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TDAH

41 Publicaciones
  • Salud Mental y Tratamientos

Entrenamiento neurocognitivo en niños con TDAH ¿Qué tan efectivo es?

  • Mauro Colombo
  • 04/07/2019

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), es uno de los trastornos del neurodesarrollo de mayor prevalencia en la actualidad. Alrededor de un 5% de la población infanto-juvenil lleva este diagnóstico. Dentro de las características habituales del cuadro, hallamos diversas dificultades para el control de impulsos, fallas generales de las funciones atencionales, hiperactividad y desorganización general a nivel comportamental. En la adolescencia, estos niños tendrán mayores probabilidades de presentar otros trastornos comórbidos, como ansiedad, depresión o consumo de sustancias (Ives, 2006).

Existen muchas controversias en relación al TDAH, algunas cuestionando su existencia (pueden leer aquí sobre eso), otras criticando el aumento desmedido del cuadro o alertando de sobrediagnósticos, y otras en relación a que tratamientos son más eficaces. Al respecto, y ya que es el tema que nos compete en el presente artículo, uno de los grandes debates en torno a este trastorno está dado en que tipo de abordaje debe ser tomado como de primera línea, si los de corte psicológico, si los medicamentosos, o los combinados. En Psyciencia en numerosas oportunidades se abordó esta cuestión, ya sea mostrando los beneficios de la terapia de conducta, analizando los efectos (positivos y negativos) de los psicofármacos, o comparando los efectos de administrar en diversos órdenes un tratamiento psicológico o farmacológico.

Un metaanálisis publicado este año se propuso investigar la utilidad de los programas computarizados de entrenamiento neurocognitivo en niños con TDAH, para evaluar la eficacia de estos.

¿En qué consisten los programas computarizados de entrenamiento neurocognitivo?

Los programas de entrenamiento neurocognitivo apuntan a intervenir en (valga la redundancia) déficits cognitivos, mediante la utilización de estrategias y procedimientos neuropsicológicos y herramientas externas, cuya finalidad es incrementar el procesamiento de información y la adaptación funcional de personas con algún tipo de disminución neurológica (Carvajal – Castrillón & Restrepo, 2013). Este tipo de entrenamientos puede utilizarse en muy diversas poblaciones, aunque la revisión a la que aludimos se ha abocado a su aplicación en TDAH y específicamente, en niños. En este trastorno, aquellos componentes neuropsicológicos que se encuentran con mayor afectación según la literatura científica son la atención, la inhibición y la memoria de trabajo. También encontramos menciones a la velocidad de procesamiento, la organización motora, percepción temporal y aversión a la demora (Yáñez & Prieto, 2016).  La flexibilidad cognitiva, el lenguaje y la orientación visoespacial son otras habilidades afectadas (Pérez, Molina & Gómez, 2016).

Los programas computarizados de entrenamiento neurocognitivo por su parte son herramientas informáticas que buscan cumplir los mismos roles que los procedimientos tradicionales neuropsicológicos, para incrementar aquellas funciones mencionadas anteriormente. Se apoyan por un lado en los nuevos desarrollos de la tecnología informática, y por el otro en la amplia popularidad que tienen, especialmente en niños y adolescentes. Estos programas, de la misma forma que se mencionó en torno de los entrenamientos habituales, pueden ser útiles para una amplia gama de personas con problemas neurológicos, incluidas (más bien eso busca determinar la revisión a la que hacemos referencia aquí), personas con TDAH.

La evidencia científica sobre la utilidad del uso de programas de rehabilitación cognitiva es controversial

Dentro de las ventajas que estas nuevas herramientas podrían tener, encontramos la adaptación de los estímulos a lo sujetos, la retroalimentación inmediata, el entrenamiento de acuerdo con el rendimiento y una mayor accesibilidad (Rute – Pérez, 2018). El uso de estos programas se ha ampliado en los últimos años, y si bien existe cierta evidencia de su utilidad para personas con trastornos de déficit de atención e hiperactividad, la misma no es consistente por el uso de distintos programas o discrepancias en las habilidades de las que se ocuparían de estimular.

En qué consistió la revisión

Para rastrear las investigaciones que evaluaron la eficacia de estas herramientas en TDAH, se realizó una búsqueda en bases de datos como PubMed, Web of Science (ISI), SciELO, Redalyc, PsycINFO, MEDLINE y Dialnet. Además de buscadores como Google Académico. Como criterios de inclusión, los estudios debían estar comprendidos entre el 2013 y el 2018, poniendo como tope por cada programa hasta 50 estudios, y abocados a niños y adolescentes con TDAH. A su vez, podían ser artículos empíricos, de revisión, tesis o libros relacionados con la temática. Podían estar redactados en cualquier idioma y debían estar completos y ser de libre acceso.

Para el análisis de la revisión, se organizaron los programas teniendo en cuenta aspectos comunes entre ellos, además de la observación de similitudes y diferencias entre las evidencias reportadas.

Se encontraron 2182 resultados, de las cuales únicamente 60 cumplieron los criterios de inclusión señalados anteriormente. Estos resultados se organizaron teniendo en cuenta: autores, idioma, descripción, población objetivo, edades, tipo de programa (dirigido a población general o TDAH), intervención grupal o individual, frecuencia de uso y duración del programa de entrenamiento. A su vez, se categorizaron de acuerdo con los diversos dominios neurocognitivos que se trabajan en el trastorno en cuestión.

Resultados de la búsqueda

Entre los 60 estudios que cumplieron los requisitos de inclusión, se encontraron 12 programas de entrenamiento neurocognitivo. Los mismos son: BrainHQ, Captain’s Log Mind Power Builder, Cogmed, CogniFit, Engage, ETAM, Jungle  Memory, Learning  Rx,  Lumosity, MeMotiva  Junior, TDAH Kids  Trainer y TEAMS.

De estos 12 programas, 7 están disponibles en el idioma español y en 6 la edad a la que están dirigidos es variable, pudiendo utilizarlos tanto niños como adultos. A la población general se enfocan 2, mientras que 4 de ellos tienen ejercicios tanto para la población en general como para TDAH. El resto, son específicos del trastorno por déficit de atención e hiperactividad. La mayoría de ellos prefieren el entrenamiento individual más que grupal.

De la revisión, aquellos de los que se encontró mayor evidencia son en orden decreciente:

  • Cogmed

  • Lumosity

  • Learning RX

  • Cognifit

  • TEAMS

Los objetivos de estos programas no eran los mismos en cada caso, buscando intervenir sobre funciones diversas como velocidad de procesamiento, habilidades sociales, atención, memoria, razonamiento, lenguaje, habilidades visoespaciales y motoras, percepción, etc.

Análisis de los resultados

De acuerdo a las investigaciones, no se ha podido establecer la frecuencia de utilización óptima para rehabilitar/ fomentar las habilidades de las cuales se ocupan estos programas. Existe variación entre la utilización de estas herramientas, aunque se podría establecer una frecuencia promedio de 3 veces por semana para producir cambios significativos.

Si bien se han indicado aquellas habilidades que toman como objetivos de cambio, la mayoría se aboca principalmente a memoria de trabajo y atención, probablemente descuidando otras.

Aquel programa del que más evidencia a favor se halló fue el Cogmed. Los que menor cantidad de estudios mostrando evidencia de su utilidad tuvieron fueron el Captain’s Log Mind, ETAM y Jungle Memory. Esta información resulta de utilidad en caso de buscar un complemento de abordaje de este tipo en TDAH.

De aquellos programas que más estudios tuvieron, dos metaanálisis arrojaron que el entrenamiento sobre memoria de trabajo auditiva, memoria de trabajo visoespacial, atención y habilidades de lectura mostraron un pequeño impacto solo en memoria de trabajo auditiva y un efecto de pequeño a moderado en memoria de trabajo visoespacial. No hubo impacto en atención. Sin embargo, los padres de estos niños registraron mejoras en cuanto a la atención y maestros registraron menores niveles de hiperactividad de los pequeños.

Teniendo en cuenta la motivación para el cumplimiento de tareas y lo atractivas que pueden ser las herramientas informáticas para niños y adolescentes, estos programas constituyen una interesante línea de trabajo para continuar con investigaciones y desarrollos.

En líneas generales, la evidencia científica sobre la utilidad del uso de programas de rehabilitación cognitiva es controversial. Algunos autores resaltan la dificultad que presenta la elección de programas, que suele ser aleatoria, y que la cantidad de ejercicios más que colaborar, dificultan las intervenciones. Otros en cambio, resaltan la poca adaptación que tienen estas herramientas a los contextos educativos.

No se han reportado por el momento la realización de ensayos de control aleatorizados, por lo que en última instancia aun no es posible determinar con certeza si estos programas revisten realmente utilidad clínica. Dado que las dificultades y déficits presentes en el TDAH (y en cualquier trastorno mental) son variables y dispares, la terapéutica debe tener en cuenta la individualidad de cada sujeto. Existen diferencias socioeconómicas, de edad, tipo de TDAH, efectos de medicación, acceso a servicios de salud, comorbilidad y otras que hacen imposible utilizar programas estandarizados.

La utilización de programas entonces, más allá de las variantes al interior de cada uno que pueda presentar, no suple y no llega a compensar por ende la evaluación personalizada de cada niño. Esto es una dificultad, que por otro lado deja de manifiesto otra de las conclusiones a las que se llegó en la revisión: por el momento estas aplicaciones no pueden reemplazar a otros tipos de tratamientos (sean psicológicos y/o farmacológicos), sino que deben ser estudiados como complementos de las intervenciones en curso.

Otra limitación consistió en la falta de implicación de padres y maestros en los tratamientos. La psicoeducación y el aporte de herramientas específicas para estos actores (pueden leer para padres y para maestros) resultan en un aporte fundamental para la mejora y la generalización de las habilidades implementadas en los tratamientos, ya sean tradicionales o por medio de programas informáticos.

Se concluye de la revisión que, si bien los programas de rehabilitación neurocognitiva son prometedores en cuanto a resultados, es necesaria más investigación para determinar concretamente cuales son más eficaces, para que habilidades; a la vez que incluyan a familias y docentes en su aplicación y puedan ser más adaptables a las diferencias de capacidades e individuales de cada niño.

Referencias bibliográficas:

  • Carvajal – Castrillón, J. & Restrepo P., A. (2013). Fundamentos teóricos y estrategias de intervención en la rehabilitación neuropsicológica en adultos con daño cerebral  adquirido. Revista CES Psicología, 6 (2). 135 – 148.

  • Fernández – Daza, M. (2019). Rehabilitación Neuropsicológica en niños con TDAH: ¿Qué dice la evidencia sobre el entrenamiento neurocognitivo? Revista Guillermo de Ockham, 17 (1).

  • Ives, E. (2006). Intervenciones no farmacológicas en el entorno familiar de niños con Trastorno por Déficit de Atención con/sin Hiperactividad. Revista Pediatría de Atención Primaria. VIII (4) 57- 67.

  • Pérez, M. A., Molina, D., & Gómez, M. (2016). La Intervención Neuropsicológica en el Tratamiento Interdisciplinar para el TDAH. Neuropsicología, 1 (2), 2.

  • Rute – Pérez, S. (2018). Intervención neuropsicológica basada en nuevas tecnologías para personas con daño cerebral adquirido en fase crónica y para mayores (tesis doctoral). Universidad de Granada, Granada, España.

  • Yáñez, M y Prieto, D. (2016). Trastorno por déficit de atención/hiperactividad. En Yáñez, M. (Eds.), Neuropsicología de los trastornos del neurodesarrollo: Diagnóstico, evaluación e intervención. México, D. F.: Editorial El Manual Moderno.

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  • Salud Mental y Tratamientos

La modificación de conducta es una rampa para ayudar a los niños con TDAH

  • David Aparicio
  • 20/06/2019

En este video Russell Barkley explica por qué es necesario incrementar el registro de conductas y aumentar la frecuencia, inmediatez, notoriedad e intervalo de las consecuencias (positivas y negativas). Al mismo tiempo Barkley explica que el objetivo de las técnicas de modificación de conducta para TDAH no es enseñar, sino resaltar artificialmente las consecuencias dentro de este retraso que se produce en el entorno natural, para así poder incrementar el registro de las consecuencias. Estos procedimientos están compensando el déficit en el registro de consecuencias y están mejorando la motivación para mostrarles lo que saben. Por lo tanto, los padres y maestros podrán reducir los síntomas del TDAH, siempre y cuando sean constantes con el registro y aplicación de las consecuencias (positivas y negativas) en caso contrario los síntomas aumentarán.   

https://www.youtube.com/watch?v=4JkvrIDRKYo

Barkley compara la modificación de conducta con el uso de una rampa para ayuda a las personas con problemas de motricidad para acceder a un edificio. Después de un mes de uso adecuado y exitoso de la rampa, nadie se atrevería a preguntar si pueden retirar la rampa que ha funcionado o si la persona la ha internalizado. La rampa es una prótesis, una prótesis es algo artificial para reducir las consecuencias limitantes de tu trastorno. De la misma manera la modificación de conducta es una prótesis para ayudar a los niños con TDAH para rendir en igual de condiciones.

El ejemplo, quizás no sea perfecto. Pero ayuda a entender la importancia de la aplicación del registro de conductas y aplicación de consecuencias.

Artículo recomendado: ¿Por qué la economía de fichas no funciona con los niños con problemas de conducta?

 

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  • Salud Mental y Tratamientos

El TDAH es un trastorno cuantitativo, no cualitativo – Russell Barkley

  • David Aparicio
  • 04/06/2019

En el año 2012 Russell Barkley, uno de los investigadores más reconocidos en el campo del trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), dictó una completa conferencia en Canadá para el Centre for ADHD Awareness, Canada en la que explicó los conceptos básicos del TDAH y sus componentes específicos.

Entre las cuales resaltan:

El TDAH es una condición que se caracteriza por comportamientos que no son apropiados para la edad. Esto no significa que el comportamiento sea patológico, sino que simplemente es un comportamiento no apropiado para la edad, y los trastornos del neurodesarrollo se diferencian de las psicopatologías (Una desviación seria de la conducta que se puede reconocer en cualquier edad. Por ejemplo, esquizofrenia, bipolaridad, depresión mayor, etc.).

https://www.youtube.com/watch?v=ngIMf-oxPfU&fbclid=IwAR0RDBVxex7-WwiOqNiHBxVVpDpBn_Sw_8PWlYFartMOSWMSEv-Bn2sLgdA

Un trastorno del neurodesarrollo puede explicarse como un retraso de una característica esperada y lo que diferencia a un niño con TDAH de otros niños es el grado del retraso en esa característica. Por lo tanto, los niños con TDAH pasarán por las mismas etapas que los demás pero no al mismo tiempo. Este retraso no significa que sea temporal, sino que es un trastorno crónico en el desarrollo de estos rasgos.

Barkley señala que la diferencia entre un trastorno cuantitativo y cualitativo es muy importante porque muchos libros de autoayuda para padres que hacen referencias y analogías sin sustento científico del tipo: “Su hijo tiene un don que otros no tienen” haciéndolos creer que el TDAH es una condición singular y especial del ser humano en relación con los demás.

En la conferencia Barkley el efecto del TDAH a corto y largo plazo y las características de las personas con este trastornos cuando llegan a la vida adulta.

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  • Análisis
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Leonardo da Vinci: ¿un genio con TDAH?

  • Equipo de Redacción
  • 27/05/2019

Han pasado quinientos años desde la muerte de Leonardo da Vinci, y se ha escrito mucho sobre él. Leonardo, el artista, el científico, el arquitecto, el inventor, cuyo genio ha sido percibido como el encanto de un enigma insondable. Pero algunas de las palabras escritas sobre Leonardo después de su muerte en Clos-Lucé en Francia el 2 de mayo de 1519, apuntan a un hombre muy diferente al que muchos de nosotros sabemos. Según su primer biógrafo Giorgio Vasari, Leonardo murió lamentándose «de haber ofendido a Dios y a la humanidad por no haber trabajado en su arte como debería haberlo hecho» (Vasari, 1996; Nicholl, 2004; Vecce, 2006).

La historia de da Vinci es una de una paradoja: una gran mente que ha recorrido las maravillas de la anatomía, la filosofía natural y el arte, pero que tampoco logró completar tantos proyectos (Freud, 1922; Kemp, 2006). El excesivo tiempo dedicado a la planificación de ideas y la falta de perseverancia parecen haber sido particularmente perjudiciales para finalizar las tareas que al principio habían atraído su entusiasmo. La lucha crónica de Leonardo para convertir su extraordinaria creatividad en resultados concretos y cumplir compromisos fue proverbial en su vida y presente desde la primera infancia:

“… en el aprendizaje y en los rudimentos de las cartas, habría tenido una gran competencia si no hubiera sido tan variable e inestable, porque se dispuso a aprender muchas cosas y luego, después de haberlas comenzado, las abandonó” (Vasari, 1996)

Leonardo murió lamentándose «de haber ofendido a Dios y a la humanidad por no haber trabajado en su arte como debería haberlo hecho»

Sus dificultades para concentrarse se hicieron aún más evidentes más tarde en la adolescencia, cuando se mudó de la pequeña aldea de Vinci a Florencia en el taller de Andrea Verrocchio. Verrocchio, un verdadero hombre del Renacimiento, compartió la amplia gama de intereses y el talento ecléctico de Leonardo. Pero Leonardo carecía del rápido poder de ejecución de su maestro y sus habilidades organizativas. Las primeras obras encargadas importantes de Leonardo, algunas obtenidas a través de las conexiones de su padre, se prepararon extensamente pero se abandonaron rápidamente. Otras obras programadas nunca fueron iniciadas. La lucha de Leonardo para trabajar de forma independiente como artista también podría explicar su prolongada estadía en el taller de Verrocchio, que duró hasta los 26 años, cuando probablemente logró establecer su propio estudio independiente en Florencia. El 10 de enero de 1478 recibió su primer encargo registrado como pintor independiente, un gran retablo para colgar en la Capilla de San Bernardo. Para esta prestigiosa comisión obtuvo un anticipo en efectivo de 25 florines, pero nunca entregó el trabajo (Nicholl, 2004). Probablemente, dada su poca fiabilidad para terminar los proyectos encargados, no obtuvo mucho éxito como pintor independiente y, a diferencia de otros artistas del taller de Verrocchio que fueron trasladados a trabajar en la Roma papal, fue enviado por Lorenzo de ‘Medici a Milán como Un músico (Kemp, 2006). No sabemos en qué estado de ánimo Leonardo se fue de Florencia, pero es posible que sintiera «una sensación de fracaso y frustración: sus pinturas sin terminar, su estilo de vida controvertido, su reputación una mezcla de brillantez y dificultad» (Nicholl, 2004). A modo de comparación, a la misma edad, Rafael ya había realizado más de 80 pinturas, incluidos grandes frescos en el Vaticano.

Feto en el útero. Cortesía de Apic / Contributor / Hulton Archive / Getty Images.

En la corte de Ludovico il Moro, el futuro duque de Milán, asombró a sus clientes con las ideas y proyectos más ambiciosos, pero no logró ganar su confianza en su capacidad para cumplir a tiempo. Incluso cuando a Leonardo finalmente se le encargó el importante proyecto de construir una estatua de bronce del padre de Ludovico, el futuro Duque le preguntó a su aliado Lorenzo il Magnifico si podía indicar un artista florentino más apto para el proyecto porque dudaba de la capacidad de Leonardo para llevarlo a cabo. finalización ‘(Vecce, 2006).

El novelista Matteo Bandello, un contemporáneo que observó a Leonardo trabajando en la Última Cena (Fig. 1), identificó claramente su inestabilidad de temperamento y sus caóticas habilidades organizativas:

«También lo he visto, mientras se lo llevaba el capricho o el capricho, partió al mediodía, … desde el Corte Vecchio, donde estaba trabajando en el modelo de arcilla del gran caballo, y fue directo al Grazie y allí monte en el andamio y levante su pincel y dé uno o dos toques a una de las figuras y de pronto se rinda y se vaya otra vez «(Nicholl, 2004; Vecce, 2006).

Tres de las obras maestras de Leonardo.Top: La última cena fue completada por Leonardo en 3 años, pero el uso de una técnica de frescos incorrecta llevó al rápido deterioro de la obra. Abajo a la izquierda: Leonardo trabajó intermitentemente en Mona Lisa durante casi 16 años. Abajo a la derecha: la pintura inacabada de San Jerónimo en el desierto.
Tres de las obras maestras de Leonardo.Top: La última cena fue completada por Leonardo en 3 años, pero el uso de una técnica de frescos incorrecta llevó al rápido deterioro de la obra. Abajo a la izquierda: Leonardo trabajó intermitentemente en Mona Lisa durante casi 16 años. Abajo a la derecha: la pintura inacabada de San Jerónimo en el desierto.

 

Leonardo fue capaz de contemplar o estudiar de forma sostenida, pero esto a menudo lo hizo a costa de perder la pista de la progresión general del proyecto, una implacable postergación. Su falta de fiabilidad era tan conocida que el duque de Milán deseaba que Leonardo firmara un contrato que lo obligara a terminar una obra «dentro del período estipulado» (Kemp, 2006). Cuando el duque capituló en 1499 y se separó de Da Vinci después de casi 20 años de servicio, Leonardo admitió en su diario que “para él ninguno de sus proyectos se había terminado» (Vecce, 2006).

Quizás el lado más perturbador de su mente fue una curiosidad voraz, que impulsó su creatividad y lo distrajo de mantener un camino firme hasta el final. Consciente de sus límites, Leonardo trató de trabajar alrededor de ellos, a menudo con consecuencias desafortunadas. Su renuencia a trabajar en pintura al fresco, por ejemplo, que requiere una ejecución rápida antes de que se seque el yeso, lo llevó a experimentos arriesgados en la búsqueda de nuevos pigmentos de aceite y técnicas de barniz que pusieron en peligro la Última Cena y finalmente destruyeron la Battaglia de Anghiari en Florencia. Tal era el capricho de Leonardo que a menudo se pedía a otros artistas que trabajaran en pinturas que se le encargaron por primera vez.

Quizás el lado más perturbador de su mente fue una curiosidad voraz, que impulsó su creatividad y lo distrajo de mantener un camino firme hasta el final

Dejando de lado su propia inventiva, Leonardo trató de asociarse con otros que podrían ayudarlo. En el invierno de 1510–11, trabajó con Marcantonio Della Torre, profesor de la Universidad de Pavía, para crear un tratado sobre anatomía. Juntos estudiaron el cuerpo humano y realizaron disecciones que Leonardo describió bellamente. Este fue el único período en su carrera anatómica durante el cual Leonardo «logró un equilibrio entre el detalle y la cobertura». Fue como «si el anatomista profesional que estaba parado en su hombro pudiera salvar a Leonardo de su costumbre de profundizar aún más en los detalles de un escenario físico» (Clayton y Philo, 2012). Pero en cuestión de meses, Della Torre murió de peste. Solo, Leonardo nunca logró organizar su gran número de dibujos anatómicos en material coherente para su publicación. En sus cuadernos, anotó de manera desalentadora: «Es más fácil resistirse al principio que al final».

El hombre de vitruvio. Cortesía de Universal History Archive / Contributor / Universal Images Group / Getty Images.

 

Leonardo usó su ingenio para enmascarar sus defectos y hablar para salir de los problemas o la vergüenza causados ​​por su comportamiento. Mientras trabajaba en la Última Cena, por ejemplo, fue sometido a las continuas molestias del superintendente anterior a Santa Maria delle Grazie, quien finalmente solicitó la intervención del duque de Milán. Invocado por el duque, Leonardo rápidamente justificó su retraso con la dificultad de encontrar los modelos de los dos últimos personajes, Jesús y Judas. Para Judas, explicó, había buscado en vano las cárceles de Milán en busca del sinvergüenza perfecto. No se pudo encontrar nada y admitió que, al final, si no podía encontrar un modelo mejor para el apóstol cruel que traicionó a nuestro Señor, tendría que usar la cara del anterior importunado y sin tacto. El duque se echó a reír y Leonardo volvió a trabajar en su tiempo libre.

Otros perdonaban menos su comportamiento. El Papa Leone X empleó a Leonardo en 1514, pero la frustración se apoderó del corazón del Papa cuando notó la incapacidad de Leonardo para cumplir con sus deberes. En su desesperación, Leone X exclamó: «¡Ay! este hombre nunca hará nada, porque comienza pensando en el final del trabajo, antes del comienzo «(Vasari, 1996). La presencia de Leonardo en el Vaticano duró menos de 3 años. A diferencia de Miguel Ángel y Rafael, no dejó rastro de su pasaje en Roma. Con 64 años y sin lugar a donde ir, Leonardo debe haberse sentido aliviado al recibir una oferta del rey de Francia. Se llevó consigo todos sus dibujos y una pintura inacabada, Mona Lisa (Fig. 1), que continuó ajustando hasta que la muerte finalmente separó al maestro de su obra maestra.

¿Falta de disciplina, temperamento artístico o trastorno por déficit de atención?

Las excepcionales habilidades artísticas de Leonardo da Vinci fueron indiscutibles incluso por sus detractores. Sin embargo, sería históricamente incorrecto aceptar el relato biográfico elaborado por los autores románticos de Leonardo como un genio solitario que no fue apreciado por sus contemporáneos debido a que sus ideas estaban demasiado avanzadas para su época. Sus biógrafos más atentos siempre habían indicado que Leonardo se esforzaba por complacer a los clientes que inevitablemente se quedaban con la decepción de que se les negara la posesión de una expresión concreta de su talento. Sus contemporáneos nunca podrían entender o perdonar su falta de disciplina, no su mente visionaria. En su ensayo psicoanalítico sobre Leonardo, Freud vio lo que definió como la «esterilidad artística» de Leonardo como una represión sexual infantil causada por «su nacimiento ilegítimo y el mimo de su madre» (Freud, 1922). Pero la neuropsiquiatría moderna podría tener una explicación diferente.

Disecciones de brazos y cara. Cortesía de Print Collector / Contributor / Hulton Fine Art Collection / Getty Images.

 

¿Pudo Leonardo haber tenido un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)? El TDAH es un trastorno del comportamiento de la infancia altamente hereditario caracterizado por la procrastinación continua, la incapacidad para completar las tareas, la confusión mental y la inquietud del cuerpo y la mente (Demontis et al., 2018). En los tiempos modernos, un diagnóstico de ADHD prescribe el nivel de habilidad intelectual y es cada vez más reconocido entre los estudiantes universitarios y adultos con carreras exitosas (Palmini, 2008). Podría decirse que, si se canalizan positivamente, algunas características del TDAH pueden tener una ventaja: vagar por la mente puede alimentar la creatividad y la originalidad; La inquietud puede pasar a buscar la novedad y la acción por el cambio.

Sugerimos que la documentación histórica respalda las dificultades de Leonardo con la dilación y el manejo del tiempo como características del TDAH, una condición que podría explicar los aspectos de su temperamento y la extraña forma de su genio disipativo. Las dificultades de Leonardo fueron generalizadas desde la infancia, lo cual es una característica fundamental de la condición. También hay evidencia incuestionable de que Leonardo estaba constantemente en movimiento, manteniéndose ocupado con hacer algo pero a menudo saltando de tarea en tarea. Como muchos de los que sufren de TDAH, dormía muy poco y trabajaba continuamente día y noche alternando ciclos rápidos de siestas cortas y despertando.

La documentación histórica respalda las dificultades de Leonardo con la dilación y el manejo del tiempo como características del TDAH, una condición que podría explicar los aspectos de su temperamento y la extraña forma de su genio disipativo

A perpetual motion machine using a water screw. Courtesy of DEA/VENERANDA BIBLIOTECA AMBROSIANA/Da Vinci Codex Atlanticus/Getty Images.
Una máquina voladora, probable para el teatro. Cortesía de Claudio Divizia / Hemera / Getty Images Plus.

 

En la neurociencia moderna, se piensa que los problemas con las funciones ejecutivas subyacen la postergación y la concentración disminuida. Los estudios de neuroimagen en niños y adolescentes con TDAH indican diferencias en las regiones del lóbulo frontal y los ganglios basales responsables de las funciones ejecutivas y el control de los impulsos. Aproximadamente dos tercios de los niños con TDAH continúan teniendo dificultades de comportamiento en la edad adulta, que pueden mejorarse con la terapia (Palmini, 2008). Hay suficiente evidencia indirecta para argumentar que el cerebro y las funciones cognitivas de Leonardo se organizaron de manera diferente en comparación con la mayoría de la población. Era zurdo y tenía 65 años, sufrió un grave derrame cerebral en el hemisferio izquierdo, que dejó intactas sus habilidades lingüísticas. Estas observaciones clínicas indican claramente un predominio inverso del hemisferio derecho para el lenguaje en el cerebro de Leonardo, que se encuentra en \<5% de la población general. Además, sus cuadernos muestran errores de escritura y escritura ortográfica que se han considerado sugerentes de dislexia. El predominio hemisférico atípico, el zurdo y la dislexia son más frecuentes en niños con afecciones del desarrollo neurológico, incluido el TDAH. > Sus cuadernos muestran errores de escritura y escritura ortográfica que se han considerado sugerentes de dislexia

¿Y cuál es el posible vínculo entre zurdos, dislexia, TDAH y habilidades artísticas? Algunos estudios epidemiológicos indican que los estudiantes zurdos son más propensos a estudiar música y artes visuales, mientras que los disléxicos a menudo tienen un desempeño superior en tareas de discriminación visuoespacial y memoria visual (Swanson, 1984). Además, no solo la dislexia es más frecuente entre los estudiantes de arte que en otras áreas, sino que los estudiantes de arte con dislexia tienen imágenes mentales superiores y visualización mental en 3D de objetos que los estudiantes de arte sin dislexia (Winner y Casey, 1993). Las habilidades en la rotación mental en 3D son una habilidad importante en aquellos con pareidolia, una capacidad para reconocer figuras en el entorno circundante, un método que Leonardo utilizó para aumentar su inspiración visual: contemplaría durante horas la forma cambiante de las nubes. En las etapas iniciales del proceso creativo, las personas con TDAH pueden verse facilitadas por la perturbación de la mente y la impulsividad. Sin embargo, los mismos rasgos pueden dificultar la progresión una vez que la novedad del proyecto se desvanece y el interés cambia a otra cosa. La mayoría de los adultos con TDAH se ven afectados negativamente por sus síntomas, incluso si están dotados de gran talento.

Su comportamiento afectó negativamente su carrera y sus relaciones hasta el punto de que es difícil encontrar entre sus contemporáneos a alguien que no haya comentado sobre su falta de fiabilidad

Un gran metanálisis reciente muestra que el TDAH tiene una fuerte base hereditaria (Demontis et al., 2018). El hallazgo de la misma asociación genética en quienes en la población general muestran rasgos de TDAH y comportamiento de riesgo sin un diagnóstico sugiere que el TDAH se encuentra en el extremo de una serie de síntomas. Dentro de este continuo, la línea entre aquellos con y sin diagnóstico clínico a menudo se marca de acuerdo con el impacto de los síntomas en la calidad de vida y el bienestar mental de los afectados. La falta de indicadores biológicos objetivos del TDAH a menudo dificulta el trazado de esa línea, ya que su impacto negativo depende también de una serie de circunstancias personales, familiares, profesionales y sociales, que a menudo tienen un efecto protector o perjudicial. Hay evidencia de que Leonardo a menudo carecía de dinero y pagaba mucho menos que otros artistas de su calibre. Su comportamiento afectó negativamente su carrera y sus relaciones hasta el punto de que es difícil encontrar entre sus contemporáneos a alguien que no haya comentado sobre su falta de fiabilidad. Fue empleado a menudo en roles modestos, como el organizador del partido, y muchas de sus ideas de arquitectura e ingeniería fueron desestimadas por ser demasiado poco realistas y poco prácticas.

Sin lugar a dudas, Leonardo logró más de lo que cualquier otro ser humano podría soñar en una vida, pero uno se pregunta cuál habría sido el impacto de su trabajo en la historia si hubiera logrado aplicarse más consistentemente a su arte y diseminar efectivamente sus intuiciones y descubrimientos.

Además de la belleza de su arte y el poder fascinante de sus observaciones, en el 500 aniversario de su muerte, Leonardo da Vinci también debe ser recordado por su capacidad de recuperación. Las dificultades relacionadas con su extraordinaria mente errante le causaron un profundo pesar, pero no le impidieron aprender y explorar las maravillas de la vida y la naturaleza humanas.

Artículo publicado en Brain, Journal of Neurology por Marco Catani y Paolo Mazzarello y cedido para su publicación en Psyciencia.com

Referencia del artículo completo: Marco Catani, Paolo Mazzarello, Leonardo da Vinci: a genius driven to distraction, Brain, , awz131, https://doi.org/10.1093/brain/awz131

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  • Salud Mental y Tratamientos

Evidencias diagnósticas en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

  • Mauro Colombo
  • 26/02/2018

En las últimas décadas la cantidad de personas que reciben el diagnóstico de TDAH se ha incrementado notablemente. De acuerdo con la región que tengamos en cuenta, la prevalencia del trastorno puede oscilar entre un 4 o 5% en algunos países, mientras que escala al 12% en otros (Mariño Fontenla, Sanz Cervera, Fernández Andrés, 2017). Este aumento y disparidad generan preocupación y desconfianza entre psicólogos y el público en general, sospechando entre otras cosas, la presencia de intereses económicos por parte de laboratorios. Dicha sospecha no es para nada disparatada, en especial si tenemos en cuenta que a muchos niños se los medica sin siquiera haber iniciado un abordaje psicológico. Otro punto de crítica viene dado por lo que parece ser un <<diagnóstico de moda>>. En efecto, nuestros propios sesgos a la hora de evaluar y al estar en conocimiento de este supuesto aumento, puede generar que veamos TDAH donde solo hay características de desarrollo normales, por ejemplo.

Se puede considerar otra variable involucrada en este aumento, me refiero a los criterios diagnósticos utilizados, que pueden jugar un papel importante en la cantidad de casos detectados. No es lo mismo la presencia de criterios concretos y de corte cuantitativo, que otros más inespecíficos y cualitativos. En el caso del TDAH, esto es particularmente notable y motivo de críticas al DSM desde ya hace tiempo. Vayamos a verlo más en detenimiento.

Dificultades en el diagnóstico

Para diagnosticar TDAH no existen marcadores biológicos. Contrario a lo que dicen algunos detractores del trastorno, esto no significa que sea un invento; aunque si marca la necesidad de afinar los criterios conductuales utilizados en su identificación y separación de otras entidades nosológicas.

El diagnóstico se basa fundamentalmente en la observación clínica. Si analizamos los criterios presentes en el DSM-V, veremos porque la necesidad de mayor rigurosidad en la caracterización de los síntomas propios del trastorno. Transcribiré solo algunos de los criterios, para ilustrar la complejidad del asunto.

Para lo que son patrones de inatención, el DSM estipula entre otras, las siguientes características:

  • Con frecuencia falla en prestar la debida atención a detalles o por descuidos se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades.
  • Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
  • Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades.
  • Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos.
  • Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente

Vayamos ahora a la hiperactividad e impulsividad:

  • Con frecuencia juguetea con o golpea las manos o los pies o se retuerce en el asiento.
  • Con frecuencia se levanta en situaciones en las que se espera que permanezca sentado.
  • Con frecuencia habla excesivamente.
  • Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado.
  • Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye en otros.

El DSM especifica que a su vez, es necesario que algunos de estos síntomas (incluye a los no mencionados aquí) se presenten antes de los 12 años. Que los mismos interfieran en el funcionamiento académico, social y/o laboral. Que se presenten en diversos contextos y por último, que no se expliquen mejor por otro trastorno.

Si bien dentro de estos criterios se especifica que los síntomas no deben ser mejor explicados por otro trastorno, la realidad es que con frecuencia se diagnostica TDAH en comorbilidad con TEA, dislexia o retraso cognitivo, por ejemplo. Los síntomas específicos del déficit de atención pueden ser muy fácilmente confundidos con los de otros trastornos, como <<parecer que no escucha cuando se le habla directamente>>,>> distraerse con estímulos externos>>,<<hablar excesivamente e interrumpir>>, <<golpear o juguetear con manos o pies>>, etc. Al mismo tiempo, tales síntomas pueden ser la expresión de un proceso de desarrollo típico por parte del sujeto, o bien ser funcionales en el ambiente donde se dan, lo que una evaluación que no tenga en cuenta estos aspectos omitiría.

Como si eso no fuera suficiente, el hecho de que la vara utilizada por los profesionales a la hora de evaluar a un pequeño sea que <<con frecuencia>> presente dichos patrones conductuales, compromete la objetividad y deja del lado de lo subjetivo que una persona lleve un diagnóstico de este tipo. ¿Qué tan frecuente debe ser un comportamiento para ser indicio del trastorno? ¿Frecuente según quiénes? Es común que muchos niños sean derivados a especialistas por instituciones escolares, pero al cambiar el pequeño de colegio o maestro, su comportamiento se altera como por arte de magia. ¿Estábamos hablando de TDAH o de un ambiente que aunque fuera involuntariamente, reforzaba ciertos comportamientos disfuncionales?

Si ponemos en la balanza que además el niño muy probablemente reciba medicación como primera opción de tratamiento (pueden clickear aquí y aquí para leer más al respecto) con los correspondientes efectos secundarios que ocasiona, la cuestión se torna mucho más compleja.

Es así que, ante lo inespecífico de los criterios y el aumento del TDAH, lo que parece indicar la presencia de sobrediagnósticos, dos médicos españoles desarrollaron un diagrama de flujo, cuya finalidad es la de ayudar a médicos y terapeutas en la toma de decisiones durante el proceso de diagnóstico diferencial.

La propuesta

Tenemos, como dijimos en el apartado anterior, una serie de síntomas que no son exclusivos del TDAH y que se presentan en otros trastornos. A su vez, manifestaciones del desarrollo normal de la persona puede que se confundan con algunas de las características descriptas. Y también, un contexto que refuerce ciertas conductas del niño hará que este no preste atención, no sea cuidadoso de sus acciones y pertenencias, pueda manejarse con impulsividad, etc.

Ante este panorama, dos médicos españoles desarrollaron un diagrama que busca ayudar a los actores intervinientes en el proceso de evaluación. Según sus propias palabras: “el diagnóstico diferencial debe ser referido hacia los trastornos mentales de mayor entidad y no solamente a los síntomas, ya que los síntomas del TDAH son totalmente inespecíficos, con escasa entidad e impacto para aportar al diagnóstico.”

El diagnóstico diferencial debería realizarse teniendo en cuenta las siguientes variables:

  • Discapacidad intelectual, en especial en los casos de personas con cocientes intelectuales límites.
  • Límites educativos insuficientes e inadecuados
  • Abuso por parte de pares (bullying y ciberbullying)
  • Retrasos específicos del desarrollo
  • Trastornos del comportamiento infantil
  • Trastornos del humor (disforia)
  • (Pre-) psicosis infantil, trastornos generalizados del desarrollo y Trastorno del Espectro Autista
  • Trastornos emocionales “menores”
  • Trastornos del vínculo en la infancia (incluyendo institucionalización), y por último
  • Síntomas psicológicos en procesos somáticos

Lo que los autores señalan, es que por más que el DSM contemple que los síntomas del TDAH no deben ser explicados mejor por otros trastornos, no siempre se atiende a esta condición. Los clínicos tienen en cuenta los criterios de inclusión del TDAH, pero no los de exclusión (el listado de trastornos y condiciones enumeradas precedentemente).

Dicho con otras palabras, al encontrarnos con un niño desatento, hiperactivo y que cumple con criterios diagnósticos, lo primero que viene a nuestras mentes es TDAH. Sin embargo, no solemos hacernos la pregunta de si otras condiciones explican mejor los síntomas. Esta es una de las causas que podría estar por detrás del incremento desproporcionado que tiene el TDAH.

El diagrama que muestra la forma en que estas variables se interrelacionan hasta llegar (o no) a un diagnóstico, queda expuesto a continuación:

El gráfico permite apreciar el proceso de diagnóstico que debería realizarse en cada caso. Tal como sugieren los creadores, su uso ayudaría en el proceso diagnóstico dado que reduciría el sesgo del profesional frente a otras entidades nosológicas.

Conclusiones

En los últimos años hemos sido testigos de un gran aumento en la cantidad de niños que reciben el diagnóstico de TDAH. No existen por el momento indicios claros de si este incremento es consecuencia de factores ambientales, biológicos o está relacionado con el cambio en los criterios diagnósticos. Con respecto a estos últimos, si bien manuales como el DSM y el CIE son de gran utilidad para médicos y psicólogos ya que posibilitan que exista consenso en aquellos síntomas definitorios de cada cuadro; sucede con respecto al trastorno por déficit de atención e hiperactividad que sus síntomas son inespecíficos, pueden ser confundidos con los presentes en otros cuadros o un desarrollo típico, y también pueden ser descontextualizados con facilidad, poniendo el foco de atención solo en la persona y olvidando su ambiente.

Disponer de herramientas que ayuden en el proceso de toma de decisiones, incrementará la eficiencia de los actores que participan de los procesos diagnósticos reduciendo sesgos atencionales. Al mismo tiempo, evitará que niños reciban un diagnóstico que no se ajuste a sus particularidades y sean beneficiarios de tratamientos que no necesiten.

Referencias bibliográficas:

American Psychiatric Association (2014). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.

Mariño Fontenla, V. Sanz Cervera, P. y Fernández Andrés, MI. (2017). Efectividad del mindfulness en personas con TDAH: estudio de revisión. ReiDoCrea 6, 260-273.

Pedreira Massa, JL., González de Dios, J. (2017). Evidencias diagnósticas en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad en la infancia y la adolescencia. Revista Pediatría Atención Primaria. 147- 152.

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  • Recursos para Profesionales de la Psicología

La medicalización de la infancia en salud mental: El caso paradigmático de los trastornos de atención (PDF)

  • David Aparicio
  • 11/10/2016

El presente artículo es una invitación al debate sobre el fenómeno de medicalización en la infancia en salud mental, apelando a una toma de consciencia de los profesionales. Para ello analiza, en clave epistemológica, el ejemplo paradigmático del Trastorno de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDA-H). Aborda la construcción social del trastorno y el tratamiento, así como algunas falacias sobre las que se apoya: TDA-H es un déficit neurológico, es diagnosticado por profesionales especializados, los tratamientos son eficaces y se realizan en interés del menor.

Autor: Carlos Javier López Castilla – Centro Andaluz de Intervención Psicosocial. C.A.I.P.

Descarga el artículo completo en formato PDF.

Publicado en la revista académica Papeles del Psicólogo.

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  • Recursos para Profesionales de la Psicología

(PDF) Superdotación Intelectual y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

  • David Aparicio
  • 21/07/2015

Los niños superdotados con TDAH (Trastornos por Déficit de Atención e Hiperactividad) difieren de los alumnos de capacidades medias con este mismo trastorno y de aquellos que no presentan ninguno de los dos, en diversos aspectos que influyen claramente sobre el asesoramiento que han de recibir. Hoy en día, los educadores no parecen tener estrategias ni confianza en su capacidad para proveer un currículum apropiado para estos niños. El artículo expone el estado de la cuestión revisando la realidad de esta población en sus ambientes familiar y escolar y dibujando algunas ideas básicas para su educación.

Descarga el PDF completo: Superdotación Intelectual y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

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  • Recursos para Profesionales de la Psicología

(PDF) Adaptaciones curriculares para niños con TDAH

  • Equipo de Redacción
  • 18/05/2015

Las adaptaciones curriculares son estrategias educativas para facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje en algunos alumnos con necesidades educativas específicas. Estas estrategias pretenden, a partir de modificaciones más o menos extensas realizadas sobre el currículo ordinario, ser una respuesta a la diversidad individual independientemente del origen de esas diferencias: historial personal, historial educativo, motivación e intereses, ritmo y estilo de aprendizaje.

Por un lado, se trata de una estrategia de planificación y de actuación docente para responder a las necesidades de cada alumno. Pero, a la vez, se trata de un producto, ya que es una programación que contiene objetivos, contenidos y evaluaciones diferentes para unos alumnos, e incluso organizaciones escolares específicas, orientaciones metodológicas y materiales adecuados.

Una adaptación curricular se entiende como las sucesivas adecuaciones que, a partir de un currículo abierto, realiza un centro o un profesor para concretar las directrices propuestas por la administración educativa, teniendo presente las características y necesidades de sus alumnos y de su contexto.

Descarga el PDF completo: Adaptaciones curriculares para TDAH

Archivo obtenido en Orientación Andújar, una web especializada en la promoción de recursos educativos gratuitos y accesibles. 

 

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

¿Los niños que reciben psicofármacos para el TDAH tienen mayor riesgo de sufrir de adicción?

  • David Aparicio
  • 03/07/2013
adicción

Una de las principales preocupaciones de los padres de niños y adolescentes que están bajo medicación para el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad, consiste en el posible riesgo de adquirir adicción a la medicación o a otras drogas.

¿Qué nos dicen las investigaciones? según una nueva revisión el consumir medicación para el TDAH no incrementa o disminuye el futuro riesgo de adicción o alcoholismo.

La revisión fue publicada en JAMA Psychiatry e incluyó a más de 2.500 participantes de 15 diferentes estudios. Y se centró en la experimentación o adicción del alcohol y diferentes drogas como la marihuana, nicotina y cocaína; no se encontraron diferencias en el riesgo general relacionado con los medicamentos para el TDAH.

El consumir medicación para el TDAH no incrementa o disminuye el futuro riesgo de adicción o alcoholismo

Entre los medicamentos más utilizados para el tratamiento del TDAH encontramos al Ritalin (metilfenidato) o Adderall (una mezcla de anfetaminas).

Steve Lee, coautor del estudio y profesor adjunto de psicología en la Universidad de California, explicó:

 “La mejor evidencia que tenemos a la fecha parece sugerir que el tratamiento con medicación estimulante no tiene un papel importante en el aumento o disminución de riesgo para el desarrollo de problemas con el alcohol y otras drogas.”

La controversia sobre la adicción a los estimulantes ha sido realmente difícil, por un lado, el TDAH en sí está vinculado con un riesgo mucho mayor para todos los tipos de adicciones y hay investigaciones que sugieren un incremento o reducción de este riesgo:

  • Por un lado, algunas investigaciones en animales, sugieren que una exposición temprana a estos medicamentos podría reducir la capacidad de experimentar placer, al afectar el desarrollo de los sistemas de dopamina en el cerebro. Alternativamente, esto podría incrementar el deseo por la droga, que se puede ver aumentado a su vez, por la experimentación adolescente.

  • Por otro lado, existen razones para creer que la medicación podría reducir el riesgo de adicción: un niño al que le va mejor en la escuela y con sus pares mientras está recibiendo medicación parece ser menos propenso a recurrir a las drogas ilícitas. Lee sostiene que “la medicación puede mejorar la atención y el funcionamiento y  las relaciones con los compañeros, padres y profesores.”

Estudios previos

El único meta-análisis previo sobre este tema, fue publicado en el 2003, sugirió que la medicación redujo el riesgo de adicción al menos en un 40% en los participantes seguidos hasta la edad adulta. Sin embargo, los estudios publicados desde entonces han demostrado resultados contradictorios, y algunos incluso sugieren que los niños que toman medicamentos tienen un riesgo mayor. Por otra parte, dos de los autores de la revisión del año 2003, fueron luego disciplinados por Harvard por recibir millones de dólares en financiación de la industria farmacéutica.

“En contraste, la nueva revisión fue financiada por el National Institute of Mental Health (NIMH) y los autores no estaban involucrados con las compañías farmacéuticas.Este estudio fue más comprensivo y se realizó con mayor fidelidad y por eso me siento más seguro de citarlo”, agregó el Dr. Joe Austerman, Psiquiatra del Cleveland Clinic’s Children’s Hospital, quien no estuvo relacionado con la investigación y fue consultado por la revista TIME.

Diferencias de género

Con respecto a las niñas, la revisión si sugirió que los  medicamentos podrían protegerlas de la adicción, pero esto se basaba en un solo estudio y la mayoría de los otros estudios incluyeron más niños que niñas, los autores sostienen que esto no es concluyente. “Creo que va haber una diferencia según el género”, dijo Lee,  basado en que las diferencias de género se encuentran en casi todos los trastornos psiquiátricos.

Debido a la posibilidad de un diagnóstico erróneo, Austerman sugiere que los padres que piensan que sus hijos pueden tener TDAH, deben obtener pruebas completas de un especialista y no quedarse solo con el diagnóstico de su pediatra. Esto es especialmente importante, ya que la investigación muestra que los niños más jóvenes son más propensos a ser mal diagnosticados cuando en realidad están actuando acorde a su edad. También se recomienda la monitorización cercana y frecuente para asegurarse de que el niño recibe la dosis adecuada. “Para la mayoría, los síntoma se reducen hasta el punto que casi 2/3 de los pacientes no necesitan tratamiento en la edad adulta,” agrega Austerman.

Como vimos todos estos resultados todavía no son definitivos. Aún faltan más estudios que nos ayuden a comprender la complicada relación entre la medicación para el TDAH y el riesgo a desarrollar abuso de sustancias.

Si tienes datos de otros estudios, por favor compartelos en la sección de comentarios.

Fuente: Healthland
Imagen:  barbourians en Flickr

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  • Ciencia y Evidencia en Psicología

(PDF) Cuantificación y análisis de la concordancia entre padres y tutores en el diagnóstico del TDAH

  • Equipo de Redacción
  • 26/06/2013

El trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) es el que más se deriva a los centros de salud mental hoy día. Los criterios diagnósticos en cuanto a hiperactividad, impulsividad e inatención están claramente definidos. Pero los clínicos no pueden observar al paciente, a lo largo de todo un día, en sus diversas tareas, y han de recurrir a la información ofrecida por personas cercanas al paciente. Para ser diagnosticable, este trastorno ha de ocurrir en más de un contexto (ámbito familiar y escolar). Esta información se recoge, generalmente, mediante cuestionarios bien validados.

Objetivos

Revisar el porcentaje de niños/as que, habiendo sido considerados en su entorno como hiperactivos, cumple todos los requisitos del diagnóstico, valorar si existen diferencias en la evaluación realizada por padres, madres y tutores, y revisar el grado de relación existente entre la inatención observada por padres y tutores, con una cuantificación formal de procesos de atención.

Sujetos y métodos

Se evaluó a 127 niños, derivados a un centro de salud mental, mediante entrevistas, observación semiestructurada, cuestionario de Conners, cumplimentados por padres y tutores, y subpruebas de la escala de inteligencia de Wechsler para niños.

Resultados

Sólo un 46% cumplió los requisitos para ser diagnosticados de TDAH. La concordancia entre padres y tutores fue sólo moderada. Padres y madres evalúan de manera parecida a niños y niñas, pero los tutores consideran a los niños más inatentos y más hiperactivos/impulsivos que las niñas.

Conclusiones

Es necesario que estén claros los criterios diagnósticos del TDAH y las pautas a seguir para llegar a su diagnóstico; se presentan propuestas que potencian el proceso de evaluación que permita individualizar el tratamiento.

Descarga: Cuantificación TDAH para padres y tutores

Fuente: Neurología
Imagen:  Tulane Public Relations en Flickr

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