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Publicaciones por etiqueta

Neurociencias

57 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

El trauma infantil y la conexión entre la materia gris y la anhedonia social

  • 30/12/2022
  • David Aparicio

Un nuevo estudio publicado en Brain Imaging and Behavior busca la posible relación entre el trauma infantil, la anhedonia social y el volumen de materia gris en el cerebro. El estudio encontró que las personas con trauma infantil moderado a severo experimentaron niveles más altos de anhedonia social y presentaron diferencias en la materia gris.

Los resultados mostraron una correlación entre la anhedonia social y el volumen de materia gris en el lóbulo parietal inferior izquierdo y el córtex prefrontal dorsolateral derecho. Estos hallazgos son similares a estudios anteriores que encontraron anormalidades en estas áreas cerebrales relacionadas con la socialización en personas con anhedonia social.

Los investigadores creen que estos resultados contribuyen al entendimiento de las consecuencias del trauma infantil y los factores que pueden hacer que alguien sea vulnerable a la anhedonia social y posiblemente a la depresión o la esquizofrenia.



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Referencia: Fan, J., Liu, W., Xia, J. et al. Childhood trauma is associated with social anhedonia and brain gray matter volume differences in healthy subjects. Brain Imaging and Behavior 16, 1964–1972 (2022). https://doi.org/10.1007/s11682-022-00666-1

  • Análisis

Nervio vago: qué es y función

  • 10/10/2022
  • Laura Ruiz

Los pares craneales son los nervios que se encuentran en el cuerpo humano; se les clasifica por números (y también por nombres), los cuales corresponden al orden en el cual se localizan. Son los encargados de varias funciones relacionadas con el control de la musculatura y algunas glándulas, principalmente sensoriales. 

Entre los pares craneales destaca el número X por su larga extensión, además de por tener una gran complejidad, siendo el responsable de muchas funciones en todo el organismo. Este nervio se conoce también con el nombre de nervio vago, sin embargo su nombre no se refiere a que tenga pocas funciones (todo lo contrario), sino a que se considera un nervio errante.

¿Qué es el nervio vago?

El nervio vago o X par craneal, según el Manual de fisiología de Carlson (2005), es el más complejo de todo el sistema, pues inerva a muchos órganos ubicados en la región abdominal y el tórax, así como también el cuello y la cabeza. Se trata de una de las partes más importantes del sistema nervioso parasimpático.



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Su clasificación como X responde a su posición en el encéfalo, pues es el décimo en surgir, y es parte fundamental del sistema nervioso autónomo, en su división parasimpática. Su clasificación como vago hace referencia a su cualidad de errante que sale desde el encéfalo y desciende hasta el área abdominal. 

Siguiendo a Crossman y Neary (2019), el nervio vago tiene 4 núcleos, cada uno de ellos encargados de tareas específicas, en donde su núcleo dorsal es responsable de la inervación parasimpática del área intestinal, mientras que el núcleo ambiguo va directamente al corazón con fibras tanto parasimpáticas como eferentes motoras.

Por otra parte se encuentra el núcleo solitario, cuya función es recibir fibras viscerales y gustativas, y por último, el núcleo espinal del trigémino, cuya función es netamente sensorial.

Origen del  nervio vago

El nervio vago cuenta con 2 orígenes, uno real que es desde donde se forma y uno aparente que es el lugar del encéfalo a través del cual se percibe la salida de sus fibras. 

Su origen aparente se encuentra en el bulbo raquídeo, justo en la raíz del nervio espinal, cercano a la salida del par craneal  glosofaríngeo, pero sus fibras sensitivas provienen del ganglio yugular y del plexiforme, mientras que las motoras provienen del núcleo ambiguo, cerca del nervio glosofaríngeo, y desde el núcleo dorsal nacen sus fibras vegetativas.

Sus inervaciones y fibras

El nervio vago, como ya hemos mencionado, es responsable de diversas funciones en el organismo dependiendo de su campo de inervación, que se divide en:

  1. Aferente sensitivo general.
  2. Aferente visceral general.
  3. Aferente especial.
  4. Eferente visceral general.

Cada una de ellas se encarga de recoger y llevar información desde y hacia el encéfalo para el control de diversas funciones.

Por otra parte, posee 5 tipos diferentes de fibras que cuentan con funciones específicas; estas son:

1. Fibra motora braquial. Es la parte del nervio vago que se encarga de la función motora de la laringe y la faringe, siendo la responsable de su regulación y activación. 

2. Fibra visceral sensorial. Es una de las más complejas pues su función cubre a múltiples órganos del cuerpo de la parte toracoabdominal, siendo la responsable de llevar información desde y hacia la laringe, la faringe, los pulmones y el corazón, e incluso se encarga de parte del tracto gastrointestinal.

3. Fibra motora visceral. Se encarga de la información desde el músculo liso, se encarga del corazón,  tracto gastrointestinal y tracto respiratorio.

4. Fibra sensorial especial. Fundamental para el proceso de deglución y alimentación, pues controla la epiglotis que es la parte de la laringe que se abre y cierra en el proceso de deglución, además cumple una función importantísima en la recepción de información sensorial en el paladar que permite sentir el gusto de los alimentos.  

5. Fibra sensorial general. Recoge y lleva toda la información desde la fosa craneal posterior, específicamente en la duramadre, además de ser la responsable del paso de información proveniente desde algunas partes del oído.

Función del nervio vago

El nervio vago es fundamental para el ser humano, pues se encarga de diversas funciones fundamentales para la vida, que van desde el control de diversos órganos hasta la recolección de estímulos sensoriales. Gracias a este nervio se controla el ritmo cardíaco, y por otro lado el nervio se encarga también de la actividad motora de la respiración y el proceso digestivo.

Una de sus funciones es determinar cuándo es necesaria la activación del sistema digestivo para el procesamiento de los alimentos, y también cuándo detenerla para que descanse cuando no sea necesario, siendo el responsable de la función de los movimientos, tanto del intestino como del esófago. 

Otra de sus funciones es la deglución; es el responsable del reflejo de la tos y del vómito, pero además, por ser un nervio con cualidades sensoriales, ayuda a la percepción de estímulos gustativos, ayudando a identificar los diferentes sabores. 

Referencias:

  • Carlson, N. R. (2005). Fisiología de la conducta. Madrid: Pearson Educación.
  • Crossman, A. R. y Neary, D. (2019). Neuroanatomía. Barcelona: Elsevier.
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

No hay diferencias cerebrales en las personas con depresión

  • 13/09/2022
  • David Aparicio

El paradigma biomédico de la salud mental para la depresión se puede resumir así: existen diferencias estructurales en las personas con depresión. Si logramos identificarlos podemos desarrollar tratamientos (medicamentos e intervenciones quirúrgicas) que las puedan prevenir y curar.

Esta idea ha monopolizado la investigación y desarrollo de tratamientos psiquiátricos durante la segunda mitad del siglo 20, pero sus resultados han sido bastante estériles. Se han desarrollado miles de investigaciones y no se ha encontrado un marcador útil para la prevención y tratamiento.

Algunos investigadores argumentan que la falta de hallazgos consistentes se debe a la heterogeneidad metodológica de las investigaciones, los diferentes diseños de investigación, las diferencias en los factores inclusión y exclusión, los distintos enfoques metanáliticos o la disparidad de la duración, severidad y episodios depresivos de los participantes.



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La investigación

Así que para aclarar si realmente no existen diferencias cerebrales entre las personas con depresión y sin depresión, una reciente investigación (descarga aquí) de JAMA Psychiatry investigó sistemáticamente una amplia gama de modalidades de investigación neurocientíficas, genéticas y dos factores sociales.

Neuroimágenes

Incluyeron imágenes de resonancia magnética estructural (IRM), imágenes de tensor de difusión, IRM basadas en tareas funcionales y en estado de reposo en condiciones casi ideales.

También se compararon los datos de riesgo poligénico de la depresión con la prueba PsychArray BeadChip, un instrumento que evalúa las variantes genéticas asociadas con los trastornos psiquiátricos más comunes.

Por último se analizaron las variables ambientales como el maltrato infantil y el apoyo social por medio de dos cuestionarios: el Childhood Trauma Questionnaire (CTQ) y el Social Support Questionnaire (F-SozU).

Representación esquemática del diseño de investigación y procedimiento analítico. Para todas las modalidades, los modelos univariados estándar se calculan para encontrar la única variable que muestra la mayor diferencia entre los individuos depresivos y los sanos, lo que representa un límite superior para las diferencias de grupo univariadas. Luego, se estima el tamaño del efecto, la superposición distribucional y la utilidad predictiva para estas variables pico de las diferentes modalidades. η2= tamaño del efecto del modelo estadístico. MACS = Estudio de cohorte afectiva de Marburg-Münster. MRI = Imagen de Resonancia Magnética.
Representación esquemática del diseño de investigación y procedimiento analítico. Para todas las modalidades, los modelos univariados estándar se calculan para encontrar la única variable que muestra la mayor diferencia entre los individuos depresivos y los sanos, lo que representa un límite superior para las diferencias de grupo univariadas. Luego, se estima el tamaño del efecto, la superposición distribucional y la utilidad predictiva para estas variables pico de las diferentes modalidades. η2= tamaño del efecto del modelo estadístico. MACS = Estudio de cohorte afectiva de Marburg-Münster. MRI = Imagen de Resonancia Magnética.

Se excluyeron los sujetos que tenían historia de enfermedades neurológicas, médicas, autoinmunes, inflamatorias, diabetes, infecciones o enfermedades cardiacas. La muestra final fue de 1809 personas, 948 personas sin depresión (grupo control) y 861 personas con depresión leve, moderada y severa, diagnosticada con el SCID-I, una entrevista clínica estructurada.

Resultados

Los resultados fueron abrumadores: los individuos sanos y deprimidos son sorprendentemente similares con respecto a las medidas genéticas y neurobiológicas univariadas:

  • Neuroimágenes: En condiciones estadísticamente ideales, las neuroimágenes solo tenían una precisión del diagnóstico del 53.5 % y 55.6 %. Esto es básicamente lo mismo que tirar una moneda al aire para evaluar la probabilidad de que una persona sufra depresión.
  • Evaluación genética: La evaluación del riesgo poligénico fue levemente más precisa que las neuroimágenes, pero no por mucho. Tuvo una precisión del 58.3 %, pero de igual forma todavía no es mejor que tirar una moneda al aire.
  • Factores ambientales: El apoyo social y el maltrato en la infancia se relacionó directamente con la depresión y tenía una presión del diagnóstico de más de 70 %. Cabe añadir que la investigación no evaluó otras variables socioambientales como el trauma, abuso sexual, abuso físico, perdida de empleo, perdida de la pareja, inseguridad económica o bullying. Es muy probable que estas variables puedan incrementar substancialmente su valor predictivo.

En la siguiente imagen se puede observar que a nivel cerebral no hay diferencias significativas entre una persona con y sin depresión, pero sí entre alguien que sufrió maltrato en la infancia y alguien que no.

Izquierda: η2 tamaño del efecto parcial de variables individuales que muestran el mayor efecto general en cada modalidad. Las barras de error indican el límite superior e inferior para los intervalos de confianza de arranque para η2 parcial. Derecha: precisión de clasificación equilibrada para todas las modalidades basada en la regresión logística de variables individuales que muestran el mayor efecto.
En el lado derecho de la figura se trazan gráficas de estimación de densidad kernel de valores desconfundidos, incluida la superposición de distribución para participantes sanos y depresivos. HC = controles sanos, MDD = trastorno depresivo mayor, DTI = imágenes de tensor de difusión, FA = anisotropía fraccional, MD = difusividad media, RS = resonancia magnética funcional en estado de reposo.
Izquierda: η2 tamaño del efecto parcial de variables individuales que muestran el mayor efecto general en cada modalidad. Las barras de error indican el límite superior e inferior para los intervalos de confianza de arranque para η2 parcial. Derecha: precisión de clasificación equilibrada para todas las modalidades basada en la regresión logística de variables individuales que muestran el mayor efecto. En el lado derecho de la figura se trazan gráficas de estimación de densidad kernel de valores desconfundidos, incluida la superposición de distribución para participantes sanos y depresivos. HC = controles sanos, MDD = trastorno depresivo mayor, DTI = imágenes de tensor de difusión, FA = anisotropía fraccional, MD = difusividad media, RS = resonancia magnética funcional en estado de reposo.

Conclusión

Los autores consideran que ni las imágenes cerebrales ni los exámenes de riesgo poligénico pueden considerarse informativos desde una perspectiva psiquiátrica personalizada, ya que ambos grupos son casi indistinguibles. Y, en general, ninguna de estas dos modalidades explicó más del 2 % de la variación entre sujetos sanos y depresivos.

Estos resultados contrastan con los factores ambientales autoinformados, como el maltrato infantil o el apoyo social percibido, que explican de 6 a 48 veces más variación interindividual en comparación con la neuroimagen y los datos genéticos. Asimismo, la similitud distribucional entre sujetos sanos y deprimidos, incluso en las variables individuales que muestran la mayor diferencia.

¿Cómo explicar la discrepancia entre la realidad epidemiológica de los pacientes y la falta de desviación neurobiológica?

Los autores sostienen que:

  • Es posible que los datos de las neuroimágenes no estén funcionando porque se están midiendo propiedades del cerebro que son irrelevantes para la depresión.
  • Es necesario dirigir los esfuerzos de investigación hacia mediciones cerebrales que sean temporal y espacialmente más finas y, por lo tanto, podrían proporcionar información clínicamente más relevante.
  • Las técnicas de neuroimagen más sofisticadas, como los análisis de conectomas basados en la teoría de grafos, la adquisición mejorada de datos de IRMf o la imaginología estructural de alto campo, podrían mejorar el potencial de los datos de neuroimagen para proporcionar biomarcadores de enfermedades univariantes.

Comentarios

Me parece contradictorio que se sigan recomendado otros métodos de investigación neurocientífica para seguir tercamente buscando marcadores cerebrales de la depresión cuando las investigaciones, no solo esta, están diciendo que no hay diferencias estructurales y que son los factores socio ambientales los más importantes. Factores en los que tenemos mucho que trabajar: reducir maltrato infantil, estabilidad económica, mejores oportunidades laborales, reducir el bullying, etc. Hay más de 300 millones de personas con depresión en el mundo, no porque tengan algo diferente en sus cerebros, sino porque el mundo se está haciendo cada vez más doloroso para ellos.

Referencia: Winter, N. R., Leenings, R., Ernsting, J., Sarink, K., Fisch, L., Emden, D., . . . & Hahn, T. (2022). Quantifying deviations of brain structure and function in major depressive disorder across neuroimaging modalities. JAMA Psychiatry, 79(9):879-888. doi:10.1001/jamapsychiatry.2022.1780

  • Análisis

Amígdala: qué es y función

  • 07/09/2022
  • Laura Ruiz

La amígdala es una estructura del cerebro que se encarga de las emociones y que está estrechamente relacionada con el proceso de aprendizaje y la memoria. Es uno de los principales núcleos que conforman el sistema límbico, un complejo sistema que se encarga del procesamiento y generación de emociones que se encuentra en lo que se conoce con el nombre de cerebro medio.

Se trata de una estructura bastante compleja que, como sucede con casi todo el cerebro, aún no se conoce la totalidad de sus funciones e implicaciones, pues a medida que avanzan las investigaciones científicas se revelan cada vez más misterios del maravilloso complejo amigdalino y su impacto en la vida y supervivencia de los mamíferos.

¿Qué es la amígdala?

La amígdala es una estructura subcortical que se encuentra ubicada en la parte interna del lóbulo temporal medial de todos los mamíferos. Se encarga de controlar todo lo relacionado con las emociones y los sentimientos. Junto con otras estructuras cerebrales conforma el sistema límbico.



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Cuenta con una gran cantidad de conexiones que van hacia el encéfalo, y se sabe que además de influir en las emociones, juega un papel fundamental en el proceso mnémico. Al ser una estructura tan compleja e importante, cuenta además con la posibilidad de afectar la manera en la que funciona todo el organismo y el sistema nervioso.

Es una pieza clave de la supervivencia de los mamíferos, pues se encarga de dar una respuesta fisiológica y conductual ante los estímulos, integrando las emociones con las respuestas establecidas que se tienen (patrones conductuales).

Su importancia radica en que no solo se trata de una estructura que se encarga de generar las emociones ante las diversas situaciones que se presentan, sino que además tiene la capacidad de inhibir conductas, lo cual ha sido clave para la supervivencia y evolución de los mamíferos, incluyendo a los seres humanos.

Se encarga además de la expresión somática que se tiene ante las emociones que se presentan y la coordinación entre esas emociones y su sentimiento de manera consciente siendo una pieza clave para el aprendizaje basado en las experiencias emocionales.

También se le conoce con el nombre de complejo amigdalino, esto debido a que está formada por 3 partes, siendo una de las estructuras más complejas del cerebro de la cual aún no se logra comprender por completo su función e implicaciones en la vida entera de los mamíferos.

Complejo amigdalino: las 3 partes de la amígdala

La amígdala está conformada por 3 partes, como mencionamos anteriormente y ellas son:

  • Núcleo corticomedial. Es la parte encargada del control hormonal y captación de feromonas, por ende tiene un papel importantísimo en la función sexual de los mamíferos, además de ser la parte encargada de producir la sensación de saciedad al comer.
  • Núcleos basolaterales. Estos núcleos se encargan, junto al núcleo corticomedial, de producir la saciedad. Son fundamentales también en el aprendizaje de las respuestas emocionales, principalmente las relacionadas con el miedo.
  • Núcleo central. Es el principal responsable de las respuestas emocionales. Su función afecta directamente al sistema nervioso autónomo y a las respuestas físicas en relación con las respuestas emocionales.

Funciones de la amígdala

Como varias de las estructuras cerebrales, la amígdala cuenta con diversas funciones que permiten a los mamíferos poder funcionar y sobrevivir. Es importante tener en cuenta que aún quedan misterios en relación con todas las funciones que cumple esta compleja estructura. A continuación veremos algunas de ellas.

Respuesta emocional

La amígdala no sólo se encarga de producir una respuesta emocional, sino que es capaz de anticiparla, teniendo en cuenta los estímulos que se presentan produciendo reacciones fisiológicas que nos preparan para inhibir respuestas o actuar, como tensión muscular, aumento de la frecuencia cardiaca, aumento de la respiración, etc.

Se ha determinado que la amígdala es fundamental para la percepción y producción de reacciones relacionadas con el miedo, incluso se han realizado estudios mediante el procesamiento musical donde se ha observado que los pacientes con lesiones en la amígdala son incapaces de percibir la música que se asocia al miedo.

Memoria episódica

Una de las cualidades más destacadas de la amígdala es su función dentro de la memoria episódica, la cual nos ayuda a rememorar situaciones que se han vivido previamente. Permite recordar emociones asociadas a eventos particulares, sobre todo cuando han tenido un impacto emocional importante.

Gracias a esta función se puede recordar lo que se estaba haciendo con detalles, e incluso nos permite ser capaces de sentir como si estuviéramos viviendo de nuevo determinadas situaciones, principalmente aquellas en las que ha estado presente el miedo como emoción central.

Procesamiento de la información

La amígdala es la estructura que se encarga de recoger toda la información de alrededor para determinar una respuesta emocional ante ello que nos permita mantenernos a salvo, y en esto juegan un papel importante las experiencias previas.

Por ejemplo, si hemos sido atacados por un perro es más probable que estemos atentos de cualquier perro que pueda estar en la calle. Nuestra atención se enfoca en la búsqueda de ese estímulo significativo que tiene importancia para nosotros.

Análisis social

Por otro lado, a través de las funciones de la amígdala podemos determinar si otras personas son o no confiables, mediante la evaluación y análisis de su rostro y expresiones faciales, siendo fundamental dentro del proceso de cognición social.

En lo que se refiere a ello, estudios como el de Winston y colaboradores (2002) o el estudio de Engell y colaboradores (2007), ambos realizados con imágenes cerebrales, informaron que la actividad de la amígdala aumenta cuando una persona se enfrenta a una cara de aspecto poco fiable.

Y otro estudio, de Adolphs y colaboradores (1998), encontró que pacientes con lesiones bilaterales en la amígdala evalúan cada rostro que se les presenta como digno de confianza, y que la amígdala se activa cuando una persona se encuentra con rostros temerosos. Estos hallazgos demostrarían que las personas perciben que un objeto, en este caso un rostro, es digno de su confianza cuando la amígdala no está activada.

Aprendizaje emocional

La amígdala también se encarga de ayudar a que el cerebro sea capaz de consolidar y posteriormente almacenar toda la información que ha tenido implícito un impacto emocional. Mientras mayor sea el impacto emocional, más fuerte se consolidará el aprendizaje.

Por eso resulta sencillo recordar aquellas cosas que se han aprendido o vivido con emociones intensas (sobre todo agradables), como la alegría, y más aún aquellas que se han aprendido con miedo, pues su huella emocional ha sido más fuerte.

Referencias:

  • Adolphs, R., Tranel, D. & Damasio, A. The human amygdala in social judgment. Nature 393, 470–474 (1998). https://doi.org/10.1038/30982
  • Andrew D. Engell, James V. Haxby, Alexander Todorov; Implicit Trustworthiness Decisions: Automatic Coding of Face Properties in the Human Amygdala. J Cogn Neurosci 2007; 19 (9): 1508–1519. doi: https://doi.org/10.1162/jocn.2007.19.9.1508
  • Winston, J., Strange, B., O’Doherty, J. et al. Automatic and intentional brain responses during evaluation of trustworthiness of faces. Nat Neurosci 5, 277–283 (2002). https://doi.org/10.1038/nn816
  • Análisis
  • Salud Mental y Tratamientos

Tenemos mucha información sobre el cerebro y los genes, pero es poco útil en la práctica clínica

  • 23/08/2022
  • Allen Frances

Por Allen Frances

Allen Frances es psiquiatra estadounidense. Fue presidente del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke en Carolina del Norte, y del grupo de trabajo que produjo la cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, o DSM-IV (1994). Es autor de Differential Therapeutics (1984), Your Mental Health (1999), Saving Normal (2013), Essentials of Psychiatric Diagnosis (2013) y Twilight of American Sanity (2017).

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Nunca ha habido un problema que enfrente a la humanidad más complejo que comprender nuestra propia naturaleza humana. Y no faltan respuestas claras, plausibles e incorrectas que pretenden sondear sus profundidades.

Habiendo tratado a muchos miles de pacientes psiquiátricos en mi carrera, y habiendo trabajado en los esfuerzos de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría para clasificar los síntomas psiquiátricos (publicados como el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, o DSM-IV y DSM-5), puedo afirmar con confianza que no hay respuestas claras en psiquiatría. Lo mejor que podemos hacer es adoptar un modelo ecuménico de cuatro dimensiones que incluya todos los posibles contribuyentes al funcionamiento humano: lo biológico, lo psicológico, lo social y lo espiritual. Reducir a las personas a un solo elemento: su funcionamiento cerebral, sus tendencias psicológicas, su contexto social o su lucha por el significado, da como resultado una imagen plana y distorsionada que deja fuera más de lo que puede capturar.

El Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés) fue establecido en 1949 por el gobierno federal de los Estados Unidos con el objetivo práctico de proporcionar «un análisis y una reevaluación objetivos, completos y nacionales de los problemas humanos y económicos de la salud mental». Hasta hace 30 años, el NIMH apreciaba la necesidad de este enfoque integral y mantenía un presupuesto de investigación equilibrado que cubría una gama extraordinariamente amplia de temas y técnicas.

Pero en 1990, el NIMH cambió de rumbo repentina y radicalmente, y se embarcó en lo que denominó reveladoramente la «Década del cerebro». Desde entonces, el NIMH ha reducido cada vez más su enfoque casi exclusivamente a la biología del cerebro, dejando de lado todo lo demás que nos hace humanos, tanto en la salud como en la enfermedad. Habiendo perdido en gran medida el interés en la difícil situación de las personas reales, el NIMH ahora podría ser renombrado con mayor precisión como el «Instituto Nacional de Investigación del Cerebro».

Hemos adquirido una ventana fantástica al funcionamiento de los genes y el cerebro, pero poco para ayudar en la práctica clínica

Este reduccionismo fuera de lugar surgió de la disponibilidad de herramientas de investigación espectaculares (por ejemplo, el Proyecto del Genoma Humano, imágenes de resonancia magnética funcional, biología molecular y aprendizaje automático) combinadas con la creencia ingenua de que la biología del cerebro podría eventualmente explicar todos los aspectos del funcionamiento mental. Los resultados han sido una gran aventura intelectual, pero un fracaso clínico colosal. Hemos adquirido una ventana fantástica al funcionamiento de los genes y el cerebro, pero poco para ayudar en la práctica clínica.

Cuanto más aprendemos sobre la genética y el cerebro, más imposiblemente complicados se revelan ambos. No hemos recogido ninguna fruta al alcance de la mano después de tres décadas y $ 50 mil millones porque simplemente no hay ninguna fruta al alcance de la mano para recoger. El cerebro humano tiene alrededor de 86 mil millones de neuronas, cada una de las cuales se comunica con miles de otras a través de cientos de moduladores químicos, lo que lleva a billones de conexiones potenciales. No es de extrañar que revele sus secretos muy gradualmente y poco a poco.

La genética ofrece la misma complejidad desconcertante. Por ejemplo, la variación en más de 100 genes contribuye a la vulnerabilidad a la esquizofrenia, con cada gen contribuyendo solo un poco e interactuando de las maneras más increíblemente complicadas con otros genes, y también con el entorno físico y social. Aún más desalentador, los mismos genes a menudo están implicados en la vulnerabilidad a múltiples trastornos mentales, lo que frustra cualquier esfuerzo por establecer la especificidad. Las permutaciones casi interminables derrotarán cualquier respuesta genética fácil, sin importar cuántas décadas y miles de millones invirtamos.

El NIMH se ha encerrado en una cartera de investigación gravemente desequilibrada. Jugar con juguetes de investigación genética y del cerebro «geniales» supera la tarea mucho más difícil y menos gratificante intelectualmente de ayudar a personas reales.

Compare este fracaso actual del NIMH con una gran historia de éxito del pasado lejano del NIMH. Uno de los puntos culminantes de mi carrera fue formar parte del comité de subvenciones del NIMH que financió estudios de psicoterapia en la década de 1980. Ayudamos a apoyar la investigación de la psicóloga estadounidense Marsha Linehan que la llevó a desarrollar la terapia dialéctica conductual (DBT); el desarrollo de la terapia cognitiva del psiquiatra estadounidense Aaron T Beck; junto con muchos otros investigadores y temas. Estudios posteriores han establecido que la psicoterapia es tan eficaz como los medicamentos para la depresión leve a moderada, la ansiedad y otros problemas psiquiátricos, y evita la carga de los efectos secundarios y las complicaciones de los medicamentos. La investigación en psicoterapia del NIMH ya ha ayudado a millones de personas en todo el mundo.

En un mundo racional, el NIMH continuaría financiando un sólido presupuesto de investigación en psicoterapia y promovería su uso como una iniciativa de salud pública para reducir la sobreprescripción masiva actual de medicamentos psiquiátricos en los EE. UU. La psicoterapia breve sería el tratamiento de primera línea para la mayoría de los problemas psiquiátricos que requieren intervención. Los tratamientos farmacológicos se reservarían para problemas psiquiátricos graves y para aquellas personas que no han respondido lo suficiente a la conducta expectante oa la psicoterapia.

La investigación en psicoterapia del NIMH ya ha ayudado a millones de personas en todo el mundo

Desafortunadamente, no vivimos en un mundo racional. Las compañías farmacéuticas gastan cientos de millones de dólares cada año para influir en los políticos, comercializar engañosamente a los médicos y promocionar los tratamientos farmacéuticos entre el público. Vendieron con éxito el jingle de marketing falso de que todos los síntomas emocionales se deben a un «desequilibrio químico» en el cerebro y, por lo tanto, todos requieren una solución de pastillas. El resultado: el 20 por ciento de los ciudadanos estadounidenses usan drogas psicotrópicas, la mayoría de las cuales no son más que costosas placebos, todas las cuales pueden producir efectos secundarios dañinos.

Artículo recomendado: No hay evidencia de que la depresión sea causada por niveles bajos de serotonina

Las compañías farmacéuticas son un Goliat comercial con un enorme poder político y económico. La psicoterapia es un pequeño David sin presupuesto de marketing; no hay vendedores que asalten los consultorios médicos; sin anuncios de televisión; sin ventanas emergentes de Internet; ninguna influencia con los políticos o las compañías de seguros. No sorprende entonces que el descubrimiento de la investigación en psicoterapia por parte del NIMH haya ido acompañado de su descubrimiento en la práctica clínica. Y la adopción del reduccionismo biológico por parte del NIMH proporciona una legitimación no intencionada e injustificada de la promoción de las compañías farmacéuticas de que hay una píldora para cada problema.

Artículo recomendado: Cómo tomar la noticia de que no se ha demostrado que la depresión sea causada por un desequilibrio químico

Un presupuesto NIMH equilibrado contribuiría en gran medida a corregir las dos catástrofes de salud mental más grandes de la actualidad. Los estudios que comparen la psicoterapia con la medicación para una amplia variedad de trastornos mentales de leves a moderados ayudarían a nivelar el campo de juego para los dos y, finalmente, reducirían nuestra enorme dependencia excesiva de los tratamientos farmacológicos para los «desequilibrios químicos» inexistentes . Se necesita desesperadamente investigación sobre los servicios de salud para determinar las mejores prácticas para ayudar a las personas con enfermedades mentales graves a evitar el encarcelamiento y la falta de vivienda, y también a escapar de ellos.

El NIMH tiene derecho a vigilar el futuro, pero no a expensas de las necesidades desesperadas del presente. La investigación del cerebro debe seguir una parte importante de una agenda equilibrada del NIMH, no su única preocupación. Después de 30 años recorriendo un callejón sin salida biorreduccionista, ya es hora de que el NIMH considere un reinicio biopsicosocial y reequilibre su cartera de investigación muy desigual.

Artículo publicado en AEON y cedido para su publicación en Psyciencia.

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Efecto del aislamiento social en el cerebro

  • 22/08/2022
  • Alejandra Alonso
person sitting on rock on body of water

Actualmente existe evidencia que apoya la hipótesis de un cerebro social. Un estudio mapeó las regiones cerebrales involucradas en las interacciones sociales en aproximadamente 7,000 personas y observó que las regiones cerebrales consistentemente involucradas en interacciones sociales diversas, están fuertemente vinculadas a redes que apoyan la cognición, incluyendo:

  1. La red de modo por defecto (que se activa cuando no nos enfocamos en el mundo externo).
  2. La red de saliencia (que nos ayuda a seleccionar a lo que le prestaremos atención).
  3. La red subcortical (involucrada en la memoria, emociones y motivación).
  4. La red ejecutiva central (que nos permite regular nuestras emociones).

Metodología

Un grupo de investigadores quería tener una idea más clara de cómo el aislamiento social afecta la materia gris. Para ello utilizaron los datos de cerca de 500,000 personas del Biobanco del Reino Unido, con una edad promedio de 57 años. 

Se clasificaba a las personas como socialmente aisladas si vivían solas, sus contactos sociales sucedían menos de una vez al mes y si participaban en actividades sociales menos de una vez a la semana. También se incluyeron los datos de neuroimagen (IRM) de casi 32,000 personas.



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Resultados

Los hallazgos indican que las personas socialmente aisladas eran cognitivamente más pobres, incluyendo su memoria y sus tiempos de reacción. También se observó un volumen menor de materia gris en muchas partes del cerebro:

  1. La región temporal (que procesa el sonido y ayuda a codificar la memoria).
  2. El lóbulo frontal (que está involucrado en la atención, el planeamiento y las tareas cognitivas complejas).
  3. El hipocampo (un área clave, involucrada en el aprendizaje y la memoria, que suele estar afectado en etapas tempranas de la enfermedad de Alzheimer).

También encontraron un vínculo entre niveles más bajos de materia gris y procesos genéticos específicos involucrados en la enfermedad de Alzheimer.

Hubo seguimientos con los participantes 12 años después. Esto mostró que aquellos que estaban socialmente aislados, pero no solos, tenían un 26% más de riesgo de demencia.

Posibles explicaciones

Es necesario determinar los mecanismos exactos detrás de los profundos efectos del aislamiento social en nuestros cerebros. Lo que es claro es que, si una persona está aislada, podría estar sufriendo estrés crónico. Lo que a su vez tiene un mayor impacto en el cerebro y en la salud física.

También podría suceder que, al no usar ciertas áreas cerebrales, sus funciones se vayan perdiendo: Un estudio con taxistas encontró que mientras más memorizaban rutas y direcciones, más aumentaba el volumen del hipocampo. Es posible que, si una persona no se involucra de forma regular en discusiones sociales, por ejemplo, el uso del lenguaje y otros procesos cognitivos (atención, memoria) disminuyan. Así podría verse afectada nuestra habilidad de llevar a cabo tareas cognitivas complejas en general.

Acciones preventivas

Mantener el cerebro activo: Sabemos que se puede desarrollar un sólido conjunto de habilidades de pensamiento a lo largo de la vida, llamado «reserva cognitiva», manteniendo el cerebro activo. Una buena manera de hacerlo es aprendiendo cosas nuevas, como otro idioma o un instrumento musical. Se ha demostrado que la reserva cognitiva mejora el curso y la gravedad del envejecimiento. Por ejemplo, puede proteger contra una serie de enfermedades o trastornos de salud mental, incluidas formas de demencia, esquizofrenia y depresión, especialmente después de una lesión cerebral traumática.

Estilo de vida: También hay elementos de estilo de vida que pueden mejorar su cognición y bienestar, que incluyen una dieta saludable y ejercicio. Para la enfermedad de Alzheimer, existen algunos tratamientos farmacológicos, pero es necesario mejorar su eficacia y reducir los efectos secundarios. Existe la esperanza de que en el futuro haya mejores tratamientos para el envejecimiento y la demencia. Una vía de investigación a este respecto son las cetonas exógenas, una fuente de energía alternativa a la glucosa, que se pueden ingerir a través de suplementos nutricionales, pero la evidencia aún es escasa.

Abordaje del aislamiento social: El estudio que se exploró en este artículo indicaría que este factor tiene una gran influencia en la salud. Las autoridades podrían planificar y organizar actividades sociales para ayudar a personas que estén aisladas, particularmente en la vejez. Si la interacción en persona no es una opción, la tecnología puede proporcionar un sustituto (aunque esto es aplicable a generaciones nuevas, más familiarizadas con su uso).

Es difícil discutir el hecho de que los seres humanos necesitamos socializar y disfrutamos de la conexión con otros sin importar la edad que tengamos. Ahora sabemos también que su papel en nuestra salud cognitiva es clave.

Referencia del artículo: Chunliang Feng;Simon B. Eickhoff;Ting Li;Li Wang;Benjamin Becker;Julia A. Camilleri;Sébastien Hétu;Yi Luo; (2021). Common brain networks underlying human social interactions: Evidence from large-scale neuroimaging meta-analysis . Neuroscience & Biobehavioral Reviews, (), –. doi:10.1016/j.neubiorev.2021.03.025
 
Fuente: The Conversation

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Efectos del entrenamiento de alta intensidad en el desarrollo cerebral de adolescentes

  • 11/08/2022
  • Alejandra Alonso
woman holding exercise ropes

Un estudio, publicado en Psychophysiology, encontró un aumento del metabolismo en el hipocampo izquierdo luego de una intervención de actividad física de 6 meses para adolescentes.

El autor principal, David Luban, busca evaluar y difundir intervenciones de actividad física en las escuelas. Adicionalmente, le interesa estudiar los efectos y mecanismos de la actividad física en la cognición y la salud mental de los jóvenes. 

Metodología

El estudio examinó a 56 adolescentes de cuatro escuelas secundarias en Nueva Gales del Sur, Australia, que fueron asignados aleatoriamente o bien a una intervención Burn 2 Learn o a un grupo de control. Aquellos en la intervención Burn 2 Learn completaron al menos dos sesiones de entrenamiento de intervalos de alta intensidad por semana durante 16 semanas. El entrenamiento, que varió en duración de 8 a 20 minutos, involucró una combinación de ejercicios aeróbicos y de resistencia de peso corporal.



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Los participantes se sometieron a escáneres cerebrales antes y después del período de 16 semanas para evaluar los cambios neuronales inducidos por el ejercicio, y los investigadores utilizaron espectroscopia de resonancia magnética para identificar cambios en las concentraciones de metabolitos cerebrales en el hipocampo.

¿Qué observaron?

En comparación con el grupo de control, los investigadores observaron que los participantes que completaron la intervención Burn 2 Learn tendían a tener mayores concentraciones en el hipocampo izquierdo de N-acetilaspartato (NAA) y glutamato+glutamina (Glx), dos marcadores de actividad metabólica cerebral. Además, estos cambios en el hipocampo se asociaron con mejoras en la aptitud cardiorrespiratoria, la aptitud muscular y la memoria de trabajo.

Es decir que, participar en actividad física de intensidad vigorosa durante un período de tiempo relativamente corto parece simular el crecimiento cerebral en adolescentes mayores.

La nueva investigación es parte de un estudio más amplio que incluyó a casi 700 estudiantes. Un análisis previo de los datos encontró evidencia de que el entrenamiento de intervalos de alta intensidad resultó en reducciones en el estrés percibido y problemas de internalización entre los participantes que fueron clasificados como obesos o con sobrepeso al comienzo del estudio.

Según el autor, todavía hay muchas dudas que resolver en cuanto a este tema, por ejemplo la cantidad mínima de ejercicio necesaria para estimular el metabolismo del hipocampo en adolescentes. Además recomienda buscar muestras más grandes para replicar los resultados e investigar si los cambios en la aptitud cardiorrespiratoria y la aptitud muscular medían cambios en las concentraciones de metabolitos del hipocampo, y si las concentraciones de metabolitos medían los beneficios de la actividad física en la memoria de trabajo.

Los resultado se suman a un creciente cuerpo de investigaciones que registran los beneficios de la actividad física para la salud integral de las personas, en todas las edades.

Referencia del estudio: Valkenborghs, S., Hillman, S., Al-Iedani, O., Nilsson, M., Smith, J. Leahy, A.,Harries, S., Ramadan, S., Lubans, D. (2022), Effect of high-intensity interval training on hippocampal metabolism in older adolescents. Psychophysiology. DOI: https://doi.org/10.1111/psyp.14090

Fuente: Psypost

  • Artículos Recomendados de la Web

Es hora de pagar tu deuda de sueño

  • 19/07/2022
  • David Aparicio
apartment bed carpet chair

 Oliver Whang para The New York Times:

Como lo ha descubierto la mayoría de los humanos, tras un par de noches de mal sueño a menudo vienen el aturdimiento, la dificultad para concentrarse, la irritabilidad, los cambios de humor y la somnolencia. Durante años, se pensó que estos efectos, acompañados de una deficiencia cognitiva como un pésimo desempeño en pruebas de memoria a corto plazo, se le podían atribuir en su mayor parte a un químico llamado adenosina, un neurotransmisor que inhibe los impulsos eléctricos en el cerebro. Se habían observado de manera constante picos de adenosina en ratas y humanos a los que les faltaba dormir más.

Sin embargo, los niveles de adenosina se pueden corregir con rapidez tras un par de noches de buen sueño. Esto dio lugar a un consenso científico: la deuda de sueño se podía saldar con un par de siestas de calidad, así lo reflejan frases casuales como “Debo poner al corriente mis horas de sueño” o “Estaré más despierto mañana”.

No obstante, una nueva revisión en un artículo publicado hace poco en la revista Trends in Neurosciences sostiene que la sabiduría pop del sueño como algo que se puede ahorrar y compensar son patrañas. Según el estudio, en el cual se analizó el último par de décadas de investigación sobre los efectos neuronales a largo plazo de la privación del sueño tanto en animales como humanos, cada vez hay más evidencias de que, si se duerme demasiado poco, es muy probable que se produzca un daño cerebral de larga duración y aumente el riesgo de trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer.

Lee el artículo completo en The New York Times.



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  • Recursos para Profesionales de la Psicología

Neuronas con y sin mielina

  • 12/07/2022
  • David Aparicio

La animación que ves más arriba es una comparación entre la conducción continua de un impulso nervioso en una neurona sin mielina y el salto del impulso entre los nódulos de una neurona mielinizada, denominada conducción saltatoria. La mielina es una sustancia blanca hecha en su mayor parte de colesterol que funciona como una membrana de aislamiento alrededor un cable y permite que los impulsos neuronales puedan viajar más rápidos.

Aquí hay un video de KhanAcademy en español que lo explica con más detalle:

Fuente: DocJana



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  • Artículos Recomendados de la Web

¿Esta imagen se mueve?

  • 12/07/2022
  • David Aparicio

Laura Camacho explica cómo funciona esta ilusión óptica:

La imagen superior no se mueve. El agujero no se hace más grande, no se expande, ni hay mayor oscuridad de repente. Se trata de una ilusión óptica, y es una de las protagonistas de una investigación publicada recientemente en la revista Fronteirs in human neuroscience. El experimento ha consistido en mostrar esta imagen y otras del mismo estilo, pero con colores diferentes, y las reacciones ante estos estímulos muestran que, aunque no son imágenes reales, sino que se tratan de imágenes ilusorias, el cuerpo del ser humano reacciona ante ellas. En este caso, y a través de un rastreador ocular, los científicos han demostrado cómo las pupilas cambian al observar estas imágenes ilusorias. Cuando el agujero es negro, lo que evoca una mayor oscuridad, las pupilas se dilatan, al igual que al entrar en una habitación a oscuras. En cambio, cuando el agujero central es de color, incluyendo el blanco, que sugieren una expansión de la luz, las pupilas de las personas se contraían. En el primer caso, la dilatación se dio de manera monótona, mientras que con los agujeros de colores las pupilas se contrajeron inicialmente con el contacto con la imagen, pero luego mostraron menos cambios. Además, las expansiones subjetivas eran más débiles en comparación con los agujeros negros.

Lee el artículo completo en El País.



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