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Publicaciones por etiqueta

Depresión

174 Publicaciones
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Los niveles subclínicos de ansiedad y depresión también elevarían la gravedad de los trastornos alimentarios

  • 28/04/2022
  • Equipo de Redacción

Muchos adultos jóvenes luchan contra los trastornos alimentarios, que pueden provocar problemas de salud duraderos o incluso la muerte. La intervención y tratamiento tempranos son proporcionan los mejores resultados para las personas que batallan con estos trastornos. Investigaciones anteriores han encontrado una fuerte correlación entre los trastornos de ansiedad y depresión mayor, y tasas más altas de comportamiento compatibles con trastornos alimentarios. Un estudio reciente encontró que incluso los niveles subclínicos de ansiedad y depresión pueden estar relacionados con los trastornos alimentarios (Eck & Byrd-Bredbenner, 2021), y son capaces de influir en la calidad de vida de las personas de manera similar a la ansiedad o la depresión diagnosticadas formalmente. 

Qué metodología usaron

La muestra de esta investigación estuvo constituida por una población universitaria debido a sus altas tasas de depresión, ansiedad y trastornos alimentarios. En total, participaron 1792 estudiantes universitarios de entre 18 y 25 años. Todos ellos completaron medidas sobre el trastorno de ansiedad generalizada, la depresión clínica y los trastornos alimentarios. La medida del trastorno alimentario se separó en subescalas, que incluían preocupaciones sobre la alimentación, preocupaciones sobre la forma, preocupaciones sobre el peso, atracones, conductas de purga y restricción de alimentación.

Qué encontraron

Tras analizar los datos, surgieron los siguientes resultados:



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  • A medida que aumentan la ansiedad y la depresión, también aumenta la gravedad del trastorno alimentario. Esto es consistente con investigaciones previas que mostraron que la ansiedad y la depresión por separado están asociadas con más comportamientos de trastornos alimentarios. 
  • Asimismo, los niveles subclínicos de ansiedad y depresión también se asociaron con una mayor gravedad en los comportamientos compatibles con trastornos alimentarios. 

Esta investigación sugiere que los niveles de ansiedad y depresión deben medirse cuando a una persona se le diagnostica un trastorno alimentario o muestra algún comportamiento relacionado con los trastornos alimentarios. Esto podría conducir a un tratamiento más eficaz y completo.

En cuanto a las limitaciones del estudio, los investigadores señalan que es una investigación transversal y que utilizó solo estudiantes universitarios de una universidad específica. Las medidas utilizadas fueron el autoinforme, que puede ser menos preciso debido a los sesgos de deseabilidad social.

Referencia bibliográfica: Eck, K. M., & Byrd-Bredbenner, C. (2021). Disordered eating concerns, behaviors, and severity in young adults clustered by anxiety and depression. Brain and Behavior, 11(12), e2367. https://doi.org/10.1002/brb3.2367

Fuente: Psypost

  • Salud Mental y Tratamientos

Indicadores de la depresión en adolescentes

  • 28/03/2022
  • Laura Ruiz
photograph of a group of teenagers together

La adolescencia es una etapa compleja de la vida en la que nos enfrentamos a muchos cambios constantes, además de en la búsqueda por descubrir quiénes somos, lo que nos gusta y lo que no. Por lo que no resulta difícil comprender que se trata de una época en la que las emociones se encuentran en una especie de montaña rusa. 

Este viaje de descubrimiento y exploración de nuestro ser puede resultar muy complejo y, en muchos casos, si no hay un apoyo emocional importante y la autoestima se encuentra afectada, pueden aparecer signos de depresión que si no son abordados a tiempo pueden llegar a escalas mayores.

Uno de los trastornos a nivel emocional que mayor incidencia tiene en la población de todo el mundo es la depresión. Y es que parece ser que cada día aumenta el número de casos que son diagnosticados con esta psicopatología, incluyendo a muchos adolescentes. 



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¿Qué es la depresión?

Es importante tener en cuenta que sentirte triste o tener un estado de ánimo bajo no significa que tengas depresión. Para que pueda darse este diagnóstico debes ser evaluado por un especialista en el área de la salud mental quien determinará si cumples con los criterios diagnósticos necesarios para tener certeza que se trata de una depresión en curso. 

Para esto, los psicólogos y psiquiatras se valen de los términos establecidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, también conocido como DSM-5.

Cuando se tiene depresión, la sensación de tristeza, desánimo y apatía afectan a tu vida, en todos los ámbitos. Se pierde por completo el interés por todas las actividades, incluyendo aquellas que solías disfrutar mucho. Y, aunado a esto se presentan otra serie de síntomas, tanto físicos como mentales y emocionales.

¿Por qué me deprimo?

Las causas de la aparición de la depresión responden a diversos factores que van desde el ámbito biológico, al existir un funcionamiento erróneo de los neurotransmisores y por ende, a la existencia de un desequilibrio químico en el cerebro. 

A nivel psicológico, influye la vida emocional que has tenido, las experiencias pasadas, cómo has lidiado con ellas e incluso si has podido superarlas o no. Lo mismo ocurre con el tipo de pensamientos que tienes, que pueden ser potenciadores del malestar emocional. 

Además, el contexto social es un factor de riesgo importante para la aparición de la depresión en adolescentes, como lo indican investigaciones como la de Lugo et al. (2018). 

¿Cómo saber si un adolescente está deprimido?

Para muchos resulta complicado el poder determinar si un cambio de conducta en un adolescente responde a su proceso evolutivo natural o si se trata de algo más, como una depresión. Esto es comprensible, pues mucha de la sintomatología de esta psicopatología la experimentan los adolescentes, sin necesidad de tratarse de depresión.

Entonces, ¿cómo sé si es depresión? Es necesario prestar atención a los síntomas y evaluar si estos afectan el desempeño regular de las actividades diarias. Otro indicador puede ser el manejo inadecuado de las emociones. Pero en caso de duda, lo mejor es consultar con un profesional.

Algunos síntomas que se pueden presentar son:

A nivel emocional

  • Sentimientos de vacío, como si se sintiera desesperanzado por todo.
  • Puede sentirse mucha tristeza, llegando incluso al llanto sin tener algún motivo que lo explique de manera aparente. 
  • Sentirte molesto por cualquier cosa o estar altamente irritable. Esto puede incluir estallidos de ira o sentirte muy frustrado a la menor provocación. 
  • Pensar constantemente en fracasos del pasado o reprocharte mucho por cualquier falla. 
  • Disminuye considerablemente el interés por compartir con otros, esto incluye a la familia y amigos y esto se refleja también en todas las actividades que realizas normalmente, incluyendo aquellas que te gustaban. 
  • Sentirte inferior a los demás, con problemas de autoestima y autoconcepto. 
  • Cambios repentinos de conducta. Puedes estar triste y de pronto muy molesto.
  • Dificultades para concentrarte y sus pensamientos se centran en una visión muy pesimista del fututo e incluso puede pensar constantemente en la muerte o en el suicidio.

A nivel conductual

A nivel conductual debemos estar atentos ante cualquier cambio. Los síntomas en este aspecto son un poco complejos y pueden ser incluso contradictorios. Lo importante es observar si hay cambios en la manera en la que normalmente se comporta. Entre estos síntomas están: 

  • Cambios en los patrones de sueño. Puede ser dormir mucho más o tener dificultades para conciliar el sueño. 
  • Cambios en los patrones de alimentación, puede ser perder el apetito o comer mucho más de lo usual. 
  • Cambios en la actividad motora, puede ser enlentecimiento de los movimientos o agitación. 
  • Puede comenzar a utilizar drogas y/o alcohol.
  • Sensación constante de cansancio. No se tiene energía para nada. 

A nivel social

  • Tendencia a aislarse de todos. Dejar de compartir con sus amigos y pasar cada vez menos tiempo con la familia. 
  • Problemas de comportamiento que inciden en sus relaciones con otros, como arrebatos de rabia.
  • Pueden tener comportamientos riesgosos. 
  • Faltas escolares y bajo rendimiento académico.

Estos son solo algunos de los síntomas que se pueden presentar en caso de depresión. Es importante tenerlos en cuenta y más cuando se tratan de cambios en la conducta regular del adolescente. Si esto sucede, es importante buscar ayuda profesional para abordar el caso.

La salud mental es importante y no hay nada de malo en solicitar ayuda. La depresión es un asunto serio al cual hay que prestarle atención e intervenir a tiempo para evitar que cause más daños. 

Referencias bibliográficas:

  • American Psychiatric Association – APA. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5. 5a. ed. Madrid: Editorial Médica Panamericana.
  • Lugo, S. G., Domínguez, A. P., & Romero, J. C. G. (2018). Depresión adolescente: factores de riesgo y apoyo social como factor protector. Universitas Psychologica, 17(3), 1-11. Recuperado de: https://revistas.javeriana.edu.co/files-articulos/UPSY/17-3%20(2018)/64755358008/
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Usar internet como escape podría aumentar los síntomas depresivos

  • 21/03/2022
  • Maria Fernanda Alonso

Con mayor frecuencia que antes, las personas dedican una porción importante de su tiempo al uso de internet. La falta de autocontrol sobre esta actividad puede desembocar en condiciones relacionadas al uso problemático de internet. Particularmente, un estudio reciente encontró que usar internet como un escape de las preocupaciones puede ser inofensivo a corto plazo, pero puede generar problemas emocionales en el futuro, ya que las personas con una mayor tendencia a usar internet como una distracción tenían niveles promedio más altos de uso problemático de internet y depresión (Hernández et al., 2022). 

Qué metodología usaron

Los investigadores realizaron un estudio longitudinal para explorar cómo interactúan con el tiempo el uso de Internet como distracción, el uso problemático de internet y la sintomatología depresiva. Para ello, pidieron a 163 personas de Chile que respondieran encuestas durante 35 días. Cada dos días les hacían preguntas relacionadas con el uso problemático de internet (“en los últimos dos días me costó controlar el tiempo que pasaba conectado a internet, videojuegos o redes sociales”) y el uso de internet como distracción (“en los últimos dos días usé Internet para desconectarme de mis preocupaciones”). La sintomatología depresiva se evaluó cada cinco días.

Es de destacar que los datos de los participantes se recopilaron durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19, entre abril y junio de 2020, un momento en que los niveles de estrés eran altos y el uso de internet era más alto de lo normal.



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Qué encontraron

Los investigadores encontraron que las personas con una mayor tendencia promedio a usar Internet como una distracción de las preocupaciones también tenían niveles promedio más altos de depresión y niveles promedio más altos de uso problemático de internet. En particular, las fluctuaciones momentáneas en el uso de Internet como distracción no se asociaron con aumentos momentáneos de la depresión. Los autores dicen que esto sugiere que usar internet como un escape de las emociones no es una mala adaptación a corto plazo, pero a largo plazo, si los niveles promedio de uso son altos, puede volverse dañino para la salud mental, debido a que el uso crónico de Internet para desconectarse de las preocupaciones puede funcionar como un amortiguador emocional para mitigar la emocionalidad negativa a corto plazo, pero a costa de consolidar un uso problemático de la tecnología y síntomas depresivos si se convierte en un hábito.

Además, el análisis de mediación sugirió que el uso problemático de internet ayudó a explicar el vínculo entre el uso de Internet como distracción y la depresión. Los participantes con niveles más altos de distracción en Internet en promedio tendieron a mostrar mayor dificultad para controlar su uso a lo largo del tiempo, lo que a su vez se vinculó con niveles promedio más altos de síntomas depresivos. La vía inversa también fue significativa: los sujetos con niveles promedio más altos de depresión tendían a mostrar mayor dificultad para controlar su uso de internet, lo que a su vez estaba relacionado con una tendencia promedio más alta a usar Internet como una distracción de la preocupación.

Los autores dicen que sus hallazgos subrayan la importancia de considerar las intenciones de una persona de usar Internet al abordar problemas con el control del uso de Internet. Se deben realizar estudios futuros para ver si los resultados se replican fuera del contexto de COVID-19.

Referencia bibliográfica: Hernández, C., Cottin, M., Parada, F., Labbé, N., Núñez, C., Quevedo, Y., Davanzo, A., & Behn, A. (2022). Watching the world from my screen: A longitudinal evaluation of the influence of a problematic use of the internet on depressive symptomatology. En Computers in Human Behavior (Vol. 126, p. 106995). https://doi.org/10.1016/j.chb.2021.106995

Fuente:  Psypost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

1 de cada 3 nuevas madres tuvo depresión postparto en la primera etapa de la pandemia por COVID-19

  • 17/03/2022
  • Maria Fernanda Alonso

La depresión postparto, así como los trastornos de ansiedad y estado de ánimo perinatal, son causados por factores neurobiológicos y estresores ambientales. Antes de la pandemia por COVID, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estimaron que 1 de cada 8 mujeres experimentaba depresión postparto, y alrededor del 5-7% experimentaba síntomas depresivos importantes. Con la llegada del COVID-19, estas tasas aumentaron considerablemente: según un estudio reciente, 1 de cada 3 personas que dieron a luz durante las primeras etapas de la pandemia, dio positivo para depresión postparto (casi el triple de los niveles previos a la pandemia) y 1 de cada 5 tenía síntomas depresivos importantes (Shuman et al., 2022).

Los investigadores recopilaron datos de encuestas recabadas entre febrero y julio de 2020, con un total de 670 pacientes posparto de EEUU, que completaron la Escala de depresión posparto de Edimburgo en línea y proporcionaron información demográfica. Los datos provienen de un estudio más amplio llamado «COVID-19 MAMAS (Accesorio, estado de ánimo, capacidad y apoyo materno).

La investigación encontró que:

  • Las mamás que alimentaron a los bebés con fórmula tuvieron un 92% más de probabilidades de dar positivo en depresión posparto y un 73% más de probabilidades de dar positivo en los síntomas depresivos mayores, en comparación con las que amamantaron o dieron biberón con su propia leche humana.
  • Las madres con bebés en unidades de cuidados intensivos neonatales tenían un 74% más de probabilidades de dar positivo en la prueba, y cada semana extra en las semanas posparto aumentó las probabilidades de dar positivo en la prueba en un 4%.
  • Las mamás preocupadas por contraer COVID-19 tenían un 71% más de probabilidades de dar positivo en la prueba de depresión posparto.
  • Casi 1 de cada 5 participantes que dieron positivo en la prueba de depresión posparto informaron haber tenido pensamientos de autoflagelo. Esto es muy preocupante dado que desde antes de la pandemia la tasa de tendencias suicidas entre pacientes prenatales y pacientes posparto está aumentando en EEUU.

Este aumento destaca la necesidad de identificar los síntomas depresivos en pacientes posparto, pero la detección es solo un primer paso. Los estudios sugieren que la lactancia materna puede ayudar a proteger a las pacientes posparto de la depresión posparto, ayudando a minimizar la gravedad de los síntomas depresivos y mejorando el tiempo de recuperación.



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Además, el tratamiento es fundamental para la recuperación. Los recursos y la educación sobre la depresión posparto deben difundirse e implementarse mejor. Estos recursos deben compartirse con el público en general para reducir el estigma y compartirse con quienes brindan apoyo social y emocional a las pacientes posparto, como parejas y familiares, destacaron los autores.

Es importante que las personas gestantes no demoren en buscar tratamiento psicológico. Es fácil descartar síntomas diciendo que es solo estrés, pero los síntomas de depresión y ansiedad vinculados a la COVID-19 no son menos importantes. Llama a tu ginecóloga o pediatra y pide una referencia.​​

Referencia bibliográfica: Shuman, C. J., Peahl, A. F., Pareddy, N., Morgan, M. E., Chiangong, J., Veliz, P. T., & Dalton, V. K. (2022). Postpartum depression and associated risk factors during the COVID-19 pandemic. BMC Research Notes, 15(1), 102. https://doi.org/10.1186/s13104-022-05991-8

Fuente: Science Daily

  • Salud Mental y Tratamientos

Cómo se siente la depresión en el trastorno bipolar

  • 08/03/2022
  • Maria Fernanda Alonso

Cuando estudiamos la caracterización del trastorno bipolar, aprendemos que:

  • Es una condición potencialmente incapacitante y de por vida; 
  • La persona que lo padece puede presentar episodios de manía (estado de ánimo anormalmente elevado o irritabilidad y síntomas relacionados con deterioro funcional grave o síntomas psicóticos durante 7 días o más);
  • También puede tener episodios de hipomanía (estado de ánimo anormalmente elevado o irritabilidad y síntomas relacionados con disminución o aumento de la función durante 4 días o más); y 
  • Episodios de estado de ánimo deprimido.

El trastorno bipolar suele ser comórbido con otros trastornos como los de ansiedad, el mal uso de sustancias, trastornos de personalidad y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) (National Institute for Health and Care Excellence (Great Britain), 2019).

Algunos de los síntomas asociados son la desesperación, la pérdida de interés y energía, dificultad para dormir, problemas para concentrarse, cambios de peso, pensamientos suicidas. Pero, ¿cómo se siente realmente una persona con trastorno bipolar y con episodios depresivos?



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Colleen King, psicoterapeuta especializada en el tratamiento de personas con trastorno bipolar, depresión y ansiedad, comparte algunas cosas que aprendió sobre la forma en que sus pacientes con trastorno bipolar experimentan distintos episodios en sus vidas, con el objetivo de ofrecer una mejor comprensión de lo que puede estar experimentando alguien que vive con esta condición.

Cómo se siente un episodio depresivo

Las personas con trastorno bipolar pueden experimentar estados mixtos o manía disfórica. Esta puede vivirse como un estado de ánimo insoportablemente difícil que combina simultáneamente síntomas de manía y depresión, aunque los típicos sentimientos de euforia esten ausentes. También suelen experimentar agitación psicomotora, insomnio, ansiedad e inquietud. A veces experimentan irritabilidad o ira.

Durante un episodio depresivo, los pacientes pueden sentirse destrozados o que ya no les importa nada; sin motivación ni pasión para nada excepto dormir. Pueden llorar todo el tiempo y sentirse frustrados e impotentes. Temen que nunca volverán a sentirse «normales».

“Para mí, la depresión se siente como si me hubieran robado mis habilidades cognitivas, emocionales y físicas”, dice King, quien también vive con trastorno bipolar. Ella lo describe como si estuviera caminando a través de un río de melaza hasta la cintura mientras la niebla la rodea. “Hay una visibilidad mínima y es un desafío moverse”. 

En esos momentos, prestar atención y comprender lo que otros dicen o lo que ella lee o escribe requiere de mucha energía cognitiva. A veces dice lo contrario de lo que ella piensa. A veces, no puede recordar las palabras de los objetos comunes y las tareas de varios pasos tardan días en completarse.

Los episodios depresivos la agotan físicamente. “Siento que me estoy moviendo contra todas las fuerzas de la naturaleza, luchando tan duro como puedo para seguir funcionando”, dice King.

Los episodios depresivos pueden ir más allá de los sentimientos de tristeza y llegar a la culpa, la vergüenza, la ansiedad y el miedo. Pueden destrozar la identidad propia de una persona. “La autoestima vibra como la cristalería en un terremoto, balanceándose con la tierra cambiante que es mi estado de ánimo”, explica King.

Por supuesto, cada persona es diferente y experimentará distintos síntomas durante sus episodios depresivos. Pero sean cuales sean los síntomas específicos, los episodios depresivos suelen tener una cosa en común: pueden ser abrumadores.

Debido a que la depresión puede presentarse después de un episodio maníaco o hipomaníaco, puede sentirse como un gran colapso, y resultar especialmente devastador.

Por ejemplo, durante un episodio maníaco o hipomaníaco, es posible que no necesites dormir mucho y te percibas como más productivo, pero cuando comienza un episodio depresivo, puedes sentir que deseas cancelar todos tus planes y necesitas 16 horas de sueño. Podrías sentir que no vales nada.

Cómo sanar

1. Conoce tus factores desencadenantes

El primer paso es tomar conciencia de lo que estás experimentando. Presta atención a tus propios desencadenantes y síntomas únicos. Escríbelos y pon prioridades. Por ejemplo:

  • ¿Qué significa “cansada” para ti?
  • ¿Cómo es la pérdida de energía para ti?
  • ¿Cuántas horas sueles dormir cuando empiezas a sentir que se avecina un episodio depresivo?
  • ¿Cuáles son los primeros signos de un episodio depresivo para ti?

Es importante priorizar un estilo de vida saludable para controlar los factores desencadenantes. De forma concisa, es fundamental prestar atención a cuatro factores: tratamiento, ejercicio, alimentación y sueño.

2. Crea una rutina

Construir una rutina y adaptarla cuando surgen nuevas situaciones es igualmente importante. Puedes tomar como ejemplo la situación de una paciente de la doctora Louisa Sylvia, directora asociada de psicología en la Clínica Bipolar y el Programa de Investigación del Hospital General de Massachusetts.

Su paciente  se convirtió en cuidadora de un amigo. Debido a que el amigo vivía a varias horas de distancia, su rutina se interrumpió por completo, lo que provocó estrés y sentimientos de agobio.

En respuesta, Sylvia y su paciente crearon nuevos hábitos matutinos y vespertinos. En lugar de levantarse y subirse directamente al auto, la paciente comenzó a despertarse más temprano. Desayunaba en casa y paseaba a su perro. Para que su viaje fuera más placentero, escuchaba audiolibros y su música favorita.

Encontró una actividad, la jardinería, que disfrutaba en la casa de su amigo. Sylvia también le ayudó a repensar sus viajes: como cuidadora, en realidad estaba haciendo un trabajo maravilloso.

(Sylvia es autora del libro «El libro de trabajo de bienestar para el trastorno bipolar» y coautora del libro «El libro de trabajo del trastorno bipolar II: manejo de la depresión, la hipomanía y la ansiedad recurrentes«. En ellos puedes encontrar más herramientas e información sobre el trastorno bipolar).

Cuando King experimenta un episodio depresivo, también tiene un plan, el cual incluye:

  • Asegurarse de que su psiquiatra y terapeuta sepan lo que está pasando;
  • Recurrir a sus seres queridos en busca de apoyo;
  • Regular sus horarios de sueño;
  • Consumir alimentos nutritivos;
  • Meditar;
  • Mover su cuerpo.

3. Acepta el poder y la protección de decir no

Tan fundamental como una rutina saludable es aprender a decir no, sostener tus límites y mantener tu bienestar mental. Por ejemplo, puedes:

  • Reducir las obligaciones siempre que sea posible;
  • Enfocarte en tus prioridades inmediatas;
  • Practicar actividades nutritivas, como estar en la naturaleza, crear arte y pasar tiempo con tus seres queridos.

King utiliza habilidades de afrontamiento que enseña a sus propios pacientes, incluidas la atención plena y las técnicas cognitivas conductuales. Socializa menos pero no te alejes por completo de los demás, y practica la autocompasión.

“Reconocer la enorme cantidad de energía que se necesita para manejar un episodio depresivo me ayuda a ser gentil y amable conmigo misma. Cuando las dudas sobre mí misma asaltan mi identidad y valor, repito mantras de autocompasión”, dice King.

En este artículo podrás encontrar 5 estrategias de afrontamiento para el trastorno bipolar.

Próximos pasos

Manejar el trastorno bipolar y superar un episodio depresivo puede tomar tiempo y paciencia, hasta descubrir qué funciona mejor en tu caso. Es muy probable que tengas que acordarte de comer algo nutritivo, dar un paseo, hablar con un amigo y llorar tus viejas expectativas. Recurrir a un equipo de apoyo, de seres queridos y profesionales, puede ser poderoso en estos tiempos.

La depresión nos engaña haciéndonos creer que va a durar para siempre. Y lo hace cuando estás en un episodio depresivo, dice King. Ella se recuerda a sí misma que ha experimentado episodios depresivos y ciclos antes y recuperó su salud y estabilidad.

Sylvia también les recuerda a sus pacientes que estos episodios terminan. “No durará para siempre, y no durará en su punto más alto para siempre”.

King se dice a sí misma que recordará la alegría y se sentirá completa nuevamente, como antes. Y con tratamiento, tu también lo harás. No te rindas.

Referencia bibliográfica: National Institute for Health and Care Excellence (Great Britain). (2019). Bipolar Disorder: Assessment and Management. https://books.google.com/books/about/Bipolar_Disorder.html?hl=&id=r0VnzQEACAAJ

Fuente: Psychcentral

  • Artículos Recomendados de la Web

Sumergirse en agua fría está de moda, ¿puede reducir la ansiedad y la depresión?

  • 25/02/2022
  • David Aparicio

Chole Williams revisó para el New York Times, la evidencia del método de sumergirse en agua fría para tratar la depresión y ansiedad:

Ningún estudio ha demostrado que el método Wim Hof o la inmersión en agua fría por sí solos mejoren la salud mental, pero algunas investigaciones sugieren que la natación en agua fría puede mejorar el estado de ánimo y el bienestar. Varios equipos de investigadores, especialmente en Europa, han explorado los efectos psicológicos de la natación en aguas frías y han obtenido resultados alentadores. Un estudio realizado en 2020 en el Reino Unido descubrió que 61 personas que siguieron un curso de diez semanas para aprender a nadar en el mar helado experimentaron mayores mejoras en el estado de ánimo y el bienestar que 22 de sus amigos y familiares que los observaron desde la orilla.

Algunos científicos también sospechan que un chapuzón en agua helada podría ayudar a tratar enfermedades mentales, como la ansiedad y la depresión. Un estudio de caso de 2018, también en el Reino Unido, describe a una mujer de 24 años con depresión y ansiedad que emprendió la natación en aguas frías y, después de cuatro meses, ya no necesitaba medicación. Desde entonces, los investigadores han hecho un seguimiento con un ensayo más amplio, pero los resultados aún no se han publicado.

Estos primeros resultados son prometedores, pero conseguir pruebas sólidas es todo un reto, afirma Jeremy Howick, investigador sénior del Centro de Investigación de Ensayos de la Universidad de Cardiff que estudia medicina basada en evidencias. Los investigadores no pueden ocultar el hecho de que alguien está recibiendo un tratamiento con agua fría, dijo, y sus buenas expectativas pueden llevarlos a experimentar un efecto placebo. Hof lo ha sugerido en su libro El método Wim Hof, al escribir que “para sacar el máximo provecho del método, hay que comprometerse mentalmente con él”.

Lee el artículo completo en The New York Times.



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  • Salud Mental y Tratamientos

Pruebas para evaluar la depresión: un listado y descripción de las mismas 

  • 22/02/2022
  • Laura Ruiz

La depresión es uno de los trastornos mentales más frecuentes y, a pesar de ello, su diagnóstico puede llegar a ser un poco complejo de realizar. Por esta razón, los especialistas de la salud mental se valen de recursos disponibles y estandarizados para realizar esta labor.

Las pruebas para evaluar la depresión son muchas e incluso puedes encontrar varias versiones en línea. Pero es importante tener en cuenta que los resultados de estos instrumentos no son de manera alguna un diagnóstico infalible. Esto requiere de la valoración de un experto en el área.

Algunas de las pruebas más utilizadas en la psicología clínica para evaluar la depresión: 



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Escala Heteroaplicada de Hamilton para la Depresión (HRSD)

Se trata de un instrumento clínico creado en 1960, que fue diseñado para evaluar los síntomas relacionados a la depresión en los pacientes, además de servir como estándar para indagar su evolución. Es actualmente uno de los test más utilizados para la evaluación de esta psicopatología debido a su confiabilidad y validez.  

Consta de 21 ítems estratégicamente postulados para evaluar la depresión. En revisiones posteriores se redujo el número de ítems a 17, pero también se las puede encontrar de 24 e incluso de 6, siendo todas validadas. Cada respuesta se puntúa y se realiza una sumatoria final que indica la gravedad de los síntomas de depresión que presenta el paciente al cual se le aplica la escala. 

Según los resultados obtenidos se considera que un puntaje entre 0 y 7 equivale a la no presencia de depresión en el paciente, mientras que una puntuación entre 8 y 13 puntos indica depresión ligera/menor. Con 14 a 18 puntos se trata de depresión moderada, mientras de 19 a 12 sería depresión severa y un puntaje superior a 23 indica depresión muy severa.

Inventario de Depresión de Beck (BDI)

En 1961 Aaron T. Beck desarrolló un inventario que consta de 21 preguntas con opciones de respuesta múltiples, destinadas a evaluar la presencia y severidad de depresión en los pacientes, siendo este test uno de los aportes más importantes de este investigador psiquiatra que se conoce como el padre de la Terapia Cognitiva.

Actualmente se trata de uno de los test más utilizados debido a su confiabilidad. Ha sido validada en varios países y cuenta con traducciones en varios idiomas. A lo largo del tiempo pasó por diversas revisiones y mejoras hasta llegar a la versión del año 1996 que sigue siendo utilizada hoy en día para evaluar la depresión. 

Cada uno de los ítems se puede contestar con una escala valorativa del 0 al 3 que indicarán la severidad de los síntomas que se experimentan por parte del paciente con una temporalidad de al menos dos semanas. La puntuación final varía entre 0 hasta 63 puntos que indicarán el grado de severidad de la depresión. 

Montgomery Asberg Depression Rating Scale (MADRS)

La Montgomery Asberg Depression Rating Scale es uno de los instrumentos más utilizados para evaluar la depresión por parte de los profesionales de la salud mental, y es que se trata de una escala heteroaplicada que ha demostrado ser muy eficaz para evaluar los síntomas y severidad.

Cuenta con 10 ítems que deben ser presentados por un especialista mediante una entrevista. A través de ellos se indaga acerca de la presencia de síntomas emocionales y físicos que indican depresión y la severidad de los mismos en cuanto a su impacto en el desarrollo de la vida cotidiana de los pacientes. 

Existe una versión que se puede autoaplicar, y aunque ha demostrado ser bastante efectiva, es recomendable que su aplicación sea por parte de un profesional clínico experto en el área de la salud mental. A diferencia del test anterior, este no cuenta con límites de puntuaciones específicas que determinen un diagnóstico. 

Cuestionario sobre la Salud del Paciente (PHQ-9) 

Es un instrumento autoaplicable que ayuda a evaluar la presencia de síntomas relacionados a la depresión. Es una breve parte de la evaluación del módulo de depresión del Primary Care Evaluation of Mental Disorders Procedure, también conocido como PRIME-MD.

Cuenta con 9 ítems que indican síntomas, severidad y temporalidad. Evalúa la presencia de síntomas depresivos positivos, si se experimentan 1 o 2 en menos de la mitad de los días, mientras que habla de síntomas depresivos negativos cuando no hay presencia de tales. 

Indica síndrome depresivo mayor (SDM) en los casos en los que existan más de 5 síntomas durante más de la mitad de los días y otro síndrome depresivo (OSD), cuando los síntomas son entre 3 y 4 con una temporalidad menor. En ambos casos se evalúa la presencia de anhedonia.

Inventario de Salud Mental de 5 reactivos (MHI-5)

Este instrumento consta de 5 criterios evaluativos en una escala autoaplicable que permite determinar la presencia de indicadores de depresión en los pacientes. 

Este test se trata de una forma resumida del SH-36, en el que se evalúa una de sus 8 dimensiones. Es aplicable en poblaciones adultas y adolescentes con resultados confiables y actualmente se están realizando validaciones en diversas poblaciones en todo el mundo para su uso. 

Este inventario cuenta con 6 opciones para responder que indican la intensidad con la que se experimentan los síntomas que va desde nunca hasta todo el tiempo.  

Información importante a tener en cuenta

La depresión es una patología mental que puede ser grave y debe ser tratada de manera correcta pues, en caso contrario, las repercusiones pueden ser muy negativas. Es importante tener en cuenta que los instrumentos de evaluación representan solamente una guía para el especialista pero por si solos no representan ningún tipo de diagnóstico.  

Resulta imprescindible la evaluación e intervención de una persona calificada en salud mental para poder hacer el abordaje e indicar el tratamiento correcto de la depresión. Esto va mucho más allá de la aplicación de instrumentos clínicos, requiere de entrevistas y otras evaluaciones.  

Si tú o alguien a quien conoces presentáis síntomas relacionados a la depresión, busca ayuda en los especialistas de la salud mental (psicólogos y psiquiatras), quienes pueden ayudarte no solo con un diagnóstico, sino también con el tratamiento adecuado y comprensión de lo que está sucediendo. 

Referencias bibliográficas:

  • Buela-Casal, G. y Sierra, J.C. (1997). Manual de evaluación psicológica. Ed. Siglo XXI. Madrid.
  • Cohen, R.J. & Swerdlik, M.E. (2002). Pruebas y evaluación psicológicas. McGraw-Hill: Madrid.
  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Investigadores desarrollan algoritmo que ayuda a reconocer personas con trastorno bipolar diagnosticado como depresión

  • 17/02/2022
  • Maria Fernanda Alonso

Investigadores desarrollaron un algoritmo capaz de predecir el riesgo que tiene un paciente de recibir un diagnóstico erróneo de depresión mayor y posteriormente pasar a uno de trastorno bipolar. Esta herramienta ayudar a los profesionales a identificar a los pacientes con trastorno bipolar que han sido diagnosticados erróneamente con depresión mayor (Nestsiarovich et al., 2021).

El trastorno depresivo mayor (DM) y el trastorno bipolar (TB) son trastornos del estado de ánimo comunes con sintomatología superpuesta. Si bien ambas condiciones se caracterizan por episodios depresivos, un diagnóstico bipolar solo se cumple cuando los pacientes presentan al menos un episodio maníaco o hipomaníaco, un episodio de energía extrema o sentimientos elevados.

Por qué es importante

Si bien la DM y el TB comparten características clínicas, el tratamiento recomendado en cada caso difiere. La DM se trata a menudo con antidepresivos, pero existe evidencia de que estos medicamentos pueden provocar manía entre los pacientes con TB. El algoritmo desarrollado por este equipo de investigadores ayudaría a los médicos a identificar lo antes posible el trastorno bipolar, permitiendo predecir qué pacientes con un diagnóstico de DM recibirán un diagnóstico posterior de TB.



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Qué metodología usaron

El modelo diseñado por los autores se probó en una red de cinco bases de datos de pacientes de EEUU que incluían 2.687.578 pacientes con diagnóstico de depresión mayor. Los pacientes a los que se les cambió el diagnóstico a trastorno bipolar en el plazo de un año formaron el grupo de casos, y los pacientes a los que no se les cambió el diagnóstico formaron el grupo de control.

Qué encontraron

El modelo de regresión final identificó siete variables que predijeron positivamente la transición del paciente de DM a TB dentro de un año: 

  • edad más joven, 
  • depresión más severa al inicio, 
  • presencia de psicosis, 
  • presencia de ansiedad, 
  • pensamientos o actos de autolesión, 
  • abuso de sustancias, y 
  • diagnóstico previo de un trastorno mental.

Tres variables predijeron negativamente la transición de DM a TB: 

  • edad avanzada, 
  • depresión menos severa al inicio del estudio, y 
  • embarazo.

El predictor positivo de una edad más joven está en línea con la evidencia de que el TB tiende a presentarse a una edad más temprana que la depresión. El predictor positivo de la gravedad de la depresión se corresponde con la investigación que sugiere que los pacientes con TB experimentan episodios depresivos más graves en comparación con los pacientes con DM. Luego, el modelo se validó en conjuntos de datos adicionales en varios países. 

Implicaciones de los hallazgos

Los investigadores sugieren que este algoritmo podría ser una herramienta útil para los médicos, permitiéndoles asignar puntajes de riesgo a sus pacientes para la conversión del diagnóstico a TB. Los predictores identificados (aparición temprana de depresión, presencia de depresión severa y características psicóticas) podrían ayudar a promover la vigilancia entre los médicos con respecto a la posibilidad de un diagnóstico subyacente de TB en pacientes deprimidos y alentarlos a hacer preguntas aclaratorias sobre episodios maníacos/hipomaníacos. 

Finalmente, cabe señalar una limitación notable del estudio fue que se basó en registros de salud electrónicos; estos registros pueden estar limitados por datos faltantes y por variaciones en los criterios utilizados para el diagnóstico.

Referencia bibliográfica:Nestsiarovich, A., Reps, J. M., Matheny, M. E., DuVall, S. L., Lynch, K. E., Beaton, M., Jiang, X., Spotnitz, M., Pfohl, S. R., Shah, N. H., Torre, C. O., Reich, C. G., Lee, D. Y., Son, S. J., You, S. C., Park, R. W., Ryan, P. B., & Lambert, C. G. (2021). Predictors of diagnostic transition from major depressive disorder to bipolar disorder: a retrospective observational network study. Translational Psychiatry, 11(1), 642. https://doi.org/10.1038/s41398-021-01760-6

Fuente:Psypost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Los recursos de autoayuda que no se basan en evidencia fomentarían la culpabilización de las víctimas respecto de su situación

  • 16/02/2022
  • Maria Fernanda Alonso

En un tratamiento de salud mental los recursos de autoayuda pueden ser de utilidad, pero las herramientas que no han sido probadas empíricamente puedan dañar involuntariamente a aquellos a quienes dicen ayudar. Un ejemplo son las autoafirmaciones positivas que se basan en la “ley de la atracción”, o la idea de que tus pensamientos atraen lo que te sucede. En particular, algunos de estos materiales implican que la felicidad es una elección. Estos materiales de autoayuda que no están basados ​​en evidencia crean inadvertidamente una mentalidad de culpabilización de la víctima dirigida a las personas con depresión ya que si se supone que ser feliz es una elección intencional y presumiblemente todo el mundo puede mejorar su estado de ánimo mediante la internalización de autoafirmaciones positivas, culpar a una persona que está deprimida se vuelve justificable (Yeung & Lun, 2021). Este estigma podría impedir que las personas que sufren de depresión busquen ayuda.

Qué metodología usaron y qué encontraron

Los investigadores realizaron cuatro estudios:

  • En el primero, validaron una escala que mide la culpabilidad de las víctimas en las personas con depresión con elementos como «las personas deprimidas tienen debilidades heredadas». Además, encontraron que la aprobación de autoafirmaciones positivas se asoció con una mayor tendencia a culpar a la víctima.
  • Luego, un estudio experimental dividió a los participantes en una de dos condiciones. Los sujetos leyeron un pasaje que describía la evidencia de la efectividad de las autoafirmaciones positivas o leyeron un pasaje que describía la evidencia mixta de su efectividad. Aquellos que leyeron evidencia a favor de autoafirmaciones positivas luego demostraron más culpabilización de la víctima en comparación con aquellos que leyeron evidencia mixta sobre autoafirmaciones positivas. Esto sugiere que aquellos que no estaban al tanto de la evidencia contradictoria que rodea a las autoafirmaciones positivas tenían más probabilidades de culpar a las víctimas de su depresión.
  • Un tercer estudio encontró que leer declaraciones de autoayuda no basadas en evidencia llevó a culpar más a la víctima que leer otras declaraciones, aunque el efecto no alcanzó la significación estadística. Un estudio posterior, de mayor potencia, encontró un efecto significativo para esto. La lectura de un pasaje que contenía declaraciones de autoayuda no basadas en evidencia llevó a culpar más a la víctima que la lectura de un párrafo que contenía declaraciones de autocompasión que incorporaban atención plena, aceptación y bondad con uno mismo.
  • Por último un metanálisis reveló un efecto significativo para las declaraciones de autoayuda infundadas sobre culpar a la víctima en todos los estudios. 

Los hallazgos de la investigación de Yeung y Lun resaltan los peligros de incorporar ciegamente materiales de autoayuda, los cuales pueden resultar contraproducentes en algunas situaciones. Por este motivo, los autores recomiendan que se proporcionen descripciones empíricas sobre los límites de este tipo de material de autoayuda “de venta libre” a todos los usuarios interesados. Para lograr este fin, se debe realizar un esfuerzo de investigación continuo con el fin de examinar la eficacia de estos materiales de autoayuda.



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Referencia bibliográfica: Yeung, J. C., & Lun, V. M.-C. (2021). Uncritical use of non-evidence-based self-help materials induces victim-blaming on depressed individuals. En The Journal of Positive Psychology (Vol. 16, Número 4, pp. 492-502). https://doi.org/10.1080/17439760.2020.1752780

Fuente: Psypost

  • Ciencia y Evidencia en Psicología

Niveles más bajos de exploración y pensamiento reflexivo se asocian con más ansiedad y depresión

  • 15/02/2022
  • Maria Fernanda Alonso

Buscar información de manera excesiva sobre un asunto, o no buscarla en absoluto son extremos potencialmente perjudiciales, ya sea porque la persona tarda demasiado en establecer un patrón de comportamiento exitoso o porque salta a conclusiones sin tener suficiente información. En ambos casos su decisión puede impedir que aprendan el mejor curso de acción para lograr sus objetivos. Llamativamente, un estudio reciente encontró que mayores síntomas de depresión y ansiedad están asociados con una menor tendencia a recopilar más información en situaciones de incertidumbre y una menor tendencia a confiar en el conocimiento actual para buscar una recompensa de manera eficiente (Smith et al., 2021). Equilibrar el nivel de búsqueda de información podría contribuir a la disminución de los síntomas de depresión y ansiedad, y a mejorar su bienestar y satisfacción con la vida.

Qué metodología usaron

Para el estudio 115 hombres y 301 mujeres de la Universidad de Arizona y la comunidad circundante completaron medidas de depresión y ansiedad. Los participantes también completaron una evaluación validada llamada Horizon Task, que mide el comportamiento exploratorio dirigido y aleatorio. Una estrategia de exploración dirigida se caracteriza por elecciones que están sesgadas hacia la búsqueda de nueva información. Por el contrario, una estrategia aleatoria fomenta la exploración por casualidad.

Qué encontraron

Hallaron que los síntomas más fuertes de depresión y ansiedad estaban asociados con una estrategia de exploración subóptima. En particular, aquellos con síntomas más severos de depresión y ansiedad exhibieron una exploración dirigida reducida en situaciones donde más información ayudaría a futuras elecciones. Pero también exhibieron mayor exploración en situaciones donde la búsqueda de nueva información no era beneficiosa.



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Los participantes completaron además tres medidas de cognición reflexiva: la prueba de reflexión cognitiva, la escala de pensamiento de mente abierta activa y una versión abreviada de la evaluación integral del pensamiento racional. La cognición reflexiva describe la tendencia a pensar en los problemas en lugar de “seguir el instinto”. Los investigadores encontraron que los síntomas de depresión y ansiedad más fuertes se asociaron con una reflexión cognitiva reducida. En otras palabras, las personas con niveles más altos de depresión y ansiedad pueden sacar conclusiones precipitadas sobre qué acciones conducirán a mejores o peores resultados después de sólo unas pocas experiencias. Al mismo tiempo, parecen buscar más información en situaciones en las que no sería útil. Una de las razones de esto es que es posible que no se detengan y reflexionen sobre la mejor opción antes de tomar decisiones.

Los autores advierten que, aunque hubo evidencia de menos búsqueda de información y reflexión en aquellos con mayor depresión y ansiedad, la relación no fue muy fuerte; es decir que, mientras que las personas con mayor depresión o ansiedad pueden mostrar estas tendencias en promedio, muchas personas todavía se involucraron en la búsqueda de información y la reflexión, explicaron.

Otra advertencia es que el estudio no examinó a personas con depresión mayor o trastornos de ansiedad, sino a un grupo de personas de la comunidad con diferentes puntajes en las medidas de síntomas ansiosos y depresivos. Por lo tanto, no se sabe si los resultados podrían ser diferentes al comparar a personas sanas con personas con trastornos emocionales diagnosticados. Sin embargo, el estudio proporciona información sobre cómo la depresión y la ansiedad pueden afectar los comportamientos de búsqueda de información, lo que podría conducir a nuevas vías de tratamiento que apunten a ayudar al consultante a reflexionar más sobre sus opciones y buscar más información, lo cual podría mejorar su bienestar y satisfacción con la vida.

Referencia bibliográfica: Smith, R., Taylor, S., Wilson, R. C., Chuning, A. E., Persich, M. R., Wang, S., & Killgore, W. D. S. (2021). Lower Levels of Directed Exploration and Reflective Thinking Are Associated With Greater Anxiety and Depression. Frontiers in Psychiatry / Frontiers Research Foundation, 12, 782136. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2021.782136

Fuente: Psypost

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