compañeros de trabajo y absentismo laboral; b) Síntomas disfóricos (malestar, agotamiento emocional); c) Sintomatología física, característica del estrés (dolores de cabeza, cansancio, etc.) que se asocian a formas disfuncionales de afrontar demandas laborales;  d) Desmotivación o desinterés por el trabajo que se traducen en un bajo rendimiento; e) Por último, la autoestima profesional y la realización se ven afectadas negativamente por la adaptación inadecuada.

Fuentes:

Bosqued, M. (2008), Quemados, el Síndrome de Burnout: Qué es y cómo superarlo, Ediciones Paidós Ibérica, España.

Maslach, C. (2003), Burnout. The cost of caring.

Mingote Adán, J. C. & Pérez García, S. (2003) Estrés en la enfermería. El cuidado del cuidador, Madrid: Ediciones Díaz de Santos.

Imagen: Roger Ferrer Ibánez (Flickr)

  • Definiciones

Definición de la semana: Reflejo de búsqueda

  • 19/08/2014
  • Alejandra Alonso

Después de haber superado los peligros prenatales, los recién nacidos cuentan con reflejos perfectamente adaptados para la supervivencia. Retiran los miembros para evitar el dolor. Si una sábana les cubre la cara e interfiere su respiración, rotan la cabeza de lado a lado y tratan de quitársela.

Los nuevos papás suelen sorprenderse por la secuencia coordinada que siguen sus hijos para obtener alimento. El reflejo de búsqueda ilustra esto: cuando algo toca sus mejillas, los bebés abren la boca y buscan vigorosamente el pezón. Cuando lo encuentran, cierran automáticamente la boca y empiezan a succionar, acción que a su vez requiere una secuencia coordinada de movimientos de la lengua, de la deglución y la respiración. Si no se satisface, el bebé hambriento empieza a llorar, una conducta que para los padres suele resultar muy desagradable y cuyo alivio es muy gratificante.

Fuente: Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana: Madrid
Imagen:  Libertinus (Fickr)

  • Definiciones

Definición de la semana: Umbral diferencial

  • 13/08/2014
  • Alejandra Alonso

Para funcionar con eficacia, necesitamos umbrales absolutos lo bastante bajos para que nos permitan detectar las imágenes, los sonidos, las texturas, los sabores y los olores. También necesitamos detectar pequeñas diferencias entre los estímulos. Un músico debe detectar la variación más mínima al afinar su instrumento. Y los padres deben detectar el sonido de la voz de su hijo entre las voces de otros niños.

El umbral diferencial (también denominado diferencia apenas perceptible o dap) es la diferencia mínima que una persona puede identificar entre dos estímulos cualesquiera el 50% de las veces. El umbral de diferencia aumenta con la magnitud del estímulo. Entonces, por ejemplo, si añade 10 gramos a un peso de 100 gramos, notará la diferencia; sin embargo, si añade 10 gramos a un peso de un kilogramo, no notará la diferencia por que el umbral de diferencia a aumentado.

Fuente: Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana.
Imagen: Wikimedia Commons

 

  • Definiciones

Definición de la semana: Trastornos psicológicos

  • 15/07/2014
  • Alejandra Alonso

Los psicólogos clasifican la conducta como perjudicial y disfuncional cuando creen que es atípica, molesta, inadaptada e injustificable.

Un trastorno no es sólo una conducta atípica ya que, por ejemplo, una persona que gana una medalla de oro en las olimpíadas es «anormal» en cuanto a su capacidad física y es un héroe. Para considerar que una persona padece un trastorno mental, un comportamiento atípico también debe ser considerado molesto por el resto de las personas. Pero hay que considerar que los estándares de aceptabilidad de las conductas varían. En algunas culturas, las personas suelen comportarse de modos que en otras culturas serían motivos de arresto (como por ejemplo, andar casi desnudos). Los estándares de aceptabilidad pueden variar dependiendo de variables como el contexto cultural y el tiempo.

Tienden más a considerarse como trastornos cuando se las juzga como perjudiciales

Las conductas atípicas y molestas tienden más a considerarse como trastornos cuando se las juzga como perjudiciales. Por cierto, muchos médicos definen algunos trastornos como conductas inadaptadas, como en el caso de la dependencia de la nicotina por parte de un fumador, comportamiento que le produce un daño físico. Con este medidor, también los comportamientos típicos pueden indicar un trastorno psicológico si se vuelven incapacitantes. Por lo tanto, el desajuste en la adaptación es un elemento clave para definir un trastorno: las conductas pueden ser angustiosas o discapacitantes o colocar a las personas en una situación de gran riesgo de sufrimiento o muerte.

Por último, hay una tendencia en las personas a creer que la conducta anormal es un trastorno cuando la encuentran injustificable racionalmente.

Fuente: Myers, D. (2006) Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana: Madrid
Imagen: Wikimedia Commons 

  • Definiciones

Definición de la semana: Asociación libre

  • 08/07/2014
  • Alejandra Alonso

¿Podrían algunos trastornos neurológicos tener un origen psicológico más que fisiológico? Esta pregunta condujo a Freud a su “descubrimiento” del inconsciente.

Mediante la reconstrucción de los relatos de la vida del paciente, se dio cuenta de que la pérdida de sensibilidad en la mano de una mujer podría deberse al temor a tocarse los genitales; que la ceguera o la sordera podían originarse en el hecho de no querer ver u oír algo que produce una angustia profunda.

Al principio Freud pensó que la hipnosis podría desbloquear la entrada al inconsciente, pero los pacientes demostraron una capacidad desigual para la hipnosis. Luego empezó a trabajar con la asociación libre, es decir, le pedía al paciente que se relajara y contara todo lo que pasara por su mente, sin importarle lo embarazoso y trivial que pudiera ser.

Freud suponía que una serie de hechos psicológicos, al igual que piezas de dominó iban cayendo desde el pasado lejano hasta el angustioso presente. El creyó que con la asociación libre podría trazar una línea hacia el pasado y producir una cadena de pensamientos que lo llevarían hasta el inconsciente del paciente y, de ese modo, recuperar y liberar los recuerdos inconscientes y penosos, a menudo originados en la niñez. Freud denominó psicoanálisis a estas teorías y a las técnicas asociadas.

Fuente: Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición, Editorial Médica Panamericana: Madrid
Imagen: OneFromRM (Flickr)

One From R

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Definición de la semana: Psicología social

  • 07/07/2014
  • Alejandra Alonso

La sociabilidad está en nuestra naturaleza. Según quién o qué influya en nuestros pensamientos, podemos creer lo mejor o lo peor de los demás. Y de acuerdo con nuestras actitudes podemos aproximarnos a ellos con los puños cerrados o los brazos abiertos

“No podemos vivir aislados de la sociedad”, destacó el novelista Herman Melville. “Nuestra vida está conectada por miles de hilos invisibles.” Los psicólogos sociales exploran estas conexiones estudiando científicamente cómo pensamos acerca de, influimos y nos relacionamos con los demás.

Fuente: Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana: Madrid.
Imagen: Amsterdamize (Flickr)

  • Definiciones

Definición de la semana: Emoción

  • 23/06/2014
  • Alejandra Alonso

¿De dónde provienen las emociones?¿Por qué las tenemos?¿De qué están hechas? Las emociones son las respuestas adaptativas de nuestro cuerpo.

Cuando enfrentamos desafíos, las emociones dirigen nuestra atención y activan nuestro accionar.

Cuando enfrentamos los desafíos, las emociones dirigen nuestra atención y activan nuestro accionar. Nuestro corazón acelera su ritmo. Todos nuestros sentidos se ponen en alerta máxima. Cuando recibimos noticias inesperadas y buenas nos ponemos a llorar. Levantamos nuestras manos en señal de triunfo. Nos sentimos exuberantes y con una confianza nueva.

Las emociones son una mezcla de:

1. La activación fisiológica.
2. Conductas expresivas.
3. Experiencia consciente que incluye los pensamientos y los sentimientos.

Fuente: Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición, Editorial Médica Panamericana: Madrid.
Imagen:  danielito311 (Flickr)

 

  • Definiciones

Definición de la semana: Medicina conductista

  • 10/06/2014
  • Alejandra Alonso

Todos sabemos que los estados psicológicos provocan reacciones físicas. Si nos ponemos nerviosos cuando tenemos una cita importante, empezamos a sentir cosquillas en el estómago. Si nos sentimos inquietos porque tenemos que hablar en público, vamos al baño repetidas veces.

Si este tipo de estrés persiste, es posible que aparezcan (en las personas que presentan una predisposición fisiológica) erupciones cutáneas, broncoespasmos e hipertensión.

Si el estrés es prolongado-junto con conductas perjudiciales para la salud- es posible que aumente el riesgo de padecer patologías graves que en muchos casos conducirán a la muerte de una de las cuatro causas de enfermedad grave y muerte: cardiopatías, cáncer, accidente cerebrovascular y enfermedades pulmonares crónicas.

Si modificáramos las causas conductuales de enfermedad mejoraríamos la calidad de vida.

La National Academy of Sciences’ Institute of Medicine ha atribuido el 50% de la mortalidad de las 10 causas principales de muerte en los Estados Unidos a la conducta de las personas: tabaquismo, abuso de alcohol, relaciones sexuales sin protección, ignorar los consejos de los médicos, ejercicios físicos insuficientes, consumo de drogas ilegales y alimentación deficiente. Si modificáramos estas causas conductuales de enfermedad, disminuiríamos el sufrimiento, aumentaríamos la expectativa de vida y mejoraríamos la calidad de vida. Con el fin de lograr estos objetivos, los psicólogos y los médicos han creado el campo interdisciplinario de la medicina conductista, que integra conocimientos sobre el comportamiento y la medicina.

En un congreso que se llevo a cabo en la Universidad de Yale en el año 1977 se definió a la medicina conductual como «el campo interdisciplinario que se ocupa del desarrollo y la integración de la ciencia del comportamiento y la ciencia biomédica y las técnicas relevantes relacionadas con la salud y la enfermedad, así como con la aplicación de este conocimiento y dichas técnicas para la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación» (Schwartz & Weiss, 1978, p. 250, citado en Brannon y Feist, 2001).

Fuentes: Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición, Editorial Médica Panamericana: Madrid
Brannon, L. & Feist, J. (2001), Psicología de la Salud, Paraninfo Thomson Learning: Madrid

Imagen:  giuseppesavo (Flickr)

 

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